PAU Filosofía septiembre 2009 La Rioja

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Historia de la Filosofía
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Historia de la Filosofía
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LA RIOJA
CONVOCATORIA SEPTIEMBRE 2009
SOLUCIÓN DE LA PRUEBA DE ACCESO
AUTOR:
Francisco Ríos Pedraza
Opción A
 Resumen del contenido y definición de términos.
En este texto Platón expone algunas de las ideas más
importantes sobre la concepción del ser humano como
un compuesto de cuerpo y alma, al tiempo que señala
las características principales de ambos componentes.
Platón se refiere a la unión de cuerpo y alma como una
unión temporal de dos tipos de realidades que pertenecen a mundos distintos. El alma presenta las características propias de las Ideas, y por tanto habrá de ser inmortal e imperecedera, como lo es todo lo divino. Por su
parte, el cuerpo se asemeja más a todo lo que compone
el mundo físico, puesto que es material y, por ello,
corruptible y mortal.
Definición de términos:
Alma
Es la parte inmaterial del ser humano y actúa como principio del conocimiento racional. El alma preexiste a su
unión con cuerpo. Antes de esa unión, el alma se
encuentra en el mundo de las Ideas, adonde regresa tras
la muerte del cuerpo, ya que el alma humana es inmortal. En el diálogo la República Platón divide el alma
en tres partes, que denomina respectivamente razón,
ánimo y apetito. Solo la primera sería verdaderamente
inmortal.
Cuerpo
Es la parte material del ser humano. Corruptible y mortal, Platón lo concibe como un estorbo para el alma
mientras esta permanece unida a aquél. El cuerpo supone
una atadura para el alma, pues le impide regresar al mundo de las Ideas, que es su lugar natural. Por ello, puesto
que la unión de cuerpo y alma es irremediable mientras
dura la vida, lo mejor que puede hacer el cuerpo es
someterse como un esclavo a los dictados del alma.
Divino
Es todo lo relacionado con la divinidad y con la trascendencia. Platón no se refiere en su doctrina a la existencia
de un dios personal; sin embargo, sí que desempeña un
papel fundamental en su pensamiento la realidad trascendente al mundo físico. Esa realidad trascedente es el
denominado mundo de las Ideas, que está habitado por
una serie de realidades inmateriales, inmutables y perfectas. Estas esencias perfectas serían para Platón lo
divino, y las cualidades que poseen serían las cualidades
de la divinidad.
Naturalmente
Es el modo natural de ser, que se opone al modo artificial. Según Platón, cada realidad está dotada de una
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naturaleza constituida por las propiedades esenciales
que la configuran y la hacen ser de un modo determinado. Concretamente, en el caso al que se refiere el texto,
está en la naturaleza de lo divino el mandar, y en la naturaleza de lo humano el obedecer, y no al revés.
Uniforme
Que tiene una forma única, es decir, que no cambia, que
es inmutable. Esta es una de las características que Platón atribuye a las Ideas, lo que puede considerarse una
influencia de Parménides. Este afirmó que el Ser auténtico no puede cambiar, puesto que si lo hace, será para
conseguir algo que todavía no es y, por tanto, no sería
perfecto.
Multiforme
Que tiene o puede adoptar diversas formas, es decir que
cambia, que es mudable. Esta es una de las características que Platón atribuye a los seres del mundo físico, es
decir, de las cosas que cambian. Estas son los objetos del
mundo físico, según Platón.
Indisoluble
En este contexto equivale a inmortal. Dice Platón que al
cuerpo le conviene el disolverse, queriendo decir que es
propio del cuerpo el morir descomponiéndose en partes más simples. Por ello, aquello que no se disuelve,
aquello que es indisoluble, es inmortal.
 Teoría platónica sobre el hombre.
La concepción platónica del hombre es dualista, en
correspondencia con su concepción dualista de la realidad en general. El ser humano es un compuesto de dos
elementos heterogéneos unidos de manera accidental:
alma y cuerpo. Pero, igual que el mundo de las Ideas —
porción inmaterial de la realidad— tiene prioridad absoluta sobre el de los seres particulares, también el alma
—parte inmaterial del ser humano— la tiene sobre el
cuerpo. Esta preeminencia del alma sobre el cuerpo llega hasta el punto de que Platón, en alguna ocasión, afirma que el ser humano es su alma. El alma es una realidad intermediaria entre los dos mundos, puesto que
habita alternativamente en ambos.
Para Platón, la cuestión fundamental en relación con el
alma es su inmortalidad. Esta es entendida por Platón en
el sentido de una preexistencia y ulterior pervivencia de
aquella respecto al cuerpo. A su vez, esto implica que la
unión con el cuerpo no es el estado esencial del alma,
sino un estado transitorio, accidental. Más aún, no solamente es accidental, sino que puede ser calificado de
antinatural, ya que el lugar propio del alma es el mundo
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de las Ideas, y su actividad más propia la contemplación
de estas.
Mientras permanece unida al cuerpo, la tarea fundamental del alma es la de purificarse, prepararse para la contemplación de las Ideas. El hecho de tener que purificarse
obliga a suponer que el alma se encuentra en un estado
de impureza. Cabe, pues, preguntar de dónde proceden
estas impurezas. Una respuesta aceptable para Platón
consistiría en afirmar que provienen precisamente de las
necesidades y exigencias del cuerpo, que se imponen
tiránicamente a la vocación contemplativa del alma.
El alma debe controlar no solo las exigencias del cuerpo,
sino también las propias tendencias inferiores del alma.
De este modo, podemos entender mejor la división tripartita que Platón realiza del alma, y que probablemente trata de explicar el porqué de los conflictos éticos que
el hombre experimenta en su interior. Esta división aparece ya en la República, donde se presenta como tres
funciones distintas de una única alma. En el Timeo, en
cambio, la división adopta la forma de tres almas distintas, y no una única alma con tres funciones. Tanto si se
trata de tres almas como de tres funciones, estas son las
siguientes:
쐌 Alma racional o razón. Es inmortal, inteligente, tiene
naturaleza divina y se sitúa en el cerebro.
쐌 Alma irascible o ánimo. Fuente de pasiones nobles,
situada en el tórax e inseparable del cuerpo, por tanto
mortal.
쐌 Alma apetitiva o apetito. Fuente de pasiones innobles,
situada en el abdomen y también mortal.
 Contexto cultural en que vivió Platón.
El interés de Platón por la política y la decisión de dedicarse a ella tiene su origen en un hecho que marcó su
vida: el juicio, condena y posterior ejecución de su maestro Sócrates. El impacto que causó en Platón este acontecimiento le convenció de la necesidad de diseñar una
sociedad en la que no sea posible que desde el poder
político se cometan injusticias como aquella.
Atenas, la polis de Sócrates y Platón, tenía en tiempos de
la condena de Sócrates un régimen político democrático que había sucedido al gobierno de los Treinta Tiranos
implantado por Esparta tras su victoria sobre Atenas en
la Guerra del Peloponeso. Los atenienses habían conocido una época de esplendor tras el fin de las guerras
médicas y su victoria sobre los persas. Pero pronto llegó
una crisis política que trajo consigo el desgobierno, los
abusos y las injusticias cometidas por quienes han de
mirar por el bien común. Todo ello llevó a Platón a plantearse la necesidad de revisar las estructuras que sustentan la polis, para recuperar el sendero que conduce
hacia una sociedad justa en la que sus ciudadanos se
sientan a salvo del peligro y puedan desarrollar su actividad en beneficio propio y de la comunidad.
La filosofía platónica posee en su raíz una vocación política innegable, propia del ambiente filosófico de la épo© Oxford University Press España, S. A.
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ca. Los sofistas y Sócrates habían centrado la atención
de la filosofía en los temas relacionados con la ética y la
política. En este contexto, la solución platónica se opone
al relativismo de los sofistas en relación con las normas
éticas y las leyes políticas. Platón, como Sócrates, defendió la existencia de valores universales que proporcionen unidad y criterios objetivos a la hora de decidir
sobre la bondad o maldad de las acciones humanas y de
las organizaciones políticas.
Las influencias de la filosofía platónica van más allá de
Sócrates y se remontan a los filósofos presocráticos. Ello
se debe a que Platón, a diferencia de Sócrates, considera
que la ética y la política deben fundamentarse en una
concepción global de la realidad. De este modo, su reflexión regresa a los temas que habían centrado el interés
de los primeros filósofos. Así, los valores universales que
buscaba su maestro se corresponden, según Platón, con
realidades subsistentes que integran el mundo de las
Ideas. Cada una de esas entidades universales posee las
características que Parménides atribuyó al Ser; es decir,
son únicas, eternas e inmutables. Por su parte, el mundo
de los seres sensibles posee las características que Heráclito atribuyó a la realidad; es decir, es múltiple, cambiante y fluye sin cesar.
 Relación de la doctrina platónica del hombre con otro
planteamiento antropológico.
Dentro de la historia de la filosofía, la concepción del
hombre de Nietzsche es, con toda probabilidad la más
opuesta a la de Platón. Básicamente, podemos decir que
el ser humano, según Platón, está orientado hacia la
trascendencia, y Nietzsche, en cambio, niega todo tipo
de trascendencia y afirma con rotundidad el destino
terrenal del hombre.
Platón concibe al ser humano dividido en dos mitades,
una espiritual y otra material. De esas dos partes, la verdaderamente importante es la espiritual, cuyo lugar
natural se encuentra fuera de este mundo. La existencia
del ser humano en el mundo físico es vista como una
situación transitoria y desgraciada para el alma. El verdadero destino del ser humano está en su muerte, si bien
en ella solo el cuerpo muere realmente. El alma se ve así
libre de ataduras, para regresar a su lugar natural en el
mundo de las Ideas.
Nietzsche no se limita a oponerse a la concepción platónica del ser humano, sino que la desprecia profundamente. La considera una traición sin límites, que esconde un odio a la vida motivado por la incapacidad para
vivirla auténticamente. La vida es dinámica y exuberante, se despliega en un devenir constante rico en posibilidades. Es necesario decir sí a la vida, lo que significa
decir sí al placer y al sufrimiento, a lo bello y a lo terrible.
Pero algunos no son capaces de afrontar este reto y
huyen de él. Platón es su líder, porque no se limita a
huir, sino que reinterpreta la realidad restando valor a la
vida. Platón inventa una realidad distinta a la de la vida,
una realidad en la que creer para aquellos que no se
sienten capaces de encarar el reto de vivir su vida
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intensamente, amándola incluso en lo que tiene de
tenebroso.
 Ensayo sobre algún problema en relación con la concepción del hombre.
Platón logró el éxito y su concepción se ha impuesto
durante más de dos mil años. Ahora la tarea, según
Nietzsche, consiste en desenmascarar el engaño, arrasar
con todo lo que se ha edificado a partir de él y presentar
al hombre ante su verdadero ser. El destino de la humanidad es un destino terrenal, pues no hay más existencia
que esta y no debemos dejarnos engañar por promesas
de una vida de ultratumba. Una vez aceptado este
hecho, Nietzsche afirma que la tarea del hombre debe
ser preparar la venida del superhombre. Con esta idea
no se refiere Nietzsche a una transformación biológica,
sino espiritual. El espíritu humano debe experimentar
una triple transformación que haga que una raza de
hombres superiores habite la tierra. El espíritu humano
fue primero camello y soportó toda la carga de la metafísica platónica y de los valores morales cristianos con
resignación. Después, se transformó en león y se rebeló
contra todo lo que le oprimía, arrasándolo. Finalmente,
el espíritu humano debe convertirse en un niño que juega inocente y desenfadado, que ama la vida hasta el
punto de querer vivirla una y otra vez.
Todos los seres vivos han de morir, pero el ser humano
es el único que es consciente de ello. Este es un rasgo
que nos distingue de otros seres, más incluso que el
hecho de disponer del uso de la razón o de la capacidad
de usar un lenguaje articulado. La consciencia de nuestra mortalidad nos provoca una angustia difícilmente
soportable, no solo por el hecho mismo de la muerte,
sino por lo que supone también de pérdida del sentido
de nuestra vida. Por ello, son muchos los intentos que se
han hecho desde la filosofía para buscar una solución
que nos reconforte ante el hecho ineluctable de nuestra
muerte futura, o de la muerte actual de aquellos que
nos son queridos.
El problema que aqueja a la solución propuesta por Platón es que, al aceptar el hecho incuestionable de la descomposición del cuerpo muerto, opta por plantear una
división radical del ser humano en dos realidades distintas y hasta contrapuestas. Esta dicotomía choca con la
percepción que tenemos de nosotros mismos como un
individuo; es decir, como un ser individual e indivisible.
Opción B
 Resumen del contenido y definición de términos.
En este texto, Marx contrapone su filosofía al modo de
concebir la relación entre la ideología y la realidad de la
filosofía que le es más cercana, la filosofía alemana
reciente. Según Marx, ese modo de hacer filosofía que le
es ajeno ha partido de una determinada ideología para
tratar de explicar la realidad. En cambio, Marx, parte de
la realidad para tratar de explicar la ideología.
No se trata de dos modos diferentes de hacer lo mismo:
su opción parte de lo que ha de considerarse primario
para llegar a los que se considera determinado por
aquello que es primario. Las condiciones materiales de
la vida de los hombres son las que determinan el modo
en el que se representan la realidad. Un cambio en
aquellas condiciones materiales provocará un cambio
en el modo en el que representan la realidad. La ideología no tiene vida propia, sino que va a remolque del proceso de producción material de la vida humana.
Definición de términos:
Vida real
Con este concepto se refiere Marx al proceso material
de producción. El ser humano es, sobre todo, un productor, y su vida consiste en producir. En el proceso productivo se establecen unas relaciones entre los individuos.
El proceso productivo y el conjunto de relaciones que se
establecen como consecuencia de él es lo que constitu© Oxford University Press España, S. A.
ye la vida real. Marx añade el adjetivo «real» para remarcar la diferencia con la representación que los seres
humanos se hacen de su vida; que es la vida pensada, no
la vida real.
Condiciones materiales
Son las circunstancias de tipo material que establecen el
marco en el que se desarrolla el proceso productivo. Se
refiere a las relaciones fundamentalmente de tipo económico que, en el seno de una sociedad determinada,
se establecen entre los propietarios de los medios de
producción y las fuerzas productivas, constituidas por
trabajadores.
Ideología
Es el conjunto de creencias y doctrinas de orden religioso, filosófico, jurídico y político que conforman la cultura
de una determinada sociedad en cada época. La ideología no tiene vida propia, sino que es una consecuencia,
un producto de las condiciones materiales de la existencia humana. La ideología, además, no representa fielmente la realidad, sino que la distorsiona ofreciendo
una imagen falsificadora de la misma. En estas circunstancias, la ideología, en manos de la clase dominante, se
convierte en instrumento de opresión.
Historia
Para Marx, la historia es la sucesión de los distintos
modos de producción, establecida en una secuencia
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que posee una lógica interna regida por leyes que es
posible conocer y, por tanto, de las que es posible predecir su evolución. A juicio de Marx, la historia comienza
con la división del trabajo y el establecimiento de la propiedad privada. Como una consecuencia de estos dos
fenómenos nace también la lucha de clases, que se
constituye en el motor de las transformaciones sociales
que se producen a lo largo de todo el proceso
Producción material
Para Marx, el ser humano es en esencia un trabajador, un
productor. Su modo de ser consiste en tomar lo que
encuentra en la naturaleza y transformarlo mediante su
trabajo. En este proceso, el ser humano crea productos,
humaniza la naturaleza, pero al mismo tiempo se produce también a sí mismo. Esto es lo que Marx denomina
proceso de producción material de la vida.
Conciencia
Es la representación mental que los individuos se hacen
de la realidad material en la que viven. Los elementos
que integran la conciencia son las ideas. Entre la realidad y la idea se da una determinada relación. Los idealistas habían defendido que las ideas, la conciencia,
determinan a la realidad. En cambio, Marx sostiene que
es la realidad la que determina la conciencia.
Determina
En este contexto, determinar significa influir de manera
decisiva. Para Marx, una sociedad es una realidad estructurada, en la que se pueden distinguir dos ámbitos fundamentales
쐌 Infraestructura. Integrada por las relaciones económicas que se dan en la sociedad.
쐌 Superestructura. Conformada por las relaciones jurídicas, políticas, sociales y por la representación mental
que los individuos se hacen de la realidad, es decir,
por la conciencia.
Marx considera que entre estas dos estructuras se da
una relación dialéctica, de modo que cada una se ve
determinada en su evolución por las modificaciones
que se producen en la otra. De todas formas, Marx considera primaria y básica a la estructura económica o
infraestructura
 Concepción marxiana del conocimiento histórico (materialismo histórico).
Marx concibe la historia como un proceso en el que, con
carácter necesario, se suceden distintos modos de producción. Lo característico y específico de la sociedad
humana, según Marx, es la producción. Los seres humanos no nos limitamos a coger lo que hay en la naturaleza para atender nuestras necesidades, como hacen otros
seres vivos, sino que transformamos la realidad natural
para generar un producto que se ajuste mejor a nuestras demandas. En el seno de una sociedad la producción adopta formas de relación muy complejas entre los
distintos actores que intervienen en el proceso. Cada
una de las formas de organización de la producción en
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el seno de una sociedad es lo que Marx denomina
modo de producción.
Para Marx, la historia es un proceso en el que se desarrollan y suceden distintos modos de producción, un proceso que sigue un patrón determinado:
쐌 Los sistemas productivos no son realidades estáticas,
sino que evolucionan.
쐌 En la evolución de cualquier sistema productivo, ocurre que en un determinado momento se desajustan
las relaciones de producción. Esto siempre sucede
porque las fuerzas productivas no aceptan las relaciones de producción vigentes.
쐌 El desajuste de las relaciones de producción da lugar
a un período de revolución que acaba con la transformación del sistema de producción.
쐌 Una vez transformado el sistema de producción, tiene
que reajustarse todo y es entonces cuando se produce el cambio en la conciencia que los hombres tienen
de la realidad social en la que viven.
Marx aplicó este esquema explicativo a los datos históricos disponibles y llegó a la conclusión de que hasta
entonces se habían sucedido cuatro modos de producción, y en todos ellos se da la constante de la división
social en clases antagónicas:
쐌 Modos de producción asiático. El antagonismo se
plantea entre un pueblo explotador y un pueblo
explotado.
쐌 Modo de producción esclavista. En este sistema de
producción, las clases enfrentadas son la de los amos
y la de los esclavos.
쐌 Modo de producción medieval. Los señores feudales
se oponen a los vasallos y siervos en general.
쐌 Modo de producción burgués-capitalista. Es el cuarto
y último, y en él contamos con la clase social de los
capitalistas y la de los proletarios.
La lógica del desarrollo histórico, de acuerdo con el
modelo explicativo propuesto por Marx, le lleva a afirmar que el burgués-capitalista es el último sistema de
producción en el que se da una división de la sociedad
en clases sociales. Según Marx, el sistema de producción
capitalista conduce, de manera necesaria, hacia la dictadura del proletariado, que es una situación transitoria
que dará paso al sistema de producción comunista, en
el que ya no habrá clases sociales.
 Contexto cultural en que vivió Marx.
Marx vivió en la época en la que la Revolución industrial,
iniciada a principios del siglo XIX, dejaba sentir sus efectos negativos sobre amplias capas de la población. El
efecto positivo de la creación de riqueza se veía descompensado por su deficiente distribución. Así, la era
industrial resuelve problemas a la humanidad, pero crea
otros. La clase social del proletariado es la que sufre
íntegramente las consecuencias negativas. El desplazamiento del sistema productivo desde la agricultura
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hacia la industria modifica el medio natural de vida de
muchas personas. Grandes masas de población emigran
a las ciudades, pierden su arraigo y quedan en desamparo. Los obreros de las fábricas se hacinan ahora en los
suburbios de las grandes ciudades, donde trabajan
muchas horas por salarios míseros. El incremento de la
producción y de la riqueza no supone una mejora para
una gran cantidad de individuos a los que el sistema
desplaza.
En este contexto surgen propuestas teóricas con el
objetivo de hacer frente a estas dificultades del capitalismo industrial. Incluso desde el liberalismo, pensadores
como Stuart Mill rectifican la idea de los viejos liberales,
según la cual las fuerzas económicas, por la propia inercia de su desarrollo natural, generan el bienestar social.
Naturalmente, el sistema capitalista recibe las críticas
más radicales desde distintas posiciones del socialismo.
Los primeros socialistas, entre los que destacan SaintSimon, Fourier y Proudhon, comparten la idea de introducir modificaciones dentro del capitalismo, de modo
que se distribuya la riqueza entre todos. Para ello proponen, entre otras posibilidades, la creación de cooperativas de trabajadores.
Marx fue un socialista revolucionario que se opuso por
diferentes motivos a Hegel, a Feuerbach, a los teóricos
del liberalismo y al socialismo utópico de los primeros
socialistas.
 Relación de la concepción marxiana del conocimiento
con otro planteamiento gnoseológico.
Si comparamos la teoría del conocimiento de Marx con
la de Kant, la primera y principal diferencia que encontramos no tiene que ver tanto con las conclusiones a las
que llegan, como con el lugar hacia el que dirigen su
atención. Kant pretende establecer las bases que permitan lograr un conocimiento científico en cualquier área
de conocimiento en particular. Para ello, toma como
referencia y modelo a la matemática y la física, dos disciplinas que ya han probado suficientemente el rigor
científico de sus logros. En cambio, Marx muestra una
evidente despreocupación por la realidad natural que
estudia la física y a la que la matemática ayuda a conocer. Su interés se centra en aquella parte de la realidad
que es fruto de la intervención directa del ser humano.
De ahí que la disciplina que concentre la atención de
Marx sea la historia.
Esta diferente perspectiva desde la que ambos filósofos
se asoman al problema del conocimiento está notablemente influida por el contexto filosófico en el que los
dos se desenvuelven. La Edad Moderna en la que vive
Kant está marcada por el asombro y el optimismo que
produjo la revolución científica habida durante el Renacimiento y el siglo XVII. Es lógico que los filósofos de la
época inmediatamente posterior se afanen por extraer
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CONVOCATORIA SEPTIEMBRE 2009
el máximo partido a aquellos logros, tratando de extrapolar a otras áreas de conocimiento el mismo enfoque
que había producido los éxitos en las ciencias de la
naturaleza. Por su parte, el siglo XIX en el que vive Marx
es el siglo en el que se toma conciencia de que aquellos
avances científicos no necesariamente conducen a la
mejora de las condiciones de vida de los seres humanos.
La revolución industrial es una consecuencia de la revolución científica, que prometía una repercusión directa y
positiva para mejorar las condiciones de vida, y sin
embargo no ha sido así. De ahí que ahora decrezca el
interés por las ciencias de la naturaleza y se preste
mayor atención a las ciencias humanas.
Otra diferencia fundamental entre las teorías del conocimiento de Kant y de Marx tiene que ver con la relación
que se establece entre teoría y práctica. Marx denunció
el interés de la filosofía anterior a él por el desarrollo de
una comprensión de la realidad puramente teórica, que
no busca su aplicación práctica. En Kant, como en
muchos otros filósofos, se da efectivamente esa vocación teórica desligada de la práctica. Kant llega a diferenciar claramente dos usos de la razón, el teórico y el
práctico, aplicables a dos ámbitos distintos y gobernados por leyes diferentes. La separación entre ambos
usos es tajante. Marx, en cambio, considera la teoría
como una tarea auxiliar de la praxis, y para él es preciso
tratar de conocer el mundo para transformarlo, no para
complacernos en su contemplación.
 Ensayo en relación con el conocimiento histórico.
El materialismo histórico pretende haber hallado las
leyes que gobiernan el curso de la historia, de tal modo
que sea posible explicar hechos históricos del pasado y
predecir acontecimientos futuros. Transcurrido algo más
de siglo y medio desde que Marx formuló sus propuestas, se pueden extraer algunas conclusiones sobre la fiabilidad de la ciencia de la historia que se pretendió instituir con ellas. En síntesis, es posible afirmar que el
materialismo histórico ha resultado ser fructífero en su
aplicación a la comprensión del pasado histórico, pero
ha fallado en sus pretensiones de tener poder predictivo. El análisis de las estructuras que conforman una
sociedad y las relaciones de dependencia entre ellas ha
sido útil para comprender las motivaciones de índole
económica que operan en la ocurrencia de determinados hechos históricos y órdenes sociales. Esas motivaciones reales muchas veces permanecen ocultas, incluso
para los propios actores que intervienen en el proceso, y
el materialismo histórico contribuye a sacarlas a la luz.
Sin embargo, las predicciones que hizo Marx sobre el
futuro de la historia han resultado fallidas, y ello se debe
fundamentalmente a que en los acontecimientos humanos interviene una enorme variedad de factores que no
es posible controlar en una ecuación que ofrezca como
resultado una única solución.
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