RECOMENDACIÓN MAYO 2009 DESARROLLE INSTRUCCIONES Y PAUTAS DE ALARMA PREIMPRESAS PARA PACIENTES ATENDIDOS EN GUARDIA Los incidentes y reclamos originados en situaciones de guardia suelen ser frecuentes y de alta intensidad. Las personas que acuden a estos servicios son en general adultos jóvenes en plena actividad o bien niños, y la situación de emergencia los encuentra habitualmente en pleno estado de salud. La incapacidad y la muerte son escenarios repetidos en este ámbito. En caso de presumir un daño causado por impericia, imprudencia o negligencia, estos pacientes suelen estar más propensos a iniciar acciones legales ya que, a diferencia de otros ámbitos, no se alcanza a desarrollar una relación médicopaciente que ayude a minimizar esta posibilidad. En muchos juicios originados en la guardia de emergencias el demandante alega que no se le dio ninguna pauta de alarma ni instrucción específica y la defensa sostiene que el paciente se complicó porque no cumplió con las indicaciones dadas (ej: nueva consulta si continúan o se agravan los síntomas, consulta en 24hs , etc). Casos muy costosos de meningitis a partir de otitis media, de complicaciones de traumatismos de cráneo o de peritonitis a partir de un dolor abdominal mal manejado suelen basarse en las pautas de alarma que se le dieron al paciente. Si bien la principal preocupación del médico debe ser la atención, no debe subestimarse el papel que juegan las instrucciones dadas en un proceso judicial. El prolongado tiempo generalmente transcurrido entre la consulta en la guardia y el juicio suele jugar a favor del demandante. Cuando no hay ninguna documentación de las instrucciones es probable que se confíe más en la memoria del paciente que en la del médico ya que, para el primero, el episodio vivido en la guardia es un evento único e infrecuente en su vida y para el médico y las enfermeras es un caso más de los miles que se atienden por año en un servicio de emergencias. De hecho, es difícil que el personal de salud recuerde a los pacientes de guardia a no ser que se hayan presentado circunstancias excepcionales. Si bien todos los médicos de guardia brindan pautas de alarma e instrucciones a sus pacientes, sólo una pequeña minoría documenta en el libro u hoja de guardia cuáles fueron dichas indicaciones. Los más previsores suelen escribir (cuando tienen espacio) en forma genérica: “Se dan pautas de alarma”. Lo más frecuente es no encontrar ninguna referencia escrita de este hecho. Las justificaciones de los médicos de guardia suelen ser entendibles (sobrecarga de pacientes, falta de tiempo para una documentación minuciosa, otras prioridades, etc). Sin embargo, estas justificaciones no alcanzan para una defensa exitosa. Dada esta falta de tiempo y, teniendo en cuenta la patología prevalente en guardia, algunas instituciones han comenzado a desarrollar pautas de alarma preimpresas para las presentaciones más frecuentes, por ejemplo: Cefalea Dolor precordial Dolor abdominal Asma bronquial Diarrea aguda Infección urinaria Neumonía Descompensación diabética Traumatismo de cráneo Arritmias Cólico renal Otitis Hipertensión arterial El médico de guardia instruye al paciente, le brinda verbalmente las pautas de alarma y le entrega una ficha preimpresa que es el reflejo de la información brindada. En el libro u hoja de guardia, sin necesidad de transcribir todas las pautas se escribe “Se brindan verbalmente pautas de alarma y se entregan al paciente instrucciones escritas según su cuadro”. El paciente debe firmar que ha recibido dichas pautas. La firma del paciente de que las ha leído y comprendido lo hace responsable en el caso de daños por falta de cumplimiento. Muchos médicos sólo anotan las indicaciones y pautas de alarma en la historia y no le hacen firmar nada al paciente. Sin embargo, desde el punto de vista legal, la prueba de que el paciente estaba al tanto de lo que tenía que hacer se facilita con un documento firmado. Los casos legales asociados con malas evoluciones suelen demostrar lo siguiente: El seguimiento programado desde la guardia expone menos que dejar la responsabilidad del seguimiento a la discrecionalidad el paciente o Ej: “Vuelva en 24 hs a control en tal lado y con tal médico” vs “ cualquier cosa, consulte con su médico” (la mayoría de las personas no tiene médico de cabecera) Las instrucciones específicas referidas a las acciones y a los tiempos son mejores que las instrucciones generales. o Ej: “Hielo en la rodilla durante media hora cuatro veces por día” vs. “póngase hielo” En el desarrollo de la documentación preimpresa se deberán tener en cuenta las siguientes recomendaciones: Especificar bien los tiempos Especificar bien las acciones Utilizar un lenguaje comprensible (no médico) La documentación debe ser breve y puntual. Especificar los principales síntomas y signos de alarma Especificar qué hacer y a dónde concurrir si hay un cambio súbito en e cuadro Brindar dentro de las posibilidades el nombre y teléfono del médico a contactar para seguimiento en consultorio Hacer firmar a los pacientes que han recibido y comprendido las indicaciones de alta. A continuación, se transcribe como ejemplo un modelo de pautas de alarma en casos de dolor abdominal implementado en la guardia externa del Hospital Británico de Buenos Aires, una de las instituciones pioneras en la utilización de este tipo de documentación Fte: Hospital Británico (Con autorización)