MACRÓFAGOS Élie Metchinikoff describió por primera vez los macrófagos en el año de 1893 en sus observaciones de la fagocitosis en tejido inflamado. Metchinikoff observó “micrófagos” (neutrófilos) y “macrófagos” consumiendo patógenos durante la inflamación y con ello desarrollo la bien conocida Teoría de la Inmunidad por fagocitosis. En 1968, Ralf van Furth, Zanvil Cohn y sus colegas, formularon el sistema fagocítico mononuclear: el origen de todos los macrófagos es la diferenciación terminal de los monocitos “sanguíneos”. Los monocitos circulan en el torrente sanguíneo alrededor de ocho horas, durante las cuales crecen; a continuación, migran hacia los tejidos y se diferencian en macrófagos específicos de tejido. El sistema fagocitico mononuclear comprende células circulantes llamadas monocitos y células residentes en los tejidos llamados macrófagos. La diferenciación de un monocito en un macrófago tisular incluye varios cambios: la célula crece cinco a 10 veces; sus organelos intracelulares aumentan en número y complejidad; adquiere mayor capacidad fagocítica, que produce concentraciones más altas de enzimas hidrolíticas, y comienza a secretar una diversidad de factores solubles. Los macrófagos tienen diferentes funciones en distintos tejidos, son llamados macrófagos de larga vida y son derivados de precursores del saco vitelino o del hígado fetal asumiendo fenotipos especializados dependiendo del órgano, se denominan conforme a su localización tisular: Por ejemplo: macrófagos peritoneales, macrófagos pleurales, macrófagos alveolares, macrófagos de la pulpa roja del bazo, macrófagos del tejido adiposo, macrófagos cardiacos, microglia (macrófagos en cerebro), célula de Kupffer (macrófago en hígado), osteoclasto (macrófagos en hueso), histiocito (macrófago en tejido conectivo), etc. Ahora bien, inmunológicamente, las subclases o tipos de células son definidas no sólo por su fenotipo, sino también por su expresión de factores de transcripción que son requeridos para sus funciones específicas, por ejemplo, en 2012 el Consorcio del Genoma Inmunológico identificó al factor GATA6 como control del fenotipo de los macrófagos peritoneales. Los macrófagos realizan varias funciones importantes: Una función importante es ingerir y matar microbios. Entre los mecanismos de eliminación están la generación enzimática de especies reactivas del oxígeno y del nitrógeno, que son tóxicas para los microbios, y la digestión proteolítica. También ingieren células muertas del anfitrión como parte de un proceso de limpieza después de la infección o la lesión tisular estéril. Fagocitan neutrófilos muertos, que se acumulan con rapidez en zonas de infección o el tejido muerto causado por traumatismos o la interrupción del riego sanguíneo. Reconocen e ingieren células apoptoticas antes de que estas puedan liberar si contenido e inducir respuestas inflamatorias. Página 1 de 4 Los macrófagos en estado de reposo son activados por una variedad de estímulos. Los TLR de la superficie de los macrófagos reconocen componentes microbianos, como LPS, peptidoglucanos y flagelinas; los receptores de citocina detectan citocinas liberadas por otras células como parte de la respuesta inflamatoria. Tras ser activados presentan mayor actividad fagocítica y secretan mediadores de la inflamación. Sirven de APC (células presentadoras de antígenos) ya que al ser activados expresan concentraciones altas de moléculas MHC clase II, las cuales presentan antígeno a los linfocitos 𝑇𝐻 y los activan. Promueven la reparación de tejidos dañados al estimular el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos (angiogenia) y a síntesis de matriz extracelular rica en colágeno (fibrosis). Esta función esta mediada por ciertas citocinas secretadas por os macrófagos que actúan sobre varias células tisulares. Intervienen en la coordinación de otras células y tejidos del sistema inmunitario y de otros sistemas de apoyo. Ejercen esta influencia por medio de la secreción de una variedad de citocinas, como IL-1, TNF-α e IL-6. La IL-1 activa linfocitos, e IL-1, IL-6 y TNF-α promueven la fiebre al influir en el centro termorregulador del hipotálamo. Además producen proteínas del complemento que promueven la inflamación y ayudan a eliminar patógenos. Los macrófagos pueden adquirir capacidades funcionales especiales dependiendo de los tipos de estímulos activadores a los que se exponga, el mejor ejemplo es la respuesta de linfocitos al ser expuestos a diferentes citocinas producidas por subgrupos de linfocitos T, algunas de estas citocinas activan a los macrófagos, que matan a los microbios, es llamada ACTIVACIÓN CLÁSICA. Otras citocinas activan a los macrófagos para que promuevan la reestructuración y reparación tisulares, lo que es llamado ACTIVACIÓN ALTERNATIVA. Por lo que, la activación de los macrófagos está basada en la polarización M1/M2: los macrófagos pueden ser activados “clásicamente” (fenotipo M1) o “alternativamente” (fenotipo M2). La activación clásica de los macrófagos (fenotipo M1) es por estímulos tales como el lipopolisacárido (LPS) a través del receptor tipo Toll 4 (TLR4) y/o por interferón-gamma (IFNgamma), el primero de estos estímulos activa los factores transcripcionales NK-kB y AP-1 y el estímulo por IFN-gamma activa el factor transcripcional STAT1, éstos a su vez estimulan la expresión de varias enzimas en los fagolisosomas de los macrófagos, como la oxidasa del fagocito, que induce la producción de especies reactivas del oxígeno (ROS); la óxido nítrico-sintasa inducible (iNOS), que estimula la producción de óxido nítrico (NO) y enzimas lisosómicas. En el caso de la activación “alternativa” ( fenotipo M2) de los macrófagos es principalmente por IL-4, lo cual deriva en la activación del factor transcripcional STAT6. El sistema “M1/M2” es útil en el estudio de la activación del macrófago, los cambios en el microambiente dará como resultado cambios en el fenotipo del macrófago, por lo que no es permanentemente “blanco o negro”, es decir, una polarización absoluta y definitiva hacia M1 o Página 2 de 4 M2, sino que tendremos tonalidades de gris. El microambiente local controla el fenotipo del macrófago, lo cual puede ser, tanto in vivo, como in vitro. Página 3 de 4 De acuerdo al estímulo recibido los macrófagos pueden asumir diferentes morfologías, algunos desarrollan un citoplasma abundante y son llamados células epiteliodes (por su parecido con las células epiteliales), los macrófagos activados pueden fusionarse y formas células gigantes multinucleadas. Los macrófagos no están diferenciados en su forma terminal, ya que pueden dividirse en la zona de inflamación, por lo tanto, los macrófagos son las células efectoras dominantes en los estadios finales de la respuesta inmunitaria innata, varios días después del comienzo de la infección. Resumen elaborado por: Claudia Gabriela Mejia Jimenez, Ana Rubi Cornejo Ledesma, Jéssica Aneth Vergara Hernández, María Rebeca Tinoco Martínez y Jaqueline Nava. Página 4 de 4