Enterotoxina B estafilocócica Última actualización: 28 de agosto de 2007 Etiología La enterotoxina B estafilocócica (EBE) es una exotoxina producida por Staphylococcus aureus. Es una de las toxinas responsables de intoxicación alimentaria por estafilococos en humanos; y en algunos países ha sido producida como arma biológica. La EBE es un superantígeno y actúa estimulando la liberación de citoquinas y en la inflamación. Transmisibilidad La enterotoxina B estafilocócica es tóxica por inhalación e ingestión. En un ataque biológico, podría ser administrada en los alimentos, el agua o en aerosol. Inactivación/Descontaminación La enterotoxina B estafilocócica es moderadamente estable en el ambiente, incluso en los alimentos. Puede ser inactivada por calentamiento a 100 °C durante unos pocos minutos. También se recomienda usar agua y jabón para la descontaminación. Los alimentos contaminados deben desecharse. Infecciones en humanos Período de incubación Tras la ingestión, el período de incubación por lo general oscila entre 4 y 10 horas. A partir de que una persona ha sido expuesta a aerosoles, los síntomas generalmente aparecen luego de 3 a 12 horas. Signos clínicos Los signos clínicos incluyen síntomas no específicos similares a los de la gripe, entre ellos fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, mialgia y diversos grados de postración. Los síntomas adicionales son específicos según la vía de contagio. La ingestión produce signos gastrointestinales y también pueden ocurrir náuseas, vómitos y diarrea. La inhalación causa signos respiratorios como tos no productiva, dolor torácico y disnea. En casos graves, puede desarrollarse edema pulmonar e insuficiencia respiratoria. Los signos gastrointestinales también pueden observarse luego de la exposición a aerosoles, ya que la toxina es absorbida durante la depuración mucociliar. La EBE puede causar el síndrome de shock tóxico cuando ocurre a nivel sistémico, o eritema e induración tras el contacto con la piel. Transmisión Generalmente, las toxinas no son transmitidas de persona a persona. La enterotoxina B estafilocócica no es dérmicamente activa. Además, no se espera que los aerosoles secundarios sean un riesgo para pacientes infectados. Pruebas de diagnóstico La intoxicación alimentaria por estafilococos generalmente se diagnostica al tener en cuenta los signos clínicos y la epidemiología. Puede encontrarse enterotoxina B estafilocócica en sangre, orina, secreciones respiratorias o exudados nasales durante un corto período de tiempo. La toxina es detectada por pruebas de inmunoabsorción ligada a enzimas (ELISA) y quimioluminiscencia enzimática (ECL). La prueba de aglutinación pasiva inversa en látex puede identificar rápidamente EBE en alimentos. Muchas veces las pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) pueden hallar genes de Staphylococcus aureus en muestras ambientales. Las pruebas serológicas pueden ser útiles para elaborar un diagnóstico retrospectivo. La mayoría de los pacientes desarrolla importantes niveles de titulación de anticuerpos para EBE. Tratamiento y vacunación El tratamiento es sintomático y se podría necesitar asistencia respiratoria luego de la exposición a aerosoles. Las vacunas y los antisueros actualmente no están disponibles, aunque han ofrecido resultados prometedores en estudios con animales. AKA_A0807 © 2007 CFSPH Página 1 de 3 Enterotoxina B estafilocócica Por el momento, las máscaras de protección son el mejor método de profilaxis. Morbilidad y mortalidad La enterotoxina B estafilocócica, producida en forma natural por la bacteria Staphylococcus aureus en los alimentos, es una causa muy frecuente de intoxicación alimentaria. Los síntomas respiratorios podrían diferenciar un brote natural de un ataque biológico. Las importantes tasas de morbilidad ocurren luego de la ingestión o la exposición a aerosoles. La tasa estimada de morbilidad tras la inhalación oscila entre el 50% y el 80%, e incluso porcentajes más altos. Los signos clínicos y sus consecuencias dependen de la dosis de la toxina y la vía de contagio. No se esperan altas tasas de mortalidad luego de la ingestión; en personas infectadas en forma natural por intoxicación alimentaria, la muerte es muy poco frecuente a pesar de que han ocurrido muertes en niños, personas mayores o pacientes gravemente debilitados. También se espera que la mayoría de los pacientes tratados sobrevivan a la exposición a aerosoles, aunque pueden ocurrir muertes en casos graves. Luego de la exposición respiratoria, la fiebre puede persistir durante un máximo de 5 días y la tos, hasta 4 semanas. Infecciones en animales A pesar de que la bacteria Staphylococcus aureus está asociada con numerosas enfermedades en animales, existe poca información sobre esta bacteria como agente causante de gastroenteritis. La administración de enterotoxina B estafilocócica en los alimentos o el agua probablemente provocaría diarrea u otros signos gastrointestinales en algunas especies. Al parecer, la EBE aerosolizada ha sido estudiada principalmente en ratones y primates no humanos. En macacos de la India (monos Rhesus), la inhalación de la toxina causa diarrea y vómitos en 24 horas, seguidos por depresión, disnea y shock. Tres de seis animales murieron en 3 días. La lesión más prominente encontrada en la necropsia fue edema pulmonar difuso grave. Los antisueros y las vacunas han ofrecido resultados prometedores en modelos de ratón. Recursos en internet Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) http://www.cdc.gov/spanish/ Hojas de Datos de Seguridad de Materiales: Laboratorio del Centro para el Control de Enfermedades de Canadá http://www.phac-aspc.gc.ca/msds-ftss/index-eng.php Microbiología médica http://www.gsbs.utmb.edu/microbook Última actualización: julio de 2007 Manual Merck de Medicina Veterinaria http://www.merckvetmanual.com/mvm/index.jsp Manual de Gestión de Servicios Médicos de USAMRIID ante Accidentes Biológicos http://www.dhhr.wv.gov/oeps/disease/Documents/USA MRIID_BlueBook.pdf Manual de microorganismos patógenos y toxinas naturales de transmisión alimentaria de la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (Bad Bug Book) http://www.fda.gov/food/foodsafety/foodborneillness/fo odborneillnessfoodbornepathogensnaturaltoxins/badbug book/default.htm Referencias Casadevall A. “Passive antibody administration (immediate immunity) as a specific defense against biological weapons.” Emerg. Infect. Dis. 8, no. 8 (Aug 2002):833– 41. 19 Dec 2002 <http://www.cdc.gov/ncidod/EID/vol8no8/01– 0516.htm>. Foster T. “Staphylococcus.” In Medical Microbiology. 4th ed. Edited by Samuel Baron. New York; Churchill Livingstone, 1996. 20 Dec 2002 <http://www.gsbs.utmb.edu/microbook/ch012.htm>. Lowell G.H., R.W. Kaminski, S. Grate, R.E. Hunt, C. Charney, S. Zimmer and C. Colleton. “Intranasal and intramuscular proteosome–staphylococcal enterotoxin B (SEB) toxoid vaccines: Immunogenicity and efficacy against lethal SEB intoxication in mice.” Infect. Immun. 64, no. 5: 1706–13. Mattix M.E., R.E. Hunt, C.L. Wilhelmsen, A.J. Johnson and W.B. Baze. “Aerosolized staphylococcal enterotoxin B– induced pulmonary lesions in rhesus monkeys (Macaca mulatta).” Toxicol. Pathol. 23, no. 3 (May–June 1995):262–8. Schmitt C.K., K.C. Meysick and A.D. O’Brien. “Bacterial Toxins: Friends or Foes?” Emerg. Infect. Dis. 5, no. 2 (March– April 1999):224–34. 19 Dec 2002 <http://www.cdc.gov/ncidod/eid/vol5no2/schmitt.htm>. “Staphylococcal Enterotoxin B.” In Medical Management of Biological Casualties Handbook, 4th ed. Edited by M. Kortepeter, G. Christopher, T. Cieslak, R. Culpepper, R. Darling J. Pavlin, J. Rowe, K. McKee, Jr., E. Eitzen, Jr. Department of Defense, 2001. 19 Dec 2002 <http://www.vnh.org/BIOCASU/19.html>. “Staphylococcus aureus.” In Foodborne Pathogenic Microorganisms and Natural Toxins Handbook. U.S. Food & Drug Administration, Center for Food Safety & Applied Nutrition, January 1992. 19 Dec 2002 <http://www.cfsan.fda.gov/~mow/chap3.html>. © 2007 CFSPH Página 2 de 3 Enterotoxina B estafilocócica Strange P., L. Skov, S. Lisby, P.L. Neilson and O. Baadsgaard. “Staphylococcal enterotoxin B applied on intact normal and intact atopic skin induces dermatitis.” Arch. Dermatol. 132, no. 1 (1996):27–33. Última actualización: julio de 2007 © 2007 CFSPH Página 3 de 3