Iniciativa con proyecto de Decreto que reforma los artículos 28 de la

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Iniciativa con proyecto de Decreto que reforma los artículos 28 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, 2o. y 18 de la Ley del Banco de México y 15 de la Ley
Monetaria de los Estados Unidos Mexicanos, a cargo del diputado Adolfo de la Garza
Malacara, del Grupo Parlamentario del PRI
Los suscritos, Adolfo de la Garza Malacara y Daniel Jesús Granja Peniche, diputados a la LXI
Legislatura del Congreso de la Unión por el Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario
Institucional, con fundamento en lo dispuesto en los artículos 71, fracción II, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, 77 y 78 del Reglamento de la Cámara de Diputados,
someten a consideración de este pleno, la iniciativa con proyecto de decreto por el que se
reforman los artículos 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 2 y 18 de la
Ley del Banco de México, y 15 de la Ley Monetaria de los Estados Unidos Mexicanos, al tenor de
la siguiente
Exposición de Motivos
La recesión en Estados Unidos de América y su impacto en nuestra economía obligan al legislador
a proponer reformas importantes y trascendentes del marco legal que define la regulación
monetaria en el país.
El modelo económico vinculado al modelo exportador manufacturero tiende a mostrar abiertamente
signos de agotamiento en los ciclos recesivos de Estados Unidos de América. Ante ese tipo de
fenómenos no contamos con ningún instrumento de compensación económica que permita
estructurar políticas expansivas o anticíclicas.
Adicionalmente, México no cuenta con una política industrial ni crediticia que impulse
suficientemente la inversión, el empleo y el ingreso y es necesario reconocer que la política
monetaria en México es demasiado restrictiva y profundiza el ciclo recesivo que vive el país.
Académicos de diversas instituciones reconocen que para compensar realmente estos procesos
recesivos en nuestra economía es necesaria y urgente una reforma de la regulación monetaria que
posibilite la instauración de una reforma monetaria que permita apoyar el ciclo económico, la
inversión, el empleo y el ingreso.
El actual modelo monetario no controla suficientemente el crecimiento de los precios y, en cambio,
frena la inversión productiva, el empleo y el ingreso.
Al respecto, las reservas internacionales del país aumentaron 5 mil 653 millones de dólares en lo
que va del año, con lo que al 3 de febrero de 2012 acumularon un saldo de 148 mil 129 millones de
dólares y se ubican nuevamente en un nivel máximo histórico.
El Banco de México informó que de febrero de 2011 a febrero de 2012 las reservas internacionales
acumulan un crecimiento de 26 mil 213 millones de dólares. Este importante saldo acumulado de
reservas, se ubican en un nivel récord de más de 21 por ciento respecto al nivel reportado un año
antes, refleja el proceso de recuperación económica del país.
Cabe destacar que una de las principales fuentes de divisas para dichas reservas la constituyen
los flujos de las operaciones netas en divisas efectuadas por Pemex con el Banco de México.
La reserva internacional se constituye por las divisas y el oro propiedad del Banco de México, que
se hallen libres de todo gravamen y cuya disponibilidad no esté sujeta a restricción alguna; la
posición a favor de México con el Fondo Monetario Internacional derivada de las aportaciones
efectuadas a dicho organismo; las divisas provenientes de financiamientos obtenidos con propósito
de regulación cambiaria del Fondo Monetario Internacional y otros organismos de cooperación
financiera internacional o que agrupen a bancos centrales, de bancos centrales y de otras
personas morales extranjeras que ejerzan funciones de autoridad en materia financiera.
Para la contabilización de las reservas, no se consideran las divisas pendientes de recibir por
operaciones de compraventa contra moneda nacional, y se deducen los pasivos del Banco de
México en divisas y oro, excepto los que sean a plazo mayor de seis meses al tiempo de hacer el
cómputo, y los correspondientes a los financiamientos obtenidos con propósito de regulación
cambiaria anteriormente mencionados.
También se trata de recursos que ayudan a enfrentar o resistir de mejor manera cualquier presión
proveniente del exterior y forman parte del blindaje financiero del país.
Además de las reservas, México cuenta con una línea de crédito flexible abierta con el Fondo
Monetario Internacional (FMI) por 72 mil millones de dólares, que forma parte también de su
blindaje ante la turbulencia financiera.
No obstante, nuestra economía es cada vez más dependiente y con menor dinamismo. Seguimos
dependiendo amplia y crecientemente de las remesas, del comportamiento del precio del petróleo,
de las exportaciones, de créditos, del sector turismo y de las transacciones fronterizas.
En suma, y a la luz de los pobres resultados obtenidos en el desarrollo económico del país en los
últimos años, estamos obligados como legisladores a buscar opciones que posibiliten reconducir el
actual esquema de regulación económica hacia una relación óptima entre el estado y el resto de la
economía.
En los últimos años, la participación que el estado ha tenido en la economía mexicana ha sido
errática y con una preocupante tendencia de nuestra actividad económica hacia el estancamiento y
pérdida sistemática de competitividad.
La historia reciente del Estado mexicano en el ámbito económico ha transitado de un estado
excesivamente patrimonialista a un pretendido estado “mínimo”, condicionado y limitado por serias
restricciones fiscales, monetarias y financieras.
Sin embargo, no consideramos adecuado ninguno de estos dos extremos: ni el patrimonialista, por
su ineficiencia observada en los años sesenta y setenta; ni el aparente estado mínimo, que deja
todo a la asignación eficiente de recursos por parte del mercado.
El resultado de perseguir un estado aparentemente mínimo cambió el perfil del Estado mexicano y
su modelo de intervención a tal grado, que ha significado un cambio estructural dando como
resultado la pérdida del impulso al crecimiento y caída de la inversión, el empleo y el ingreso. En
suma, el estado en nuestro país se ha alejado de la promoción del desarrollo.
La realidad económica nacional nos obliga a transitar hacia un estado con un perfil de participación
eficiente, donde el cambio institucional propicie una relación óptima con los agentes económicos.
El Estado mexicano está obligado a crear expectativas económicas de estabilidad y riesgo bajo,
debe contribuir, como lo hacen los de otros países, a la promoción del crecimiento económico,
mejorando la operación de la economía y el perfil de la distribución del ingreso.
El estado debe posibilitar que nuestras instituciones y las políticas que de ellas emanan promuevan
la economía real; debe facilitar la creación de normas jurídico-regulatorias a fin de que los agentes
económicos incrementen la inversión, el empleo, el ingreso, el consumo, y el ahorro en un contexto
de apertura económica y competitividad productiva.
El estado está obligado a perseguir, alcanzar y sostener crecimiento económico real, y debe verlo
como una consecuencia de la evolución estable de las variables macroeconómicas y de una
intervención monetaria eficiente.
Por ello consideramos que uno de los instrumentos del Banco de México, son los activos
considerados como reservas internacionales. Los dólares que entran al país no pueden circular
normalmente ni ser utilizados para comprar cosas en el supermercado o para pagar una visita al
médico, por lo que deben ser convertidos a pesos para que puedan ser aprovechados y tener un
beneficio en nuestra economía.
Una vez que esos dólares ingresaron a nuestro país, el Banco de México los compra en el
mercado cambiario, pagando en pesos, lo que significa que esos pesos ya pueden comenzar a
circular en nuestra economía.
La propuesta que reviste la presente iniciativa, considera como prioridad el mantener un nivel
adecuado de reservas internacionales con el objetivo de hacer frente a las obligaciones financieras
del gobierno federal. Empero, también considera que ante la imperiosa necesidad de coadyuvar a
la inversión pública, al mantenimiento del empleo y al crecimiento económico nacional, se propone
que el Banco de México tenga la facultad de otorgar crédito al gobierno federal hasta por 20 por
ciento de las reservas internacionales con el propósito de que ese recurso sea destinado en
exclusiva a inversión pública productiva mediante programas identificados debidamente en el
Presupuesto de Egresos.
De ser así, y considerando el nivel que alcanzan las reservas internacionales, el hacer uso de esos
recursos a su tasa máxima del 20 por ciento, se obtendrían ingresos extraordinarios por alrededor
de 356 mil millones de pesos. Ese recurso es equivalente al monto que contempla el Proyecto de
Presupuesto de Egresos para 2012 en el Ramo de Aportaciones a la Seguridad Social.
Asimismo, como ya se mencionó, esta medida no causaría inflación al inyectarse los recursos a
obras de infraestructura productiva y sí, por el contrario, generaría empleo, mejores
remuneraciones y crecimiento económico que se traducirían en mejores condiciones económicas
para la población.
La primera responsabilidad de un gobierno es promover el empleo y el crecimiento. Controlar la
inflación es un instrumento para un fin. La experiencia indica que, mientras la inflación sea baja o
moderada, no tiene efectos perjudiciales, por lo que consideramos que centrar las acciones del
Banco de México únicamente en el control de la inflación puede ser muy pernicioso.
Cada país debe desarrollarse de la manera más acorde con su potencial económico, político y
social, respetando las secuencias y ritmos que mejor se adaptasen a cada una de dichas
economías.
Es posible promover la igualdad y el crecimiento rápido al mismo tiempo, a condición de que dicho
impulso provenga de políticas más igualitarias y de la creación de nuevas empresas que potencien
las exportaciones, para lo que el papel del estado es fundamental al estimular sectores concretos y
dirigir esos fondos de una manera eficiente.
Por lo anterior, se propone reformar diversas disposiciones de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, de la Ley del Banco de México y de la Ley Monetaria de los Estados
Unidos Mexicanos, para que el Banco de México pueda hacer uso de sus reservas internacionales
y que dentro de sus actos pueda otorgar crédito al gobierno federal hasta por 20 por ciento del total
de las reservas internacionales con el propósito de canalizar esos recursos exclusivamente a
inversión pública productiva. Es importante señalar que los recursos serán destinados
exclusivamente a obra pública productiva excluyendo en cualquier caso, rubros de gasto corriente
o superfluo.
Por lo expuesto, sometemos a consideración de esta soberanía el siguiente proyecto de
Decreto por el que se reforman los artículos 28 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos; 2o. y 18 de la Ley del Banco de México, y 15 de la Ley Monetaria de los
Estados Unidos Mexicanos.
Artículo Primero. Se reforma el sexto párrafo del artículo 28 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, para quedar como sigue:
Artículo 28. ...
...
...
...
...
El estado tendrá un banco central que será autónomo en el ejercicio de sus funciones y en su
administración. Su objetivo prioritario será procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la
moneda nacional y promover el crecimiento económico y el empleo , fortaleciendo con ello la
rectoría del desarrollo nacional que corresponde al estado. Ninguna autoridad podrá ordenar al
banco conceder financiamiento.
...
...
...
...
...
...
Artículo Segundo. Se reforma el artículo 2o. y se adiciona un segundo párrafo al artículo 18, de
la Ley del Banco de México, para quedar como sigue:
Artículo 2o. El Banco de México tendrá por finalidad proveer a la economía del país de moneda
nacional. En la consecución de esta finalidad tendrá como objetivo prioritario procurar la estabilidad
del poder adquisitivo de dicha moneda. Serán también finalidades del Banco promover el sano
desarrollo del sistema financiero, propiciar el buen funcionamiento de los sistemas de pagos y
promover el crecimiento económico y el empleo.
Artículo 18. El Banco de México contará con una reserva de activos internacionales, que tendrá
por objeto coadyuvar a la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional mediante la
compensación de desequilibrios entre los ingresos y egresos de divisas del país.
Asimismo, podrá disponer de 20 por ciento de esas reservas para financiamiento del
gobierno federal, que será destinado a inversión en infraestructura productiva.
Artículo Tercero. Se reforma el artículo 15 de la Ley Monetaria de los Estados Unidos Mexicanos,
para quedar como sigue:
Artículo 15. La Reserva Monetaria se destinará exclusivamente a sostener el valor de la moneda
nacional, y a regular su circulación y los cambios sobre el exterior, así como a la promoción del
crecimiento económico y el empleo.
Transitorio
Único. El presente Decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial
de la Federación.
Palacio Legislativo de San Lázaro, a 19 de abril de 2012.
Diputados: Adolfo de la Garza Malacara (rúbrica), Daniel Jesús Granja Peniche.
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