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Morelia, Michoacán a 27 de febrero de 2012
DIP. VÍCTOR MANUEL SILVA TEJEDA,
PRESIDENTE DE LA MESA DIRECTIVA DEL
CONGRESO DEL ESTADO DE MICHOACÁN.
PRESENTE.
De conformidad con lo dispuesto de los artículos 8 fracción II, 50, 51 y 109 fracción II,
de la Ley Orgánica y de Procedimientos del Congreso del Estado de Michoacán de Ocampo,
me permito remitirle en documento adjunto, la iniciativa de adición y reforma al Código Penal
del Estado de Michoacán, a fin de que se sirva dar cuenta de los mismo a la Conferencia para
la Programación de los Trabajos Legislativos, y puedan ser incluidos en el orden del día de la
próxima sesión.
Sin otro particular, aprovecho la ocasión para enviarle un cordial saludo.
LA VERDAD NOS HARÁ LIBRES
La suscrita, Selene Lucía Vázquez Alatorre, Diputada de la LXXII Legislatura, e
integrante del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, con fundamento
en los Artículo 36 fracción II, 44 Fracción VII de la Constitución Política del Estado de
Michoacán, el Artículo 8 fracción II de la Ley Orgánica y de Procedimientos del Congreso del
Estado de Michoacán de Ocampo me permito someter a la consideración de esta H. Asamblea,
la presente Iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforma y adiciona la fracción Título
Decimoquinto del Código Penal del Estado de Michoacán, de conformidad con la siguiente:
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS:
El derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen son inherentes al concepto de
dignidad humana, a nuestros derechos humanos.
El derecho al buen nombre que tiene una persona por su comportamiento individual y
social está garantizado en el Artículo 1° de nuestra carta magna y en prácticamente todos los
Tratados Internacionales a los que México se ha adherido y que son Ley para nosotros, a pesar
de que las leyes no se han actualizado para dar cumplimiento a los compromisos del país.
Así pues, el derecho al honor, el derecho a resguardar fa intimidad y el derecho a la
propia imagen son bienes individuales, pero tienen la característica de ser democráticos porque
se extienden para todos.
• La Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), en su artículo 12, establece que
nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su
correspondencia ni de ataques a su honra o a su reputación y que toda persona tiene derecho
a la protección de la ley contra esas injerencias o ataques.
• El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966), en su artículo 17, reitera lo
expuesto por la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en su artículo 19 al hablar
de la libertad de expresión, señala que el ejercicio de ese derecho entraña deberes y
responsabilidades especiales por lo que podrá estar sujeto a ciertas restricciones fijadas por la
ley y que sean necesarias para asegurar el respeto a los derechos o a la reputación de los
demás, así como para proteger la seguridad nacional, el orden público, la salud o moral
públicas.
• La Convención Americana sobre Derechos Humanos de 1959 o Pacto de San José, en el
artículo 11, se refiere a que toda persona tiene derecho al respeto de su honra y al
reconocimiento de su dignidad y que por tanto no deberá ser objeto de injerencias arbitrarias o
abusivas en su vida privada, familia, domicilio, correspondencia, ni deberá sufrir ataques
ilegales a su honra o reputación. También, establece el derecho de la persona a ser protegida
por la ley contra esas injerencias o ataques. Se establece la libertad de pensamiento y
expresión determinando que no deberá existir previa censura, pero que el ejercicio de esos
derechos estará sujeto a responsabilidades ulteriores y que deberán asegurar entre otras
cuestiones, el respeto a los derechos o a la reputación de los demás.
• La Convención sobre los Derechos del Niño (1989), en su artículo 16, menciona que ningún
niño será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, su familia, su domicilio
o su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra o a su reputación; y que el niño tiene
derecho también a la protección de la ley contra esas injerencias y ataques.
• Nuestra Constitución tutela la vida privada se en el contenido de los artículos 6°, 7° y 16 de la
Constitución que establecen:
ARTÍCULO 6°. Que la libertad de expresión tiene como límite el respetar los derechos de
tercero.
ARTÍCULO 7°. Que la libertad de imprenta tiene como límite el respetar la vida privada.
ARTÍCULO 16. Que nadie puede ser molestado, en su persona, familia, domicilio,
papeles o posesiones sino en virtud de mandamiento escrito de autoridad competente que
funde y motive la causa legal del procedimiento. Este artículo también establece la
inviolabilidad del domicilio, así corno la inviolabilidad de las comunicaciones privadas y de la
correspondencia.
Es evidente que la protección de la vida privada frente a actos de las autoridades se
encuentra debidamente instituida en el primer párrafo del artículo 16 constitucional, al señalar
que para que una injerencia de la autoridad en nuestra intimidad sea válida ésta deberá
provenir de una orden de una autoridad facultada por la propia ley para realizar dicha
intervención plasmada por escrito, la cual deberá estar debidamente razonada y justificada.
Lo mismo ocurre con la intervención de comunicaciones privadas per los diversos
medios ya que nuestra constitución establece condiciones, casos y requisitos en los que el
Estado puede realizar dicha intervención (aunque debernos decir que estos todavía son
insuficientes y falta precisión en ciertas situaciones y reglamentar mejor dichas intervenciones).
El problema fundamental lo encontramos cuando la intimidad o privacidad del ser
humano, su honor o su imagen se ven vulnerados por el exceso en el ejercicio de la libertad de
expresión o del derecho a la información.
Esto ocurre debido a la ambigüedad de los términos que manejan tanto el artículo 6
corno el 7, ya que ninguno de los dos establece cuándo la libertad de expresión afecta los
derechos de tercero o cuándo la libertad de imprenta puede llegar a vulnerar la vida privada.
El único criterio objetivo que de ellos podría desprenderse es la limitante relativa a que
con la libertad de expresión no se corneta algún delito. Con lo cual nos veríamos remitidos a
los códigos penales para saber en qué casos el abuso de la libertad de expresión encuadra en
algún tipo penal específico aunque hace tiempo fueron abrogados los términos de difamación,
calumnia, injurias, etc.
Sin lugar a dudas sería importante contar con una legislación reglamentaria específica
y apropiada que estableciera de manera clara y con un criterio objetivo lo que comprende la
vida privada o ámbito íntimo del individuo para así poder establecer con precisión los límites de
estos dos derechos que en ocasiones parecen confrontarse estableciéndose una lucha entre la
libertad de expresión y el derecho a la intimidad.
Al respecto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha señalado lo siguiente:
“LOS DERECHOS A LA INTIMIDAD, PROPIA IMAGEN, IDENTIDAD PERSONAL Y SEXUAL.
CONSTITUYEN DERECHOS DE DEFENSA Y GARANTÍA ESENCIAL PARA LA CONDICIÓN HUMANA. Dentro de
los derechos personalísimos se encuentran necesariamente comprendidos el derecho a la
intimidad y a la propia imagen, así corno a la identidad personal y sexual; entendiéndose por el
primero, el derecho del individuo a no ser conocido por otros en ciertos aspectos de su vida y,
por ende, el poder de decisión sobre la publicidad o información de datos relativos a su
persona, familia, pensamientos o sentimientos; a la propia imagen, como aquel derecho de
decidir, en forma libre, sobre la manera en que elige mostrarse frente a los demás; a la
identidad personal, entendida como el derecho de todo individuo a ser uno mismo, en la propia
conciencia y en la opinión de los demás, es decir, es la forma en que se ve a sí mismo y se
proyecta en la sociedad...
Por consiguiente, al constituir derechos inherentes a la persona, fuera de la Injerencia
de los demás, se configuran como derechos de defensa y garantía esencial para la condición
humana, ya que pueden reclamarse tanto en defensa de la intimidad violada o amenazada,
como exigir del Estado que prevenga la existencia de eventuales intromisiones que los lesionen
por lo que, si bien no son absolutos, sólo por ley podrá justificarse su intromisión, siempre que
medie un interés superior.
(Amparo directo 6/2008. 6 de enero de 2009. Once votos. Ponente: Sergio A. Valls
Hernández. Secretaria: Laura García Velasco) El Tribunal Pleno, el diecinueve de octubre en
curso, aprobó, con el número LXVII/2009, la tesis aislada que antecede.
Entonces, el derecho al honor es aquel que tiene la persona a la reputación o a la fama
corno resultado de las relaciones sociales.
El derecho a la intimidad es la aspiración del individuo al aislamiento e inclusive al
anonimato.
El derecho a la propia imagen se entiende que es decidir, en forma libre, sobre la
manera en que elige mostrarse frente a los demás; el derecho a la imagen es exigible cuando
su reproducción se hace sin el consentimiento del titular del mismo. El derecho a la propia
imagen es relativo a la imagen personal que de ser divulgada invade la vida personal de la
víctima ya que trata de proteger lo mismo su domicilio o familia, que sus preferencias o
prácticas sexuales.
Tratándose de Fas actividades que realice la persona en el ámbito de lo público, tales
como actividades políticas, artísticas o deportivas, no se considera ataque a la imagen pública
la divulgación o publicación de su imagen.
A pesar de que estos derechos deben y tienen que ser garantizados por el Estado, el 3
de agosto de 1998, se reformó el Código Penal del Estado de Michoacán derogando el delito
de la injuria, más tarde el 6 de julio de 2007, como resultado de una reforma espejo, se
derogaron la difamación, la calumnia y los delitos contra el honor, dejando en indefensión a las
personas y olvidando la obligación de atender los Tratados Internacionales ya mencionados.
Se ignoró la máxima jurídica de que el derecho de toda persona termina en el momento
en que se infringe el derecho de otra.
Por ello, presento ante esta asamblea, la reforma de Título Decimoquinto del Código
del Estado de Michoacán, consignado para tipificar los Delitos contra la Dignidad Humana que
incluye tres capítulos, el primero dedicado al honor, e! segundo al derecho a la intimidad y el
tercero a la propia imagen.
Las víctimas tienen razones y les asiste la ley para oponerse a la reproducción
identificable de sus rasgos físicos sobre cualquier material sin su consentimiento, máxime
tratándose de datos que no son relevantes para la vida de la sociedad o de la nación, datos
que nada tienen que ver con la libertad de expresión o el derecho a la información, sino con su
espacio de intimidad.
Con la incorporación de la tecnología a nuestra vida cotidiana, el daño moral a una
personas puede ser reproducido por miles y millones de veces en un sólo día, pero además
puede permanecer en las redes más allá de la vida de una persona, por lo que un delito en
contra del honor, puede convertirse en una falta o infracción de comisión de continua.
Este tipo de delitos propician discriminación, humillación pública, actitudes xenofóbicas,
vejaciones, fomenta la violencia contra las mujeres, contra los niños. Sirve para que los
agresores manchen el honor de sus víctimas para extender una cortina de humo con
acusaciones sobre su comportamiento o supuesta aceptación de conductas sancionables
moralmente.
Tras estos delitos contra el honor está la circulación de pornografía infantil o de
mujeres que no han dado su consentimiento para exponer sus cuerpos o que muchas veces
son víctimas de trucos tecnológicos para ofenderlas en redes electrónicas o medios impresos
diversos que tienen una alta exposición.
Recientemente fenómenos como el bulling y el sexteen provocan suicidios de
adolescentes porque frente a todos sus compañeros y amigos, son expuestos a través de la
difusión telefónica de imágenes de semidesnudos o desnudos, o con videos que quedan de
forma permanente en páginas como el youtube o facebook.
Así, pues la dignidad humana es una condición indispensable para el desarrollo óptimo
de los individuos. No se puede ser feliz, si no se es pleno. Se es pleno si nuestra vida es digna.
Dignifiquemos a nuestra gente en las leyes
ARTÍCULO PRIMERO.
Se modifica el TÍTULO DECIMOQUINTO, se adiciona los Capítulos Primero, Segundo
y Tercero, así como los artículos 247, 248, 249, 250, 251, 252, 253, 254, 255, 256, 257, 258,
259 del Código Penal del Estado de Michoacán, para quedar de la siguiente manera:
TITULO DECIMOQUINTO
DELITOS CONTRA LA DIGNIDAD HUMANA
ARTÍCULO 247. Serán actos contra la dignidad humana aquellos en los cuales se pone
en riesgo el resguardo del honor, la intimidad y la imagen propia de las personas.
Al constituir derechos inherentes a la persona, fuera de la injerencia de los demás, se
configuran corno derechos de defensa y garantía esencial para la condición humana, y pueden
reclamarse en defensa de la intimidad violada o amenazada.
ARTÍCULO 248. Nadie será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada,
su intimidad, su familia, su domicilio o su correspondencia, su propia imagen, su integridad ni
de ataques ilegales a su honor.
Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra esas injerencias o esos
ataques.
ARTÍCULO 249. En caso de que sea una autoridad quien revele, divulgue o utilice
indebidamente información o imágenes obtenidas de las víctimas en los casos ya citados, la
pena se aumentará hasta en una mitad.
ARTÍCULO 250. El individuo puede exigir del Estado que prevenga la existencia de
eventuales intromisiones que los lesionen por lo que, si bien no son absolutos los derechos
comprendidos en este título, sólo por ley podrá justificarse su intromisión, siempre que medie
un interés superior.
En todos los casos a que hace referencia el presente título, el Ministerio Público y en su
caso el Juez, para garantizar la seguridad de la víctima, podrán dictar las medidas cautelares a
que hacen referencia el Título Quinto del Código de Procedimientos Penales del Estado de
Michoacán en los artículos 133, 135, 139, 146, 147, 149 y demás aplicables.
CAPÍTULO I
ATAQUES AL HONOR.
ARTÍCULO 251. El derecho al honor es el derecho que tiene la persona a la reputación o
a la fama como resultado de las relaciones sociales.
ARTICULO 252. Comete delito de ataque al honor, quien ofenda el honor de una persona
que ruede estar ausente o no, hecha ante otras personas o la publicación ya sea impresa,
electrónica, cibernética, a través de radio y televisión, o por otro medio óptico o de cualquier
otra tecnología, de hechos de menosprecio, humillación y discriminación ante la opinión pública
que son falsos.
Lo que caracteriza al ataque al honor es la divulgación y publicidad que se hace de un
hecho ajeno y falso frente a una o más personas.
ARTÍCULO 253. Se aplicará una pena de 3 a 5 años de prisión y multa de 1000 a 3000
días de salario mínimo general vigente a quien corneta el delito de ataques al honor. Se deja a
salvo el derecho de la víctima a pedir la reparación del daño.
CAPÍTULO II
ATAQUES A LA INTIMIDAD
ARTÍCULO 254. El Derecho a la intimidad es aquél que tiene el individuo a no ser
conocido por otros en ciertos aspectos de su vida y, por ende, el poder de decisión sobre la
publicidad o información de datos relativos a su persona, familia, pensamientos o sentimientos,
correspondencia y comunicaciones personales; el derecho a la intimidad es la aspiración del
individuo al aislamiento e inclusive al anonimato.
El derecho a la intimidad implica que será necesario el consentimiento del titular del
derecho para que sean divulgadas imágenes, textos o datos que den a conocer circunstancias
de la vida como enfermedades, embarazos, nacimientos, ceremonias religiosas, preferencias o
prácticas sexuales, a través de medios impresos, electrónicos, cibernéticas, radio, televisión o
por cualquier otro medio óptico o de cualquier otra tecnología.
El consentimiento del titular del derecho es indispensable, aún y cuando sean datos o
hechos verídicos los que se den a conocer.
ARTÍCULO 255. Cornete el delito de ataques a la intimidad el que publique, divulgue,
circule, imprima, transmita o publicite datos o hechos ciertos de los mencionados en los
artículos 353 y 354 de este 'título, sobre la vida familiar o intima de otra persona sin su
consentimiento expreso.
ARTÍCULO 256. Se aplicarán de 3 a 5 años de prisión y multa de 1000 a 3000 días de
salario mínimo general vigente a quien corneta el delito de ataques a la intimidad.
CAPÍTULO III
ATAQUES A LA PROPIA I MAGEN
ARTÍCULO 257. El Derecho a la propia imagen, se entiende como aquel derecho de
decidir, en forma libre, sobre la manera en que toda persona elige mostrarse frente a los
demás.
El derecho a la propia imagen es exigible cuando su reproducción se hace sin el
consentimiento del titular del mismo, a través de medios impresos, electrónicos, cibernéticas,
por radio, televisión o por cualquier medio óptico u otra tecnología.
El derecho a la propia imagen es relativo a la imagen personal que de ser divulgada
invade la vida personal de la víctima ya que trata de proteger su preferencia o práctica sexual,
su domicilio, o su vida familiar.
No se considerará ataque a la imagen pública la divulgación o publicación de la
imagen, tratándose de las actividades que realice la persona en el ámbito público, tales como
actividades políticas, artísticas o deportivas.
ARTÍCULO 258. Cornete el delito de ataques a la propia imagen, quien publique,
imprima, circule, divulgue, a través de medios impresos, electrónicos, cibernéticos, radio,
televisión o cualquier otro medio óptico o de cualquier otra tecnología, imágenes de otra
persona respecto de su vida personal, sexual, familiar, que no tengan relevancia noticiosa ni
social, con el solo propósito de dañar la propia imagen de una persona.
ARTÍCULO 259. Se aplicarán de 3 a 5 años de prisión y multa de 1000 a 3000 días de
salario mínimo vigente general vigente a quien ataque la imagen de otro.
Si quien incurra en las conductas previstas en el artículo 359 de esta ley, además usa
el nombre o apellidos o ambos de la víctima para simular su consentimiento con la divulgación
o publicidad de la propia imagen, la pena se aumentará hasta por 2 años más.
DIP. SELENE LUCÍA VÁZQUEZ ALATORRE
Morelia, Michoacán a 27 de Febrero del 2012.
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