Breve historia del riego en el término de Castellón

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Breve historia del riego en el término de Castellón
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BREVE HISTORIA DEL RIEGO EN EL TÉRMINO
DE CASTELLÓN
VICENTE MUT GUINOT
TERCER CURSO UNIVERSITAT PER A MAJORS 2001/2002
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Breve historia del riego en el término de Castellón
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CAPÍTULO 1
INTRODUCCIÓN
1.1 MOTIVO Y CONTENIDO DE ESTE TRABAJO
Como trabajo libre que se nos ha recomendado a los alumnos de la Universitat
Jaume I de Castellón que asistimos a las clases de la UNIVERSITAT PER A
MAJORS de tercer curso, se ha elegido el tema del riego, por mi vinculación con la
agricultura y por ser ésta una de las bases del arranque económico de Castellón,
sobre todo en lo que se refiere a la agricultura de riego con el agua del río Mijares
y ser el agua para el riego una problemática de actualidad. Concretamente me
referiré a lo que concierne al término municipal de Castellón, con las costumbres y
normas que durante muchos siglos los regantes de estas tierras han observado
para mantener un orden mediante el cual han podido disfrutar de la fertilidad del
agua y controlarla, no desperdiciando este escaso bien.
La pretensión es hacer un breve recorrido por la historia del riego que nos ha
afectado a los castellonenses, buscando sus primeros vestigios, costumbres,
disputas, ordenanzas y algún que otro dato que pienso es interesante. Como
decía solo me ceñiré al término de Castellón, pero que inevitablemente también
mencionaré alguno de los hechos de nuestros vecinos de la Plana y de la
provincia de Valencia por su vinculación.
Se recojen datos de los hechos más importantes que marcaron los cambios en
nuestra economía agrícola, así como la evolución de la técnica del riego en sus
diferentes épocas, buscando aguas no superficiales a grandes profundidades
hasta llegar al momento actual y ver en que estado se encuentra nuestro regadío.
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CAPÍTULO 2
ORÍGENES DEL RIEGO
2.1 EL RIEGO EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD
La disponibilidad del agua para el ser humano siempre ha sido vital, porque
además del sustento que obtenía en el cultivo de la tierra, creaba riqueza y con
ella conseguía poder. El dominio del agua ha originado en la historia de la
Humanidad disputas y confrontaciones.
El hombre se hizo sedentario unos 3.000 años antes de Jesucristo, al dominar la
conducción del agua, construyendo presas en los ríos llevando el agua donde
había buena tierra.
Con el dominio de esta técnica, se inicia la agricultura de regadío. Al mismo
tiempo que aparecen los primeros poblados con casas de adobe, como las
poblaciones de Lagash, Ur y Uruk, en la región de Sumer, entre los ríos Tigris y
Eúfrates, en la antigua Mesopotamia.
Posiblemente el dominio de la técnica del riego impulsó una nueva forma de
vida, más segura y con menos riesgo que la vida errante de cazador. Desde ahora
podría disponer de alimentos sin tener que desplazarse de un sitio a otro. Ya no
era necesario el continuo traslado para buscar sustento.
Con la agricultura nace una nueva revolución para el hombre, el dominio del
agua, el arte del riego, el conseguir comida sin tener que hacer grandes
migraciones. Para aquellos pueblos que estaban en continuo movimiento, fue un
verdadero cambio en cuanto a sus costumbres.
Además del sustento que obtenía el hombre para su grupo o familia, se dio
cuenta que podía almacenar las cosechas y asegurarse comida no para un día o
dos como cuando era cazador. Ahora disponía de alimentos para varios meses o
quizás años. Esta técnica descubierta haría cambiar el concepto de aquella vida
errante, naciendo los primeros pueblos.
Aquella incipiente agricultura propició el intercambio de los productos vegetales
por carne que cazaban los nómadas, naciendo el comercio del trueque.
Estos cambios tan importantes en la historia fueron posibles, en definitiva, por el
agua, por su dominio y uso.
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Por eso decía que este preciado líquido es y será motivo de disputas por su
posesión en todos los momentos de la historia tanto pasados como futuros. Donde
hay agua y tierra hay riqueza.
2.2 EL RIEGO EN LA HISTORIA DE CASTELLÓN
Posiblemente el aprovechamiento de las aguas del río Mijares se remonte a
épocas anteriores a los romanos en nuestra provincia, pero datos concretos y
claros no los hay.
Según Juan Antonio Balbás y Cruz, en El libro de la Provincia de Castellón, dice
que el río Mijares los romanos lo conocían con el nombre de Idubeda.
En el Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputación de Valencia y en
una edición que publicó el Archivo de Prehistoria Levantina, hay un trabajo de
José Doñate Sebastiá, en el que se dan detalles de la existencia de restos de una
construcción romana de un acueducto sobre el río seco de Villarreal o río Ana, por
el que se conducía el agua desde el río Mijares en una toma en el término de
Onda con dirección al sur hacia el término de Nules y posiblemente aún
continuaba más al sur hacia las cercanías de Sagunto.
Estos hechos nos demuestran que el dominio de las aguas del río Mijares por
parte de los romanos es un hecho, porque el referido acueducto conduciría el
agua hacia una zona poblada y con buenas tierras y clima como es donde se
encontraba este importante enclave romano.
En la huerta de Valencia sí fueron los romanos los que construyeron las
acequias de Favara, Quart, Mislata y Rovella en el margen derecho del río Turia, y
las de Mestalla y Rascanya en el margen izquierdo del mismo río, por eso el
trabajo de J. Doñate nos hace pensar que siendo Sagunto una población romana
importante tomarían el agua del río Mijares, que era de un caudal regular e
importante.
Cabe pensar que antes de los romanos y en las zonas llanas cerca de las orillas
del río y donde era fácil desviar parte del caudal mediante piedras, troncos, ramas,
etc., ya se construirían conducciones para regar algún tipo de cultivo.
Sin embargo en nuestras tierras los árabes fueron los que mejoraron y ampliaron
el riego con un sistema de conducciones que ha durado prácticamente hasta
nuestros días.
2.3 EL RIEGO ANTES DE LA FUNDACIÓN DE CASTELLÓN
El sistema de riego árabe, derivado del empleado por los romanos, consistía en
la toma del agua por una presa o taponamiento de parte del caudal del río, bien
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con grandes piedras, troncos, malezas, etc., que hacía que el nivel del agua
subiera y alcanzara una salida de agua a una cota más elevada que llevaba el río,
una vez alcanzado este nivel se conducía por su propia gravedad a las tierras que
se tenían que regar.
El caudal tomado desde el río se dividía en acequias madres, (Acequia Mayor),
de ésta que era la principal, derivaban acequias, filas o hilos ( la definición de fila
según Antonio José Cavanilles, se entiende por las dos terceras partes de agua
para mover una muela de molino) las cuales transcurrían por la zona a regar. La
toma de agua de las filas siempre era de la Acequia Mayor, por eso eran más
caudalosas que los canalats que tomaban el agua de las acequias y por último los
brazales, hasta llegar al extremo donde se terminaba el terreno regable. Este era y
es el orden por el que se clasifican los canales o conducciones de agua por su
caudal.
La expansión del riego desde el Mijares por las llanuras de la Plana incrementó
la riqueza y con ella aumentaron los núcleos habitados por los árabes, las
llamadas alquerías.
Además de la importante población de Burriana, existía otro núcleo de población
árabe a la otra parte del río Mijares, hacia el norte en un castillo construido sobre
un montículo y muy cerca de una importante fuente, conocida por la fuente de la
Reina, según Escolano, donde esta población se abastecía de agua.
No cabe duda que el castillo era el conocido Castell Vell, núcleo antiguo de
Castellón y la fuente era el caudal que movía el conocido Molí de la Font.
La importancia de disponer de agua siempre ha sido vital. Por eso las
poblaciones reclamaban su uso y disfrute a las altas jerarquías, concediendo en
noviembre de 1233 Jaime I, la carta de población a Burriana. En ésta
expresamente se mencionaba la donación de las aguas a sus vecinos con todos
los derechos. También en 1244 Jaime I, concede al Monasterio de San Vicente de
Valencia, la propiedad de la Villa de Castellón de Burriana (Castell Vell) con
mención expresa a la concesión de las aguas.
Desde este castillo se dominaba una extensa llanura que ya era regada por los
árabes a través de sus acequias, existiendo una cierta riqueza y proliferando las
alquerías musulmanas o centros agrícolas importantes como Fadrell, Almalafa,
Villamargo y Benirabe.
Los antiguos pobladores rogaron varias veces a Jaime I que les permitiese el
traslado desde el Castell Vell, hasta cerca de una importante corriente de agua,
dada la incomodidad de desplazarse desde el castillo hacia las nuevas tierras
conquistadas a los árabes. Hay que tener presente que casi la mayoría de las
ciudades importantes se fundaron y construyeron a orillas de los ríos, pero el río
Mijares también quedaba lejos de la zona de cultivo, ya que los traslados en
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aquellos tiempos o bien se hacían a pié, que era en su mayoría, alguno lo hacía
montando un asno. Por ello pensaron establecerse cerca de una caudalosa
corriente de agua como era la Acequia Mayor, donde dispondrían de agua
abundante para todas las necesidades de la población.
El Rey Jaime I entonces en Lérida, concedió a Ximén Pérez de Arenós, su
lugarteniente, que los pobladores del Castell Vell, podían trasladarse a cualquier
lugar de la llanura donde ellos trabajaban la tierra, eligiendo de las cuatro
alquerías más importantes la de Benirabe, que se encontraba muy cerca de la
Acequia Mayor y en una zona casi central en la que delimitaba la huerta y el
secano. A partir de éste núcleo de población se fundó el actual Castellón, el día 8
de septiembre de 1251.
Posteriormente muchos de los habitantes de las alquerías, sobre todo de
Villamargo y Almalafa que estaban más cercanas, engrosaron la población recién
fundada, quedando la alquería de Fadrell. Esta, por su importancia y privilegios en
el riego mantuvo su población más tiempo, pero poco a poco también se fue
integrando en el nuevo Castellón.
2.4 EL RIEGO DESPUÉS DE LA CONQUISTA
Una vez se concentró la población cristiana en un núcleo importante como era
Castellón, cabe suponer que la riqueza de esta zona sería importante,
aprovechando las canalizaciones de los árabes.
Aunque los árabes habían construido un excelente sistema de acequias
mediante el cual llevaban el agua a los rincones más insospechados de la huerta,
sorteando los accidentes del terreno con una gran maestría, es a partir de la
conquista por Jaime I cuando éste se atribuye también la propiedad de las aguas
como patrimonio real. Así ordena el aprovechamiento de las mismas con un
control bastante riguroso, cosa que los árabes no hacían porque no se regaban
tantas tierras y no existían ordenanzas ni controles como después de la conquista.
Por lo tanto el riego no presentaba problemas a aquellas gentes en tiempos de
bonanza en que las lluvias eran normales y el caudal del río fluía constante y
regular. Eso no era así en tiempos de sequía y cuando la necesidad del agua era
más angustiosa para poder salvar las cosechas.
Cuando aparecía la sequía, al disminuir los caudales surgían también los
problemas y conflictos entre regantes y poblaciones que se abastecían del mismo
caudal. Por ello empezó a ordenarse el uso de las aguas, a través de concesiones
que el Rey Jaime I da a Burriana en 1233 y a Castellón en 1244.
Vicente García Edo, en su libro “Derechos históricos de los Pueblos de la Plana
a las aguas del río Mijares”, manifiesta que como se extendía el riego ampliando
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las tierras regables, el día 30 de abril de 1307, se recontaron las tierras regables
de la Acequia Mayor y su parte final acequia de Coscollosa, que es la
prolongación de la primera. Se comprobó que en la Acequia Mayor había, entre el
regadío de Fadrell hasta la fila de Taxida 291 yugadas (medida usada en Castilla y
Aragón, jovada en Cataluña, cuya unidad consistía en lo que una yunta de bueyes
labraban en determinado tiempo) y desde la fila de Taxida hacia abajo 302
yugadas más, el recuento de la acequia de Coscollosa dio un total de 84 yugadas.
Una vez hecho el recuento se hizo una reorganización y ordenación general de
las aguas de Castellón, en lo que respecta a su término municipal, en la fecha
indicada en el párrafo anterior.
A partir de esta ordenación de aguas, los regantes de Fadrell, los primeros en
tomar las aguas por su situación en la cabecera de la Acequia Mayor, fueron los
más favorecidos y hoy en día lo siguen siendo. Este privilegio viene dado porque
fueron los primeros de Castellón que regaron sus tierras y como pioneros se les
concedió algún derecho. Es de suponer que el riego en el término de Castellón
empezó por Fadrell y después se fue extendiendo al resto del término. Por éste
motivo conservó sus derechos y privilegios en el riego.
Así pues , los regantes de Fadrell tomaban el agua de la Acequia Mayor, desde
la salida del sol del miércoles, hasta el viernes por la mañana a la salida del sol,
regando tanto durante el día como por la noche.
Las partidas del Censal hasta la fila de Taxida, regaban de la Acequia Mayor,
desde el viernes a la salida del sol, hasta el sábado a la puesta del sol, tanto
durante el día como por la noche.
La partida de Taxida regaban desde el sábado a la puesta del sol, hasta el lunes
a la puesta del sol y desde el río Seco hacia abajo, en el sentido que discurre el
agua, desde el lunes a la puesta del sol hasta la salida del sol del miércoles.
En la acequia de Coscollosa el riego dependía de las aguas sobrantes que había
en cada época del año, ya que eran las últimas tierras que se regaban y como
decíamos anteriormente, las tierras situadas en la cabecera de la red del riego
eran las que tenían adquiridos mejores derechos, porque la ampliación de la zona
regable se hizo por etapas y se iban ajustando a los caudales de agua disponibles,
por lo que las tierras de Coscollosa en épocas de sequía disponían de poca agua.
El personaje de Acequiero era el que en caso de necesidad para éstas últimas
tierras, el que compensaba las faltas y sobras de agua en los tramos de la partidas
de Taxida así como las de Coscollosa.
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Los regantes de Fadrell según los días establecidos para el riego en esta
ordenación de aguas, siempre tenían preferencia en el periodo desde el día
primero de julio hasta el día de Año Nuevo.
Era bastante lógico que a partir de Año Nuevo los caudales aumentaran, así los
regantes del Censal disfrutaban de ordenación de riegos desde esta fecha hasta el
primero de julio, que pasaba a disfrutar Fadrell y que era el periodo de riegos más
crítico.
Las partidas de Villamargo y Almalafa, ésta última en parte, regaban por la
acequia de Almalafa y la distribución del agua era según el caudal establecido. En
tiempos de sequía estas partidas sufrían mucho en el riego durante el verano
cuando el caudal del río era bajo.
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CAPÍTULO 3
EL AZUD
3.1 QUÉ ES UN AZUD
El azud es una expresión que deriva de la palabra árabe al-sudd, que designa
parada en una corriente de agua. La palabra azud en castellano es una presa
hecha de diferentes materiales como piedras, troncos, estacas clavadas en el
mismo cauce del río, etc., que obstruye y eleva la corriente del agua con el fin de
tomarla y desviarla de su cauce normal para pasarla a otros cauces. Los primeros
que las utilizaron fueron los pobladores de Mesopotamia, desde donde arranca la
cultura del riego y el nacimiento de la agricultura de regadío.
Hay un roedor en la naturaleza, el castor, que es el primer ser viviente que utiliza
este sistema para crear un habitat que le permite subsistir sin problemas. Sin
estas presas que construye en los ríos, el castor difícilmente sobreviviría.
El hombre observó los efectos que hacían en los ríos la construcción de estas
presas por dicho animal. Así vio cómo las aguas subían de nivel, inundando las
zonas próximas en las que la vegetación era más lozana, diferente y abundante a
la que crecía en la zona no inundada.
Con el tiempo el hombre mejoró estos artilugios, primero con troncos, ramas,
cañas y hierbas, después piedras, hasta que pudo disponer de nuevos materiales
y consiguió hacer muros de hormigón y materiales modernos que podían soportar
grandes riadas, los materiales que utilizaban en los primeros tiempos siempre
terminaban siendo destruidos por las fuertes avenidas de agua.
3.2 EL AZUD DE CASTELLÓN
El azud que servía para regar las huertas de Castellón era una presa construida
en el río Mijares y estaba situado a unos dos kilómetros escasos más arriba del
actual puente sobre éste río por el que pasa la carretera general N-340. Su
construcción fue muy rudimentaria hasta el siglo XIX, toda vez que por esas
fechas aún se construía la presa con estacas clavadas al cauce del río con las que
se apoyaban grandes piedras y añadían ramas, cañas, hierbas y diferentes
materiales para retener el agua y desviarla a un canal.
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La historia de este azud posiblemente se remonta a la época romana o incluso
anterior, aunque los sistemas y materiales usados eran prácticamente los mismos
que en el siglo XVI, pues siempre eran destrozados por las grandes avenidas del
río, teniendo que construirlo inmediatamente después de cada gran riada. Hay
constancia que en el año 1519 se construyó el primer azud comunitario para las
poblaciones de Castellón y Almazora.
Desde la fecha citada hasta el año 1895, que se construyó el actual azud, los
regantes de estas dos poblaciones tuvieron que soportar continuos destrozos que
suponían cuantiosos gastos.
Estas roturas y posteriores reparaciones eran una continua discusión y
originaban desavenencias entre ambas poblaciones. Después de cuatro siglos de
discordias, llegó la definitiva construcción del actual azud, según un proyecto del
arquitecto Salvador Flors, en el año 1884, quien antes de finalizar las obras fué
destituido, designándose a un joven arquitecto llamado Francisco Tomás i Traver.
Este culminó las obras cuya duración superó los 11 años, entre un continuo
desacuerdo entre los regantes de Almazora y Castellón, pero finalmente se
terminó. La obra fue calificada de “colosal, soberbia e inimitable y que su solidez la
permitiría durar siglo y siglos”, según el periódico Heraldo de Castellón.
Con esta obra se daba por zanjada la continua zozobra de las roturas por las
grandes riadas que sufrían los regantes y que al fin a pesar de sus desavenencias
los agricultores de Castellón y Almazora conseguían con esta unión un hecho
histórico en el riego con las aguas del Mijares.
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CAPÍTULO 4
FECHAS Y HECHOS HISTÓRICOS
4.1 PRIMERAS REGULACIONES
Como ya hemos indicado en el Capítulo 2, una de las primeras
documentaciones que existen referente a regulaciones y derechos sobre el agua
del río Mijares, es la primera carta de población de Burriana en el año 1233,
después de la conquista de esta población por el Rey Jaime I.
Parece ser que hay una voluntad de normalizar los riegos en todas las tierras
conquistadas, puesto que seis años más tarde en 1239 un Fur del rey aragonés,
otorga privilegios y dona acequias a los pobladores nuevos de la ciudad de
Valencia, con lo que demuestra que las aguas se tienen que controlar y evitar
discordias. Desconocemos como los árabes las disfrutaban aquí y qué normas
tenían para el riego. Se atribuye a la época del valí o gobernador de Valencia alHakam II, hacia el año 960 la constitución del Tribunal de las Aguas, precisamente
para evitar conflictos. Pero lo cierto es que después de la conquista no se demora
mucho en aplicar una reglas bastante severas para aprovechar y poner orden en
toda la red de riego que ahora pasaba a manos de los nuevos colonizadores.
Desde los años 1233 hasta 1307, hay fuertes reajustes para la regulación de las
aguas una vez concedidas las bases en las que se empieza una nueva época
como es la dominación cristiana, los ayuntamientos de cada población crean unas
ordenanzas generales de las aguas tanto para el riego como para otros usos.
Con el paso de los años se incrementa y crece el riego, aparte de los conflictos
locales entre regantes de una determinada zona o partida, comienzan las disputas
entre todos los usuarios de las aguas del río Mijares, que son Almazora, Burriana,
Castellón y Villarreal, creándose fuertes tensiones entre estos pueblos.
4.2 SENTENCIA DEL CONDE DE RIBAGORZA Y OTROS HECHOS
Reinando Pedro IV el Ceremonioso, su tío y tutor el Infante D. Pedro, Conde de
Ribagorza, que es el que se encarga de todas las cuestiones políticas de su
sobrino por ser éste menor de edad, promulgó una sentencia por la que se
regulaba la partición de las aguas del río Mijares, entre las cuatro villas de ambas
márgenes del río, Almazora, Castellón, Villarreal y Burriana.
El importante documento fue fechado en la ciudad de Valencia el día 20 de
marzo de 1346, especificando muy claro que en tiempos de escasez de agua, que
era cuando se presentaban los violentos enfrentamientos entre las mencionadas
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poblaciones, se debería dividir el caudal del río en sesenta partes o filas,
correspondiendo a Castellón catorce partes y media, a Almazora doce partes y
media, a Burriana diecinueve partes y a Villarreal catorce partes.
En caso de mermar mucho las aguas por la sequía y tener que corresponderle a
Almazora una sola fila de agua, se reunirían todas las aguas, distribuyéndose por
horas, regando cada pueblo con toda el agua. Así pues le correspondía a
Castellón veintinueve horas, a Almazora veinticinco horas, a Burriana treinta y
ocho horas y a Villarreal veintiocho horas.
El Infante D. Pedro de Ribagorza se reservó el derecho de interpretación de
cualquier litigio entre las villas que se derivara de la mencionada sentencia. Las
cuatro poblaciones regantes del Mijares recibieron con gran satisfacción y alegría
la sentencia del Conde de Ribagorza.
En 1446 Juan I, rey de Navarra y lugarteniente de Aragón y Valencia, gobernó
estos dos reinos reconociendo que los derechos de cequiaje de la villa de
Castellón corresponde a los jurados de las aguas y no a ninguna otra autoridad ni
ayuntamiento.
El rey Alfonso V, el Magnánimo, en el año 1454, estableció el régimen y
distribución de las aguas en las acequias de Castellón, imponiendo severas penas
a los regantes que cuando terminaban de regar no devolvieran las aguas a las
acequias Mayor o madres, eran frecuentes los abusos del agua y su mal uso,
perdiéndose el agua o bien la trasvasaban de unas partidas a otras.
Según una acta del notario de Valencia D. Bartolomé Carries, de 15 de Octubre
de 1493, se construyó un molino en el mismo lugar donde esta el azud de
Castellón y esto alteró los caudales del agua, por lo que protestaron Burriana,
Almazora y Villarreal. Estas tres poblaciones y Castellón,se reuniron llegando a un
acuerdo con la retirada del molino, devolviendo a su estado anterior el terreno que
ocupó. Se nombraron representantes de las cuatro poblaciones para que se
vigilase regularmente y se mantuviera en su estado original, de lo contrario se
sancionaría bajo la pena de quinientos florines al infractor.
El emperador Carlos V en el año 1534, se dirige a los jurados de Castellón para
que pongan fin a los pleitos que tenía esta población y Almazora en oposición a
los deseos de Burriana y Nules sobre el tema de las aguas, para que lo
resolvieran correcta y justamente.
4.3 LOS PLEITOS CON ALMAZORA
Son curiosos los diferentes conflictos que continuamente se presentaban, bien
entre los regantes o bien entre las poblaciones que se reparten el agua. La
problemática es constante, pero también por las autoridades de cada momento se
intenta dar una solución justa y correcta, porque rara vez hay protesta ante una
resolución o sentencia.
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Uno de los casos llamativos eran los pleitos continuos que tenía Castellón contra
Almazora. Las aguas de ambas poblaciones fluían juntas hasta ésta última
población, durante mas de quinientos años. Los regantes y habitantes de
Castellón se veían perjudicados por los de Almazora, porque les quitaban el agua
y además la ensuciaban ya que les servía para beber y llenar algibes a los de
Castellón para uso doméstico.
Este problema duró muchísimos años, con continuos pleitos. El primero data del
año 1275, con la razón para los de Castellón. Entre otras hay una sentencia del
año 1635 de la Real Audiencia, que se pronuncia a favor de Castellón y en contra
de Almazora, prohibiendo que los vecinos de esta villa se bañen en la acequia de
Castellón, laven caballerías, limpien cubas, arrojen excrementos y toda clase de
inmundicias, con el solo objeto de perjudicar a los de Castellón, imponiendo a
Almazora una multa de treinta libras.
En 1785 se aprobaron las Ordenanzas de la huerta de Castellón para el riego,
puestas en vigor por el Ayuntamiento de la misma población, con el fin de evitar
desmanes y discordias que eran bastante frecuentes entre los regantes.
4.4 SEPARACIÓN DE LAS AGUAS ENTRE CASTELLÓN Y ALMAZORA
Estos hechos continuados motivaron que Castellón elevara una súplica a S.M.
Carlos III, el que sentencia por Decreto el día 3 de noviembre de 1787, la
separación del agua en dos canales uno para cada pueblo.
La obra de este canal fue costosa dado que se tuvo que abrir a pico y mazo el
cauce del mismo en dura roca caliza. El canal tiene dos metros y medio de ancho
y casi tres metros de altura, con una longitud de casi tres kilómetros. En este
tramo se abrieron veintiún respiraderos por donde se sacaban los escombros. La
toma de agua se efectúa desde los partidores reales o taxamar, que es como una
cara de muro apuntada para romper y repartir la corriente de agua a ambos lados
donde la toma cada uno de los canales.
La inauguración del canal fué el 11 de marzo de 1790, la obra costó a Castellón
34.000 pesos, siendo uno de los artífices y gestores para que llegara a su fin el
castellonense Miguel Tirado.
4.5 COMUNIDAD DE REGANTES Y SINDICATO DE RIEGOS
Casi un siglo después, en el año 1869, el Ayuntamiento de Castellón constituyó
la Comunidad de Regantes, cediendo todos los asuntos de riegos a la nueva
institución. La Comunidad no tuvo actividad hasta que se aprobaron las
Ordenanzas en 1878, quedando constituido definitivamente el Sindicato de
Riegos. Hasta la fecha con aquellas Ordenanzas se ha ido gobernando sin
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mayores problemas que los habituales en estos casos, sin haber sufrido ninguna
modificación en sus normas.
El Sindicato de Riegos es el que vigila y se encarga del buen estado de toda la
red de distribución del agua para el riego a través de la Acequia Mayor, acequias
madres, filas, canalats y brazales, conservando estos canales en su mayoría su
estado original o sea son cauces abiertos a la tierra, hay tramos como la
canalización y toma de agua del azud y su paso a través de la Rambla de la Viuda
que tienen buen revestimiento así como el primer tramo de la Acequia Mayor
hasta el Molino Casalduch. Desde este molino hasta la entrada del canal en la
población de Castellón seguía siendo como se construyó en origen, de tierra.
Posteriormente en el tramo que pasaba por la ciudad se revistió y cubrió, pero a
su salida también continuaba siendo de tierra hasta el final. A mediados del siglo
XX ya se revistió tanto en el tramo de entrada de la ciudad como después en la
salida hasta su final.
Las acequias que llevan bastante caudal, como la Almalafa, Villamargo, Valero y
de Coscollosa, se revistieron hace pocos años, en la segunda mitad del siglo XX.
Las pérdidas de agua antes eran muy importantes pero la obra para la agricultura
local era muy importante y necesaria pero muy cara, concenciándose el agricultor
que era necesaria para evitar las filtraciones y pérdidas.
En cuanto al revestimiento de las filas, canalats y brazales corresponde su
revestimiento al propietario que tiene su linde junto por donde discurren y no al
Sindicato de Riegos como en las acequias madres, existiendo en la actualidad un
porcentaje alto de aquellos sin revestir.
4.6 LA JUNTA DE AGUAS DE LA PLANA
La creación de la Junta de Aguas de la Plana se pierde en el tiempo. Desde la
sentencia del Conde de Ribagorza, empezó a existir un sentimiento de
entendimiento entre los regantes del Mijares. Era mucho mejor partirse el agua
con orden y consenso que llegar a situaciones extremas con pleitos largos. El
objetivo era que los regantes solucionasen entre ellos sus conflictos y no recurrir a
otros.
La misión de la Junta de Aguas de la Plana, además de unir a los regantes de
los pueblos que toman el agua del Mijares, que son Almazora, Castellón, Villarreal
y Burriana, con su extensión a Mascarell y Nules, consiste en la vigilancia y el
control de las aguas arriba hasta las mismas fuentes del río. Estos pueblos
aunque tengan unas administraciones autónomas, cuando se presenta una sequía
impera un espíritu de solidaridad entre ellos, de manera que si es necesario se
trasvasan el agua o la permutan entre sí.
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Se tenía que guardar las aguas, vigilar los riegos y no era cuestión de
autoridades políticas que resolvieran los problemas de riego, tenían que ser los
propios regantes los que los solucionaran y por eso nació y se originó la Junta de
Aguas de la Plana. Existen actas en el Archivo Municipal de Castellón de
reuniones de representantes de los pueblos regantes del Mijares desde el año
1798.
A finales del siglo XIX y con la nueva Ley de Aguas, surgen nuevas zonas de
regadío en toda la cuenca del Mijares, sin tener ningún derecho histórico. Estos
hechos provocan que en 1876 se promueva y se cree definitivamente la Junta de
Aguas de la Plana por disposición del Gobernador Civil de Castellón.
Como hemos indicado la Junta de Aguas de la Plana es el organismo que
aglutina a los regantes de Almazora, Castellón, Villarreal y Burriana con Nules y
Mascarell, con una representación de tres miembros de cada población.
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CAPÍTULO 5
MODERNIZACIÓN DEL RIEGO
5.1 EL PANTANET DE SANTA QUITERIA
Una obra de mejora para los regantes del Mijares fue la construcción y puesta
en marcha del Pantanet de Santa Quiteria. Su construcción se aprobó el año
1.980 y se inauguró en 1984. Esta obra es un pequeño embalse regulador y está
construido en el mismo cauce del río, acumulando durante la noche el caudal que
baja del río y cerrando el riego en todas las huertas por la noche. Así, al día
siguiente, se riega normalmente con mucho más caudal, llegando el riego a más
superficie de tierra en horas de luz natural, evitando que los regantes hicieran su
trabajo en horas de oscuridad con lo que las pérdidas de agua y comodidad
mejoren el riego en zonas que durante siglos se regaron por la noche.
Esta obra supuso una gran mejora de ahorro de agua y un trabajo más humano
y cómodo como debía de ser en el siglo XX.
La regulación de este embalse modificó muchas de las costumbres y normas
que tenían ciertas partidas establecidas hace muchos siglos. Ello benefició
muchísimo a partidas como Villamargo, Almalafa y otras que, regaban siempre
casi por las noches y ahora solo lo hacían durante el día sin ningún perjuicio para
las partidas que mantenían ciertos privilegios como Fadrell que regaba siempre
durante el dia y ahora continúan regando también en horas de luz natural.
5.2 RIEGO POR GOTEO
Los agricultores de la huerta tenían el ejemplo del Pantano de María Cristina por
la instalación en aquella zona del riego por goteo, comprobando sus ventajas.
Aunque el agricultor castellonense siempre ha tenido que soportar una carga
pesada como es el minifundio en nuestra zona, por lo que para mejorar dentro de
lo posible tenia que emplear las nuevas técnicas de la agricultura moderna. De
esta forma se pensó muy acertadamente en la implantación del riego por goteo en
la zona de la huerta.
Esta era una mejora que se pedía a gritos puesto que los años de la década de
1990, habían sido más bien de una marcada sequía. El agricultor era consciente
de que implantando el riego por goteo, al mismo tiempo que ahorraba agua,
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Breve historia del riego en el término de Castellón
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aprovechaba el sistema para el abonado con mucha más comodidad y además
con la ventaja de la mejora del arbolado.
El Sindicato de Riegos puso manos a la obra y en el año 1998 se inauguró en la
partida de Coscollosa primero, siguiendo al poco tiempo las partidas de
Rafalafena, Sabatera, Taxida, Gumbau, La Plana, etc. Como culminación de esta
mejora el Sindicato de Riegos tiene prevista la instalación del goteo en las partidas
del sur del término como Fadrell, Villamargo, Almalafa y Censal, teniendo previsto
su puesta en marcha para el año 2003, con ello toda la huerta se regará por este
moderno sistema.
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Breve historia del riego en el término de Castellón
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CAPÍTULO 6
FADRELL
6.1 ORÍGENES DE FADRELL
Como ya señalamos en capítulos anteriores, la partida o término de Fadrell
había sido un núcleo importante que habitaba la conocida alquería árabe y sus
alrededores.
Posiblemente estas tierras y otras de Almazora fueron las primeras que se
regaron en nuestro término municipal, puesto que se encontraban en primer lugar
después de la toma de agua del río Mijares.
La prosperidad de la agricultura de riego comparada con la agricultura de
secano era evidente. El riego empezó a expandirse por toda la llanura poco a
poco, tal como sucede en cualquier actividad económica.
Las tierras situadas al norte de Fadrell, que no se regaban en un principio,
empezaron a regarse ampliando la zona de riego, puesto que del Mijares tenían
agua suficiente y con un caudal regular y seguro para regar las primeras huertas
establecidas, por lo que se llegaría a un acuerdo para ampliar la zona de riego,
pero seguramente los primeros regantes, los de Fadrell, impondrían la condición
de respetar el derecho adquirido como pioneros, por eso el término de Fadrell, la
calificación de término y no de partida aún es considerada actualmente en
cualquier documento, ha disfrutado de unos privilegios en cuanto al riego hasta la
fecha, respecto al resto de partidas de la huerta de Castellón, aunque estos
derechos con el tiempo han ido cambiando en beneficio del resto de la huerta y en
detrimento de Fadrell, pero aún mantiene cierta autonomía respecto al riego.
6.2 LA ENCOMIENDA DE FADRELL
En 1785 se aprobaron las Ordenanzas de riego de la huerta de Castellón,
puestas en vigor por el Ayuntamiento de la ciudad. La decisión no afectaba a los
regantes de Fadrell, que ya tenían constituida su propia comunidad y aún
existente en la actualidad que es la Encomienda de Fadrell, que se regía por su
propias Ordenanzas, escritas en valenciano hasta el año 1756, las cuales se
hicieron cambiar en castellano “para su mejor entendimiento”.
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Breve historia del riego en el término de Castellón
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La Encomienda de Fadrell era la entidad que velaba por los derechos adquiridos
en cuanto al riego y que consistía en aquella época y hasta que se inauguró el
Pantanet de Santa Quiteria, en regar desde la salida a la puesta del sol o sea
durante el día, nunca por la noche. Esto sucedía a diferencia de otras partidas del
término de Castellón como por ejemplo Villamargo y Almalafa, entre otras, que
casi siempre regaban durante la noche.
Cuando el caudal del río era normal, Fadrell tenía derecho a tres filas de agua
en la parte llamada Fadrell de Dalt, además de las partes de Fadrell d’Enmig y
Fadrell de Baix, las cuales regaban por la acequia de Almalafa y Valero o sea que
disponían de una buena parte de las catorce y media que correspondían a
Castellón, después del reparto hecho por el Conde de Ribagorza. Ello hace
suponer que en esta fecha ya hubo una regulación también para los regantes de
Fadrell.
Si el caudal del río era escaso por los efectos de la sequía, Fadrell disponía en
su parte de arriba de dos filas. Así lo determinaba la ordenanza 152 de la
Encomienda. No se menciona para nada el resto de Fadrell o sea el d’Enmig y el
de Baix, ni tampoco el resto de partidas del término de Castellón, lo que
demuestra que Fadrell y sobre todo Fadrell de Dalt ya tenía derecho a distribuirse
las aguas y gozaba de este privilegio respecto al resto del término. Ello explica
que la parte de arriba de Fadrell era y es considerada siempre como la mejor zona
de la huerta de Castellón, tanto por su riego como por su clima. Dentro de esta
partida si sobraba agua a los regantes de la parte de arriba de Fadrell podían
trasvasarla a la parte media o baja de la partida, sin que el resto del término de
Castellón se inmiscuyera en sus asuntos. Se demostraba su total autonomía en el
riego, aunque en cuanto a los impuestos los pagaba al Ayuntamiento de la ciudad.
Otro dato que avala la autonomía de Fadrell era que en las antiguas Ordenazas
de la Encomienda figuraba una orden que no tenía nada que ver con la
administración de las aguas y que afectaba a los pastores y ganaderos en defensa
de los intereses de los agricultores de esta partida. Esta orden establecía que
cualquier terrateniente de la referida Encomienda, que encontrase ganado mayor
o menor de cualquier especie que fuere, de los vecinos de Almazora o de
cualquier otra villa o lugar que no fuera de Castellón, pastando en el término de
Fadrell, podía aprehender las reses y llevarlas a los corrales del Castillo de la
Alqueria de Fadrell. Estas se encomendaban al ermitaño de la Iglesia de San
Jaime, hasta que la Justicia Ordinaria de la villa de Castellón se pronunciara,
dando una asignación al que había hecho la aprehensión del ganado de una
tercera parte de la misma.
Aún hay más datos curiosos del riego en Fadrell. Los “fadrelleros”, en la
actualidad, eligen anualmente al Acequiero Mayor, el cual antes, en la actualidad
no, tenía en su poder tres palitos estampados cada uno con la marca de la
Encomienda, que correspondían a cada una de las tres filas, en años de
abundancia, en años normales o de sequía solo le correspondían a Fadreall dos
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Breve historia del riego en el término de Castellón
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filas. El palito se entregaba a quién solicitaba el riego, siendo el poseedor del
palito el que tenía derecho al agua de riego, que pasaba al otro regante que tenía
el derecho por orden de un turno solicitado previamente en una repartida, como
dice la palabra reparto del agua y que además del orden por el turno establecido
se sigue otro turno u orden en el sentido que discurre el agua o sea de arriba
hacia abajo, con el fin de evitar pérdidas de agua y cuando ya no quede nadie del
turno para regar hay que devolver el palito al Acequiero. En la actualidad el
sistema de palitos se ha abolido. El turno se dá de palabra en el sentido de la
corriente del agua, dentro del grupo de regantes que lo han solicitado
semanalmente en la repartida. Aunque ya no se usan los palitos, estos aún los
conserva la Encomienda en cajas cerradas por tres llaves diferentes, de tal
manera que no se pueden abrir si no están juntos y de acuerdo el Acequiero
Mayor y dos miembros más de la Encomienda que previamente tienen asignadas
las llaves. Este era el sistema en el que simbólicamente guardaban el derecho al
agua.
Actualmente la Encomienda de Fadrell celebra su Capítulo General todos los
años en el salón de actos del Ayuntamiento de Castellón, el día de Pascua de
Pentecostés, pudiendo comprobar cualquier asistente a este acto, tanto la
existencia de los palitos como de diferente documentación.
Las repartidas para el riego aún se efectúan todas las semanas, en el portal de
la casa del llamado prohom de su respectiva fila o canalat, siendo nombrado este
cargo en el Capítulo General de cada año.
Los asuntos del agua siempre han movido fuertes intereses en todos los
tiempos, antes y ahora. En 1869 el Ayuntamiento de Castellón, constituyó la
Comunidad de Regantes, desentendiéndose el Ayuntamiento y pasando el poder y
control de las aguas a la Comunidad, pero no aprobaron sus Ordenanzas hasta el
año 1878, en que quedó constituído el Sindicato de Riegos de Castellón.
Al tener cierta independencia el creado Sindicato de Riegos, se entabló un litigio
con los regantes de la Encomienda de Fadrell, con el fin de anular los privilegios
que los “fadrelleros” disfrutaban desde tiempos inmemoriables. Finalmente este
pleito se resolvió a favor de la Encomienda por una Real Orden de fecha 16 de
diciembre de 1878 del Rey Alfonso XII.
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Breve historia del riego en el término de Castellón
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CAPÍTULO 7
MOLINOS
7.1 UNA INDUSTRIA MOVIDA POR EL AGUA
Los molinos, por su relación con el agua, también tienen su importancia en la
historia del regadío de Castellón.
En 1896 en el archivo del Sindicato de Riegos figura la relación de los molinos
que eran los siguientes por orden desde la cabecera de las acequias: Molino
Barranco, Molino de Papel o de Batán y Molino del Salto de la Novia. Estos tres
molinos estaban situados en la cabecera de la acequia de Almalafa y dentro de la
partida de Fadrell. En la misma acequia y en el cruce de la misma con el camino
de Almalafa y dentro de la partida Censal hay otro molino llamado Rubio.
En la Acequia Mayor se encontraban el Molino de Casalduch, Molino Roder,
Molino del Toll, Molino de Taxida, Molino Primero, Molino de Enmedio y Molino
Último, en total siete molinos. Existía otro molino en el camino Hondo y otros dos
en la partida de Gumbau y Sotarrani. En total eran 14 molinos que aportaban su
cuotas al Sindicato de Riegos. Aún había otro molino y que existe el edificio pero
que no pagaba al Sindicato que es el Molí de la Font. Este era movido por el agua
de la Font de la Reina, como indica su nombre. Esta fuente no dependía del
Sindicato, por lo que hacían un total de 15 molinos dentro del término municipal.
Aunque los datos se refieren al 1896, cabe pensar que existían ya bastantes
años antes y suponían una riqueza bastante importante por su vertiente industrial.
Estas industrias tenían unos derechos y contribuían con sus cuotas primero al
Ayuntamiento, pero una vez creado el Sindicato pagaban a esta entidad. Con el
servicio que prestaban estos molinos, bastaba para moler la totalidad de los
cereales y aceitunas que se producían en el término de Castellón, e incluso venían
gentes de pueblos limítrofes para moler su trigo.
El Molino Primero aún funcionaba allá por 1950. Actualmente este molino es
propiedad del Ayuntamiento de Castellón al haber llegado el crecimiento de la
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Breve historia del riego en el término de Castellón
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ciudad hasta su enclave, ocupando su local una Tenencia de alcaldía. El Molino
Casalduch se utiliza para una industria como molino arrocero, aunque no es
movido por la fuerza hidráulica. Utiliza maquinaria moderna movida por
electricidad.
CAPÍTULO 8
EL SECANO Y SU TRANSFORMACIÓN EN REGADÍO
8.1 CAPTACIÓN DE AGUAS SUBTERRÁNEAS
El trayecto de la Acequia Mayor delimitaba la huerta del secano, quedando
aquella en su parte baja y el secano en su parte alta.
La gran transformación del secano en regadío, empezó a finales del siglo XIX,
como consecuencia de la expansión del cultivo de la naranja. Para esta
transformación se disponía por una parte del agua del embalse Pantano de María
Cristina, pero para las posibilidades y las extensiones de tierra que se disponía no
era suficiente, recurriéndose a la perforación de profundos pozos, siendo movidos
los primeros por máquinas a vapor, por el año 1912 se regaban en Castellón más
de 2.000 hanegadas mediante este sistema.
Estos pozos eran promovidos por sociedades constituidas por grupos de
agricultores propietarios de fincas situadas en una misma zona, aportaban a la
sociedad constituida una participación dineraria con arreglo a las hanegadas que
tenía que regar y cuya aportación por hanegada era considerada como una acción
de la sociedad.
Una vez el pozo en funcionamiento a partir de su situación se construían
pequeños canales, regueros, distribuyéndose el agua por la zona que
correspondía a la sociedad. Es curioso los nombres que estas sociedades ponían
a los pozos, su expresión quería demostrar que era poco más o menos que
inagotable, pues de hecho hubo muchísimos fiascos. Citamos algunos como
ejemplo: pozo de la Abundancia, del Diluvio, de la Fortuna, etc.
Tal como la técnica fue avanzando, las máquinas a vapor fueron sustituidas por
potentes motores Diesel, para pasar actualmente a ser movidos por fuerza motriz
y con bombas de grandes caudales.
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Breve historia del riego en el término de Castellón
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En un principio cuando no se disponía de la tecnología actual, los pozos siempre
regaban desde su punto de situación hacia cotas más bajas aprovechando la
gravedad. En la actualidad, potentes motores y bombas mediante tuberías de alta
presión, se elevan las aguas a las cotas que se desee, para desde allí por
gravedad conducir el agua hacia las zonas bajas a regar.
Como señalábamos más arriba las conducciones en un principio eran mediante
regueros. Actualmente casi todos los pozos han instalado el riego por goteo y
algunos de ellos incluso la fertilización, lo que ha supuesto un gran avance en
economía y comodidad para el agricultor.
La numerosa cantidad de pozos que se han perforado en nuestro término
durante el verano producen una gran extracción de agua, bajando el nivel freático
en algunas zonas por debajo del nivel del mar, sobre todo en los pozos que se
encuentran cerca de la costa, intruduciéndose el agua marina con lo que se
deteriora la calidad del agua para el riego. Este fenómeno está afectando a
algunas partidas de Castellón sobre todo en la partida de la Magdalena, teniendo
que abolir los pozos y regando las fincas con aguas que proceden de otros pozos
no salinizados o de las que dispone la Comunidad de Regantes del Pantano de
María Cristina.
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Breve historia del riego en el término de Castellón
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CAPÍTULO 9
EMBALSES
9.1 EMBALSE DEL PANTANO DE MARÍA CRISTINA
El 22 de diciembre de 1747 el rey Fernando IV concedió el privilegio a los
vecinos de Castellón, mediante el cual les otorgaba las aguas de la Rambla de la
Viuda, atendiento a una petición de los castellonenses, para aprovechar estas
aguas para el riego. Este dato sería un precedente de lo que ocurriría 120 años
después.
Antonio Barrachina, en 1872, obtuvo la concesión de las aguas de la Rambla de
unos 10.260 litros por minuto, para regar unas 4.800 hanegadas en la partida de
Benadresa. Fue autorizado por la Diputación Provincial de Castellón para construir
una presa en el cauce de la Rambla de la Viuda además de un canal de
conducción para estas aguas. Para ello se constituyó la Sociedad de Fomento
Agrícola Castellonense, ante el notario de Valencia Manuel Atard, el 22 de
diciembre de 1873.
Posteriormente por Real Orden de 2 de julio de 1900, se concedió a Carlos
Barrachina Casany la autorización para el riego de 54.000 hanegadas en los
términos de Castellón y Almazora, con aguas de avenida de la Rambla, mediante
la construcción de lo que sería el futuro Pantano de María Cristina. Esta concesión
sería para 99 años y costeada por capital privado, sin ninguna ayuda del Estado.
Al no prosperar la puesta en marcha del riego de las fincas al ritmo deseado y
sobrar agua, la Sociedad de Fomento fue autorizada en el año 1903 para llevar
agua a Castellón para abastecer la población que entonces la tomaba de la
Acequia Mayor y de algún pozo.
Carlos Barrachina, traspasó la concesión a la Sociedad General de Riegos de
Barcelona, comenzando las obras del embalse en 1912, pero con la ayuda del
40% del importe por parte del Estado.
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Breve historia del riego en el término de Castellón
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Al aumentar la zona regada como estaba previsto en 1914 se constituyó la
Comunidad de Regantes de Benadresa, regándose unas 3.060 hanegadas según
consta en el registro. Esta Comunidad organizó el riego de la siguiente manera:
desde las 8’15 horas del lunes hasta las 12´-- horas del sábado, siendo el resto del
agua que sobraba para el abastecimiento de la población de Castellón.
Las obras del Pantano de María Cristina se terminaron definitivamente en
1925, teniendo una capacidad de 28 millones de metros cúbicos, además de unas
canalizaciones para la distribución de las aguas de más de 9.000 metros con cinco
ramales de regueros o acequias.
Una vez construido el embalse y para una mejor organización del riego se
constituyó la Comunidad de Regantes del Pantano de María Cristina, aprobando
sus Ordenanzas en 1927.
Esta Comunidad, al comienzo de su andadura, prácticamente no tenía normas
de riego al carecer de agua propia, ni de conducciones para la misma, toda vez
que la propiedad de una y otras era de la Sociedad General de Riegos de
Barcelona, dueña del embalse.
L a distribución se hacía de la forma siguiente: el agua la daba la Sociedad
General por riguroso turno de petición y los que se encargaban de distribuirla eran
los regadores o seguidores de la Comunidad de Regantes del Pantano de María
Cristina.
Esta convivencia entre la Comunidad que no disponía de agua y la Sociedad
General propietaria del embalse y del agua, provocaba muchos problemas y
roces, que finalmente se resolvieron al recuperar el Estado el embalse en 1947.
Como la seguridad de embalsar agua en el pantano dependía de los años
lluviosos, ya que este embalse se nutre casi siempre de avenidas y no tiene
caudales importantes de ríos o fuentes continuos y además por la composición del
terreno de lo que es el embalse hay pérdidas muy importantes de más del 50% y
siendo que los aportes de agua procedentes de arrastres y estos aportan
cantidades enormes de lodos, resulta que se merma la capacidad de
almacenamiento, total que resulta un embalse que no da casi ningún servicio a la
agricultura.
La inseguridad de un buen servicio de agua para el riego del referido embalse de
cara al verano hizo perder la confianza en el agricultor, teniendo que construir
pozos para salvar la situación y tener una seguridad en el riego, en el secano de
Castellón se perforaron y pusieron en marcha 9 pozos y en el secano de Almazora
7 pozos más, consiguiendo un caudal de 2.000.000 millones de litros de agua por
hora, para regar unas 27.000 hanegadas.
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Breve historia del riego en el término de Castellón
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Con esta serie de problemas y zozobras para los regantes, transcurrieron más
de 50 años, consolidándose una zona de riego en el secano tan importante o más
que la huerta, creando una gran riqueza citrícola en lo que eran antes tierras poco
productivas, en su mayoría algarrobos, almendros y eriales.
Una gran e importante obra para los regantes del Pantano de María Cristina ha
sido la construcción de un canal de enlace que va desde la margen izquierda del
río Mijares, atravesando el cauce de la Rambla de la Viuda, por medio de un gran
sifón, que en periodos sobrantes de agua del río, enlaza con el canal general del
Pantano. Es el llamado canal de la Cota 100, que toma el agua sin embalsar. Esta
obra la llevó a cabo la Confederación Hidrográfica del Júcar.
En la actualidad el riego en la zona del Pantano de María Cristina está más
normalizado y seguro. En 1996, empezó también a implantarse el riego y
fertilización por goteo comenzando por la partida de Benadresa, cubriendo hoy en
día este sistema casi la totalidad del secano, por lo que con el ahorro de agua que
esta técnica supone han tranquilizado bastante al agricultor.
9.2 EMBALSES DEL SICHAR Y ARENÓS
La construcción del embalse del Sichar para regular las aguas del Mijares dieron
un respiro y seguridad a los agricultores de la Plana, pues aunque el caudal del río
era muy seguro y regular, no dejaba de menguar de manera notable en los años
de sequía, sobre todo en verano.
Esta regulación permite que cuando el caudal que baja por el río es superior al
consumo, se embalsa en parte y además cuando se produce alguna avenida
también se aprovecha, dejando pasar solo el agua que se necesita para el riego.
Las obras de este embalse empezaron en 1948, subastándose por un valor de
55´6 millones de pesetas en 1947. Finalmente el coste real fue de 300 millones de
pesetas.
En 1957 ya empezó a embalsar agua y probar su consistencia, alcanzando unos
niveles de agua importantes pero no estaba previsto aún su funcionamiento como
presa por no estar dada de alta oficialmente para dar servicio, pero una pertinaz
sequía en aquel verano y ante la insistencia de los regantes de los pueblos de la
Plana, el día 27 de agosto de aquel año, el Comisario de la Confederación accedió
a abrir las compuertas para el riego, sin tener pensado utilizarlo aún. Pero en el
año siguiente en 1958 empezaron los riegos de forma regular.
Al construirse los embalses del Sichar y Arenós, se crearon nuevos regadíos
según unos planes de expansión aprobados, pero siempre manteniendo los
derechos de prioridad las huertas tradicionales. Es decir, los nuevos regadíos
estaban supeditados a las aguas sobrantes. Estas normas se expusieron en una
ponencia que establecía un Convenio de Bases el 30 de diciembre de 1966.
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El 11 de marzo de 1970, fue firmada por todas las Comunidades de Regantes de
la Plana, recogiendo el referido Convenio la Ordenación de las Aguas del río
Mijares y que está vigente en la actualidad.
CAPÍTULO 10
LA MARJALERÍA
10.1 TRANSFORMACIÓN DE LAS ZONAS HÚMEDAS
Tres zonas podíamos señalar que existían en el término de Castellón en lo que
se refiere a las tierras de cultivo, la de la huerta o tradicional y más antigua en
cuanto al regadío, la transformación del secano como hemos mencionado en
regadío y nos queda una tercera que eran los humedales. Estas tierras en las
partes más bajas u hondas estaban completamente inundadas casi en la mayor
parte del año, sobre todo si era lluvioso, sin embargo dentro de esta zona en la
parte más alta que no solía inundarse tanto y donde ya no llegaban las aguas del
río Mijares porque no tenían concedido derecho para regar, era muy fácil perforar
un pequeño pozo de escasa profundidad para, mediante unos rudimentarios
artilugios llamados norias o cenies movidos por caballerías elevaban el agua.
Las partes más bajas eran las que normalmente siempre estaban inundadas, las
más pantanosas, incluso marismas. Las saneaban haciendo zanjas o canales de
avenamiento, elevando el fango que sacaban a un nivel superior al que quedaba
el agua, en cerca de un metro. Estas zonas mas bajas para su explotación casi
no necesitan riego, solamente en veranos muy secos se suelen regar, pues la
filtración de la humedad por capilaridad es suficiente, de ahí su nombre de marjal
de saó.
Cuando era necesario regar estas tierras se realizaba mediante unos artefactos
llamados taones, que consistían en unos balancines que cogían el agua del canal
y manualmente y con una piedra de contrapeso elevaban el agua a nivel de la
tierra.
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CONCLUSIÓN
Esta previsto que para el año 2003, se termine de instalar el riego por goteo en
la huerta, es decir, en las partidas de Fadrell,Almalafa, Censal y Villamargo. Una
vez puesta en marcha esta última fase quedará el riego en el término de Castellón
completamente modernizado, marcando un hito en la historia. Más de mil
quinientos años se ha regado en nuestras tierras por el sistema clásico de riego a
manta.
La riqueza generada por el riego es la que ha hecho cambiar poco a poco
nuestra tierra totalmente campesina, en una tierra en su mayoría industrial y de
servicios.
Este mismo desarrollo ha ido ahogando a la agricultura. La gran necesidad de
terrenos para instalaciones industriales, así como el incremento en vías de
comunicación, van a dejar nuestro término municipal casi sin terreno cultivable.
No poseo datos concretos de las tierras que han absorbido las grandes
instalaciones industriales y las carreteras, pero creo que es un porcentaje bastante
elevado.
Si además, con la instalación a casi todo el término municipal del riego por goteo
va a suponer un importante ahorro de agua, no creo que para las necesidades de
nuestras tierras que quedan vayan a padecer necesidad de agua. En los próximos
años vamos a tener agua suficiente.
Con el riego por goteo también se van a perder todas las tradiciones,
costumbres y ordenanzas porque no tendremos necesidad de ellas; Fadrell va a
perder sus históricos privilegios, el progreso y la nueva tecnología ha cambiado
estas historias nostálgicas para bien.
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BIBLIOGRAFÍA
Juan A. Balbás.- “El libro de la Provincia de Castellón”. 1889.
Antonio José Cavanilles.- “Observaciones sobre la historia natural, geografía,
agricultura, población y frutos del Reino de Valencia”. 1797.
José Mª Doñate Sebastiá.- “ Edición del Archivo de Prehistoria Levantína”. 1966.
Gaspar Juan Escolano.- “Décadas de la historia de Valencia”.1610.
Vicente Garcia Edo.- “ Derechos históricos de los pueblos de la Plana a las aguas
del río Mijares”.- 1994.
Rafael Ribés Plá.- “ Historia del aprovechamiento de las aguas de la Rambla de la
Viuda”. 1992
29
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