Se conócen con el nombre de abonos minera

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IV
A$ONOS AfINEkALES
Se conócen con el nombre de abonos minerales todas aquellas sustancias de origen mineral
que se utilizan o pueden utilizarse para proporcionar a los suelos los elementos nutritivos que
las plantas necesitan.
Estas sustancias pueden proparcionar al suelo
uno solo de los cuatro elementos fertilizantes, caso el más corriente, o más de uno, según que uno
sofo de los elementos que entren en la composición química de las mismas sea útil directamente,
o previos ciertas transiormaciones, para la alimentación de las plantas, o que lo sean dos o más.
Las sustancias de origen mineral utilizadas como
abonos generalmente proporcionan un solo eleménto nutritivo, en casos muy contados dos de
sus elementos son utilizables por las plantas, sin
que hasta ahora se hayan empleado sustancias
con más de dos clementos fertilizantes.
Expuesto esto dividireuws l^,s abonos minerales en cuatru grupus, comprendiendo en cada uno
de ellus las sustancias capaces de proporcionar un
determinado elemento nutritivo : cuando una sus-
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tancia sea capaz de proporcionar dos realizaremos su estudio en ]os dos grupos a que le corresponda pertenecer.
Los grupos que consideramos para nuestro estudio son los siguientes : abonos fosfatados, nitrogenados, potásicos y sustancias calizas, realizando el estudio de estas últimas consideradas
como abonos, pero sin perder de vista su primordial pagel de enmiendas.
Abonos fosfatados.
El ácido fosfórico se encuentra en ]os suelos
bajo dos grupos de compuestos, unos orgánicos y
otros minerales ; los primeros f ormando combinacíones con el humus constituyendo los humofosfatos, e integrando el núcleo fosforado de la
materia orgánica incompletamente oxidada, forinas éstas muy resistentes a los reactivos, necesitando para ser útiles a las plantas sufrir la
acción lentísima de los agentes microbianos ; y
los segundos constituyendo los fosfatos tricálcico,
alumínico, férrico y magnésico, procedentes de
la disgregación de las rocas volcánicas, graníticas, etc.
El ácido fosfórico se encuentra en pequeñísimas cantidades en los suelos de labor, no faltando
de ordinario, aun cuando en muchos casos sólo
existan indicios. El más importante de todos los
compuestos del fósforo que se encuentran en el
suelo es el fosfato tricálcico, coinpuesto que es
poco soluble en el agua pura, algo más en el
a^ua cargada cíc ácido carbónico, menos si contiene bícarbonato cálcico, y algo más si contiene
nitrato sódíco, cloruro sódico y materia or^ánica.
1✓n las soluciones diluídas del suelo, el fosfato
trieálcico se encuentra en proporciones pamcidas
a las de su solución en a^ua hervida, resultancl^^,
pues, que 1as soluciones diluídas del suelo ec^ntiene una riqueza tan escasa de ácicío fosfórico,
que si no contasen las plantas con más cantidad
de dicha materia para su desarrollo, no sería posible obtener cosechas re^mmeradoras ; pero recientes estudios han demostrado clue esta escasez de
fosfórico en las soluciones viene suplida por una
renovación continua de las mismas, que hace due
la cantidad de fosfórico por litro de solución sea
casi constante e independiente de ]a riqueza del
suelo en agua, o lo que es lo mismo, que conforme
va siendo absorbido el f^sfórico por la planta y
va aumentando la humedad del suelo, se va disolviendo mcís fasfórico, manteniendo siempre la
misma riqueza en la solución, siendo así posihlc
que un suelo con sóto indicios de fosfórico ert
sus sotuciones, pueda proporcionar a una cosecha todo el fosfóríco que ésta necesita.
Además de esta disolución natural, por de^cirlo
asi, de fosfórico que se realiza en presencia dei
a^ua car^ada de sales y gases, el fosfóríco nuede
ser solubilizaclo por la acción del ,^as carbóníc^
desprendido pm^ las raíces al respirar, así como
por los ácidos se^re^ados por éstas, t^ por la
actividad de los microorganismos del sttelo.
-z5Rccibe el nombre de ácido ^osfórico total ^lc
un suelo la cantidad de este ^ cúerpo que el mi^mo contenga, sea cualyuiera su estado físico
o químico, siendo, por tanto, la riquexa que arr^^jará un análisis químico de la tierra. Se denomiua
fosfórico asimilable la dosis de fosfórico que el
^uelo contenga en condiciones de ser absorhido y
asimilado por las plantas.
Para tratar de abonar una tierra con r^icido fosfórico, lo interesante sería conocer, no ]a cantidad
tntal del fosfórico que el suelo contenga, sino la
dosis que este suelo puede poner inmediatamente a
dísposición de las plantas, es deeir, la cantidad de
fosfórico asimilable que la tierra conten^a, para
de este tnodo, conociendo las necesidades presumibles de la cosecha prohable futura, fiiar Ia dosis de abonado. ]^ada la importancia que este dat^
tiene en la fijación de la dosis de abono a emplear, se ha tratado de determinar por varios
pmccdimientos la cantidad de fnsfárico asimilab1c, habiéndose 1legado a considerar, c^n alguna
aproximación, que puede servir para inxciar la
cxperimentación en la forma que hablaremos ^nás
adclante, co^no parte asimilable 1a que es soluble al ag-ua y a los ácidos débiles, tomándose eomo tipo el ácido cítrico y el citrato
amónico. Como consecuencia de estas determinaciones se clasifican las tierras de labor ^en mu^^
ricas, ricas, medianamente ricas, pobres y n^u^^
pobres, según contengan las siguientes cantídades
dc rícído fosfórico :
Tierras muy ricas, más del z por r.ooo ; tierras
- ^6 ricas, áel i por 7.00o al 2 por I.ooo ; tierras medianamente ricas, del 0,5 por i.ooo al i por i.ooo;
tierras pobres, del o,t por i.ooo al 0,5 por I.ooo;
tierras muy pobres, menos del o,^ por i.ooo.
Corno vemos, el ácido fosfórico contenido en
los suelos, aun cuand^ se halle en cantidad elevada, se va poniendo lentísimamente a disposición
de las cosechas, con lo que al ser la dosis de
fosfórico asimilable siempre pequeñísima, es indispensable, para que alcance el grado necesario
para la obtención de coseehas remuneradoras,
que los agentes naturales obren durante un Iapso
de tiempo bastante largo para facilitar la solubilidad del fosfórico, tiempo en el que la tierra
ha de permanecer sin producir, para que, acumuiándose el fosfórico solubilizado, puedan las cosechas futuras disponer de la dosis necesaria de
este importantísimo elemento, o que el hombre
supla 1a acción de esos agentes aportando por
medio de los abonos fosfatados el fosfórico que
las cosechas necesitan y no pueden extraer.
El fosfórico es proporcionado a las plantas
principalmente bajo forma de fosfatos cálcicos,
formando parte de los abonos orgánicos más o
menos ricos en fósforo y en algunos otros cuerpos de menor importancia como el fosfato amónico.
I?n este apartado vamos a ocuparnos exclusivaniente de las sustancias que aportan el ácido fusfórico formando sales con el calcio, dejando las
demás sustancias para estudiarlas en los capítulos
dedicados a los abonos orgánicos y a los nitrogenados, respectivamente.
El ácido fosfórico forma con el calcio fosfatos
monocálcícos, bicálcicos, tricálcicos y en condiciones especiales, que indicaremos, el tetracálcico,
siéndonos, por tanta, posible utilizar en el abonado sustancias que contengan el ácido fosfórico
bajo estas ^uatro formas, por lo que antes de
pasar a estudiar ligeramente las sustancias empleadas para aportar a los suelos el fosfórico
que necesitan, vamos a estudiar separadamente
cada una de estas sales para, conociendo su manéra de actuar en el terreno y la composición química de los diversos abonos fosfatados, poder deducir sus efectos sobre las cosechas en los varios
tipos de suelos.
I.os fosfatos monocálcicos o fosfatos ácido de
calcio se disuelven lentamente, pero en gran cantidad en el agua del suelo, difundiéndose en los
líquidos del mismo, poniéndose en contacto con
el carbonato cálcico, con los óxidos de hierro y
aluminio, y con los humatos reaccionan con ellos,
dando lugar a fosfatos tricálcicos, alumínico, férrico, insolubles o poco solubles y humofosfatos al
formar con los humatos de cal combinaciones de
absorción.
El fosfato monocálcico, que es ácido al reaccionar en la forma indicada, neutraliza su acidez,
que tan perjudicial es para la vida de las plantas
y de los microor^anismos del suelo, pasando de un
estado soluble, en el que podía fácilmente ser
arrastrado a las capas profundas del suelo por
z8 -
las aguas de infiItración, a un estado insoluble o
poco soluble, almacenándose en cl suclo a disposición de las cosechas. Como vemos, el fosfato monoeálcico toma en el suelo el estado tricálcico, pareciendo innecesarin su empleo. 1>ues al fin y al
cabo toma en el suelo el n^ismo estad<^ que tiene
naturalmente el fosfóríco conteni^lo e^n él ; pero es
necesario observar que si bien estos fosfatos al
reaccíonar en la forma indicada dan lugar a las
mismas combinaciones que naturalmente existen
en el terreno, se distinguen de estas últimas en
que habiéndose difundido antes de reaccionar y
habiendo tomado cl estado insoluhle medíante
reacciones químicas, tos fosfatos formados se em
cuentran perfectamente repartidos, y con sus partículas en un estado tal de división que los fosfatos dei suelo sólo nueden alcanzar al cabo de
muchísimo tiempo, particularidadcs éstas quc
traen consigo una gran constancia en la riqueza
de las soluciones del sueio a causa de ser manifiestamente asimilablcs los fosfatos así divididos, al
facilitar por ]a gran suPerficie de contacto de sus
partículas su solubílídad y consecuentemente la
renovación cie las soluciones conforme el fosfórico va siendo absorbido por las plantas.
F_I fosfato bicálcico es casi insolu^le en el agua
pura, pero sotuhle cn los ácidos débiles y en el
citrato amónico. A1 ser adici^nado al terreno se
ciisuelve en el agaa cargada <le ácido carbónico
que éste contenga, dííuudíéncíose por el suelo, aunque con menos rapidez que cl fosfato monocálcico, y reaccionando como éste con el carbonato
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cálcico, los óxidos de hierro y alúmina y el humus,
dando lugar a fosfatos insolublés y a combinaciones de absurciún, cornpuestos ídénticos a lus
obtenidos ^,1 irrcorporar al suelu el fosfato nionocálcico, aun cuando su difusiÓn quirás no sca
tan uniforute.
I:1 fosfato tricálcico es casi insoluble en el agua
hervida, algo más en el agua cargada de ácidu
carbónico, no experirnentando al ser adicionaclo
al terreno transformación alguna, salvo el contribuir a la formación de los humotosfatos, dependiendo su eficacia de la estructura amorfa o cristalina de sus partículas, .çíel grado de división que
alcancen y del reparto más o menos uniforme que
se obtenga en su distribución e incorporación al
suelo; síendo, por tanto, un fosfato tricálcico tanto más activo cuanto más unifonnemente se re^artan por el terreno, y cuanto más se aproxinte
el grado de iinura cíc sus partículas al de ]as
procedentes de una reacción quírnica.
I^.l fosfato tetracálcico es un fosfato de naturaleza particular que contiene cuatro moléculas de
calcio, constituyendo una sa] muy inestable que
se disuelve rápidamentc en ]us ácidos débiies, difundiéndose por el terreno, perdiendo una molécula de calcio al reaccionar con los ácídos carbónico y húmico del suelo, cíancío lugar a fosfato
tricálcico muy repartido por el terreno y en un
estado de gran divisibilidad; este fosfato tricálcico, reaccionando con los hurnatos, da lugar a
los humofosfatus.
I)e todas estas sales vemos que los fosfatos
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^cnonocálcico y bieálcíeo empobrecen el suelo eu
calixa, tnientras que el trir.ílcico no altc-ra la dosi5 de este elemento, y el tetr<icr^lcico lo enriquece.
Esto índicadr^, vamos a estudiar las diversas
sustancias minerales utilizadas como abonos fosfatados, dividiéndolas para ello en dos grandes
grupos : uno, compretrcíiendo todas aquellas sustancias que en su estado natura] o previas ciertas
transformaciones de orden fisico se utiíizan ^omo abonos, grupo quc denominaretnos de fasfatos naturales, y otro, comprendiendo las sustancias que antes de ser adicionadas al terreno son
sometidas a tratamientos de orden químico, recibíendo por ello la denominación de fosfatos índustriales.
Fos f atos n.aturales.
En el grupo de los fosfatos naturales se comprenden los apatitos, las fosforitas, lus nódulos o
seudocoprolitos, y las arenas y arcillas fosfatadas.
Apatitos.-I:1 apatíto es un mineral de estructura cristalina extremadamente duro, siendo prácticamente imposible conducir en condiciones económicas su molier+_da al grado de finura necesario
para que, a pesar de la gran resistencia que a
causa de su estructura cristalína presenta a su
disolución, fuera eficaz su empleo. Por esta causa
sólo se emplean 1os apatitos como materia prima
para la elaboración de los superfosfatos, a pesar
de su gran riqueza, que oscila de un 6o por ioo
a un yo por ioo de fosfato; t^`icá7ciyo ntigzclado.
cun pequeñas cantidaeles cle ^^rl.x,natu cálcico }^ _.
^
utras impurezas.
^n Lsparia se encuentra este`mineral,^ Logrosán (Cáceres) y en Jumilla (Múi'cia).
^
Fosforitas.-Las fosforitas o fusfát+os amorfus son minerales de mucha menor dureza que
lns apatitos, prestándose mejor a la molienda, síendo, además, a igual riqueza en fosfórico y grado
de finura mucho más activos, por no afectar ]a
estructura cristalina.
Las fosforitas suelen contener hasta un S5 por
ioo de fosfato tricálcico mezclado con cantidades
bastante elevadas de carbonato cálcico, óxidos de
hierro y alíimina y otras impurezas, constituyendo, cuando la dosis de sesquióxidos no es muy
elevada, una excelente materia prima para la
elaboración de los superfosfatos, a causa de su
menor dureza, que hace su tratamiento más económico que el de los apatitos.
Nó^dulos. - Los nódulos o seudocoprolitos son
restos fósiles de animales antediluvianos que se
encuentran bajo forma de^riñones blancos fáciles
de pulverizar,^ de un color gris verdoso que a
veces llega al negro, conteniendo de un 3o por
ioo a un 7o por ioo de fosfato tricálcico mezclado con algo de carbonato cálcico, y una elevada
dosis de óxidos de hierro y alúmina, además de
otras impurezas.
Iatos nódulos, pulverizados y repartidos uniformemente por el terreno, son muy eficaces por
el elevado grado de división de sus partículas,
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grado que difícilmente podrá ser alcanzado por
los apatitos y tosforitas.
:lr^rius jusfutadcu.- Las <trcuas iusfatadas se
curuentran wi ^^acimientos cunsiderables, presentandu una coloraciún variahle (blanca, atuarilla ^>
rojiza) segúu la at^unclancia ^le úxido cle hierru
que contcngan. Su riqueza cn tosfato tric^ílcico
suele oscilar tíel So pur ic^ al ^o-SS por i^^, ^ncoutrandose ^ste en un estado dc fácil división
que permite utilizar las arenas fosfatadas como
abono, ya naturalmente, ya previamente sometidas a las transformaciones que las han de convertir en superfosfatos.
Arcilla.r fosfatadas.-Las arcillas fosfatadas
presentan también una coloración más o menos
rojiza según su riqueza en óxidos de hierro. Su
riqueza en ácido fosfórico viene a ser algo menor que ]a de las arenas fosfatadas, f^resentando
un estado de fácil división y aportando al campo,
además del ácido fosfórico, uua closis de arcilla
que, al obrar como enmiencla, dando cohesión a
las tierras sueltas, mejora las condiciones de fertilidad de éstas.
f^osfatos i^n^ustriales.
llentro dcl grupo de los fosfatos industriales
nos limitaremos a estudiar los suprrfosfatos, fosfatos precipitados, basifosfatos y las escorias de
desfosforación.
Sufierfosfatos.--En los fosfatos naturales quc
acabamos de estudiar, el fosfórico que contiencn
se encuentra en estado de fosfato tricálcico in-
-sss^^liil,lc ^^, I^^ir runsi^;ui^ntc, ^ic es; asus rc^tilta<lu;.
,i rau:;a ^l^• la ^^uca I^iniira ^lr si^s ^rirtí^-uia; ^li^^i^li<l,^ti ^^,ur n^c^ii^,s mc^^;inicns ^^ ^lc su ^Irf^rirutr tlisu^ibuci^"^u pur cl tcrrcnu al ix^ ^lí,^^lversc ^^ <liiun^lirse. 1'uicaiticnt^• cn ^^1 ^:as^^ ^Ic suclus ácid^^s cii
los quc cn virtucl dc la may^ur si^lubili^lac) yur
csta aciclcz lcs pr^^p^^rciuna, la clistribuciún ,e efcctúa ^uiifrirmeincntr clatul<^ },ucu<^s rc^;uit^i^lr^s tu^l^^s lt^s i^^sf^itus naturaics, cxcchtr^ l^^s al,atitcis
cjur, a causa clc su cstrurtura rristalina son dc
muy diricil solución.
1)ada la escasa eticacia de lus al;^,nos losfatados natarales, desde que I_icbig i^^nnulb su ^^euría de la alinzentación mineral ^le las hlantas •y
como consecuencia de ella se iníció el ernpleo tle
los abonos ,minerales, se ha pr^^curadu dar elicacia a los mismos soinetiéndol^^s a^^rataulient^^ti
cluímicos.
l^,n[re ]os diversc'^s tratamientus a que se han
sometidu los fosfatos naturales para aumcntar su
sv?uLilidad, el del ácido sulfúrico ^íiú sorpreudrntes r^sultados, ronduciendo a la elaboración
I'^r.íctica industrial de unos productos denomin^idos superfosfatos. Los suj^eriosfatos que en ]a
reaccíón teórica son el resultado de tratar el fosfato tricálcico puro por el ácido suliúricr^ cn
proporciones adecuadas a la obtención de fosfatu
rnonocálcico y sulfato cálcico, eii Ia prríctica al
no emplearse iosfato tricálcico químicaiiielrtc puro, sino fosforitas que cuntienen carbc^uato cálcico, óxidos de hierro y alúmína, y otras irnpurezas, el hroducto obtenido no consta solamei^te de
a
-34fosfato monocálcico ^^ sulfato cálcicr^, sino yue
cnntíene, a^lem;ís, fosfato tric^íicico no atacado,
^^^sfato bitálcicu, áritlo fosf^>ricr^ libre, fusfatos
^lc hierro y^ alúmina, al};u dc ^arh^,nato cálcico,
ctcétera.
F?ste }irotluctu tan romplejo e inestable recihc
]a denominaciGn cle supertosiatc^.
I_os supcrfustatos, clacía la inestabiliclad clcl
complejo que los integra, sun cl asiento cic una
serie de reacciones en su iuasa que determinan
la insolubilizaciún de l,^arte del fosfórico yue con^tienen al reaccíonar el fosfato monocálcico soluble y el ácido fosfárico libre con e] fosfato tricálcico, el carbonato cálcico y los óxidos de hierro
y alúmina, dando lugar a fosfato bícálcíco insoluble, y rosfatos aluminico y férrico también insolubles, este proceso químico que se realiza en
la masa de los superfosfatos recibe la denomínación de retrogradación.
La retrogradación dc tm superfosfato, aun determinando una disminución de solubilidad en el
ácido fosfórico que el proclucto contiene, carece
de importancia, pues si bien cl fosfato monocálcico es el más activo y eficaz, el bicálcico en que
se transforma por la retrogradacíón no deja de
ser de una eficacia muy cercana a la del primero,
siendo por este motivo por el que el grado 0
riqueza de un superfosfato y, por tanto, su valor
comercial, viene señalado par c1 tanto por ciento
de ácido fosfórico soluble en el agua y en los
ácidos débiles, tomando como tipos el ácido cítrico
y el citrato amónico, debiendo ser de este tanto
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por ciento tres cuartas partes por lo menos soluhles en el agua. Ll grado de los superfosfatos
con^erciales se garantiza entre ciertos lírnites que
no bajan de un 2 por ioo, pues los productos industriales no es posible elabararlos con precisión
matemática. Los grados más corrientes suelen ser
ro/iz, zçji6, i6/i8 y i8/2o.
1:1 grado de un superfosfato, siempre que se
adicione al suelo la misma cantidad de fosfórico,
no influye para nada en la vegetación, y sí únicamente tiene ímportancia al calcular los gastos de
trarisporte y de reparto, así como la facilidad de
realizar éste.
Las dosis de superfosfato rnás corrientemente
empleadas s^uelen oscilar de 30o a 500-60o kilogramos por hectárea cuando su riqueza sea de
i6/i8.
Fosfatos precipitados.-rstas sustancias proceden del tratamiento de los fosfatos, principalmente los huesos, por el ácido clorhídrico, el cual, disolviendo los fosfatos y carbonatos, permite separarlos de las demás sustancias insolubles que la
materia prima contenga. Trasegada esta disolución
ácida se precipita el fosfato monocálcico que contenga al estado de bicálcico o tricálcico, neutralizando la acidez por medio de una lechada de cal
adicionada lentamente para que no haya exceso de
cal en presencia del ácido fosfóríco disuelto, de
modo que la mayor parte de éste se precipíte al
estado bicálcico que, como sabemos, es más activo
que el tricálcico y alcanza, por consiguiente, un
mayor precio en el mercado.
l;sl^ ^rr•cij^it^^l^, ;rsí ul,tcni^lu s^ ^lcscca sr l^:rja
tcnihear;^turr, u6turi^'^u^lu,c uria sustan^i:r I,I:rura,
l^trlvt;^ulrnta, ruu) ^ina ) l^cricct,riucntc liuur^i^éuea, yrre wuticuc ^le un 3; j^ur i^xr a urr .};
l^pr Itvu tlc fus^at^^ l^ii:íliicu sulttl^lc ^tl íu^ttl^r rítri^u ^^^ ^unstitu)^c uu c^r^•l^ntc :rh^^uu yuc ^n
lroru vultunen <'urrtirnc ^.^lc^^r<<l:rs <<u^titladcs dc
áriclu fusfúricu, re^it^icntlu, lxrr ^•stc mc^tivu, cl
rurinl^rc ^le suhcri^rsfat^^s clulrlcs. 5c crnl^lran eu
drtsis t^ue uscilan de .:^o a,;rx^ kilu;;rtrrrios p^tr
hect^trea.
I3cuifosfatos.-5e curn7eerr bajo esta denomiriaci^^^u ]os productus ubteriíclus sorncticndo las fosfatos naturales a reacciones térmit•as en )^ornos
rotatorios y en ^resencia de sales alralinas para
transforu^ar, sin empleo de tícitlos mínerales, ^or
to menos el .^ por tou de su íosfórico insoluble
en fosfórico soluble al citratu au^ónico.
El producto obtenido un^ vez pulvcrizado con5tituye u ❑ fertilizautc iuerte[nente básico que ccmtiene de un 2z por rtx^ a un zc^ ^or tt^o de áciclo
fosfórico sulubic al ritrato amóni^^r )^ clc un 3i
por ioo a un :}o por rtx^ cic caliza, cr^^nstituyendu
un abo^ro adccuado a l^^s tc rren^^s ácid^^s.
F,scnrias dc dasfosforrciiós^i.-Al elirninar cr,
las fábricas clc hierro y acero el lósforo que el
metai corrtiette y que aun en geyueñísimas cantidades ]u hace quelrradizo, se obtienen las deti^,^rninadas escorias cic cíesfosforación o escorias
Thomas, en recuerdo del métoclo seguidu en ?a
desfosforaciói^ del hierro fuudidr,.
I_as esrorias de desfosfcrracicín c^mstirityen ut^a
n^asa nc^ra cs^xmjo;a. contcni ^^1^>'^i^e;,,tu^„^ pr^r
r^x^ a un ^?.-t Ixir ^ rx^^ de ^íci^lr^ t^^^fhricr,^xe17 es^l,arlu
de fosfato tetracálcicu, ^isí cuta't'!', d^>^i^ e^eV^das"
^1^^ ^aliza, I^artículas dc hicrrrr,rRs4lice ^^ ^'^" im,^', ._:
^nirczas.
Yara utilizar las csrr^rias c^m^^^ ái^cal^"es necesario m^^lerlas en al^aratus cerrad^s ^^in crbji^l^^ cle evitar <^uc l^^s ^^t^^rerr,s respiren el palvill^^>
pr^xlucido, pues a carisa ^lc lati i^artículas c^rrtam
tes de sílice que ccintiene puecie llegar a lesionar
^;ravemente los pulmones ; pnr esta i>>isinn razón
su distribución debe realizarse ccm distribuid^ras
de ab^no. El m^lido se ]leva hasta que el 75-fio
por r^ del product^ pueda pasar por el tarniz
número rr^o (o,ooi7 milímetrc^s), terminando la
preparación eíel producto eon un cernido yne pcrmita ^arantizar en el mercado el ^rado de finura
que hemos indicado.
Las ^lr^sis a em^^lear suelcn <^scilar dc 3cx> a
Fx^ kilogramr,s por hect:írea, se^;ún riqueza dcl
pmclu^to y dosis de fosfóric^^ que se quiera adicionar al terreno.
Cnrylf^ara^ció^n cle Zos aho^ros fnsfatadns.
Antes de termínar el estudio de los abonos fosfatados harcmos un resumen de todos cllos clasihcándol^s por orden creciente de eficacia.
L^^s fosfatos naturales conteiiien_do todo su fosiórico bajo la forma de fosfato tricálcico,^ son
menos eficaces quc los industriales, per^ aun dentro de ellos a igual ,^=rado de finura dcl productu
e igual distribución en el terreno, el menos eficaz
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es el apatito, a causa de la estructura cristalina
de sus partículas, si^uiéndolc en orden creciente
de eficacia la fosforita, las arenas y arcillas fosfatadas y los nódulos.
Los fosfatos industriales presentan toclos cllos
todo o parte de su fosfórico bajo formas inestables, dependiendo su eficacia mas bien de ]a naturaleza del terreno, pudiendo recomendarse para los suelos ácidos y pobres en caliza las escorias y los basifosfatos, y para los que presentan
una riqueza bastante elevada de caliza los superfosfatos y fosfatos precipitados.
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