LA DECADENCIA DEL LECTOR

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LA DECADENCIA DEL LECTOR.
El texto objeto de comentario, titulado “La decadencia del lector” y escrito por José
María Guelbenzú, es un artículo de opinión por lo que pertenece al ámbito de uso
periodístico. Está escrito en un registro formal, aunque incluye algunos fragmentos en
los que se observa una clara cercanía al lector sin dejar un uso formal del lenguaje.
Este acercamiento, lo lleva a cabo introduciendo al lector en el texto, como por ejemplo
en la L.17 “admitimos”, así, introduce al lector en el tema y llama la atención del mismo.
Presenta una variedad del lenguaje estándar.
La intencionalidad del autor, es llamar la atención del lector ante un tópico que para el
es falso, mostrando así el verdadero origen del problema de la decadencia de la
lectura. Para plasmar esta intencionalidad en el texto, el autor, utiliza la función
apelativa, como podemos observar en la L.18 “admitimos”; L.14” La idea…dudosa”,
donde introduce al lector en el tema desde un principio, haciendo que éste, se sienta
involucrado en él. Por otra parte, también hace uso de la función expresiva, donde el
autor aporta libremente su opinión, como podemos ver en la L.19 “En mi opinión, lo que
ha…cedido”; L.30 “No creo en la…lector”. Y por último, la función referencial, la podemos
observar, por ejemplo, en la L.1 “La decadencia…masoquista”, donde el autor aporta
datos objetivamente, Estas tres funciones, hacen referencia y se corresponden con
una tipología textual expositiva-argumentativa, es decir, una tipología que tiene tanto
partes objetivas donde simplemente expone un determinado tema, como partes
subjetivas donde argumenta sus juicios, respectivamente.
En cuanto a los elementos de la situación comunicativa, podemos decir que, el emisor,
José María Guelbenzu, es una persona culta, ya que muestra un gran domino del
léxico, de los diferentes tiempos verbales que aparecen en el texto y de una sintaxis
compleja, como podemos observar desde la L.21 a la L.27, donde mediante una
opinión acompañada de un ejemplo hace gala de su cultura haciendo referencia a
temas socio-políticos.
El receptor, es amplio y variado, propio de los medios de comunicación.
Por lo tanto, podemos decir que la relación que se establece entre los dos anteriores,
es formal, ya que no se conocen y unilateral, ya que el emisor no espera respuesta.
El canal, es escrito, visual, artificial y elaborado. En lo que respecta al código, éste, es
lingüístico, de lengua castellana aunque introduce algunas palabras en otro idioma, tal
como, en la L.26 “I’m good, you’re good”.
Finalizando los elementos de adecuación, podemos decir que el texto esa altamente
modalizado, ya que la opinión del autor se encuentra presente de una forma lineal
durante todo el texto, esto, lo podemos constatar, por ejemplo, en el último párrafo,
donde, el autor finaliza el texto exponiendo de manera sintetizada el eje central de su
crítica.
En cuanto a la cohesión del texto, empezaremos resumiendo las principales ideas del
mismo, tal que:
La decadencia de la novela o la decadencia del lector, son dos asuntos socio-literarios,
que están en el foco de debate de la discusión pública, pero, en cambio, la decadencia
del lector no. La historia, demuestra que no es así. Por una parte, la novela no se ha
visto destronada por géneros más novedosos ni la lectura ha sido invadida por la
comunicación audiovisual. Se editan más libros y se venden también más, pero el
problema está en que el lector se ha convertido en un lector de anécdotas, ya que lo
que ha decaído no es ni la novela ni la lectura, sino la calidad del lector.
Por otra parte, el tema del presente texto, es la crítica por parte del autor a la
decadencia del lector ante el tópico de decadencia de la lectura o la novela.
El texto, se organiza de acuerdo con la siguiente estructura, claramente tripartita,
formada por: introducción, desarrollo y conclusión.
La introducción, abarca los dos primeros párrafos (L.1- L.12), donde el autor, expone el
porque de su crítica, introduciendo un tema que se encuentra en debate, así como las
causas del mismo.
El desarrollo, engloba el tercer, cuarto y quinto párrafo (L.13- L.27), donde el autor da
cuerpo al texto y expone con totalidad sus argumentos para justificar su posición de
contrariedad ante la decadencia de la novela o de la lectura, defendiendo la
decadencia del lector.
Por último, la conclusión, abarca el sexto párrafo constituyente del texto (L.28 – L.32),
donde autor finaliza el mismo, argumentando la tesis.
Es por esto, por lo que nos encontramos ante una estructura temática inductiva. La
tesis de la cual es que el lector de hoy en día es un lector de anécdotas, acrítico, ya
que no lee por saber, sino por la necesidad de saber qué paso, no es un lector de
sentido. Por ello, el autor no cree en la decadencia de la novela, sino la decadencia del
lector.
En relación a los elementos de coherencia, podemos observar una gran riqueza de
recursos, como son los mecanismos de referencia gramatical, léxica y los conectores.
En lo que respecta a los mecanismos de referencia gramatical, distinguiremos dos
tipos, la deixis exofórica y la deixis endofórica.
La deixis exofórica, que relaciona al texto con la situación extralingüística, se hace
visible en primer lugar, a través del uso de la deixis personal, que relaciona los
elementos de la comunicación con la situación extralingüística. La presencia del emisor
con la utilización del presente de indicativo L.30 “No creo en…”. La presencia del
emisor incluyendo al receptor, se puede observar en la L.18 “olvidamos”; L.19
“admitimos” con el uso de la primera persona del plural.
En segundo lugar, la deixis social, relaciona el texto con el tipo de personas
extralingüísticas, por ejemplo en la L.31”Fernando Savater”; L.5 “víctima”; L.6 “ente
pasivo”; L.29 “lector de anécdotas”.
En tercer lugar, la deixis espacial, que introduce a la situación comunicativa en un
espacio determinado, L.26 “USA” L.19 “España”.
Y por último, la deixis temporal, que indica el momento de una determinada situación
L.7 “un par de siglos”.
La deixis endofórica, relaciona al texto con los elementos que lo componen. Se
observa primero a través de los elementos anafóricos como en la L.7 “género”,
haciendo referencia a “novela”, o también en la L.3 “éste”, haciendo referencia a
“lector”.
Con respecto a los mecanismos de referencia léxica, podemos observar que las
palabras principales del texto son: “novela”, “lectura”, “lector” “género”, “libros”,
“audiovisual”, “expresión”, “lenguaje”,”conocimiento”, “opinión”, por tanto, el léxico se
organiza alrededor del campo semántico de la escritura y la comunicación.
Para conseguir una mayor riqueza expresiva, se observa dentro del léxico utilizado,
casos de sustitución, como por ejemplo en la L.14 “pero no se leen”, haciendo
referencia a “libros” o en la L.29 “es razonablemente acrítico”, haciendo referencia a
“lector”. Como también casos de sinonímia “literatura”, “libros” y “novela” y “género”.
En cuanto al uso de recursos del nivel léxico-semántico, podemos recalcar la aparición
de adjetivos valorativos, que sirven para atribuir cualidades o clasificar, los podemos
observar por ejemplo: “tono lamentatorio”, “tono nostálgico”, “tono masoquista”,
“democracia súbita” “idea indemostrada”.
Para finalizar, comentaremos la presencia de conectores textuales, es decir, aquellos
que organizan las ideas entre párrafos o en el interior de los mismos y los marcadores
discursivos, que estructuran el texto.
Podemos observarlos en la L.9 “En lo que se refiere a lo primero” de ordenación; L.11
“En cuanto a lo segundo” de ordenación; L.13 “Al mismo tiempo” de adición; L.19 “En
mi opinión” de introducción o de explicación; L.32 “Así que” de conclusión.
Nos encontramos antes un texto muy cohesionado, donde algunos procedimientos
como los marcadores discursivos, conectores, deixis exofórica, sinonimia, sustitución y
adjetivación valorativa son más abundantes que otros, tales como, anáfora y catáfora.
Finalmente, me gustaría comentar que estoy totalmente de acuerdo con el autor, la
decadencia del lector es un hecho que día a día se constata, las personas han
cambiado sus hábitos diarios, la sociedad ya no es como antes y como todos los
cambios, trae con ellos consecuencias. La primera, es el interés, ¿Qué interesa hoy en
día?, muy fácil, las cosas que llamen la atención, que sean el epicentro de algo que
suscite interés, no conocimiento. El movimiento de masas lleva dirección a la moda
del momento, por eso, las anécdotas diarias, los cotilleos que esconden calumnias y
los temas ajenos, son lo que hoy en día están en la cima de la lectura, ya no se trata de
un destrono de la televisión o de nuevos géneros literarios, se trata de las personas, de
nosotros. Los jóvenes, no se interesan en saber, se interesan en vivir, el lema “Carpe
diem” ha llegado a su máximo límite, pocos son ya los que están concienciados con
que el trabajo del día a día traerá consigo un futuro satisfactorio y sólo viven el
presente sin temer las consecuencias, no piensan que el conocimiento es lo que nos
queda a las personas. Ahora nosotros decidimos que queremos obtener en el futuro y
en que ideas se basaran las futuras generaciones. Como siempre, todo está en
nuestras manos.
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