menú patagónico

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Premi per activitats d’alt nivell i expedicions 2012. Formulari
Entitat sol·licitant:
ASSOCIACIÓ EXCURSIONISTA MONTMELL
Activitat:
Primera repetició de la via Guillotina (A. Guillaumet), Ascenció via Maestri (Cerro Torre), Internt v. Potter-Davis (A. Poincenot), v. Guillot (A. Guillaumet)
Categoria a la que es presenta:
escalada en gel i drytooling
Escalada en paret
alpinisme extraeuropeu
Altres activitats d’alt nivell
Alpinisme europeu
Dates de l’activitat:
Del 15 de novembre al 15 de desembre de 2011
Integrant 1
Nom:
Cognoms:
JOAN
SOLÉ ROVIROSA
Entitat:
AEM
Integrant 2
Nom:
Cognoms:
ELOI
CALLADO PALLARÈS
Entitat:
GEDE
Integrant 3
Nom:
Cognoms:
Entitat:
En cas que l’activitat s’hagi realitzat amb més de 3 integrants, caldrà completar i facilitar aquestes mateixes dades en un full
apart.
Descripció de la via/ zona
Localització i orientació de la via (si s’escau)
Patagónia Argentina. Massis del Fitz Roy i Cerro Torre.
Descripció tècnica: dificultats, desnivells, distàncies,...
-Via Guillotina (7a, 300 m.) cara nord agulla Guillaumet. (primera repetició d’aquesta via)
-Via Maestri “del compresor” (6b+, A2, Ae, 80º, 1250 m.) cara sud-est Cerro Torre. (un vivac en paret).
- Via Potter-Davis (7a, 75 º, 500 m.) cara nord agulla Poincenot. (ruta no acabada per mal temps. No cim).
- Via Guillot-Conqueugniot (5,70º, 250 m.) cara est agulla Guillaumet. (9h. De puente elèctrico a cim)
-.
Calendari de l’activitat (p.ex.: 21 d’abril – aproximació):
Dia 21 de novembre, Agulla Guillaumet pel couloir Guillot, escalada del tirón, sortint de Puente Electrico el mateix dia, a les 12h del migdia, i fent cim a les 9 del vespre,
després ràpels i baixar fins a la vall del riu eléctrico..
Dies 1,2 i 3 de desembre Cerro Torre per la Maestri (primer cim del torre d'aquesta temporada per Korra i Miji (Ragni route), segona per una cordada de 3 Txecs (Maestri) i
la tercera per Eloi i jo el dia 2 de desembre a les 22:15 h. - cim del fong-) (una mica d'hora potser per escalar aquest tipus de via. trobem les fissures plenes de gel i verglas i
vam haver de tallar lleixa per bivac en R10. La nostra ascenció ha resultat ser la última per la original ruta “del compresor”, abans que en Jason Kruk y Hayden Kennedy, el
17 de gener de 2012, retiressin 150 pitonises de buri d’aquesta via.
Dies 7 i 8 de desembre Agulla Poincenot intent a la ruta Potter-Davis 500m. WI4, 7a, A1 de la cara Nord. Ens baixem a 300 m. del cim, per entrada de forts vents de NW
(uns dies abans Oriol i Roger van escalar la seva primera repetició des de que es va obrir el 2001)
Dia 14 de desembre, fem la primera repetició a la via Guillotina (7ª, 300 m.) a la cara nord de la Guillaumet , oberta el febrero de 2010 per Luciano Forenza i Federico Arleti
Documents adjunts
fotocòpia de la llicència dels integrants de l’activitat
documentació gràfica (ressenyes, fotografies,...)
dossier explicatiu de l’activitat
Altres:
MENÚ PATAGÓNICO
Viajar y escalar es a veces para muchos de nosotros la combinación perfecta para
descubrir montañas y lugares nuevos del mundo, así cómo las gentes y cultura del
lugar.
Pero siempre hemos pensado que si algún día nos jubilamos con una pensión
“digna” (que viendo como están las cosas lo dudamos mucho...) otra forma de
viajar y conocer el mundo bien puede ser la gastronomía, deleitarse con los sabores
y fragancias de cada lugar, hincharse de productos típicos hasta reventar y beberse
el final de fiesta de la vida a grandes tragos de vino autóctono.
Pero viendo que con cada nuevo decretazo de reforma laboral aquí no va haber
ni Dios que se jubile a tiempo (y menos con una buena dentadura) para disfrutar
del pecado capital de la gula, no nos toca otro remedio que seguir como siempre:
viajar ni que sea por curiosidad, comer lo que se pueda cuando se pueda y
quemarlo todo, la curiosidad y las calorías, escalando.
Así que aterrizamos en El Chaltén con curiosidad sí, pero sobretodo con mucho
frío, mucho viento y sin ningún objetivo claro en mente (si ya cuesta tener
objetivos en la vida, pues imagínate en Patagonia, que es “lo que el viento se
llevó”...). Por suerte, el Chef del lugar con cinco estrellas Michelín, Oriol B., nos
prepara, a modo de entretenimiento para engañar el apetito, un pequeño menú
Degustación a base de deliciosos sectores freekis de buen sabor inicial en boca
mientras esperamos , como quien espera al Mesías, a que venga una ventana de
buen tiempo. Compartimos cabaña y, sobretodo, mucha cerveza, beefs de chorizo y
vino Malbec, con las alcalinas triple A (Alfons V., Alfons G. y Araceli S.) y nos
dejamos todos juntos la neurona para aprender a “chequear” las distintas y
cambiantes webs de meteo.
Se suceden los días y las cervezas, y a la primera mini ventana sin viento, para
abrir boca, el Chef nos recomienda como aperitivo, o mas bien como Entrante frío
al Menú Patagónico, una rápida ascensión a la Guillaumet por la clásica Guillot,
una deliciosa combinación de distintas texturas (nieve, hielo y roca) y contraste de
sabores y colores; rápida, apta, como si de un canapé ligero se tratara, para todos
los paladares, que no defrauda ni al más sibarita y de fácil digestión.
Al cabo de unos días de más paciencia, fiesta nocturna en la cervecería y de dieta
hiperproteica a base de asados e hipercalórica a base de alfajores de dulce de leche
entre plato y plato, el tiempo amenaza bueno para tres días y nos lanzamos junto
con los triple A al valle del Torre dispuestos a engullir con un apetito voraz nuestro
plato principal del menú: la Maestri y su, aún más famoso, compresor termo-mix,
que fue en su tiempo imprescindible para elaborar el plato.
Las triple A se suben por la Exocet al Standhart y nosotros nos empachamos a
escalar largos y largos de roca, mixto y hielo; libre y artificial, y un empalagoso
hongo-merengue final que te hace llegar a la cima con la boca llena de nata-nievemontada. Y nada mejor que un buen digestivo para hacer “bajar” todo ello, como
pasarse toda la noche rapelando para llegar a media mañana al campamento. Al
día siguiente, con los cinco juntos de nuevo y sin un triste cacahuete que echarse a
la boca, ayunamos y purificamos nuestra sangre y espíritu (más por necesidad que
por convicción) hasta El Chaltén, dónde nos entregamos (ahora sí con una
convicción absoluta) a los placeres terrenales y a la Dieta Yo-yo, consistente en
recuperar los kilos perdidos, bulímicamente y de la forma más rápida posible.
Pero por desgracia, cuando tan solo llevamos un día y medio comiendo en el
pueblo, vuelve a amenazar un par de días buenos y, a medio digerir aún nuestro
Torre, toca subirse para arriba para que nos sirvan el segundo plato del menú. De
la extensa carta patagónica, hemos elegido la vía Potter de la Poincenot, ya que
después de tanto frío en el Torre nos apetece algo calentito, de escalar mucho y
sufrir poco, pero eso sí, de calidad (nada de comida basura, no) y recomendada por
el Chef, ya que él mismo se la comió hace unos días junto con Roger y, según ellos,
estaba buenísima. Vamos, un capricho patagónico en toda regla, porque sí, porque
nos lo merecemos y porque, que carai, un día es un día...
Pues no. El capricho se nos atraganta y a media vía el viento se nos hace
insoportable y resulta imposible terminar de comerse el plato. En esos momentos,
Patagonia hace honor a su sobrenombre de Put... Agonia.
Bajamos con mal cuerpo por la indigestión, pero después de unos pocos días de
terapia fiestera por el pueblo, y con la fecha de partida próxima, vamos a por el
postre... y es que uno no puede levantarse de la mesa hasta que no se lo haya
comido todo: es de muy mala educación.
Volvemos a la Guillaumet, pero esta vez por su vertiente opuesta, a zamparnos una
primera repetición de una vía abierta hace un par de temporadas. El postre está
elaborado con granito de color anaranjado exquisito y textura delicada, recubierto
de frío helado en las fisuras de abajo y matices picantes desplomados y difíciles de
roer arriba, todo bien servido, y quizás un pelín “fuerte” para nuestro gusto , y
sobretodo, antebrazos.
Esa misma noche, después de tomarnos el café rápidamente y sin tiempo de hacer
la sobremesa, llegamos al pueblo para, a las seis de la mañana, ir a tomar el avión.
Por suerte, ya en Buenos Aires, copa y puro (también algún último alfajor) y una
buena siesta para digerirlo todo.
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