Gerardo Giménez

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Obras…
* Taller de formación para microemprendedores de Villa Tulumaya (estudiantes
de economía).
* Cursos de Informática para niños y adultos en Costa de Araujo y Villa
Tulumaya (est. de Ingeniería).
* Visita a las comunidades Huarpes de Asunción para revalorizar su cultura (est
de historia)
* Taller para productores apícolas de Costa de Araujo (est de veterinaria).
* Construcción de una gruta en el Barrio Belgrano, Villa Tulumaya (est de artes
plásticas).
* Pintura de murales en Villa Tulumaya (est de artes plásticas)
* Taller de fotografía para niños (armado de cámaras fotográficas y revelado de
los negativos) (est de Diseño gráfico e industrial)
* Taller de Danza Folklórica (est de danza)
* Taller de música para niños (est de música)
* Taller de máscaras y técnicas de imitación, junto al elenco local de teatro de
Asunción (est de diseño escenográfico)
* Concientización sobre la importancia del Turismo para comerciantes de Villa
Tulumaya (est de turismo).
* Instalación y reparación de instalaciones eléctricas en hogares carenciados (est
de ingeniería).
* Charlas sobre seguridad en el hogar (est de ingeniería y salud).
* Arreglo y pintura de galerías y salón de la Parroquia Ntra. Sra. Del Rosario,
Villa Tulumaya (est de ingeniería).
* Arreglo de juegos y parquizado del comedor “Caritas Felices” de Costa de
Araujo (est de ingeniería y agronomía)
* Reparación de las instalaciones de la Biblioteca Popular José Adriano Pujadas,
arreglo, reorganización e inventario de material bibliográfico (est de varias
carreras).
* Charlas sobre maternidad y consejos de sala en el hospital Sícoli (est de distintas
carreras relacionadas con la salud).
* Atención primaria de la salud en Costa de Araujo, Asunción y Villa Tulumaya
(est de distintas carreras relacionadas con la salud).
* Talleres para niños en torno a valores y sus derechos (est de psicopedagogía y de
derecho).
* Taller para adultos sobre la familia y sus problemáticas (violencia familiar) (est
de derecho).
* Talleres para jóvenes adolescentes en torno a la problemática afectiva y
autoestima (est de psicología).
* Talleres de lectura para niños y juegos con el lenguaje (est. de letras)
Testimonios:
Gerardo Giménez
Comunicación Social
Equipo de Difusión MO 2007
¿Cómo hablar de Manos a la Obra (MO)? ¿Cómo contar en simples y casuales palabras
una experiencia tan honda? Creo que hay que empezar de la manera más sencilla, y es
que no puedo hablar de MO sin decir “gracias”. Un “gracias” sencillo pero cabal,
abundante. Gracias por lo recibido pero, muy particularmente, por la posibilidad de dar
y darme. Ver a tantos jóvenes poner todos sus conocimientos al servicio de los otros
produjo en mí un ferviente deseo de ayudar, y para eso cabe un “gracias”. Unir la fe con
la vida es un desafío que los cristianos debemos afrontar en lo cotidiano, un desafío para
el que muchas veces nos sentimos faltos de herramientas. El proyecto solidario es, en
este sentido, una escuela que nos ayuda a derribar esa barrera, es muro que el mundo
pretende imponernos para separar del todo la fe del resto de la vida. Es por eso que a esa
escuela no puedo más que darle las gracias.
Una frase del himno que caracteriza al proyecto y a la Pastoral universitaria de Mendoza
reza: “a construir el Cielo en la tierra”. Creo que esa es la profunda experiencia, esa
sensación, esa vivencia, esa certeza (para ser del todo sinceros), de estar construyendo el
cielo en la tierra. ¡Cuántas, veces rezamos el Padrenuestro rogándole a Dios que venga a
nosotros su Reino! En MO pude ver, con mis propios ojos, el Reino de Dios
construyéndose en la tierra. Pude ver a cientos de jóvenes poniendo sus manos en
acción, poniendo sus talentos al servicio, para que sean la semilla del Reino, para ser
ellos mismos levadura en medio de la masa. Jóvenes que toman su propia vida en las
manos y la parten y la reparten, por los demás, para los demás. Todo esto en un clima de
serena y esperanzada alegría.
La vida externa, el trabajo en los proyectos de cada carrera, se caracterizó por esa
entrega al otro, por ese servicio constante. Pude ver a varios jóvenes preocupados por
terminar, por llegar, trabajando más allá de los tiempos pautados para poder brindar
todo lo que tenían para dar a los otros. La vida interna se caracterizó por un esfuerzo en
construir la comunidad. MO es también, desde esta perspectiva, una enorme experiencia
comunitaria. Darse al compañero, al que comparte conmigo los momentos de oración,
los momentos de formación, las comidas: servir no sólo más allá de las puertas del
albergue, sino, también, servir al que comparte la vida conmigo. Descubrir que esa
persona a la que cada semana veo en la facultad es católico, igual que yo, y que ansía,
como yo, poner sus manos en acción para darse a los demás, es una hermosa posibilidad
de unir las manos para seguir construyendo; y eso es ser Iglesia, es sentirse Iglesia, es
saberse Iglesia. Es que el proyecto, tanto en la vida externa como en la vida interna, fue
una hermosa experiencia de entrega, de ser Iglesia viva, al servicio del otro.
“El cristianismo, o es una vida entera de donación, una transformación en Cristo, o es
una ridícula parodia que mueve a risa y a desprecio”, dice el p. Hurtado en un discurso a
los jóvenes. Pues bien, estos días que pasamos en Lavalle, poniendo manos a la obra,
son un ejemplo de donación, de entrega de todo lo que uno es y posee. Sin embargo, no
puede agotarse en esos días. Como decía un poco más arriba MO es una escuela, y
como en toda escuela sólo se nos ofrecen unas cuantas herramientas para aprender. Pero
aprehender y hacer carne las cosas, depende de cada cual. Creo que lo que toca ahora, a
cada uno de los jóvenes que participamos del proyecto, es convertir la experiencia del
proyecto en “una vida entera de donación, una transformación en Cristo” y es
justamente en eso en lo que debemos poner manos a la obra.
Diego Bosín
Ingeniería
Para mí Manos a la Obra fue como una brisa de aire fresco, un espacio de paz en medio
de todo el ruido que la sociedad impone en mi vida. Poder dar aunque sea algo mínimo,
tan poquito como lo que pude aportar a otros, simplemente me llenó el alma del amor de
Dios, y viendo tanto amor en los corazones de más de doscientos chicos dispuestos a
darlo todo por Cristo no pude más que regresar a casa con la sensación de que Dios nos
ama de manera infinita y se alegra inmensamente de que nuestros corazones jóvenes
puedan vivir el amor desde el servicios a nuestros hermanos más necesitados. Me llevé
mucho más de lo que di, espero poder ir más tiempo y aportar más en las próximas
ocasiones. Un gran abrazo en Cristo Jesús.
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