Medida de la producción y del valor agregado: el caso general

Anuncio
4.3
Medida de la producción y del valor agregado:
el caso general
Como vimos anteriormente, la producción en las cuentas
nacionales, consiste principalmente en el valor de los bienes
y servicios producidos para ser vendidos a otros agentes (la
producción no destinada a la venta no se registra, con
algunas excepciones). Como se señala en el capítulo 1, esto
plantea un problema de agregación, en que la suma de la
producción medida de esta forma puede cambiar con el tiempo,
no porque se produzcan más bienes y servicios, sino porque
las empresas son capaces de subcontratar ciertas actividades
que anteriormente llevaban a cabo internamente (véase el
recuadro
"La
trampa
de
la
internalización
y
externalización"). Los contadores nacionales, por lo tanto,
han creado el concepto de valor agregado. Vamos a volver más
tarde sobre este punto.
Recuadro. La trampa de la internalización y externalización
En la medición de la producción, las cuentas nacionales no
incluyen la producción por "cuenta propia" - es decir, los
bienes y servicios intermedios producidos y consumidos
internamente por las empresas. Las cuentas nacionales
registran la producción por cuenta propia de las empresas
sólo cuando los bienes están destinados a la inversión. Por
ejemplo, si una empresa hace carros, las cuentas nacionales
no registran la producción de los motores que llevan estos
autos, si son fabricados por la misma empresa. Del mismo
modo, las cuentas nacionales no incluyen los servicios de
personal de estos fabricantes, si estos servicios son
proporcionados internamente. Registrar la producción por
"cuenta propia" de estos bienes y servicios intermedios se
traduciría en un indebido aumento de la cifra de producción
total. Por otro lado, si los servicios de personal y la
fabricación de motores se subcontratan, en otras palabras,
si el fabricante de estos productos compra los bienes y
servicios a otra empresa, entonces esta producción se
registraría. Pasar de una forma de organización a otra, por
lo tanto, infla la producción total, aunque en realidad no
se ha creado ningún nuevo producto o servicio. De ahí la
atracción de la noción de valor agregado (véase el Capítulo
1), cuyo total es independiente de un cambio en la forma en
que las empresas se organizan. Es importante señalar que la
producción por cuenta propia de bienes de capital, tales
como las máquinas o el software, es registrado en las
cuentas nacionales. Pero entonces, ¿por qué es que no se
registra
la
producción
por
cuenta
propia
de
bienes
intermedios? Porque los bienes y servicios intermedios no
tienen ningún impacto sobre el PIB, ya que por definición se
consumen durante el proceso de producción. Por el contrario,
los bienes de capital, se utilizan durante períodos más
largos de tiempo.
Pero incluso, aún si se prefiere el valor agregado a la
producción, este último concepto se utiliza ampliamente en
las cuentas nacionales. ¿Cómo se mide? La producción a
precios corrientes se mide generalmente por las ventas. Pero
es necesario un ajuste. En el caso de las mercancías, por lo
menos una parte de la producción producida en el período no
podrá ser vendida, por lo que es almacenada como inventario.
Del mismo modo, algunos de los productos vendidos en el
período actual pueden haber salido de las existencias (y no
se produjeron durante el período). Por último, parte de la
producción
durante
el
período
no
podrá
haber
sido
completamente terminada y se encuentra como trabajos en
curso. Al final, la producción a precios corrientes se mide
como: las ventas más la variación (positiva o negativa) en
inventarios de productos terminados o trabajos en curso. Esta
fórmula se utiliza regularmente para calcular la producción,
ya que existen los datos necesarios en las cuentas de las
empresas, aunque no siempre en forma fácilmente utilizable
(véase el recuadro "El problema de los cambios en el valor de
los inventarios"). En cuanto a los precios a los que se mide
la
producción,
estos
son
los
"los
precios
básicos"
correspondientes a los ingresos por unidad de producto
vendido que van a las manos del productor. El precio de base,
por lo tanto, no incluye los impuestos sobre los productos
(por ejemplo, impuestos sobre el valor agregado o impuestos
especiales sobre los productos del petróleo o las bebidas
alcohólicas), debido a que estos valores no son recibidos por
el productor sino que se pagan a las autoridades fiscales.
Por otra parte, el precio básico incluye las subvenciones
recibido por los productos. Por último, la producción en
volumen se compila como la producción a precios corrientes
deflactada por un índice de precios adecuado.
Los consumos intermedios representan el valor de las materias
primas, de los componentes y bienes semi-manufacturados que
entran en el producto, así como el valor de la electricidad,
el costo de los alquileres, servicios de comunicaciones,
seguros, servicios jurídicos y de contabilidad, etc.,
utilizados en la producción de un bien o un servicio. En
resumen, el consumo intermedio se compone de todo lo
necesario para producir otros bienes y servicios destinados a
la venta, que no sea el trabajo de la mano de obra y los
servicios prestados por la planta y la maquinaria, edificios
de oficinas y fábrica.
Así como la producción no es igual a las ventas, el consumo
intermedio no es igual a la compras de bienes y servicios
destinados a ser consumidos de forma intermedia. Esto se debe
a que ciertos bienes intermedios utilizados en la producción
durante el período pueden haber sido comprados y almacenados
en un período anterior. Del mismo modo, algunas compras
durante el período pueden ser consumidas, después de haber
sido almacenados en el ínterin. Al final, el consumo
intermedio es igual a las compras durante el período, menos
la variación (positiva o negativo) en el valor de los
inventarios de bienes y servicios para el consumo intermedio.
Como la producción, el consumo intermedio es un flujo, que
corresponden a lo que se ha consumido durante un periodo (un
año o un trimestre). Esto lleva a la exclusión de la
definición de consumos intermedios los bienes utilizados para
la producción, pero que no se consumen totalmente durante el
período, tales como máquinas o software. Estos bienes de
capital se clasifican como "formación bruta de capital fijo"
o la FBCF.
Recuadro. El problema de los cambios en el valor de los
inventarios
Se podría pensar que utilizar los datos de las cuentas de la
empresa para determinar los cambios de inventario es una
cuestión simple. Sin embargo, en la práctica no es tan
fácil, porque los inventarios generan ganancias por tenencia
cuando hay subida de los precios y pérdidas cuando estos
caen. Es un principio fundamental de las cuentas nacionales
de excluir las ganancias y pérdidas por tenencia de la
medida de la producción. En efecto, si una empresa hace una
ganancia por el mero mantenimiento de los productos en
inventarios, esto no constituye un proceso productivo y, por
tanto, no puede incluirse en el PIB. Como consecuencia de
ello, es necesario ajustar las cifras de los cambios de
inventario obtenido de las cuentas de la empresa con el fin
de eliminar las ganancias y pérdidas por la posesión de los
inventarios.
El hecho de que las ganancias y pérdidas de posesión no
forman parte de la producción y del PIB no significa que se
ignoran en el ámbito de las cuentas nacionales. Sin duda
existen y representan un importante fenómeno económico,
cuando los precios de los bienes suben o bajan. Expectativas
de ganancias o pérdidas por tenencia y su realización puede
tener un impacto importante en el comportamiento de los
productores y consumidores. Por esta razón, las cuentas
nacionales las registran en la cuenta de revalorización
(véase el capítulo 8), pero no son un elemento del PIB.
El valor agregado, como su nombre lo indica, mide el valor
que la empresa añade a los productos utilizados para su
fabricación y es igual a: la producción menos los consumos
intermedios.
Ello
puede
deducirse,
utilizando
las
definiciones dadas anteriormente para la medida de la
producción y del consumo intermedio, que el valor agregado a
precios corrientes es igual a: ventas menos las compras más
los cambios en el inventario (productos terminados, los
trabajos en curso y los materiales).
El valor agregado es un concepto central en las cuentas
nacionales. Sin embargo, debido a que se define como la
diferencia entre dos valores monetarios (producción menos
consumos intermedios), no es claro, a primera vista, lo que
representa exactamente. Una forma útil de definir el valor
agregado a precios corrientes es considerarlo como la
cantidad de dinero generado por la producción que está
disponible para pagar:
 Los sueldos y salarios y contribuciones sociales
(remuneración de los asalariados);
 Los impuestos a la producción (excepto los de los
productos) neto de las subvenciones a la producción;
 La sustitución gradual de los equipos usados durante la
producción (el consumo de capital fijo);
 Pagos de intereses sobre los préstamos;
 Los dividendos pagados a los accionistas;
 La adquisición de nuevos equipos, y
 El ahorro financiero - o la inversión de las empresas en
productos financieros.
A veces es este el enfoque que se utiliza en la práctica para
medir el valor agregado de las empresas a precios corrientes
en las cuentas nacionales. El valor agregado en volumen es la
diferencia entre la producción en volumen y los consumos
intermedios en volumen.
Descargar