CULTUR@CIVITAS - Ministerio de Empleo y Seguridad Social

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C U LT U R @ C I V I TA S
Fomento de la Igualdad
de Oportunidades en el
acceso laboral a la oferta
cultural y de ocio
en los entornos locales
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
2
EL SECTOR CULTURAL
COMO FUENTE DE DESARROLLO
SOCIOECONÓMICO LOCAL.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
3
ÍNDICE
1er. DOCUMENTO
0. Introducción.
7
1. Contexto general del estudio.
10
2. Marco Teórico de situación.
15
2.1.Cultura local / cultura global.
16
2.2. Cultura y mercado. Visiones y modelos.
18
2.3. El papel del espacio público en la cultura.
20
2.3.a. Los modelos de intervención.
21
2.3.b. La relación público / privada en el sector cultural.
23
2.3.c. Recapitulación.
24
3. Caracterización del sector de la cultura y el ocio
en la Unión Europea.
3.1.
27
Cultura y ocio como Nuevos Yacimientos de Empleo.
El valor de lo local.
28
3.2.
El escenario actual de la cultura en la Unión Europea.
30
3.3.
Delimitación del sector (Áreas y sectores de actividad).
33
3.4.
Breve historia de las políticas culturales.
38
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
4
3.5.
Ciudad / Cultura y Territorio. El sistema europeo de ciudades.
Modelos y dinámicas territoriales.
41
3.5.a. La ciudad en el territorio.
43
3.6.
La iniciativa cultural pública en la ciudad: ejemplos y modelos. 44
3.6.a. Experiencias de reactivación socioeconómica de ciudades
y municipios a partir de la cultura.
47
3.7.
La iniciativa cultural privada.
3.7.a. La industria cultural y el territorio.
3.7.b. La organización de la industria cultural.
52
53
56
3.8.
Modelos de relación público / privada.
3.8.a. El papel de la administración para el estímulo de
la industria cultural privada.
3.8.b. Modelos de gestión de los servicios culturales públicos.
57
57
60
Empleo en el sector cultural de la U.E.
63
3.9.
4. El sector de la cultura y el ocio en España.
67
4.1.
Breve historia de las políticas culturales en España.
68
4.2.
Cultura y ciudad y territorio.
71
4.2.a. La ciudad en el territorio.
71
4.2.b. El modelo territorial español.
74
4.2.c. La cultura como un factor estratégico de revitalización y desarrollo
socioeconómico Concentración, especialización y “brecha cultural”
en las regiones y municipios españoles.
77
4.3.
La iniciativa cultural pública en la ciudad.
4.3.a. La demanda cultural ciudadana: nuevos retos de
85
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
la gestión cultural.
4.3.b. La cultura como factor de desarrollo económico.
4.3.c. La proyección externa de la ciudad.
Los ejemplos y casos españoles.
4.4.
5
85
90
92
La industria cultura privada Sectores, situación y perspectivas.
4.4.a. Cine y sector audiovisual.
100
4.4.b. Sector musical.
105
4.4.c. Sector editorial.
109
4.4.d. Artes escénicas.
112
4.4.e. Artes plásticas.
116
4.4.f. Sector de software y videojuegos.
121
4.5. Modelos de relación público / privada.
124
4.5.a. El papel de la administración pública para el estímulo
de la industria cultural.
124
4.5.b. Cooperación y trabajo en red.
126
4.5.c.Nuevas tendencias y modelos de gestión de los servicios culturales.127
4.6.
El peso económico y nivel de empleo
del sector cultural español.
4.6.a. Análisis de los datos.
4.6.b. Un intento de análisis comparativo. La industria cultural
en EEUU, Gran Bretaña y España. Algunos datos.
5. Bibliografía de referencia.
132
135
144
149
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
6
2º DOCUMENTO
•Introducción.
157
6. Cultura y ciudad del conocimiento: Propuestas y
recomendaciones de intervención desde la escala local. 158
6.1. Nuevas formas de gestión de equipamientos.
6.2.
Coordinación.
6.3.
Marketing de ciudad.
6.4. Gestión del Patrimonio cultural.
6.5. Diseño de nuevos productos y servicios culturales.
6.6. Inversión y Financiación cultural.
6.7. Implantación de NTICs en el ámbito cultural.
6.8. Formación cultural.
6.9. Creación de demanda cultural y mejora de la participación ciudadana.
6.10. Igualdad de Oportunidades en el ámbito cultural.
6.11. Instrumentos y estructuras de soporte.
162
165
168
170
174
178
180
183
186
190
192
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
7
0. Introducción.
El presente estudio está estructurado en 2 documentos. Para su realización se
ha seguido un itinerario global – local, por ello el trabajo parte de una
visión del contexto internacional de la cultura para ir abordando
progresivamente, el panorama y los retos del sector en la Unión Europea;
después en el contexto nacional para, finalmente, abordar los aspectos
concretos del ámbito cultural local desde una doble óptica: los servicios
culturales de carácter público, y las industrias e iniciativas de naturaleza
privada.
El primer capítulo sitúa el contexto general del estudio en el marco del
proyecto Cultur@civitas, describe los principales objetivos perseguidos con
el mismo, y determina el hilo conductor que estructura todo el trabajo.
El segundo capítulo (Marco Teórico) cuenta con tres apartados que
permiten situar las principales líneas de debate y reflexión mantenidas
actualmente respecto al papel del sector cultural a las puertas de este nuevo
milenio: lo local y lo global en el desarrollo del sector cultural; los vínculos
entre la cultura, el empleo y la economía; Las principales claves de los
modelos y paradigmas culturales actualmente vigentes (La cultura como
industria económica en EEUU. La excepcionalidad cultural en la UE. La
relación público / privado, local / universal, tradición / innovación) para
finalmente abordar el papel del espacio público en la cultura a partir de los
nuevos modelos de intervención y relación Público / Privada.
El tercer bloque de contenidos del estudio cuenta con ocho apartados en
los cuales se realiza una caracterización del sector de la cultura y el ocio
en la Unión Europea. Se parte para ello de una descripción de lo que
fueron las primeras etapas de debate y reflexión sobre la importancia del
ámbito cultural en la generación de empleo y la mejora de la calidad de
vida ciudadana a partir del marco local (Libro Blanco de los Nuevos
Yacimientos de Empleo de Delors), hasta llegar a los momentos actuales en
los cuales las políticas culturales son asumidas como factores de primer
orden en las estrategias de fortalecimiento y consolidación del espacio
comunitario europeo.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
8
Tras esto, el tercer capítulo caracteriza y delimita el sector cultural a partir
de una descripción amplia de sus diferentes sectores y grupos de actividad,
pasándose a continuación a elaborar una breve historia de las políticas
culturales en Europa tras la segunda guerra mundial, para corroborar cómo
la cultura ha sido empleada durante décadas como factor de cohesión,
integración social y fortalecimiento democrático.
Los cuatro últimos apartados conforman el otro gran bloque de contenidos
de este capítulo; en ellos se reflexiona sobre los vínculos Ciudad / Cultura y
Territorio, mostrando diversos ejemplos y modelos de reactivación
socioeconómica a partir de la apuesta cultural en ciudades y regiones
específicas. También se describe la actividad cultural de carácter privado,
sus formas de organización e intervención y nivel de empleo, así como los
modelos de relación público / privada; incidiendo sobre todo en los nuevos
instrumentos y mecanismos de estímulo puestos en marcha por parte de las
administraciones públicas europeas.
El cuarto capítulo se estructura en seis apartados que nos sitúan frente al
sector de la cultura y el ocio en España siguiendo un esquema semejante
al empleado en el capítulo anterior para describir el marco Comunitario.
Tras una breve introducción histórica sobre las políticas culturales en
España, se aborda la situación de la cultura con relación al territorio, y los
evidentes fenómenos de concentración, especialización y “brecha cultural”
que se están abriendo en las regiones y municipios españoles.
Por otro lado, el capítulo reflexiona sobre el papel de la cultura como factor
de desarrollo económico local, abordando los nuevos retos de la gestión
cultural en su relación con la demanda ciudadana, y la proyección externa
de la imagen de los municipios a partir de una serie de casos y ejemplos.
Otro apartado esencial es el destinado a visualizar el marco de la industria
cultural privada española a partir de una pormenorizada descripción de
cada uno de sus sectores (caracterización, retos, obstáculos, volumen de
negocio, etc.)
Tras él se propone un apartado específico acerca de las formas de relación
público / privada que se están generando, incidiendo sobre todo en los
mecanismos que la administración pública comienza a emplear con el fin
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
9
de estimular a la industria cultural privada, y también para aplicar nuevos
modelos de gestión en los servicios culturales públicos.
El apartado final de este cuarto capítulo desarrolla de forma pormenorizada
un análisis del peso económico y nivel de empleo generado por el sector
cultural español a través de datos como: la evolución de su valor añadido
bruto, el nivel y tipología del empleo creado, el crecimiento del número de
empresas, las ventas, las exportaciones, la comparación con otros sectores
de la actividad productiva nacional, así como con la situación del sector
cultural en otros países.
Por su parte, capítulo que cierra este primer documento contiene una
extensa bibliografía de referencia, así como una relación de
documentación manejada a lo largo del trabajo.
El segundo documento incluye el sexto capítulo, que recoge una batería de
propuestas y recomendaciones de intervención desde la escala local
para promover la dinamización del sector cultural: se trata de medidas
agrupadas en diez ámbitos de actuación (Nuevas formas de gestión de
equipamientos. Coordinación. Marketing de ciudad. Gestión del
Patrimonio. Diseño de nuevos productos y servicios culturales. Inversión y
Financiación cultural. Implantación de NTICs en el sector cultural.
Formación cultural. Creación de demanda cultural y mejora de la
participación ciudadana. Igualdad de Oportunidades en el ámbito cultural.
Instrumentos y estructuras de soporte), y son fiel reflejo de los factores más
relevantes identificados en los diagnósticos realizados en los once
municipios por parte de expertos locales. Con estas medidas se quieren dar
respuestas factibles a los principales obstáculos y retos que dichos
municipios manifiestan.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
1.
10
Contexto general del estudio.
El punto de partida.
El presente estudio tiene su origen en un contexto muy específico como es
el proyecto Cultur@civitas, enmarcado en la iniciativa comunitaria
EQUAL e impulsado por la Federación Española de Municipios. Este
proyecto se plantea como un itinerario de formación e inserción laboral
(básicamente mediante el autoempleo), orientado a personas en situación
de desigualdad de acceso al mercado laboral (fundamentalmente mujeres),
mediante actuaciones en el ámbito del sector cultural y de ocio de los
entornos locales.
Con el proyecto Cultur@civitas se pretende, esencialmente, demostrar,
analizar y establecer instrumentos para superar la doble desigualdad en el
mercado de trabajo que sufre el colectivo de mujeres universitarias
pertenecientes a especialidades humanísticas: discriminación de género y
escasa valoración de su cualificación por parte del mercado laboral. De este
modo, se pretende utilizar el patrimonio cultural local como instrumento
para favorecer la integración de este colectivo mediante el desarrollo del
sector cultural como una nueva fuente de empleo.
Los diagnósticos culturales locales.
Como fase preliminar de todo este proceso, y con el objeto de profundizar
en el conocimiento de las respectivas situaciones culturales, Cultur@civitas
ha promovido la realización de un diagnóstico local específico en cada uno
de los municipios participantes, con el fin de visualizar su situación
especifica de partida.
Los diagnósticos locales, realizados a partir de una metodología común,
han permitido realizar un análisis a fondo (en la mayoría de los municipios
se trataba del primer trabajo de reflexión sobre el sector cultural) de la
oferta y la demanda cultural local, procurando ir más allá de una mera
catalogación descriptiva de los recursos, para enumerar sus obstáculos y
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
11
retos, y también para identificar sus fortalezas; para lo cual, cada municipio
ha contado con la participación de paneles de expertos locales.
El diagnóstico general del sector cultural.
En paralelo a ese proceso de análisis cultural local, se ha realizado un
estudio para detectar tendencias generales, analizando las transformaciones
experimentadas por el sector cultural en la Unión Europea y en España en
las ultimas décadas, con un especial énfasis en su nuevo papel estratégico
en el desarrollo de regiones y ciudades.
Este estudio parte de un doble nivel de reflexión:
• Un primer nivel ha tenido un carácter más genérico, centrándose en el
análisis del potencial de creación de empleo existente en el sector de
la cultura y el ocio a partir de las tendencias y pautas que se siguen a
escala de la Unión Europea. (Capítulos 2 y 3).
• El segundo resulta más específico, y se ha realizado a partir del
conocimiento adquirido sobre la realidad cultural nacional y de la
“fotografía” aportada por cada uno de los once análisis locales
realizados.
Este segundo nivel ha permitido contrastar la información aportada
por la escala local, visualizando las tendencias y su posibilidad de
vinculación a políticas concretas; identificando y agrupando
obstáculos y posibilidades que permitieran, posteriormente, realizar
propuestas de intervención específicas. (capítulo 5).
Tres son los ejes de análisis (con una estrecha interrelación entre sí) que
han estado permanentemente presentes en la realización del estudio:
1. eje : Cultura / Economía.
El argumento que se defiende a lo largo de todo el trabajo, es que ya no
resulta posible hablar de la actividad cultural como algo privativo de la
administración pública, sino que existe un sector económico de índole
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
12
cultural y naturaleza privada con un fuerte dinamismo, capaz de generar
riqueza y empleo y de contribuir al fortalecimiento de la identidad e
imagen de un territorio concreto.
Esto sitúa a la administración frente al reto de abandonar su tradicional
concepción monopolística de la cultura y su habitual consideración de la
misma como algo alejado de la actividad económica, y comenzar la
búsqueda de un nuevo marco de relaciones con el sector cultural privado.
2º eje: Público / Privado.
En todo momento, el estudio enfatiza en la importancia de la calidad de las
relaciones entre la administración pública y el sector cultural privado;
entendiendo que la clave para unas condiciones óptimas de desarrollo pleno
de las capacidades del sector pasan por una articulación público/privada
que promueva servicios culturales eficientes basados en las demandas
ciudadanas, y productos y propuestas culturales con la calidad, creatividad
y capacidad de proyección y circulación suficientes como para garantizar la
generación de un empleo estable y de calidad, que promueva además un
aumento de la Igualdad de Oportunidades.
El estudio general analiza la evolución seguida en estos últimos años por
parte de la intervención cultural pública por un lado; y la dinámica
experimentada por el sector privado por otro, procurando identificar los
principales factores de desarrollo de ambas esferas de actuación, y sus
posibilidades de interrelación.
En este sentido, el trabajo identifica 2 niveles de intervención básicos por
parte de la administración: como agente directo por un lado,(promoviendo
la creación de empleo y dinamizando el sector); y como agente indirecto,
por otro, (facilitando la creación de un entorno adecuado para el desarrollo
del sector cultural mediante la puesta en valor de recursos culturales
locales, la creación de instrumentos de soporte, y medidas financieras de
estímulo a la iniciativa privada.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
13
3er. Eje: Oferta / Demanda.
Los diagnósticos locales han permitido identificar las distintas fórmulas y
estrategias que se siguen para facilitar la vinculación oferta / demanda
cultural, y conciliar los intereses de ambos ámbitos. En general, estos
diagnósticos evidencian que la demanda tiende a la diversificación y a la
segmentación de gustos y aficiones, y en muchas ocasiones no encuentra
una oferta estructurada que cubra sus necesidades de consumo y ocio
cultural.
El análisis de las dinámicas oferta / demanda constituyen la base a partir de
la cual se puede evaluar el grado de “acierto” de las políticas culturales
locales y, en su caso, acotar aquellos aspectos de dichas políticas que
pueden ser objeto de una reorientación o mejora.
Cultura / Igualdad de Oportunidades.
Como eje transversal a los otros tres, está el que vincula Cultura e Igualdad
de Oportunidades, a partir de una doble perspectiva: por una parte la
necesidad de abrir la cultura a todos los sectores sociales, a partir de un
análisis específico de las demandas no satisfechas de determinados
colectivos en riesgo de exclusión; por otra, la prioridad de Cultur@civitas
de centrarse en el potencial que el sector ofrece a las mujeres con una
formación de corte humanístico, de cara al aumento de sus posibilidades de
acceso al mercado laboral.
La posibilidad de desarrollo de nuevas oportunidades de empleo
cultural en el marco local, y en especial de empleo para mujeres, bajo
nuestro punto de vista depende en gran medida del grado, densidad y
calidad de la interrelación entre estos ejes (CULTURA / ECONOMÍA;
PUBLICO / PRIVADO; OFERTA / DEMANDA; CULTURA/
IGUALDAD DE OPORTUNIDADES).
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
14
Con este trabajo de análisis del sector cultural español pretendemos
contribuir a:
• Mejorar el conocimiento de las estructuras relacionadas con la
cultura y el ocio existentes en cada municipio integrado en la
agrupación de desarrollo del programa Cultur@civitas.
• Analizar los ámbitos de la oferta y la demanda cultural local.
• La búsqueda de un nuevo papel para la administración cultural
local.
• Conocer el potencial de creación de empleo local a partir de la
detección de huecos de mercado no cubiertos en la actualidad en
los distintos subsectores culturales.
• Situar los obstáculos presentes que dificultan el desarrollo del
sector cultural.
• Conocer los mecanismos de financiación del desarrollo
cultural local.
• Identificar las políticas culturales que bajo la perspectiva de
género, contribuyan al fomento de la Igualdad de Oportunidades
y a la integración laboral de las mujeres en el sector cultural a
partir de la creación de empleo e tipo cultural.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
15
2. Marco Teórico de situación-
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
16
2. Marco Teórico de situación.
2.1. Cultura local / cultura global .
En este poderoso movimiento a largo plazo que es la globalización, y que
desde hace medio siglo pretende suprimir lo más posible las barreras al
libre ejercicio del comercio, numerosos acuerdos multilaterales o
regionales se han referido a la cultura, explícitamente o no. Esta última ha
sido entendida de forma más bien dispar, lo que remite a la ambigüedad
que todavía rodea a su condición.
La globalización atañe cada vez más a la cultura generando una
creciente e importante contradicción entre, por un lado, la cada vez
mayor circulación de productos culturales a escala mundial y el
desarrollo de empresas de tamaño planetario que encarnan esta
globalización y, por otro lado, unas aspiraciones reforzadas de que se
mantengan y se desarrollen expresiones culturales de carácter
regional, nacional o local.
Testimonio de la creciente importancia que toma esta noción en los
discursos políticos a escala mundial es el que los jefes de gobierno del G-8
reunidos en julio del 2000 en Okinawa1 dedicasen no menos de cuatro
párrafos a la diversidad cultural en su comunicado final.
La globalización puede tener efectos positivos sobre la vida cultural porque
multiplica los intercambios de bienes y servicios y beneficia asimismo al
consumidor, usuario o ciudadano, dándole un acceso más amplio a los
1
“... la diversidad cultural es una fuente de dinamismo social y económico que puede enriquecer la vida humana en
el siglo XXI, suscitando la creatividad y fomentando la innovación. Reconocemos y respetamos la importancia de la
diversidad en la expresión lingüística y creadora. [...] La creciente interacción entre los pueblos, los grupos y los
individuos aporta una mayor comprensión y una mayor apreciación de lo que es bueno e interesante en cada cultura.
La promoción de la diversidad cultural refuerza el respeto mutuo, la inclusión y la no discriminación y lucha contra
el racismo y la xenofobia. [...] Las tecnologías de la información ofrecen a las personas unas perspectivas sin
precedentes para crear y compartir el contenido cultural y las ideas, a escala mundial y a bajo coste. La experiencia
demuestra que la diversidad puede despertar la curiosidad, engendrar la iniciativa y aportar una contribución útil
en las comunidades que buscan mejorar sus economías, en especial, mediante la utilización de los medios
extraordinarios que la sociedad de la información pone a su disposición. [...] Para maximizar las ventajas de la
interacción cultural, debemos alentar a nuestros pueblos a aprender a vivir juntos, favoreciendo el interés, la
comprensión y la aceptación de las culturas diferentes”. (Comunicado final de la Cumbre de G/ 8 de Okinawa. 2000)
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
17
bienes culturales. Pero también puede tener efectos negativos cuando va
acompañada por un proceso de desregulación del mercado y de
concentración económica, con la doble amenaza que de ello resulta: la
dominación de los países fuertes sobre los otros, o la dominación del poder
de las compañías multinacionales sobre las empresas locales, nacionales o
independientes.
Ya en abril del 1998, la UNESCO se pronunciaba sobre este tema, y
alertaba sobre la necesaria toma de posición de las administraciones sobre
el ámbito cultural en un contexto globalizador cuando reconocía, en la
Conferencia Intergubernamental de la sobre Políticas Culturales para el
Desarrollo reunida en Estocolmo, que “ Los países que han reconocido la
importancia estratégica de la creación, el derecho de autor y las industrias
culturales y les han prestado la merecida atención han salido beneficiados
tanto cultural como económicamente, y en cambio las naciones que no han
atendido a estos aspectos están ante la difícil alternativa de ser invadidas
por productos y contenidos culturales extranjeros - lo que supone el pago
de elevados derechos y un sentimiento de identidad cultural amenazada- o
de adoptar la vía proteccionista del cierre de fronteras”. 2,
Por otro lado, resulta conveniente aceptar que la globalización está
produciendo una cultura “híbrida”, “sincrética”, “nómada” que está
revelando las afiliaciones plurales de cada individuo. Esto conduce a una
reflexión de tipo más general: la cultura es esencialmente una dialéctica
entre lo universal y lo particular. Los mercados globalizados son
simultáneamente locales e internacionales, lo que permite que entren en
juego una serie de cuestiones potencialmente contradictorias; por ello, el
debate sobre la homogeneización de las culturas locales, regionales y
nacionales, está dando paso a otros debates más centrados en conceptos
como el de "choque glocal”. Donde lo próximo y lo universal se
entrecruzan, fertilizan e interrelacionan.
2
http://www.unesco.org/culture
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
18
2.2.Cultura y mercado. Visiones y modelos.
“Yo no conozco ningún ejemplo en la historia en el que la gente primero creara el comercio y después la
cultura. La cultura no es la beneficiaria del comercio, es el progenitor y no es secundaria, es la fuente,
la identidad primaria es la cultura”.
Jeremy Rifkin. “Los bienes culturales en la era del acceso”
La cuestión de la preservación de la diversidad cultural en un contexto de
globalización de la economía ha cobrado en los últimos tiempos una
importancia que difícilmente hubiésemos imaginado hace tan sólo unos
años. Los bienes culturales son una forma de “mercancía”, pero no
“como cualquier otra”, tal y como quedó de manifiesto en el “Simposio
de expertos sobre la cultura, el mercado y la globalización”, organizado por
la UNESCO, con la colaboración de los Gobiernos de Canadá y de Francia
en junio de 1999 3.
En efecto, el binomio “cultura/comercio” ha adquirido una nueva
dimensión estratégica en un contexto de globalización, debido a que los
bienes y servicios culturales no sólo transmiten y construyen mensajes y
valores que pueden reproducir o hacer evolucionar las identidades
culturales y contribuir a la cohesión social, sino que también son factores
de producción que obedecen a su propia lógica mercantil en la nueva
economía.
Uno de los problemas fundamentales que plantea la interrelación entre la
economía y la cultura se refiere al tratamiento que se deba dar a los
productos culturales en los acuerdos comerciales internacionales. Por
ahora, el lugar asignado a estos últimos en los acuerdos existentes (El
GATT de 1994 para el comercio de mercancías, el AGCS para el comercio
de servicios y el ADPIC para los derechos de propiedad intelectual, entre
otros) se caracteriza por una ambivalencia muy clara. Tratados en
principio como cualquier otro producto, con bastante frecuencia,
dependiendo de los contextos y materias, los culturales disfrutan de
cláusulas derogatorias o de reservas.
3
“LA CULTURA : ¿UNA MERCANCIA COMO NINGUNA OTRA? Simposio de expertos sobre la cultura, el
mercado y la globalización”. Organizado en colaboración con la Comisión Nacional de Francia para la UNESCO,
(14-15 de junio de 1999)
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
19
En este debate se contraponen dos visiones radicalmente opuestas sobre
los productos culturales. Una de ellas, procedente de Estados Unidos y
avalada por otros países de la órbita anglosajona, considera a los productos
culturales como productos de entretenimiento similares, desde un punto de
vista comercial, a cualquier otro producto industrial y, por tanto, totalmente
subordinados a las reglas del comercio internacional. La otra está liderada
por Francia y defendida por una parte de los países comunitarios, y los de
la órbita francófona, y surge en 1993, en las primeras rondas de
conversaciones que tuvieron lugar para discutir las reglas del juego a
aplicar en el futuro por la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Esta segunda visión considera a los productos culturales como bienes que
transmiten valores, ideas y conocimiento; es decir, como instrumentos de
comunicación social que contribuyen a forjar la identidad cultural de una
colectividad. Por ello, deberían quedar excluidos del ámbito de los
acuerdos comerciales internacionales. En ese sentido, el debate sobre la
excepcionalidad cultural sigue abierto y la posición europea resulta todavía
ambivalente al coexistir las dos posiciones en varios países pese a que, en
general, en la U. E. está admitida la “esencial dualidad” de los
productos y bienes culturales, considerados a la vez como objetos
comerciales y como bienes que transmiten valores, ideas y significados.
Desde el punto de vista del presente estudio, una de las cosas que más nos
puede interesar del modelo norteamericano es que la relación del Estado
respecto a la cultura es la misma relación que tendría con cualquier otro
tipo de sector industrial; mientras que, en general, en nuestro Continente, la
cultura se entiende, desde el punto de vista del Estado y de las
administraciones, menos como una industria, y más como un bien social,
como algo que hay que proteger, dificultando en gran media el desarrollo
de instrumentos de apoyo y medidas específicas para el fortalecimiento de
las industrias culturales privadas.
Esto es en esencia y de forma esquemática, lo que marca las diferencias
entre los dos modelos que coexisten actualmente: uno defendido desde los
Estados Unidos que entiende la cultura como industria; y otro apoyado por
la mayoría de los países europeos que la entiende como un derecho
ciudadano. Un criterio económico frente a un criterio basado en una visión
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
20
más social. Economía y Mercado frente a Sociedad y Valores. Elementos
que resulta preciso reconciliar.
En este debate se sitúan también los aspectos fundamentales de
reflexión sobre el potencial de los Nuevos Yacimientos de Empleo en
Europa: la dualidad existente entre la búsqueda de la eficiencia
económica y la competitividad por una parte; y el objetivo básico de
equidad social y preservación de un modelo continental de Estado del
Bienestar por otra; aspectos que abordaremos en un apartado posterior.
2.3. El papel del espacio público en la cultura. Modelos de
intervención y de relación público / privada.
Como indica Eduard Delgado4, lo que se sitúa en el centro de este debate
actualmente es lo mismo que presidía las discusiones de cultura política a
lo largo del pasado siglo XX: la dimensión y fuerza actual del espacio
público.
La creciente importancia de la cultura en las agendas políticas es
consecuencia , en muchos casos, de que se la ha empezado a percibir
como un instrumento del crecimiento económico, y porque se piensa en
su eventual contribución a la creación de empleo, y no tanto por una
concepción de la cultura como elemento constitutivo del desarrollo
humano. Tal y como se señala en el Informe de la Comisión Mundial de
Cultura y Desarrollo de la UNESCO 5: “si se quiere que la cultura
desempeñe un papel esencial, esto significa que el Estado ha de interesarse
también por el bienestar cultural como parte integrante del bienestar
social y económico”. Por consiguiente, hay que volver a elaborar las
políticas culturales sobre una base más amplia; abarcando los nuevos
problemas que se plantean en lo tocante a las artes, el patrimonio, las
4
“Temas para el debate económico y político del contexto cultural” Revista electrónica La Factoría . Nº
2. Febrero de 1997.
5
“Nuestra Diversidad Creativa”, Informe de la Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo, Ediciones UNESCO,
París, 1996.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
21
industrias culturales, pero yendo más allá de esos ámbitos hasta alcanzar
también el desarrollo humano y la promoción del pluralismo, así como el
fomento de la cohesión social, de la creatividad, de la Igualdad de
Oportunidades, y de la calidad de vida.
Así, los gobiernos (en sus distintas escalas, desde lo local hasta lo
nacional) se encuentran ante la necesidad de definir con mayor
claridad los fundamentos y esencias de sus políticas culturales,
determinando cuáles son los problemas que justifican su intervención
(y éstos han cambiado considerablemente durante los últimos años), y
estableciendo orientaciones y estrategias claras para la puesta en
práctica de las nuevas políticas.
El éxito de las futuras políticas culturales va a depender en gran medida de
que se tome debidamente en cuenta la vinculación entre cultura y desarrollo
y de la capacidad de los responsables de las políticas de obtener resultados
abordando los obstáculos a partir de un enfoque global y multisectorial.
Además, las administraciones deben ser conscientes de que el juego normal
de las fuerzas del mercado no llevan a un ideal social en materia cultural.
Las deficiencias del mercado que ocasiona la combinación de economías
de escala y de estructuras mercantiles de oligopolio en materia de
producción y distribución de productos culturales, no conducen
forzosamente al mantenimiento de la diversidad de las culturas y de las
producciones. Estas carencias justifican el recurso casi universal a medidas
institucionales de apoyo a favor de la creación artística y de los creadores
más próximos. Los auténticos productores de “cultura de proximidad”.
2.3.a. Los modelos de intervención.
En Europa coexisten diversos enfoques sobre el papel de las
administraciones en el campo cultural. Los franceses están equipados con
una poderosa tradición republicana donde lo que se considera "Estatal" es
intocable, con lo cual, las políticas liberales entran rápidamente en colisión
con la defensa del espacio público. Su estructura administrativa está basada
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
22
en el predominio de la iniciativa estatal sobre la iniciativa particular civil,
(históricamente este ha sido el modelo hegemónico también en España). El
modelo francés de “Ministerio de Cultura”, se opone al modelo británico de
“Arts Council”, un organismo basado en los Quango (Quasi – Autonomus
Non Governement Organisation). Se trata de un organismo no-político
basado en la iniciativa y solicitud de los individuos o agentes privados. Esta
estructura se ocupa de asignar fondos públicos y gestionar directamente los
presupuestos y las políticas culturales, a partir de la iniciativa y solicitud
de los individuos o agentes culturales privados. Aquí, contrariamente, el
liberalismo ha avanzado con mayor celeridad ya que no encuentra la
oposición de una Constitución (ni una cultura política) que defienda ese
espacio público.
En el caso de Estados Unidos, la noción de servicio público también
existe, pero tiene una historia bien diferente a la de Europa; allí, el
voluntarismo y la filantropía (de carácter social y cultural) poseen una
larga tradición, por lo que el servicio público tiende a identificarse no
con el Estado, sino con las intervenciones privadas y generalmente
individuales en la vida de la comunidad.
La política fiscal estadounidense está diseñada para apoyar este modelo
filantrópico. Se trata de un sistema basado en incentivos para no pagar
impuestos; en ese sentido, el Gobierno prefiere no recaudar el dinero de las
empresas para que éstas hagan donaciones a quien quieran. Si alguien paga
doscientos mil dólares en impuestos, cien mil van directamente al Estado y
puede decidir a quien destina los otros cien mil, siempre que se trate de una
organización no lucrativa. Conveniencia y convicción se mezclan en una
sociedad donde está culturalmente muy arraigada la opinión de que es
necesario que el ciudadano que logra el éxito revierta algo de su riqueza a
la sociedad de la cual ha surgido. Se puede decir que sí existe una noción
de servicio público, pero en un marco de referencia muy distinto al
europeo. Solo de esa forma se puede entender la existencia de instituciones
imprescindibles de la cultura norteamericana como el Museo Guggenheim,
la Fundación Getty, la Fundación Dia, o el Whitney, por citar algunos
ejemplos de grandes instituciones culturales privadas, así como las
inmensas sumas de dinero destinadas a proyectos culturales que se manejan
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
23
por parte de organizaciones privadas no lucrativas de todos los tamaños, y
que superan varias veces los presupuestos públicos para el mismo fin.
El riesgo de este modelo es, obviamente, que una gran parte de la estructura
del sistema cultural está a merced del mercado y de la ideología imperante
en cada momento, y esa ideología está directamente relacionada con el
hecho de no haber desarrollado un sector público real.
Con la perspectiva histórica, parece que una cultura rica y
democráticamente compleja fue una necesidad histórica del capitalismo
norteamericano en las convulsos años 60 / 70 y en un contexto histórico
determinado (Guerra Fría, Vietnam, mayo del 68..). Ese momento ya pasó
y se puede ver (en la Europa comunitaria también) que todo lo que se había
dado por sentado como servicios públicos no son tales y que la crisis
mundial de los años 80 (La denominada crisis del Estado del Bienestar en
nuestro viejo continente) puso en cuestión todo un modelo de desarrollo
socioeconómico y, entre muchas otras cosas, el papel que debía jugar el
sector público en el ámbito de la cultura.
2.3.b. La relación público / privada en el sector cultural.
Las políticas públicas para la cultura, tradicionalmente han estado
orientadas hacia la institucionalización de sus propias estructuras.
Hasta tal punto esto es así, que la mayor parte del crecimiento
experimentado en estos últimos años por los presupuestos públicos de
carácter cultural han ido a parar al mantenimiento de sus estructuras que,
progresivamente, van alcanzando costes inasumibles, dinámicas poco
flexibles y graves problemas de adaptación a unas demandas ciudadanas
muy cambiantes.
El modelo en el que la oferta cultural se gestiona a través de organismos
públicos, en general, y salvo casos muy específicos, se ha revelado como
insuficiente, escasamente dinámico y con vicios de gestión que a la larga
generan abundantes problemas de mantenimiento y desarrollo; dando la
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
24
sensación, en muchas ocasiones, de que lo público es propiedad privada de
la propia administración.
Tal y como indica Eduard Miralles 6, el reto inmediato es progresar hacia
una institucionalidad de abajo a arriba, basada en la concurrencia entendida
no como un mal menor difícilmente evitable, sino como una de las
características básicas en el diseño de las políticas de producción de
servicios culturales de nuestra época, donde lo importante no sea tanto
quién hace, como qué debe hacerse y, mediante la vía del pacto,
posteriormente ver cuáles son los agentes que están en mejores condiciones
de garantizar la provisión de dicho servicio.
Se trata, pues, de realizar un esfuerzo para reunir los socios públicos y
privados, los intereses de las empresas y los de los creadores, los de los
autores y los de los productores. El consenso es esencial: Las políticas
culturales públicas no pueden transmitirse por decreto. La distribución de
los roles tradicionales en binomios antagónicos claramente
diferenciados (sector público, sector privado. Estado– Mercado.
Sociedad administrada (administración pública) frente a sociedad
organizada (asociaciones).) es desde hace tiempo poco operativa e
inviable. Se requiere una nueva distribución de las relaciones, una
“despatrimonialización de los público” en aras de una mayor y mejor
gobernabilidad de los servicios, recursos, actividades y equipamientos
culturales.
2.3.c. Recapitulación.
La cultura mantiene, por naturaleza, una relación ambigua con la economía,
el comercio, la inversión, la competencia y sus modos y reglas de
funcionamiento. Por un lado la cultura, como conjunto de actividades, está
incluida en el ámbito de la economía, en el sentido de que todas las
actividades calificadas como culturales –incluso las menos mercantiles y
subvencionadas por los poderes públicos– pertenecen a la economía, al
articular oferta y demanda. Pero, por otro lado, la cultura, en el sentido de
6
“Más promesas y menos obras. Por unas políticas culturales performativas” Revista Períférica. Nº 1.
Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz. 2001
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
25
la función social que desempeña, se sale del ámbito económico, y los
bienes que produce son, en cierto modo, una forma de capital ciudadano.
Así pues, si realmente hablar de cultura implica no olvidar el punto de
vista económico, a la inversa, no sería pertinente limitarse a un
enfoque económico de la cultura sin tener en cuenta, simultáneamente,
un punto de vista propiamente cultural. Esta elección de una “doble
mirada”, de tomar en cuenta al mismo tiempo las dimensiones
culturales y económicas, se impondrá cada vez más como un principio
básico.
Uno de los grandes temas actuales es, por tanto, la articulación cultura/
comercio y, de forma más amplia, la articulación cultura/ sociedad/
economía con lo que esto supone de interrelación entre las políticas
respectivas, teniendo bien presente que hoy en día existen tres grandes
dificultades: En primer lugar, la lengua internacional de los negocios y el
comercio desbanca a pasos agigantados a la lengua de la cultura en las
relaciones entre territorios y sociedades. En segundo lugar, varias
instituciones multilaterales a las que no se ha encomendado ninguna
función cultural fijan marcos normativos que afectan de forma
determinante a la cultura; y en tercer lugar, la reflexión sobre las políticas
culturales encuentra escasa incidencia en la esfera pública más allá de los
aspectos puramente económicos, enfatizándose las cuestiones vinculadas al
factor coste / beneficio, sin incorporar otros criterios de rentabilidad
vinculados a la ciudadanía, la creatividad, la visibilidad del territorio, o el
efecto multiplicador sobre otros segmentos de actividad.
Por otra parte, el sector cultural se enfrenta a una gran encrucijada:
Una opción conduce a un contexto cultural homogéneo en un mundo
globalizado; la otra apuesta pasa por el impulso a una cultura
económicamente competitiva a partir de su diversidad y capacidad de
innovación. En estos momentos existe un alto nivel de demanda de
productos culturales homogéneos y de contenidos de difusión rápida y
global, pero al mismo tiempo, la oferta y los medios locales están
estimulando el interés por las ideas, imágenes y valores culturales
vinculados al sentido de pertenencia a un lugar, y este hecho está
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
26
promoviendo nuevas actividades y propuestas desde el ámbito de lo local
que están creando nuevos mercados.
Finalmente está el papel y dimensión futura del espacio público como otro
de los factores esenciales. Parece llegado el momento de considerar al
ámbito de la cultura y a los equipamientos culturales gestionados
localmente, como sectores que pueden permitir la generación de nuevos
productos y servicios que generarán oportunidades de empleo a partir de
nuevos modelos de gestión y participación público / privado.
Cuadro resumen.
La cultura se desarrolla actualmente en un marco donde coexisten lo universal y lo
particular. Los mercados globalizados son simultáneamente locales e internacionales,
y el binomio “cultura/comercio” adquiere una nueva dimensión estratégica debido a
que los bienes y servicios culturales, además de contribuir a la cohesión social, son
también factores de producción que obedecen a su propia lógica mercantil.
En dicho contexto de globalización, pugnan dos visiones contrapuestas sobre el papel
de la cultura:
- La procedente de Estados Unidos que considera a los productos culturales como
productos de entretenimiento similares, desde un punto de vista comercial, a
cualquier otro producto industrial y, por tanto, subordinados a las reglas del
comercio internacional.
- La defendida por la mayoría de los países de la U.E., que contempla a los productos
culturales, sobre todo, como bienes que transmiten valores, ideas y conocimientos,
que contribuyen a forjar la identidad cultural de una colectividad, y para los cuales se
solicita su exclusión del ámbito de los acuerdos comerciales internacionales.
El papel del espacio público de la cultura en este marco está sufriendo profundas
transformaciones. Las políticas culturales, tradicionalmente muy orientadas hacia la
institucionalización de sus propias estructuras, deben definir con mayor claridad los
fundamentos y esencias que las dan sentido, puesto que su éxito futuro va a depender
en gran medida de que se tome debidamente en cuenta la vinculación entre cultura y
desarrollo socioeconómico, y de los niveles del acuerdo y concertación con otras
organizaciones y entidades públicas y privadas para su pleno desarrollo.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
27
3. Caracterización del sector
de la cultura y el ocio
en la Unión Europea.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
28
3. Caracterización del sector de la cultura y el ocio en
la Unión Europea.
3.1. Cultura y Ocio como Nuevos Yacimientos de Empleo. EL
valor de lo local.
La crisis del Estado del Bienestar de los años 80 produjo profundos
cambios en el mercado de trabajo y una fuerte crisis del empleo asalariado.
Las estrategias y políticas que se pusieron en marcha en Europa durante esa
década partían de la búsqueda de nuevos elementos que permitieran un
desarrollo basado en el territorio y en la utilización productiva de los
recursos locales.
Las reflexiones realizadas por primera vez por Jacques Delors en el Libro
Blanco sobre Competitividad, Crecimiento y Empleo1, fueron consecuencia
directa de estas transformaciones. Según Delors, las necesidades
ciudadanas aún insatisfechas, y que podían transformarse en nuevas
oportunidades de servicios, (Nuevos Yacimientos de Empleo) se debían a
los cambios estructurales que durante las dos décadas anteriores se habían
ido experimentado en la sociedad europea; transformaciones como:
• La progresiva reducción del tiempo de trabajo y acortamiento de la vida
laboral y, en consecuencia, la disponibilidad de más tiempo de ocio.
• La creciente incorporación de la mujer al mercado laboral.
• La elevación del nivel educativo de la población, con el consiguiente
incremento de la demanda de actividades y servicios culturales más
variados y de mayor calidad.
• La extensión y aplicación de las nuevas tecnologías.
Estos cambios sociales generaban nuevas demandas por parte de la
población y reclamaban nuevas respuestas:
1
“Libro Blanco sobre Competitividad, Crecimiento y Empleo. Pistas y Retos para entrar en el siglo XXI”, Jacques
Delors. Comisión Europea. 1993.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
29
• Respuestas a los nuevos retos de la relación y cercanía entre
administradores y administrados.
• Respuestas a los problemas del desempleo, de la educación, la cultura, a
integración social.
• Respuestas al crecimiento y al desarrollo equilibrado de las ciudades.
• Respuestas a los requerimientos para compatibilizar el crecimiento
económico, la calidad de vida y la protección medioambiental.
Las respuestas a estos nuevos desafíos se encontraban en las
administraciones más cercanas: los Ayuntamientos quienes, para
enfrentarse a los nuevos retos de desarrollo socioeconómico y cultural,
debían transformarse progresivamente en “ayuntamientos promotores”
conocedores de los huecos productivos no explotados en su territorio.
Los, denominados por Delors como Nuevos Yacimientos de Empleo
comprendían cuatro grandes grupos y hasta 19 ámbitos de actividad. El
tercer grupo constituía los servicios culturales y de ocio y en él
quedaban integradas todas las actividades del sector turístico, el
audiovisual, la valorización del patrimonio cultural y el desarrollo
cultural local.
Este escenario anticipado por Delors está impulsando el creciente
protagonismo de las administraciones más cercanas a los ciudadanos;
proceso en el cual podemos identificar hasta tres dimensiones:
1. Económica: en que el capital humano local usa su capacidad para
organizar los recursos y factores productivos con niveles de eficiencia
suficientes para ser competitivos en los mercados.
2. Socio-cultural: en que los valores y las instituciones locales sirven de
apoyo a ese proceso de desarrollo endógeno.
3. Político-administrativa y territorial: en que se promueve la creación
de un entorno económico local favorable para impulsar proyectos e
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
30
ideas emprendedoras a través de métodos innovadores de intervención y
de relación público/ privado.
El éxito de una estrategia de desarrollo local dependerá, además de la
capacidad de liderazgo e innovación institucional, de las posibilidades
de movilización de gran número de participantes locales, tanto
públicos como privados y no lucrativos. Población y Territorio, por tanto,
se convierten en los agentes fundamentales de este proceso en el que la
creatividad cultural y la experimentación son factores esenciales.
3.2. El escenario actual de la Cultura en la Unión Europea.
La disciplina de los "estudios culturales" tiene su origen en la tradición
angloamericana, donde la puritana separación entre cultura y poder político
permitió a finales de los años 40, la emergencia de un sector de crítica
independiente basada en la observación empírica de los fenómenos
culturales contemporáneos. En Europa será la escuela de Francfort, e
intelectuales como Walter Benjamin y Theodor Adorno, quienes abunden
en el análisis cultural de las sociedades capitalistas y acuñen, en los 60,
términos como el de "industrias culturales”, con una inevitable influencia
en los incipientes estudios sobre los “mass-media”, la crítica política a la
americanización de las costumbres y la anestesia política a través de la
televisión.
En los últimos tiempos, algunos enconados debates culturales han ido
perdiendo vigencia en Europa, siendo sustituidos por otros. Entre los que
han quedado definitivamente superados están el que planteaba la
contraposición entre “alta cultura” y “cultura de masas” o de
“esparcimiento”. En este caso parece haber surgido un nuevo consenso, y la
distinción ya no es demasiado válida puesto que, en la Sociedad de la
Información, la “alta cultura” se está volviendo accesible a todos, y una
buena parte de la cultura adquirida por los individuos procede ahora de
productos culturales de masas.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
31
En efecto, la cultura ya no constituye solo un patrimonio "silencioso" y
privativo de determinadas elites sociales; la cultura es ahora un
formidable medio de intercambio, de aprendizaje de sí mismo y del
conocimiento del otro. Entender esto es superar las oposiciones entre la
cultura de la elite, y la cultura de masas, y empezar a admitir la
vinculación entre cultura y economía.
Así, desde principios de la década de los 90 la cultura está empezando a
aparecer como una prioridad en la agenda comunitaria, debido al
progresivo descubrimiento, por parte de las administraciones, del
importante papel que juega el sector en la generación de nuevos empleos y
actividades en la Europa comunitaria.
No obstante, y pese a que ya en la década de los 80 de la pasada centuria se
produjo el reconocimiento de la relación entre cultura y desarrollo, no será
hasta los años 90, concretamente con el Tratado de Maastrich de 1992,
cuando este hecho se haga oficialmente efectivo y la Unión Europea
incluya la cultura dentro de sus competencias. En su artículo 128, el
Tratado afirma que “ la Comunidad contribuirá al florecimiento de las
culturas de los países miembros, respetando su diversidad nacional y
regional y resaltando al mismo tiempo el patrimonio común”. Hasta ese
momento las atribuciones de la U.E. se consideraban fundamentalmente
económicas, y la cultura no era vista como un sector generador de riqueza y
empleo. Las intervenciones en el ámbito de la cultura se limitaban a la
preservación del patrimonio arquitectónico, la colaboración en operaciones
de prestigio como las Ciudades Culturales Europeas y los meses Culturales
y, sobre todo, el apoyo al único subsector cultural considerado como
económico por la U.E. hasta ese momento: la industria audiovisual.
Será en 1993 cuando el debate sobre la vinculación entre la cultura, la
economía y el empleo cobre impulso con las reflexiones de Jacques
Delors en su Libro Blanco de los Nuevos Yacimientos de Empleo,
proponiendo como motor para la generación de empleo en la Europa
Comunitaria la satisfacción de las nuevas necesidades del mercado y la
creación de nuevos servicios en el ámbito local. La idea de partida era
que las economías europeas guardaban nuevas oportunidades de actividad
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
32
aún sin explotar, resultado de necesidades aún insatisfechas desde el sector
servicios en general, y desde el sector cultural en particular.
La incidencia del Libro Blanco de Delors sobre el ámbito de los servicios
culturales y del ocio no fue más que la confirmación de algo que ya se
venía gestando desde mediados de los 80: la consideración de que la
cultura ya no podía entenderse sólo como una ocupación pública
generadora de gastos, sino que había que tener en cuenta su potencial
como sector generador de un empleo basado en factores como la
creatividad, la innovación y la producción dentro de los ámbitos local y
regional.
A partir de ese momento, las diferentes convocatorias y programas de
ayudas de la Unión Europea empezaron a incidir cada vez con más fuerza
en el apoyo a la creación de actividad y empleo cultural; viéndose
reforzada esta estrategia con las recomendaciones emanadas de diferentes
dictámenes, comunicaciones y convocatorias 2.
Otro hecho que demuestra su creciente relevancia es la “transversalidad”
que la cultura está adquiriendo dentro de las políticas de desarrollo de la
U.E, hasta el punto de que, desde distintas Áreas y Direcciones Generales,
se ha comenzado a reconocer la importancia del sector para alcanzar sus
respectivos objetivos sectoriales. Sirvan de ejemplo estos datos de la
Comisión Europea: en el periodo 1995–1999 sólo un 7 % de los recursos
destinados al sector proceden de la Dirección General de Cultura (la X). El
otro 93% proviene de direcciones como la I (Relaciones Exteriores), V
(Fondo Social), VI (Política Agrícola), VIII (Países ACP); Fondos ECHO);
XI (Medio Ambiente), XIII (Investigación y tecnología), XVI(Fondos de
Cohesión Territorial), XXII (Educación y Juventud) y XXIII (Turismo).
La creciente importancia de esa estrategia de financiación transversal de la
cultura, hace que en la actualidad resulte muy difícil saber cual es el nivel
2
Ver: “Política de Cohesión y Cultura. Una contribución al empleo”. Comunicación de la Comisión al Consejo, al
Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones. COM (96) 109 final de 20 de
marzo de 1996. En ese mismo sentido, ver el programa “Cultura 2000”, que propone un único marco de orientación
desde el 2000 hasta el 2004 donde se agrupan todos los anteriores programas de carácter cultural, y se recoge de una
forma clara la concepción de la cultura como un factor de generación de empleo y actividad económica.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
33
de inversión real por parte de la Unión Europea a proyectos e iniciativas
culturales públicos y privados.
Podemos decir para concluir, que en este momento existe una voluntad
institucional al más alto nivel y un marco claro para el apoyo al sector
cultural por parte de las instituciones europeas. Además, el principio
de la subsidiariedad va calando paulatinamente, facilitando el que toda
política o servicio que pueda situarse en los niveles de la
administración o de la sociedad más cercanos a la ciudadanía, se aleje
de ellos lo menos posible; hecho éste que va facilitando la permeabilidad
de dicho discurso entre las administraciones nacionales, regionales y
locales, favoreciendo la consideración estratégica del sector cultural en
dichas escalas administrativas.
3.3. Delimitación del sector cultural. (Áreas y sectores de
actividad).
En un ámbito tan dinámico como el cultural se empiezan a difundir
diversas clasificaciones y tipologías de actividad (en algunos casos no
coincidentes), aportadas por observatorios culturales, organizaciones y
consultorías, en un intento de acotar las múltiples actividades que
configuran el sector.
En Estados Unidos, por ejemplo, la consultora Economists Incorporated,
una de las de mayor experiencias en el campo de la investigación cultural,
clasifica el sector cultural estadounidense en cuatro grupos de actividades 3:
1. Las actividades que configuran lo que los autores denominan núcleo,
y que son aquellas que crean o producen bienes sujetos a copyright
(publicación de libros, periódicos transmisión de radio y televisión,
televisión por cable, discos y cintas, cine publicidad, software y
procesos de datos).
3
“Copyright Industries in the U.S. Economy”, Economists Incorporated, (1999)
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
34
2. Industrias parciales, que son aquellas en las que solo una parte de lo
que producen está sujeto a copyright (el conjunto de estas industrias
va desde el diseño de moda a los negocios de arquitectura).
3. Industrias de distribución. Se incluyen en esta categoría aquellas que
distribuyen bienes sujetos a copyright a empresas y consumidores
(industrias de distribución, incluidas los servicios de transporte,
librerías y comercio al por mayor y al por menor implicado en la
distribución de productos sujetos a copyright).
4.
Industrias relacionadas, que producen y distribuyen productos que
son usados en su totalidad o en su mayoría conjuntamente con bienes
sujetos a copyright (ordenadores, radios, televisores, etc.)
Como se puede apreciar, dicha clasificación ignora al sector público (poco
relevante en EEUU) y se centra en las actividades culturales de carácter
industrial sujetas a derechos de propiedad intelectual, auténtico “corazón”
del sector cultural estadounidense.
Situándonos ahora en la Europa comunitaria, entre las diversas
clasificaciones manejadas nos permitimos destacar dos: La primera es la
establecida en la Comunicación “Política de Cultura y Cohesión. Una
contribución al Empleo”4. Esta clasificación viene a indicar que el sector
cultural se caracteriza cada vez más por interrelaciones estrechas y
variadas entre la “vida cultural” y la “economía cultural”.
La citada comunicación identifica con la “vida cultural” a las
instituciones públicas, teatros, museos, centros de arte, enclaves artísticos y
de patrimonio, escuelas de arte, conservatorios, etc.; es decir, a los
equipamientos, recursos y espacios locales que promueven la participación,
4
“Política de Cohesión y Cultura. Una contribución al empleo. Comunicación de la Comisión al
Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones”.
COM (96) 109 final de 20 de marzo de 1996.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
35
la convivencia cívica y el desarrollo de la creatividad o el crecimiento
personal. La vida cultural, por tanto, se centra según esa clasificación en los
“procesos”.
Por otro lado, la clasificación de “Economía cultural” comprende
aquellas otras actividades vinculadas al mercado musical, artístico, literario
y editorial; producción audiovisual multimedia –cine, vídeo, CD-;
fotografía, diseño, artes plásticas y espectáculos, arquitectura, oficios
relacionados con el arte, protección y restauración de monumentos
históricos, turismo, etc... En resumen, todo lo que hace referencia a los
“productos “.
La segunda clasificación ha sido elaborada teniendo como punto de partida
la procedente del “Libro Blanco de Delors. Esta clasificación viene a ser
uno de los primeros intentos de acotar los diversos ámbitos de actuación
que se corresponden con el sector cultural, e integra ámbitos como el sector
turístico o el de la protección y mantenimiento de zonas naturales, no
recogido en otras clasificaciones, pero que, bajo nuestro punto de vista,
están cada vez más vinculados a la posibilidad de ofertar actividades de
índole cultural.
A partir de ella, desde Documenta, y a través de nuestros trabajos de
análisis e investigación sobre el sector cultural y su vinculación al
desarrollo local y a las políticas de empleo, hemos incorporado numerosas
aportaciones que contribuyen a actualizar y delimitar con bastante precisión
el terreno de la actividad cultural pública y de la iniciativa privada. Para
ello, enumeramos las actividades culturales directas y excluimos las
indirectas; es decir, aquellas cuyo objetivo es ser medio o soporte auxiliar
para la divulgación de las producciones culturales o de ocio.
Lógicamente, con esta clasificación podemos tener una visión bastante
precisa, pero no completa, por cuanto la difusión de las Nuevas
Tecnologías en el sector cultural, las necesidades de la administración
pública, y las nuevas demandas ciudadanas, hacen que la lista de
actividades vinculadas a la cultura se está ampliando de forma permanente..
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
36
Sectores de actividad cultural.
Ámbito de actuación
•
Nuevas tecnologías
de la información y
de la comunicación.
•
Revalorización de
espacios públicos
urbanos.
•
•
Actividades profesionales
•
•
•
•
•
Actividades multimedia de ocio.
Actividades multimedia educativas y didácticas.
Acceso a la información (Internet)
Guionistas.
Gestión de conocimiento y creación de contenidos.
•
Rehabilitación de cascos antiguos.
•
Rehabilitación acondicionamiento de edificios y entornos
de especial relevancia como equipamientos de uso cultural.
•
Restauración de emplazamientos (demanda de artesanos
cualificados)
Valorización del
patrimonio cultural. •
Sector audiovisual.
• Desarrollo
cultural local.
Gestión de centros y equipamientos culturales
(programadores, gestores, conservadores de museos,...)
•
Difusión de la cultura y creación de rutas culturales
(personal de acogida, guías, científicos, técnicos,
editores,...)
•
Oferta cotidiana y mantenimiento de los emplazamientos
(vigilantes, gestores de flujos turísticos, guardas...)
•
Arqueología industrial.
•
Interpretación del Patrimonio.
•
Producción y distribución de películas.
•
Producción y difusiones de TV local.
•
Producción de vídeo multimedia comerciales (p.e.:
presentación de instituciones, lugares, productos
culturales.).
•
Televisión interactiva (acceso a distancia a museos,
bibliotecas..)
•
Diseño y gestión de eventos culturales de todo tipo
(musicales, teatrales, ...)
•
Potenciación de la cultura popular: transmisión y
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
37
conservación, potencial endógeno.
•
•
•
Formación.
Documentación
Investigación.
Sector turístico.
Protección y
mantenimiento de
las zonas naturales.
•
Sector de servicios de formación y educativos.(iniciación
artística, educación cultural en el tiempo libre..)
•
Sector editorial. (edición, traducción, producción,
distribución...)
•
Sector discográfico. (estudios de grabación, organización de
giras y conciertos, edición y distribución de discos.)
•
Diseño gráfico e identidad corporativa.
•
Gestión y programación de equipamientos culturales.
•
•
•
•
•
•
•
Academias y escuelas de música.
Centros de formación de agentes socio culturales.
Centro de educación en artes plásticas y audiovisuales.
Escuelas de teatro, danza, etc.
Centros de documentación cultural.
Gabinetes de estudios y asesoramiento cultural.
Centro de gestión de Derechos Intelectuales.
•
Turismo rural
•
Turismo cultural
•
Turismo de aventura y deportivo
•
Turismo especializado: diseño de rutas, circuitos y
productos culturales.
•
Turismo de tercera edad y para el cuidado de la salud
•
Organización de actividades y eventos
•
Estudios medioambientales
•
Recuperación de recorridos y antiguas vías pecuarias
•
Diseño, gestión e interpretación de rutas verdes.
• Diseño de contenidos y gestión de ecomuseos , Centros
receptores y Centros de interpretación.
•
Promoción de nuevas actividades de ocio sostenibles.
Fuente: Comisión Europea (1993). “Libro Blanco. Crecimiento, Competitividad, Empleo. Retos y Pistas
para entrar en el siglo XXI”. Luxemburgo, Comunidad Europea.
Actualización a partir de elaboración propia. (Documenta 2001)
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
38
3.4. Breve historia de las políticas culturales en Europa.
Este nuevo papel que la cultura juega actualmente en la Europa comunitaria
ha tenido, a partir del período de la Guerra Fría, una serie de etapas bien
definidas que se pueden agrupar por décadas con sus correspondientes
paradigmas.
• Años 50, etapa de reconstrucción del viejo continente. Tras la 2ª
Guerra Mundial, la política cultural se utilizó desde los poderes públicos
como un elemento para restañar las heridas. Se trataba de una política
basada en la reconciliación y la afirmación democrática
• Años 60. Paradigma= la educación como instrumento de cohesión.
Es el periodo de los movimientos para la educación popular, se
comienza a hablar de animación cultural. El gran impulsor de este
modelo es el francés André Malraux, que fue el primer Ministro de
Cultura que existió en Europa. Esta etapa se caracterizó por una política
cultural fuertemente educativa y excesivamente paternalista. Este
tono academicista y rígido es dinamitado tras la explosión social de
mayo del 68. La Escuela de Francfort acuña el término “Industria
cultural”.
• Años 70. Paradigma = la Participación. Se fomenta la cultura
popular, las asociaciones de vecinos y los barrios definen las
prioridades. En esta etapa, se construyen por toda Europa los
principales equipamientos culturales de distrito y de barrio.
• Años 80. Paradigma = la economía. Recesión económica. Abandono
de las políticas descentralizadoras. El objetivo pasa a ser la
rehabilitación del centro histórico de las ciudades como recurso
para la creación de dinamismo económico. Se impulsan los
primeros proyectos que vinculan con claridad la “cultura” y la
“economía”. El término “industrias culturales” acuñado en los 60, cobra
plena vigencia y se incorpora a las agendas políticas. Europa se ve a sí
misma como un gran Museo. Es la etapa de los grandes
equipamientos culturales en las principales ciudades europeas.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
39
• Años 90. Paradigma= la cohesión social. La cultura se utiliza como
un instrumento para luchar contra la exclusión social. Esta etapa se
caracteriza por el desempleo estructural y la creciente marginación de
capas populares. La política cultural sirve como estrategia para la
contención social, la lucha contra la discriminación y la xenofobia, y la
integración de los sectores excluidos.(fundamentalmente inmigrantes).
• Siglo XXI. Paradigma = Tecnología y redes culturales. Se asiste al
desarrollo de redes de asociaciones transfronterizas con proyectos
comunes, y a la entrada de nuevos actores en el campo de la producción
y la gestión de la cultura. Desarrollo de Internet. Arte virtual.
Descentralización y atomización de propuestas. Hiper-segmentación de
las audiencias. Creciente importancia de la industria de contenidos.
Madurez de las relaciones público / privadas en la gestión compartida
de proyectos y recursos culturales.
Así pues, como hemos podido ver en este breve itinerario histórico, desde
la finalización de la Segunda Guerra Mundial hasta nuestros días, la
cultura se ha utilizado de formas variadas y con diversas finalidades
por parte de las administraciones públicas, lo cual nos permite reconocer
la enorme versatilidad que ésta puede llegar a alcanzar dentro de las
estrategias de la gestión pública.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
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Cuadro resumen
En general, en Europa se empiezan a superar las dualidades entre la cultura de la
elite y la cultura de masas, admitiéndose de forma progresiva la vinculación entre la
actividad cultural y la economía. Desde principios de la década de los 90, la cultura
está empezando a aparecer como una prioridad en la agenda comunitaria, debido al
progresivo descubrimiento de su papel en la generación de nuevos empleos y
actividades en el ámbito regional y local.
Hasta tal punto esto es así, que su carácter “tranversal” se va acrecentado dentro de
las políticas de desarrollo de la U.E; hasta el punto de que, desde distintas Áreas y
Direcciones Generales, se ha comenzado a reconocer de forma explícita su relevancia
para alcanzar sus respectivos objetivos sectoriales.
En la escala local, esta dinámica está provocando una modificación de roles para los
gobiernos locales a partir de tres dimensiones: una económica, otra de carácter sociocultural y una tercera de índole político / administrativa. Este cambio de papel
significa alentar los flujos e interrelaciones entre la “vida” y la “economía” cultural;
entendiendo por “Vida cultural”, la constituida por aquellas actividades generadas
por los equipamientos, recursos y espacios locales que promueven la participación, la
convivencia cívica y el desarrollo de la creatividad cultural y el crecimiento personal.
(Todo aquello que se centra en los “procesos”) y por “Economía cultural” aquellas
otras actividades vinculadas al mercado musical, artístico, editorial, audiovisual de
naturaleza privada; (Lo relacionado con los “productos “).
Este nuevo papel que la cultura juega actualmente en la Europa comunitaria, ha
tenido una serie de etapas bien definidas. Desde la finalización de la Segunda Guerra
Mundial hasta nuestros días, la cultura se ha utilizado de formas variadas y con
diversas finalidades por parte de las administraciones públicas, lo cual nos permite
reconocer la enorme versatilidad que ésta puede llegar a alcanzar dentro de las
estrategias de la gestión pública: Desde su etapa como elemento de reconciliación
democrática (años 50), pasando por el período de la cultura educativa como
instrumento de cohesión (década de los 60); la cultura participativa y popular (años
70); la cultura como factor de lucha contra la recesión económica y la crisis
industrial (década de los 80); la cultura como instrumento para combatir la exclusión
social (años 90) o la cultura como factor de creación de redes y de soporte de
contenidos para la revolución tecnológica (siglo XXI).
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
41
3.5. Ciudad / Cultura y Territorio. El sistema europeo de
ciudades. Modelo y dinámicas territoriales .
Las áreas metropolitanas se constituyen en el elemento fundamental de
referencia de la Europa contemporánea. El espacio formado por el polígono
delimitado por las áreas metropolitanas de Londres, Hamburgo, Munich y
París se define como el núcleo central de concentración y polarización de la
actividad y de la riqueza, en la actualidad y para el medio plazo. En él se
condensan los principales centros de creación, conocimiento e I+ D.
Por efecto de arrastre y de forma complementaria, aparecen una serie de
ejes, que partiendo de algunos de los núcleos anteriores, y con base en los
principales corredores de transporte, vertebran el modelo territorial
comunitario con el resto de áreas metropolitanas, proporcionando al
conjunto una estructura espacial radial.
El modelo territorial europeo queda así configurado por una región urbana
central, articulada con un sistema de áreas metropolitanas de rango
internacional; articuladas a su vez, a distintos niveles, con un conjunto de
áreas metropolitanas de rango nacional.
La jerarquía
del sistema de
ciudades
europeo
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
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La segunda gran área de desarrollo, es el “Arco Mediterráneo”, que
engloba desde Roma hasta el sur español, estructurándose hacia el interior
continental a través de Madrid, Zaragoza, Lyon y Milán, básicamente. Esta
zona constituye una alternativa muy dinámica al espacio central europeo
cuenta con diversas ciudades y regiones que han hecho una fuerte apuesta
por la cultura y los servicios de ocio como factores de visibilidad.
Las periferias (Arco del Atlántico y Sur de Europa), y los espacios
intermedios y de borde, se caracterizan por menores niveles relativos de
desarrollo y renta, cierta importancia de la producción primaria,
especialización en sectores industriales maduros y mala conexión y
accesibilidad con los principales centros de desarrollo. Factores que están
suponiendo un fuerte revulsivo en los respectivos territorios de cara a
redefinir sus sistemas productivos, y reposicionarse en el contexto
comunitario.
Las zonas intermedias y de borde presentan características muy
diferenciadas entre sí. Sus potenciales se encuentran directamente ligados
al grado de conexión y articulación con los ámbitos de mayor dinamismo y
desarrollo.
Los ejes de
desarrollo europeos
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
43
3.5.a. La ciudad en el territorio.
Uno de los aspectos más evidentes del sistema europeo de ciudades es la
percepción del territorio como un ámbito cada vez más abstracto y en
transformación; los territorios administrativos rara vez coinciden con los
territorios reales (los que soportan los flujos económicos, culturales y
relacionales de la población). La estructura territorial europea es el
resultado de la concentración o descentralización de los bienes y servicios a
disposición de la población; algo tan presente en las estrategias de
implantación de los grandes centros comerciales, parques temáticos y de
ocio, generalmente no es tenido en cuenta en las dinámicas de desarrollo
cultural local. La lógica del gestor público se centra en proveer de servicios
culturales a los ciudadanos de su municipio, con lo cual, cualquier decisión
sobre planificación y creación de equipamientos resulta de un análisis
incompleto, ya que el usuario de actividad cultural utiliza los servicios que
más le interesan, independientemente de su ubicación concreta o del
proveedor que se los ofrece.
Hasta el momento, los ámbitos de la cultura y el ocio han sido escasamente
considerados a la hora de proceder a una planificación de la ciudad, salvo
en términos sumamente vagos y temporales, y con carácter subsidiario a
otros ámbitos como el urbanístico. En el nuevo contexto socioeconómico
en el que nos movemos, resulta preciso ubicar el área cultural como
uno de los ejes estratégicos fundamentales de la ciudad. Los servicios
culturales, considerados desde esta perspectiva, deben utilizarse, no
sólo como instrumentos para lograr un equilibrado consumo interno,
sino también como elementos dinamizadores y articuladores de la
ciudad, vertebrándola socialmente y articulando sus diferentes ámbitos
de influencia.
Debemos partir, en consecuencia, de que los territorios no se crean. Se
crean las condiciones para su desarrollo. Para ello es preciso apostar por
ciertas escalas y órdenes de planificación territorial que aproximen el
servicio cultural a los restantes servicios básicos, y la clave está en los
niveles de planificación intermedios, a caballo de lo local y lo regional, que
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
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configuran los territorios en los que realmente se producen los flujos de
movilidad no obligada de la población en torno a los servicios culturales.
3.6. La iniciativa cultural pública y la ciudad: ejemplos y
modelos.
Las ciudades europeas se enfrentan actualmente ante un doble reto,
por un lado, ser más competitivas en el mercado; por otro, garantizar
un entorno más habitable y equitativo a sus habitantes. Algo que, en
principio, parece antagónico.
El logro de ambos objetivos depende, en mayor o menor medida, de una
serie de factores como son: la existencia de una mano de obra cualificada,
la calidad medioambiental de su entorno, su patrimonio, equipamientos e
infraestructuras educativas y culturales, su dinamismo administrativo,
económico y comercial, su proyección exterior, etc., etc.
Cualquiera de las regiones y ciudades comunitarias que están manifestando
en estos momentos un mayor desarrollo socioeconómico, deben su
crecimiento a la existencia de un entorno de I+D favorecido por un buen
ambiente educativo, calidad cultural y creatividad humana. Así, la
aglomeración se mantiene como factor altamente determinante en relación
con la ubicación de las industrias (entre ellas las culturales). En general, tal
y como comenta Xavier Cubelles 5, las ciudades (grandes y medianas)
han de saber invertir bien en las tres “C”: en concepts (en nuevas
ideas, en nuevas capacidades de innovación), en competences (en
“know-how” y en capacidades de producción y de consumo
apropiadas), y en connections (en vías de acceso y comunicación con los
restantes centros de actividad mundiales)”. De ello depende el que
continúen acumulando factores inductores de innovación y generando
sinergias, tanto en la industria como en los servicios avanzados.
5
“Políticas culturales y el proceso de mundialización de las industrias culturales”. Xavier Cubelles. Materiales del
Seminario “Nuevos retos y estrategias de las Políticas Culturales frente a la Globalización.” Departamento de
Cultura de la Generalitat. 2000.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
45
Consecuentemente, hacer de una ciudad un territorio culturalmente más
eficiente – y por tanto, más competitivo- significa desarrollar al máximo
sus potenciales de innovación, investigación y enseñanza. Los análisis que
actualmente se realizan en Europa sobre los sistemas culturales urbanos6
tienden a enfocarse desde cuatro perspectivas que facilitan la fijación de
cuatro tipos diferentes de objetivos prioritarios para la iniciativa cultural
pública.
a)
Satisfacción de demandas internas.
Las demandas ciudadanas se expresan fundamentalmente a nivel
territorial local, por lo que el cumplimiento de ese objetivo produce
una revalorización cultural de la ciudad como valor de uso: la
importancia de los elementos educativos, culturales, informativos y
comunicativos incrementarán el papel de la ciudad y de su entorno, en
tanto que garantiza el acceso de la población a la calidad de vida y a la
cultura..
b) La cultura como factor de desarrollo económico.
La cultural es una más entre las funciones territoriales que pueden
facilitar el desarrollo de las ciudades. Un aprovechamiento eficiente
de los recursos endógenos existentes ha de incluir la cultura como una
de sus piezas básicas para impulsar un sector (público y privado)
eficiente.
c) La proyección externa de la ciudad
En la Europa de las ciudades, el éxito dependerá de la capacidad de
cada territorio para encontrar el grado y forma de especialización
adecuados, estableciendo relaciones de competencia, pero también de
intercambio y de cooperación.
6
Ver, entre otros: “Local y Global. La gestión de las ciudades en la era de la información”. Jordi Borja y Manuel Castells Ed.
Taurus. 1998.
“Planificación estratégica de ciudades”. José Miguel Fernández Güell. Ed. Gustavo Gili. 1997.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
46
En la competencia entre ciudades y regiones, el sistema cultural
propio de cada una representa una posible forma de especialización, al
tiempo que preparará a cada territorio para enfrentarse a otros retos
fundamentales, como son los cambios sociales y tecnológicos.
d) Las relaciones de cooperación cultural y el sistema de redes.
Finalmente, la adecuada especialización de las ciudades, a la que
contribuye de manera importante el sistema cultural, les facilita
también el intercambio de experiencias y el establecimiento de lazos
de cooperación que favorezcan la creación de redes.
Hablar de redes participativas implica no sólo el reconocimiento de
una pluralidad de actores, si no la articulación de estos actores en
marcos organizativos comunes desde los cuales intercambiar recursos,
negociar prioridades, y tomar decisiones relacionadas con proyectos
culturales compartidos.
Como conclusión general, tal y como argumentan Jordi Borja y Manuel
Castells en su trabajo “Local y Global” 7, los municipios deben centrarse
en conquistar la gestión y / o coordinación de los programas y
proyectos públicos o mixtos, y el desarrollo de todas las formas
necesarias de cooperación público / privada. Además, deben mantener
una oferta cultural, tanto en lo que se refiere a la oferta destinada a
públicos externos (atractividad), como internos (integración).
“Local y Global. La gestión de las ciudades en la era de la información”. Jordi Borja y Manuel Castells. Ed.
Taurus. 1998.
7
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
47
3.6.a. Experiencias de reactivación socioeconómica de ciudades y
municipios a partir de la cultura.
Numerosas ciudades y regiones de diferentes tamaños están explotando el
potencial simbólico de la política cultural para recuperar visibilidad pública
y obtener un status de reconocimiento de alguna o varias de sus
peculiaridades; de elementos que las diferencien de otros lugares: la
celebración de algún evento (festivales, ferias, exposiciones..); la apertura
de un nuevo equipamiento de carácter singular (centro o museos
temáticos...); alguna competencia tecnológica o económica determinada
(parques culturales o tecnológicos...).
En estos contextos urbanos, las pymes culturales tradicionales (librerías,
tiendas de discos, cines independientes, galerías de arte.) pueden
sobrevivir, al tiempo que surgen nuevas iniciativas (estudios de grabación
discográfica, empresas de edición multimedia, artesanía, centros de
formación, etc.) que crean empleo para trabajadores del campo cultural.
Además, en el ámbito urbano se promueve una relación más estrecha entre
las industrias culturales y el territorio, a partir de los dos extremos del
proceso: la creación y el consumo. Por un lado, los creadores provienen del
territorio, y desarrollan sus productos ligados a la influencia del entorno.
Por el otro, los consumidores viven y se relacionan con la oferta cultural
desde el propio territorio.
En consecuencia, se puede afirmar que las iniciativas culturales locales
están permitiendo reconstruir el entorno próximo a partir de las
singularidades y las riquezas de cada territorio, mediante la
combinación de factores económicos, sociales y culturales. Su
incidencia en el desarrollo local y regional resulta importante porque:
1- Son un factor cada vez más decisivo en la localización de
nuevas inversiones, puesto que refuerza la imagen y el atractivo
de una región o ciudad.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
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2- Suponen una importante fuente de puestos de trabajo, creando
directa o indirectamente empleos basados en el capital humano
cualificado, la creatividad y la innovación, así como el uso
intensivo de las nuevas tecnologías.
3- Favorecen la cohesión y la integración social, mediante
estrategias de estímulo, de animación y de experimentación. Estas
funciones necesitan la entrada en juego nuevos agentes locales,
para lo cual se hace preciso desarrollar nuevas cualificaciones y
enriquecer oficios tradicionales mediante nuevas competencias que
impliquen capacidades de recepción, de información, de
acompañamiento, de divulgación...
A partir del trabajo de Franco Bianchini y de otros expertos8, resulta
posible establecer una tipología con hasta 6 modelos generales de los
usos de la política cultural en las ciudades europeas:
a.
Ciudades en declive industrial. Utilizan la política cultural
para apoyar estrategias de diversificación económica y la
reconstrucción de su imagen. Su esfuerzo se basa en la compensación
de la pérdida de su capacidad de creación de empleo mediante el uso
de la actividad cultural para apoyar estrategias de localización de
mercados y extensión de las industrias culturales locales, el turismo, el
sector comercial minorista y otras industrias de servicios de consumo.
Nos estaríamos refiriendo a ciudades como Glasgow, Sheffield,
Liverpool, Birmingham, Hamburgo, Rotterdam o Bilbao.
b.
Ciudades económicamente prósperas y vitales como
centros administrativos y políticos, pero con una actividad
8
.“Política cultural y desarrollo urbano: La experiencia de las ciudades europeas occidentales”. Franco Biancchini, Ed. Centro de
Estudios Urbanos. Universidad de Liverpool. 1990.
“Considérations culturelles sur la revitalisation des centres-villes”, en Conseil de L’Europe: Culture et quartiers. Volume 1.
Concepts et rèfèrences, Alemania, Conseil de l’Europe, 1996.
“Cultura y regiones de Europa”, Bassand, M. Barcelona, Oikos Tau/Diputació de Barcelona, 1992.
“El buit de la politica cultural en el desenvolupament de les ciutats mitjanes: l’experiència d’Europa occidental”, en Ajuntament
de Sabadell: Sabadell. La cultura a reflesió, Barcelona, Ajuntament de Sabadell, 1994.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
49
cultural relativamente deprimida. En estos casos, se ha usado la
política cultural como medida preventiva ante una posible pérdida de
competitividad en el futuro, pues son conscientes del desajuste
existente entre su importante status económico, administrativo y
político, y su ausencia de prestigio cultural. Sería el caso de Bruselas,
Frankfurt, Munich, Estrasburgo...
c.
“Capitales culturales”. Se trata de ciudades que a lo largo del
tiempo se han establecido como importantes centros de producción,
distribución y consumo cultural, presentando una significativa
concentración de industrias culturales y un fuerte sector de “turismo
cultural”. En este caso, las políticas culturales van dirigidas a
consolidar esta posición privilegiada como centros culturales,
adaptando sus infraestructuras y servicios a los cambios de gustos y
modas, a las nuevas tendencias y demandas de la población, a las
nuevas tecnologías y estilos de mercados. Podríamos encuadrar en
este grupo a Londres, Edimburgo, París, Amsterdam, Berlín o Roma.
d.
Ciudades de I+D. Tienen como objetivos principales:
desarrollar sectores económicos estrechamente vinculados al factor
cultural (publicidad, servicios arquitectónicos, cine y vídeo, diseño
gráfico, música,...), crear el medio en que la innovación científica y
tecnológica pueda ser estimulada y promocionada, así como potenciar
los lazos de unión entre las industrias culturales locales y la
investigación avanzada para el desarrollo de nuevos productos
industriales. Podríamos incluir en este grupo a Rennes, Grenoble,
Montpellier, Nimes, Colonia, Hamburgo, Milán y Barcelona.
Además de estos, se pueden identificar otros dos tipos relacionados
con la emergencia de problemas urbanos específicos:
e.
Destinos de turismo masivo. Se usan políticas culturales para
proteger su singular estructura urbana y su patrimonio de las
presiones y los peligros de la estandarización, el kitsch y la
“colonización” que puede traer consigo una economía de turismo
masivo (Londres, París, Florencia, Venecia, Atenas).
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
50
f.
Ciudades con una gran carga de conflictos sociales que se
han servido de las políticas culturales actuando como elementos de
cohesión cívica y reconstrucción comunitaria (Marsella, Berlín, París).
Estas experiencias de ciudades que han apostado por el desarrollo local a
través de la cultura comparten seis características comunes importantes:
• Confían en la contribución de la política cultural a la hora de
redefinir la imagen del territorio, considerándola un factor
diferenciador de vital importancia en la actual competencia entre
poblaciones provistas de similares recursos y problemas.
• Coordinan sus acciones y planifican constantemente sus estrategias
a través de una visión global de los problemas con el fin de captar
inversiones y regenerar su tejido económico y social.
• Enfatizan la función de la cultura como elemento catalizador de la
vida pública, adoptando una definición amplia de los recursos
culturales, acompañando cualquier acción local de producción cultural y
de producción artesana y distribución de conocimientos; integrando
estos aspectos en las cualidades del medio físico del territorio, el
patrimonio local (histórico, artístico, arquitectónico, arqueológico y
antropológico) y, en definitiva a la suma de las “representaciones de
cultura” del lugar.
• Creen y apuestan por las actividades culturales como un sector
generador de empleo.
• Promueven una vinculación efectiva entre el sector cultural público
y el privado de cara a promover y desarrollar mejores servicios y un
tejido productivo competitivo.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
51
• Apuestan por la proyección externa mediante estrategias de
“Marketing de ciudad” vinculadas al hecho cultural.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
52
3.7. La iniciativa cultural privada.
La importancia creciente de la industria cultural está estrechamente
vinculada a la reciente evolución del desarrollo económico y los cambios
experimentados por la propia sociedad europea. En primer lugar, como
consecuencia del retroceso de las industrias tradicionales en favor de los
servicios. En segundo lugar, debido a la evolución del modo de vida, en
particular, como consecuencia del incremento de la movilidad, las mayores
tasas educativas y el aumento del tiempo libre; y en tercer lugar, como
consecuencia de la progresiva necesidad por parte de las administraciones
públicas de servicios, productos y programas culturales, que den cumplida
respuesta a las demandas cambiantes de los ciudadanos.
La cultura no es sólo una ocupación pública generadora de gastos
suplementarios; también forma parte cada vez más de la economía privada
donde dispone de un fuerte potencial de crecimiento. Los productos e
industrias culturales ofrecen posibilidades de creación de empleo que
van mucho más allá de los efectos de medidas "más clásicas", al ser
portadores de elementos como la creatividad, innovación y producción,
beneficiosos para las economías regionales y locales. Por ejemplo, la
cultura contribuye ampliamente al desarrollo de contenido y de
aplicaciones, lo cual representa uno de los elementos clave de la
competitividad en la sociedad de la información y el conocimiento.
El conocimiento se ha convertido en el nuevo factor de producción
contemporáneo. Lo relevante en un mundo en el que los costes por
disponer de información tienden a disminuir de forma muy intensa, no es
tanto disponer de información, como contar con las condiciones
empresariales, institucionales y sociales para saber transformar la
información en conocimiento. En ese sentido, la cultura es fundamental
para transformar la ingente cantidad de información disponible a
precios asequibles, en conocimiento activador de las personas, las
organizaciones y los territorios. Tal y como afirma Rifkin9: “asistimos al
paso de una fase en la que el comercio principal era de naturaleza
industrial a la etapa actual en la que domina el comercio de naturaleza
cultural”
9
“La era del acceso”. Jeremy Rifkin. Ed. Paidos. 2000
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
53
En consecuencia, las industrias culturales son piezas claves en ese
"mercado del conocimiento", ya que su materia prima es la creatividad, el
talento, la capacidad de innovar; de utilizar la inteligencia y la imaginación
para dar soluciones a todos los desafíos intelectuales de los diferentes
campos sociales imaginables.
Entre los fenómenos que pueden llegar a ensombrecer esta rápida
expansión de las industrias culturales está el hecho de que la cultura se
vuelve, cada vez más, acontecimiento mediático, y llega al público a base
de fuertes promociones: lo más frecuente es que todos los medios hablen la
mismo tiempo de los mismos autores y obras. La diversidad de la creación
cultural raramente se refleja en los medios, que actúan como filtros en la
formación del gusto mayoritario.
El propio Rifkin 10. señala la creciente tendencia en la actual “era del
acceso” a la absorción de la esfera de la cultura por la esfera comercial con
las servidumbres y valores propios de lo comercial como son el corto plazo,
lo superficial, la fascinación, el utilitarismo, el intercambio; valores
contrarios a los que son propios de la cultura (el conocimiento, la memoria,
la producción simbólica, el largo plazo, la realización humana).
3.7.a. La industria cultural y el territorio.
Existen sectores de la producción cultural en los que la concentración de
buena parte de sus procesos se hace indispensable, puesto que necesitan de
infraestructuras y de un entorno propicio para poder desarrollarse. La
industria editorial, audiovisual y fonográfica, así como sus sectores
auxiliares, tienden a concentrarse en grandes ciudades y en sus entornos
metropolitanos. En cambio, hay industrias en las que la descentralización
no es un inconveniente, y donde las nuevas tecnologías de la información y
la comunicación permiten una mayor descentralización de la producción,
sobre todo en regiones pequeñas donde es posible ir de un extremo al otro
en pocas horas. En este sentido, disponer de una conexión de calidad a la
Red se ha convertido en algo imprescindible para un desarrollo territorial
equilibrado y para la implantación de empresas culturales fuera de los
grandes urbes europeas.
10
Ver nota anterior.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
54
Por otro lado, el capital cultural juega un papel muy destacado en el
desarrollo local del territorio. En este sentido, la concentración de los
principales centros de enseñanza superior artística o profesional en
determinadas zonas condiciona las posibilidades de desarrollo de distritos
industriales alrededor de éstos. (La formación vinculada al diseño industrial
en el norte de Italia, o la asociada a la producción audiovisual y musical en
Alemania, Gran Bretaña y Holanda serían ejemplos de está dinámica de
concentración).
Surgen así los “parques” y los “distritos” culturales, que suponen una
vinculación entre el territorio, la política cultural, y la política
industrial y tecnológica. Se trata de nuevas experiencias de
intervención pública en el fomento de la industria cultural privada, y
su desarrollo ha cobrado gran impulso desde principios de la década de los
90 en determinadas regiones de Alemania, Gran Bretaña, Irlanda o Francia,
fundamentalmente. En su origen se dirigían a la constitución de áreas y
centros de aglomeración de empresas y compañías de producción y
exhibición cultural, comunicativa y /o tecnológica, aunque actualmente
proliferan también los orientados hacia el consumo cultural (parques
temáticos)
Entre las múltiples experiencias que se han ido consolidado a lo largo de
este tiempo podemos destacar tres:
El Distrito de Industrias Creativas de la ciudad de Sheffield (CIQ).
(Gran Bretaña) Asentado sobre viejas instalaciones industriales, en la
actualidad alberga a más de 150 empresas e iniciativas culturales en los que
trabajan más de 1.200 personas. Se trata de una iniciativa impulsada por el
Ayuntamiento de Sheffield a través del CIQ Agency, una estructura creada
para rentabilizar al máximo el potencial de las industrias culturales en el
distrito y poner las bases para el crecimiento de las mismas.
En un período de unos quince años, el distrito ha evolucionado de los
almacenes y las manufacturas, a ser uno de los principales centros de
producción y creación cultural innovadora del Reino Unido en los ámbitos
de la cinematografía y vídeo, multimedia, desarrollo de software, e
industrias musicales. Impulsando además diversos festivales y certámenes
de proyección internacional.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
55
El Centro para el Desarrollo de la Investigación Artística y las nuevas
Tecnologías de Karlsruhe (ZKM). (Alemania). Se fundó en 1989 bajo la
forma de una fundación de derecho publico. Tuvo como modelo el Centro
de la Bauhaus creado en 1919. Tiene como principal objetivo crear las
condiciones necesarias para una exploración en profundidad de la
combinación Arte- Medios Tecnológicos, concediendo especial relevancia
a los sectores Imagen, Música, Palabras y a la combinación entre éstas.
El ZKM promueve la aplicación de las nuevas tecnologías en un contexto
tanto artístico como social. Permite a los artistas explorar nuevas formas
creativas y familiariza al gran público con las tecnologías más punteras; se
constituye como un gran centro de difusión de información y promoción
cultural realizando a su vez labores de mecenazgo.
El Temple Bar de Dublín (Irlanda) parte de un plan de revitalización de
la escena urbana de este barrio y su especialización en las industrias
creativas a partir de un amplio pacto de inversiones públicas y privadas. El
proyecto está gestionado por el Temple Bar Properties, una agencia publico
/ privada que surgió en 1991. Actualmente, el Temple dispone de diversos
espacios culturales: centro de cine irlandés, diversos estudios de artistas,
salas de exposiciones, un museo de los vikingos, un centro de creación de
joyas y un teatro infantil; además de innumerables centros de carácter
privado dedicados a la música, teatro, diseño y galerías de arte. Además, se
han creado varios centros de servicios de apoyo a las pequeñas empresas
culturales allí ubicadas.
Además de los distritos y parques culturales, otros ámbitos a considerar
en la simbiosis “cultura” “territorio” son las ferias y festivales; se trata
de eventos que están jugando un papel relevante en el fomento de la
industria cultural europea. La proliferación de pequeños festivales
estimula la actividad cultural en el ámbito local, pese a no provocar efectos
sinérgicos más allá del consumo local o de la atracción de veraneantes y
turistas. En cambio, es justo resaltar el doble papel de motor territorial y
sectorial de festivales o ferias en ciudades de tamaño medio en ámbitos
como el teatro, la música en vivo, la danza, el cine o la cultura tradicional.
Ejemplos de ello serían los eventos y festivales de ciudades y regiones
como Lorient, Avignón, Aix-en-Provence en Francia; Espoleto, Verona,
Pesaro en Italia; Alderburgh y Edimburgo en el Reino Unido; Wexford en
Irlanda; Lucerna, Montreux, Locarno en Suiza; Peralada, Tárrega,
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
56
Santander, Getxo, San Sebastián, Huesca, Cartagena, o Cáceres en España.
Bayreuth en Alemania o Salzburgo (Austria) en los cuales, la dimensión
cultural permite, dinamizar la industria creativa local por una parte, y
ofrecer una proyección exterior de su imagen e infraestructuras culturales
por otra.
3.7.b. La organización de organización de la industria cultural.
En general, el modelo organizativo que se está implantando
mayoritariamente en el sector cultural privado es el sistema de trabajo en
red. Se trata de un sistema procedente de la industria cultural
norteamericana -más concretamente del sector cinematográfico-, donde la
producción de cada película reúne a un equipo de compañías especializadas
y contratistas independientes, cada una experta en su campo y con su
propio personal cualificado. Conjuntamente, todas esas partes conforman
una empresa - red de corta vida cuyo período de actividad se limita a la
duración del proyecto.
Este modelo, de larga trayectoria en el sector del cine, se está convirtiendo
en el prototipo para la reorganización de las industrias culturales en el resto
del mundo; fundamentalmente, de aquellas vinculadas al sector multimedia
y los contenidos informativos, y también las centradas en la producción de
eventos y espectáculos.
Así, tal y como argumenta Xavier Cubelles 11, nos encontramos con un
doble nivel de actividad: por un lado, los gestores del proceso de
producción y difusión de contenidos que han conseguido una función de
liderazgo en los mercados culturales; es decir, quienes tienen la capacidad
de generar nuevas producciones y de asegurar su difusión. Por otro, un
denso tejido de pequeñas empresas culturales “independientes” y de
trabajadores y profesionales autónomos que, en general, tienen una
capacidad de producción y difusión muy limitada ya que su actividad está
condicionada, en gran medida, por la demanda procedente de quienes
detentan el control de la producción y la difusión. La flexibilidad de la
organización del proceso de producción, permite ordenar las competencias
11
“Políticas culturales y el proceso de mundialización de las industrias culturales”. Xavier Cubelles. Materiales del
Seminario “Nuevos retos y estrategias de las Políticas Culturales frente a la Globalización.” Departamento de
Cultura de la Generalitat. 2000.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
57
y habilidades productivas descomponiendo (externalizando actividades a
empresas “independientes”) y recomponiendo (concentrando actividades en
las grandes empresas del sector) las diferentes fases del proceso de
producción y distribución.
La tendencia general es que las empresas culturales traten de ganar
tamaño para controlar el sistema de productos que configuran el
“mercado-red”, ya que los diferentes elementos que componen el sistema
(contenidos de información, software, hardware, profesionales, etc.), tienen
una reducida utilidad si se consideran aisladamente, pero la combinación de
todos ellos es generadora de un gran valor económico, provocando
sinergias y fuertes economías de escala.
Las nuevas redes ofrecen, on line e incluso off line, una nueva oportunidad
para que compitan los productos independientes y las creaciones regionales
y locales, que podrían además expandir sus mercados de nicho a escala
internacional, incrementando notablemente la cantidad y pluralismo de la
oferta. Sin embargo, se advierte una tendencia fuerte de los grupos
internacionales y nacionales a integrar verticalmente el dominio de las
redes de distribución con la producción de contenidos culturales, que
alcanza su máxima expresión en las infraestructuras y soportes digitales.
En el marco de la globalización se produce, por tanto, un fenómeno
dual: por un lado, descienden las barreras de entrada para productos y
productores independientes y se crean condiciones para una expansión
del mercado de los productos culturales locales; por otro y
simultáneamente, se afirma la tendencia a una integración vertical
extrema entre nuevas redes de producción de contenidos, lo cual puede
suponer una seria amenaza que supondría discriminaciones para la
producción local y la auténticamente independiente.
3.8. Modelos de relación público / privada.
3.8.a. El papel de la administración para el estímulo de la industria
cultural privada. Instrumentos de financiación.
Hoy día, la capacidad de generar beneficios resulta tan esencial para el
florecimiento de las actividades culturales como la originalidad y la
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
58
innovación. Incumbe a las administraciones desempeñar un papel más
decidido en el fomento de esa creatividad, de cara a facilitar la expansión
de las "industrias de contenido" y contribuir a la promoción e innovación
tecnológica, a la mejora en la organización y gestión empresarial, y el
apoyo a la formación y la reconversión de los trabajadores culturales. Es
decir, los poderes públicos se hallan ante la tarea de suscitar condiciones
propicias para que los artistas, los creadores y emprendedores culturales y
los ciudadanos puedan actuar y trabajar de manera creativa; esto, sin perder
de vista que la financiación de la cultura –tal y como queremos demostrar a
lo largo del presente documento, resulta también una buena inversión.
¿De qué forma se está abordando esta cuestión en la Unión Europea?.
En principio, la administración puede contribuir al desarrollo del sector
cultural privado a partir de las etapas previas de los proyectos,
liderándolos e invirtiendo en ellos a fin de hacerlos más visibles ante los
otros actores industriales implicados. En efecto, existen diversos ejemplos
de cómo los gastos del sector público están sirviendo de capital inicial
efectivo para fomentar las inversiones privadas en estas áreas y, de hecho,
por su importancia, las administraciones empiezan a considerar que esos
gastos son inversiones y no subvenciones. De esa manera se va alterando el
carácter de la relación que guardan la cultura y la industria.
Entre los ejemplos de financiación actualmente existentes, predominan
aquellos en los que las transferencias de recursos suelen estar
condicionadas a la viabilidad económica de los proyectos y al propio
comportamiento de los agentes privados. Además, y al objeto de
incrementar la eficacia de los programas a medio plazo, las líneas de ayuda
suelen tener un carácter plurianual y estar condicionadas a los resultados
obtenidos, lo que significa acrecentar la corresponsabilidad financiera del
sector privado.
Entre los nuevos mecanismos de ayuda e instrumentos de financiación
(créditos a bajo interés, capital semilla, sociedades de capital riesgo..) que
el sector público está poniendo en marcha, se pueden destacar los
siguientes:
•Crédito fiscal para la producción cinematográfica y televisiva: Se trata
de un mecanismo de aplazamiento de los tributos que gravan la producción
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
59
cinematográfica y televisiva en Suecia mientras dura la fase de
implementación del proyecto.
•Fondo de ayuda al audiovisual: Consiste en un sistema de créditos del
land de NordRhein - Westfalen en Alemania de ayuda a la industria
cinematográfica y televisiva condicionado a que se tenga que gastar al
menos el 50% de los recursos recibidos en empresas y servicios generados
en la propia región.
•Fondo
con ventajas para las industrias culturales: programa piloto
pionero en Europa en la provisión de pequeñas cantidades de capital riesgo
a empresas culturales de la región de West Midlands.(Gran Bretaña)
•Programa para el desarrollo de la industria del libro (BPIDP): Se
trata de un programa federal de ayudas a la industria del libro con el
objetivo de facilitar un mejor acceso a los libros escritos por autores
alemanes.
•Esquema
de expansión de negocios (BES): programa irlandés de
beneficios fiscales para estimular la inversión privada en el capital de
nuevas o pequeñas empresas del sector musical nacional.
•Fomento de la producción multimedia: Se ha creado una agencia mixta
centrada exclusivamente en la promoción del sector multimedia en la
ciudad inglesa de Brighton.
•Fondo para proyectos culturales
de la Lotería Nacional Británica. En
1994 se constituyó una nueva lotería nacional que destina un porcentaje
importante de los beneficios obtenidos a la financiación de áreas de interés
general, entre ellas la cultura.
Gracias a esta iniciativa, la Tate Gallery de Londres ha recaudado más de
12 millones de euros después de aplicar las recomendaciones de mejora en
imagen y gestión marcadas por un estudio que señalaba la generación de
650 puestos de trabajo locales y otros 2.400 indirectos. Con el mismo
sistema, el venerable edificio del British Museum ha percibido una ayuda
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
60
de más de 54 millones de euros con el fin de reorganizar su interior y
definir un plan estratégico de futuro.
Además de estos dos ejemplos, por toda Gran Bretaña se ha producido una
proliferación de proyectos arquitectónicos o de rehabilitación de viejos
edificios para la creación de nuevos equipamientos y espacios culturales a
partir de este instrumento de financiación.
•Servicio de desarrollo de las industrias culturales (CIDS): Consiste en
una estructura técnica que pone en contacto las industrias culturales y las
infraestructuras de financiación para el desarrollo de empresas culturales de
Manchester.
•SODEC
(Societé de Développpement des Enterprisses Culturelles)
Nacida en Quebec en 1994, tiene como objeto promover y apoyar la
implantación y desarrollo de las industrias culturales, así como contribuir a
la calidad de los productos y servicios y su competitividad.
La SODEC acuerda las ayudas financieras en forma de préstamos, de
garantías de reembolso total o parcial, de inversiones, de subvenciones o
ayudas reembolsables. Ostenta un tercio de un Fondo de Capital Riesgo
(FICC) y participa en una sociedad (FIDEC) que ayuda a la financiación de
productos para el mercado cultural internacional (anticipos, adquisición de
derechos, inversión en proyectos).
3.8.b. Modelos de gestión de servicios culturales públicos.
La implantación de la gestión privada en las actividades y programas
culturales públicos es una medida que en muchos casos está dando buenos
resultados, siendo ya numerosos los ejemplos de programas y eventos
culturales nacidos desde la iniciativa pública, y que han acabado
funcionando de forma independiente bajo una lógica mercantil, y con una
financiación autónoma derivada de sus actividades comerciales y de
diversas formas indirectas de ayuda pública.
En muchas ocasiones, el pase a gestión privada de los servicios culturales
públicos ha venido provocado, más que nada, por una necesidad de
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
61
abaratar costes de gestión por parte de la administración pública, y no por
una voluntad real de colaboración con el sector privado. Es decir, la gestión
indirecta se está planteando más como método de ahorro de la gestión
pública, que como parte de un modelo social de implicación de diferentes
ámbitos de la sociedad civil en la vida cultural de un territorio. No obstante
esto, también comienzan a emerger ejemplos en los que este proceso de
externalización se realiza para mejorar la gestión de los servicios en base a
un diseño consensuado y unas estrategias de eficacia y de mejora en la
calidad de los servicios culturales y de la atención a la demanda ciudadana.
Tal y como indica Mikel Extebarría12, se pueden dar hasta tres niveles
diferentes en un proceso de este tipo:
•
•
•
Privatizar los modelos de gestión de la Administración a partir de
la introducción de herramientas y criterios de gestión vinculados a
las empresas privadas. Proceso este que se está produciendo de forma
creciente sobre todo a partir de la introducción de planes de calidad en
los servicios, (con las dificultades que conlleva en un modelo de
Función Pública escasamente motivado para los cambios y novedades).
Privatizar la gestión de equipamientos y servicios. (Con diversas
formulas y grados de delegación que veremos a continuación).
Privatizar la planificación y el diseño de las políticas culturales.
Algo a lo que la Administración no debiera renunciar aún cuando resulta
conveniente servirse de la iniciativa privada en labores de consultoría
para un mejor diseño de las nuevas políticas culturales.
Existen muchos tipos de privatización, si entendemos ésta como la
introducción de aspectos de lo privado en lo público13. Así, se puede
hablar de privatizaciones formales en los aspectos jurídicos (empresas
públicas) o en la financiación (patrocinio y mecenazgo privado de servicios
públicos). Pero también se pueden dar otros supuestos como la
privatización material, con un abanico de opciones que van desde privatizar
la función hasta privatizar la tarea.
12
“Gestión Cultural Pública. Entrando en el nuevo Milenio”. Mikel Etxebarría Etxeita. Revista Periférica. Nº 1.
Diciembre 2000.. Ed. Vicerrectorado de Extensión Universitaria. Universidad de Cádiz.
13
HAMMER, E. La privatización de la empresa pública. Revista del Instituto de Estudios Económicos. IEE. Madrid,
1985.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
62
En el caso de la primera opción (Privatización de la Función) se trata, en
esencia, del abandono por parte del sector público de un área de
intervención que considera puede o debe ser cubierto por la iniciativa
privada.
En el segundo supuesto ( Privatización de la Gestión: También llamada
“Gestión delegada”). El equipamiento continua siendo público, pero
su gestión pasa a ser privada. Lo que se privatiza no es el “servicio”
sino la “tarea”. Esta segunda opción es la que se está hoy desarrollando en
Europa de forma importante en el marco de la relación público-privado,
especialmente en sistemas de submisión (se desarrolla la tarea pero no
existe relación económica directa con los usuarios) y sistemas de concesión
(sí existe una relación económica directa).
Como conclusión, podemos indicar que en cuanto a modelos de relación
público / privada, en la Europa comunitaria se pueden observar notables
avances en la clarificación de la tradicional dicotomía público / privada.
Las políticas institucionales de apoyo a los sectores industriales ya no
ignoran las políticas culturales, y éstas últimas van dejando patente su
capacidad de dinamización económica además de su intrínseco valor para
el desarrollo social. Se avanza hacia un consenso en torno a que la
generación de empleo en Cultura pasa por la promoción de mercados
autónomos y de organizaciones autónomas, es decir, por una apuesta
decidida por el desarrollo de un tejido empresarial e industrial maduro en el
ámbito cultural.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
63
3.9. Empleo en el sector cultural de la Unión Europea.
Conviene indicar en primer lugar, que en Europa se carece aún de
información precisa sobre el vínculo entre la cultura y la creación de
empleo a nivel regional, no disponiéndose todavía de estudios o datos
referentes a todos los países comunitarios. Además, las variaciones según
los Estados miembros en la definición y la clasificación estadística de la
cultura son muy importantes, por lo cual resulta difícil dotar de
homogeneidad a los diversos trabajos existentes. En todo caso, lo que si
existen son algunos informes y análisis de carácter general.
En cifras manejadas para la elaboración del informe "In from the
margins" del Consejo de Europa 14, se calcula que en la Europa de los
15, había en 1996 unos 5 millones de personas ocupadas en menesteres
culturales. Ello suponía ya entonces un nivel de empleo y creación de
riqueza superior al de la industria del automóvil, la energía o la
agricultura, quedando solamente por debajo de la banca, la
alimentación o los transportes.
Con respecto a datos parciales o sectoriales, un análisis centrado en la
industria musical elaborado por EMI Music en el año 2001 indicaba que el
sector movía en Europa en torno a 12.000 millones de euros al año, dando
trabajo a 600.000 personas y generando 1.900 millones de euros en
impuestos.
Por otro lado, un estudio15 elaborado desde Alemania por encargo de la
Comisión Europea de Empleo y Asuntos Sociales el pasado año 2002,
indica que en estos momentos existen en la UE más de 7 millones de
trabajadores en el sector cultural. Dato que aumenta de forma sensible el
número aportado por anteriores análisis.
Según dicho trabajo, desde 1995 a 1999, el sector cultural en el EU
experimentó un índice anual medio del crecimiento del empleo de 2,1%,
concentrándose este crecimiento en las áreas culturales más vinculadas a la
14
."In from de Margins". Dossier Europeo para el Informe Mundial sobre Cultura y Desarrollo, Comisión
Pérez de Cuéllar, UNESCO. Editado por el Consejo de Europa.1996
15
“Exploitation and development of the job potential in the cultural sector”. MKW Wirtschaftsforschung GmbH,
Munich, 2001.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
64
creación de contenido, mientras que el empleo se estancó en las áreas más
vinculadas a la actividades culturales más industriales (tales como la
industria de impresión y las artes gráficas).
Durante dicho período, el empleo en las ocupaciones culturales de carácter
privado creció fuertemente un promedio anual de 4,8 %, mientras que las
vinculadas al sector cultural público vieron cómo disminuía el número de
puestos de trabajo.
En cuanto a la tipología, el estudio indica que el sector está formado, en su
mayor parte, por empresas pequeñas, ya que solamente el 13,2 % de las
compañías tienen más de 50 empleados. Otro dato revelador que se
desprende del citado estudio es que el sector cultural europeo está
conformado de forma mayoritaria por profesionales autónomos (Se estima
que por cada empleo regular en una empresa del sector, existen 1,3
empleos autónomos). En cuanto al empleo femenino, el estudio afirma que
las mujeres están también subrepresentadas en el sector, ocupando
aproximadamente un 30 % del empleo total de las industrias creativas,
disminuyendo hasta un 20% entre quienes inician una nueva actividad
empresarial en el sector cultural.
Con relación a sectores emergentes de la industria cultural como el
multimedia, el software y la creación de contenidos digitales, la Unión
Europea cuenta en la actualidad con aproximadamente 1,5 millones de
empresas en activo, lo cual representa un total de 12,4 millones de
trabajadores. El estudio afirma que, suponiendo una cifra de crecimiento
anual recesiva durante los próximos 10 años (que iría desde el 10% por
ciento en 2001 a apenas un 3 por ciento en 2011), se pueden estimar en 22
millones los puestos de trabajo en este ámbito para ese último año,
suponiendo, aproximadamente 9,6 millones de nuevos trabajos en los
ámbitos del multimedia y software a finales de la década próxima.
Podemos afirmar, en consecuencia, que la cultura es una fuente
primordial de nuevos empleos, contribuyendo notablemente al PIB (del
0,8 al 3% en los países de la Unión Europea), y disponiendo de un
efecto multiplicador directo e indirecto en el plano local. Este empleo
tiene localizaciones muy concretas, pudiendo hablarse de
determinados territorios y regiones con una clara tendencia hacia la
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
65
especialización cultural en países como Alemania, Francia, Italia, Gran
Bretaña, Irlanda o España.
CUADRO RESUMEN
Para que las ciudades europeas puedan enfrentarse al doble reto de ser más
competitivas en el mercado por un lado, y de garantizar un entorno más habitable y
equitativo a sus habitantes por otro, dependen en gran medida de una serie de
factores como son: la existencia de una mano de obra cualificada, la calidad
medioambiental de su entorno, su patrimonio, equipamientos e infraestructuras
educativas y culturales, su dinamismo administrativo, económico y comercial, o su
proyección exterior.
En ese contexto socioeconómico, resulta preciso ubicar el área cultural como uno de
los ejes estratégicos fundamentales de la ciudad. Las iniciativas culturales locales
permiten reconstruir el entorno próximo a partir de las singularidades y las riquezas
de cada territorio, mediante la combinación de factores económicos, sociales y
culturales. Su incidencia en el desarrollo local y regional resulta importante porque:
Son un factor cada vez más decisivo en la localización de nuevas inversiones, ya que
refuerzan la imagen y el atractivo de una región o ciudad; suponen una importante
fuente de puestos de trabajo, y favorecen la cohesión y la integración social, mediante
estrategias de estímulo, de animación y de experimentación. Estas funciones
necesitan la entrada en juego nuevos agentes locales.
En cuanto a la relación entre industria cultural y territorio, indicar que los productos
e industrias culturales ofrecen posibilidades de creación de nuevos empleos, al ser
portadores de elementos como la creatividad, innovación y producción, beneficiosos
para las economías regionales y locales, ya que permiten transformar la ingente
cantidad de información disponible a precios asequibles, en conocimiento activador
de las personas y las organizaciones, contribuyendo a aumentar el capital social de
los lugares y permitiendo su conversión en “Territorios Inteligentes”.
La simbiosis “cultura / territorio” se está produciendo mediante iniciativas de
intervención pública para el fomento de la industria cultural privada como los
“parques” y “distritos” culturales, que suponen una vinculación entre el territorio, la
política cultural, y la política industrial y tecnológica; otros ámbitos de interés son las
ferias y festivales que estimulan la actividad cultural y la visibilidad de las ciudades
de tamaño medio en ámbitos como el teatro, la música en vivo, la danza, el cine o la
cultura tradicional.
Respecto a los modelos de relación público / privada, la administración puede
contribuir al desarrollo del sector cultural privado de diversas formas:
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
66
- A partir de su apoyo en las etapas previas de los proyectos, liderándolos e
invirtiendo en ellos a fin de hacerlos más visibles ante los otros actores industriales
implicados; creando así condiciones propicias para que los artistas, los creadores y
emprendedores culturales puedan trabajar de manera creativa mediante nuevos
mecanismos de ayuda e instrumentos de financiación (créditos, capital riesgo, fondos,
etc).
- Implantando formulas de gestión delegada para atender los servicios equipamientos
culturales públicos a través de las diversas modalidades que el marco legal permite.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
67
4. El sector de la cultura
y el ocio en España.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
4.
68
El sector de la cultura y el ocio en España.
4.1. Breve historia de las políticas culturales en España.
La gran reestructuración del Estado y del sistema económico que comenzó
a producirse en España en 1977 inició lo que algunos expertos denominan
como la “construcción de un Estado del bienestar de dimensión media –
baja”. En ese contexto, arrancó una política de descentralización cultural
con una primera etapa (1977 / 1982) en la que las transferencias resultantes
se fueron desplegando de forma irregular y con grandes desequilibrios
entre autonomías. La consolidación del proceso terminaría por reafirmarse
gracias a la creación en 1979 de las primeras concejalías de cultura en los
ayuntamientos y con el progresivo traspaso de las transferencias en la
materia a los gobiernos autónomos.
La década de los años 80 fue un período en el que se consolidaron las
bases legislativas e institucionales que permitieron la definitiva
configuración del sistema de servicios culturales del Estado. La política
del Ministerio de Cultura durante esa etapa, se orientó a consolidar centros
de referencia de servicios culturales en todas las áreas de actividad y a
intentar poner en marcha redes básicas de infraestructura cultural de ámbito
territorial; una línea en la que se contó con la cooperación de las
comunidades autónomas y los ayuntamientos. Es el momento de la mejora
de toda la red de museos estatales, de la puesta en marcha del Plan
Nacional de Auditorios, y la recuperación de diversos teatros públicos.
En general se puede hablar de una serie de etapas en éste proceso en las que
se da una mayor correspondencia entre políticas públicas y ciclo
económico (con una reducción de las inversiones públicas de carácter
cultural, coincidiendo con la reconversión económica de los años 1983 a
1986, o con la recesión del 93 / 96) y, en otras, con los avatares políticos
(reajuste del estado de las Autonomías).
Con relación al contexto internacional, España quemó fases a una
gran velocidad. La distancia en cuanto a equipamientos y políticas
culturales eran abismales, y nuestro país se mantuvo al margen en dos
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
69
momentos cruciales en cuanto a lo que se refiere al desarrollo de lo que
hoy entendemos como política cultural.
El primer momento abarca desde el final de la Segunda Guerra
Mundial hasta finales de los años setenta. Es el período de aparición de
los principales programas y estructuras públicas dedicadas a la
cultura, que tiene lugar en Europa y América. Así, el Arts Council
británico arranca en 1945; el Ministerio de cultura francés con André
Malaraux al frente lo hace en 1959; el National Endowment for the Arts
(NEA) estadounidense en 1965, y el Arts Council canadiense también por
esas fechas.
Esta etapa se caracteriza por una comprensión “humanista” (liberadora e
ilustrada) del arte y la cultura, y es indisociable del trauma de la guerra y de
la necesidad de una reconstrucción social, moral y democrática que
contribuya a restañar las heridas.
El segundo momento arranca al inicio de la década de los ochenta, y es
la etapa en que se constituyen las estructuras y nociones de las políticas
culturales europeas tal y como las conocemos hoy día. El paradigma es
la política de Jack Lang en Francia a partir del mandato socialista de 1981;
en el lado estadounidense, este principio de década marca el final de la
expansión del NEA (National Endowment for the Arts). Instrumento
fundamental de apoyo a las industrias creativas norteamericanas, que
experimentó un brutal recorte de su capacidad financiera y su autonomía a
partir del mandato republicano Reagan – Bus. Es el inicio de la hegemonía
neoliberal y de las estrategias privatizadoras. Se trata de un período en el
que se plantea de forma cada vez más evidente la polaridad entre el
modelo cultural estadounidense y el europeo. Además, es el momento en
que se inicia el reconocimiento de la existencia de una industria cultural
emergente, así como de las estrechas vinculaciones entre cultura, economía
y empleo.
En cuanto a la creación del modelo de políticas culturales podemos hablar
de, al menos, tres fases, en función de las diferentes etapas políticas por las
que nuestro país atraviesa a partir del fin de la dictadura:
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
70
• 1979-1983. Constitución de los nuevos Ayuntamientos democráticos.
Victoria de la izquierda en las ciudades. En los grandes municipios se
redactan reglamentos de participación ciudadana. La nueva cultura
participativa explota cristalizando en multitud de iniciativas,
experiencias y propuestas artísticas. Es la época de “la movida”. Se
detecta un gran dinamismo cultural.
• 1983-1987. Mayorías absolutas con hegemonía del PSOE. Nueva
legislación local: Ley Reguladora de Bases de Régimen Local (1995),
Reglamento de Organización y Funcionamiento –ROF- (1986),
Construcción masiva de equipamientos culturales e infraestructuras
(Auditorios, Casas de Cultura, Museos...). Predomina una política
cultural organizada desde arriba; dirigista, programada y ejecutada por
profesionales. Progresivo arrinconamiento de los movimientos
vecinales. La administración confunde participación con “dar
información” y “oír” a los vecinos. Se empieza a identificar “política
cultural” con “grandes eventos”. Se inicia la puesta en marcha de
equipamientos culturales con vocación de impacto.
La propia denominación de los técnicos y profesionales de la cultura refleja
de forma evidente estos cambios, del “animador” cultural se pasa
rápidamente a un nuevo perfil: el de “gestor” cultural.
• Desde ese momento y tras los sucesivos mandatos socialistas (91-95)
y (95-99) con un ascenso del Partido Popular, se agudiza la citada
tendencia, con el agravante de un recorte sensible en los presupuestos
destinados a cultura a partir del año 93, debido a los efectos de la
recesión económica. Esta reducción aplazó algunos proyectos y obligó
al redimensionamiento de otros muchos, introduciéndose lentamente en
el mundo de la cultura pública, criterios de gestión económica,
búsqueda de financiaciones privadas y sistemas de cobro por servicios a
los usuarios.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
71
4.2 Cultura, ciudad y territorio.
4.2.a. La ciudad en el territorio.
En el momento actual, las administraciones centrales ven limitadas sus
competencias y su soberanía tanto por arriba como por abajo. Esto ha
provocado el que, desde la década de los ochenta se haya ido construyendo
una agenda local conformada por unas políticas públicas orientadas a crear
un cierto modelo de “municipio de bienestar”.
En palabras de Ismael Blanco y Ricard Gomá 1, ésta dinámica ha ido
conformando una oferta de políticas municipales estructurada en un
cuádruple ámbito: el espacio económico-laboral, con políticas de
promoción del empleo y del tejido empresarial; el espacio del bienestar,
con políticas en torno al eje sociosanitario (atención social primaria, salud
pública) ); el espacio urbanístico-territorial, con políticas
infrastructurales, de movilidad, de equipamiento público y vivienda; y un
cuarto pilar en torno al eje sociocultural (educación, cultura, juventud,
deportes).
La realidad presente muestra cómo los municipios españoles, más allá del
estrecho marco legal, (la Ley Reguladora de las Bases de Régimen Local -7
/ 1985, art. 261 b- que establece la biblioteca pública como único servicio
cultural de carácter obligatorio para los municipios de más de 5.000
habitantes) gestionan, muchas veces en solitario, múltiples servicios,
actividades y equipamientos culturales de proximidad sin que existan
los recursos adecuados para ello; soportando, además, una demanda
creciente por parte de los ciudadanos a la que cada vez resulta más difícil
atender con la calidad esperada.
Este desbordamiento de las funciones tradicionales de los entes locales se
proyecta en dos dimensiones: hacia la ampliación de las agendas locales, y
hacia el desarrollo en ellas de nuevos roles estratégicos. En el ámbito
cultural, esta afirmación es corroborada por los datos del propio Ministerio
•
1
”Cultura y Ciudad. Proximidad y participación: Marco conceptual y presentación de experiencias”.
Ismael Blanco, Ricard Gomà. Institut de Govern i Polítiques Públiques (UAB) (2000).
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
72
de Cultura: En 1995 los Ayuntamientos soportaban ya un 45 % de la
inversión cultural total procedentes de las diferentes administraciones del
Estado.
Es en este contexto en el que están surgiendo nuevas experiencias de
gestión, entre ellas, el modelo público Relacional 2, que se propone
replantear la relación público / privado y cuya labor se centra más en
liderar, orientar y gestionar redes de organizaciones públicas y
privadas. En esta nueva dinámica relacional, el ciudadano aparece como
sujeto activo de derechos y no solo como beneficiario tal y como ocurría en
el anterior modelo del Bienestar; situándose en el centro de todo el proceso.
El modelo relacional implica el que la administración asume la
necesidad de no aumentar su tamaño, y que debe ir cediendo
progresivamente parcelas de actuación a otros sectores de la sociedad;
lo cual no quiere decir que se desentienda de sus obligaciones en el
mantenimiento y provisión de los servicios ciudadanos, y en su posición de
liderazgo democrático, sino que su rol ya no puede seguir centrado en la
gestión en régimen de monopolio de dichos servicios, y sí el diseño y la
supervisión de su calidad.
Una de las claves políticas de este modelo relacional, y del presente
momento cultural europeo, se halla en la resituación de la galaxia de
significados alrededor de términos como "sociedad abierta, "sociedad
civil", "tercer sector" u "ONG". Hoy sabemos perfectamente que favorecer
la iniciativa social en el ámbito cultural pasa por una intensa participación
en las políticas públicas, pactadas entre Administración y Sociedad, y
gestionadas por quien en cada caso esté mejor situado para hacerlo.
Abrir paso a está dinámica comporta el abandono de la tradicional
desconfianza propia del viejo modelo administrativo hacia las
organizaciones privadas, y su sustitución por una actitud de encuentro,
diálogo y cooperación; con una búsqueda de lógica y proporción entre los
recursos utilizados y los resultados, ya que eficiencia y eficacia dejan de ser
considerados como principios ajenos a la acción pública.
2
“Estado relacional y nueva gestión pública”. Antonio Díaz Méndez. Libro de comunicaciones. Experiencias de
ocio. Universidad de Deusto. Bilbao. 1997.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
73
El modelo relacional tiene su reflejo en lo que otros autores como Ismael
Blanco y Ricard Gomá3 denominan como “gobernance participativa y de
proximidad”, basada también en el análisis de la crisis de los sistemas de
gobierno tradicional, y en la resituación a la baja de las capacidades de
gobierno del Estado ante el fortalecimiento simultáneo de un nuevo eje
territorios – globalidad. Un fortalecimiento, el local, amparado por factores
estructurales como la fragmentación social, las nuevas relaciones de
género, el creciente dinamismo del tercer sector, o la revalorización de la
comunidad como referente de identidad.
La governance participativa y de proximidad favorece la aparición de
estrategias de lectura global de los territorios y las ciudades desde
prismas diversos; estrategias que dan lugar a procesos de actuación
multidimensionales, pero enhebrados por un hilo conductor, por un eje
que se proyecta sobre múltiples campos específicos de la política
pública local. Surgen así los Proyectos Educativos de Ciudad, las
Iniciativas de Ciudad Digital, los modelos de Ciudad de las Mujeres, las
Factorías Culturales, las Agendas Locales 21; estrategias en las que la
sostenibilidad, la educación, la interculturalidad, la creatividad, y la
sociedad del conocimiento se convierten en perspectivas de acción
transversal que, al menos en teoría, dotan de proyecto a una gestión política
de proximidad.
Como en todo proceso de cambio histórico de paradigma, lo viejo (el
gobierno tradicional) y lo nuevo (llámese modelo relacional o governance
participativa y de proximidad) coexisten y se solapan; Algunas veces se
complementan; Otras muchas entran en tensión. Nada es nítido, ni se
producen sustituciones de lo tradicional por lo emergente de la noche al
día, y sin costes de aprendizaje colectivo.
3
“La crisis del modelo de gobierno tradicional. Reflexiones en torno a la governance participativa y de proximidad”.
Ismael Blanco y Ricard Goma. Instituto de Gobierno y Políticas Públicas, Universidad Autónoma de Barcelona.
2000.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
74
4.2.b. El modelo territorial español.
Para comprender un poco mejor los fuertes vínculos existentes entre la
actividad cultural y el territorio, indicar que nuestro modelo territorial se
caracteriza por su concentración y polarización. En él, las grandes
áreas metropolitanas aglutinan a la mayor parte de población y la
actividad económica, los centros de decisión, los centros de
investigación e innovación tecnológica y las principales
infraestructuras y equipamientos 4; pudiéndose hablar de hasta tres tipos
de áreas especificas:
• Áreas Metropolitanas Internacionales: Madrid y Barcelona.
• Áreas Metropolitanas Nacionales: Valencia, Sevilla, Bilbao, Málaga,
Zaragoza y Las Palmas.
• Áreas en proceso de metropolitanización: Oviedo – Gijón – Avilés,
Alicante – Elche, Vigo – Pontevedra, Murcia, Palma de Mallorca,
Valladolid y La Coruña.
Además, España dispone de dos estructuras demográficas diferenciadas:
• Los espacios “centrales” con población estable y crecientemente
envejecida.
• Las regiones “periféricas”, situados en zonas litorales con una
población más joven.
La densidad media de población en España es de (77 hab/km2), la mitad
de la de la Europa comunitaria (150 hab/km2). Las mayores tasas de
incremento de la población corresponden a ciudades de tamaño medio que
han empezado a sustituir a las grandes aglomeraciones como punto de
atracción de las migraciones internas.
“El Sistema de ciudades en Europa y España. Desarrollo urbano y estratégico de política territorial”. Francisco Herrera. Ed. Alfa
Delta 1998.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
75
En ese sentido, viene cobrando fuerza el dinamismo del eje mediterráneo,
extendido a la totalidad de las provincias costeras andaluzas. Las provincias
del eje están especializadas en el sector industrial, el de servicios y, varias
de ellas, en ambos.
Además, se ha producido una recesión relativa de la mayor parte de las
provincias del valle del Ebro y el litoral Cantábrico y Atlántico, muy ligada
a los procesos de declive industrial.
Se da también una fuerte especialización en los sectores agrarios y la
construcción en el interior peninsular.
Está dinámica de crecimiento territorial permite visualizar una serie de ejes
y ámbitos con mayor potencial de desarrollo:
•
•
•
•
•
•
El eje Mediterráneo.
El eje del Ebro.
La región urbana de Madrid.
El corredor de Irún a Portugal, por Burgos, Valladolid y Salamanca.
Por Andalucía, el eje litoral Algeciras – Almería.
El espacio formado por el área metropolitana de La Coruña, la ciudad de
Santiago y el área de Pontevedra – Vigo.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
76
La jerarquía del sistema de ciudades español
Jerarquía
del sistema
español de
ciudades.
Fuente: Ministerio de obras Públicas,
Transporte y Medio Ambiente, 1994.
Metrópolis nacionales.
Metrópolis regionales.
Metrópolis subregionales.
Centros subregionales.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
77
4.2.c. La cultura como un factor estratégico de revitalización y
desarrollo socioeconómico. Concentración, especialización y “brecha
cultural” en las regiones y municipios españoles.
Para situar la creciente importancia que la cultura está adquiriendo en la
agenda pública regional y local, podemos partir del siguiente dato: El
presupuesto destinado específicamente a Cultura por el Ministerio de
Educación, Cultura y Deporte para el 2002 5 fue de 529 millones de €, una
cifra que supuso un incremento del 8 % con respecto a la del año anterior,
pero que todavía es inferior a los 651 millones de € que suman las
inversiones públicas en cultura de los gobiernos de cuatro comunidades
autónomas como Catalunya (240 millones de €), País Vasco (154,4
millones de €), Galicia (143,4 millones de €) y Andalucía (130,8 millones
de €) 6.
En el período 1993 / 97, la media del peso de las Comunidad
Autónomas en el Gasto Público Cultural ha pasado de ser un 28,9 % a
un 35,8 % (siete puntos de diferencia), lo cual manifiesta que, de forma
progresiva, se va abriendo paso una concepción más estratégica de la
cultura en la agenda política de los diferentes territorios.
En todo caso, a la hora de hablar de gasto público cultural por comunidades
autónomas, debemos considerar que la amplitud de competencias,
atribuciones y presupuestos vienen condicionados por los respectivos
Estatutos de Autonomía, las diversas estrategias políticas y la importancia
que cada Comunidad otorga a su cultura propia. Por regla general, tal y
como explica Ramón Zallo7, a mayor expresión cultural diferenciada y
mayor carga simbólica identitaria, mayor implicación en bienes y servicios
culturales propios.
5
“Las cifras de la cultura española. Estadística e indicadores”. Ministerio de Cultura y Deporte. 2002.
6
En el caso de Andalucía, y a diferencia del presupuesto vasco o gallego, no incluye la Radio Televisión
Autonómica.
7
“Políticas culturales territoriales: una experiencias rica pero insuficiente”., incluida en la publicación:
“Comunicación y cultura en la era digital. Industrias, mercados y diversidad en España”. Enrique Bustamante
(coord.) Editorial Gedisa. 2002
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
78
Uno de los principales estudios de referencia existentes sobre el gasto
público cultural de las comunidades autónomas españolas, así como del
peso económico del sector cultural privado, tal y como veremos más
adelante, es el elaborado para la Fundación Autor8. Se trata de un trabajo
minucioso que recoge datos sobre las ventas, valores añadidos brutos, su
relación con el PIB regional y español, número de empresas y asalariados
en cultura, e inversiones culturales públicas de carácter regional y local.
Según dicho trabajo, las dos principales áreas metropolitanas (Madrid y
Barcelona) concentran el 22% de la población en menos del 1% de la
superficie nacional, y en ellas se producen las dos terceras partes de los
gastos en I+D de España. Con relación a las cifras correspondientes al
sector cultural, los datos existentes revelan un progresivo proceso de
concentración: así dos tercios de los recursos (63,4 % del total) y de la
mano de obra (55 %) cultural se ubican entre Madrid y Barcelona.
Aunque Madrid tiende a incrementar de forma más rápida su peso en
producción cultural (el 11,5 % de su PIB regional, el doble de lo que el
sector representa para Catalunya). A pesar de esta diferencia, Catalunya
supone, según el estudio de la Fundación Autor, el 23 % del PIB cultural
española, y el 11 % de su empleo está relacionado con el sector, aunque su
aportación al PIB territorial es de 5,5 (la mitad de Madrid).
Valor Añadido Bruto de la Cultura en algunas regiones.
1997 con referencia en la Tasa de Variación Interanual (TVI) a 1993
8
VAB en
millones
de €
%
Cultural
España
%
Regional
% TVI del
PIB
Cultural
regional.
Madrid
8,62 €.
39,9
11,5
33
Catalunya
5,08 €.
23,5
5,5
15,5
Valenciana
1,46 €.
6,7
3,2
24,3
Ver: “La Industria de la Cultura y el Ocio en España. Su aportación al PIB (1993-1997”. María Isabel García
Gracia; Yolanda Fernández Fernández, y José Luis Zofío Prieto. Ed. Fundación Autor. Madrid. 2000
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
Andalucía
1,17 €.
5,43
1,88
24,5
Galicia
0,64 €.
3,00
2,5
2,3
Extremadura
0,11 €.
0,48
1,2
20,8
ESPAÑA
4,5
79
22,8
Fuente: María Isabel García y otros. “La Industria de la Cultura y el Ocio en España. Su aportación al PIB
(1993-1997). Ed. Fundación Autor. 2000.
Madrid consolida, por tanto, su especialización en el sector cultural, y su
elevada concentración de recursos (tanto públicos como privados) supone
un 40 % del total del PIB cultural español. Lo que estas cifras manifiestan
de forma clara son las progresivas diferencias regionales, hasta el punto de
poder empezar a hablar de una creciente “brecha cultural” entre
comunidades. Los datos son claros: Mientras el PIB por habitante sufre
una variación máxima de 1 a 2 entre las distintas Comunidades Autónomas,
en cambio las diferencias son abismales en ventas culturales por habitante
(27 veces más ventas a empresas, particulares y sector público en Madrid
que en Extremadura) y VAB cultural por habitante (13 veces más).
PIB por habitante y ventas y VAB culturales por habitante 1997
PIB (en millones
Habitant.
de euros)
(1998)
84.285,7 €.
5.091336
16.554,7 €.
26.263,8 €.
5.158,5 €.
Catalunya
94.544 €.
6.147.610
15.379 €.
16.066 €.
2.613,5 €.
P. Valencia
46.606,2 €.
4.023.441
11.583 €.
3.401 €.
845,3 €.
Galicia
27.273,2 €.
2.724.544
10.010 €.
1.266,2 €.
464,7 €.
Andalucía
64.656,8 €.
7.236.459
8.934,8 €.
2.441,4 €.
337,3 €.
8.433,9 €.
1.069.419
7.886 €.
197,6 €.
184,7 €.
494.139,5 €.
39.852.651
12.375,2 €.
60.544,2 €.
1.519,2 €.
Madrid
Extremadura
ESPAÑA
PIB/Hab.
Ventas
Sector Cultura
Ventas/
Habitante
Fuente: Ramón Zallo con datos de la Contabilidad Nacional, el Informe de la Fundación Autor y otros.(2002)
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
80
Tal y como apunta Ramón Zallo en su análisis de estos datos, todo
muestra que se está reproduciendo de forma muy ampliada la distancia
de los territorios que ya tenían ventaja en el modelo fordista o
industrial. La especialización de algunos territorios en sectores punta
de alto valor añadido (cultural e informacional) ya está aumentando
esa diferencia. La cultura contemporánea, a pesar de su elevado grado de
inmaterialidad, se desarrolla condicionada por el grado de industrialización
previo y por las herramientas y estímulos económicos de que dispongan los
diferentes territorios; así como por su consideración, o no, como un factor
estratégico del desarrollo territorial.
Aún cuando el VAB es muy desigual y está muy condicionado por el
sector privado y el dinamismo económico de cada territorio, una
constatación general es que la contribución pública es más importante
cuanto menor sea el desarrollo empresarial privado. Esto puede suponer
un efecto multiplicador y dinamizador del tejido social y el capital privado
regional. Por el contrario, un territorio como Madrid que supone el 40 %
del sector cultural, no requiere un gran impulso del gasto público para su
desarrollo.(A pesar de concentrar el 12,7 % de la población y de una gran
parte de los equipamientos públicos centrales, no absorbe más que el 10,9
% del Gasto Publico Cultural nacional).
El Gasto Público Cultural en España por comunidades autónomas.
Gto.Púb. Cultural
1993 (en mill de €)
G. Público
Cultural 1997
Tasa %
Variación
IInteranual
% sobre total
gasto público
España
G. Publico
por habit.
1997
Andalucía
358,8 €
594 €
13,4
15,3
82.08 €
Extremadura
67,28 €
84,9 €
3,1
2,0
71,15 €
Madrid
289,5 €
422,7 €
9,9
10,9
83,02 €
Canarias
112,13 €
190,45 €
14,02
4,9
116,84 €
Catalunya
467,28 €
641 €
8,2
16,5
104,28 €
Valencia
224,85 €
387,53 €
14,6
10
96,3 €
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
Baleares
81
49,27 €
78,51 €
12,4
2
98,57 €
Galicia
201 €
285,66 €
9,2
7,4
104,8 €
País Vasco
260,77 €
418,71 €
12,6
10,8
199,51 €
Navarra
20,85 €
74,17 €
37,3
1,9
139,74 €
ESPAÑA
2.596,4 €
3.880,46 €
10,6
100
97,37 €
Fuente: Ramón Zallo con datos de la Contabilidad Nacional, el Informe de la Fundación Autor y otros.(2002)
Otro dato relevante extraído del informe de la Fundación Autor es el
destino del gasto de los distintos agentes públicos. En el caso de los gastos
locales (municipios, diputaciones o cabildos) se orientan más a servicios, y
los de los gobiernos Autonómicos suelen tener un mayor peso en la
creación de infraestructuras.
Para abundar en las diversas realidades socioculturales de las regiones
españolas, podemos servirnos también de la información aportada por el
Anuario Social de La Caixa9; uno de los análisis de mayor rigor y fiabilidad
según la mayor parte de los expertos, y que realiza una suerte de
radiografía comparativa del territorio a partir de 490 variables y 430.000
datos recogidos en 3.167 municipios: Con estos datos, se analiza desde la
situación de los respectivos modelos sanitarios, de empleo, cultura, ocio,
educación, hasta cuestiones como las condiciones laborales, el
medioambiente, el nivel de equipamientos del hogar, la renta, o el grado de
bienestar.
En cuanto a la realidad sociocultural de los distintos territorios, y
utilizando tan solo la información relacionada con las siete comunidades
autónomas que participan en el proyecto Cultur@civitas, los datos son
los siguientes (en color rojo van aquellos valores que no alcanzan la media
nacional):
9
“Anuario Social de España”. Fundación La Caixa, (2003)
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
82
Radiografía Social de España
(por comunidades Autónomas)
Comunidades A
Autónomas
Andalucía
3
B
C
D
E
F
G
H
I
J
2
4
3
3
3
6
5
6
6
Asturias
5
4
7
6
3
5
5
4
7
7
Canarias
7
4
6
5
6
9
8
3
5
9
Cast. León
6
5
7
6
4
6
4
8
7
3
Extremadura
4
1
3
4
4
8
4
8
6
5
Galicia
4
4
5
2
5
5
6
4
7
8
Murcia
6
3
5
4
7
9
8
7
5
5
Total España 5
5
5
5
5
5
5
5
5
5
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Anuario Social de La Caixa 2032)
A.- Bienestar
B.- Renta
C.- Nivel de educación
D.- Oferta de Cultura y Ocio
E.- Nivel de empleo
F. Condiciones de trabajo
G.- Accesib. Eco.-Comercial
H.- Convivenc. Y Partic. Social
I.- Seguridad y Medio Ambiente
J.- Entorno y Clima
A partir de la información aportada por los diez indicadores seleccionados
en la tabla inmediatamente superior podemos identificar algunas
dinámicas:
Número de indicadores locales por debajo de la media nacional:
• La Comunidad autónoma andaluza y la de Extremadura ambos con
seis se sitúan a la cabeza. Le siguen: Galicia, con cuatro indicadores
por debajo de la media nacional, Asturias y Castilla León, ámbas con
tres indicadores; y finalmente se situarían Canarias y Murcia con dos
cada una.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
83
Si analizamos los indicadores más directamente relacionados con el
proyecto Cultur@civitas, obtenemos los siguientes datos:
Apartado c (nivel de educación):
Solo dos comunidades permanecen por debajo de la media nacional en éste
apartado: Extremadura (3) y Andalucía (4), en la media (5) estarían Galicia
y Murcia, y por encima Canarias (6), Asturias (7) y Castilla – León (7).
Apartado e (Nivel de empleo).
Cuatro comunidades permanecen por debajo de la media nacional:
Andalucía y Asturias (ambas con 3), Extremadura y Castilla León (ambas
con 4); En la media (5) se sitúa Galicia, y por encima encontraríamos a
Canarias (6) y Murcia (7).
Apartado g (oferta de cultura y ocio).
Cuatro comunidades permanecen por debajo de la media nacional: Galicia
(2), Andalucía (3),Extremadura (4) y Murcia (4); En la media (5) está
Canarias, y por encima Asturias (6) y Castilla – León (6).
Apartado h (Convivencia y participación social)
Tres comunidades se sitúan por debajo de la media nacional: Canarias (3)
además de Galicia y Asturias (ambas con 4); En la media (5) encontramos a
Andalucía, y por encima se sitúan Murcia (7) , Extremadura (8), y Castilla
León (8).
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
84
CUADRO RESUMEN
Nuestro país, en relación al resto de los integrados en el espacio comunitario,
arrastra un considerable retraso en cuanto a modelos de gestión y metodología de
intervención cultural; y esto es así porque, histórica y políticamente, España se ha
mantenido al margen de la realidad cultural exterior durante etapas cruciales de su
evolución.
No será hasta la década de los años 80 del pasado siglo XX cuando se asienten en
España las bases legislativas e institucionales que permitieron la definitiva
configuración del sistema de servicios e infraestructuras culturales de carácter
público. Esta situación de retraso ha supuesto que, actualmente, los municipios
españoles gestionen, muchas veces en solitario, múltiples servicios, actividades y
equipamientos culturales de proximidad sin que existan los recursos adecuados para
ello; soportando, además, una demanda creciente por parte de los ciudadanos a la
que cada vez resulta más difícil atender con la calidad requerida.
Es en este contexto en el que están surgiendo nuevas experiencias de gestión como el
modelo público Relacional, que se propone replantear la relación público / privado y
cuya labor se centra más en liderar, orientar y coordinar redes de organizaciones
públicas y privadas. Este modelo relacional tiene su reflejo en lo que otros autores
denominan como “gobernanza participativa y de proximidad”, basada también en el
análisis de la crisis de los sistemas de gobierno tradicional, y en la resituación a la
baja de las capacidades de las administraciones ante el fortalecimiento simultáneo de
un nuevo eje territorios – globalidad. Un fortalecimiento amparado por las nuevas
realidades locales: la fragmentación social, las nuevas relaciones de género, el
creciente dinamismo del tercer sector, o la revalorización de la comunidad como
referente de identidad.
En cuanto al modelo territorial español y su vinculación con las dinámicas
culturales, indicar que se caracteriza por su concentración y polarización, pudiéndose
hablar de una creciente “brecha cultural” entre regiones, donde las grandes áreas
metropolitanas aglutinan a la mayor parte de población y la actividad económica, los
centros de decisión, los centros de investigación e innovación tecnológica y las
principales infraestructuras y equipamientos para la creación cultural; así, dos
tercios de los recursos (63,4 % del total) y de la mano de obra cultural (55 %) se
ubican en Madrid y Barcelona.
Se está reproduciendo, por tanto, y de forma muy ampliada, la distancia de los
territorios que ya tenían ventaja en el modelo fordista o industrial; lo cual indica que
la cultura contemporánea, a pesar de su elevado grado de inmaterialidad, se
desarrolla condicionada por el nivel de industrialización previo y por las
herramientas y estímulos económicos de que dispongan los diferentes territorios; así
como por su consideración, o no, como un factor estratégico del desarrollo territorial.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
85
4.3. La iniciativa cultural pública en la ciudad.
A partir de los cuatro tipos de objetivos prioritarios reflejados en el capítulo
2 y que, según la mayor parte de los análisis de los sistemas culturales
urbanos, debe cubrir la iniciativa cultural pública, (satisfacción de
demandas internas; cultura como factor de desarrollo económico;
proyección externa de la ciudad, y relaciones de cooperación cultural y
trabajo en red) a continuación pasamos a ver el panorama general del sector
cultural público español.
4.3.a. La demanda cultural ciudadana: nuevos retos de la gestión
cultural.
En nuestro país, los cambios en los estilos de vida y tendencias de consumo
de la ciudadanía han provocado la disminución del gasto dedicado a bienes
relacionados con la alimentación y a productos de primera necesidad, y un
aumento de la proporción del destinado a bienes relacionados con el ocio y
la cultura. Este hecho se constata de forma clara en el siguiente cuadro de
evolución:
Evolución del gasto de los hogares españoles en Cultura
(1998 / 2000)
Tipo de gasto
Gasto total (millones de euros)
Gasto medio por persona (euros)
• En libros
• En prensa
• En servicios culturales
• En informática e Internet
• En otros bienes culturales
1998
5.564,1
142,3
16,0
36,6
35,0
18,6
36,1
2000
6.765,8
171,0
18,6
40,9
48,1
21,7
41,8
% variación
21,6 %
20,2
16,4
11,7
37,4
16,7
15,8
Fuente: “Cifras y Estadísticas de la Cultura en España. Ministerio de Educación y Cultura” (2002)
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
86
El hogar, y el equipamiento cultural disponible en él, tienen un
protagonismo creciente en el consumo y en la práctica cultural de los
españoles, protagonismo que está aumentando a medida que Internet y las
nuevas aplicaciones tecnológicas se generalizan socialmente, favoreciendo
la expansión de los productos culturales mediáticos, (Internet de banda
ancha, televisión por cable..). En cuanto a la importancia cualitativa del
consumo cultural doméstico, las principales prácticas desarrolladas en el
hogar son ver la televisión, escuchar música y oír la radio, mientras que la
lectura depende sobre todo del nivel de estudios y de la edad.
Fuera del hogar, las actividades realizadas están estrechamente
correlacionadas con la oferta cultural disponible. La biblioteca es el
equipamiento más extendido y el que se ha beneficiado de una mayor
transformación en los últimos años. Museos y patrimonio han visto también
incrementar notablemente sus visitantes, no sólo gracias a la explosión del
turismo cultural, sino también al aumento progresivo de la motivación de
los residentes. En cuanto a los espectáculos en vivo, el aumento de la oferta
y la facilidad para comprar entradas a través del teléfono o de los cajeros
automáticos, ha impulsado un incremento de la demanda. Sin embargo, la
actividad cultural más extendida fuera del ámbito doméstico, en
competencia abierta con la televisión y el vídeo, es la exhibición
cinematográfica.
Junto a esta realidad es importante tener en cuenta la entrada en juego de
otros actores: los grandes centros comerciales, que están diseñando
potentes ofertas de actividades que aúnan comercio y ocio, y que atraen a
cada vez mayor número de ciudadanos; convirtiéndose en una fuerte
competencia para los equipamientos culturales públicos creados en los
últimos años (casa de cultura, mediatecas, salas de exposiciones, teatros...)
a los cuales disputan de manera cada vez más explícita sus potenciales
usuarios.
Finalmente, y en cuanto a la participación activa en prácticas artísticas y
culturales de los ciudadanos, ésta se centra fundamentalmente en la
realización de cursos y talleres para el desarrollo de habilidades y aficiones,
lo cual es importante por cuanto, además del enriquecimiento que
representa para la persona la práctica amateur, hay que sumarle una mucho
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
87
más alta predisposición al consumo de productos y la asistencia a
actividades culturales.
Esta dinámica, tal y como se puede ver con claridad en los datos extraídos
del último informe del Ministerio de Cultura, están modificando
profundamente el gasto de los hogares españoles destinado a bienes y
servicios culturales. Dichos gastos muestran un creciente aumento del
consumo doméstico de carácter privado y de equipamientos tecnológicos,
en detrimento de los servicios culturales de ámbito público.
Distribución porcentual del gasto de los hogares
en bienes y servicios culturales. Año 1999
Libros no de texto
10,7%
Reparaciones
accesorios
audiovisuales
2,0%
Soporte para el registro
de imágenes y sonido
8,4%
Cines
9,2%
Prensa
23,5%
Teatros
1,4%
Espectaculos musicales
1,5%
Otros espectaculos
0,7%
SERVICIOS
CULTURALES
25,9%
Material de tratamiento
de la información e
internet
Equipo fotográfico,
13,2%
cinematográfico e
instrumentos ópticos
2,4%
Museos y bibliotecas
0,5%
Parques y similares
0,6%
Cuotas por lic. Radio,
TV, suscripción a cable
y satélite
6,2%
Equipos para la
recepción, grabación y
reproducción de sonido
e imagen
14,0%
Alquiler de TV y video
0,6%
Otros servicios
5,2%
Fuente: “Cifras y Estadísticas de la Cultura en España. Ministerio de Educación y Cultura” (2002)
Ese mismo Informe indica también que el gasto medio en bienes y
servicios culturales en España está muy condicionado por dos
variables: el tamaño del municipio en el que se viva, y el nivel de
formación del consumidor. Así, los mayores gastos en bienes y servicios
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
88
culturales los genera una persona con formación universitaria o estudios
medios, habitante de una capital de provincia o ciudad de más de 50.000
habitantes. Por el contrario, el nivel de gasto en bienes culturales de las
personas con estudios básicos o secundarios de primer ciclo o de aquellos
residentes en localidades de menos de 20.000 habitantes se reduce de forma
notable.
Gasto medio por hogar en bienes y servicios culturales, según
tamaño del municipio de ubicación del hogar y según nivel de
estudios del sustentador principal del hogar. Año 1999
Menos de 10.000 hab.
De10.000 A 20.000
De20.001 A 50.000
De 50.001 a 100.000
Más de 100.000 hab.
Capitales de provincia
TOTAL
Primer grado, sin estudios y analf
Enseñanza secund. Primer ciclo
Enseñanza secund. Segundo ciclo
Estud. Superiores no universitarios
Estud. Universit. Primer ciclo
Estud. Universit. Seg. Y tercer ciclo
0
200
400
600
800
1000
1200
(euros)
Fuente: “Cifras y Estadísticas de la Cultura en España. Ministerio de Educación y Cultura” (2002)
A tenor de estos datos, resulta imprescindible, por tanto, que desde las
administraciones locales se favorezca la creación de determinadas
condiciones en la sociedad hacia la que se dirigen las propuestas culturales,
al objeto de que éstas puedan ser aceptadas como cualesquiera otros bienes
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
89
de consumo cotidiano. Las políticas culturales más eficaces están poniendo
el acento en la inversión en la gente, con el fin de que puedan obtener
réditos de su imaginación, salgan de su atonía, y adquieran la capacidad de
organizarse y consumir de forma habitual actividades y productos
culturales. Para ello, los responsables públicos municipales asumen una
política basada en la creación y corrección de demandas, y en la formación
de públicos, al objeto de mejorar y modificar los hábitos de consumo
cultural de los ciudadanos. Lo cual significa sobre todo apostar de forma
clara por volver a dar vida a los equipamientos, luchando contra su
tendencia a absorber grandes cantidades del presupuesto para su propio
mantenimiento, en detrimento de su capacidad para ofertar programas de
actividades y servicios atractivos para sacar de su reducto privado al
potencial consumidor cultural.
Se ha producido un salto cualitativo importantísimo en cuanto a las
exigencias de los ciudadanos, y los equipamientos polivalentes tipo
“container para todo “ ya no sirven para las nuevas demandas. Hoy los
municipios necesitan estructuras ligeras y dinámicas que permitan a la
gente reunirse en pequeños grupos, que experimenten y propongan, que
acerquen los recursos a sus necesidades cotidianas; que oferten actividades
y servicios lo suficientemente estimulantes como para elevar la
predisposición al pago por dicha oferta.
Cultura y vida cotidiana están íntimamente ligadas; si no hay cultura no
hay vida. Formación, creación, información, comercio, negocios y ocio van
unidos al individuo y son estrictamente necesarios para reforzar los
procesos de cohesión social, lucha contra la exclusión y refuerzo de la
identidad territorial.
En todo caso, lo que si parece evidente en éste inicio de la primera década
del siglo XXI, es que se va agotando la necesidad de inversiones en
equipamientos básicos, lo que no sitúa frente a un nuevo escenario en el
que se puede atender más el lado cualitativo de la cultura, y los nuevos
requerimientos de la demanda ciudadana.
El transito hacia un modelo basado en el conocimiento de las necesidades y
deseos de la demanda, no es fácil. En nuestro país, tras veintitantos años
de creación de infraestructuras y equipamientos culturales, lo normal
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
90
sigue siendo no pensar en los contenidos más que de forma genérica, y
apostarlo todo al continente o, en todo caso, pensar cuando la
infraestructura ya ha alcanzado el “Punto de no retorno” y su
construcción se vuelve irreversible. Se trata del síndrome del
“contenedor” sin “contenido” que ha afectado en nuestra reciente historia
democrática a tantos equipamientos culturales concebidos, más como algo
con una misión específicamente inaugural y protocolaria, que como un
recurso para la creación, producción y disfrute cultural a medio y largo
plazo.
Una explicación sobre esta suerte de hipnotismo que en nuestro país ha
existido durante los últimos 20 años por las infraestructuras y los
equipamientos pudiera ser la tradicional sobrevaloración de la economía
material (el hardware), del aparataje, de lo tangible, que es perfectamente
cuantificable en cuanto a inversiones; aunque no necesariamente en cuanto
a efectos económicos reales, puesto que constituye más la condición del
desarrollo que el propio desarrollo; y una subvaloración de la “economía
de lo inmaterial” de los contenidos. (del software) que son más difíciles
de cuantificar en todos sus efectos multiplicadores sobre la vida
socioeconómica y cultural, a pesar de su enorme impacto cualitativo sobre
todos los órdenes, tanto productivos como no productivos.
4.3.b. La cultura como factor de desarrollo económico.
Progresivamente las instituciones públicas van tomando conciencia
sobre el hecho de que la producción y control de contenidos y servicios
es la llave estratégica de la industria cultural. Estos contenidos y
servicios no se generan automáticamente a partir de la existencia de
poderosos
equipamientos
emblemáticos,
vigorosas
estructuras
administrativas, ni las tecnologías telemáticas ni de sus aplicaciones de
software), ya que se basan, fundamentalmente, en la capacidad de
generación, producción y difusión cultural; es decir, en la creatividad de
nuestro tejido cultural industrial privado, y sobre su capacidad de
transformación y adaptación a las nuevas demandas en una sociedad del
conocimiento.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
91
Este hecho hace que sean los gobiernos locales (municipales y regionales)
los que puedan contribuir más eficazmente a mejorar las condiciones de
producción y de competitividad de las empresas de las que depende, en
último término, el bienestar de la sociedad local. En efecto, la
competitividad de las iniciativas culturales privadas depende menos de
barreras arancelarias o de tratos de favor político, que de la generación de
condiciones de productividad en el ámbito territorial en el que operan.
Tal y como Jordi Borja y Manuel Castells argumentan 10, ello incluye la
existencia de una infraestructura tecnológica adecuada; de un sistema de
comunicaciones que asegure la conectividad del territorio a los flujos
globales de personas, información y mercancías; y, sobre todo, de la
existencia de recursos humanos capaces de producir y gestionar en el nuevo
sistema técnico/económico. Dichos recursos humanos incluyen un sistema
educativo capaz de proporcionar una fuerza de trabajo cualificado, en todos
sus niveles; pero también requieren la existencia de condiciones de vida
satisfactorias en lo que respecta a la vivienda, servicios urbanos, salud y
cultura, que hagan de esa fuerza de trabajo educada un colectivo de
individuos y familias equilibrados y productivos. Pues bien, la producción
y gestión del hábitat y de los equipamientos colectivos que están en la base
social de la productividad económica contemporánea, son responsabilidad,
fundamentalmente, de los gobiernos locales y regionales.
Para lo cual, las administraciones comienzan a proveerse de diferentes
mecanismos e instrumentos tal y como se refleja en el apartado destinada a
analizar el papel de la administración pública para el estímulo de la
industria cultural.
10
“Local y Global. La gestión de las ciudades en la era de la información”. Jordi Borja y Manuel Castells. Ed.
Taurus. 1998.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
92
4.3.c. La proyección externa de la ciudad. (Los ejemplos y casos
españoles)
La inversión cultural forma parte de las estrategias de desarrollo
socioeconómico, al convertirse en un importante factor de localización
de actividades. La atracción de inversiones a una ciudad depende cada vez
más de su mano de obra cualificada, la calidad medioambiental de su
entorno, su patrimonio, equipamientos artísticos y culturales, su dinamismo
económico y comercial, sus festivales y espectáculos, etc.; factores todos
ellos que dependen sobremanera de decisiones políticas tomadas a escala
local.
El sector cultural se concibe ya como un ámbito directamente
productivo, pero también como un escaparate de atracción de
inversiones en un determinado espacio económico. Así, en un contexto
de creciente competitividad entre regiones y municipios, se han
multiplicado las iniciativas de marketing de la ciudad: “Vender ciudad” se
ha convertido en la consigna clave, tal y como podemos ver en los
siguientes ejemplos españoles:
Barcelona resulta un claro ejemplo de resta estrategia de revalorización de
la ciudad como entorno cultural. La experiencia de las Olimpiadas significó
un “saber hacer” en todos los sectores de su actividad. Una competencia
adquirida por el territorio con efectos socioeconómicos inmediatos, pero,
sobremanera, efectos para el medio y largo plazo ya que ha permitido
reposicionar a la ciudad como asiento de actividades terciarias avanzadas,
por una parte; y como centro de referencia de congresos, ferias
profesionales y eventos del Mediterráneo por otra. Todo ello sustentado
sobre una amplia oferta de infraestructuras y equipamientos culturales, de
ocio, comercio y restauración de calidad.
Esta apuesta supone que en la actualidad, Barcelona se haya convertido
durante el pasado año 2002 en el (sorprendente) primer destino turístico
nacional, por encima de lugares como Canarias o las Islas Baleares.
Otro ejemplo muy cercano de esta dinámica lo encontramos en Bilbao y
toda la operación vertebrada en torno a una estrategia cultural como la
construcción del museo Guggenheim, pieza clave de una ambiciosa apuesta
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
93
política realizada a comienzos de los 90 con el fin de contrarrestar la
sensación colectiva de decadencia socio-política causada por la quiebra del
sector siderometalúrgico, uno de los pilares económicos sobre los que
descansaba la actividad del gran Bilbao. Desde su inauguración en 1997
hasta el pasado 2002, el museo ha generado unan riqueza de 654 millones
de euros; atraído a casi cinco millones de visitantes, y aportado a la
Hacienda vasca 117,5 millones de euros; lo cual hace que esta apuesta
cultural suponga ya en estos momentos en torno al 0,6 % del PIB vasco.
El museo Guggenheim (que, por otro lado, ya se autofinancia en casi un
73%) ha sido la pieza básica de una estrategia más global fundamentada en
la creación o rehabilitación de una red de infraestructuras y equipamientos
que contribuyen al reposicionamento de la imagen exterior y de la actividad
económica de la ciudad como el nuevo Centro de Congresos y
Exposiciones, o las obras de remodelación, ampliación y modernización del
Museo de Bellas Artes; el cual, nueve meses después de su reinauguración,
había recibido 200.000 visitantes, número que duplicaba la media de los
cinco años anteriores, aún cuando se decidió cobrar entrada al museo y que
sus actividades dejasen de ser gratuitas (medida que pone en tela de juicio
muchos de los argumentos a favor de la defensa a ultranza de la gratuidad
de los servicios culturales de carácter público).
Valencia es una de las ciudades españolas que ha realizado una mayor
apuesta para resituar su imagen exterior a partir de una proyección
sustentada sobre una oferta de ocio y cultura bajo la denominación de
“Ciudad de las Artes y las Ciencias”. Su estrategia se basa en una red de
equipamientos de carácter emblemático como el Instituto Valenciano de
Arte Moderno (IVAM), el Palacio de las Artes, L’Hemisféric, el Museo de
las Ciencias “Principe Felipe” y El Oceanográfico, el mayor parque
acuático de Europa.
Valencia actúa en este momento como un contrapeso en el eje mediterráneo
al dinamismo socioeconómico y cultural de Barcelona.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
94
Las capitales europeas de la Cultura en España. Los casos de Santiago de
Compostela y Salamanca.
La oportunidad brindada por la consecución del estatuto de “capital
cultural” por ciudades de españolas de tamaño medio como Santiago de
Compostela en el año 2000 o Salamanca el pasado 2002, son también
ejemplos de cómo los eventos vinculados a la cultura suponen una
posibilidad para la renovación de las infraestructuras públicas y su
regeneración socioeconómica a partir de la concertación público / privada.
Santiago de Compostela, aprovechó la “capitalidad” para mejorar sus
infraestructuras culturales y sus servicios complementarios. El ejemplo de
colaboración público privada y de la concertación estratégica supuso que,
de los 18 millones de euros de presupuesto para actividades programadas,
casi 12 procedían de patrocinios comerciales privados. Además, las
administraciones implicadas reforzaron su cooperación, produciéndose una
apuesta firme de continuidad, reflejada en la actual construcción de la
Ciudad de las Artes y la Cultura como elemento de referencia básica en
cuanto a que se trata del mayor equipamiento cultural previsto en la
Cornisa Cantábrica.
Salamanca 2002
Con un presupuesto total para programación de 30 millones de euros,
aportados al 50% por instituciones públicas y privadas, la fundación
constituida para la gestión de los eventos previstos, consiguió una
asistencia media del 90% de los aforos, y más de 3 millones de visitantes a
la ciudad. El impacto sobre la renovación de las infraestructuras y
equipamientos culturales ha sido competo. Salamanca cuenta, a partir de su
estatuto de capital cultural, con la mejora o entrada en funcionamiento del
Teatro Liceo, el Centro de Arte de Salamanca, el Centro de Artes
escénicas, la sala de exposiciones Santo Domingo y el Museo de Historia
de la Automoción, así como el Pabellón Multiusos Sánchez Paraíso, lo cual
ha supuesto una inversión pública que superó los 66 millones de euros.
Además, la afluencia turística generada ha significado un enorme impacto
sobre la infraestructura turística y de servicios de la ciudad que apostó por
una renovación total mediante una inversión aproximada de 60 millones de
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
95
euros, que se han empleado, entre otras cosas, para construir una docena de
nuevos hoteles.
Los Parques y los Centros y Museos temáticos.
La irrupción del fenómeno de los parques temáticos vinculados al ocio y la
cultura, ha propiciado que se disparen las perspectivas turísticas de
numerosos puntos geográficos en España.
“Terra Mítica” en la Comunidad Valenciana, “Port Aventura” en Cataluña,
“Warner” en Madrid o “Isla Mágica” en Sevilla son grandes
equipamientos que actúan como reclamo para la atracción de
visitantes y turistas a las respetivas comunidades o regiones; se
vinculan con estrategias en pro de la diversificación turística centradas
en el grupo familiar como público objetivo. Pese a que la inversión
pública resulta importante para su desarrollo inicial, su puesta en marcha se
confía generalmente a compañías multinacionales lideres en el sector del
ocio y el entretenimiento.
• Terra Mítica, recrea el mundo y la cultura de los romanos, egipcios,
griegos y los viajes de Ulises desde una perspectiva lúdica de
aventura y viaje en el tiempo.
• Isla Mágica, en Sevilla pretende transportar a sus visitantes al
ambiente, estilos de vida y cultura de la sociedad del siglo XVI. Es
uno de los pocos parques del mundo situado en pleno casco urbano
de una gran ciudad, al ubicarse en el recinto de la Isla de la Cartuja
que sirvió de sede de la Exposición Universal del 92.
• Port Aventura. Es un parque de atracciones ubicado en Tarragona, y
vinculado a diferentes ambientes, escenarios y lugares del mundo: El
Oeste, la Polinesia, China, Latinoamérica, etc.
• El Parque de la Warner en la Comunidad de Madrid, centra sus
actividades lúdicas en un conjunto de atracciones y espectáculos
basados en los grandes mitos y escenarios del cine norteamericano.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
96
Con respecto a los Centros y Museos Temáticos, su diferencia principal
con los grandes parques temáticos es su menor inversión y su localización
en ciudades y destinos más periféricos.
Son muchas las ciudades que se han apuntado a contar con museos de
ciencias. En general, se trata de centros interactivos que promueven la
participación del visitante; con unos contenidos muy centrados en el
aprovechamiento didáctico, y que invitan a jugar y aprender mientras
uno experimenta y se divierte. Para ello utilizan reclamos publicitarios
como Prohibido no tocar. Son, además, espacios donde estudiantes,
profesores, familias y curiosos pueden familiarizarse con los hallazgos
científicos y tecnológicos y las líneas de investigación más recientes. En
algunos casos han sido promovidos directamente por las administraciones
públicas locales y regionales y en otros por iniciativas privadas.
Ejemplos de este modelo serían los siguientes:
El recientemente inaugurado Museo del Mar de Galicia, ubicado en Vigo
con una programación de exposiciones ligadas a la pesca, la historia
marítima y la mar como fuente de recursos de Galicia.
Dinópolis en Teruel; el Primer Parque Paleontológico del Mundo, y en el
que se han introducido las últimas tecnologías que sirven para recrear
ambientes, reproducir fósiles únicos en el mundo, dar vida a animales
extinguidos y diseñar actividades interactivas.
Museo del Automóvil de Salamanca, un centro temático que tiene como
objetivo ampliar el conocimiento de la historia de la automoción, así como
la conservación del patrimonio automovilístico nacional.
“Cosmocaixa” Museo de la Ciencia de la Fundación ´La Caixa´.
Alcobendas (Madrid). Con diversas salas de exposiciones temporales que
tratan temas científicos de actualidad y un amplio programa de actividades
destinadasa los niños y jóvenes.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
97
La Domus o casa del Hombre, está ubicada en La Coruña (Galicia) y busca
un tratamiento lúdico e interactivo de los principales aspectos científicos y
culturales que tienen relación directa con el ser humano como individuo y
como especie. Se trata del primer centro en nuestro país que liga la ciencia
con el arte, la cultura de letras con la cultura de ciencias, en trono a un solo
centro de interés temático: El hombre.
Por su lado, los museos “tradicionales” están desarrollando estrategias
para adaptarse a las nuevas necesidades de la demanda: apertura por
la noche; diseño de actividades, talleres y visitas especialmente
enfocadas para los niños, con objeto de engancharlos al mundo del
arte; cobro por determinados servicios; diseño y edición de productos
de merchadising; etc. Sería el caso de espacios como el Museo de las
Ciencias de Castilla La Mancha ubicado en Cuenca, o del Museo
Arqueológico de Alicante. En otros casos, infraestructuras ya obsoletas se
remodelan por completo y se adaptan a los nuevos tiempos con una
vertiente más lúdica de cara al espectador (por ejemplo el antiguo Museo
Marítimo de San Sebastián, asociado al nuevo Aquarium) o se crean
nuevos equipamientos de carácter temático / divulgativo como el Museo y
Neocueva de Altamira en Santillana del Mar (Cantabria). Otra tendencia
constatada es la proliferación de pequeños museos con un carácter local en
torno a un contenido monográfico y especializado: Museo del Vidrio
(Segovia), Casa Lis, Museo de Art Nouveau y Art Déco (Salamanca),
Museo del Calzado (Alicante), Museo del Azafrán (Monreal del Campo,
Teruel).
Eventos
Podríamos hablar de muchas otras ciudades pequeñas y medianas
implicadas en estrategias de desarrollo local y promoción del territorio en
torno a eventos culturales; entre las que estarían: Logroño con su programa
Actual; Gijón con su Semana Negra; Santiago de Compostela en torno a su
red de Museos y equipamientos expositivos; Vitoria, Getxo o San Sebastián
en torno a eventos jazzísticos y cinematográficos, etc., etc.
Museos y Auditorios
La apertura y construcción de nuevos auditorios y Museos de arte parece
ser en los últimos años una de las vía más aceptadas para realizar
“marketing cultural de la ciudad”. Estos espacios vienen a cubrir una
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
98
necesidad en materia cultural evidente, pero, como ya hemos visto,
contribuyen sobre todo a proyectar una imagen atractiva del lugar en que se
ubican.
En el caso de los Museos, y tras la estela de equipamientos tan
emblemáticos como el Reina Sofía en Madrid; el Macba en Barcelona, el
IVAM en Valencia o el Guggenheim en Bilbao han surgido otros en los
últimos tiempos en Vigo, Sevilla, Vitoria, Extremadura; Castellón,
Canarias...a los cuales se sumarán en fechas próximas otros en Málaga,
Palma, Castilla León, Huesca.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
99
4.4. La industria cultural privada. (Sectores, situación y
perspectivas).
El sector cultural española agrupa a las tres mayores industrias creativas
(cine, música, sector editorial); así como a los tres grandes medios de
comunicación masivos (prensa, radio y televisión), ubicados dentro del
sector cultural debido sobre todo a su función empaquetadora, distribuidora
y promotora de todo tipo de contenidos culturales. Además, el sector se
completa con dos ámbitos tradicionales: el de las artes escénicas (teatro,
opera y danza), y el de las artes plásticas; ambos con un marcado carácter
artesanal y una problemática específica debido a las dificultades de
reproducibilidad de sus productos. Finalmente hemos incluido, debido a su
fuerte crecimiento y sus potencialidades de creación de nuevos contenidos,
a un incipiente sector cultural vinculado a la creación multimedia el de la
creación de software y videojuegos.
La Industria española de la Cultura y el Ocio, tal y como observaremos
de forma específica a partir del análisis que se realiza más adelante en el
apartado “Peso Económico y empleo del sector cultural español”, supera
en importancia a otros sectores relevantes de la economía nacional
como son: transportes, productos textiles, productos químicos y
vehículos entre otros; ocupando la cuarta posición, tan solo por debajo
de la Banca, el sector de la Construcción y el de la Energía.
Además, nuestro sector cultural supone un importante foco de exportación:
durante el ejercicio 1999, los creadores culturales españoles aportaron a la
balanza comercial española unos ingresos de casi 24 millones de €, un 20,
4 % más que el año anterior, con Latinoamérica, Estados Unidos, Francia,
Reino Unido, Bélgica y Japón, por ese orden, como principales mercados
exteriores de nuestros productos.
Como dato generalizado se puede observar una tendencia a la
concentración en grandes grupos empresariales de todos los segmentos de
actividad cultural, como respuesta a los procesos de globalización
económica, y a la necesidad de alcanzar economías de escala que permitan
la conquista (o defensa) de cuotas de mercado frente a los grandes grupos
multinacionales.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
100
Con éste apartado pretendemos dar un pequeño repaso, a modo de visión
general, a cada uno de estos sectores; aportando datos sobre sus principales
características y peculiaridades, e indicando sus retos y problemas
específicos. Estos retos y problemas se derivan, en general, del desarrollo
de las nuevas tecnologías, y de la apertura de nuevos escenarios con
importantes desafíos y oportunidades, por un lado; y del papel de todos los
niveles de la administración pública para impulsar su fortalecimiento como
auténticos sectores empresariales por otro.
4.4.a. Cine y sector audiovisual.
Situación
Durante el año 2001, más de 26 millones de personas fueron a las salas de
cine para ver películas españolas11; productos que en el 2002 tuvieron 19,5
millones de espectadores, perdiendo más de siete millones y medio de
espectadores con respecto al año anterior, lo que supuso un descenso en la
cuota de mercado de cinco puntos: (del 18,5 % en 2001 al 13,4% en 2002)
en la recaudación: (75 millones de euros en el 2002, frente a los 110
ingresados en el 2001). La recaudación total descendió un 3%, debido
sobre todo a la falta de películas de éxito que supusieran un tirón en las
taquillas.
El sector cinematográfico español tiene enfermedades crónicas, pero éstas
vienen de lejos porque tienen que ver con el tamaño del mercado, con el
que el 50% de la población no va nunca al cine, y con que el 82,4% de las
productoras creadas sólo han respaldado una película a lo largo de su
trayectoria.
En efecto, la estructura del cine español está conformada por multitud de
productoras muy débiles y fragmentadas, que trabajan de manera artesanal,
y un reducidísimo grupo que opera con métodos y criterios más
industriales. No existen empresas competitivas capaces de poner en pie
11
“La producción cinematográfica española, Informes de los años 1999, 200, 2001 y 2002. José María Álvarez
Monzoncillo. Revista “Academia”.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
101
proyectos rentables cuando se exige una inversión razonablemente elevada,
ni distribuidoras que privilegien los productos españoles en las salas. El
negocio cinematográfico es cada vez es más arriesgado: En los últimos
años, siete de cada diez películas españolas perdieron dinero, y en el año
2002 sólo cuatro largometrajes españoles superaron el millón de
espectadores.
Otros datos que certifican esta situación de debilidad del sector son los
siguientes: El coste medio de una película disminuyó de forma
considerable: Si en el 2001, éste se situó en 3 millones de euros, en el
pasado 2002 se redujo a 2,4 millones de euros. Así, en el 2002 se hicieron
30 producciones con menos de un millón de euros, y sólo el 4% tuvo un
costo superior a los seis millones de euros. Experimentándose también un
bajón en el número de copias de lanzamiento: 75 frente a las 113 del 2001;
y descenso en el número de profesionales que participan en el rodaje: de 68
se
ha
bajado
a
57.
En cuanto a la distribución, de nuevo, y al igual que en sector editorial, nos
encontramos con una fuerte concentración. La estructura de costes del
sector cinematográfico ha acentuado la concentración de empresas. La
estrategia de diversificación horizontal de los canales de pago y el mayor
control de las distribuidoras multinacionales han fomentado una
concentración de producción que les permiten controlar mejor la cadena de
valor. Las diez primeras compañías controlan el 90% del mercado en salas.
De estos estrenos, el 43% tuvo factura norteamericana porque se consolidó
la llamada política de «oferta saturante» de las grandes distribuidoras. Es
decir, la puesta en circulación de un gran número de copias de un filme,
entre 250 y 515 para un parque de aproximadamente 3.500 salas, de las que
el 40% está tocando techos de rentabilidad, comenzando a detectarse una
saturación de oferta que la demanda no es capaz de absorber, ya que la
media de estrenos semanales en nuestro país es de 10 películas.
Obstáculos.
Las actuales condiciones de mercado niegan al cine europeo y español la
posibilidad de intentar alcanzar una cuota que se adecue a las
características de su industria. Para la Federación de Asociaciones de
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
102
Productores Audiovisuales Españoles (FAPAE), esta cuota debería estar en
un 35% y la de terceros países, es decir Estados Unidos, no debería superar
el 65%. El año pasado, la cuota de mercado de las producciones nacionales
se situó en un 13,4%, cinco puntos menos que en el 2001.
El recorrido de una película es bastante largo. A los beneficios que dé en
taquilla hay que sumar los de la edición en vídeo, el primer pase en la
televisiones de pago, el primer pase en televisiones generalistas, los pases
sucesivos... Así pues, la rentabilidad de un producto concreto no llega hasta
transcurridos unos 3 años desde su producción. En esa situación, el
recorrido de las películas españolas es muy corto y lento, necesitando una
explotación a medio plazo que las grandes distribuidoras no están
dispuestas a facilitar. Los estudios de Hollywood controlan los canales de
comercialización, y sus estrenos copan el mercado aplicando prácticas
monopolistas; vinculado a ello, en nuestro país han descendido las
inversiones en cine de las televisiones públicas y privadas, así como las
ventas internacionales; y se ha desacelerado la frecuencia en la asistencia a
las salas por parte de los espectadores.
A pesar de la cíclica recuperación del mercado del cine español y del
incremento de su prestigio en los últimos años, los problemas endémicos
todavía subsisten en la industria. La tradicional atomización del sector y las
debilidades que presenta la talla del mercado hacen que el sector de
producción trabaje todavía con estructuras empresariales artesanales o
preindustriales, mientras que el resto de los subsectores sufren la crónica
enfermedad de la internacionalización de la mano de los capitales
extranjeros en todos los eslabones de la cadena de amortización de una
película.
Los sectores afectados –a excepción de los distribuidores y los exhibidoresno esconden su inquietud por la crisis y buscan soluciones, a la vez que
demandan voluntad política al Gobierno y las comunidades autónomas y
piden un compromiso por parte de los dos principales soportes que
sostienen la financiación de la producción: la Administración y los
operadores de televisión.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
103
En el caso de la administración, se reclama un aumento del Fondo Nacional
de Protección a la Cinematografía (31,2 millones de € en 2002) que
contribuye a financiar las películas producidas en el año anterior.
En el caso de las televisiones, se reclama el cumplimiento de sus
compromisos con respecto a la coproducción de películas nacionales y al
aumento en su número de pases.
Retos del sector audiovisual español.
La digitalización del sector puede ser una oportunidad única para afrontar
ese cambio que permitiría nuevas productividades para competir en
mejores condiciones en la totalidad de los mercados, y, sobre todo, para
alterar las actuales relaciones asimétricas entre la cinematografía
norteamericana y todas las demás. El inminente proceso de digitalización
integrará diferentes aplicaciones:
· La producción digital que ya está revolucionando y abaratando las fases
de rodaje y postproducción. Indicar, en ese sentido, que los directores
españoles han comenzado a utilizar la grabación digital por las ventajas que
presenta por lo menos para cierto tipo de películas. La paulatina ganancia
de calidad de la imagen electrónica y la reducción de costes están
facilitando su utilización en los rodajes cinematográficos, y el impulso a
proyectos de bajo coste por parte de jóvenes realizadores y realizadoras.
· El cine electrónico para proyecciones con calidad semejante al soporte de
35 mm., y que permite la distribución global electrónica (e-cinema). Su
mayor ventaja estriba en que la distribución se puede realizar a escala
mundial sin necesidad de copias, al poder llevar la señal por cualquier
soporte de telecomunicaciones (satélite, cable, Internet, etc.) hasta las
clásicas salas de cine.
· La descarga de películas por Internet con estándares de compresión de
imágenes y sonidos MPEG-4. Aún cuando en España se debe superar el
infradesarrollo de las redes de telecomunicaciones que, en este momento,
impide su despliegue.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
104
Tal y como Monzoncillo apunta en su informe del año 200212, es necesario
reorientar estrategias industriales ante los nuevos mercados emergentes con
productos integrados, que son todavía difusos y ubicuos por la creciente
convergencia entre ordenadores, televisores y teléfonos, puesto que aún hay
un terreno importante para que el sector cinematográfico español se
consolide como una auténtica industria, y consiga posiciones en mercados
de nicho que superen las actuales cuotas de pantalla.
12
“La producción cinematográfica española, Informe 2002”. José María Álvarez Monzoncillo. Revista
“Academia”.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
105
4.4.b. Sector Musical
Situación.
España es uno de los diez mercados de música más importantes del mundo.
El cuarto de Europa, después del Reino Unido, Alemania y Francia. El 60%
de ese mercado está controlado por cinco multinacionales que son, a su
vez, las majors que controlan el negocio mundial: Universal, Warner,
Sony, BMG y EMI. El 40 % restante del mercado se los distribuyen los
sellos nacionales independientes. A pesar de que están registrado cerca de
mil compañías, solo unos 60 sellos discográficos nacionales mantiene una
actividad continua. Se trata de compañías medianas, algunas con
estructuras y procedimientos similares a los de las grandes compañías pero
a mediana escala y ubicadas en ciudades de tamaño medio.
Su posibilidad de encontrar hueco de mercado viene dado por la dinámica
de concentración de las majors13, quienes, al producir bienes más
homogéneos, crean las oportunidades para empresas más innovadoras y
especializadas que dirigen sus productos a mercados más específicos.
Cuando estas pequeñas empresas ganan mayor cuota de mercado son
absorbidas por las grandes, incrementando la concentración y creando
nuevas posibilidades para las firmas más pequeñas. Históricamente, este
proceso ha posibilitado el que las compañías discográficas multinacionales
cuenten actualmente en su catálogo con una enorme cantidad de sellos
independientes de prestigio y que, por tanto, atesoren una enorme variedad
de artistas y géneros musicales.
Las propias empresas multinacionales consideran la labor de los sellos
pequeños como una parte importante de la maquinaria de la industria
fonográfica. La labor de las independientes consiste así en producir el
disco de un grupo que no se conoce fuera de su reducido circuito, situarlo
en el mercado, obtener beneficios, vender al grupo a una multinacional y
seguir en la búsqueda de nuevos talentos.
Un dato curioso con respecto a esta estructura del negocio es que, a pesar
de que el mercado español esté controlado por empresas multinacionales,
esto no significa que el repertorio más vendido por estas compañías sea
13
“El mercado de la creación”.G. Buquet. Plan Integral de la creación y del Autor. Madrid. Fundación de Autor,
2000.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
106
internacional, sino que por el contrario, estas empresas obtienen más del 50
por ciento de sus ingresos por venta de discos de artistas nacionales.
Obstáculos
La industria discográfica se encuentra ante el final de una era. El
progresivo avance de Internet como medio de distribución de música
plantea un nuevo modelo de negocio al que las compañías tradicionales,
hasta el momento, no han sabido adaptarse, fundamentalmente por la
incapacidad del sector para controlar el intercambio gratuito de música en
la Red. En España, donde la penetración de Internet es todavía más baja
que la media europea, (un 23% de los hogares), Music& Copyright calcula
que el 40 % de los usuarios españoles con Internet intercambian
gratuitamente archivos musicales.
Además de Internet, la piratería callejera ha causado un descenso en la
venta de discos en nuestro país del 11% durante el pasado año 200214. (De
685 millones de discos vendidos en el 2001, se ha pasado a 610 en el 2002)
Debido a este fenómeno, según la Sociedad General de Autores, entidad
gestora de los derechos de autor en España, el índice de piratería musical
ronda en nuestro país el 35% y ha causado, según la misma fuente, unos
108 millones de euros de pérdidas a los propietarios de los derechos
musicales en el año 2001 y cerca de 200 millones el pasado 2002.
La crisis marca el fin de un modelo de negocio basado en la producción y
venta de objetos, es decir, discos. Las nuevas tecnologías han permitido
desvincular el contenidos del continente de la obra cultural, de manera que
pueda ser consumido e intercambiado sin estar atado a un soporte físico.
Esto plantea nuevas reglas del juego ya que Internet se va convirtiendo con
rapidez en un medio de distribución de música llamada a arrinconar de
manera progresiva al soporte físico. En febrero del 2001 había 345
millones de archivos musicales disponibles en la Red. Hoy la cifra casi se
ha triplicado, calculándose que cada día se realizan cuatro millones de
descargas de archivos musicales en el mundo de forma gratuita; es decir,
sin remunerar a los propietarios de los derechos de la obra.
Esta distribución de música se realiza mediante las plataformas peer to peer
(de igual a igual). Éste sistema pone en contacto los ordenadores de miles
14
Anuario SGAE de las Artes Escénicas, Musicales y Audiovisuales, Madrid, Fundación de Autor, 2002.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
107
de usuarios para que intercambien sus archivos musicales. El internauta
localiza la canción que quiere descargar a través de unos buscadores
(KaZaA, Morpheus..) que se calcula que tiene instalados más de 30
millones de usuarios en todo el mundo. La fuerza del sistema es que no
dispone de una base central que se pueda intervenir legalmente. Por eso, el
nuevo modelo de negocio está inventándose todavía. Probablemente, lo que
hoy se ve como un problema insalvable, se convierta con el tiempo en una
nueva vía de negocio.
Debido a la crisis de las compañías discográficas, muchos artistas
consagrados han optado por experimentar con vías al margen de la
industria, gestionando ellos mismos su producción y su carrera. Como
alternativa empiezan a existir artistas que se desvinculan de los contratos
con compañías discográficas y se autoeditan sus discos, vendiéndolos solo
a través de su página web.
Retos de futuro
Algo sobre lo que existe unanimidad en la industria es la conveniencia de
reducir el IVA que se aplica a la música. En efecto, el sector del disco está
gravado por un IVA del 16%, el tipo aplicado a los artículos de lujo,
mientras que el sector editorial disfruta de un tipo reducido del 4%. No
obstante, le decisión de tratar a la música como un sector cultural más
corresponde a las autoridades europeas
La inexistencia de políticas públicas en España dirigidas a la industria de la
música grabada en sus soportes tradicionales, hace prever que menos aún
se puedan esperar acciones concretas en relación con la música y las
nuevas redes. Sin embargo, en este sentido se podrían complementar
políticas dirigidas a crear un tejido de PYMES en la industria discográfica
tradicional y su entorno, apoyando al mismo tiempo el desarrollo de
negocios de distribución y promoción de música en la Red. Esto se podría
lograr mediante el estímulo institucional a proyectos que coordinen la
integración de varios sellos y distribuidoras independientes, la difusión,
promoción y venta de determinados géneros musicales a través de uno o
varios portales. Y ello, tanto mediante mecanismos crediticios y fiscales
(reducción del IVA, por ejemplo), como por el apoyo de la radiodifusión
pública y privada.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
108
Con este tipo de políticas se puede, por una parte, desarrollar un sector
estratégico para la cultura española, potenciando a través de la Red la
demanda que ya se ha generado por los artistas españoles en el ámbito
internacional. Por otra, contribuir a contrarrestar el proceso de
concentración del mercado de la música grabada y favorecer el dinamismo
de las compañías independientes nacionales.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
109
4.4.c. Sector editorial.
Situación.
El sector editorial español se ha caracterizado en la última década por
convertirse en el principal ámbito de la exportación cultural nacional
(fundamentalmente hacia países de América Latina, Estados Unidos,
Francia y Gran Bretaña).
La industria editorial española es poderosa. Representa el 0,5 % del PIB
nacional y cuenta con 3.367 agentes editores. El pasado año 2002 se
editaron 62.525 nuevos títulos facturándose 2.534 millones de euros; lo
cual nos sitúa en la quinta posición mundial y la tercera europea después
del Reino Unido y Alemania 15. Estos datos se han visto algo
ensombrecidos con los últimos datos sobre exportación: De la satisfacción
experimentada en el año 2001 cuando se llegó a una cifra record de 600
millones de €, se ha pasado en el 2002 a 514, casi un descenso del 15%
debido, sobre todo, a la crisis argentina, uno de nuestros principales
mercados exteriores.
Obstáculos.
Pero estas cifras que evidencian la fortaleza de la industria editorial
esconden también su debilidad; sobre todo porque se refieren a la situación
de los grandes grupos editores que tras amplios procesos de concentración
son los que han asegurado el crecimiento en el sector, aunque a costa de
una situación oligopolística que pone en peligro la calidad cultural de la
producción editorial española.
Los datos son muy elocuentes de ese proceso al que ya nos hemos referido
anteriormente como característico de la industria cultural: En España seis
grupos editores concentran el 70 por ciento del mercado editorial. Estos
grupos aprovechan las economías de escala y las sinergias de cualquier
concentración empresarial, resultando así más competitivos; pero además
operan a través de los diferentes sellos que integran el grupo, manteniendo
el nombre para explotar su fondo editorial y su nicho de mercado16.
•
15
Fuentes: (FGEE, 2001; 2002)
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
110
El mayor riesgo de la concentración editorial, en términos culturales, es la
prioridad comercial que imponen los grupos en cualquier faceta de la
actividad: en la contratación de la obra, favoreciendo a los autores
conocidos con cifras millonarias y perjudicando al resto, sobre todo a los
autores noveles; pero también en la selección de contenidos al privilegiar la
producción de libros de texto no universitario y la literatura en detrimento
del libro científico y especializado, de la poesía o el ensayo, porque estas
producciones tienen menos expectativas de venta.
Además, como la concentración editorial también tiene un marcado cariz
vertical y los grupos controlan la hilera con distribuidoras y cadenas de
librerías, también en su acceso al mercado se favorecen los títulos con
amplias expectativas comerciales asegurando su presencia simultánea en
todos los puntos de venta, lo cual implica condenar al olvido el resto de la
producción. Se sufre la tiranía de la novedad y la vida de los títulos en las
librerías cada día es más efímera, hasta el punto de que un 80 por ciento de
las obras se devuelven sin abrir
Entre los problemas actuales más importantes del sector están: la existencia
de una oferta superior a la demanda; la carencia de una red bibliotecaria
que estimule el crecimiento de los bajos niveles de lectura; y la prolongada
recesión de Latinoamérica.
La principal medida de protección del sector que utiliza la Administración
es la legislación del precio fijo de los libros, que obliga a restringir los
descuentos al 5 por ciento. Ello impide la guerra de descuentos que
posibilitaría el que las grandes superficies comerciales dieran la puntilla al
sector de las librerías que actualmente vive una difícil situación.
Retos futuros
Internet puede reportar ciertas ventajas al sector del libro; para el mundo
empresarial, porque rebaja todavía más las barreras de entrada a las
pequeñas aventuras editoriales; y puede contribuir a multiplicar el tejido
industrial diversificando el negocio, al plantearse como canal alternativo de
venta de libros, y al proponer un nuevo producto: el libro digital, que puede
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
111
explotar nuevos nichos de mercado. Y ventajas también culturales, porque
crea cultura en la medida en que canaliza nuevas formas creativas y
también porque ofrece mayores oportunidades para publicar desde ámbitos
periféricos (territoriales o temáticos) .
En ese sentido, la edición on line representa un desafío para el sector por la
simplicidad del proceso. Cualquier internauta puede editarse su obra,
aunque la edición no asegure el mercado, porque si el libro digital no
cuenta con el aval de una editorial sus posibilidades de venta son mínimas
al perderse entre la masa de información contenida en la web, y siga siendo
necesario garantizar con la marca editorial la calidad cultural.
Por ello, el éxito en el nuevo escenario tecnológico requiere la apuesta por
proyectos emprendedores de futuro que exploten las potencialidades de las
nuevas redes: nuevas propuestas creativas que atraigan a nuevos lectores,
combinando la expresividad textual con lenguajes multimedia, interactivos
e hipertextuales. Nuevos productos que requieren nuevos modelos de
negocio con los que crear el mercado ya sea a través del consumo
fraccionado, el abono, o el valor añadido (vinculaciones,
actualizaciones…).
Desde la administración, por su parte, resulta preciso mejorar las políticas
de creación de demanda, mediante medidas de fomento de la lectura y
mejora en las bibliotecas, así como otras que favorezcan la producción y
exportación. Desde el sector editorial se reclama un mayor esfuerzo para la
exportación del libro al considerar que éste mejora el clima para una
presencia de España en el exterior de nuestra cultura, lengua, tecnología,
productos comerciales, etc. En ese sentido, se ha abierto una línea de
colaboración que se concreta en políticas de apoyo a la promoción del
libro por parte del ICEX y que supone un referente para el sector sobre las
políticas a seguir.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
112
4.4.d. Artes Escénicas
Situación
El mundo de las artes escénicas engloba disciplinas muy diversas, cada vez
más interrelacionadas entre si a escala profesional, que van del teatro y la
danza, al circo, los musicales o el espectáculo de títeres. La presencia diaria
de los intérpretes en escena hace de esta industria un sector artesanal, con
costes de explotación crecientes, que a menudo necesitan de un importante
apoyo institucional, en especial si se quiere garantizar una oferta más o
menos continuada fuera de las grandes ciudades, o la posibilidad de
disfrutar de producciones de una cierta envergadura y calidad.
Desde principios de la década de los 90, se constata la puesta en marcha,
desde el ámbito autonómico, de políticas de programación más estables,
políticas supralocales de apoyo a la distribución, así como de ayudas a la
producción de nuevos espectáculos y a la mejora de la formación de los
profesionales. El resultado de esta inversión ha repercutido en un
incremento de la oferta escénica y en la lenta consolidación de un tejido
empresarial privado en el ámbito de la exhibición, la producción y la
distribución de espectáculos.
En todo caso, no debemos olvidar que desde hace décadas se habla del
sector de las artes escénicas como un ámbito inmerso en permanente ciclos
de crisis/ recuperación; lo cierto es que la tendencia alcista que marcó el
sector, tanto en número de espectadores como en ingresos de taquilla, al
final de la década de los años noventa, se ha frenado o enfriado en estos
comienzos del siglo XXI. El impulso experimentado por las artes escénicas
se ha ralentizado en la segunda mitad del de 2001. Varios grandes
espectáculos y proyectos, en los que se habían invertido considerables
recursos artísticos, económicos técnicos y de promoción, quedaron por
debajo de las expectativas creadas. Fenómenos parecidos al registrado en
España se han observado también en otros países, por lo que se ha atribuido
en general a un cambio en el ánimo de los espectadores en una dimensión
mucho mayor que la nacional.
La actividad escénica española se desarrolla principalmente en Madrid y
Cataluña (Barcelona), con el País Vasco, Andalucía y Valencia recogiendo
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
113
pesos considerables, equivalentes al 5% de la recaudación. En cuanto al
número de profesionales y compañías, Cataluña, Madrid, País Vasco y
Andalucía, por ese orden, son las principales sedes.
El esfuerzo inversor de las diferentes administraciones públicas
(fundamentalmente las autonómicas) ha permitido recuperar y poner en
marcha un parque de salas nada despreciable, apto para la presentación de
espectáculos profesionales en todas las poblaciones medianas del país. La
caracterización de los tipos de locales y recintos en los que se celebran
funciones escénicas permanece estable. Casi dos tercios son recintos
cubiertos; básicamente teatros (16.3%) y salones de actos (28,9%)
(definición que engloba realmente una gran variedad de tipos de salones y
diferencias de equipamiento). Además, se cuentan dos centenares largos de
instalaciones cubiertas permanentes no pensadas para la actividad cultural
específicamente, pero que se han empleado para representaciones
escénicas. Por otro lado un 30.7% de estos recintos son “espacios públicos
e históricos”, empleados básicamente en verano. Estos cuatro tipos de
recintos suponen el 80% de la infraestructura destinada a las artes escénicas
en España.
Durante el año 2001, el sector de las artes escénicas experimentó un
aumento del 8% en el numero de funciones con respecto a 2000, hasta
alcanzar las 46.220.17 Constatándose un uso más intensivo de los recursos se programaron más funciones para compensar una asistencia más
renuente-. Cerrándose el conjunto del año 2001 con casi un millón de
espectadores menos que en el 2000. Durante esa etapa, la recaudación en
términos reales descendió, aún cuando el numero de funciones creció
significativamente. Por otro lado, el coste de la entrada media a los
espectáculos escénicos aumentó en ese tiempo un 15,2%, pasando de 13.46
euros a 15.50. Ese incremento afectó especialmente al teatro comercial,
cuyas funciones se financian básicamente por las entradas de los
espectadores. En este caso, las entradas subieron un 30.9%, manteniendo
una trayectoria en los últimos años claramente por encima de la inflación.
17
“Anuario SGAE” 2002.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
114
Entre las tendencias emergentes que se detectan dentro del ámbito
escénico, se constata en estos últimos años la consolidación del teatro
musical como género en alza, y el asentamiento de una amplia oferta de
festivales (hasta más de 200) diseminados por toda la geografía regional, ya
sean estrictamente sectoriales (teatro, danza, circo, etc.) o que combinan
diversas manifestaciones de la escena.
Obstáculos
En el ámbito escénico, las relaciones entre la actividad profesional y la
aficionada están borrosamente delimitadas. Aunque ambos conceptos estén
muy claros en estado puro- y en la realidad pueden encontrarse muchas
compañías que responden plenamente a una u otra definición- no suele
suceder lo mismo en muchos estados intermedios de la realidad, y tampoco
es fácil acceder a este tipo de información, ya que no existen fuentes de
información fiables y actualizadas. El intrusismo y la baja calidad de
algunas propuestas; derivada en muchos casos de la escasez de dinero para
las producciones, dificultan en gran medida un aumento en la demanda de
espectáculos y la consiguiente profesionalización del sector.
Por lo que se refiere al número de espectadores, su descenso se ha
concentrado básicamente en el teatro profesional, que ha pasado de tener
casi siete millones y medio de espectadores en 2000 a apenas seis millones
y medio en 2001, descenso que también se ha traducido en una reducción
en la recaudación. El incremento de las entradas en general, y de las
entradas a la actividad profesional en particular, muy por encima de la
inflación, seguramente contribuya a explicar buena parte del parón
registrado por las artes escénicas durante dicho período.
Retos de futuro
Entre las propuestas que desde el mundo de las artes escénicas se defienden
están las siguientes:
- Favorecer estrategias comúnes de fomento de la demanda, que
empiecen en la escuela y continúen con el impulso en la difusión y
promoción en los medios de comunicación, el fomento de los circuitos y
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
115
ferias de espectáculos, la mejora de la gestión y el marketing de
productos, y el fortalecimiento de las asociaciones de espectadores.
- Potenciar líneas de cooperación pública/privada al objeto de consolidar
el tejido empresarial y permitir, entre otros aspectos, el desarrollo de
políticas de precio y de invitaciones no discriminatorias, incentivando la
presencia del público, luchando por una reducción del IVA de los
espectáculos escénicos, y estimulando la captación de recursos
financieros alternativos (fondos de capital riesgo, patrocinio
empresarial, avales para créditos, etc.).
- Consolidar las estrategias públicas y privadas de colaboración entre los
teatros, y entre éstos y las empresas del sector, con el objetivo de
consolidar líneas de coproducción y de programación compartida.
- Extender la posibilidad de llevar a cabo temporadas estables fuera de los
grandes núcleos urbanos, con el establecimiento de acuerdos y
estrategias conjuntas entre algunos teatros, compañías y empresas del
sector.
- Potenciar los vínculos de los profesionales y las empresas escénicas con
aquellas iniciativas de la industria del entretenimiento (parques
temáticos, sector audiovisual, grandes eventos y acontecimientos
singulares..) que permitan fortalecer el sector, su facturación,
competitividad y experiencia, en un momento en que la penetración de
capital externo y la globalización cambian el marco tradicional de
relaciones existente en el mundo cultural.
- Potenciar la presencia en el exterior de las propuestas, producciones y
profesionales de la escena nacional, aprovechando la proyección
internacional de nuestra cultura y el prestigio acumulado por parte de
algunas compañías de amplia tradición.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
116
4.4.e. Artes plásticas
Situación
Pese a la euforia desatada en España durante la década de los 80, en estos
momentos se constata una cierta pérdida de visibilidad internacional del
sector de las artes plásticas. El papel del arte español contemporáneo en el
mundo es periférico, y la repercusión internacional de los artistas es una
cuestión individual.
Nuestras artes plásticas siguen alejadas de los grandes centros de
producción de arte e ideas que son Estados Unidos, Reino Unido,
Alemania, Austria y Suiza. Las galerías, las instituciones nacionales y
regionales, los críticos y teóricos, los comisarios, sólo existen
nacionalmente y, salvo excepciones, carecen de proyección internacional.
Esta proyección se sigue sosteniendo en figuras individuales que se han
abierto camino por sí mismas, debido a la ausencia de sólidas estructuras de
promoción del arte autóctono como las que disponen países europeos de
larga tradición como Gran Bretaña, Austria o Alemania.
A partir de esa realidad, el sector de las artes plásticas se empieza a
organizar de manera incipiente; así, en el momento presente existen
entidades como la Unión de Asociaciones de Artistas Visuales (UAAV)
que representa a unos 3.500 artistas visuales de todo el Estado; la VEGAP
(Visual Entidad de Gestión de Artistas Plásticos), entidad gestora de los
derechos de unos 40.000 creadores plásticos y visuales, de los que más de
1.500 son españoles; la Fundación Arte y Derecho, vinculada a la anterior;
la Unión de Asociaciones de Galerías de Arte (UAGAE), así como
múltiples organizaciones a escala regional.
Todas estas organizaciones trabajan para reactivar la relación entre el arte
y la sociedad a través de los medios de comunicación, así como para que
desde las distintas administraciones se promueva una política adecuada de
difusión del arte contemporáneo a escala local, regional, estatal e
internacional, impulsando la creación de infraestructuras de creación,
exposición y difusión, así como los programas necesarios para estos fines.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
117
Otro elemento de especial relevancia sobre el que todas estas entidades
inciden, es el fomento de la profesionalización del mercado artístico
español y su proyección internacional, mejorando el trato fiscal de la obra
de arte, y los incentivos al coleccionismo, la esponsorización y mecenazgo.
Dos temas básicos sobre los que se centra actualmente el debate sobre el
futuro del sector profesional son; por un lado, la situación de los artistas en
la Seguridad Social, y la necesaria adecuación de un trato fiscal (IRPF,
IVA, IAE) que tenga en cuenta la realidad del sector; por otro, el papel
estratégico de los derechos de propiedad intelectual en la remuneración del
artista en un futuro próximo.
Obstáculos.
A partir de un extracto de las conclusiones a las que se llegó en el I
Encuentro de Artistas Visuales del Estado español18, trataremos de definir
las características principales de la situación actual de las artes plásticas en
nuestro país:
En cuanto a los procesos de formación. La enseñanza superior adolece de
carencias y de falta de flexibilidad e imaginación que permita la
participación en la docencia de artistas relevantes en ejercicio. La
endogamia del sistema universitario, la situación precaria del profesor
asociado y la práctica inexistencia del profesor visitante son graves. Es
necesario estructurar la formación permanente del profesorado, así como
una reforma urgente que dignifique y eleve la calidad del tercer ciclo y de
los cursos avanzados. Por otro lado, se constata la importancia de los
modelos de formación alternativos surgidos en estos últimos años desde
centros culturales de nuestro país (Arteleku, Círculo de Bellas Artes,
Hangar, QUAM...) y la necesidad de la creación de Institutos de creación
vinculados a la enseñanza superior.
18
“POSICIONES. Las condiciones de las artes visuales en el Estado español a debate”. 1er. Encuentro de Artistas
Visuales del Estado Español; organizado por la Unión de Asociaciones de Artistas Visuales del Estado Español y
coordinado por Mediaz (Asociación de Artistas Visuales de Euskal Herria), celebradas en el Centro Cultural Bilbo
Arte, 21 / 24 de enero de 1999.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
118
Respecto a la mediación artística, se constata la debilidad del mercado del
arte y la necesidad, por tanto, de adoptar medidas para su revitalización, así
cómo de introducir mecanismos de regulación de las relaciones entre los
artistas y galeristas. Por otro lado, se perciben bastantes dificultades en la
producción y distribución en el campo de los nuevos soportes tecnológicos,
lo cual choca al mismo tiempo, con las grandes expectativas que se abren
con los nuevos medios de comunicación (televisión digital, autopistas de la
información).
Con relación a la política cultural, se detecta una escasez de medios y de
programas en la mayoría de gobiernos de las comunidades autónomas, así
como el bajo interés demostrado por el gobierno central en los últimos años
en la promoción internacional del arte contemporáneo español.
Retos y propuestas de futuro
En el citado Informe del 1er. Encuentro de Artistas Visuales se
consensuaron una serie de retos y propuestas básicas para abordar en el
corto y medio plazo:
Entre los retos que el sector debe enfrentar estarían: los nuevos modelos de
financiación pública y privada del arte contemporáneo; los nuevos sistemas
de gestión pública a partir de experiencias cercanas al modelo de los arts
councils británicos; el papel del mecenazgo y los incentivos fiscales; las
medidas de apoyo institucional a la producción y experimentación artística;
el reequilibrio territorial y las actuaciones artísticas en contextos
geográficos periféricos; la presencia de los artistas y sus representantes en
los órganos de gestión de las instituciones públicas y museísticas.
Con relación a las propuestas de futuro se apuntaban toda una serie de
actuaciones específicas entre las que estarían las siguientes:
- Aumento de los recursos destinados a la cultura y al arte contemporáneo
desde el actual 0,3% de los presupuestos generales del Estado, hasta la
media europea que se encuentra en torno al 1% del gasto público.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
119
- Programas de apoyo, orientados a atender aquellas iniciativas
relacionadas con el arte emergente, la experimentación y la
investigación, la crítica, el uso de tecnologías digitales.
- Apoyo estatal a los museos y centros de arte contemporáneo de carácter
nacional/regional, existentes o que se creen en las comunidades
autónomas. Apostando, además, por un reparto equitativo y científico
entre los mismos de las obras de arte procedentes de la liquidación de
impuestos, legados y donaciones a favor del Estado.
- Diseño de una estrategia de proyección internacional de la producción
artística mediante la creación de una estructura dedicada a fomentar la
difusión exterior del arte contemporáneo producido en el Estado;
potenciando la presencia de los artistas españoles en eventos
internacionales, la presentación de exposiciones en el extranjero, la
colaboración y coproducción internacionales, etc.
- Refuerzo de la presencia en los medios de comunicación públicos de
contenidos artísticos contemporáneos y de espacios dedicados a los
creadores en la radio y la televisión públicas, en franjas horarias de una
audiencia media.
- Incremento progresivo de la inversión en propuestas de arte
contemporáneo del 1% Cultural vinculado a las grandes obras de
infraestructuras públicas. Tradicionalmente ese 1% se ha aplicado
exclusivamente en la restauración y conservación del patrimonio
histórico y artístico.
- Eliminación de la cuota de superficie del IAE aplicada a los talleres de
los artistas, y fomento de las desgravaciones fiscales previstas en la Ley
de Patrimonio a la adquisición de obras de arte contemporáneo.
- Reforma de la Ley de Fundaciones y aumento de los incentivos fiscales
para las operaciones de mecenazgo (donaciones de obras de arte
contemporáneo) y esponsorización (convenios de colaboración en
actividades artísticas).
- Reforma de la Ley de Propiedad Intelectual para mejorar los derechos
de autor de los creadores visuales .
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
120
- Refuerzo del papel de las enseñanzas artísticas en el sistema educativo,
mediante la inserción de la práctica artística y la historia del arte
contemporáneo en los programas de estudios de las enseñanzas primaria
y secundaria; facilitando, en el caso de las enseñanzas universitarias, la
presencia de artistas de reconocido prestigio como docentes, y
contribuyendo a la puesta en marcha de Institutos de Creación
vinculados a la enseñanza superior, que fomenten la práctica artística, la
reflexión teórica y la publicación de trabajos.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
121
4.4.f. El sector del software y los video-juegos.
Situación
El sector de los videojuegos es una incipiente industria cultural en sentido
completo, y representa el primer mercado de masas del multimedia
interactivo. El análisis de su potencial de crecimiento tiene un elevado
interés como campo de experimentación de desarrollos y futuras tendencias
culturales digitales.
En nuestro país, que supone un 2% del mercado mundial, esta actividad
está en un momento de consolidación con ventas de más de 10 millones de
copias al año y un crecimiento medio de en torno a un 20 % anual. En el
año 2000, la incipiente industria española preveía facturar más de 390, 66
millones de € concentrando un 25 % del total de sus ventas en navidades.
El negocio incluye creadores, diseñadores y técnicos cuyos productos
empiezan a competir con los de Estados Unidos y los japoneses, los
principales productores mundiales.
Un estudio realizado por Data Monitor19 señala que en España habrá más
de tres millones de jugadores on line en 2004, con un crecimiento anual del
164% y la creación de un mercado que moverá más de 244 millones de
dólares (en 2001 fue de 32,7). Las cifras del estudio indican que a escala
mundial se prevén 73 millones de jugadores y unos 5.000 millones de
dólares, con una progresión geométrica imparable desde el año de
lanzamiento del primer juego on line, y, dato realmente sorprendente, la
superación en cifras globales de los ingresos de la industria
cinematográfica en todo el mundo.
A mediados de los años 90 desarrollar un videojuego en España requería un
equipo de trabajo de unas 40 personas durante un período de 6 meses, un
presupuesto de 24.000 euros y unas ventas medias de 40.000/50.000
copias, que reportaban unos beneficios aproximados de 120.000 euros 20.
En 2001, el número de profesionales requeridos para cualquier producto
aceptable supera el centenar, la duración del diseño y la producción es de
19
“On line games and gambling in Europe and the US 1999-200”, Data Monitor:, 3rd. Edition, 2001.
“El videojuego en España: lecciones de la primera cultura multimedia.” Pedro Manuel Moreno. en “España: Las
industrias culturales en la Era Digital”. Ed. TELOS. Cuadernos de Comunicación, Tecnología y Sociedad. Octubre
– diciembre 2002
20
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
122
unos dos años como media y el presupuesto entre 3,6 y 4,8 millones de
euros.
Otro dato revelador de la expansión del fenómeno: en España el pasado
2002, el coste medio para la realización de una película de cine era de 2,4
millones de €, mientras que la producción de Commandos 2, por parte de
Pyro Studios, la principal productora española de videojuegos, ha costado 6
millones de € (1.000 millones de pesetas) y ha significado el trabajo de un
equipo de 100 profesionales durante más de un año y medio. Actualmente,
este producto se encuentra entre los 10 videojuegos más vendidos de
Estados Unidos.
Obstáculos
Sin embargo, y a pesar de las perspectivas inmejorables del sector, España
cuenta con una amplia demanda de este tipo de juegos pero no con
empresas desarrolladoras y productoras del respectivo software. El proceso
creativo es en nuestro país especialmente difícil: a los problemas
tecnológicos se unen los relacionados con la fuerte presencia de contenidos
extranjeros –muchos de los cuales se traducen y hasta se adaptan al
contexto cultural español– que han frenado la inversión de las empresas del
sector en nuevos talentos nacionales, desviándola hacia estrategias de
distribución de productos masivos ya consolidados.
Además está nuestro desfase tecnológico, sobre todo referido a las
infraestructuras de conexión, que está produciendo el que los proyectos
empresariales que se plantean no acaben de fraguar por la falta de
conexiones rentables y de calidad y las dificultades que supone la
promoción de estos nuevos productos. Por otra parte, está la estrategia de
los grandes grupos que están comprando a jóvenes estudiantes juegos
desarrollados por ellos con pocos medios, pero de notable calidad y
resultado; eso sí, sin contrataciones permanentes ni formación
complementaria, y con pago por obra concluida. Es decir, nos encontramos
con los efectos más inconvenientes provocados por la desregulación del
sector y la ausencia de políticas de ayudas a la innovación, promoción o
apoyo de empresas de desarrollo de software y creación de contenidos
multimedia nacionales.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
123
Otro importante problema del sector (al igual que en el ámbito musical) es
la piratería. Los mismos fabricantes reconocen que el 70 % del mercado
nacional es pirata. Es decir, que por cada 10 millones de juegos que se
venden, aparecen otros 28 millones de copias piratas.
Retos y futuro
El sector del videojuego, en líneas generales, es una industria cultural que
está impulsando el uso doméstico de las nuevas tecnologías, y que puede
servir como elemento relanzador de aplicaciones on line de escaso éxito en
otras industrias culturales como el libro o la prensa. La capacidad
pedagógica que puede desarrollar en sus consumidores, buena parte de
ellos niños y adolescentes, de cara al consumo y uso de nuevas tecnologías
y de otros productos culturales multimedia, es enorme. Además, el sector
del videojuego está introduciendo propuestas de integración y convergencia
multimedia (caso de las consolas de nueva generación y de las plataformas
de juegos a través de Internet), que no son objeto de análisis por parte de
los gestores culturales, y cuyo modelo de negocio, a diferencia de otros
intentos de digitalización en algunas industrias culturales, y de los fracasos
producidos en múltiples iniciativas puntocom, triunfa de forma
incontestable.
Tecnología aparte, no podemos desligar al videojuego de lo que podemos
entender por cultura y procesos educativos; Antes al contrario, debemos
considerarlo como un mercado cultural creciente con enormes
posibilidades de desarrollo y evolución, y que cuenta con un público
consumidor tremendamente diversificado por edades y usos, que asimila
rápidamente las innovaciones de todo tipo introducidas por las principales
plataformas de juego. Otra cosa es que esta industria, tal y como se
encuentra actualmente configurada, no esté permitiendo un auténtico
aprovechamiento de las posibilidades educativas, culturales y pedagógicas
del videojuego, lo cual convertiría al soporte videojuego en una forma más
eficaz de inmersión cultural en niños, y de enseñanza del uso de nuevas
tecnologías aplicadas a otros sectores culturales en los adultos.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
124
4.5. Modelos de relación público / privada.
4.5.a. El papel de la administración pública para el estímulo de la
industria cultural.
El tradicional desencuentro entre el sector cultural publico y la iniciativa
privada parece estar tocando lentamente a su fin. De manera progresiva la
inversión pública empieza a ponerse al “servicio colateral” de la privada en
dos aspectos que resultan fundamentales: suplir las fallas del mercado
(control de monopolios naturales, producción de bienes públicos básicos
que nunca produciría el mercado) y abrir caminos o ser palanca de
promoción de la iniciativa privada cuando la situación de riesgo o los
niveles de rentabilidad no aconsejen a esta última actuar desde un primer
momento.
No obstante esta primera apreciación, en general en nuestro país existe
una creciente necesidad de “discurso gestor” por parte de las políticas
culturales; y para que esto pueda calar en las infraestructuras y servicios
resulta necesario contar con otros agentes externos a la propia
administración.
Lo que debe exigirse y esperarse de las instituciones culturales españolas es
que creen los mecanismos para que las cosas sean posibles; no facilonas,
sino posibles, y que una vez en marcha permitan la consolidación de esos
mecanismos. En ese sentido, están comenzado a surgir por parte de
algunas Comunidades Autónomas nuevas propuestas orgánico –
administrativas que pretenden una apertura hacia la participación e
incorporación de la sociedad civil y un reconocimiento de la existencia
de un cierto tejido cultural privado, lo cual esta facilitando una
progresiva relajación del tradicional modelo jerárquico de control político
de los servicios culturales.
En ciertos casos se han puesto en marcha órganos semireguladores, con
relativa autonomía, que sirven de factor limitador de la influencia directa
de la Administración. (Sería el caso del Consejo del Audiovisual de la
Comunidad Foral de Navarra o el Consell del Audiovisual de
Catalunya que tiene potestad para sancionar en materia de programación y
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
125
publicidad). En otros, se han creado organismos de composición mixta
público / privada, aunque de naturaleza pública y con capacidad decisoria.
Este sería el caso del Instituto Catalán de Industrias Culturales, el
Consejo de la Cultura Vasca, o la puesta en marcha de un cluster del
Audiovisual participativo en Galicia.
Quizás el ejemplo más avanzado de apoyo desde la administración pública
al sector cultural sea el del ICIC (Instituto Catalán de las Industrias
Culturales), un organismo que surge a finales del año 2000 para prestar
apoyo a las industrias culturales catalanas. Se trata de una entidad de
derecho público aunque de composición mixta y con amplias labores de
apoyo, fomento y promoción de la cultura catalana
Entre sus objetivos se encuentran el fomento y ayuda a la implantación de
empresas culturales; el apoyo a la promoción empresarial de productos;
facilitar la relación de empresas y administraciones e impulsar la
colaboración con los creadores; Hacer estudios, difundir información sobre
ayudas; y fomentar la formación profesional de carácter cultural.
Entre otros proyectos, el Gobierno catalán ha lanzado a través del ICIC
durante el presente 2003, el Invermedia, un fondo de capital riesgo con una
dotación de algo más de 12 millones de euros, y otro fondo de garantía
para cubrir las producciones audiovisuales financiadas por terceros. La
constitución de este fondo irá, inicialmente, en colaboración con el Institut
Català de Finances (ICF). El objetivo pasa por compartir los riesgos más
que ceder créditos a fondo perdido.
EL ICIC participa en cierta manera de los modelos de financiación
anglosajona que vimos en el capítulo 2 de este trabajo, y que consisten
esencialmente en el apoyo de los creadores mediante un modelo de
“financiación condicionada”. Este tipo de ayudas se otorgan con la
condición de que el destinatario obtenga fondos adicionales de otras
fuentes. Mediante ese sistema de financiación, el NEA estadounidense
fuerza a las instituciones e iniciativas culturales privadas a obtener
recursos adicionales, ya que solo presta apoyo a proyectos mediante la
concesión de una cuarta parte del dinero necesario para su arranque. Por
cada dólar del NEA, el emprendedor cultural debe conseguir otros tres, lo
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
126
cual obliga a acudir a las empresas, entidades no lucrativas o al gobierno
local para cubrir sus necesidades.
En puridad, más que hablar de subvenciones o becas en sentido estricto,
hablamos de “capital de producción”. El viejo concepto de subvención
(con todas las connotaciones de clientelismo y paternalismo que van
ligadas al mismo) se sustituye por el de préstamo, y el nivel de relación
administración pública / iniciativa privada adquiere un mayor grado
de madurez y compromiso.
4.5.b. Cooperación y trabajo en red.
La constitución de una estrategia de cooperación y trabajo en red, es
condición básica para inducir procesos de cambio y desarrollo cultural
a escala local que no están al alcance de un solo agente, ni siquiera
institucional. En este sentido, la cooperación constituye al mismo tiempo
una innovación y un motor de innovación, y sólo se puede lograr basándose
en tiempo y trabajo.
Las redes son estructuras emergentes en Europa y en las comunidades
autónomas más dinámicas de España (sobremanera Cataluña, Valencia o
Euskadi). En términos efectivos, las redes son instrumentos para
compartir información y aprender de la experiencia del otro. Pueden
prevenir a sus miembros del desgaste de recursos que significa la
duplicación del trabajo, con el consiguiente despilfarro de recursos
públicos. La puesta en marcha de un modelo de trabajo en red, significará
la apertura de un municipio a una cultura cooperativa que actualmente
avanza imparable en toda la Europa comunitaria, como una solución a la
falta de capacidad financiera
y a las tendencias endogámicas y
parroquialistas de ciertos estamentos y corporaciones. Se trata, en definitiva
de practicar una estrategia de “compartir para mejorar y crecer”.
La posibilidad de crear circuitos y redes culturales entre diferentes
municipios es muy amplia y puede ir desde mancomunar servicios y
recursos culturales, hasta la creación de redes de compra y
contratación conjunta que abaraten los precios del mercado.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
127
Tanto en el sector público como en el privado urge contar con
administradores culturales capaces de definir sus objetivos y propósitos con
más precisión, para que lancen sus ofertas de productos y servicios al
mercado de forma más eficaz, y lo hagan pesando en red; es decir, a partir
de estrategias que permitan aprovechar las economías de escala, el diálogo
y la conectividad entre instituciones y organizaciones privadas de distintos
territorios, pensando más en el medio y largo plazo.
Entre los ejemplos de iniciativas de redes culturales de nuestro país
estarían: La red de Espacios de Arte Contemporáneo de Cataluña que
aglutina a casi todos los centros públicos y privados que exponen, con
carácter no lucrativo, arte contemporáneo; La Federación de Asociaciones
de Productores Audiovisuales españoles (FAPAE); La Coordinadora
Estatal de Salas Alternativas de Artes Escénicas; La Federación de
Gremios de Editores; La Red de Clubes de Lectura que articula a los
grupos de personas que acuerdan leer un determinado libro y luego se
reúnen para comentarlo; La Unión de Asociaciones de Artistas Visuales
(UAAV) o la Unión de Asociaciones de Galerías de Arte (UAGAE)
4.5.c. Nuevas tendencias y modelos de gestión de los servicios culturales
públicos.
Hasta comienzos de la década de los 90 era difícil encontrar, no sólo
experiencias, sino incluso discurso, que plantease la participación privada
en la gestión de la cultura. En los últimos tiempos se detecta un cambio
actitud en nuestro país, y una creciente circulación de documentos y
reflexiones acerca de las nuevas posibilidades de gestión de servicios y
equipamientos culturales, y de la progresiva incorporación del sector
privado (tanto el no lucrativo como el lucrativo) 21 a esta gestión, tanto en
Europa como en España.
21
“La especificidad de la gestión de las organizaciones culturales” Curso Superior de Gestión de Empresas y
Organizaciones Culturales. Xabide, Gestión Cultural y Comunicación. Ed. Universidad de Deusto. 2000.
“Gestión Cultural Pública. Entrando en el nuevo Milenio”. Mikel Etxebarría Etxeita. Revista Periférica. Nº 1.
Diciembre 2000.. Ed. Vicerrectorado de Extensión Universitaria. Universidad de Cádiz.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
128
En ese sentido, la promulgación de la nueva Ley de Mecenazgo el pasado
mes de diciembre del 2002, puede permitir el que el sector no lucrativo
reciba un impulso considerable, al suponer el fortalecimiento de uno de los
agentes culturales que está facilitando de forma más clara el acercamiento
de los ciudadanos a la cultura: La sociedad civil (asociaciones, fundaciones
y voluntariado).
El objetivo de esta Ley es incentivar la participación de la sociedad, las
entidades no lucrativas y los particulares en la protección, apoyo y
realización de actividades de interés general. Para ello, a partir del presente
año 2003, las fundaciones no pagarán impuestos ( ni de sociedades, ni IVA,
ni IAE, ni IBI) sobre la mayor parte de sus rentas (intereses, dividendos,
alquileres, donaciones, cuotas...) ni por sus plusvalías, ni sobre sus
beneficios por actividades económicas (las consideradas sociales,
culturales, asistenciales, de investigación y desarrollo o las
medioambientales)
Con respecto al sector cultural, la Nueva Ley incluye de forma expresa
(sin la ambigüedad que caracterizaba a la anterior) incentivos fiscales
para quienes apoyen y financien a las Fundaciones culturales
dedicadas a las actividades musicales, teatrales, coreográficas,
circenses, la organización de exposiciones o conferencias, así como la
edición de publicaciones, folletos y productos audiovisuales.
Como estímulo para los benefactores particulares de las Fundaciones, con
esta Ley se aumenta la desgravación fiscal que obtiene por sus donaciones,
pasando del 20 al 25 % por cada euro donado. Si quien realiza las
aportaciones una persona jurídica, la deducción será de un 35% en la cuota
del impuesto de sociedades. En este sentido, se han realizado críticas por
parte del sector de galerías, directores de museos y artistas visuales por
cuanto se consideraban escasamente motivadores los incentivos fiscales,
solicitándose una desgravación del 100% de las donaciones de arte
contemporáneos
“Aspectos operativos en la relación entre sectores públicos y privados en la gestión cultural”. I Jornada sobre la
relación público – privada en cultura”. Roberto Gómez de la Iglesia. Editorial Xabide. Vitoria – Gasteiz.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
129
Por tanto, la nueva Ley en principio debería servir para impulsar el
potencial de las entidades no lucrativas como organizaciones prestadoras de
servicios culturales y, por lo tanto, como instituciones operadoras en el
mercado, lo cual supone un avance significativo con respecto a la situación
actual de los equipamientos y servicios culturales exclusivamente públicos.
Esta implicación en proyectos comunes significa para el sector privado no
lucrativo, asumir una mejora en su capacidad de gestión y prestación de
servicios; y para el sector público cooperación debe significar la pérdida de
una parte del protagonismo institucional.
En todo caso, la situación de partida es bastante extraña ya que asistimos a
una cierta confusión en torno al concepto "privatización" debido al uso que
se está haciendo de determinadas prácticas, que ni refuerzan el servicio
público ni fortalecen la consolidación de un sector empresarial cultural.
En general, son tres las formas más habituales de pase a gestión privada
de los equipamientos culturales:
•
•
•
Concesión: Existe una relación económica directa. La empresa o
entidad no lucrativa, gestiona el servicio a su riesgo y ventura.(es la
menos frecuente)
Gestión Interesada: La Administración aporta las instalaciones para el
servicio y unas cantidades mínimas que aseguran el interés del sector
privado y la asunción de un riesgo moderado.
Concierto: Se trata de un convenio o contrato con entidades que vienen
prestando servicios análogos a los que ofrece la Administración. Exige
que estos servicios ya estén en pleno funcionamiento, de forma que la
Administración se limita a hacer uso de los mismos.
Estas dos últimas son las más habituales, y su implantación es creciente
en la mayor parte de los países comunitarios, encontrándonos diversos
ejemplos en algunas Comunidades Autónomas españolas como Cataluña,
País Vasco o Navarra.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
130
Lo que se está comprobando de forma fehaciente en las múltiples
experiencias que se han puesto en marcha en la Unión Europea con
respecto a la gestión privada de equipamientos y servicios culturales
públicos, es que suponen:
•
•
•
•
Mayor flexibilidad en la gestión de los recursos humanos y en el
diseño de programación.
Reinversión de beneficios.
Eficiencia y Ahorro en costes.
Mayor capacidad de “escucha” y “estudio de los comportamientos de
la demanda cultural.
Para que un proceso de estas características se pueda poner en marcha, las
administraciones deben perder el miedo a la propia palabra “privatización”,
cargada de evidentes matices peyorativos que en nada beneficia a la
reflexión y al sosiego con que deben tratarse estos aspectos; y centrarse en
hacer bien el proceso, sobre todo a partir de contar con ideas claras de lo
que se quiere hacer; del diseño de unos buenos pliegos de condiciones, y de
unos adecuados procesos de adjudicación, así como del establecimiento de
modelos adecuados para poder realizar un buen control y seguimiento del
servicio una vez pase a gestión privada.
El mundo de los servicios culturales, desarrollado escasamente y de forma
muy desigual en los diferentes ámbitos territoriales de España, debe beber
del mundo industrial para mejorar sus procedimientos (determinación de
procesos, mínimos de estandarización, procesos de innovación y
calidad…); y las industrias culturales deben también tomar aspectos del
mundo de los servicios, fundamentalmente en la relación con las personas y
sus modelos organizativos (más flexibles y aptos para trabajar en entornos
altamente cambiantes).
El empleo del futuro en el sector cultural está en el desarrollo de
organizaciones y empresas privadas, que vayan configurando un
mercado real; de oferta (más diversificada, racionalizada y
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
131
segmentada) y de demanda (más amplia, menos concentrada y con
mayor predisposición al pago) y, por tanto, un mercado de trabajo
cada vez más maduro y autónomo.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
132
4.6. El peso económico y nivel de empleo del sector cultural
español.
Los distintos análisis y estudios manejados a lo largo de este trabajo22,
vienen a confirmar el creciente dinamismo de la Industria de la Cultura y el
Ocio y el progresivo incremento de su peso con respecto a otros sectores
productivos nacionales.
Además del informe “Las cifras de la cultura española. Estadística e
indicadores 2002” elaborado por el Ministerio de Cultura y que supone un
paso importante por parte de la administración central por cuanto reconoce
su necesidad de operar con datos e indicadores precisos; el principal
esfuerzo realizado durante estos últimos años para conocer de forma
rigurosa el tamaño, evolución y perspectivas del sector cultural español ha
sido impulsado por la Sociedad General de Autores (SGAE) a través de su
Fundación Autor. Su informe: “La industria de la Cultura y el Ocio en
España. Su aportación al PIB (1993-1997)” coordinado por la profesora
María Isabel García Gracia al frente de un amplio equipo de investigadores,
se ha servido de las fuentes fiscales, lo cual ha permitido un alto grado de
desagregación.
Este último Informe diferencia entre “actividades directas”; es decir,
aquellas relacionadas de manera directa con los procesos de creación y
producción cultural, y que comprenden todas aquellas susceptibles de
generar derechos de propiedad intelectual, así como las productoras de ocio
y entretenimiento (y que a partir de ahora denominaremos de tipo I); y
“actividades indirectas”, cuyo objetivo es, en un caso, ser medio o soporte
para el uso y la divulgación de las producciones culturales y de ocio (a las
que llamaremos de tipo II) y en otro, actividades que pueden estar más o
22
. “La industria de la Cultura y el Ocio en España. Su aportación al PIB ”. García Gracia, Mª. Ed. Fundación
Autor.Madrid 1997.
“La industria de la Cultura y el Ocio en España. Su aportación al PIB (1993-1997)”. García Gracia, Mª
Isabel;Fernández Fernández, Yolanda y Zofío Prieto, Jose Luis Ed. Fundación Autor. Madrid. 2000.
“Las cifras de la cultura española. Estadística e indicadores”. Ministerio de Educación y Cultura. 2002.
“Comunicación y cultura en la era digital. Industrias, mercados y diversidad en España”. Enrique Bustamante
(coord.) Editorial Gedisa. 2002.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
133
menos próximas a las actividades productivas originales y que constituyen
las referidas a la fabricación de elementos indispensables como vehículos
de transmisión de los bienes culturales y de ocio, (actividades de tipo III)
23
.
Las tres tablas siguientes desagregan estos 3 grupos de actividades.
Actividades de tipo I
Código IAE
1474
1476
1964
1844
1961
1965
1966
1968
1969
1981
1983
1989
2751
2851
2853
2861
2862
3011
3012
3013
3014
3015
3016
23
Actividad
Artes gráficas (impresión gráfica)
Edición.
Serv. De radiodifusión, TV. Y Enlace y Transmisión de TV.
Serv. De publicidad, relaciones públicas y similares.
Producción y servicios relacionados con el sector cinematográfico.
Espectáculos (excepto cine y deportes).
Bibliotecas, archivos, museos, jardines botánicos y zoológicos.
Espectáculos deportivos.
Otros servicios recreativos no clasificados en otras partidas.
Parques de recreo o de atracciones.
Agencias de colocación de artistas.
Otras actividades del espectáculo y turismo: Organización de
Congresos, recintos feriales.
Profesionales de la publicidad, relaciones públicas y similares.
Representantes técnicos del espectáculo.
Agentes de colocación de artistas.
Pintores, escultores, ceramistas, artesanos, grabadores y artistas
plásticos y literarios.
Restauradores de obras de arte y patrimonio.
Directores de cine y teatro.
Ayudantes de dirección.
Actores de cine y teatro.
Extras especializados, dobles, comparsas y meritorios.
Operadores de cámara, cine, televisión y vídeo.
Humoristas, caricatos, etc.
. Indicar en todo caso, que el equipo dirigido por la profesora Gracia no ha incluido dentro de su estudio las
actividades vinculadas a la actividad turística, ni la vinculada a las actividades de software como parte integrante
del sector de la cultura y el ocio, La inclusión (a nuestro juicio totalmente procedente) de dichas áreas de actividad,
de gran crecimiento en la economía nacional, aumentaría de forma considerable los resultados obtenidos y
evidenciaría con mayor nitidez el enorme peso que el sector cultural está adquiriendo desde el punto de vista de la
economía y empleo.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
3017
3018
3019
3021
3022
3031
3032
3033
134
Apuntadores y regidores.
Artistas de circo.
Otras actividades relacionadas con el cine,le teatro y el circo.
Directores coreográficos.
Bailarines.
Maestros directores de música.
Intérpretes de instrumentos musicales.
Cantantes
Actividades de tipo II
Código IAE
1475
1493
1769
1973
1962
1963
1967
1982
Actividad
Actividades anexas a las artes gráficas.
Laboratorios fotográficos y cinematográficos.
Otros servicios de telecomunicación.
Servicios fotográficos, máquinas automáticas, fotográficas y
servicios de fotocopias.
Distribución de películas cinematográficas y vídeos.
Exhibición de películas cinematográficas y vídeos.
Instalaciones deportivas y escuelas
y servicios de
perfeccionamiento del deporte.
Tómbolas y espectáculos de ferias, apuestas, loterías y otros.
Actividades de tipo III
Código IAE
Actividad
1393
Fabricación de instrumentos ópticos y material fotográfico y
cinematográfico.
1351
Fabricación de aparatos y equipos de telecomunicación.
1355
Fabric. de reproductores, recepción y registro de sonido e imagen.
1471
Fabric. de pasta papelera.
1472
Fabric. de papel y cartón.
1473
Transformación de papel y cartón
1494
Fabricación de juegos, juguetes y artículos de deporte.
1492
Fabric. De Instrumentos de música.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
135
4.6.a.Análisis de los datos
A partir del análisis de los datos aportados por los dos informes ya
referidos ( y que se deben tomar con cierta precaución la no haber trabajos
posteriores), a continuación se aportan diversas informaciones de interés
para nuestro estudio, entre ellas: El valor añadido bruto del sector cultural
español; el nivel y tipo de empleo que generan las empresas culturales
existentes; el número de dichas empresas y su volumen de ventas; el
volumen de intercambios de productos y servicios culturales y, por ultimo,
una comparación de tamaño con otros sectores económicos y productivos
nacionales.
1. El valor añadido bruto generado por la Industria del la Cultura y
el Ocio en España alcanza en 1997 más de 19.000 millones de
euros (unos 11.000 millones en términos constantes). Es preciso
destacar la participación del sector privado en la creación de ese
valor añadido bruto total ya que alcanza un 92%, frente al 8% que
genera el sector público.
La contribución de la Industria de la Cultura y el Ocio al
Producto Interior Bruto de la economía española presenta
una evolución creciente y sostenida en el periodo analizado.
En 1997, esta contribución al PIBpm asciende al 4,5%.
Centrándonos en el ámbito privado, para el año 1997, las
actividades directas relacionadas fundamentalmente con los
procesos generadores de derechos de propiedad intelectual (tipo I)
alcanzan el 27% del VABpm generado por este sector; las
indirectas relacionadas con el uso y distribución de estos bienes y
servicios (tipo II) que se trata, recordamos, de las actividades
relacionadas con la difusión y distribución de bienes y servicios
culturales y de ocio,. representan el 63%, y, por último, las
indirectas relacionadas con la fabricación de los medios físicos
necesarios para la materialización de las actividades culturales y
del ocio (tipo III) suponen el 9,7%.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
136
Participación por actividades en el VABpm del sector cultural (en %)
100%
80%
60%
Act.Tipo I
Act. Tipo II
40%
Act. Tipo III
20%
0%
1993
1994
1995
1996
1997
Fuente: Agencia Estatal de Administración de Tributos. 2000
Estos comportamientos específicos de cada tipo de actividad
muestran en general la sensibilidad de las actividades de carácter
cultural a las coyunturas económicas del momento; especialmente
su vigor al calor de las fases económicas alcistas, donde la
interdependencia de los tres tipos de actividades genera un efecto
multiplicador y expansivo importante.
Respecto al VABpm generado por el sector público, los dos
sectores que lo constituyen presentan unas participaciones
respectivas que suponen el 16% para la Administración Central y
un 84% para la Administración Territorial. Esto confirma el
fuerte crecimiento experimentado en los últimos años por los
servicios culturales de carácter público en las administraciones
más cercanas a los ciudadanos.
• Nivel de empleo cultural. El número de asalariados en el período
considerado, ha pasado de 516.569 trabajadores en el 92, hasta
los 705.156 en el 97 (de los cuales 648.802 se encuentran
empleados en el sector privado y 56.354 en el sector público; es
decir: un 92, 1 % frente a un 7,9%, lo cual viene a desmentir la
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
137
generalizada opinión de que la mayor parte del empleo cultural en
nuestro país se genera desde las administraciones públicas.
La evolución de esta variable ha sido muy positiva,
experimentando un crecimiento medio interanual del 6,7%
desde 1992 hasta 1997, hasta alcanzar un 34,8%, en total durante
el período analizado, porcentaje de crecimiento bastante superior
a la media del resto de los sectores económicos durante ese
mismo período que fue de un 6,9%. Así, la contribución al
empleo del sector cultural español ha pasado del 6,20% en el
año 92 al 7,81% en el 97.
Con respecto a la distribución territorial del empleo cultural, y
sirviéndonos de los datos procedentes del trabajo coordinado por
Enrique Bustamante24 sobre seis comunidades autónomas, se
pueden observar algunas dinámicas:
Respecto al % de asalariados del campo cultural sobre el total de
la media nacional, resulta clara la pujanza de Madrid (29,8%) y
Barcelona (24,2%), que supone un 21,2% y un 12, 6%
respectivamente sobre la media nacional, cifrada en un 8,6 %.
Por otro lado, hay dos comunidades autónomas25 que son
Valencia (8,0 %) y Andalucía (8,3%) que se sitúan o están a
punto de alcanzar dicha media nacional.
24
. “Comunicación y cultura en la era digital. Industrias, mercados y diversidad en España”. Enrique Bustamante
(coord.) Editorial Gedisa. 2002.
25
. Suponemos que la situación en otras que no constan en el citado trabajo como es el caso del País Vasco donde se
percibe una gran pujanza del sector cultural en los últimos años es, incluso, superior a la media nacional.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
138
Asalariados del sector cultural en algunas regiones. /1997.
Asalariados Asalar S/total Asalar s/as
En sector
España
Regional
Madrid
251.756
29,8
16,9
Catalunya
204.352
24,2
11,6
Valenciana
66.986
8,0
6,5
Andalucía
68.710
8,3
4,79
Galicia
30.823
3,6
5,4
Extremadura
6.318
0,7
3,1
España
8,6
Fuente: “Comunicación y cultura en la era digital. Industrias, mercados y diversidad en España”.
La distribución de los ocupados en actividades culturales, por nivel de
estudios era, para el año 1999, según el Ministerio de Cultura la siguiente:
Aproximadamente el 72 % de los trabajadores y trabajadoras del sector
tenían, o estudios primarios (18%) o estudios medios (54%), y un 28 %
contaban con estudios superiores.
Desagregado por grupos profesionales, nos encontramos con que el mayor
porcentaje con estudios universitarios está en el sector de actividades
cinematográficas, audiovisuales y medios de comunicación en general (un
42%), y el menor (un 19 %) en los grupos de artes gráficas, reproducción,
grabación y fabricación, así como en el apartado en el que se integran
“otras actividades artísticas y de espectáculos”.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
139
Distribución porcentual de los ocupados en actividades culturales, por
nivel de estudios. Año 1999
100%
80%
60%
40%
20%
0%
TOTAL
Estudios Primarios
Actividades
Edición y actividades
cinematográficas y de
de bibliotecas,
vídeo, de radio y
archivos, museos y
televisión y de
otras instituciones
agencias de noticias.
culturales.
Estudios Medios
Otras actividades
artísticas y de
espectáculos.
Estudios Superiores
Artes gráficas,
reproducción de
soportes grabados,
fabricación de
aparatos de imagen y
sonido, y fabricación
de instrumentos
musicales.
• Número de empresas culturales. En nuestro país han
experimentado un crecimiento próximo al 38%, (crecimiento
interanual medio del 6,7 %), pasando de 67.166 empresas
registradas en 1992 hasta las 92.642 del 1997. A diferencia de las
macro magnitudes previamente consideradas, la evolución de las
empresas por tipos de actividades muestran un crecimiento
significativo de las actividades directas (las de tipo I) en
detrimento de las relacionadas con el uso y distribución (la de
tipo II y III). Pese a ello, estas dos últimos grupos siguen
concentrando el mayor número de empresas del sector .
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
140
• Las ventas de productos y servicios culturales. El sector
cultural privado español realizó en 1997 ventas que superaron
los 54.000 millones de euros, (33.000 millones en términos
constantes) experimentando un crecimiento del 83,1% en euros
corrientes (55,3% en constantes) desde 1992 hasta 1997. Con
relación a la estructura de participación de las ventas por tipos de
actividades, destaca la primacía de las actividades indirectas
relacionadas con el uso y distribución (tipoII).
• Los intercambios comerciales de bienes y servicios culturales
y de ocio con el exterior, importaciones y exportaciones.
Presentan valores crecientes desde 1993 hasta 1997, con un
diferencial positivo a favor de las exportaciones.
El sector con mayor potencial exportador es el editorial, con
una enorme pujanza en los mercados latinoamericanos, Francés y
norteamericano. Apreciándose un saldo marcadamente negativo
en las actividades relacionadas con el sector audiovisual.
Se constata también un significativo incremento del número de
empresas culturales exportadoras, ya que en cuatro años se han
multiplicado por 1,9, pasando de 3.271 en el 93, a 6.219 en el 97.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
141
Comercio exterior de productos culturales, por tipo de producto.
Año 1999
Instrumentos Musicales
Artes Plásticas
Libros y Publicaciones
Periódicas
Audiovisuales
-400
-300
-200
-100
0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
(millones euros)
Saldo
Exportaciones
Importaciones
Fuente: “Las cifras de la Cultura. Estadísticas e indicadores”. Ministerio de Educación y Cultura.2002
Evolución del comercio exterior de productos culturales
(millones euros)
1400
1200
1000
800
600
400
200
0
-200
-400
-600
1991
1992
1993
1994
Importaciones
1995
1996
Exportaciones
1997
1998
1999
2000
Saldo
Fuente: “Las cifras de la Cultura. Estadísticas e indicadores”. Ministerio de Educación y Cultura.2002
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
142
• Comparación por sectores. La importancia relativa de la Industria
de la Cultura y el Ocio debe contrastarse comparando su aportación
al PIBpm con las que realizan otros sectores o industrias relevantes
de la actividad económica.
Así, de acuerdo con los datos de la Contabilidad Nacional, para el
último año publicado por el Instituto Nacional de Estadística, (1995),
se constata que el sector cultural ocupa la sexta posición,
habiendo superado en este año sectores económicos tan
significativos como la producción de energía eléctrica y los
productos petrolíferos.
Hay que resaltar que esta comparación es solo una aproximación, ya
que la contribución de la cultura al PIBpm se ha estimado a través de
fuentes fiscales por no estar recogido su VABpm en la Contabilidad
Nacional, a diferencia del resto de los sectores considerados. Esto
implica que el colectivo empresarial comparado no es homogéneo
siendo inferior en el caso de la cultura, con lo que resulta así
minimizada su aportación respecto al resto de los sectores
considerados por la CNE.
Por tanto, utilizando las fuentes fiscales publicadas por el Instituto de
Estudios Fiscales para todos los sectores, se puede constatar que la
posición que ocupa la Industria de la Cultura y el Ocio española
mejora notablemente, pasando a ocupar la cuarta posición. En
cualquier caso, en ambas comparaciones la Industria de la Cultura y
el Ocio supera otros sectores relevantes de la economía, además de
los anteriormente indicados, como son: transportes, productos
textiles, productos químicos y vehículos entre otros.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
143
% de Valor Añadido por Sectores
Sectores
INDUSTRIA DE LA CULTURA
Y EL OCIO
INVESTIGACIÓN Y
ENSEÑANZA
ENTIDADES DE CREDITO Y
SERV. FINANC
TRANSPORTE AÉREO,
MARÍTIMO Y FLUVIAL
TRANSPORTE TERRESTRE
RESTAURACION Y
HOSTELERIA
EDIFICACIÓN Y OBRAS
PÚBLICAS
PRODUCTOS TEXTILES
BEBIDAS Y TABACOS
VEHICULOS AUTOMÓVILES Y
MOTORES
PRODUCTOS
FARMACEUITICOS
PETROQUÍMICA, QUIMICA
BÁSICA ETC
ENERGIA ELECTRICA, GAS Y
VAPOR DE AGUA
0
5
10
15
% de valor añadido
Fuente: Elaboración propia (2003)
Resumen de la evolución de algunas variables relevantes
del sector cultural privado español.
1992
1993
1994
1995
1996
1997
67.166
80.929
84.854
85.709
89.871
92.642
Asalariados 516.569 527.333 573.075 608.452 642.139
702.156
Empresas
Empresas exportador.
N.D.
3.271
3.776
4.982
5.691
6.219
Contribución al P.I.B.
3,10 %
2,43%
2,58%
2,94%
3,27 %
4,46 %
Contribución al empleo
6,20 %
6,60%
7,18%
7,34%
7,47%
7,81%
Fuente: Elaboración propia. (2003)
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
144
4.6.b. Un intento de análisis comparativo. La Industria cultural en
EEUU. Gran Bretaña y España. Algunos datos.
Al objeto de tratar de establecer una base comparativa que nos permita
situar el empleo del sector cultural español en relación con otros países,
vamos a contrastar los datos ofrecidos por investigaciones que
recientemente se han realizado sobre la importancia de la Industria de la
Cultura y el Ocio en otros países como Estados Unidos y el Reino Unido.
Concretamente, los informes Copyright Industries in the U.S.. Economy
(1997), y The Creative Industries Mapping Document (1997) en el Reino
Unido, realizado éste por el grupo asesor del gobierno, Creative Industries
Task Force.
Antes de nada resulta conveniente resaltar las analogías y las diferencias
encontradas entre los trabajos mencionados. En este sentido destaca como
denominador común a los tres trabajos el problema de definir y delimitar la
Industria de la Cultura y el Ocio, así como la falta de fuentes estadísticas
oficiales. El resultado de estas limitaciones es la dificultad de realizar
comparaciones precisas entre países.
Así, el trabajo realizado para EE.UU.: Copyright Industries in the U.S.
Economy, Economists Incorporated (1999), considera que la industria de la
cultura está integrada por cuatro grupos de industrias, definidos de la forma
siguiente:
•
•
•
Las actividades que configuran lo que estos autores denominan núcleo,
y que son aquellas que crean o producen bienes sujetos a copyright
Industrias parciales, que son aquellas en las que solo una parte de lo
que producen está sujeto a copyright . (Tanto las actividades núcleo
como estas otras parciales se asimilarían a las encuadradas en el Tipo I
en el caso de las industrias culturales españolas)
Industrias de distribución. Se incluyen en esta categoría aquellas que
distribuyen bienes sujetos a copyright a empresas y consumidores.
(Equivaldrían a las actividades de Tipo II)
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
•
145
Industrias relacionadas que producen y distribuyen productos que son
usados en su totalidad o en su mayoría conjuntamente con bienes sujetos
a copyright. (Se trataría de las incluidas en el Tipo III).
En el trabajo realizado para el Reino Unido, The Creative Industries
Mapping Document , se define la industria de la Cultura y el Ocio como
aquellas actividades que tienen su origen en la creatividad individual,
destreza y talento para crear riqueza y trabajo, a través de la
generación y explotación de la propiedad intelectual. Esta industria está
integrada por un conjunto de actividades que van desde las artes (teatro,
cine, música) y los productos de consumo (arquitectura, diseño,
diseñadores de moda) hasta los medios electrónicos y digitales
(radiodifusión, transmisión de televisión y software).
Contrastando los resultados que ofrecen ambos estudios, con los
manejados anteriormente para la industria cultural española, resulta
evidente que las respectivas contribuciones de la Industria de la Cultura
y el Ocio en estos dos países son superiores. En el año 1995, estas
participaciones fueron del 5,6% en EE.UU. y del 4% en el Reino Unido,
frente al 2,9% en España según el Informe de la Fundación Autor.. Si es
necesario indicar a la luz de estos datos, que esta comparación ha de
tomarse con cierta cautela, puesto que tanto la delimitación de las
actividades culturales como las fuentes de información no son
homogéneas, y además, se observa también un mayor ritmo de
crecimiento en la participación de la industria cultural española en la
economía nacional.
Los resultados obtenidos correspondientes a la contribución de la
cultura al PIBpm de las economías de España y EE.UU. (trabajamos
solo con ambos países ya que se puede disponer de series de datos más
amplias), se muestran en el siguiente cuadro , en el cual se observan dos
cuestiones significativas. En primer lugar, se constata que en ambos
países la Industria de la Cultura y el Ocio cobra cada vez mas
importancia, aumentando de forma continuada su participación en
el PIBpm desde 1992 hasta 1997. Así en España se eleva desde el
3,1% al 4,6%, y en EE.UU., del 5,62% al 6,53%. La excepción la
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
146
constituye el año 1993, donde la crisis económica generalizada afectó
sensiblemente a dicha industria.
En segundo lugar, se destaca el mayor ritmo de expansión de esta
industria en la economía española, cuya participación en el PIBpm
ha experimentado un crecimiento interanual medio de un 7,6%
frente al 3,01% observado en la economía americana para el mismo
período.
Contribución del valor añadido de la Industria de la Cultura y el Ocio
al PIBpm de las diferentes economías. (en %)
País
1992
1993
1994
1995
1996
1997
España
3,10
2,43
2,58
2,94
3,27
4,46
EE.UU.
5,62
5,45
5,51
5,62
5,68
6,53
Reino
Unido
N.D.
N.D.
N.D.
4,0
N.D.
N.D.
Fuentes: Elaboración propia con datos procedentes de Economists Incorpored (1999), Creative
Industries Task Force (1997), y el informe “La industria de la Cultura y el Ocio en España”. Su
aportación al PIB (1993-1997).
Otro dato relevante es el del empleo del sector cultural. Según el estudio
The Creative Industries Mapping Document, la industria cultural
generaba en Gran Bretaña en 1995 un 5% del total de los puestos de
trabajo. (5,2 % en EEUU y 7,34 % en España según el informe ya
mencionado, situándose nuestro país por encima de ambos en cuanto a
este indicador.
En el siguiente cuadro se pone de manifiesto el crecimiento continuado
de la participación del empleo cultural en el empleo nacional. Así, en
España, esta participación pasa de un 6,20% en 1992 a un 7,81% en
1997, lo que supone un crecimiento interanual medio del 4,7%. En
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
147
EE.UU., este porcentaje pasa de un 4,72% a un 5,3% en el mismo
periodo, lo que implica un crecimiento interanual medio del 2,3%, lo
cual nos permite ver (si lo sumamos a otras evidencias que se han ido
constatando a lo largo de este trabajo) que el potencial de crecimiento
del empleo en el sector cultural español tiene aún un largo recorrido.
Contribución del empleo de la Industria de la Cultura y el Ocio al
Empleo nacional de las diferentes economías. (En %)
País 1992
1993
1994
1995
1996
1997
España
6,20
6,60
7,18
7,34
7,47
7,81
EE.UU.
4,72
4,77
4,81
5,02
5,15
5,30
Reino
Unido
N.D.
N.D.
N.D.
5,00
N.D.
N.D.
Fuentes: Elaboración propia con datos procedentes de Economists Incorpored (1999), Creative
Industries Task Force (1997), y el informe “La industria de la Cultura y el Ocio en España”. Su
aportación al PIB (1993-1997”.
CUADRO RESUMEN
La inversión cultural forma parte de las estrategias de desarrollo socioeconómico
regional al convertirse en un importante factor de localización de actividades.
Actualmente, el sector cultural empieza a ser concebido como un ámbito directamente
productivo, pero también como un escaparate de atracción de inversiones, como se
demuestra en los diferentes ejemplos de ciudades españolas mostrados.
Por su parte, los últimos datos sobre consumo y demanda cultural en España
muestran un panorama en el que los gastos de los hogares se centran de forma
creciente en las actividades culturales de índole privada y, fundamentalmente, las
vinculadas a equipamientos tecnológicos, en detrimento de los espectáculos y
propuestas de naturaleza pública y carácter colectivo. Es aquí donde se encuentran
los principales retos de las administraciones y del sector privado: en la mejora de los
vínculos entre cohesión social, participación y cultura, a través de iniciativas que
enfatizen su función cívica, y estrategias culturales que articulen el territorio local,
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
148
dando soporte y fomentando las prácticas asociativas y relacionales a partir de
equipamientos de proximidad.
Con relación al papel de la administración pública para el estímulo de la industria
cultural privada, están comenzado a surgir nuevas formas de apoyo y cooperación en
las que, el tradicional concepto de subvención (con todas las connotaciones de
clientelismo y paternalismo que van ligadas al mismo) se sustituye por el de préstamo
/inversión, y el nivel de relación administración pública / iniciativa privada adquiere
un mayor grado de madurez y compromiso.
El empleo en el sector cultural comienza a basarse en el desarrollo de organizaciones
y empresas privadas que van configurando un mercado real; de oferta (más
diversificada, racionalizada y segmentada) y de demanda (más amplia, menos
concentrada y con mayor predisposición al pago). Por otro lado se empiezan a
implantar diversas fórmulas y modelos de gestión de los servicios culturales públicos
(Concesión, Gestión Interesada, Concierto), que significan diferentes formas de
implicación y responsabilidad público / privada, y que están suponiendo una
modificación sustancial con respecto al tipo de servicios y dinámica de relación con
las demandas ciudadanas de carácter cultural.
En cuanto al peso económico del sector cultural español, indicar que actualmente
supera en importancia a otros sectores relevantes de la economía nacional como son:
transportes, productos textiles, productos químicos y vehículos entre otros; ocupando
la cuarta posición, tan solo por debajo de la Banca, el sector de la Construcción y el
de la Energía. Esto representa aproximadamente una aportación del 4,5% al
Producto Interior Bruto, con una contribución al empleo que ha pasado del 6,20% en
el año 92 al 7,81% en el 97, y un crecimiento interanual medio en el número de
empresas próximo del 6,7 %, hasta alcanzar más de 100.000 en el año 2000.
Como características del sector, se puede observar una tendencia a la concentración
en grandes grupos empresariales de todos los segmentos de actividad, como respuesta
a los procesos de globalización económica, y a la necesidad de alcanzar economías de
escala que permitan la conquista (o defensa) de cuotas de mercado frente a los
grandes grupos multinacionales. En ese sentido, nuestro sector cultural supone un
importante foco de exportación de productos hacia el mercado latinoamericano,
Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Bélgica y Japón, fundamentalmente.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
149
5. Bibliografía de referencia.
El sector cultural como fuente de desarrollo socioeconómico local.
150
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Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
156
EL SECTOR CULTURAL
COMO FUENTE DE DESARROLLO
SOCIOECONÓMICO LOCAL.
(2ª parte)
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
157
Introducción
Este segundo documento recoge una batería de propuestas y
recomendaciones de intervención desde la escala local para promover la
dinamización del sector cultural.
Las propuestas que planteamos en el sexto capítulo surgen a partir de los
factores más relevantes identificados en los diagnósticos realizados en los
once municipios por parte de los respectivos paneles de expertos locales.
Con ellas queremos dar respuestas factibles a los principales obstáculos y
retos que dichos municipios manifiestan. En ese sentido, no se trata de
propuestas cerradas (ni se pretende que todas ellas sean implementadas en
todos los municipios), sino de materiales para el debate interno dentro de la
Agrupación Cultur@civitas. Es decir, proponemos abrir, a partir de aquí,
un proceso de feedback que permita contrastar el grado de coherencia y
posibilidad de puesta en marcha de las propuestas en los respectivos
marcos locales, y su encaje en las acciones que están previstas dentro del
proyecto a partir de ahora.
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
158
6. Cultura y ciudad del conocimiento.
Propuestas y recomendaciones de
intervención desde la escala local.
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
159
6. Cultura y ciudad del conocimiento. Propuestas y
recomendaciones de intervención desde la escala
local.
“Las culturas regionales han de ser conscientes que su futuro
depende de su capacidad para representar y recrear con
medios tecnológicos, industriales y creativos su propio espacio.
Y eso significa, ante todo, objetivos, inversión, formación,
medios, calidad, competitividad y producción propia, desde una
política cultural definida con unas metas precisas.”
Ramón Zallo. “Políticas culturales Territoriales: una
experiencia rica pero insuficiente”. En “Comunicación y cultura
en la era digital. Industrias, mercados
y diversidad en España. Ed. Gedisa. 2002.
Las ciudades europeas se enfrenta a un doble reto: por un lado, ser más
competitivas en el mercado; por otro, garantizar un entorno más habitable y
equitativo para sus habitantes. Probablemente sea el concepto de Ciudad
del Conocimiento el que mejor se ajuste a esa doble aspiración de
conciliar un entorno local productivo y competitivo, con una calidad urbana
autosostenible a la que las actividades y recursos culturales contribuyen de
forma determinante.
Una “Ciudad del Conocimiento” será aquella que diseñe sus políticas
públicas sectoriales sobre la base de los siguientes principios:
•
•
•
El conocimiento es la fuente principal de valor añadido, tanto en
la producción como en las relaciones sociales.
El conocimiento es información procesada y estructurada de
forma que sea socialmente útil y práctica.
La vida y la economía de la ciudad pueden llegar a ser
básicamente y mayoritariamente conocimiento.
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
160
Reconociendo que estamos solamente en la fase inicial y embrionaria de
esa construcción de la “Ciudad del Conocimiento”, las estrategias locales
para favorecer su concreción deberán incidir en la territorio local como:
ƒ
Espacio para el desarrollo del sistema cultural.
ƒ
Entorno educador y de aprendizaje y formación continua.
ƒ
Ámbito de comunicación, concertación y circulación de flujos
e intercambios.
ƒ
Espacio urbanísticamente adaptado para la diversidad, la
pluralidad y la convivencia.
ƒ
Espacio que posibilita la lucha contra la brecha y la exclusión
social.
En definitiva, se trata de apostar por la conversión de la ciudad en un
“territorio culturalmente inteligente” a partir de diez ámbitos de
intervención que recogen, de forma agrupada y ordenada, las múltiples
propuestas para superar los obstáculos existentes en la escala local. Estas
propuestas han sido aportadas por los diversos paneles y mesas de expertos
que contribuyeron a los respectivos análisis y diagnóstico del sector
cultural realizados en los 11 municipios que se integran en el proyecto
Cultur@civitas y cuyos resúmenes se incluyen en un documento anexo.
Los ámbitos de actuación que agrupan las diversas propuestas son los
siguientes:
1. Nuevas formas de gestión de equipamientos.
2. Coordinación.
3. Marketing de ciudad.
4. Gestión del Patrimonio cultural.
5. Diseño de nuevos productos y servicios culturales.
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
6. Inversión y Financiación cultural.
7. Implantación de NTICs en el ámbito cultural.
8. Formación cultural.
9. Creación de demanda cultural y mejora de la
participación ciudadana.
10. Igualdad de Oportunidades en el ámbito cultural.
•Instrumentos y estructuras de soporte.
Recomendaciones a escala provincial y regional.
161
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
162
6.1. Nuevas formas de gestión de equipamientos .
La lógica del “equipamiento” por encima de la centrada en los
“contenidos” ha resultado perniciosa para la buena gestión de innumerables
infraestructuras culturales en España. La ausencia de análisis previo sobre
las necesidades ciudadanas (en términos de objetivos e impactos, y la
proporción entre medios y fines) ha provocado el que muchas de estas
infraestructuras, con el paso del tiempo hayan sufrido una modificación
sustancial de sus objetivos iniciales y que, en muchos casos, finalmente su
actividad cotidiana tenga poco que ver con el ámbito cultural.
En este momento las actuaciones culturales más exitosas parten de una
lógica de “proyecto” previo, mediante la vertebración del espacio urbano a
través de equipamientos que doten de nuevas centralidades a los barrios;
equipamientos que cuentan con un riguroso análisis de viabilidad
económica, y para cuyo funcionamiento y gestión se asegura la implicación
de entidades e instituciones del propio territorio, mediante la aplicación de
nuevas fórmulas jurídicas y modelos de acuerdo que restan peso a lo
burocrático.
Nos encontramos ante un nuevo escenario en el que hablar de mejora en el
nivel de actividad de los servicios culturales públicos, pasa por definir un
marco de cooperación en el que se ha de contar con la participación de
otros actores. Existe un numero creciente de experiencias y modalidades de
gestión privada de equipamientos públicos que van desde la privatización
de la tarea (gestión indirecta, concesiones de servicios públicos a entidades)
hasta la de la función (el sector público abandona un área de intervención
que considera puede o debe ser cubierto por la iniciativa privada).
En todo caso se trata, eso si, de huir de determinadas prácticas
“privatizadoras” que ni refuerzan el servicio público ni fortalecen la
consolidación de un tejido empresarial cultural. Para ello es preciso tener
en cuenta que el sector público debe jugar un papel determinante en la
preservación del interés general, concentrando sus esfuerzos en apoyar
aquellos servicios culturales que el mercado provee a precio de exclusión,
optando por la provisión directa u otras fórmulas de gestión para dichos
servicios.
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
163
En este contexto, serán funciones del sector público la planificación, la
coordinación, el control de calidad y la evaluación de los resultados;
mientras que el rol de las entidades asociativas y el sector cultural privado
será el de gestionar los servicios, participando en el diseño de su
planificación y programación.
Propuestas:
•
•
Elaborar un Mapa de los Recursos Culturales Locales con un
análisis preciso de su localización, potencialidades y nivel actual de
aprovechamiento. Dicho mapa permitirá disponer de información
operativa para la toma de decisiones con respecto a la planificación de
actividades, estrategias de coordinación, análisis de necesidades,
frecuencia de uso, tipología de usuarios etc.
Poner en marcha una experiencia de gestión delegada en un
equipamiento cultural municipal. Se trataría de elegir, a partir del
Mapa de Recursos Culturales Locales, un equipamiento cultural de
proximidad para plantear una experiencia piloto de integración de una
entidad cultural privada en la gestión de un servicio cultural público.
Dos cuestiones previas y fundamentales para impulsar una experiencia de
éste tipo serán; por una lado, la definición de los contenidos del
equipamiento y por otro, la definición del tipo de modelo de gestión.
Para abordar ambas cuestiones, será necesario interrelacionar:
- necesidades reales (evaluadas y bien definidas)
- demandas claras (prospectadas y cuantificadas)
-
intereses (múltiples y a veces confrontados)
- problemáticas (grados de colaboración y cooperación).
La puesta en marcha de una experiencia piloto como ésta, requerirá, como
mínimo, tener en cuenta las siguientes condiciones:
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
164
- Que se delimite con precisión la actividad objeto de la concesión, y
que ésta se desarrolle de forma coherente.
- Que el proyecto cuente con el asesoramiento de equipos de expertos
cualificados.
- Que se evalúe y cuantifique el costo real de los servicios y
actividades, con objeto de decidir qué parte de dicho coste se traslada
a los usuarios.
- Que su gestión se realice con transparencia, rigor y libertad y por
parte de profesionales.
- Que en la atención al público se establezcan pautas para el análisis
permanente de la satisfacción de las demandas.
- Que atienda la formación del espectador en los nuevos factores y
comportamientos artísticos y culturales.
Otros aspectos de carácter práctico que resulta preciso resolver en un
proceso de este tipo son: La duración del acuerdo, el control y coordinación
de las actividades; la política laboral; la propiedad intelectual e industrial;
la imagen de las partes y los aspectos fiscales y de capacidad de
contratación, etc.
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
165
6.2. Coordinación (Creación de Estructuras. Trabajo en red.
Concertación.).
De la lectura de los diagnósticos de los municipios integrados en
Cultur@civitas se desprende una necesidad común que es, a su vez, una de
las principales demandas actuales de los servicios públicas y de las
industrias culturales: la mejora de su articulación, como mínimo en cuatro
direcciones:
- La conexión entre creación, empresa y los agentes que los representan.
Es decir, el establecimiento de acuerdos o redes que favorezcan la
existencia de sinergias verticales (creación, producción y difusión).
- La interrelación entre el conjunto de los sectores culturales (artes
plásticas, artes escénicas, música, libro, audiovisual, multimedia, etc.);
dicho de otro modo, la búsqueda de sinergias horizontales.
- Las conexiones territoriales –desde la perspectiva comarcal, regional,
estatal o internacional.
- La conexión del ecosistema cultural con otros sistemas cercanos–
educativo, social, medioambiental. etc.
Para que la iniciativa pública pueda gestionar mejor las políticas culturales
locales, se hace preciso, por tanto, establecer una nueva relación entre las
instituciones y la sociedad, basada en la subsidiariedad, la proximidad , la
contractualidad, y la definición de nuevas formas de cooperación. Esto
significa que las organizaciones culturales deben reducir su aislamiento, a
partir de su participación en entornos organizativos dinámicos.
Los ejemplos de trabajo en red en el campo de la cultura son numerosos y
están suponiendo una dinámica de conocimiento y madurez por parte de las
organizaciones y entidades que en ellos se integran. En términos prácticos,
las redes culturales son maneras efectivas de compartir información y
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
166
recursos, y aprender de la experiencia del otro. Pueden prevenir a sus
miembros del desgaste económico que significa la duplicación del trabajo,
facilitando la coproducción de eventos, y productos que de manera aislada,
probablemente ninguna entidad podría cometer.
Estas redes se entrecruzan y fertilizan de forma progresiva, pudiendo
hablarse en este momento de un movimiento “reticular” que vincula a
través de múltiples proyectos, a regiones con ciudades, empresas culturales,
instituciones públicas y entidades de economía social.
Propuestas:
Con el fin de mejorar la concepción de la actividad cultural como un
elemento transversal de la gestión local, y para romper con una imagen
excesivamente compartimentada y rígida por parte de otros departamentos
y servicios municipales proponemos dos medidas:
•
•
Creación de un Foro de encuentro de carácter estable que permita
aumentar la coordinación e interrelación entre departamentos y
servicios municipales directa o indirectamente vinculados a la acción
cultural local (escuela taller, agencia de desarrollo, centros culturales,
centros e instalaciones deportivas; centros educativos, concejalías de
participación ciudadana, turismo, mujer, juventud, medio ambiente,
turismo, festejos, economía...). El objetivo de este foro sería
estructurar un sistema para compartir información de manera regular
que permita, posteriormente, diseñar y desarrollar proyectos
culturales conjuntos.
Puesta en marcha de un Pacto Cultural Local. La consecución de
objetivos pocas veces pasa por una sola organización; la gruesa red de
agentes culturales que interactúan en un mismo entorno, exige una
cultura del acuerdo que se debe articular en forma de contratos en un
sentido amplio. En consecuencia, se propone la creación de un “Pacto
Cultural Local” a modo de contrato-marco entre el conjunto de
agentes culturales de la ciudad para trabajar con lógicas comunes.
Este Pacto debe dar lugar a múltiples acuerdos que cedan el
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
167
protagonismo más a los objetivos comunes que a las organizaciones.
Algunas veces ese pacto deberá producirse entre instituciones
públicas (en los paneles de expertos llevados a cabo en los diferentes
municipios, muchos profesionales reclamaban más coordinación e
integración entre el conjunto de políticas públicas culturales), otras
veces entre entidades privadas, y en la mayor parte de las ocasiones
entre entidades públicas y privadas.
Un Pacto Cultural de esas características posibilitaría:
En el ámbito local:
•
•
La exploración de nuevas vías de cooperación con otras
administraciones, organismos y entidades públicas susceptibles de
financiar y coproducir proyectos culturales locales.
El trabajo en red de los emprendedores y entidades culturales
privadas al objeto de obtener economías de escala en la coproducción
de eventos, espectáculos y productos culturales.
En la escala regional y nacional:
• La creación de canales culturales entre diferentes municipios de dos
tipos: mancomunando servicios, o creando redes de contratación
conjunta que abaraten los precios.
•
La articulación de circuitos expositivos, de espectáculos teatrales,
musicales, etc.
A su vez, la puesta en marcha en los diverso municipios integrados en
Cultur@civitas de un Pacto Cultural Local daría lugar a la
articulación de una potente red que repercutiría de forma notable
sobre la vida, la circulación y los intercambios de los productos
culturales locales generados en cada uno de los 11 municipios.
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
168
6.3. Marketing de ciudad. (Estrategias de comunicación y
mejora de la visibilidad.).
El mundo es cada vez más una red de ciudades y municipios entre los que
pueden coexistir dinámicas de cooperación y, al mismo tiempo, de
competencia. En ese escenario dual, la cultura se ha convertido en uno de
los elementos fundamentales para aportar visibilidad a la ciudad en un
contexto cada vez más global.
La proyección externa de cualquier ciudad se basa en la imagen que tiene
en el mundo; en la calidad de algunas de las producciones y
acontecimientos culturales que en ella se organizan; en los modelos
seguidos para la gestión de su patrimonio cultural; en la estructuración de
los procesos de intercambio y de coproducción con agentes de otras
ciudades, y en la experiencia que la ciudad tiene como lugar de encuentro y
transacción.
Las actuaciones que, bajo nuestro punto de vista, deben seguir las ciudades
integradas en Cultur@civitas, tienen que ver con la creación de espacios y
canales de distribución y promoción de la cultura hecha en la propia
ciudad. También con el hecho de desarrollar producciones culturales
conjuntas con otras ciudades; con la atracción de inversiones, creadores y
contenidos culturales de otros territorios; con la proyección internacional
de sus propios acontecimientos y eventos culturales, y con la coordinación
para aprovechar las sinergias entre el sector cultural y el turismo y el medio
ambiente.
Propuestas
• Puesta en marcha de un programa de creación de identidad y
promoción exterior del municipio con el patrimonio y la actividad
cultural como eje temático.
Se trata de definir una imagen que identifique y distinga al municipio de
otros destinos similares, singularizando la oferta a partir de su vinculación
con una serie de imágenes / fuerza. Con esta actuación se podría generar
una imagen de identidad que conectara todas las características culturales
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
169
del municipio (patrimonio y recursos culturales, infraestructuras, fiestas,
eventos, tradiciones, artesanía, producciones musicales y escénicas, etc.) de
cara a los mercados exteriores.
• Creación de una red de intercambios de producciones y actividades
entre las ciudades integradas en la agrupación Cultur@civitas.
La apertura a los mercados exteriores es una condición básica para la
mejora de la competitividad de las industrias culturales locales. Para ello
resulta preciso que las políticas de promoción exterior vayan más allá de la
proyección de la cultura propia, y concedan un creciente protagonismo al
intercambio cultural, a la participación en coproducciones, a la presencia de
las empresas culturales locales en los mercados y ferias exteriores, o a la
celebración en el propio municipio de eventos y festivales de carácter
nacional e internacional. Se propone para ello, la articulación de los Pactos
Culturales Locales en un sistema de red nacional. Esto permitirá dotar de
continuidad a las actuaciones impulsadas por la Agrupación de Desarrollo
creada para la gestión de Cultur@civitas.
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
170
6.4. Gestión del Patrimonio Cultural.
El poso cultural de las ciudades y municipios se expresa en elementos
materiales –colecciones, museos, edificios, urbanismo, etc.– e inmateriales
–formas de vida, uso de la calle, la fiesta, las tradiciones, etc. La ciudad
debe ser capaz de valorar este patrimonio como mejor garantía de expresar
singularidad en un contexto cada vez más global.
La propia UNESCO reconoce las vastas posibilidades que ofrece el
turismo cultural a las ciudades, pero también advierte de que hay que
abordarlo en el marco de una estrategia global, en virtud de la cual se
establezcan mecanismos que permitan a la población local extraer del
turismo "beneficios económicos y un sentimiento de satisfacción, es decir,
empleos, ingresos y orgullo de lo propio. Las autoridades nacionales o
locales deben sacar provecho de los recursos del patrimonio cobrando
impuestos directos o indirectos y realzando su imagen y reconocimiento
internacional" 1.
En los últimos años, las inversiones en este terreno han sido muy
importantes. La generación de nuevos museos, la mejora de
equipamientos presentes en las ciudades que exigían una remodelación
integral, en muchos casos a través de programas de Formación / Empleo
como las Escuelas Taller o Casas de Oficios, las mejoras urbanísticas,
etc, en muchos casos han comportado la recuperación de edificios de
interés, lo cual ha supuesto un aumento considerable del patrimonio
cultural local.
Entre los retos indiscutibles en la gestión de este patrimonio de las
ciudades para los próximos años están los siguientes:
- En primer lugar, la necesidad de identificar con precisión el nivel de
recursos con que se cuenta, y su potencial para el diseño de un
sistema global que permita su puesta en valor.
1
“Culture, tourism, development: crucial issues for the XXIst century”, UNESCO/AIEST, Annals of
Tourism Research, 1997.
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
171
- En segundo, la necesidad de contar con recursos humanos y
económicos especializados para llevar a cabo, con estándares de
calidad, las funciones de conservación, interpretación, gestión y
difusión de todos aquellos equipamientos y servicios del patrimonio
cultural de interés.
- En tercer lugar, los diagnósticos locales realizados por los diferentes
municipios integrados en Cultur@civitas, en muchas ocasiones
hacen referencia a un escaso aprecio por parte de los ciudadanos en
relación al patrimonio local, y la necesidad de plantear actuaciones
de sensibilización internas que se enfrenten a esa minusvaloración
como factor previo a su promoción como recurso de atracción
externa.
Propuestas
•Concebir un sistema /red para los equipamientos y servicios en el
ámbito del patrimonio en la ciudad (La ciudad / Museo) mediante un
conjunto de medidas que contribuyan a una gestión del paisaje urbano,
entendiéndolo como patrimonio cultural colectivo que requiere un
tratamiento como tal, y una tarea de descodificación de símbolos para
poder transmitirlos de forma atractiva al conjunto de la colectividad. En ese
sentido conviene indicar que diversas ciudades integradas en
Cultur@civitas, o bien son Ciudades Patrimonio Universal de la
Humanidad, o bien cuentan con elementos que han sido declarados como
tales.
Esta propuesta pasaría por articular un sistema de funcionamiento, a partir
de una red específica, de todos los equipamientos vinculados al patrimonio
cultural de la ciudad, aprovechando sinergias en los ámbitos de la
comunicación y difusión de sus actividades; compartiendo recursos y
coproduciendo eventos que puedan cubrir los diversos ámbitos a los cuales
dirigen sus propuestas; dibujando nuevos proyectos adaptados al contexto
contemporáneo y, en definitiva, contribuyendo a revalorizar el patrimonio
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
172
cultural de la ciudad como factor de atractividad, integrando en una lectura
o narrativa común a todos los recursos.
• Promover la vinculación de los elementos del patrimonio histórico
municipal con la actividad cultural en vivo (conciertos, espectáculos
teatrales, música, danza, rodajes y proyecciones cinematográficas...). Se
trataría de abordar el aprovechamiento sistemático del potencial local, y
la utilización de forma innovadora de las inversiones turísticas y en
patrimonio cultural ya efectuadas, mediante un acceso regulado a
iniciativas públicas y privadas para desarrollar actividades no
específicamente ligadas a la conservación o interpretación.
• Incrementar las relaciones de cooperación y desarrollo de
programas conjuntos entre los operadores culturales y los agentes
turísticos de carácter privado, para mejorar la difusión del patrimonio,
el acceso a las manifestaciones de la cultura tradicional, y su
coparticipación en todo tipo de espectáculos musicales y escénicos.
• Mejorar la gestión de los museos, bibliotecas y archivos de la ciudad
para su transformación en centros vivos de producción de saber y
cultura. La concepción decimonónica de museos y bibliotecas almacén
ha dado paso a un nuevo perfil desde el cual estos equipamientos se
convierten en generadores continuos de conocimientos e interpretación
del patrimonio que custodian. Los museos actuales deben concebirse
desde su origen como foros de intercambio intelectual, como agentes
activos en la generación de cultura viva, no simplemente como
contenedores de sedimento histórico.
Se trata, en definitiva, de abordar nuevas lecturas de sus fondos y
contenidos con el objetivo de: Facilitar la diversión – y el estimulo de
la curiosidad y el interés. Provocar preguntas y reflexiones. Favorecer
el dinamismo social. Generar interactividad. Fomentar la interrelacion
placer-conocimiento.
•Favorecer la figura del “voluntario cultural” , a través del refuerzo
del papel de las personas y entidades asociativas más comprometidas
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
173
con la defensa y promoción del patrimonio cultural y los
equipamientos, cómo agentes difusores de la actividad cultural local a
través de planes de formación para su apoyo como guías y
acompañantes de grupos y visitas didácticas.
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
174
6.5. Diseño de nuevos productos y servicios culturales.
El sector cultural es un ámbito en el que, tradicionalmente, ha costado
consolidar los proyectos y posicionarlos en el mercado una vez se supera la
fase creativa inicial; y ello es así porque, en general, se trata de un sector
atomizado, escasamente vertebrado y donde las estructuras y reglas de
funcionamiento básico están por definir y desarrollar.
El entorno en el que se mueven las actividades y servicios culturales de
carácter privado, en general, está bastante desregularizado, viviendo en un
proceso de permanente “semiprofesionalización”. Los mercados locales y
regionales adolecen de una insuficiente dimensión; son bastante cerrados y
muy dependientes de la administración, existiendo poca competencia real y
escasos espacios para el debate y la reflexión común de los creadores y
profesionales, aún cuando los problemas que les afectan (legislativos,
financieros, laborales...) sólo se pueden solucionar a partir de reformas
sectoriales.
Por otra parte, la intangibilidad de los activos de la empresa cultural, y la
dificultad de una valoración objetiva del talento creativo, principal activo
de muchos proyectos, repercute negativamente en su acceso a otras fuentes
de financiación que no sean las procedentes de las subvenciones públicas.
Por ello, los intermediarios financieros y los potenciales inversores
privados no perciben las industrias culturales como un sector de negocio
claro y seguro.
En relación a las diversas etapas que componen la producción cultural
privada, se pueden realizar algunas consideraciones:
Diseño y creación del producto cultural .
A pesar de que la industria de contenidos y servicios son señalados de
forma casi unánime como motores básicos para la generación de valor en el
sector cultural, en España, generalmente, la administración solo se vincula
en la fase de compra de productos ya realizados. Se trata de una dinámica
donde la oferta precede normalmente a la demanda y no se comparten
riesgos con los emprendedores. Es preciso invertir esa dinámica y prestar
el apoyo desde la administración en las fases iniciales de los proyectos,
dando un mejor uso a los recursos disponibles, y evaluando los
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
175
mecanismos de apoyo y financiación más adecuados para cada tipo de
producto y proyecto. (ver línea 6.6. “Inversión y Financiación Cultural”)
Promoción. Se trata de una fase fundamental para maximizar los resultados
de la comercialización del producto cultural. Ésta comprende desde las
acciones en publicidad, hasta el marketing directo, la promoción de las
ventas (imagen corporativa y merchandising) y las relaciones públicas. El
despliegue de estas funciones tiene una importancia creciente para la
viabilidad de un producto cultural, lo que explica la necesidad de asignarle
cada vez más recursos. Sin despreciar la importancia de la logística y la
distribución, el gran reto actual consiste en captar la atención del usuario
dada la sobrecarga informativa y la saturación de oferta a la que está
sometido.
Distribución.
Una etapa clave para una buena comercialización del prodcuto cultural es
la distribución. Esta va más allá de una eficiente estructura logística (a
pesar de su gran importancia) y comprende las funciones de
intermediación, la gestión de las relaciones con el mercado, y la
localización de la oferta comercial. El control sobre los canales de
distribución ha condicionado y condiciona la cuota de mercado de las
empresas y de la producción cultural doméstica. El hecho de que la
intermediación tienda a estar cada vez más concentrada en manos de los
grandes grupos empresariales, y más centralizada territorialmente, no
beneficia a una industria cultural de carácter local. Por esta razón, es
necesario fortalecer las estrategias de vertebración de las redes de
intermediación a escala domestica y regional, y fortalecer la estructura de
los productores y vendedores minoristas locales y regionales.
Propuestas
Para la administración local.
•Prestar
apoyo a la reestructuración del sector, estimulando la
concentración empresarial, facilitando la constitución de centrales de
compra y la creación de redes asociativas, o favoreciendo la
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
176
coproducción intermunicipal y otras formas de cooperación público/privada
como la gestión de servicios y equipamientos culturales.
Otras formas de cooperación por parte de la administración local son:
• El impulso a la mejora de las estrategias en marketing mediante
el aumento de los recursos destinados a la promoción y comercialización
de la producción cultural local.
• La prestación de apoyo de aquellas estrategias supralocales que
permitan la producción y distribución de productos culturales
autóctonos, y que faciliten la creación de membranas y redes de
transferencia entre los diversos actores implicados en la creación y
producción cultural local y regional. (Ver propuesta de creación de un
Pacto Cultural Local, línea de actuación 6.2. ).
• La búsqueda de fórmulas de cooperación entre los diferentes
agentes públicos que tienen responsabilidad en las políticas de
promoción cultural exterior (Gobiernos Autónomos, Diputaciones, el
Instituto Cervantes, el ICEX y el AECI, o los diferentes institutos de
promoción turística), a fin de alcanzar una acción más eficaz en este
campo.
Propuestas para el sector cultural privado.
• Plantear nuevas formas de organización del trabajo cultural,
mediante la creación de consorcios, de grupos de empresas,
cooperativas de segundo grado, uniones temporales de empresas,
fusiones de empresas, etc. Esta situación deberá abordarse a corto
plazo, sobre todo si tenemos en cuenta de que estamos hablando de un
sector con una creciente necesidad de inversión en nuevas tecnologías
para el desarrollo de sus proyectos, y unos márgenes de rentabilidad
que acostumbran a ser bajos.
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
177
• Lograr una representatividad ante de las administraciones como
interlocutores de referencia. (nuevos proyectos, nuevos modelos de
gestión, concursos públicos, convenios....) participando también en
las mesas de negociación, tanto a nivel estatal, como a nivel de
comunidades autónomas (elaboración de presupuestos, planes de
fomento de la ocupación, formación continua, cámaras de
comercio...)
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
6.6.
178
Inversión y Financiación cultural. (mecanismos para el
estímulo a la creación y producción).
Las posibilidades de dinamizar con éxito la producción cultural en la
ciudad dependen en gran medida de la capacidad de atraer capitales para
invertirlos en proyectos culturales innovadores. Paradójicamente, la
tradicional dificultad de acceso del sector cultural a las fuentes de
financiación tradicionales usadas por otros sectores de actividad
económica, ha supuesto la búsqueda de formas innovadoras de financiación
externa. Así, en Europa, algunas regiones y ciudades han aplicado un
enfoque más interdisciplinar a la búsqueda de recursos para la actividad
cultural: apoyo financiero directo o indirecto, exenciones fiscales, creación
de fondos de inversión; capital / riesgo; financiación a través de loterías,
emisión de bonos para la financiación de producciones, coproducciones
entre ciudades. Otras fuentes de recursos indirectos que se están
experimentando son las garantías y avales para créditos, y la posibilidad de
ciertas ventajas fiscales. Todas estas fuentes complementan, aunque sea de
una forma muy parcial, los recursos procedentes de la financiación interna
–ingreso por venta del producto y autoexplotación del creador-, los
ingresos por publicidad (muy dependientes de la coyuntura económica), las
subvenciones a fondo perdido, o el patrocinio empresarial.
Con respecto a la demanda cultural, es preciso señalar la importancia que
están adquiriendo las estrategias de fidelización y promoción del consumo
(abonos o clubes de subscriptores, cheques descuento), los sistemas
automatizados de venta de entradas, o la ampliación de público gracias a la
integración en los paquetes turísticos de actividades y propuestas
culturales. Algunos de estos mecanismos para favorecer la demanda
cultural, juegan también un importante papel en la desestacionalización de
los recursos y en la mejora de la situación de tesorería de las pymes del
sector.
Propuestas
El objetivo general de las propuestas siguientes es crear estrategias que
fortalezcan a las pymes.
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
179
• Poner a disposición de las empresas culturales emergentes, una
línea de asesoramiento específico desde las Agencias de
Desarrollo Local o departamentos de Promoción de Empleo que
ayuden a evaluar el volumen y tipología de la inversión necesaria para
dar respuesta a la demanda existente, así como elaborar un plan de
tesorería y financiación viable.
• Crear un Vivero de Empresas Culturales que de soporte a la
emprendedores del sector. Se trataría de invertir desde el sector
público, en diálogo con el sector privado, en la creación de un espacio
habilitado para albergar a las diversas organizaciones y empresas del
sector cultural. Esta propuesta de agrupamiento de las iniciativas
culturales locales aportará densidad de relaciones e interacciones
profesionales y empresariales, y permitirá aminorar la exportación de
capital humano creativo desde la escala local a los grandes centros
metropolitanos de creación y producción cultural (Madrid y
Barcelona, fundamentalmente).
• Transformar, en los ámbitos que sea posible, las subvenciones en
préstamos reembolsables sobre la base de los ingresos y
resultados de la actividad. Se trataría de reorientar las políticas de
apoyo a las industrias culturales con el objetivo de favorecer a los
procesos que faciliten su mejora competitiva, y la colocación de sus
productos y servicios en los mercados en las mejores condiciones
posibles.
• Creación de una Agencia Regional para la Promoción de las
Industrias Culturales. (*)
• Puesta en marcha de un Fondo específico Regional para el Apoyo
Financiero a las Industrias Culturales. (*)
(*) Ver información en el apartado 6.11: “Instrumentos y Estructuras de
soporte. Recomendaciones a escala provincial y regional”.
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
6.7.
180
Implantación de NTICs (Nuevas herramientas, estrategias
y productos en el ámbito cultural. Las NT como
instrumentos de comunicación).
La cultura contemporánea está influida por las tecnologías de la
información y la comunicación hasta el punto de producirse un cambio de
paradigma hacia lo que ya se reconoce como una "economía del
conocimiento" y una "sociedad de la información" en la que los contenidos
culturales se revelan como clave del negocio de las nuevas redes
tecnológicas.
En ese contexto, la aparición de nuevas actividades y profesiones culturales
vinculadas al diseño de contenidos, productos, herramientas, servicios
multimedia y entornos virtuales de formación on line, y la irrupción de
fórmulas como el teletrabajo, están permitiendo una mejor conciliación de
la vida privada y la profesional, así como la superación de desventajas
físicas o relacionadas con el aislamiento geográfico; situándose las NTICs
como una clara vía para la mejora de la Igualdad de Oportunidades en
directa relación con el ámbito de la Cultura.
Con respecto a la Administración Local, resulta necesario que ésta
asuma un papel más activo en el impulso de las NTICs en el entorno local
y, concretamente, en su relación con la creación de empleo. En principio, a
partir de una declarada "voluntad política" que debe concretarse mediante
la implantación de estas tecnologías en las labores de la administración,
tanto desde el punto de vista de una "labor ejemplarizante" como para
ofrecer servicios de valor añadido a los ciudadanos.
En el caso de la iniciativa cultural privada, la “industria de contenidos”
y servicios muestra su inevitable enraizamiento en la creatividad simbólica
de un país y de su industria cultural, incluso en nuevos mercados
aparentemente arrojados al ámbito del “entretenimiento” como los
videojuegos, el multimedia, las bases de datos o los mensajes a móviles.
Sin embargo, estas reservas de creatividad, abundantes en culturas como
las latinas o las hispanoamericanas, no parecen por el momento garantizar
por sí solas el éxito en ausencia de unas industrias dinámicas, capaces de
darles forma y convertirlas en una oferta cultural atractiva.(más
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
181
información en el apartado 6.5. “Diseño de nuevos productos y servicios
culturales”).
En consecuencia, resulta conveniente que tanto las administraciones locales
como los emprendedores privados se familiarizen con ese nuevo tránsito
cultural hacia el mundo de lo digital, y valoren su impacto en términos de
posibilidad de generación de nuevos servicios y productos.
Con las siguientes propuestas, se pretende facilitar la conversión de los
municipios en nodos culturales de la Red, posicionándose plenamente
en la Sociedad de la Información.
Propuestas
•
Analizar la vinculación: Territorio local / Desarrollo de las
NTICs / Ciudadanía. Se trataría de abordar un análisis desde los
propios servicios culturales o desde la Agencia de Desarrollo Local
para obtener un conocimiento preciso de su grado de penetración,
tanto en la administración pública como en el tejido cultural privado
y entre los usuarios de servicios culturales (principales usos y
aplicaciones, nivel de utilidad, frenos a su asimilación, etc).
• Realización de un programa de sensibilización en el entorno local,
aprovechando la proximidad de la administración local y su capacidad
de interlocución con los agentes socioculturales. Se trataría de generar
un "estado de opinión" positivo sobre las TIC, así como asegurar unos
conocimientos básicos sobre las mismas entre todos los actores
culturales locales; lo cual, a su vez, permite un incremento de la
"empleabilidad" de estas personas. Esto se puede conseguir a través
de : Organización de sesiones y jornadas de difusión de información
sobre las TIC; historias de éxito en su uso; análisis del impacto en el
mundo de las industrias culturales; inclusión de "micromódulos"
prácticos de TIC en las acciones de formación, etc.
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
182
• Facilitar el proceso de digitalización e interconexión de los
servicios y equipamientos y de la comunidad cultural local. Se
trataría de animar y propiciar el proceso de digitalización de todos y
cada uno de los elementos que conforman el sector cultural de la
ciudad –las infraestructuras, los profesionales, las industrias, los
servicios, las organizaciones, creando una suerte de “anillo cultural”
que refuerze el sentido de red y de pertenencia a un espacio territorial
común.
• Asegurar un acceso inteligente de los ciudadanos y ciudadanas a
las nuevas tecnologías. La nueva dinámica cultural debe propiciar el
acceso de los ciudadanos a las nuevas tecnologías, tanto para
disfrutarlas como para generar actividad con ellas en las mejores
condiciones posibles. Garantizar el contacto creativo con las nuevas
tecnologías es la mejor manera de evitar nuevas fracturas sociales;
para ello se propone facilitar a la población el acceso a las TIC a
partir de los equipamientos y servicios culturales locales.
Este acceso puede ir desde algo tan básico como la puesta a
disposición de correo electrónico gratuito o puntos de acceso libre a
Internet, hasta fórmulas imaginativas para la difusión de contenidos y
actividades culturales locales: (catálogos virtuales de exposiciones,
retransmisión on line de espectáculos y conciertos, librería digital de
conferencias y eventos, publicación electrónicas con la programación
cultural...)
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
183
6.8. Formación cultural. (Por una educación para el empleo y
la creatividad cultural).
El sector cultural es uno de los campos donde se hace más palpable la
necesidad de adaptar el sistema educativo general para que pueda dar
respuesta a las nuevas demandas generadas por el mercado laboral. En
todas las actividades culturales, el talento del trabajador creativo constituye
un factor clave del desarrollo competitivo; en este sentido, los procesos de
formación básica y continuada, la fortaleza de las redes de información
(por ejemplo, la existencia de bibliotecas y museos con modelos de gestión
avanzados), y la capacidad de transferencia de talento de los centros de
enseñanza a las empresas, adquieren una gran relevancia.
En general, en nuestro país se constata la inadecuación de la formación
académica a las demandas de la industria cultural, y la necesidad de una
formación continua a lo largo de toda la vida profesional, que permita
renovar el conocimiento y adaptarse a un sector enormemente dinámico y
cambiante. La oferta de formación profesional es claramente insuficiente y
se detecta la carencia de especialidades de grado medio y superior
relacionadas con las industrias culturales y una excesiva concentración
geográfica de las existentes.
Por otro lado, la existencia o no en los municipios de centros de enseñanza
artística o de formación profesional de carácter creativo y cultural,
condiciona las posibilidades de desarrollo de iniciativas y proyectos
alrededor de éstos. Además hay que tener en cuenta el proceso de fuga de
artistas y creadores hacia algunos centros de producción y distribución
como Madrid y Barcelona, debido a su capacidad de atracción y de
liderazgo en los ámbitos de la formación, producción e innovación cultural.
Se hace preciso, por tanto, analizar la oferta formativa de carácter cultural
que existe en los municipios y contribuir a su adecuación, considerando la
creciente necesidad de nuevos perfiles profesionales dentro del sector. El
contenido de las formaciones culturales debe ser adaptado para integrar
nuevas enseñanzas en función de carencias básicas que se detectan en el
sector (polivalencia, formación en economía y gestión, liderazgo y trabajo
en grupos, logística, marketing, enseñanza tecnológica..) En ese sentido, las
propuestas que se realizan a continuación tratan de contribuir a crear una
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
184
ciudad que hace de la cultura una estrategia educativa, y de la educación un
foco de creación cultural.
Propuestas:
• Definir un programa específico de Formación Continua para los
trabajadores del sector. Un sector tan cambiante como el cultural
está dando lugar a la creación de nuevos perfiles
laborales:(informador de actividades culturales, gestor de contenidos
digitales; director de centro cultural polivalente; gestor de patrimonio
cultural; economista de la cultura, diseñador de espacios y centros de
interpretación; productor de exposiciones....) Perfiles para los que en
muchos casos no existe una formación académica reglada, pero que
pueden ser abordados pensando que existen vías de financiación tanto
para las PYMES como para la administración, mediante los
respectivos Acuerdos Nacionales de Formación Continua. Este
programa se promovería a partir del Pacto Cultural Local (ver
propuesta en el apartado 6.2.“Coordinación”) .
• Reforzar los vínculos entre el mundo de la Educación, la
Administración municipal y el sector cultural local:
- Estableciendo convenios de colaboración Universidad/ Empresa/
Administración Local para co-diseñar, co-producir y co-ejecutar los
programas de formación: Posgrados, Masters, seminarios...
adaptados a las distintas necesidades que se van detectando en el
campo cultural.
- Facilitando la firma de acuerdos para compartir recursos y
equipamientos, y para coproducir eventos y programas culturales.
- Formulando proyectos conjuntos con los centros de enseñanza
secundaria, al objeto de reforzar los contenidos socioculturales en
dicho segmento educativo, con el fin de facilitar experiencias
enriquecedoras en las visitas a los equipamientos culturales. y un uso
lúdico y didáctico de sus diferentes propuestas y programaciones.
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
185
- Organizando una feria de contenidos culturales realizados por
estudiantes y creadores emergentes centrada en el objetivo de
conectar los potenciales profesionales de la cultura con empresas
culturales de la ciudad.
- Fomentando la colaboración de las empresas en creaciones y
producciones culturales, y facilitando un sistema de colaboración y
formación en prácticas para que los jóvenes conozcan las empresas y
reciban apoyo para sus trabajos innovadores.
- Poniendo en marcha de forma conjunta un Instituto o Escuela
municipal de Formación Sociocultural. Esta Escuela sería impulsada
por el ayuntamiento y concertada con la Universidad, las empresas
culturales y las Asociaciones locales. Se ocuparía de realizar una
labor de formación en: animación sociocultural, gestión/
intervención cultural local, ocio y tiempo libre (para juventud,
tercera edad .... ), gestión de asociaciones, etc.
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
6.9. Creación de demanda
participación ciudadana.
cultural
186
y
mejora
de
la
La política cultural seguida tradicionalmente por la administraciones
locales, se ha dedicado fundamentalmente a crear una oferta más que a
responder (y fomentar) la demanda. Esta dinámica parte de un supuesto
erróneo como es suponer que, simplemente ofreciendo programaciones y
servicios, se cubren las necesidades culturales de los ciudadanos, y que ésto
solo ya justifica la inversión cultural. Esta concepción ha entrado en crisis,
y ahora de lo que se trata es de ocuparse más de la demanda (la real y la
potencial), identificando a la gente a la que se dirigen las iniciativas y
proyectos, conociendo sus necesidades y aspiraciones, para ser luego
capaces de promover su participación.
Lógicamente, una política de creación de públicos debe partir de un
conocimiento lo más exhaustivo posible sobre el consumo y los hábitos y
prácticas culturales de los ciudadanos. Teniendo en cuenta que en muchos
casos el aumento de la participación puede ser debido, no a un incremento
del número de usuarios, sino a una mayor repetición de la demanda ya
existente.
En este sentido, algunos análisis realizados por los Gobiernos Autónomos
de Cataluña y el País Vasco, demuestran que la administración, cuando
determina fijar precios fuertemente subvencionados para las actividades
culturales, lo que realmente hace es financiar a una demanda estable y
solvente que estaría dispuesta a incrementar el pago por los servicios que
recibe, y no tanto permitir el acceso a la cultura a sectores más
desfavorecidos que es lo que realmente se pretende. Dicho de otro modo: el
discurso de la “cultura popular” o los “precios para todos” ha beneficiado a
los grupos social y culturalmente más solventes, y no a los sectores más
desfavorecidos.
Abundando en los retos inmediatos, resulta importante tener en cuenta
también que los últimos datos sobre consumo y demanda cultural en
España muestran un panorama en el que los gastos de los hogares se
centran de forma creciente en las actividades culturales de índole privada y
fundamentalmente las vinculadas a equipamientos tecnológicos, en
detrimento de los espectáculos y propuestas de naturaleza pública y
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
187
carácter colectivo. Es aquí donde se encuentran los principales retos de las
administraciones públicas y del sector privado: en la mejora de los vínculos
entre cohesión social, participación y cultura, a través de iniciativas que
enfatizen su función cívica, y estrategias culturales que articulen el
territorio local, dando soporte y fomentando las prácticas asociativas y
relacionales.
En el campo de la cultura, la administración local debe buscar la igualdad
de oportunidades en el acceso al conocimiento y al empleo; además, debe
procurar el respeto a la multiculturalidad, fomentando la creación de
espacios y condiciones que permitan el cara a cara entre los distintos
grupos de ciudadanos y ciudadanas. Todo ello articulado sobre la base de
tres conceptos clave: igualdad, diversidad y sociabilidad.
Trabajar en la línea de estos objetivos implica hacerlo desde la proximidad
y la acción sobre la comunidad, pero incentivando las conexiones y las
redes en las múltiples dimensiones territoriales –barrio, ciudad, comarca,
región....
Propuestas:
• Realizar
un análisis de la demanda cultural local. Se trataría
básicamente de conocer mejor las necesidades de los ciudadanos, mediante
un trabajo de campo. Por una lado se trata de saber cual es el estado de
opinión y grado de satisfacción de los que ya son usuarios habituales de los
servicios y equipamientos culturales; por otro, de conocer los factores que
alejan, dificultan o impiden el acceso a dichos servicios de otros colectivos
y sectores
•
Plan de mejora de la accesibilidad de los equipamientos culturales.
A partir de los resultados del análisis de demanda, se trataría de desarrollar
un plan coherente con el diagnóstico que se realice, al objeto de aumentar
la participación ciudadana.
Dicho plan deberá abordar, cuando menos, los siguientes temas:
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
188
- Desarrollo de horarios de apertura adaptados realmente a las
necesidades y disponibilidad de tiempo de ocio de la ciudadanía.
Favoreciendo la posibilidad de aumentar el número de horas de apertura
los fines de semana y ampliando a horario nocturno sus actividades en
período estival.
- Búsqueda de un equilibrio entre lo popular y los elitista en las
programaciones de carácter cultural; abriendo dicha programación a
actividades y aspectos “cuasiculturales” que favorezcan la atracción de
segmentos sociales poco vinculados al mundo cultural.
- Creación de un sistema de relaciones más sencillas con los usuarios de
los equipamientos a través de la gestión telemática y virtual de
matrículas, reserva de entradas y adquisición de publicaciones y
catálogos; y simplificando las tramitaciones administrativas y de acceso
y disfrute de los servicios y productos culturales.
- Incentivo del asociacionismo de los usuarios habituales de los servicios
y equipamientos culturales, al objeto de fidelizar dicha demanda
mediante la creación de “clubes o asociaciones de amigos de....” u otras
fórmulas similares. De esta forma, los usuarios participarán plenamente
en las actividades de los centros obteniendo una serie de ventajas con
relación al resto de los usuarios: descuentos en cursos, talleres y
actividades; envío de información periódica de las actividades a
domicilio, descuento en la adquisición de publicaciones, catálogos y
productos, carnets de usuario, etc.
• Potenciar
el papel de los medios de comunicación públicos y
privados, como activos difusores de la producción cultural local y
regional, y como promotores de un mercado interno estable y exigente.
Se trata de ampliar y atraer el interés de los segmentos de población menos
vinculados a los aspectos culturales, mediante una mayor y mejor
implicación de los medios de comunicación social.
Algunas propuestas para incrementar la presencia de la actividad cultural
en los medios de difusión pública son las siguientes:
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
189
- Aumentar la información sobre las actividades culturales en los
boletines, gacetas y páginas web de información municipal.
- Relacionar la información cultural con temas locales cotidianos, al
objeto de atraer más fácilmente la atención e interés de los ciudadanos.
- Estimular la demanda cultural de los jóvenes canalizando las ofertas y
programaciones a través de sus centros de reunión habituales
(cibercafés, clubes, centros deportivos, plazas, institutos..) y de soportes
y actividades de uso común (comics, cd, páginas web, fiestas,
conciertos...)
•Plantear
una aplicación progresiva del pago por los servicios
culturales; entendiendo que el precio de las actividades debe entrar de
forma paulatina en relación con el coste real de los servicios. Comienza
a darse un consenso en cuanto a que, en el ámbito de la cultura, los
ayuntamientos han realizado demasiadas cosas gratis y que va llegando el
momento de que los usuarios paguen de forma directa una parte de los
costes de los servicios de los que disfrutan. Esto permitirá un incremento de
la oferta sociocultural (siempre con una política complementaria de becas
para las personas de menos recursos que garantice el acceso de todos a la
cultura).
Ciertos colectivos mucho más sensibles al precio (por ejemplo, estudiantes,
desempleados o tercera edad) configuran segmentos que pueden ser objeto
de estrategias de precio diferenciadas. En este sentido se pueden explorar
desde la escala local, estrategias como los descuentos a colectivos
determinados, la oferta de abonos de temporada para fidelizar a los clientes,
el lanzamiento de productos en formatos y precios diferenciados (por
ejemplo en el sector editorial), o la discriminación en relación con los
períodos de menor frecuencia de la demanda; fórmulas que están dando
muy buen resultado allí donde se ponen en práctica.
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
190
6.10. Introducción de criterios de Igualdad de Oportunidades en
la actividad cultural.
El Consejo Europeo de Lisboa, en marzo de 2000, definió como objetivo
estratégico de la Unión Europea para los próximos diez años la
consecución de un crecimiento económico duradero, acompañado de una
mejora cuantitativa y cualitativa del empleo y de la cohesión social. Para
ello, las personas se constituyen en el principal activo dentro del espacio
comunitario, y han de ser el centro de las políticas para no incrementar las
situaciones de desempleo, pobreza y exclusión social.
Este nuevo planteamiento ampliaba el foco de atención de los programas de
lucha contra la pobreza desarrollados en los años ochenta y noventa en la
U.E., extendiéndolo al conjunto de situaciones que limita el acceso de
determinados grupos de población a la participación social plena y, lo más
importante, desde un enfoque transversal e integral.
Actualmente, y con respecto a la Igualdad de Oportunidades en el mercado
laboral local, se identifican dos procesos confluyentes: Por un lado estarían
todos aquellos aspectos que dificultan el acceso a la educación, la cultura y
el empleo, dando lugar a la descualificación y al paro prolongado o
permanente de las personas; por otro, aquellos que deterioran el vínculo
social debido a la ausencia o debilidad de la red de relaciones socio
familiares y a la falta de sentido de pertenencia a un grupo.
Partiendo de este marco, las actuaciones que se propongan para vincular la
Igualdad de Oportunidades y la actividad cultural local, han de compensar
el impacto de ambos procesos sobre los colectivos desfavorecidos
(mujeres, parados de larga duración, discapacitados..)., siguiendo dos
orientaciones estratégicas y metodológicas:
- Por un lado, estimulando la creación de tejido social y apoyando los
procesos de socialización secundaria que de tal creación puedan
derivarse, mediante el establecimiento de propuestas culturales que
favorezcan la integración social y cultural, de formación de
asociaciones y redes locales, etc.
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
191
- Por otro, estimulando, incentivando y acompañando activamente los
procesos de generación de iniciativas de empleo, de inserción o
reinserción laboral que puedan desarrollarse en las zonas de
actuación. Esto se conseguirá por medio de la vinculación de las
políticas culturales con las realizadas por otros departamentos como
los de bienestar social, mujer, desarrollo local y empleo,
etc.(acciones de empleo protegido, proyectos de economía social,
formación, orientación y asesoramiento, intermediación y promoción
laboral de colectivos de baja ocupación y empleo, etc. ) (ver
propuesta para la creación de un Foro estable de coordinación
interdepartamental en el apartado 6.2. “Coordinación”),
Propuestas
•Formalizar acuerdos y convenios con las organizaciones y entidades
que trabajan con colectivos desfavorecidos (discapacitados,
inmigrantes, minorías étnicas...) para el diseño y programación e
incluso coproducción de programas y actividades culturales adaptadas
a sus necesidades. El hecho de su implicación en los programas y
actividades, mejorará la accesibilidad de la oferta y de dichos
equipamientos.
•Creación de una Carta Local de los Derechos y Deberes culturales de
los ciudadanos y ciudadanas .
En el nuevo contexto de la sociedad de la información, las capacidades
culturales de los ciudadanos y ciudadanas son cruciales y deben ser
desarrolladas plenamente. En este sentido, se trataría de consensuar un
documento de referencia en el que, como fruto de la reflexión de los
agentes culturales públicos y privados representados en el Pacto Cultural
Local (ver propuesta en el apartado 6.2.“Coordinación”), se fijen los
principios que deben garantizar el pleno acceso y disfrute de la cultura a
todos los ciudadanos y ciudadanas del ámbito municipal.
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
192
6.11. Instrumentos y estructuras de soporte.
Recomendaciones a escala provincial y regional.
Más allá del ámbito local, y al objeto de facilitar muchas de las propuestas
planteadas, se hace preciso la participación de otras instancias de la
administración (Diputaciones y Gobiernos regionales) mediante diversos
mecanismos e instrumentos entre los que sugerimos los siguientes:
• Creación
de una Agencia Regional de Promoción de las
Industrias Culturales.
Se trataría de una entidad encargada específicamente de la
definición y puesta en funcionamiento de las políticas de promoción
de las industrias culturales regionales. Para poder conseguir la
máxima eficacia en la acción de la Agencia, resulta necesario que se
integren en sus órganos de gestión, tanto los agentes públicos (los
principales municipios del territorio, y el Gobierno Regional a partir
de diferentes departamentos: Cultura, Industria, Turismo, Economía,
Trabajo...) como los privados que sean representativos de los
diferentes subsectores culturales ubicados en el territorio, así como
las principales entidades de ahorro de carácter regional.
• Puesta en marcha de un Fondo específico Regional de Apoyo a
las Industrias Culturales, especializado en la financiación de
pequeños proyectos culturales (vía microcréditos y avales), que
incluya entre sus servicios el asesoramiento en la gestión,
mecanismos específicos de control y de estimación de riesgos, así
como de evaluación del impacto y auditoría social.
Se trataría de promover dicho Fondo desde la Agencia Regional de
Promoción de las Industrias Culturales; de tal forma que se
impliquen los respectivos gobiernos regionales, con el apoyo de los
municipios, para compartir el riesgo con los emprendedores
culturales y otros intermediarios financieros, y así garantizar una
mayor capacidad de generación de productos culturales vinculados al
territorio, y un mejor control sobre la viabilidad de cada producto.
Propuestas y recomendaciones desde la escala local.
193
•Creación de un Observatorio de Políticas Culturales.
La aceleración y la profundidad de los cambios en el campo cultural
que se producen actualmente (y que se prevén para los próximos
años) requieren un análisis detallado y constante de la realidad
territorial. Este análisis deberá abarcar todas las dimensiones del
hecho cultural, para lo cual se propone la creación de un
Observatorio Cultural Regional que tendrá como misión específica el
seguimiento de la evolución de los diferentes sectores culturales del
territorio, y también el estudio de sus expectativas de desarrollo en el
futuro.
Entre sus funciones estarían las siguientes:
- La realización de un mapa de los déficits culturales territoriales.
- La recopilación estadística y el análisis prospectivo de los
diferentes subsectores culturales.
- La observación de la experiencias internacional y de las diversas
redes culturales que funcionan actualmente en el territorio
europeo.
- El seguimiento de las necesidades y demandas formativas de los
profesionales de la cultura regional.
- El asesoramiento a las iniciativas públicas y privadas emergentes.
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