Matrimonio de moda “No nos metemos el uno en el

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LOS NOMBRES Y LAS COSAS
TOTÓN COMELLA Y JOSEP M. DONAT, RESPONSABLES DE TCN
Matrimonio de moda
MAR GALTÉS
Barcelona
L
a empresa tiene casi los mismos años
que su matrimonio y aseguran que
funcionan como un tándem perfecto:
la firma de moda TCN lleva las siglas
de Totón Comella Noé, que es el alma creativa, pero también podría llamarse JDL, por Josep Maria Donat Legrand, que es su presidente
ejecutivo. Donat es el responsable de la gestión
y el estratega, y Totón es la idealista y creativa.
“No nos metemos el uno en el trabajo del otro,
podemos discutir de cosas pequeñas, pero no
en las importantes. La base es el respeto. Por
eso llevamos 22 años juntos”. Para ellos eso significa que Donat no cuestiona un tejido o un
producto, ni Totón la apertura de una tienda o
la elección de una modelo para un desfile.
El año 2006 representará un antes y un
después en su vida y la de la empresa,
Noeco. Por un lado porque Donat ha
acaparado más flashes que nunca como nuevo presidente del certamen de
moda Pasarela Barcelona. Al mismo
tiempo, ella decidía apartarse de los focos mientras superaba una grave enfermedad. “He tenido suficiente fuerza
para no dejar de trabajar, aunque no
he dado la cara por coquetería”, explica Totón, y bromea: “Ahora ya estoy en
fase de reconstrucción”. Reconocen que siendo pareja y trabajando juntos “nos tiramos
más fácilmente los trastos a la cabeza”, pero que la experiencia “ha servido para
aprender a separar un poco más la vida
personal y la profesional”.
De la enfermedad han hablado poco, pero sin tapujos y con mucha esperanza. “Inconscientemente, las colecciones reflejan la situación de la vida”, dice Totón
entrando en casa, con olor a máquinas y con
un tejido en la mano preguntándome ¿te gusta? Yo dibujaba todo el día y a los trece años le
hacía estampados para los bañadores”. Totón
nació en Arenys de Mar en 1962, y además de
la pasión por el sector (“mis abuelos, tíos, primos han pasado por la escuela textil de Canet”) también heredó el nombre, porque oficialmente se llamó María Asunción, igual que
otras cinco primas, en honor de la abuela.
Y aunque Josep Maria Donat (Barcelona,
1958) sea ahora el hombre de los números, él
no es ajeno al mundo creativo: viene de una
familia de joyeros y éste fue su primer oficio
–trabajó en Bagués, y por su cuenta– antes de
pasarse al textil. “Entonces ya trataba mucho
con mujeres, y el cambio fue fácil porque los
dos sectores son de secretos e intimidades”. Dice que aún le gusta comprar alguna joya o un reloj, y no
descarta hacer un día su propia
“No nos metemos el uno
en el trabajo del otro, la
base es el respeto; por eso
llevamos 22 años juntos”
Comella, y por eso cree que la colección de
TCN para el próximo verano “transmite
la ilusión y el sobreesfuerzo” que tuvo que
dedicar. “Tiene mucha energía y quizá
por eso se está vendiendo bien”.
A Totón el textil le viene de familia,
y creó sus primeros bañadores mucho
antes de conocer a su marido. “Uno de
mis primeros recuerdos es el de mi padre
GUSI BÉJER
colección de joyas en TCN. Donat es empresario y es activista en la moda, pero sobre todo es
un personaje hiperactivo: “En el cole ya no sabían qué hacer conmigo. Antes esto no se diagnosticaba”. Su mujer añade: “Nunca en la vida
está cinco minutos en la misma cosa. Se levanta, se sienta, vive así”.
La empresa que crearon en 1986 se hizo en
seguida un hueco en el mercado con una propuesta diferenciada de bañadores, que luego
han ampliado a las prendas íntimas y moda urbana. La firma tiene un estilo cuidado, propio
de alguien que, como Totón, pasó los veranos
de su adolescencia en Saint Tropez, porque su
padre tenía allí una tienda de bañadores.
“Cuando empecé, tenía la industria arraigada en la sangre y eso me ayudó” dice Totón.
“El hilo, el proceso de tejer, son cosas que yo
recuerdo pero que ahora parecen ciencia ficción: el sector se ha despojado del peso industrial para centrarse en marketing y distribución”. Ése es el terreno que domina Donat:
“Disfruto de la moda, es el negocio que me gusta, es entretenido porque trabajas con mujeres,
para fomentar la belleza”. Sus kilos de más no
cambian para nada la opinión que tiene sobre
la reciente discusión creada por el peso de las
modelos. “Está bien que tengan aspecto saludable, pero pesarlas es de ganado”. Creen que la
polémica pasará de moda, “pero las marcas vamos hacia la creación de aspectos más sanos”,
al tiempo que Donat reconoce que ya ha contactado con un médico para hacer dieta. “Me
adelgazaré por salud, no por estética. No es lo
mismo estar gordo y mal con uno mismo que
gordo y feliz. La vida has de vivirla como más
te guste”. “Es el hombre con menos complejos que he visto en mi vida”, dice Totón. Como madre de dos chicas de 13 y 11 años,
Totón dice que “las adolescentes saben
que el mundo de las modelos es montaje, lo que les afecta de verdad es no
encontrar su talla cuando van de
compras”. En TCN fabrican hasta
la 44, pero con la premisa de que
“hay prendas que no aguantan talla: no haremos una camiseta que
enseña el ombligo para una 50.
Cada uno debe vestir lo que le
sienta bien”.
Metidos en la empresa y en la
moda, “la cabeza nunca descansa:
aunque no trabajes miras cómo
va vestida la gente”. Totón y Donat tienen su refugio en el Maresme y comparten con sus hijas aficiones como la cocina o la pintura.
“Compramos muchos cuadros, no
por caro o barato, sino que nos den
buen rollo”. Totón dice que ha sido
una “mamá mochila”, con sus niñas a
todas partes, y ahora que se ha propuesto “aprender a parar, respirar”, las tres
practican yoga en el jardín. A Donat
no logran convencerle: él prefiere andar y moverse –si es hablando con alguien, mejor– y su momento más aburrido
de la semana, el domingo por la tarde, lo combate viendo fútbol en el bar del pueblo.c
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