32. Nacionalismo y populismo en Iberoamérica. Siglo XX

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NACIONALISMO Y POPULISMO EN IBEROAMERICA EN LA SIGLO XX
GETULISMO, APRISMO, PERONISMO.
1º. RAICES HISTORICAS DEL POPULISMO. LA CRISIS DEL 29
EN AMERICA LATINA.
Al terminar la Primera Guerra Mundial, E.E.U.U. desplazó
las inversiones europeas de los países de América del Sur. Se
inició así un ciclo de crecimiento basado en la importación de
capitales norteamericanos y la exportación de materias primas
y productos
agrícolas a los mercados mundiales. El consumo interior pasó a
segundo plano y el sector exportador se convirtió en el motor
clave del crecimiento económico, algunos países llegaron a
apostar por el monocultivo que mejor salida tenía en los
mercados mundiales a la vez que más inversiones atraía al
mercado propio.
Es el caso de Brasil y el cultivo de café. La salida de
capitales en forma de dividendos a la vez que la demanda
exterior favorecían una típica situación de gap inflacionista
(encarecimiento de lo productos en el mercado interior en
virtud de la demanda exterior) lo que ligado a la abundancia de
mano de obra barata se combinaba con salarios bajos y una
fuerte e injusta polarización social porque este sistema
favorecía las oligarquías locales que servían de intermediarios
a los inversores norteamericanos disfrutando de un dinero fácil
a corto plazo pero perjudicando el desarrollo estructural. Todo
el crecimiento económico se detuvo cuando la crisis del 29
retrotrajo las inversiones norteamericanas a la vez que la
demanda mundial de los monocultivos caía, arrastrando los
precios y con ellos, la economía en pleno de los países que
habían apostado por esa fórmula. La crispación de la situación
social llevó al poder a una serie de caudillos que encuadraron
a las masas, movilizándolas con programas y planteamientos
1
demagógicos. A este fenómeno se llama Populismo.
2º. CARACTERISTICAS GENERALES DEL PUPULISMO.
Como fenómeno político, se extendió por América del Sur en
las décadas de los 30 y 40, con los referentes más
significativos
en el A.P.R.A. (Alianza para la Revolución Americana) fundada
en Perú por Victor Raul Haya de la Torre, el Varguismo o
Getulismo brasileño (de Getulio Vargas, presidente de Brasil
tras un pronunciamiento, fundador de Estado Novo tras la
represión del comunismo. Destituido por unas elecciones
generales en 1.945, volvió al poder por vía electoral en 1.951,
con
un
programa
reformista
basado
en
inversiones
norteamericanas. Ante la amenaza de un gol-pe militar, se
suicidó en 1.954), el Movimiento Nacional Revolucionario,
dirigido por Paz Estensoro en Bolivia y el Peronismo argentino.
Desde el punto de vista social, estos movimientos reflejan a la
vez el miedo de las élites sociales a la revolución en momentos
de grave tensión social y fracturas entre las clases medias y
las oligarquías tradicionales producto de un desarrollo
económico irregular y con bases estructurales de escasa
solidez.
El sistema, de carácter autoritario, tiene una amplia
base, producto de la llamada al "pueblo", sin mayores
matizaciones,
al
que
se
convoca
bajo
un
nacionalismo
irracionalista, unas difusas promesas de justicia y reparto y
se le encuadra en organizaciones sindicales (descamisados de
Perón o integralistas de Vargas) unidas al líder carismático
que devolverá al pueblo las riquezas que los extranjeros le
expoliaron, de ahí el carácter antinorteamericano de muchos de
estos movimientos.
Aunque se presentan como revolucionarios, en realidad
desarrollarán una función desconcienciadora de las clases
1
populares
que
les
restará
posibilidades
revolucionarias,
sirviendo así a los intereses de oligarcas e inversores
extranjeros
a
los
que,
según
su
propaganda,
parecen
enfrentarse.
Según otras interpretaciones, se trata de una manipulación
del pueblo por las clases medias que aspiran a una
modernización política y buscan atraerle a su causa con
programas de aparente reformismo que, en lo esencial, no
cambien el sistema pero sí asusten a las oligarquías,
predisponiéndolas
al
pacto.
Estas
contradicciones
harán
inviable el sistema si no es con el apoyo del ejército que
nunca se llegó a integrar en él.
3. EL PERONISMO ARGENTINO COMO MODELO DE POPULISMO.
3.1. La trayectoria histórica el peronismo.
En 1.943, un golpe de estado sitúa al coronel Juan Domingo
Perón al frente del Ministerio de Trabajo, dentro de una junta
militar de gobierno. Desde allí tomó contacto con los
sindicatos y desarrolló una política de reformas sociales que
no transformaban los fundamentos del sistema pero permitían
mejorar las condiciones de vida de la clase obrera. Sus buenas
relaciones con el régimen nazi hacen que al acabar la guerra,
el embajador norte-americano, Braden, presione para que se le
represalie. Detenido en 1.945, su discurso de despedida por
radio es interpretado por los sindicatos como una llamada a la
revuelta. No es preciso llegar a la huelga convocada para el 18
de octubre, ya el día antes una manifestación popular reclama
su libertad ante la Casa Rosada y no se disuelve hasta que el
mismo Perón no sale a saludarla.
En 1.946, Juan domingo Perón gana las elecciones para
presidente de la república con una campaña basada en un
programa de reformas y en la exaltación el nacionalismo frente
a los E.E.U.U. que se oponen por todos los medios a su
elección.
En 1.949 reforma la constitución dando un poder ilimitado
al presidente a la vez que disminuye el de las cámaras. Las re-
1
formas
sociales
(reconocimiento
de
los
sindicatos,
aumentos
salariales, construcción de viviendas sociales) y su poder
carismático junto al de su esposa Eva (Evita, para los
argentinos) le permiten crear un movimiento, el JUSTICIALISMO,
que además de su vertiente política, integra a los sindicatos
(C.G.L.) y a organizaciones femeninas y juveniles, inspirado
todo en el fascismo de Mussolini.
En 1.946, dentro de un programa de nacionalismo económico,
se nacionaliza el Banco Central y se crea un Instituto
destinado a fomentar el comercio. Aprovechando los beneficios
obtenidos
por
Argentina
vendiendo
carne
a
los
paises
beligerantes durante la IIª Guerra Mundial, se obliga a
compañías extranjeras a vender acciones al estado.
La primera mitad de los 50 asiste a la crisis del régimen.
Los beneficios obtenidos durante la guerra se acaban, las malas
cosechas de los años 51 y 52 obligan a comprar productos
agrícolas al extranjero a la vez que el estado solicita
créditos y se endeuda. Ambos hechos generan el déficit de la
balanza comercial y una fuerte inflación que obligan a Perón a
adoptar medidas que rechazan los sindicatos. En 1952 muere Eva
Perón lo que no solo constituye un golpe personal sino también
político porque el pueblo argentino la adoraba. El choque con
la Iglesia lleva a ésta a excomulgar a Perón.
En 1955 se produce un golpe de estado en dos fases. El
régimen cuenta sólo con el apoyo de sectores sindicales fieles
pero a su izquierda ha surgido el Partido Radical de Arturo
Frondizi, incluso una izquierda peronista le niega su apoyo por
hallar escaso su compromiso social. En julio el golpe fracasa.
Perón intenta repetir su maniobra de 1.945, emite un discurso
por radio y el sindicato peronista llama a la huelga pero la
falta de respuesta permite al general Leonardi destituir a
Perón. Se declara fuera de la ley al justicialismo y se
persigue a los peronistas.
Sigue un periodo de inestabilidad en que se confrontan y
suceden en el ejercicio del poder los militares defensores de
las oligarquías con la Unión Cívica Radical, partidaria de
1
reformas más profundas que las que preconizaba el Peronismo y
una rama de izquierda que se articula en grupos de acción
guerrillera (Montoneros, Ejército Revolucionario del Pueblo)
que encarna lo más revolucionario de la herencia justicialista.
En 1.973 el general Lanusse convoca elecciones que gana el
peronista Héctor Cámpora. Vuelve Perón que estaba exiliado en
España pero su muerte en 1.974 cierra toda posibilidad de
reinstaurar su régimen. El país está fuertemente crispado. Su
segunda esposa, Isabel, intentó sobrevivir al mito como
presidenta pero fue derrocada por un sangriento golpe de estado
que llevó al poder al General Videla y a una Junta Militar.
3.2. Interpretaciones del Peronismo.
* Según los planteamientos de Alain Touraine se trata de
un fenómeno producido por la fragmentación de la clase obrera
producto de una industrialización tardía y rápida que al
proletariado tradicional, organizado y consciente sumaría un
proletariado nuevo de extracción rural reciente que aún se
identifica más con los códigos conservadores de conflictividad
agraria
que
con
las
organizaciones
consolidadas
del
proletariado industrial urbano. Este sector sería fácilmente
manipulable por los medios emocionales de que se vale el
caudillismo populista.
* Según Murmis y Portantiero, es la clase dirigente la que
se encuentra fraccionada por el crecimiento económico generado
al amparo de la IIª guerra mundial. Los sectores conservadores
son los ganaderos y los propietarios industriales que lo han
sido durante generaciones. Sin embargo los recién ascendidos
socialmente pugnan por un puesto dirigente y se apoyan en
sectores populares mientras haya un caudillo que aúne fuerzas
contra las viejas oligarquías a la par que
energías populares por vías no revolucionarias.
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