Los Universales que conocemos “directamente” son las cualidades (sensibles) que nos dan los datos de los sentidos como lo blanco, lo rojo, lo negro, lo dulce, lo agrio, lo sonoro, lo duro. Para tener un conocimiento directo de los Universales se requiere de un previo proceso de abstracción, que nos permita“relacionar”las cualidades que nos dan un complejo de datos de los sentidos, donde, además de percibirse las partes, necesitamos relacionar a través de relaciones de tiempo (antes, después), de espacio (a la izquierda de, a la derecha de), de semejanza (es similar), entre dos relaciones (mayor que, menor que, igual que. Los Universales que no conocemos de modo directo, ni por referencia, son las relaciones entre Universales que tienen que ver exclusivamente con el conocimiento apriorístico. En la proposición “dos y dos son cuatro” es evidente que expresa una relación entre el universal “dos” y el universal “cuatro” que puede ser conocida por cualquiera que tenga el conocimiento de estos Universales y pueda percibir la relación expresada entre estos. Las cualidades que nos dan los datos de los sentidos como lo blanco, lo rojo, lo negro, lo dulce, lo agrio, lo sonoro, lo duro, etc., son Universales que conocemos directamente, pues, por ser tan evidentes, estos Universales también son denominados cualidades sensibles. Las cualidades dadas por un complejo de datos de los sentidos, donde se perciben las partes, son universales que, para tener un conocimiento directo de ellos, previamente se requiere de un proceso de abstracción que nos permita relacionar dichas partes, lo que puede darse a través de las relaciones de tiempo (antes, después), de espacio (a la izquierda de, a la derecha de), de semejanza (se parece, es similar), entre dos relaciones (mayor que, menor que, igual que) y entre universales (conocimiento apriorístico). Las relaciones entre universales tienen que ver exclusivamente con el conocimiento apriorístico (ni directo, ni por referencia) En la proposición “dos y dos son cuatro” es claramente evidente que esta proposición expresa una relación entre el universal “dos” y el universal “cuatro”, que se refiere exclusivamente a universales, puede ser conocida por cualquiera que tenga el conocimiento directo de los universales de que se trata y pueda percibir la relación entre ellos que la relación expresa. En un Ensayo sobre la “Naturaleza de los Universales y las Proposiciones”, correspondiente a la conferencia expuesta por G. E. Moore346 ante un “simposium” en 1924, podría tener la virtud de aterrizarnos todo aquel embrollo conceptual en el que tuvimos que sumergirnos para poder comprender lo característico del Pensamiento Conceptual. Con base en la expresión de un tal profesor Stout “toda propiedad de una cosa concreta caracteriza una cosa sola”, Moore la considera falsa porque al decir el profesor Stout que “dos cosas concretas no tienen nunca una propiedad común” da a entender que si dos cosas concretas A y B son diferentes entonces no puede ser verdad que A sea roja y B sea roja, o que A sea redonda y B sea redonda, etc., cuando en verdad el predicado “es rojo” o “es redonda” sí puede caracterizar a más de una cosa concreta, y es una propiedad característica de más de una cosa concreta A, B, C, D, etc. Y una propiedad no es específica sino genérica. Para demostrar esto, Moore precisando el significado de los términos Particular y Propiedad. Para él, la expresión “es particular” quiere decir que se caracteriza una sola cosa; de toda entidad de la que se pueda atestiguar que es “una propiedad de una cosa concreta” quiere decir que dicha entidad caracteriza una sola cosa, que ninguna entidad tal caracteriza más de una cosa, que ninguna de esas entidades es una propiedad común de dos o más cosas, que la expresión “caracteriza una cosa sola” es “un particular”. Así, la noción de “caracterizar una cosa sola” es un concepto perfectamente claro, puesto que toda propiedad de una cosa concreta es un particular, o es ella misma una cosa concreta. El término “propiedad” se aplica a lo que es predicable de algo más. De ahí que una cosa concreta, o un individuo concreto, o una “sustancia”, que no son predicables de algo más, no puedan ser una “propiedad”; es decir, ninguna “propiedad” puede ser “particular”, en el sentido de ser una cosa concreta, y todo lo que es predicable de algo más es una propiedad. Los “eventos”, igual que una cosa concreta, un individuo concreto, o una sustancia, no son predicado de otra cosa; además los “eventos” equivalen a ser “sustantivos propios”, y los 346 MOORE, G. E. ¿Son Universales o Particulares las características de las cosas particulares?; edic. Orbis, Barcelona, 1983, pp. 35-48 406 En el Ámbito Categorial