A C U E R D O

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A C U E R D O
En la ciudad de La Plata, a 20 de agosto de
2014,
habiéndose
dispuesto
en
el
establecido,
Acuerdo
2078,
de
conformidad
que
deberá
con
observarse
lo
el
siguiente orden de votación: doctores Negri, Genoud, de
Lázzari,
Soria,
Kogan,
Hitters,
se
reúnen
los
señores
jueces de la Suprema Corte de Justicia en acuerdo ordinario
para pronunciar sentencia definitiva en la causa C. 87.191,
"Perotti,
Raul
Pedro
y
otros
contra
Montemar
S.R.L.
y
Civil
y
otros. Daños y perjuicios".
A N T E C E D E N T E S
La
Cámara
de
Apelación
en
lo
Comercial del Departamento Judicial de Dolores revocó la
decisión
de
primera
instancia
de
fs.
526/vta.
y,
en
consecuencia, estimó razonable reajustar las cuotas impagas
y restantes del convenio de pago suscripto por las partes
en un 100% de su valor (fs. 537/540).
Se
interpuso,
por
el
apoderado
de
la
demandada y la citada en garantía, recurso extraordinario
de inaplicabilidad de ley (fs. 551/557 vta.).
Dictada
la
providencia
de
autos
y
encontrándose la causa en estado de pronunciar sentencia,
la Suprema Corte resolvió plantear y votar la siguiente
C U E S T I Ó N
¿Es
fundado
el
recurso
extraordinario
de
inaplicabilidad de ley?
V O T A C I Ó N
A
la
cuestión
planteada,
el
señor
Juez
doctor Negri dijo:
1. La acción tiene origen en el reclamo de
los
daños
Santiago
y
perjuicios
Digessi
con
sufridos
motivo
por
del
Martina
accidente
Perotti
de
y
tránsito
acaecido en oportunidad en que circulaban en la moto Honda
XR80 y fueron embestidos por un colectivo de la Empresa de
Transporte de Pasajeros Montemar S.R.L.
La sentencia de primera instancia de fs.
400/407
vta.
condenando
hizo
al
lugar
señor
parcialmente
Liber
Eduardo
a
la
demanda,
y
Montemar
Jausaras
S.R.L. al pago de la suma de ciento setenta y nueve mil
trescientos pesos ($ 179.300).
Apelado
dicho
pronunciamiento
por
ambas
partes, la Cámara confirmó la decisión (fs. 451/455 vta.).
2. A fs. 473/vta., las partes suscribieron
un
convenio
de
pago
con
fecha
4
de
julio
de
2001
-
homologado por la magistrada de origen a fs. 476-, en el
que
establecieron
ascendía
a
novecientos
la
que
suma
nueve
de
($
el
crédito
pesos
que
doscientos
223.909),
sería
para
esa
fecha
veintitrés
abonado
por
mil
la
aseguradora citada en garantía en diecisiete cuotas, las
primeras dieciséis de $ 13.500, mensuales y consecutivas,
y una última cuota de $ 7.909, a la que se añadirían los
intereses.
En la cláusula séptima del referido acuerdo
se
estableció
que
"...
un
peso
es
igual
a
un
dólar
estadounidense y cualquier variación que sufra la moneda
nacional se adecuará al dólar, debiendo abonarse en dicha
moneda o equivalente".
Tras denunciar el pago de las dos primeras
cuotas
y
el
posterior
incumplimiento
por
parte
de
la
obligada al pago, la actora solicitó la ejecución del saldo
total de la deuda y su reajuste de acuerdo con lo convenido
(fs. 475 y 506/vta.).
Corrido traslado a los interesados (v. fs.
507),
la
señora
jueza
de
grado
entendió
que
en
dicha
instancia le estaba vedado apartarse de lo decidido en su
sentencia de fs. 400/407 vta., por cuanto la misma -pasada
en autoridad de cosa juzgada- impedía alterar la condena en
la forma, moneda e interés impuestos oportunamente (fs.
526/vta.).
3.
Contra
tal
decisión
se
alzaron
los
actores. La Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de
Dolores,
haciendo
lugar
al
planteo
de
los
impugnantes,
revocó el fallo de primera instancia.
Para así decidir, la alzada -tras destacar
que
la
deuda
de
autos,
de
conformidad
con
la
cláusula
séptima
del
dólares
estadounidenses-
dispuesto
convenio
por
correspondía
la
de
pago,
debía
sostuvo
legislación
convertir
el
que
de
saldo
ser
en
cancelada
virtud
emergencia
impago
en
de
en
lo
económica,
pesos.
Sin
embargo, advirtió a continuación que la pesificación de la
suma adeudada importaría, en la especie, una grave lesión
al patrimonio del acreedor (fs. 538).
En
consecuencia,
estimó
"razonable
y
equitativo el reajuste de las cuotas impagas y restantes
del Convenio de Pago, en un cien por ciento (100%) de su
valor" (fs. 538 vta.).
4.
citada
en
El
garantía
apoderado
de
la
interpone
recurso
demandada
y
de
la
extraordinario
de
inaplicabilidad de ley, en el que denuncia la violación y
errónea aplicación de los arts. 34 inc. 4, 36 inc. 3, 163
inc. 6, 164, 166 inc. 2, 267, 272, 330 incs. 3 y 4 y 384
del Código Procesal Civil y Comercial; de las leyes 25.561
y 23.928 y del art. 8 del decreto 214/2002. Alega absurdo y
violación de la doctrina legal que cita. Hace reserva del
caso federal (fs. 551/557 vta.).
Afirma que el fallo en crisis
excede los
límites de un pronunciamiento aclaratorio, toda vez que lo
resuelto va más allá de la corrección de un mero error
material,
la
aclaración
de
algún
concepto
oscuro
o
la
corrección de una omisión de la sentencia (fs. 551 vta./552
vta.).
Por
otra
parte,
arguye
que
la
Cámara
ha
incurrido en una actualización del monto de la deuda, que
resulta violatorio de los arts. 8, 11, 13 y concordantes de
la ley 23.928; 8 del decreto 214/2002 y de lo resuelto por
esta
Suprema
Corte
en
el
precedente
"Fabiano"
(fs.
552
vta./554).
Insiste,
además,
en
que
se
trata
de
un
convenio de pago en pesos y resulta impropio dolarizar el
crédito. Por ello, continúa "... lo que pretende el actor
funciona como una cláusula de ajuste, y semejante pacto
hállase expresamente prohibido por disposiciones de orden
público..." (fs. 553 vta./554).
Alega, asimismo, la violación del principio
de congruencia, habida cuenta de que el actor se limitó a
solicitar la conversión de su crédito en moneda extranjera
y no la aplicación del mecanismo conciliatorio previsto en
el citado art. 11 de la ley 25.561 (fs. 555/556).
Concluye, por fin, que resulta absurdo el
cálculo
alzada
numérico
y
que
la
de
la
actualización
solución
adoptada
efectuado
implica
una
por
la
errónea
interpretación del régimen legal de orden público (fs. 556
vta./557).
5. El recurso debe prosperar.
Liminarmente,
debo
destacar
que
-conforme
fuera reseñado en el punto 2 del presente- en la especie,
las partes celebraron un convenio de pago en pesos (v. fs.
473/vta.), circunstancia que desplaza el análisis de la
aplicabilidad de las normas de emergencia al caso de autos,
pues al no darse el supuesto de una obligación preexistente
en dólares estadounidenses, no corresponde ingresar en el
estudio de dicha cuestión.
El asunto traído a debate exige, en cambio,
determinar
la
interpretación
y
validez
de
la
cláusula
séptima del aludido convenio.
En dicho trance debo comenzar por señalar
que no obstante la grave crisis que atravesaba el país que
llevó
a
la
declaración
de
la
emergencia
económica
y
financiera y, como consecuencia, al abandono del régimen de
convertibilidad escindiendo el valor del peso de la pauta
oficial que lo relacionaba en paridad con el valor del
dólar
estadounidense,
el
art.
4
de
la
ley
25.561,
al
sustituir el texto de los arts. 7 y 10 de la ley 23.928,
mantuvo vigente la prohibición de indexar que establecían
las referidas normas.
Así, el art. 7 de la ley 23.928 -modificado
por
la
ley
25.561-
establece
que
"el
deudor
de
una
obligación de dar una suma determinada de pesos cumple su
obligación
dando
nominalmente
el
día
expresada.
de
En
su
vencimiento
ningún
caso
la
se
cantidad
admitirá
actualización monetaria, indexación por precios, variación
de costos o repotenciación de deudas, cualquiera fuere su
causa,
haya
o
no
mora
del
deudor,
con
las
salvedades
previstas en la presente ley".
A
su
turno,
el
aludido
art.
10,
en
su
redacción actual, dispone que "mantiénense derogadas, con
efecto a partir del 1 de abril de 1991, todas las normas
legales
o
reglamentarias
que
establecen
o
autorizan
la
indexación por precios, actualización monetaria, variación
de costos o cualquier otra forma de repotenciación de las
deudas, impuestos, precios o tarifas de los bienes, obras o
servicios. Esta derogación se aplicará aun a los efectos de
las
relaciones
y
situaciones
jurídicas
existentes,
no
pudiendo aplicarse ni esgrimirse ninguna cláusula legal,
reglamentaria,
contractual
o
convencional
-inclusive
convenios colectivos de trabajo- de fecha anterior, como
causa
de
ajuste
en
las
sumas
la
luz
de
de
pesos
que
corresponda
pagar".
A
transcriptas
precedentemente,
las
este
disposiciones
Tribunal
ha
legales
sostenido
que, no obstante las sustanciales modificaciones operadas
recientemente en los regímenes financiero y cambiario, se
ha decidido ratificar expresamente el principio nominalista
consagrado en 1991, una de cuyas manifestaciones fue la
prohibición
de
cualquier
mecanismo
de
actualización
monetaria. Aún cuando es público y notorio que desde la
salida de la convertibilidad se ha originado una acentuada
depreciación
de
nuestra
moneda,
el
acogimiento
de
una
pretensión indexatoria, además de ser contraria a normas
vigentes, no haría más que contribuir a ese proceso (conf.
causas B. 49.193 bis, "Fabiano", sent. int. del 2-X-2002;
Ac. 86.304, sent. del 27-X-2004).
Ahora bien, la alzada, luego de interpretar
el acuerdo transaccional en el que se prevé el reajuste en
función
de
una
eventual
alteración
del
tipo
de
cambio
entonces vigente, hizo lugar parcialmente a la pretensión
de los acreedores de cobrar las diferencias resultantes con
motivo de la modificación cambiaria.
Se
advierte
que
le
asiste
razón
al
recurrente.
Contrariamente a lo sostenido por el a quo,
la cláusula séptima del referido convenio que dispone que
"... un peso es igual a un dólar estadounidense y cualquier
variación
que
sufra
la
moneda
nacional
se
adecuará
al
dólar, debiendo abonarse en dicha moneda o equivalente",
tiene
un
indiscutible
propósito
indexatorio
de
las
obligaciones pendientes de pago, toda vez que su finalidad
es estabilizar el valor de las prestaciones vinculándolo
con
el
de
una
divisa
extranjera,
por
lo
que
entiendo
corresponde aplicar al caso aquí analizado la prohibición
dispuesta
por
las
citadas
normas
e
invalidar
la
estipulación contractual cuestionada de conformidad con lo
prescripto en los arts. 502, 953, 1038 y 1047 del Código
Civil.
Ello
así,
pues
las
disposiciones
de
las
leyes 23.928 y 25.561 son de orden público y no pueden ser
alteradas por la circunstancia de que las partes hubiesen
pactado
libremente
variación
de
la
sujetar
los
paridad
pagos
en
cambiaria
pesos
con
el
a
la
dólar
estadounidense. En tal sentido, el propio art. 7 de la
citada
ley
23.928,
inaplicables
las
expresamente
dispone
disposiciones
que
"...
serán
contractuales
o
convencionales que contravinieren lo dispuesto".
Asimismo,
cabe
destacar
que
ante
el
conflicto que aquí se presenta entre el principio de cosa
juzgada -emergente del auto homologatorio del acuerdo de
pago- y la regla prohibitiva de la indexación, impuesta en
las
leyes
federales
23.928
y
25.561,
debe
primar
esta
última por derivar precisamente de normas de orden público.
El criterio que propicio en modo alguno se
contrapone con la opinión que expuse al votar en la causa
C. 92.679, "Amorosino" (sent. del 16-IV-2014), toda vez que
en estas actuaciones la cuestión fáctica analizada y las
circunstancias
difieren
sensiblemente
de
aquélla.
En
efecto, el interés superior del niño involucrado en las
citadas
actuaciones,
me
convence
de
la
justicia
de
la
decisión allí adoptada y evidencia las diferencias que se
presentan en este supuesto (conf. analog. L. 89.784, sent.
del 3-X-2012).
Los
fundamentos
hasta
aquí
expuestos
abastecen la solución que propicio sin que sea necesario
abordar otros argumentos que se pudieran desarrollar en el
recurso que dejo examinado.
En
consecuencia,
corresponde
revocar
la
sentencia apelada, debiendo cumplir los deudores con el
acuerdo
cantidad
efecto
de
pago
suscripto
nominalmente
la
por
expresada
cláusula
séptima
las
en
del
partes,
abonando
la
pesos,
dejándose
sin
mismo
por
resultar
la
cuestión
violatoria de las leyes 23.928 y 25.561.
En
atención
a
la
naturaleza
de
planteada, las costas de la segunda instancia y las de esta
extraordinaria se fijan por su orden (art. 68 2do. párr.,
C.P.C.C.).
Por lo expuesto, voto por la afirmativa.
A
la
cuestión
planteada,
el
señor
Juez
doctor Genoud dijo:
Adhiero
a
la
solución
propuesta
por
el
doctor Negri, con las consideraciones que siguen.
I.
Se
trata
el
caso
de
autos
de
una
demanda
deducida a raíz de un accidente de tránsito, proceso en el
cual
recayera
íntegramente
sentencia
por
la
en
primera
alzada.
instancia
Posteriormente,
confirmada
las
partes
presentan en autos un acuerdo de pago (fs. 473) en el que
se incluye una cláusula (la 7a) por la cual se establece
que "... un peso es igual a un dólar estadounidense y
cualquier
variación
que
sufra
la
moneda
nacional
se
adecuará al dólar, debiendo abonarse en dicha moneda o su
equivalente". La actora presenta tal acuerdo, denuncia su
incumplimiento y solicita la homologación, proveyendo en
tal
sentido
el
juzgador
de
primera
instancia
en
los
términos de los arts. 1137 y 1197 del Código Civil y 161 y
308 del Código Procesal Civil y Comercial. Solicitada la
actualización por el propio actor (fs. 506), el juez de
primera
instancia
resuelve
rechazar
el
planteo
del
accionante, pues entiende que proceder tal como se pide le
está vedado al no poder apartarse de la sentencia de fs.
400/407, por cuanto la misma, pasada en autoridad de cosa
juzgada "... impide alterar la condena en la forma, moneda
e interés que ya impusiere oportunamente..." (fs. 526).
Apelado tal decisorio por el actor, la alzada "reajusta"
las
sumas
resolución
debidas
que
en
un
motiva
ciento
la
por
ciento
interposición
(fs.
de
540),
recurso
extraordinario de inaplicabilidad de ley por parte de la
demandada, quien alega la violación de los límites de la
competencia después de dictada la sentencia firme, pues la
nueva
sentencia
-según
sus
dichos-
supone
innovar,
modificar o lisa y llanamente revocar lo fijado antes, en
violación a lo establecido por los arts. 36 inc. 3, 166
inc. 2 y 267 del Código Procesal Civil y Comercial. En
subsidio, denuncia la violación de los arts. 8, 10 y 11 de
la ley 23.928 (modif. por la ley 25.561).
II. Creí necesario relatar, aunque más no
sea brevemente, lo acontecido en autos, pues estimo que lo
actuado evidencia la razón de la queja del recurrente.
Por un lado, por cuanto al homologarse el
acuerdo de pago presentado en autos, mediando sentencia
firme pasada en autoridad de cosa juzgada, se ha violado el
art.
166
del
Código
Procesal
Civil
y
Comercial,
pues
pronunciada tal sentencia concluyó la competencia del juez
respecto del objeto del juicio. Nada había por homologar y,
cuanto mucho, lo que debió hacerse era tener presente el
acuerdo de pago. Ya no había derechos que transar (art.
308,
C.P.C.C.).
Bien
se
advierte
luego
al
tiempo
de
rechazar el planteo del actor tendiente a actualizar las
sumas debidas (fs. 526). Por eso asiste razón al quejoso en
cuanto a que la alzada debió ceñirse en su actuar a lo
resuelto
en
apelación
oportunidad
de
las
partes
de
de
resolver
la
el
mérito
sentencia
de
de
la
primera
instancia (que finalmente confirmara). Pero también cierto
es
que
el
ahora
recurrente
nada
dijo
en
la
ocasión
correspondiente, esto es, al tiempo de homologarse dicho
acuerdo. Consintió lo actuado y, se sabe, las cuestiones
preclusas y anteriores a la sentencia son temas ajenos al
recurso de inaplicabilidad de ley (C. 91.609, sent. del 13XII-2006; C. 94.854, sent. del 28-X-2009).
III. Pero pese a todo ello, y en lo que hace
estrictamente
a
la
cláusula
repotenciación
de
deuda
(tal
de
actualización
definición
de
la
o
propia
actora, fs. 506), asiste también razón al recurrente en
cuanto a la vigencia de la prohibición de las cláusulas de
estabilización
ajuste
en
supongan,
de
valores,
dólares
en
los
o
como
hechos,
repotenciación
quiera
una
que
verdadera
de
se
deudas,
llamen,
indexación
de
que
de
montos.
III.
1.
En
el
fallo
"Obra
Social
del
Personal de Sociedad de Autores c. Sociedad Argentina de
Autores y Compositores de Música" (O.517.XLI, sent. del 10III-2009), en un juicio sobre cobro de aportes, en el que
se homologara un acuerdo en virtud del cual la demandada se
obligó a pagar a la actora una suma determinada en pesos,
en
cuotas
mensuales
y
consecutivas,
estableciéndose
una
cláusula de ajuste en dólares para el caso de variación de
la paridad cambiaria existente a aquel entonces, la Corte
federal sostuvo, en los tramos pertinentes de su decisorio,
"5º) Que al haberse producido la crisis que llevó a la
declaración de la emergencia económica y financiera y, con
ello,
al
abandono
del
régimen
de
convertibilidad
independizándose el valor del peso de la pauta oficial que
lo relacionaba en paridad con el del dólar estadounidense,
el art. 4° de la ley 25.561, al sustituir el texto de los
arts.
7°
y
10
de
la
ley
23.928,
mantuvo
vigente
la
prohibición de indexar que establecían dichas normas (conf.
arg. Fallos: 328:2567). 6°) Que, en efecto, el art. 7° de
la ley 23.928 -texto según ley 25.561- dispone que ‘El
deudor
de
una
obligación
de
dar
una
suma
de
dinero
determinada en pesos cumple su obligación dando el día de
su
vencimiento
la
cantidad
nominalmente
expresada.
En
ningún caso se admitirá actualización monetaria, indexación
por
precios,
variación
de
costos
o
repotenciación
de
deudas, cualquiera fuere su causa, -haya o no mora del
deudor, con las salvedades previstas en la presente ley’.
Por su parte, el art. 10, en su actual redacción, establece
que ‘Mantiénense derogadas, con efecto a partir del 1° de
abril de 1991, todas las normas legales o reglamentarias
que
establecen
o
autorizan
la
indexación
por
precios,
actualización monetaria, variación de costos o cualquier
otra
forma
de
repotenciación
de
las
deudas,
impuestos,
precios o tarifas de los bienes, obras o servicios. Esta
derogación se aplicará aun a los efectos de las relaciones
y situaciones jurídicas existentes, no pudiendo aplicarse
ni
esgrimirse
ninguna
cláusula
legal,
reglamentaria,
contractual o convencional -inclusive convenios colectivos
de trabajo- de fecha anterior, como causa de ajuste en las
sumas
de
pesos
que
corresponda
pagar’;
7°)
Que
habida
cuenta de los términos del acuerdo obrante a fs. 661/665,
en el que la deudora se obliga por montos a pagar en pesos,
se advierte que la referida cláusula 3.8 tiene al presente
un
inequívoco
propósito
indexatorio
de
las
obligaciones
pendientes de pago, pues su objeto es estabilizar el valor
de
las
prestaciones
vinculándolo
con
el
de
una
moneda
extranjera, por lo que corresponde invalidarla de acuerdo
con lo dispuesto por los mencionados arts. 7° y 10 de la
ley 23.928 (texto según ley 25.561) y 502, 953, 1038, 1047
y concordantes del Código Civil".
Posteriormente, en el caso "Massolo Alberto
Jorge c. Transporte del Tejar S.A." (M.913.XXXIX, sent. del
20-IV-2010), en el que se condenó por daños y perjuicios
derivados de un accidente de tránsito, y en el cual las
partes
suscribieron,
inserción
máximo
de
similar
Tribunal
invalidando
dicha
establecido
por
también,
un
convenio
cláusula
de
ajuste
nacional
reafirmó
cláusula
"...
los
arts.
de
502,
de
en
pago
dólares,
iguales
1038,
el
conceptos
conformidad
953,
con
con
lo
1047
y
concordantes del Código Civil, pues las disposiciones de
las leyes 23.928 y 25.561 son de orden público y no pueden
ser modificadas por la voluntad de los contratantes, más
allá
de
su
315:1209;
indudable
naturaleza
316:2604;
317:605;
federal
(conf.
320:2786
y
Fallos:
328:2567)"
(considerando 10°); agregando que "... Permitir la vigencia
y
aplicación
de
una
cláusula
de
estabilización
como
la
establecida en autos, significaría desconocer el objetivo
antiinflacionario
que
se
proponen
alcanzar
las
leyes
federales mencionadas mediante la prohibición genérica de
la 'indexación', medida de política económica que procura
evitar
que
el
alza
de
los
precios
relativos
correspondientes a cada uno de los sectores de la economía,
al
reflejarse
de
manera
inmediata
en
el
índice
general
utilizado al mismo tiempo como referencia para reajustar
los precios y salarios de cada uno de los demás sectores,
contribuya
de
manera
inercial
a
acelerar
las
alzas
generalizadas de precios (conf. Fallos: 329:385) y a crear
desconfianza en la moneda nacional" (considerando 16°) y
que
"...
por
circunstancias
otro
lado,
fácticas
y
teniendo
procesales
de
en
la
cuenta
las
causa,
cabe
señalar que la indemnización fue fijada en pesos y debía
cumplirse en dicha moneda de curso legal, motivo por el
cual no corresponde aplicar el reajuste equitativo previsto
por
la
ley
obligaciones
25.561
de
dar
y
el
suma
de
decreto
214/2002
dinero
pactadas
para
en
las
moneda
extranjera, sin que obste a ello el hecho de que el art. 11
de
la
citada
ley,
los
en
contemplado
a
establecido
cláusulas
su
texto
contratos
de
en
ajuste
originario,
los
en
que
se
dólares,
hubiese
hubiesen
pues
dicha
alusión fue eliminada con la modificación introducida por
la ley 25.820" (considerando 17°).
O sea que la Corte descalifica los términos
(más
preciso,
la
cláusula
de
ajuste
en
cuestión)
por
advertir comprometido un inequívoco propósito indexatorio
de las obligaciones pendientes de pago.
III.2. Entiendo que la doctrina del superior
Tribunal de la Nación tiene efectos vinculantes para los
tribunales inferiores.
En
efecto,
en
las
causas
L.
78.535,
"Manzini"; L. 76.716, "García"; L. 79.030, "Moreno"; L.
74.888,
"Cardozo";
L.
78.007,
"Lango";
L.
78.696,
"Terecich" y L. 78.584, "Martínez" (sents. del 18-XII-2002,
entre otras) tuve oportunidad de señalar los motivos que
justifican el seguimiento de la jurisprudencia del alto
Tribunal, apreciando que en rigor conciernen a "razones de
economía
y
celeridad
procesal",
pues
si
en
este
ámbito
fuera rechazada su postulación el recurrente interpondría
el recurso extraordinario federal, obteniendo a la postre
un pronunciamiento favorable. La propia Corte Suprema de
Justicia de la Nación difunde que "si bien sólo decide en
los procesos concretos que le son sometidos, y su fallo no
resulta
obligatorio
para
casos
análogos,
los
jueces
inferiores tienen el deber de conformar sus decisiones a
aquéllas. Por ello califica de arbitrarias y carentes de
fundamento las sentencias de los tribunales inferiores que
se apartan de sus precedentes sin aportar nuevos argumentos
que justifiquen modificar la posición sentada por aquélla,
en su carácter de intérprete supremo de la Constitución
nacional
y
de
las
leyes
dictadas
en
su
consecuencia"
(Fallos: 307:1096, entre muchos otros).
Así, visto que en autos se ha cuestionado la
interpretación y aplicación de normas federales -arts. 7 y
10
de
la
referidos
ley
23.928-
antecedentes,
asumo
la
posición
considerando
-por
fijada
en
ello-
que
los
la
resolución al caso debe hallarse en la definición que lleva
el precedente de la Corte nacional.
Por ello debe acogerse el recurso traído y
revocarse el decisorio en crisis que aplicó la referida
cláusula que, por las razones expuestas, deviene nula de
nulidad absoluta.
Vuelvan los autos a la instancia de origen
para que continúen las actuaciones según el trámite normal
impuesto hasta que se hagan efectivas por el deudor las
sumas debidamente reconocidas en sentencia.
Costas por su orden, atento el modo en que
se resuelve la cuestión (arts. 68 y 289, C.P.C.C.).
Voto por la afirmativa.
A
la
cuestión
planteada,
el
señor
Juez
doctor de Lázzari dijo:
Aunque discrepo con los alcances vinculantes
que
el
doctor
Genoud
otorga
irrestrictamente
a
los
pronunciamientos de la Corte federal (mi posición ha sido
la de adherir a la tesis del sometimiento condicionado -ver
Sagües, Néstor Pedro, "Eficacia vinculante o no vinculante
de la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación", en ED tomo 93, pág. 891; Emilio A. Ibarlucia, en
"Fallos plenarios y doctrina de la Corte Suprema", en LL
2009-A-654-)
estoy
interpretación
precedentes
sustancialmente
que
ha
citados,
hecho
por
el
lo
de
máximo
que
he
acuerdo
con
Tribunal
en
los
adherir
al
de
la
pronunciamiento del distinguido colega.
Voto, pues, por la afirmativa.
A
la
cuestión
planteada,
el
señor
Juez
doctor Soria dijo:
1. Adhiero a la solución propuesta por el
ponente de este acuerdo, a excepción del párrafo 11 del
punto 5.
(i)
Solo
resta
agregar
que
en
los
autos
"Obra Social del Personal de Sociedad de Autores c/Sociedad
Argentina de Autores y Compositores de Música", fallada el
10 de marzo de 2009 (causa O.517.XLI), la Corte Suprema de
Justicia
de
la
Nación
se
ha
expedido
en
una
situación
litigiosa análoga, en donde se discutía el alcance de un
acuerdo transaccional en el que se preveían reajustes en
función de una eventual alteración del tipo de cambio por
aquel entonces vigente.
Allí,
el
alto
Tribunal
descalificó
el
pronunciamiento de grado que, con base en lo normado por el
art. 3, último párrafo de la ley 25.820, e interpretando
que
la
cláusula
homologado
no
del
acuerdo
expresaba
un
transaccional
reajuste
y
de
indexatorio,
pago
había
hecho lugar a la pretensión del acreedor de cobrar las
diferencias resultantes con motivo de la modificación de la
paridad cambiaria. Tras recordar las previsiones de los
arts. 7 y 10 de la ley 23.928, con arreglo a lo dispuesto
por la ley 25.561, que mantuvo vigente la prohibición de
indexar que establecían dichas normas (conf. arg. Fallos:
328:2567; v. consids. 5° y 6°), la Corte juzgó que la
estipulación puesta en entredicho procuraba un inequívoco
fin indexatorio de las obligaciones pendientes de pago,
pues su objeto era estabilizar el valor de las prestaciones
vinculándolo
con
el
de
una
moneda
extranjera;
en
tales
condiciones, carecía de validez de acuerdo con lo dispuesto
por los mencionados arts. 7 y 10 de la ley 23.928 (texto
según ley 25.561 y arts. 502, 953, 1038, 1047 y concs. del
Cód. Civ.; v. consid. 7°).
Puntualizó, asimismo, que no obstaba a tal
solución
la
circunstancia
de
que
las
partes
hubieran
pactado y aceptado libremente sujetar los pagos en pesos a
la
variación
de
estadounidense,
federal
pues
(conf.
319:3241;
la
paridad
además
Fallos:
320:2786;
cambiaria
de
su
315:1209;
328:2567),
la
con
indudable
el
naturaleza
316:2604;
última
dólar
317:605;
parte
del
ya
citado art. 7 de la ley 23.928, expresamente establece que
"... serán inaplicables las disposiciones contractuales o
convencionales que contravinieren lo [aquí] dispuesto sin
que
en
el
caso
la
actora
hubiese
planteado
su
inconstitucionalidad".
(ii)
cabe
analizar
Efectuado
las
el
señalamiento
consecuencias
emergentes
anterior,
del
auto
homologatorio, habida cuenta que la cuestión podría exigir
de algún esfuerzo interpretativo en cuanto supone dirimir
el conflicto entre el principio de cosa juzgada y la regla
prohibitiva
de
la
indexación,
impuesta
en
las
leyes
federales 23.928 y 25.561.
Empero,
precedente
"Obra
ese
Social
asunto
del
fue
Personal
abordado
de
en
el
Sociedad
de
Autores" (sent. de 10-III-2009), arriba citado. La Corte
federal,
en
tanto
invalidó
el
acuerdo
homologado
por
incluir una previsión que, al presente, tenía un propósito
indexatorio
(arts.
502,
953,
1038,
1047
y
concs.,
Cód.
Civ.), indudablemente ha dado primacía a la prohibición de
indexar prevista en las leyes 23.928 y 25.561.
En
concordancia
con
mi
voto
en
la
causa
"Amorosino" (C. 92.679, sent. de 16-IV-2014), no encuentro
mérito para apartarme en esta contienda, sustancialmente
análoga a la ya resuelta por la Corte Suprema de Justicia
de la Nación, de esa línea de interpretación, tanto por
razones
de
economía
procesal
cuanto
al
ponderar
que
la
tarea de desentrañar la inteligencia y aplicación de normas
federales (arts. 7 y 10 de la ley 23.298) tiene en aquel
Tribunal
a
su
intérprete
genuino
y
final
(Fallos:
326:2880).
(iii) En atención a la solución propuesta
por
el
doctor
adentrarse
al
Negri,
que
análisis
comparto,
de
las
estimo
innecesario
restantes
cuestiones
planteadas.
2. Por las razones expuestas, voto por la
afirmativa,
con
costas
por
su
orden
en
atención
a
la
naturaleza de las cuestiones propuestas (arts. 68 y 289,
C.P.C.C.).
La
mismos
señora
fundamentos
del
Jueza
señor
doctora
Juez
Kogan,
doctor
por
los
Negri,
votó
señor
Juez
también por la afirmativa.
A
la
doctor Hitters dijo:
cuestión
planteada,
el
Me sumo a la propuesta decisoria que vienen
postulando los colegas que me han precedido en la palabra,
y que de mi parte fundo en la doctrina que la Corte Suprema
de Justicia de la Nación ha fijado en los precedentes "Obra
Social del Personal de Sociedad de Autores" (sent. del 10III-2009); "Massolo" (sent. del 20-IV-2010), citadas aquí
por los doctores Genoud y Soria, y cuya aplicación ya he
postulado en los votos que emití en las causas L. 88.364 y
L. 89.784 (ambas sents. del 3-X-2012); L. 93.560 (sent. del
19-XII-2012) y a las cuales en todo lo pertinente remito.
En
aquellos
asuntos,
como
en
la
presente
también ocurre, se puso en debate la validez de cláusulas
de ajuste en dólares contenidas en acuerdos conciliatorios
con sentencias homologatorias firmes.
Como reiteradamente lo he sostenido (conf.
causas B. 58.634, sent. del 12-IX-2001; Ac. 85.566, sent.
del 25-VII-2002; Ac. 86.648, resol. del 27-VIII-2003; Ac.
86.221, resol. del 19-III-2003; L. 75.144, sent. del 26-II2003; Ac. 89.988, resol. del 1-III-2004; Ac. 91.478, sent.
del
5-V-2004;
104.073,
sent.
C.
114.092,
del
sent.
11-VII-2012),
del
22-VIII-2012;
corresponde
C.
brindar
acatamiento a las doctrinas de la Corte Suprema de Justicia
de la Nación, ya por su carácter atrapante en los tópicos
federales en tanto último intérprete de la lex maxima, ya
por la vinculación moral para los demás judicantes en las
cuestiones no federales, sobre la base de los principios de
celeridad y economía procesal.
Las
orden
causado,
cuestiones
en
costas
habida
debate
corresponde
cuenta
(arts.
la
68
imponerlas
naturaleza
2do.
párr.
y
en
el
de
las
289
del
C.P.C.C.).
Por
las
razones
expuestas,
voto
por
la
afirmativa.
Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la
siguiente
S E N T E N C I A
Por lo expuesto en el acuerdo que antecede,
se hace lugar al recurso extraordinario de inaplicabilidad
de
ley
interpuesto,
debiendo
cumplir
se
los
revoca
deudores
la
con
sentencia
el
de
acuerdo
Cámara,
de
pago
suscripto por las partes, abonando la cantidad nominalmente
expresada
séptima
en
del
pesos,
mismo
por
dejándose
resultar
sin
efecto
violatoria
la
de
cláusula
las
leyes
23.928 y 25.561. Costas por su orden en atención a la
naturaleza de la cuestión planteada (arts. 68 2do. párr. y
289, C.P.C.C.).
El depósito previo deberá ser devuelto a los
recurrentes.
Notifíquese y devuélvase.
DANIEL FERNANDO SORIA
JUAN CARLOS HITTERS
HECTOR NEGRI
LUIS ESTEBAN GENOUD
HILDA KOGAN
EDUARDO NESTOR DE LAZZARI
CARLOS E. CAMPS
Secretario
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