Las formaciones vegetales

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La vegetación
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LAS FORMACIONES
VEGETALES
La vegetación o flora es el conjunto de especies vegetales de un territorio.
Los grandes conjuntos florísticos se denominan reinos florales que se
subdividen en regiones. La Península Ibérica forma parte del reino
holártico que comprende las tierras continentales al norte del Trópico de
Cáncer y consta de tres regiones florales:
• Región boreoalpina (zonas elevadas de los Pirineos y de la
Cordillera Cantábrica)
• Región Eurosiberiana (norte de la península y algunos sectores
del Sistema Central y el Sistema Ibérico).
• Región mediterránea (resto de la Península)
Los factores más importantes que influyen en la vegetación son: el clima,
el relieve, el suelo y las actividades humanas.
• El clima es el factor más importante. La temperatura, las
precipitaciones, la exposición al sol....determina que las especies
vegetales se puedan desarrollar en un lugar o no. Así se puede
hablar de una vegetación xerófila si se adapta bien a la sequía,
vegetación higrófila si se adapta a zonas húmedas; vegetación
umbrófila si se adapta a las zonas sombrías y luz escasa;
vegetación termófila si no tolera grandes descensos de
temperatura; vegetación criófila si se adapta a climas fríos
• El relieve influye, como ya se ha visto, en el clima y por lo tanto
también en la vegetación. La altura hace disminuir las
temperaturas y aumentan las lluvias por lo que en las montañas
existe, en lo que se refiere a vegetación, pisos bioclimáticos o
cliseries.
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•
En las montañas también hay que distinguir si la vertiente es
solana, orientada al sur y que suele ser cálida, seca y que recibe
mucha insolación, o de umbría orientada al norte con menor
insolación, más fresca y más húmeda.
• Las propiedades del suelo también influyen en el tipo de
vegetación. Así por ejemplo hay especies que prefieren los suelos
siliceos (alcornoque), otras se adaptan mejor a suelos calizos.
Las actividades humanas han modificado la vegetación, explotando a lo
largo de los siglos los bosques para distintos usos y repoblando con
especies que no son autóctonas.
Se entiende por especies autóctonas las que son originarias del lugar.
Pueden ser silvestres si se desarrollan de forma natural en grandes espacios
sin que haya habido intervención humana, o bien pueden ser endémicas si
se encuentran en un determinado territorio. En España hay muchos
endemismos, sobre todo en Canarias y en Andalucía ( por ejemplo el
drago, la palmera canaria, el pinsapo en la Sierra de Grazalema....)
La vegetación española cuenta con una gran diversidad de especies (unas
6000), fruto de la variedad de sus rasgos físicos (distintos climas, suelos y
relieves), de la posición de puente de la Península y de su originalidad de la
vegetación canaria.
Las formaciones vegetales son grupos de vegetación individualizados por
su tamaño y por su fisonomía. Los tres tipos básicos son el bosque, el
matorral y el prado. Puede tratarse de formaciones “climax” o potenciales
(surgidas en relación con su medio natural, sin intervención del ser
humano) o formaciones secundarias (debidas a la actuación humana). Las
formaciones vegetales se disponen en comunidades cuyo conjunto
constituye el paisaje vegetal de un área. Dado que el clima ejerce una
influencia decisiva sobre la vegetación, estudiaremos los paisajes vegetales
según las áreas climáticas.
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EL PAISAJE VEGETAL DEL CLIMA OCEÁNICO.
Está constituido por el bosque caducifolio formado por árboles altos, con
tronco recto y liso y hojas grandes. Este tipo de bosque posee pocas
especies. Las más características son el roble o “Carballo”y el haya. Otros
como el castaño, fresno, tilo, olmo, avellano, abedules y arces tienen un
carácter secundario. En el sotobosque crecen helechos en un ambiente
húmedo y sombrío causado por las copas de los árboles.
• El haya tolera mal el calor y muy bien el frío y exige gran
humedad, por lo que es un árbol de montaña que se adapta bien a
suelos calizos y silíceos aunque prefiere los calcáreos. Su
crecimiento es bastante rápido. Su madera dura y de buena
calidad se emplea para elaborar muebles y utensilios. El haya
forma bosques específicos o mixtos con el roble. Su área principal
se encuentra en la Cordillera Cantábrica y en el Pirineo navarro.
• El roble no soporta los veranos calurosos, tiene menos tolerancia
al frío que el haya y exige menos humedad por lo que se ubica en
altitudes más bajas. Su crecimiento es lento. Su madera dura se
emplea para la construcción y para la industria de muebles y
barcos. Su superficie se ha visto reducida. Su área de mayor
expansión es Galicia y la Cordillera Cantábrica.
• En el área correspondiente al clima oceánico de transición
aparece también el bosque marcescente con especies de rebollo y
quejigo que son árboles de menor altura que mantienen sus hojas
secas hasta el nacimiento del nuevo brote.
A lo largo del tiempo han ido desapareciendo extensas áreas de
bosque caducifolio. La utilización de maderas de roble y de haya
para la fabricación de muebles y barcos, la utilización de su madera
como leña, los incendios forestales, etc. Han hecho que los bosques
caducifolios hayan reducido mucho su extensión.
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En la actualidad se han repoblado grandes extensiones, antes
ocupadas por el bosque caducifolio, con árboles de crecimiento
rápido y un buen aprovechamiento económico como el pino (madera
y resina) y el eucalipto (celulosa y pasta de papel). Estas
repoblaciones han sido muy criticadas porque las hojas de ambos
árboles contribuyen al empobrecimiento del suelo y porque son
especies que arden con mayor facilidad en caso de incendio.
• La landa es una densa vegetación de matorral. Sus especies mas
abundantes son el brezo, el tojo, los zarzales, el boj, los rosales
silvestres y la retama. La landa aparece por degradación del
bosque caducifolio o en alturas entre 1600 y 2000 metros.
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Los prados ocupan grandes extensiones de terreno en los paisajes
oceánicos. En ellos abunda la vegetación herbácea y los
pastizales.
EL PAISAJE VEGETAL EN EL CLIMA MEDITERRÁNEO
Tiene como formación característica el bosque de hoja perenne y el
matorral (maquía, garriga y estepa). Estas formaciones están adaptadas a la
sequía estival mediante diversos sistemas: extendiendo las raíces para
captar el agua, con hojas perennes y esclerófilas (duras y coriáceas) ,
sustituyendo las hojas por espinas, etc.
El bosque perennifolio está formado por árboles de mediana altura, con
troncos no rectilíneos, de corteza rugosa y gruesa, cuyas ramas crean copas
globulares y amplias que proyectan sombras sobre el suelo para mitigar la
insolación y la evaporación. Las especies más características son la encina
y el alcornoque.
• la encina es el árbol más característico y extendido del clima
mediterráneo. Es resistente a la sequía y se adapta a todo tipo de
suelos. Su madera es muy dura y resistente y su fruto, la bellota,
para alimentar al ganado. Los bosques de encinares mejor
conservados se encuentran en Sierra Morena. Extremadura y la
Sierra de Guadarrama.
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• El alcornoque necesita inviernos suaves, cierta humedad
(superior a 500 mm) y suelos silíceos por lo que se encuentra en
Extremadura, en zonas de la depresión del Guadalquivir y al NE
de Cataluña. Su madera se utiliza para elaborar toneles y barcos y
de su corteza se obtiene el corcho.
• El pino es una formación vegetal secundaria que se adaptas a
condiciones extremas de frío, calor, humedad y aridez, así como a
suelos diversos. Se ha extendido por muchas zonas como
resultado de la acción humana dada su gran rapidez de
crecimiento y por el aprovechamiento económico de su resina y
su madera. Su morfología aparece definida por su copa cónica,
pequeñas hojas aciculares y escaso sotobosque debido a que las
acículas producen acidez en los suelos y se descomponen mal.
Existen muchos tipos de pinos: pino negral, pino rodeno, pino
laricio, pino piñonero, pino silvestre, pinsapo...
• El bosque perennifolio se ha visto mermado en su extensión por
la explotación abusiva durante siglos, los incendios forestales y la
acción humana. Actualmente se intenta conservarlo mediante el
sistema de la dehesa que consiste en aclarar el bosque de encinas
y alcornoques y combinar el aprovechamiento de su fruto, de su
leña y su madera, con la agricultura, el pastoreo.
El matorral mediterráneo no es una formación climax sino el resultado de
la degradación del bosque por el ser humano. Presenta tres tipos
característicos:
• La maquía o maquis es una formación arbustiva densa, casi
impenetrable, con arbustos de más de 2 metros. Está integrada por
un matorral esclerófilo como la jara, el brezo, el lentisco y la
retama.
• La garriga está formada por arbustos y matorrales de poca altura
que dejan zonas sin cubrir, donde aparece la roca al desnudo, sin
vegetación. Las especies características son el tomillo, el romero
y el espliego.
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• La estepa se encuentra en la zona semiárida del sureste peninsular
dónde la sequía impide el crecimiento de los árboles y en zonas
donde la garriga ha sido degradada por la acción humana. Está
formada por hierbas bajas, entremezcladas con arbustos
espinosos, nudosos, bajos y discontinuos que dejan al descubierto
suelos. Las especies más características de la estepa son el
palmito, el tomillo, el esparto, el espárrago.
EL PAISAJE VEGETAL DE RIBERA.
La vegetación en las márgenes de los cursos fluviales se caracteriza por la
adaptación de las especies a la humedad y permanencia del agua en el
suelo, dando lugar a cintas de vegetación de anchura variable, desde
decenas de metros a varios kilómetros. La vegetación de ribera tiene dos
características: la adaptación a la humedad y la disposición simétrica en
bandas.
Existe una gran variedad de arbustos y árboles de ribera como el abedul, el
olmo, el freno, el sauce, el aliso ... En el exterior predominan los chopos,
álamos y fresnos. Arbustos como laureles, majuelos, rosales silvestres,
zarzamoras, hiedras, madreselvas...
La vegetación de ribera está en claro retroceso, reduciéndose a sendas
líneas de vegetación en las márgenes. La causa de esta reducción está en
relación con la potencialidad de estas tierras para los cultivos de regadío.
EL PAISAJE VEGETAL CANARIO.
Las Canarias tienen una gran riqueza en lo que se refiere a vegetación. Su
proximidad al continente africano, su naturaleza volcánica y su carácter
insular y subtropical ha hecho que en las islas exista un gran número de
especies endémicas, exclusivas de Canarias como el drago.
La vegetación canaria está escalonada. En los pisos mas bajos, donde hay
una gran aridez por la ausencia de lluvias, la vegetación es de matorral
xerófilo con especies como el cardón y la tabaiba
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Hasta los 800 metros, las condiciones de temperatura y lluvia varían lo que
permite el crecimiento de árboles como el drago, la sabina y la palmera
canaria
Entre los 800 y los 1200 metros se desarrolla el bosque de laurisilva. Las
continuas nieblas provocadas por los alisios, las temperaturas más frescas y
la menos insolación, permiten el desarrollo del bosque de laurisilva, muy
denso en los suelos más profundos y desarrollados, los helechos ocupan los
barrancos y la formación arbustiva del fayal y del brezal aparece cuando se
ha degradado el bosque de laurisilva por acción humana.
Hasta los 2200 m. crece el bosque de coníferas, con el pino canario como
especie fundamental.
A más de 2200 metros, existe una pobre vegetación de retamas debido al
frío, pero de una gran riqueza endémica florística.
El relieve poco acusado de las islas de Lanzarote y Fuerteventura, marca un
cambio en la vegetación.
La falta de montañas elevadas impide a los vientos alisios originar mares
de nubes por lo que hay ausencia total de laurisilva.
LA VEGETACIÓN DE MONTAÑA.
La altitud genera una estratificación de las especies vegetales en pisos de
vegetación. Esto es lo que se conoce con el nombre de cliserie. El efecto de
la altura sobre las precipitaciones (lluvias orográficas y efecto foehn), sobre
las temperaturas (desciendes 0.6º cada 100 metros ) y la orientación de las
vertientes (barlovento y sotavento y solana o umbría) provoca una
variación de la vegetación que se tiene que adaptar a condiciones diferentes
de suelo y clima. (ver vocabulario).
En las montañas alpinas o pirenaicas nos podemos encontrar con los
siguientes pisos de vegetación:
1- En el piso subalpino ( entre 1200 y 2400 m., hay coníferas como el
abeto, el pino negro, y el pino silvestre. El abeto puede formar
bosques mixtos con el haya.
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2- En el piso alpino (entre 2400 y los 3000 m.) el árbol ya no crece
debido a las bajas temperaturas por lo que abundan los prados
alpinos y los piornales y rocas al desnudo con canchales y pequeñas
plantas rupícolas, es decir, adaptadas a vivir en las rocas.
3- El piso nival está por encima de los 3000 m, presenta nieve casi todo
el año y la vegetación es inexistente. Cuando la nieve desaparece
pueden aparecer pequeñas plantas rupícolas como musgos y líquenes
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