Explicar las principales características de los subgéneros periodísticos (información, opinión y mixtos), señalando algún ejemplo en el texto propuesto* La prensa, la radio, la televisión e Internet constituyen los grandes medios de comunicación de masas (mass media, en inglés) de nuestro tiempo. Las dos misiones sociales de los medios de comunicación son difundir noticias y formar la opinión de los lectores. Los subgéneros periodísticos se dividen en tres grupos: subgéneros de información, opinión y mixtos. Los primeros informan (de modo que en ellos domina la función referencial y las modalidades textuales narrativa, descriptiva, dialogada y expositiva); los segundos dan opiniones y hacen valoraciones para crear “estados de opinión” (de modo que en ellos dominan la función expresiva y la apelativa o persuasiva, así como la modalidad descriptiva y la expositivo-argumentativa). Los subgéneros mixtos reúnen ambas características. Los subgéneros básicos de información son la noticia, el reportaje y la entrevista. La noticia es el relato de un suceso reciente cuyo contenido interesa al público. El fin de la noticia no es otro que informar, sin añadir ningún tipo de análisis o de comentario. Así pues, sus rasgos esenciales son la brevedad y la objetividad. La estructura habitual de la noticia es la de “pirámide invertida”, según la cual se compone el texto partiendo de lo más importante para terminar en los detalles menores. Las partes de una noticia son: el titular (o enunciado que encabeza el texto, cuyo fin es sintetizar la información posterior y atraer el interés del lector); la entradilla, que es el primer párrafo (unas 60 palabras) de una noticia. La virtud de una buena entradilla es que sea lo suficientemente completa y autónoma como para que con su lectura el lector conozca lo fundamental de la noticia sin necesidad de leer más. La entradilla suele responder las clásicas preguntas qué, quién, cómo, dónde, cuándo, y por qué. Por último, el cuerpo de la noticia desarrolla la información con todo tipo de elementos complementarios; incluye los datos que no figuran en la entradilla, explica los antecedentes y apunta las posibles consecuencias. El reportaje es, básicamente, una noticia ampliada. Los reportajes tratan asuntos de actualidad o de relativa actualidad, pero que despiertan el interés del público. Un reportaje es siempre el resultado de una investigación donde se exponen causas, antecedentes y consecuencias de los hechos, se contraponen interpretaciones diferentes acerca de los mismos o se incluyen las opiniones de protagonistas o testigos. Lógicamente, el reportaje puede incluir material gráfico que amplíe la información. De todo ello se desprende que, frente a la brevedad de la noticia, lo que define al reportaje es su exhaustividad y amplitud. Como género informativo, aunque mantiene una estructura similar a la de la noticia (sin la preeminencia que en aquella tiene la entradilla) y debe respetar la más escrupulosa objetividad, permite al periodista más libertad expresiva y un estilo de redacción más personal. La entrevista es la recogida de las declaraciones (en estilo directo generalmente, pero a veces también en indirecto) de una persona acerca de un asunto. Hay dos clases de entrevista: la de perfil (en que el objeto de la entrevista es la persona entrevistada, es decir, su modo de ser, estilo de vida, gustos, etc,); y la de fondo (en que el objeto de la entrevista es el asunto o hecho de interés, de modo que la persona entrevista habla como un entendido (o protagonista) que expone y razona su particular versión del tema o de los acontecimientos). La entrevista se suele redactar en dos partes: una breve presentación inicial del personaje, a la que sigue el cuerpo de la entrevista (o intercambio de preguntas-respuestas entre periodista y entrevistado). Los géneros de opinión son el artículo, la columna y el editorial. El artículo y la columna son escritos firmados por un autor (generalmente un escritor o un especialista) que analiza, explica y valora, un tema o noticia de actualidad, tratando de extraer de él conclusiones de validez universal. En el artículo predomina la subjetividad, es decir, la expresión de las opiniones y juicios, así como el propósito de convencer al lector o influir en sus opiniones. Un artículo puede tocar cualquier tema y el autor, siempre dentro de un tono divulgativo y sugestivo, tiene absoluta libertad de estilo y de organización del escrito. Cuando el estilo se eleva a un plano literario, el artículo deriva en ensayo. Otras veces el artículo toma aspecto de cuento o relato, y entonces la argumentación aparece implícita en la modalidad textual narrativa. En los artículos es muy importante el rigor de los argumentos para defender, matizar o refutar las ideas, y para proponer o sugerir soluciones a las cuestiones planteadas. El artículo ha sido y es un valioso vehículo de expresión, muy utilizado por los pensadores, políticos, sociólogos y escritores de todos los tiempos: Larra, Unamuno, Ortega, Umbral, etc. La columna, que no es sino un artículo especial, es producto de la colaboración fija (semanal o diaria) de un escritor o intelectual de reconocido prestigio que ofrece sus puntos de vista sobre aspectos diversos de la actualidad. El autor suele ser una persona ajena al periódico o medio en que colabora, y su particular punto de vista no tiene por qué coincidir –aunque esto es infrecuente- con la línea editorial del medio en que colabora. Los columnistas actuales (por ejemplo, Luis María Ansón, Juan José Millás, Rosa Montero, Francisco Umbral, Eduardo Haro Tecglen, Manuel Vázquez Montalbán, Félix de Azúa, Manuel Vicent etc.) han ejercido y ejercen gran influencia en la opinión pública. [1] Por último, el editorial es un escrito sin firma que, ubicado en lugar preferente de las páginas de opinión, representa la línea ideológica e informativa del periódico. Los editoriales tienen carácter diario, y en ellos se enjuician aquellos asuntos (sobre todo, políticos, sociales y económicos) que están de rabiosa actualidad. Los editoriales usan un estilo directo y preciso, donde los argumentos tienen también una importancia enorme. Se estructuran en tres partes: introducción (o presentación de los hechos que van a ser comentados); desarrollo (base argumental acerca del hecho en cuestión); y conclusión (consecuencias y, frecuentemente, propuestas de actuación). [2] Como género mixto, la crónica se define habitualmente como una noticia ampliada y comentada donde el periodista enfatiza los hechos novedosos e insólitos de los que es testigo. Sus características básicas son: la veracidad informativa, el subjetivismo de perspectiva y la expresividad del estilo. Suelen seguir la estructura del reportaje de acción. La crónica, muy rica en contenidos, suele especializarse en celebraciones ocasionales y en eventos sujetos a una programación de temporada (toros, fútbol y otros deportes,etc) [1] y [2] Cualquiera de los rasgos (de los 3 géneros de opinión) explicados aquí, puede aparecer en el texto de comentario de selectividad. Los alumnos pueden relacionar con facilidad el rasgo del texto en cuestión con características como la subjetividad, la referencia a asuntos de rabiosa actualidad, el rigor de las argumentaciones, la expresión de ideas propias, la intención persuasiva, las funciones del lenguaje, la voluntad estilo (si se localizan recursos literarios) etc etc.