EL DESCANSO DE 11 HORAS EN LA NUEVA ORDEN GENRAL

Asociación Escala de Suboficiales Guardia Civil Profesional
Unión de Oficiales Guardia Civil Profesional
EL DESCANSO DIARIO DE 11 HORAS
EN LA NUEVA ORDEN GENERAL DE JORNADA Y HORARIOS
LA PROTECCIÓN DE LA SALUD OBLIGA A LOS MANDOS
Con motivo de las múltiples consultas que estamos recibiendo en relación al nombramiento
del servicio, y la dificultad de resolver las peticiones de renuncia al descanso de 11 horas
que se están formulando, se pone a disposición de los miembros de la UO y ASES la
siguiente justificación a los efectos de facilitar el razonamiento de la respuesta que puedan
ofrecer.
Orden General nº 11, de 23 de diciembre de 2014, por la que se determinan los regímenes
de prestación de servicio, y la jornada y horario del personal de la Guardia. ART. 14
DESCANSO DIARIO:
1. En la modalidad de prestación del servicio de actividad, se disfrutará de un
descanso mínimo diario en el curso de cada periodo de veinticuatro horas, contado
desde el último periodo de servicio prestado, con la siguiente duración:
a) De once horas, con carácter general.
b) De ocho horas consecutivas, cuando por razones organizativas,
incluyendo las relativas a la conciliación, o por necesidades del servicio,
no deba tener la duración prevista en el apartado a), compensándose
las horas no descansadas lo antes posible, mediante su disfrute unido a
los descansos diarios siguientes o, en todo caso, al siguiente descanso
semanal.
c) De ocho horas consecutivas, después de finalizado cualquier servicio,
cuando tras dicho descanso comience el disfrute de un descanso
semanal, de un periodo de vacaciones o de un permiso de Semana
Santa o Navidad.
d) De doce horas consecutivas, después de finalizado un servicio
nocturno.
2. En los servicios de prestación combinada, los periodos de localización serán
compatibles con el descanso diario siempre que tenga una duración mínima de
once horas consecutivas sin que se requiera la presencia física del personal. En
caso de interrupción por el requerimiento que dé lugar a un periodo de actividad,
será compensado con el disfrute de un descanso de la misma duración mínima,
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compatible con el periodo de localización que restare por cumplir y, si no fuera
posible en su totalidad, completándolo con las horas que corresponda
inmediatamente después de que finalice el servicio.
3. El periodo de disponibilidad del personal a que hace referencia el artículo 3.j)
será compatible con el descanso diario, y en caso de interrupción que obligue a la
actividad presencial correspondiente, será compensado con el disfrute de un
descanso con la misma duración y condiciones previstas en los apartados 1 y 2.
Conviene en primer lugar aclarar qué derechos son los que se ponen en juego. Quienes
instan que decaiga su derecho al descanso diario lo hacen en virtud de su deseo de conciliar
la vida laboral y familiar, pretendiendo sacrificar para ello un derecho sobre el que no tienen
disponibilidad como es el de la seguridad y la protección de la salud. Imaginemos que un
trabajador renuncia al uso de una prenda de protección obligatoria con una justificación de
trabajar más cómodo (casco, chaleco, botas,...). No podría permitírsele porque el uso de la
misma busca proteger su seguridad y su salud. O del mismo modo que el derecho a
descansar que tiene el conductor de un camión es al mismo tiempo una obligación, pues de
su descanso depende su seguridad y salud, así como la de terceras personas. No puede
olvidarse que el artículo 43 de la Constitución Española reconoce el derecho a la protección
de la salud y que éste emana del derecho a la vida como derecho indisponible1.
Existen tres derechos que protegen el derecho a vivir: a) los derechos relativos a la
conservación de la vida, b) los derechos relativos a la conservación de los órganos
corporales, y c) los derechos relativos a la defensa de la vida y la promoción y
protección de la salud. El derecho a la protección de la salud y de la salvaguarda de la
integridad física son derechos que se desglosan, se delimitan y se distinguen, no obstante,
no se puede perder de vista la íntima relación existente entre los tres, que responden al
derecho a la vida2.
Cuando la Orden General nº 11, de 23 de diciembre de 2014, por la que se determinan los
regímenes de prestación de servicio, y la jornada y horario del personal de la Guardia Civil
(en adelante OG de Jornada) establece el descanso diario de 11 horas, no lo hace por
capricho, sino que traspone lo establecido en la Directiva 2003/88/CE del Parlamento
Europeo y del Consejo 4 de noviembre de 2003 relativa a determinados aspectos de la
ordenación del tiempo de trabajo
Tanto en los considerandos de la Directiva como en su propio artículo 1, nos deja claro
que se persigue la protección de la seguridad y salud del trabajador, en nuestro caso de
los miembros de la Guardia Civil.
Directiva 2003/88/CE:
Artículo 1. Objeto y ámbito de aplicación
1
Entre otras, STC 13/1990, STC 120/1990, TEDH 2002\23 Sentencia del Tribunal de Derechos Humanos
Estrasburgo (Sección 41) de 29 de abril.
2
Flores Madrigal, Alicia G. “Derecho a la protección de la vida e integridad física”. Librería Jurídica Virtual.
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1.
La presente Directiva establece las disposiciones mínimas de seguridad y
salud en materia de ordenación del tiempo de trabajo
2.
La presente Directiva se aplicará: a) a los períodos mínimos de descanso
diario, de descanso semanal y de vacaciones anuales, así como a las pausas y a la
duración máxima de trabajo semanal,
PERÍODOS MÍNIMOS DE DESCANSO
ORDENACIÓN DEL TIEMPO DE TRABAJO
—
OTROS
ASPECTOS
DE
LA
Artículo 3. Descanso diario.
Los Estados miembros adoptarán las medidas necesarias para que todos los
trabajadores disfruten de un período mínimo de descanso diario de 11 horas
consecutivas en el curso de cada período de 24 horas.
EXCEPCIONES
Artículo 17. Excepciones
1. (...)
2. Mediante procedimientos legales, reglamentarios o administrativos o mediante
convenios colectivos o acuerdos celebrados entre interlocutores sociales y siempre
que se concedan períodos equivalentes de descanso compensatorio a los
trabajadores de que se trate, o siempre que, en casos excepcionales en que por
razones objetivas no sea posible la concesión de tales períodos equivalentes de
descanso compensatorio, se conceda una protección equivalente a los
trabajadores de que se trate, podrán establecerse las excepciones previstas en los
apartados 3, 4 y 5.
3. De conformidad con el apartado 2 del presente artículo, podrán establecerse
excepciones a los artículos 3, 4, 5, 8 y 16:
a) (....)
b) para las actividades de guardia y vigilancia que exijan una presencia
continua con el fin de garantizar la protección de bienes y personas, y en
particular cuando se trate de guardianes, conserjes o empresas de seguridad;
En definitiva, la Orden General se convierte en la norma reglamentaria que traspone el
descanso diario de 11 horas, con la finalidad de proteger la seguridad y salud del
guardia civil, al tiempo que establece (entre otras) una excepción y es que por medidas
organizativas entre las que se encuentran las de conciliación, o necesidades del servicio no
deba tener esa duración de 11 horas, pudiendo quedar limitado a 8 horas, y siempre que se
compense el tiempo no descansado lo antes posible.
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Esa dicción nos impide, salvo casos muy excepcionales, nombrar servicios en la fórmula
conocida como “triplete” es decir, tres servicios entre los que median descansos de 8 horas,
sencillamente porque el tiempo no disfrutado en un descanso de 8 horas ha de disfrutarse lo
antes posible y difícil sería justificar que tras un nuevo servicio tampoco pueda tener un
descanso de 11 horas ni compensar aquél anterior que no pudo disfrutar.
Por el contrario, menos dificultad existe para nombrar lo que conocemos como “doblete”, es
decir, dos servicios entre los que media un descanso de 8 horas, porque tras el siguiente
servicio podríamos adicionar al descanso las horas de descanso que anteriormente no
fueron disfrutadas. No obstante, no debemos olvidar que cuando nombramos un doblete,
un descanso de solo 8 horas, estamos aplicando una excepción, nos estamos apartando
de la regla general que es el descanso de 11 horas y, apartarse de la regla general requiere
de motivación bien en razones organizativas o bien en necesidades del servicio
(Artículo 14.1 b)), máxime cuando se afecta a un derecho tan importante como el de
proteger la salud.
Surge el problema cuando es el guardia civil el que por motivos de conciliación familiar
renuncia de forma expresa al descanso de 11 horas que, no olvidemos, tiene por fin la
protección de su salud. Nos encontramos con dos derechos en conflicto, recogidos ambos
como derechos profesionales en la Ley Orgánica 11/2007 de derechos y deberes de los
miembros de la Guardia Civil.
Artículo 28 Régimen de horario de servicio
2. Sin perjuicio de las necesidades derivadas del cumplimiento de sus funciones, para
la determinación de la jornada y el horario de trabajo y, en su caso, el régimen
de turnos, se tendrá en cuenta la conciliación de la vida familiar y laboral del
Guardia Civil.
Artículo 31 Prevención de riesgos laborales y protección de la salud
Los miembros de la Guardia Civil tienen derecho a una protección adecuada en
materia de seguridad y salud en el trabajo, con las peculiaridades propias de las
funciones que tienen encomendadas.
La Administración General del Estado promoverá las medidas necesarias para
garantizar, en lo posible, la seguridad y salud del personal de la Institución al
utilizar los medios y equipos puestos a su disposición, con especial atención a los
riesgos específicos que se deriven de sus funciones. A tal fin desarrollará una política
activa de prevención de riesgos laborales y vigilancia de la salud y proporcionará los
equipos de protección individual necesarios para el cumplimiento de su misión,
facilitando la formación e información suficientes en materia de prevención.
Ante el tenor literal de ambos artículos cabe decir respecto a la conciliación de la vida
familiar y laboral que es a la Administración a la que se impone esa obligación, que ha sido
abordada mediante la Orden General nº 11 por la que se “determinan los regímenes...” El
artículo 28 de la LO 11/2007 de Derechos y Deberes ordena que en la determinación de la
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jornada sea tenida en cuenta la conciliación de la vida familiar y laboral, cosa distinta al mero
nombramiento del servicio.
Los mandos no determinan los regímenes de horario o de descanso. Esa es una función que
corresponde a la Administración, por lo que los mandos únicamente habrán de nombrar el
servicio dentro de los regímenes determinados reglamentariamente por la Administración
que en este caso hace la OG de Jornada.
Cabría pensar que al introducirse más descansos entre los servicios se impide la
acumulación del trabajo y con ello también se impide la acumulación de tiempo libre,
dificultándose la posibilidad de conciliar la vida familiar y laboral. Sin embargo, la OG de
Jornada y Horarios introduce nuevos mecanismos de compensación, como los descansos
singularizados, que incrementan el tiempo libre de los guardias civiles y que incide en favor
del derecho de conciliación. En otras palabras, la Administración ha dispuesto
mecanismos para favorecer la conciliación, distintos a la tradicional acumulación de
trabajo. Con la nueva norma se incrementa el descanso entre servicio, protegiendo la salud
y favoreciendo la seguridad, al tiempo que con los descansos singularizados se incrementa
también el tiempo de descanso, favoreciéndose la conciliación.
Los mandos, mediante el nombramiento del servicio, no debieran recurrir en exceso al
descanso de 8 horas ni con dobletes ni mucho menos con tripletes, pues como se anticipó,
se trata de una excepción que se aparta de la regla general, que debe ser motivada
(razones organizativas o necesidades del servicio) y que, mediante un uso que excediese de
lo excepcional, desvirtuaría la pretendida protección de la salud que busca establecer la
Orden General de Jornada en trasposición de la Directiva Europea.
Al nombrar el servicio recurriendo a las excepciones, están afectando a las condiciones de
trabajo, con la responsabilidad que de ello se puede derivar si se afecta a la seguridad o
salud de los trabajadores.
Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales en su artículo 4.7 Se entenderá
como "condición de trabajo" cualquier característica del mismo que pueda tener una
influencia significativa en la generación de riesgos para la seguridad y la salud del
trabajador. Quedan específicamente incluidas en esta definición:
d)
Todas aquellas otras características del trabajo, incluidas las relativas a su
organización y ordenación, que influyan en la magnitud de los riesgos a que esté
expuesto el trabajador
Por su parte, los trabajadores, en este caso los guardias civiles, también están obligados a
cumplir las normas que se dirigen a proteger su salud y seguridad en el trabajo. En este
sentido, el artículo 29 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales establece como
obligación de los trabajadores:
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Obligaciones de los trabajadores en materia de prevención de riesgos:
1. Corresponde a cada trabajador velar, según sus posibilidades y mediante el
cumplimiento de las medidas de prevención que en cada caso sean adoptadas, por
su propia seguridad y salud en el trabajo y por la de aquellas otras personas a las
que pueda afectar su actividad profesional, a causa de sus actos y omisiones en el
trabajo, de conformidad con su formación y las instrucciones del empresario.
2. Los trabajadores, con arreglo a su formación y siguiendo las instrucciones del
empresario (y Administraciones Públicas), deberán en particular:
(...)
5.
Contribuir al cumplimiento de las obligaciones establecidas por la
autoridad competente con el fin de proteger la seguridad y la salud de
los trabajadores en el trabajo.
6.
Cooperar con el empresario para que éste pueda garantizar unas
condiciones de trabajo que sean seguras y no entrañen riesgos para la
seguridad y la salud de los trabajadores.
La protección de la salud, de la seguridad en el trabajo, es irrenunciable tanto para la
administración como para el guardia civil.
En este sentido podemos afirmar que el descanso suficiente, no solo es un derecho del
guardia civil, sino también una obligación, pues de que se respete depende su salud, su
seguridad y la de terceras personas.
No siempre es posible renunciar a un derecho. En el marco de las relaciones administrativas
en las que se desenvuelve la relación funcionarial, el artículo 90 de la Ley 30/1992,
establece que todo interesado podrá renunciar a sus derechos cuando ello no esté prohibido
por el Ordenamiento Jurídico, y en este caso el trabajador, el guardia civil, está obligado a
contribuir con las obligaciones (que en muchas ocasiones tienen doble faceta de
derecho/obligación) que le imponen las autoridades competentes a fin de proteger la salud,
como es el descanso suficiente de 11 horas, como elemento para proteger el derecho a la
vida e integridad física, derecho sobre el que no tiene disponibilidad ni los poderes públicos
ni el propio afectado.3
3
Cuando hablamos de del derecho a la protección de la salud, no podemos perder de vista su intima relación con
el derecho a la vida, derecho que entre sus características encontramos la llamada indisponibilidad. Los derechos
fundamentales, como el derecho a la vida, son inviolables, irrenunciables, intransitables, personalísimos e
indisponibles. Se habla de indisponibilidad en un doble sentido. INDISPONIBILIDAD ACTIVA, en cuanto no son
alienables por el sujeto que es titula. Es decir, el propio Titular esta obligado a respetar sus propios derechos, e
INDISPONIBILIDAD PASIVA, a no ser exportables o limitables por otros sujetos. De este modo, paradójicamente,
los Derechos Fundamentales, constituyen un límite, no sólo a los poderes constituidos, sino también
para la propia autonomía de sus titulares.
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En conclusión, las renuncias al derecho al descanso de 11 horas, cuando se formulen
con carácter de generalidad, (aquellas en las que se solicita que no se les aplique
descanso de 11 horas con carácter general) debieran ser rechazadas por los mandos, pues
no se está renunciando a un descanso concreto y puntual sino que esa renuncia afecta a la
protección a la salud que está obligada a prestar la Administración y, en este caso, los
mandos deben contribuir a esa protección4.
Los guardias civiles tienen derecho a la conciliación de la vida familiar, pero no en el modo
que cada uno quiera, sino mediante descansos singularizados, descansos semanales,
descansos acumulados, etc., que han sido previstos en la norma.
Todo lo dicho, sin perjuicio de que el mando5, en casos puntuales y particulares, previa
motivación, pueda aplicar las excepciones previstas en la norma, pero nunca mediante la
renuncia generalizada al descanso diario de 11 horas, es decir, nunca permitiendo una
renuncia permanente a la protección de su salud que proporciona el descanso diario.
4
Reales Ordenanzas FAS. Artículo 76. Seguridad en el trabajo.
Será responsabilidad y preocupación constante de todo el que ejerce mando velar por la seguridad y
prevención de riesgos en el ejercicio profesional del personal a sus órdenes, las condiciones sanitarias de las
instalaciones y de la alimentación, así como el cumplimiento de la normativa general adaptada a las
peculiaridades propias de sus funciones.
5
Reales Ordenanzas FAS. Artículo 39. Conciliación de la vida profesional, personal y familiar.
Será consciente de la importancia que tiene para su unidad y para quienes forman parte de ella, la aplicación de
las normas sobre conciliación de la vida profesional, personal y familiar. Facilitará esa conciliación en todo
aquello que sea de su competencia, teniendo en cuenta las necesidades del servicio.
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ANEXO
FAQ,s de la Dirección General de la Guardia Civil
25.- Interpretación del término “con carácter general” del art. 14.1.a):
El carácter general que establece la orden general ha de entenderse referida al conjunto del periodo
de referencia que corresponde a cada régimen de servicio, y por lo tanto, será el predominio de los
descansos diarios de al menos 11 horas consecutivas en dichos periodos el que garantice el
cumplimiento de la norma, siempre que los descansos por tiempo inferior o superior no estén
afectados por vacaciones, permisos, nocturnos…
26.- Interpretación ausencia término “consecutividad” del art. 14.1.a):
Las once horas que establece el párrafo a), de disfrute con carácter general, deben ser consecutivas
ya que no se pueden dividir en periodos de disfrute antes y después del servicio diario, sino que
deben disfrutarse después del último servicio.
27.- Conciliación de la vida profesional y personal en el disfrute del descanso diario y
prevalencia de las solicitudes por razones de conciliación de la vida profesional y personal de
reducción del descanso diario de 11 a 8 horas respecto a las razones organizativas:
De acuerdo con la interpretación del término “con carácter general”, establecida en la pregunta 25, las
razones organizativas, incluidas dentro de las mismas las de conciliación, están consideradas como
posibilidades para la reducción de 11 a 8 horas consecutivas del tiempo de descanso diario, siempre
que se respete el disfrute de 11 horas en el periodo de referencia que corresponda. Ha de tenerse
además en cuenta que para garantizar una más adecuada conciliación personal y profesional, se han
regulado en la Orden los descansos singularizados adiciones que tienen precisamente esa finalidad.
No hay prevalencia de unas sobre otras porque el propio artículo incluye las razones de conciliación
dentro de las organizativas.
28.- Definición razones organizativas:
Razones organizativas deben ser valoradas por el mando correspondiente en función de cada caso
concreto, mientras que las necesidades del servicio ya están definidas en la orden.
29.- Planificación y nombramiento de servicios basados en descansos diarios de
11 horas:
Los servicios no tienen que ser siempre de 8 horas, sino que pueden tener una duración inferior para
ajustar la jornada de trabajo.
30.- Posibilidad de nombrar un servicio de prestación combinada inmediatamente después de
la finalización de un servicio de actividad.
No es posible.