Colegio El Valle Departamento de Biología 2º Bachillerato TEMA 20. DEFENSA DEL ORGANISMO FRENTE A LA INFECCIÓN. 1. BARRERAS INESPECÍFICAS 1.1. BARRERAS PRIMARIAS • La piel. Es una envoltura de 0,5 a 5 mm de grosor continua y sensible. - La epidermis es la capa más externa, formada por un epitelio poliestratificado y queratinizado que está renovándose continuamente. - El estrato germinativo es el más profundo y genera continuamente nuevas células por mitosis. - El estrato córneo se descama perdiendo células muertas en la superficie, Las cuales se van a mezclar con las secreciones de las glándulas sudoríparas y sebáceas, formando el manto ácido, que es una capa protectora que dificulta el asentamiento de bacterias y hongos sobre la piel. • Las mucosas. Cavidades corporales relacionadas con la superficie corporal, como la boca, fosas nasales, párpados, tubo digestivo, vagina y uretra. Tienen una piel muy fina y un epitelio sin estrato córneo y ciliado para orientar sus secreciones. 1.2. BARRERAS SECUNDARIAS Cuando los agentes patógenos atraviesan las barreras externas pueden llegar al medio interno, con condiciones favorables para su proliferación. La entrada de microorganismos produce la activación de las barreras secundarias, cuyos mecanismos de actuación son la reacción inflamatoria, la fagocitosis y el sistema del complemento. En general, el número de bacterias que penetra a través de una herida es insuficiente para producir una infección, con lo que deben proliferar en el tejido afectado. CÉLULAS INESPECÍFICAS Las células implicadas en este proceso son los fagocitos, un tipo de leucocitos que a su vez se dividen en varios grupos: • Monocitos. Son leucocitos de núcleo grande y granulación citoplasmática muy fina. Permanecen varios días en el torrente circulatorio y de allí van a tejidos y órganos como pulmones, médula ósea, ganglios, bazo o hígado. Allí se transforman en macrófagos. • Macrófagos. Presentan una gran capacidad para fagocitar. Constituyen el sistema reticuloendotelial. • Neutrófilos. En sangra aparecen en cantidades mucho más grandes que los monocitos.. Son más pequeños y tienen el núcleo lobulado. Los tejidos infectados liberan sustancias que los atraen y pueden abandonar los vasos sanguíneos (diapedesis) y desplazarse con movimiento ameboide hacia donde se ha producido la infección. Reacción inflamatoria. Se desencadena cuando las células de los tejidos afectados por una infección liberanhistaminas o serotonina, que atraen a las céluasfagocíticas y son vasodilatadores. Se produce una inflamación debido al aumento de la permeabilidad capilar, que permite la salida de plasma desde los capilares al espacio intersticial. EL enrojecimiento se produce por el incremento del flujo sanguíneo que llega a la zona afectada. Otros efectos son calor local y dolor. Se produce pus, que es una mezcla de suero, bacterias muertas y glóbulos blancos. Fagocitosis. Los fagocitos emiten pseudópodos para englobar a los microorganismos, englobándolos en vacuolas fagocíticas a las que vierten las enzimas de sus lisosomas para digerirlas. Los restos no digeridos se expulsan al exterior. Las opsoninas se fijan a la pared bacteriana, señalándolas y facilitando su unión al fagocito. Los macrófagos suelen sobrevivir a este proceso, pero los neutrófilos no. 1 Colegio El Valle Departamento de Biología 2º Bachillerato 2. BARRERAS ESPECÍFICAS. EL SISTEMA INMUNITARIO Cuando los agentes patógenos superan las barreras inespecíficas se pone en marcha el sistema inmunitario, que es el conjunto de moléculas, células, tejidos y órganos implicados en la respuesta inmune. Esta es una reacción específica contra un agente extraño concreto. ORGANIZACIÓN DEL SISTEMA INMUNITARIO Está formado por dos tipos de células, los linfocitos y los anticuerpos. Ambos emplean el aparato circulatorio y el sistema linfático para su transporte a través del organismo. Cuando el organismo es atacado por un agente patógeno los linfocitos abandonan la sangre por los poros del endotelio de los capilares, acudiendo al órgano afectado. El plasma intersticial se introduce en los capilares linfáticos formando la linfa, y circula por ellos hasta volver al torrente circulatorio. Loa capilares linfáticos son conductos muy finos y de fondo ciego que confluyen en los vasos linfáticos, los cuales presentan ganglios linfáticos intercalados. Todos los vasos linfáticos se unen en una gran vena linfática, que desembocan en las venas subclavias derecha e izquierda, devolviendo a la sangre el plasma perdido. Los elementos del sistema linfático se córganos linfoides. A. ÓRGANOS LINFOIDES PRIMARIOS En ellos se produce la maduración de los linfocitos. • Médula ósea. Está localizada en el interior de los huesos, rodeada por tejido óseo compacto. En los huesos largos sólo se localiza en la hipófisis. En ella se originan las células madre precursoras de todos los linfocitos que pueden madurar aquí, transformándose en linfocitos B, o bien migrar al timo, donde darán lugar a los linfocitos T. • Timo. Se encuentra bajo el esternón. Las células procedentes de la médula ósea se dividen y proliferan rápidamente en él, y son sometidas a una selección donde la mayoría desaparecen. Las que sobreviven se transforman en linfocitos T (timocitos). A lo largo del crecimiento este órgano se atrofia prácticamente en el adulto. • Bolsa de Fabricio. Es una estructura linfoide asociada a la cloaca de las aves. Está situada en la cavidad general del cuerpo, entre la columna vertebral y el último tramo del intestino grueso. Aquí maduran células procedentes de la médula ósea y se transforman en linfocitos B. B. ÓRGANOS LINFOIDES SECUNDARIOS En ellos se acumulan los linfocitos. • Bazo. Órgano filtrador de sangre donde se destruyen células sanguíneas defectuosas. Está adosado al diafragma, bajo el pulmón izquierdo. Tiene zonas con numerosos linfocitos B separadas de otras que contienen linfocitos T. • Ganglios linfáticos. Son pequeñas cápsulas de tejido linfoide intercaladas entre los vasos y los capilares linfáticos. Filtran y depuran la linfa y son especialmente abundantes en axilas, ingles y cuello. Su inflamación indica la existencia de una infección microbiana y se desencadena la respuesta inmune. • Estructuras linfoepiteliales. Son masas difusas de tejido linfoide asociadas a epitelios de mucosas del tubo digestivo donde se acumulan linfocitos. Algunos ejemplos son as amígdalas linguales y palatinas, paredes faríngeas, placas de Peyer del intestino delgado y el apéndice vermiforme. 2 Colegio El Valle Departamento de Biología 2º Bachillerato LINFOCITOS Son células sanguínes del tipo de los glóbulos blancos. Presentan un gran núcleo rodeado por un escaso citoplasma no granukado.. No emiten pseudópodos, por lo que no son capaces de fagocitar. Pueden atravesar la sangre abandonando las paredes de los capilares y llegan así a los tejidos. Hay dos tipos de linfocitos: Linfocitos B. En mamíferos adultos se originan y maduran en la médula ósea y en el desarrollo fetal lo hacen en el hígado. Son los responsables de la respuesta humoral, mediante la cual pueden reconocer antígenos gracias a receptores de membrana (anticuerpos de superficie), produciendo anticuerpos libres que los neutralizan. Linfocitos T. Se generan en la médula ósea, pero maduran en el timo. No pueden formar anticuerpos e intervienen en la respuesta inmune celular, en la cual, con sus receptores de membrana son capaces de reconocer a los antígenos localizados en la superficie de otras células. Sus receptores no son anticuerpos, sino macromoléculas que constan de dos cadenas proteicas unidas a proteínas de su membrana plasmática. Existen varios tipos de linfocitos T: • Linfocitos T citotóxicos. Destruyen células tumorales o las infectadas por virus. Sus receptores son las glucoproteínas CD8. • Linfocitos T colaboradores. Activan a los linfocitos B para que sinteticen anticuerpos. También influyen sobre los macrófagos, aumentando su capacidad fagocítica. Además producen interleucinas, que son moléculas que activan y hacen proliferar a los linfocitos T citotóxicos. En su membrana presentan la glucoproteína CD4. • Linfocitos T supresores. Inhiben las respuestas humorales y celulares, ya que atenúan la actividad de los linfocitos T colaboradores. LA RESPUESTA INMUNE Es el conjunto de procesos que se desencadenan cuando un antígeno penetra en el organismo y este lo reconoce como extraño. Tiene lugar mediante la fabricación de anticuerpos (respuesta inmune humoral) o mediante la formación e células (respuesta inmune celular). En ambos casos pretende neutralizar al agente invasor y volver al organismo inmune a él. La respuesta inmune es totalmente específica, de forma que la resistencia a un antígeno determinado no implica la resistencia a otro distinto. 1. RESPUESTA INMUNE PRIMARIA En el primer contacto del organismo con un antígeno el sistema inmunitario desarrolla la respuesta inmune primaria, proceso imprescindible para que exista memoria inmune, ya que es aquí donde la proliferación de linfocitos genera células de memoria. Esta se compone de tres fases consecutivas: • Fase de latencia. Dura entre una y dos semanas, durante la cual el antígeno es identificado y los linfocitos proliferan. • Fase logarítmica. Dura varios días y en ella aumenta la producción de anticuerpos (IgM) hasta un máximo. • Fase de declinación. Disminuye la concentración de anticuerpos hasta alcanzar niveles muy bajos o nulos. En ese momento se habrá eliminado la infección. 2. RESPUESTA INMUNE SECUNDARIA Se produce cuando el antígeno accede por segunda vez al organismo, sin que importe el tiempo transcurrido desde el primer contacto. Gracias a la memoria inmunológica, el antígeno es eliminado sin que existan síntomas de la enfermedad. Consta de varias fases: • Fase de latencia. Es mucho más corta, ya que existen células de memoria que reconocen el antígeno y proliferan rápidamente. • Producción de anticuerpos. Son inmunoglobulinas IgG que se generan rápidamente y con mayor intensidad que en la respuesta inmune primaria. Las IgG pueden durar mucho tiempo en sangre. Los virus del sarampión, varicela o rubeola crean un estado inmune permanente en el individuo, pero el virus de la gripe, que tiene una elevada tasa de mutación, sólo produce una inmunidad temporal. 3 Colegio El Valle Departamento de Biología 2º Bachillerato LOS ANTÍGENOS Un antígeno es cualquier sustancia ajena al organismo capaz de producir una respuesta inmune. Según su origen pueden ser: 1. Heteroantígenos. Pertenecen a organismos de otra especie distinta a la humana. Se localizan en las cápsidas víricas, en las paredes bacterianas o en la superficie de moléculas segregadas por ellas, como las toxinas. 2. Isoantígenos. Proceden de un individuo de la misma especie, como los antígenos de superficie de los eritrocitos que conforman el sistema AB0. 3. Autoantígenos. Son macromoléculas del propio organismo, a las que el sistema inmunitario reconce como extrañas y las considera antígenos. Aunque los antígenos son principalmente proteínas, muchos son polisacáridos y lípidos con capacidad antigénica, luego originan la producción de anticuerpos. Se debe a una pequeña región de la estructura de estas macromoléculas, llamada determinante antigénico o epítopo, que es la región inmunológicamente activa de un antígeno. - Antígenos univalentes. El determinante antigénico es único y sólo se podrá unir con una molécula de anticuerpo. - Antígenos polivalentes. Tienen varios determinantes antigénicos y podrán unirse a varias moléculas del mismo anticuerpo o a varios anticuerpos diferentes. La mayoría de las proteínas tiene carácter antigénico. La estructura espacial de la proteína es muy importante, pues su desnaturalización impide la unión del anticuerpo sintetizado contra ella. En muchos casos la proteína desnaturalizada induce la formación de un nuevo anticuerpo específico. Hay pocos glúcidos que induzcan la formación de anticuerpos, pero su combinación con proteínas resulta una molécula altamente antígénica, como es el caso de los isoantígenos del sistema AB0. Lo mismo ocurre con los lípidos y los ácidos nucleicos (unión con histonas). Los haptenos son moléculas pequeñas sin capacidad de estimular la producción de anticuerpos por sí mismas, pero al unirse a proteínas transportadoras provocan una respuesta inmune. http://www.taringa.net/posts/salud-bienestar/2000439/Mi-sangre_-tu-sangre.html 4 Colegio El Valle Departamento de Biología 2º Bachillerato LOS ANTICUERPOS Son moléculas producidas por los linfocitos B como respuesta a la presencia de un antígeno, al cual se unen específicamente. Los anticuerpos pueden permanecer unidos a las membranas de los linfocitos, actuando como receptores a las membranas de los linfocitos, actuando como receptores de superficie, o bien son liberados a la sangre donde forman parte de las proteínas plasmáticas, la linfa o las secreciones corporales. Son proteínas de conformación globular llamadas inmunoglobulinas, formadas por cuatro cadenas de aminoácidos. • Dos cadenas H (pesadas). Contienen unos 400 aminoácidos. • Dos cadenas L (ligeras). Contienen unos 200 aminoácidos. Las cuatro cadenas están unidas mediante enlaces covalentes (puentes disulfuro) que tienen una estructura tridimensional en forma de Y. El tallo está formado por una parte de las cadenas H y en la base presenta los grupos carboxilo terminales. Se bifurca en dos ramas integradas por las cadenas H y por las cadenas L adosadas a ellas. Las dos ramas terminan en con lo grupos amino terminales de ambas cadenas. La zona de bifurcación o bisagra contiene varios puentes disulfuro, lo que aporta cierta plasticidad a la molécula. El tallo tiene algunas moléculas glucídicas cuya función todavía se desconoce. Un anticuerpo presenta una región constante formada por el tallo y una parte de las dos ramas, y de dos regiones variables formadas por los extremos de las mismas. La región variable es el sitio de unión al antígeno, llamado paratopo, que permite la unión de, al menos, dos moléculas del mismo antígeno. Como las inmunoglobulinas forman dímeros o pentámeros, el número de antígenos que pueden fijar podría aumentar hasta 4 ó 10, respectivamente. http://a248.e.akamai.net/7/248/847/20060531125422/www.msd.es/publicaciones/mmerck_hogar/seccion_16/images/seccion_16_ 03.gif Los mamíferos pueden fabricar millones de anticuerpos diferentes debido a la recombinación genética, ya que al ser proteínas, su secuencia viene codificada por segmentos génicos separados que pueden combinarse aleatoriamente. La tasa de mutación en estos genes es alta, por lo que la funcionalidad de los anticuerpos va mejorando tras sucesivos contactos con el antígeno. 5 Colegio El Valle Departamento de Biología 2º Bachillerato TIPOS DE INMUNOGLOBULINAS Las diferencias entre ellas se deben a la distinta estructura de las cadenas H. • IgG o gammaglobulinas. Son monómeros con cadenas H de tipo gamma (γ). Son los anticuerpos más abundantes en sangre, y pueden suponer hasta el 80% de los anticuerpos circulantes, y aparecen en gran número cuando se produce un segundo contacto con el antígeno. Son las únicas que pueden atravesar la placenta y se secretan en la leche materna, luego son las únicas moléculas defensivas en el embrión y en el recién nacido, confiriéndole inmunidad pasiva. Producen inmunidad frente a virus, bacterias y hongos, además de activar los fagotitos y al sistema del complemento. • IgA. Son monómeros o dímeros, con cadenas de tipo alfa (α). Suponen un 13% del total de las inmunoglobulinas. Se originan en estructuras linfoides subepiteliales y aparecen en sangre y en secreciones vaginales, saliva, lágrimas, mucus intestinales y respiratorios o en la leche. Protegen frente a microorganismos inhalados e ingeridos. • IgM. Son pentámeros con cadenas H de tipo mü (µ). Suponen el 6% de todos los anticuerpos. Son las primeras inmunoglobulinas que se forman como respuesta a un antígeno. Aparecen en sangre y en otros fluidos extracelulares, como en la superficie de los linfocitos B. Son eficaces contra bacterias y virus, activan la fagocitosis y el sistema del complemento, al igual que las IgG. Las IgM caracterizan al grupo sanguíneo porque son anticuerpos completos que siempre producen aglutinación (relación antígeno-anticuerpo) por razones de tamaño y multivalencia. • IgD. Tienen cadenas H de tipo delta (δ). Aparecen en la superficie de los linfocitos B. • IgE. Son monómeros con cadenas H de tipo épsilon (έ), localizadas en tejidos y en concentraciones muy bajas también en el suero. Son las responsables de los procesos alérgicos. LA REACCIÓN INMUNE. REACCIÓN ANTÍGENO-ANTICUERPO La reacción antígeno-anticuerpo es totalmente específica. Un anticuerpo es capaz de reconocer el antígeno al que es complementario. El resultado final es la formación de complejos antígenoanticuerpo, que son fagocitados posteriormente. La reacción inmune tiene como objetivo eliminar agentes patógenos o sus toxinas, pero a veces también ocurre frente a antígenos no perjudiciales o contra moléculas del propio individuo, con lo que sus efectos no siempre son beneficiosos para el organismo. Hay varios tipos de reacción antígeno-anticuerpo: PRECIPITACIÓN. Ocurre con antígenos polivalentes. Los anticuerpos se unen a ellos formando complejos tridimensionales muy grandes que dejan de ser solubles y precipitan. La precipitación es máxima cuando las concentraciones del antígeno y del anticuerpo son iguales. AGLUTINACIÓN. Los anticuerpos son aglutininas, las cuales se encuentran con antígenos localizados en la superficie de bacterias o de otras células llamadas aglutinógenos. Se forman agregados celulares que sedimentan fácilmente. NEUTRALIZACIÓN. Es la eliminación de los efectos negativos del antígeno. Es un proceso reversible. Los anticuerpos son antitoxinas y otros que se fijan a la cápsula de los virus, disminuyendo su capacidad infectante. OPSONIZACIÓN. Las opsoninas son anticuerpos que se fijan en la superficie de los microorganismos y los marcan para que las células fagocíticas los localicen fácilmente y sean fagocitados. 6 Colegio El Valle Departamento de Biología 2º Bachillerato EL SISTEMA DEL COMPLEMENTO Es un conjunto de 20 proteínas plasmáticas que se sintetizan en el hígado y normalmente están inactivas. La interacción entre los distintos componentes provoca reacciones en cascada, de forma que el producto de una reacción será el sustrato de la siguiente. Se consigue una gran amplificación de la respuesta a partir de unas pocas moléculas iniciales. La función de estas proteínas es potenciar y complementar la actuación de la respuesta inmune. Actúan como mediadoras de la inflamación, ya que favorecen la dilatación y permeabilidad de los capilares, facilitando la llegada de leucocitos al lugar donde se ha producido la infección. Señalan células extrañas a macrófagos y anticuerpos. Provocan la lisis de células invasoras por rotura de la membrana plasmática, a la que se fijan complejos formados por varios de sus componentes. A las proteínas del complemento se denominan factores humorales inespecíficos, ya que actúan contra cualquier patógeno a través de dos vías: 1. 2. Vía clásica. Se activa por la formación de complejos antígeno-anticuerpo situados en la superficie de los microorganismos, provocando su lisis. Esto genera una serie de activaciones en cadena de las proteínas restantes y finalmente se sintetiza una proteasa, la cual origina poros en la membrana del microorganismo, que pierde sus componentes citoplasmáticos, o bien permite la entrada de agua. Vía alternativa. Es un mecanismo típico de la inmunidad innata, muy antiguo filogenéticamente. El sistema se pone en marcha ante la presencia de moléculas microbianas sin que exista una respuesta inmune específica previa. Ambas vías de activación del complemento conducen a la formación del MAC o complejo proteico de ataque a la membrana, que produce la lisis celular. RESPUESTA INMUNE HUMORAL Está mediada por anticuerpos. La información genética que permite los linfocitos fabricar anticuerpos está fragmentada, en el humano, entre los cromosomas 2, 14 y 22. Consiste en unos pocos genes que tras la recombinación generan una gran variabilidad de combinaciones, lo cual explica la enorme variedad de anticuerpos que se pueden formar. • TEORÍA DE LA SELECCIÓN CLONAL La llegada de un determinado antígeno a un individuo estimula la proliferación selectiva de los linfocitos que tienen anticuerpos específicos contra ese antígeno. Se va a originar un clon de linfocitos. El sistema inmunitario está formado por miles de clones de linfocitos que se adquieren a lo largo de la vida, según el organismo va entrando en contacto con distintos patógenos. Todos los linfocitos del mismo clon se han originado a partir del mismo ancestro común. En una fase temprana del desarrollo embrionario las células madre de los linfocitos se diferencian y generan miles de tipos de linfocitos distintos. Los que poseen autoantígenos en su superficie sufrirán apoptosis tras el acoplamiento. Sólo sobreviven aquellos linfocitos que no han contactado con su antígeno. • MECANISMO DE LA RESPUESTA INMUNE HUMORAL Cuando un antígeno penetra en el organismo, acaba por encontrar al linfocito que tiene en su superficie un anticuerpo con el que se puede acoplar. Esta unión permite la activación del linfocito, que origina rápidamente dos estirpes celulares: Células plasmáticas. Aparecen por diferenciación de linfocitos B inmaduros, que aumentan mucho de tamaño, cambian la disposición de la cromatina e el núcleo y desarrollan una gran masa de retículo endoplasmático rugoso, que genera constantemente enormes cantidades de anticuerpos (IgM). Las células plasmáticas se sitúan en la corteza de los ganglios linfáticos y no salen de 7 Colegio El Valle Departamento de Biología 2º Bachillerato ellos. En cambio sí lo hacen los anticuerpos que producen, que acceden a la zona infectada a través de la linfa. Células de memoria. No todos los linfocitos B se transforman en células plasmáticas, sino que pueden transformarse en células de memoria que permanecen en sangre y continúan fabricando pequeñas cantidades de anticuerpos durante mucho tiempo. Así, cuando se supera la enfermedad, si el organismo vuelve a ser infectado con el mismo patógeno dispone de cierta cantidad de anticuerpos específicos contra él. Las células de memoria proliferan rápidamente, originando de nuevo las dos estirpes celulares, que van a fabricar IgG y nuevas células de memoria. Los linfocitos que no encuentran a su antígeno específico no se activan y permanecen disponibles. RESPUESTA INMUNE CELULAR En ella intervienen los linfocitos T y los macrófagos, pero no se generan anticuerpos. Resulta muy efectiva frente a virus, células tumorales y células que contienen parásitos. MECANISMO DE LA RESPUESTA INMUNE CELULAR Los macrófagos también se conocen como células presentadoras de antígenos. Cuando un antígeno penetra en el organismo es detectado por los macrófagos, que lo fagocitan mediante endocitosis. Después, los lisosomas fabrican enzimas hidrolíticas que rompen las proteínas del antígeno, transformándolas en pequeños péptidos que van a ser expuestos en la superficie del macrófago gracias a las proteínas del complejo principal de histocompatibilidad (MHC). Los linfocitos T tienen receptores específicos en su membrana que reconocen esos fragmentos peptídicos unidos a proteínas (complejos antigénicos) en la superficie de otras células. El MCH lo forman un grupo de proteínas codificado por una serie de genes muy polimórficos. En una misma especie, estos genes pueden tener más de 200 alelos, luego es difícil que dos individuos tengan las proteínas del MHC iguales. Las proteínas del MHC están formadas por cadenas distintas y poseen cuatro dominios estructurales. Los dos más cercanos a la membrana celular son comunes a todas, pero los dos más alejados son muy variables y delimitan un pequeño surco destinado a los antígenos, el cual sólo admite 10 ó 12 aminoácidos en las proteínas de Clase I, o bien es un surco abierto lateralmente que admite péptidos más grandes, como en las proteínas de Clase II. • Proteínas de Clase I. Aparecen en todas las células con núcleo del organismo. Están implicadas en la presentación de antígenos endógenos de células infectadas por virus o de células cancerosas, a los linfocitos T citotóxicos, los cuales los reconocen. • Proteínas de Clase II. Aparecen en todas las células presentadoras de antígenos que procesan antígenos exógenos y los presentan a los linfocitos T colaboradores. ACTUACIÓN DE LINFOCITOS T EN LA RESPUESTA INMUNE CELULAR El reconocimiento y unión con el complejo antigénico activa el linfocito T, que se divide y se diferencia en cuatro posibles tipos celulares: Linfocitos T citotóxicos (CD8). Reaccionan ante péptidos extraños localizados en la superficie de cualquier célula. Se fijan sobre ella y liberan proteínas que la destruyen. Estas proteínas pueden ser de varios tipos: - Citotoxinas: Degradan la membrana celular. - Citocinas. Impiden la replicación de los virus. - Linfocinas. Como el interferón, que activan los macrófagos. Linfocitos T colaboradores (CD4). Reconocen péptidos unidos a proteínas del MHC en la superficie de los macrófagos o de otras células presentadoras de antígenos. Cuando estas células se activan, liberan gran cantidad de linfocinas, que promueven la proliferación de los linfocitos citotóxicos y de linfocitos B. Estos últimos se transforman en células plasmáticas, desencadenando la respuesta inmune humoral. Linfocitos T supresores. Inhiben la acción de los linfocitos T colaboradores y detienen la respuesta inmune. 8 Colegio El Valle Departamento de Biología 2º Bachillerato Células de memoria. Cuando se activan los linfocitos T, algunos permanecen en el tejido linfático como células de memoria. Estas continúan dividiéndose durante años, esperando un nuevo contacto con el patógeno. Si esto sucede, se dividen rápidamente y lo destruyen antes de que ocasiona la infección. Células natural killer (células no-B no-T). Son grandes y tienen granulación citoplasmática, pero no reconocen antígenos ni originan memoria inmunológica. Tienen una actuación inespecífica y destruyen células cancerosas, células infectadas por virus y células de órganos transplantados. Producen linfocinas que regulan la actividad de los linfocitos T y B. 9