Lineamientos sobre derechos y deberes conyugales según el CCyC

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Diario Familia y Sucesiones Nro 55 - 11.12.2015
Lineamientos sobre derechos y deberes conyugales según el CCyC
Por Lucila Inés Córdoba
Recordamos que el matrimonio es la unión voluntaria y libre entre dos personas del
mismo o distinto sexo, concertada mediante las formalidades que dispone la legislación vigente. La
finalidad de este tipo de uniones, es establecer y mantener una comunidad de vida e intereses. Es uno
de los tipos de familia que el Estado reconoce y le otorga efectos jurídicos a las relaciones que nacen
de él por la importancia que reviste para la sociedad. Es considerado beneficioso para los individuos el
desarrollo en el ámbito de una familia y en ello se funda la necesidad de su reconocimiento y
otorgamiento de efectos jurídicos.
Fundado en ello, se imponen determinados deberes entre las partes, los que son intrínsecos a la
relación jurídica matrimonial por considerarse que inherentes a la unión establecida. Señala Medina
son los deberes mínimos o básicos que deben regir la comunidad de vida entre los cónyuges y que
hacen a la esencia de la institución, como así también que son deberes de carácter imperativos, es decir
no pueden ser dejados sin efecto ni modificados por la voluntad de las partes. 1
Algunos de ellos, se fundan en la solidaridad familiar, como por ejemplo lo son el deber de
cooperación,los deberes de asistencia y alimentos. Así también se dispone como deber de los cónyuges
el vivir en un mismo hogar, por entenderse que esto hace a la naturaleza de la unión matrimonial.Se
establece también el deber matrimonial de no defrauda la confianza depositada por el otro cónyuge, de
mantener una única unión de tipo estable, afectiva. Es decir, ser fieles entre sí. Se reconoce como
fundamento de la unión, la existencia de un plan de vida elegido por ambos cónyuges.
El deber alimentario es la prestación que debeotorgarse mutuamente entre los cónyuges para
subvenir las necesidades entre ellos, en caso de que así fuera necesario.
El deber manutención y de satisfacción de las necesidades económicas, espirituales, médicas,
de habitación, vestuario entre los cónyuges rige durante la vigencia de la unión matrimonial, la
separación de hecho y aún disuelto el vínculo en los supuestos de enfermedad o real necesidad por
parte de alguno de ellos. Se aclara que la prestación alimentaria tendrá vigencia también, si resulta de
acuerdo de partes.
Dentro del deber de asistencia, reconociendo en la unión matrimonial, la familia, la importancia
que esta reviste para la sociedad, se establece el deber de ayuda mutua en la cobertura de las
necesidades del otro cónyuge. Ello se funda en el deber de solidaridad que se reconoce como uno de
los elementos fundamentales de las relaciones familiares. El legislador considerando la importancia
que reviste cada uno de los cónyuges para el otro, que los lleva a formalizar su unión ante el Estado,
les impone obrar de modo tal que se socorran en caso de necesidad.
Este deber de asistencia rige durante la convivencia, la separación de hecho y aún luego de
haberse disuelto el matrimonio, en los supuestos de enfermedad o necesidad. Además puede ser objeto
de convenio de partes.
Es importante que la ley disponga el cumplimiento de deberes mínimos entre quienes
conforman una familia, por un lado por el rol pedagógico que cumple, como así también para la
protección individual de los individuos que la integran y puedan reclamar ante el Estado su
cumplimiento de forma compulsiva.
1
Comentarios al Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación, Rivera, Julio C. (Dir.) –Medina, Graciela (Coord.), Medina,
Graciela, “Matrimonio y Disolución”, p. 320, 422, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 2012.
El fundamento de la prestación es la unión conyugal y no la cohabitación de allí que el
legislador extienda su vigencia aún una vez que cesa la convivencia, o se disuelva el vínculo, y el
deber de socorro mutuo en plano de igualdad, ante las necesidades del otro, basado en esa unión
matrimonial que el Estado considera que debe ser protegida por la ley.
El legislador reconoce la importancia que revisitó la unión conyugal, tanto para las partes como
para la sociedad y en función de ello, considera que debe preexistir un deber de socorro mutuo en
supuestos excepcionales de real necesidad como lo puede ser porque alguno de ellos padezca una
grave enfermedad, o que se encuentre en una situación que le imposibilita adquirirlos por sus propios
medios.
La ley establece límites a la vigencia de esta prestación. Por un lado se dispone como plazo
máximo de duración, el tiempo que duró la unión matrimonial. Tampoco procede contra quien es
beneficiario de una compensación económica, ya que claramente si recibe o recibió la misma a la
disolución del matrimonio, es poseedora de bienes, por lo que no se encontraría en caso de extrema
necesidad o ante la falta de bienes para la subsistencia como lo requieren las normas que regulan la
institución –art. 545 CCYC-.
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