211-01- 2008 - Superintendencia Financiera de Colombia

Anuncio
ACCIONES, CAPITALIZACIÓN POR REVALORIZACIÓN DEL PATRIMONIO,
VALOR NOMINAL DE LAS ACCIONES
Consejo de Estado. Sala de lo Contencioso Administrativo. Sección Primera. C. P. María
Claudia Rojas Lasso. Sentencia del 4 de diciembre de 2008. Expediente 211 01.
Síntesis: La capitalización de la cuenta revalorización del patrimonio se hace mediante la
emisión de acciones pertinentes, pero atendiendo su valor nominal, pues el precio de las
acciones no puede ser inferior a su valor nominal. Teniendo en cuenta que la capitalización
debe efectuarse con sujeción a los términos del artículo 90 del Decreto 2649 de 1993, la Sala
encuentra que el procedimiento contable seguido por la empresa demandante al contabilizar
la capitalización de la cuenta de revalorización del patrimonio por el valor intrínseco
(generalmente superior al valor nominal) y no nominal de las acciones no es procedente.
«(…)
III.
CONSIDERACIONES DE LA SALA
Entra la Sala al estudio de los cargos formulados contra el Oficio 340-21660 de 6 de mayo de
2002 y la Resolución 340-4031 de 20 diciembre del mismo año, proferidos por la
Superintendencia de Sociedades. La controversia se contrae a determinar la forma correcta de
contabilizar la capitalización de la cuenta de revalorización del patrimonio por parte de la
sociedad demandante en el año 2000, ya que la Superintendencia considera que no podía
hacerse por un valor superior al valor nominal de las acciones, llevando la diferencia a la
cuenta de prima en colocación de acciones.
En el Oficio 340-021660 que se demanda, la Superintendencia consignó:
<<Respecto a la referida capitalización de la cuenta utilizando un valor superior al
nominal de las acciones, llevando la diferencia a prima en colocación de acciones,
no es viable, habida cuenta que permitir tal posibilidad conduciría al
desconocimiento de la prohibición legal en el sentido de que la cuenta de
revalorización sólo puede capitalizarse o bien distribuirse entre los asociados una
vez efectuado el proceso liquidatorio.
En este punto, es pertinente reiterar lo expresado por la Entidad en relación con la
prima en colocación de acciones, como “...susceptible de capitalizase y por lo tanto
de distribuirse entre los asociados en acciones, cuotas o partes de interés social,
como claramente lo han señalado las disposiciones tributarias pertinentes, como el
artículo 36-3 del Estatuto Tributario, adicionado por la Ley 49 de 1990 y el artículo
5° del Decreto 836 de 1991 (Superintendencia de Sociedades, Doctrinas Contables,
pag. 138).
Teniendo en cuenta que es necesario efectuar la capitalización mencionada,
mediante la emisión de acciones a valor nominal de las mismas, la sociedad que ha
ordenado dicha capitalización con el voto favorable de las mayorías decisorias
pertinente, debe en todo caso adoptar en su próxima asamblea, mediante una
proposición debidamente aprobada, que se haga el traslado a la cuenta de capital
del exceso contabilizado como “prima en colocación de acciones”, haciendo uso de
las siguientes alternativas:
a) Modificar el valor nominal de las acciones mediante la reforma estatutaria
pertinente, con el propósito de capitalizar el total de la cuenta “prima en colocación
de acciones” mencionada, o
b) Emitir acciones a su valor nominal actual, pero por el valor total de la suma
llevada a la cuenta “prima en colocación de acciones o partes de interés social”,
procedimiento que implica reversar los registros inicialmente efectuados.>>.
En la Resolución 4031 de 2002 que también se acusa y mediante la cual se resolvió el recurso
interpuesto contra la decisión anterior, se consignó que no era viable la capitalización de la
cuenta de revalorización del patrimonio, utilizando un valor superior al valor nominal de las
acciones, llevando la diferencia a la cuenta de prima en colocación de acciones, por cuanto se
desconocería la prohibición legal que prevé que el rubro de Revalorización del Patrimonio,
sólo puede capitalizarse o bien atribuirse entre los asociados una vez efectuado el proceso
liquidatorio.
Como lo señala la Superintendencia en la resolución acusada, las diferencias entre
capitalización a valor nominal y valorización a valor intrínseco de las acciones son las
siguientes:
<<La capitalización a valor nominal es aquella que se efectúa teniendo en cuenta el
valor de cada acción asignado por los accionistas en la escritura de constitución o
de reformas de una sociedad. La capitalización, a valor intrínseco es aquella que se
realiza sobre el valor basado en la valoración de los activos netos de un ente
económico, el cual se computa dividiendo la suma de los activos netos (activos menos
pasivos) por el número de acciones en circulación o en poder de los accionistas.>>
El Decreto 2649 de 1993 por el cual se reglamenta la contabilidad en general y se expiden los
principios o normas de contabilidad generalmente aceptados en Colombia, establece en su
artículo 90 que <<la revalorización del patrimonio refleja el efecto sobre el patrimonio
originado por la pérdida del poder adquisitivo de la moneda. Su saldo solo puede distribuirse
como utilidad cuando el ente se liquide o se capitalice su valor de conformidad con las normas
legales.>>
Debe tenerse en cuenta el significado del término <<capitalizar>> desde el punto de vista
contable definido por el Diccionario para Contadores de Eric L. Kohler, así: <<Transferir el
superávit a una cuenta de capital, como resultado de la emisión de un dividendo en acciones,
una recapitalización o, bajo las leyes de algunos estados (Estados Unidos), dar efecto a una
resolución del consejo de administración.>>
Para complementar la definición anterior, es necesario incluir los siguientes conceptos
contenidos en el Decreto 2649 de 1993, a saber:
“Artículo 37. Patrimonio. El patrimonio es el valor residual de los activos del ente
económico, después de deducir todos sus pasivos”.
Artículo 83. Capital. El capital representa los aportes efectuados al ente económico,
en dinero, en industria o en especie, con el ánimo de proveer recursos para la
actividad empresarial que, además, sirvan de garantía para los acreedores.
El capital debe registrarse en la fecha en la cual se otorgue el documento de
constitución o de reforma, o se perfeccione el compromiso de efectuar el aporte, en
las cuentas apropiadas, por el monto proyectado, comprometido y pagado, según el
caso.
Los aportes en especie se deben contabilizar por el valor convenido, o el
debidamente fijado por los órganos competentes del ente económico y aprobado por
las autoridades, si fuere el caso.
Se debe registrar por separado cada clase de aportes, según los derechos que
confieran.
Artículo 84. Prima en la colocación de aportes. La prima en la colocación de
aportes representa el mayor valor cancelado sobre el valor nominal o sobre el costo
de los aportes, el cual se debe contabilizar por separado dentro del patrimonio.
Artículo 85. Valorizaciones. Las valorizaciones representan el mayor valor de los
activos, con relación a su costo neto ajustado, establecido con sujeción a las normas
técnicas. Dichas valorizaciones de deben registrar por separado dentro del
patrimonio.
Artículo 89. Dividendos, participaciones o excedentes decretados en especie. La
utilidad decretada en especie representa los dividendos, participaciones o excedentes
que se ha decidido capitalizar, respecto de la cual aún no se han expedido los
documentos representativos del aporte. La diferencia entre el valor nominal de los
aportes y su valor asignado para efecto de la capitalización se debe registrar como
prima en la colocación de aportes.>>
La revalorización del patrimonio, en los términos del artículo 90 del Decreto 2649 de 1993,
refleja entonces el efecto o impacto que sobre el mismo origina la pérdida del poder
adquisitivo de la moneda. En términos contables, dicha revalorización arroja un saldo, el cual
cuando es positivo, sólo puede distribuirse como utilidad cuando el ente empresarial se
liquida; o cuando se capitalice su valor.
En concordancia con lo anterior, el artículo 345 del Estatuto Tributario dispone sobre el
particular lo siguiente:
<<ARTICULO 345. Modificado D.E. 1744 de 1991 artículo 11. Ajuste del
patrimonio. El patrimonio líquido al comienzo de cada período, debe ajustarse con
base en el PAAG, salvo cuando dicho patrimonio sea negativo, en cuyo caso no se
efectúa este ajuste. Como contrapartida se llevará un débito a la cuenta de
corrección monetaria por igual cuantía.
Para efectos comerciales, el patrimonio inicial de cada año debe ser objeto de tal
ajuste, registrando el mismo como un mayor valor del patrimonio en la cuenta de
revalorización del patrimonio.
La cuenta de revalorización del patrimonio forma parte del patrimonio de los años
siguientes, para efectos del cálculo a que se refiere el inciso anterior. El valor
reflejado en esta cuenta no podrá distribuirse como utilidad a los socios o
accionistas, hasta tanto se liquide la empresa o se capitalice tal valor de
conformidad con lo previsto en el artículo 36-3 del Estatuto Tributario, en cuyo caso
se distribuirá como un ingreso no gravado con el impuesto sobre la renta y
complementarios>>.
Es cierto que el valor reflejado en la cuenta de revalorización del patrimonio no puede
distribuirse como utilidad a los socios o accionistas hasta tanto se liquide la empresa, a menos
que se capitalice su valor, en cuyo caso se distribuye en los términos del artículo 36-3 del E.T.
que su parte pertinente dispone:
<<ARTICULO 36-3. Adicionado Ley 49 de 1990 artículo 6°. Capitalizaciones no
gravadas para los socios o accionistas. La distribución de utilidades en acciones o
cuotas de interés social, o su traslado a la cuenta de capital, producto de la
capitalización de la cuenta de revalorización del patrimonio, de la reserva de que
trata el artículo 130 y de la prima en colocación de acciones, es un ingreso no
constitutivo de renta ni ganancia ocasional.>>
De lo anterior, se tiene que la cuenta <<revalorización del patrimonio>> arroja un saldo el
cual, cuando es positivo, es susceptible de distribuirse entre los integrantes de las sociedades
limitadas o asimiladas (socios) o anónimas o asimiladas (accionistas) en dos momentos
distintos: (i) al momento de liquidarse el ente social, ya que es deber del liquidador cancelar o
distribuir entre los asociados el saldo que muestren los rubros existentes en ese momento; o
(ii) mediante capitalización de su saldo siempre que se efectúe de conformidad con las normas
legales pertinentes, que en este caso serían los artículos 345 y 36-3 del Estatuto Tributario y lo
dispuesto sobre el particular en la dinámica de las cuentas involucradas.
Por su parte, el Consejo Técnico de la Contaduría Pública mediante Concepto 78 de 1997
sostuvo que la capitalización de la revalorización del patrimonio puede darse desde el punto de
vista técnico contable de tres formas:
<<... mediante la emisión de acciones aumentando su valor nominal (queda igual
numero de acciones), al mismo valor nominal (aumenta el número de acciones) o un
valor superior a éste (se genera una prima en colocación), caso en el cual deben
darse a conocer las restricciones que para el reparto de tales valores ha señalado la
ley. Sin embargo, no debe desconocerse que para tal efecto, las sociedades deben
acatar las instrucciones que les impartan las entidades de control y vigilancia
correspondientes>>.
La capitalización de la revalorización del patrimonio debe entenderse como el traslado del
saldo reflejado en dicha cuenta a una cuenta de capital, como bien lo señala el artículo 36-3
del Estatuto Tributario, provocando que se aumente la participación en acciones o
participaciones de los asociados, sin necesidad de emitir nuevas acciones. Lo anterior tiene
respaldo en el Plan Único de Cuentas (PUC) que en la dinámica de la cuenta 3405
(Revalorización del Patrimonio -Ajustes por Inflación) expresa lo siguiente:
DINAMICA
Créditos
a) Por el valor del ajuste por inflación
Débitos
a) Por capitalización con abono a la cuenta 3105, 3115, 3130 o 3135, según
el caso;
b) Por el saldo registrado a la liquidación del ente económico, y
c) Por el valor del ajuste por inflación.
Como puede verse entonces la capitalización de la cuenta Revalorización del Patrimonio
implica el cargo (débito) a la cuenta 3405 del PUC, con abono (crédito) a las cuentas de
capital que correspondan según la decisión que sobre el particular haya decidido el máximo
órgano societario (asamblea o junta de socios). Así pues, el traslado podrá hacerse a las
cuentas 3105 (Capital suscrito y pagado), 3115 (Aportes Sociales), 3130 (Capital de personas
naturales) o 3135 (Aportes del Estado). Cabe anotar que una vez se realice dicha
capitalización, ese mayor valor patrimonial para los socios o accionistas y que en términos
reales representa un ingreso, es considerado para efectos del impuesto sobre la renta y
complementarios como un ingreso no constitutivo de renta ni ganancia ocasional (E.T.
artículos 36-3 y 345).
Es de aclarar también que el aumento de la participación de los socios o accionistas mediante
la distribución de dividendos ha sido prevista en el inciso 3° del artículo 455 del Código de
Comercio cuando expresa que <<No obstante podrá pagarse el dividendo en forma de
acciones liberadas de la misma sociedad, si así lo dispone la asamblea con el voto favorable
del ochenta por ciento de las acciones representadas. A falta de esta mayoría, sólo podrán
entregarse tales acciones a título de dividendo a los accionistas que así lo acepten>>. En el
caso de las sociedades anónimas, los dividendos o utilidades repartibles para sus accionistas se
pueden pagar mediante acciones liberadas sin que se haga ninguna referencia al valor por el
cual pueden distribuirse, existiendo entonces libertad para fijar su valor.
Ahora, volviendo sobre las modalidades de la capitalización del patrimonio, se encuentra que
la misma se produce por el traslado de cuentas que conforman el patrimonio neto de la
compañía a las cuentas de capital, tales como la 3105, 3115 con el fin de acrecentar la
participación de los socios o accionistas; en tales condiciones serán susceptibles de
capitalización cuentas tales corno revalorización del patrimonio, la utilidad del ejercicio o las
reservas, en la medida que sean aprobadas por el órgano social respectivo. Cuando se trata de
la capitalización de la utilidad obtenida en el ejercicio, el artículo 89 del Decreto 2649 de 1993
preceptúa:
“ARTICULO 89. Dividendos, participaciones o excedentes decretados en especie.
La utilidad decretada en especie representa los dividendos, participaciones o
excedentes que se ha decidido capitalizar, respecto de la cual aún no se han expedido
los documentos representativos del aporte. La diferencia entre el valor nominal de
los aportes y su valor asignado para efecto de la capitalización se debe registrar
como prima en la colocación de aportes”.
La norma se refiere a valor “asignado” sin establecer límites o condiciones para ello.
De lo anterior se infiere que cuando se trate de la capitalización de la utilidad producida en el
período, y en caso de haberse asignado a la misma un valor superior al nominal, la diferencia
deberá llevarse a una cuenta especial del patrimonio que en términos generales se denomina
“prima en colocación de aportes de conformidad con el artículo 89 antes trascrito, y que en el
PUC correspondería a la cuenta 3205 (Prima en colocación de acciones, cuotas o partes de
interés social), lo que evidencia que por lo menos para la capitalización de utilidades y su
correspondiente distribución en dividendos y participaciones, la reglamentación indica que el
valor llevado a las cuentas de capital debe hacerse por el valor nominal de aquellos y la
diferencia con el valor superior que se le asigne, deberá llevarse a otra cuenta patrimonial
perteneciente al Superávit de capital, denominada “Prima en colocación de acciones, cuotas o
partes de interés”.
Señala la Superintendencia en los actos acusados que el valor de la cuenta “revalorización del
patrimonio” puede capitalizarse de conformidad con las normas legales, pero únicamente por
el valor nominal de las acciones.
En el concepto 78 de 27 de febrero de 1997, el Consejo Técnico de la Contaduría Pública, en
relación con la Capitalización de la revalorización del patrimonio y el valor nominal de las
acciones como referente, expresó:
“Tesis. La capitalización de la revalorización del patrimonio no puede efectuarse por
un valor inferior al valor nominal de las acciones.
(...)
Concepto.
El Consejo Técnico de la Contaduría Pública aprobó el siguiente concepto:
No obstante que en la consulta se hace un detalle pormenorizado de cada una de las
normas, tanto de carácter tributario como contable, que tienen incidencia en la
creación, tratamiento y aplicación de la revalorización del patrimonio, es necesaria
la transcripción de estas últimas durante el desarrollo de la respuesta, en
consideración a lo previsto en el artículo 136 del Decreto 2649 de 1993 que se
refiere a los criterios para resolver los conflictos de normas y dice: “Sin perjuicio de
lo dispuesto por normas superiores, tratándose del reconocimiento y revelación de
hechos económicos, los principios de contabilidad generalmente aceptados priman y
deben aplicarse por encima de cualquier otra norma”.
También señala el artículo en mención, que cuando normas distintas e incompatibles
con los principios de contabilidad generalmente aceptados exijan el registro contable
de ciertos hechos, estos se harán en cuentas de orden fiscal o de control, según
corresponda.
Para fines fiscales, cuando se presente incompatibilidad entre las presentes
disposiciones y las de carácter tributario prevalecerán estas últimas.
Los principios o normas de contabilidad generalmente aceptados en Colombia,
expedidos por el Decreto 2649 de 1993, contemplan en su artículo 90 que “La
revalorización del patrimonio refleja el efecto sobre el patrimonio originado por la
pérdida del poder adquisitivo de la moneda. Su saldo solo puede distribuirse como
utilidad cuando el ente se liquide o se capitalice su valor de conformidad con las
normas legales. [...]
El valor de la cuenta denominada “revalorización del patrimonio”, que como se ha
dicho no podrá distribuirse como utilidad a los accionistas, hasta tanto no se liquide
la empresa, es para la legislación tributaria un ingreso no constituido de renta ni de
ganancias ocasionales y puede capitalizarse de conformidad con las normas legales,
pero por el valor nominal de las acciones, pues para poder capitalizarse por un
valor diferente al nominal, debería mediar necesariamente una reforma estatutaria
modificatoria del valor nominal de las acciones.
Puede, en consecuencia, hacerse la capitalización de la cuenta “revalorización del
patrimonio”, mediante la emisión de acciones pertinentes, pero atendiendo el valor
nominal de las acciones de la compañía, ya que al tenor de la ley de comercio, el
precio de las acciones no puede ser inferior al nominal (artículo 386 del C. de Co.).
La hipótesis referida a la capitalización de la cuenta, utilizando un valor superior
al nominal de las acciones, llevando la diferencia a prima en colocación de
acciones, no resultaría viable, habida cuenta que permitir tal posibilidad
conduciría al desconocimiento de la prohibición legal en el sentido que la cuenta
de revalorización sólo puede capitalizarse o distribuirse entre los asociados una vez
efectuado el proceso liquidatorio, la cual quedaría sin piso, como quiera que la
prima debe ser llevada a la cuenta de superávit de capital, teniendo la posibilidad
de ser distribuida luego entre los asociados. [...]>> (negrilla fuera de texto)
Fuerza es, entonces concluir que la capitalización de la cuenta revalorización del patrimonio se
hace mediante la emisión de acciones pertinentes, pero atendiendo su valor nominal, pues el
artículo 386 del C. de Co es claro al establecer que el precio de las acciones no puede ser
inferior a su valor nominal.
Así las cosas y teniendo en cuenta que la capitalización debe efectuarse con sujeción a las
normas pertinentes en los términos del artículo 90 del Decreto 2649 de 1993, la Sala encuentra
que el procedimiento contable seguido por la empresa demandante al contabilizar la
capitalización de la cuenta de revalorización del patrimonio por el valor intrínseco
(generalmente superior al valor nominal) y no nominal de las acciones no es procedente, por
las razones expuestas anteriormente.
Se impone, por tanto negar las pretensiones de la demanda.
En mérito de lo expuesto, la Sección Primera de la Sala de lo Contencioso Administrativo del
Consejo de Estado, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la
ley,
FALLA
DENIÉGANSE las pretensiones de la demanda.
Cópiese, notifíquese y, en firme esta providencia, devuélvase el expediente al Tribunal de
origen. Cúmplase.
Se deja constancia de que la anterior sentencia fue discutida y aprobada por la Sala en la
sesión del día 4 de diciembre de 2008.
(…).»
Descargar