Tema 12.3 - IES Dionisio Aguado

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HISTORIA DE ESPAÑA
12.3. Isabel II (1843-1868): El reinado efectivo.
Características generales del reinado efectivo de Isabel II (1843-1868). La década
moderada (1844-1854). El bienio progresista (1854-1856). La vuelta al moderantismo
(1856-1868).
Características generales del reinado efectivo de Isabel II (1843-1868)
Los 25 años de reinado efectivo de Isabel II (1843-1868) estuvieron marcados por la
alternancia en el poder los partidos liberales burgueses, llamados dinásticos. Eran, más que
partidos de masas, agrupaciones de notables, encabezadas por milotares.
- Partido Moderado: liderado por Narváez. Defendía la soberanía compartida, un
sufragio muy restringido, la confesionalidad del Estado y la limitación de los derechos
individuales.
- Partido Progresista: liderado por Espartero. Era defensor de la soberanía nacional,
un sufragio menos restrictivo, libertad religiosa y derechos individuales más amplios.
Debido a las preferencias de Isabel II por los moderados hubo predominio de gobiernos
moderados durante todo su reinado. Los progresistas sólo pudieron acceder al poder mediante
revueltas.
A lo largo del siglo surgieron otros partidos, de entre los que cabe destacar la Unión
Liberal, ideológicamente situada entre moderados y progresistas, y el Partido Demócrata,
escindido del Progresista.
La Década Moderada (1844-1854)
Desde el nombramiento de Narváez como Presidente, los moderados gobernaron
ininterrumpidamente desde 1844 hasta 1854. Narváez presidió la mayoría de estos gobiernos e
inspiró su legislación. Durante su mandato se elaboró la Constitución de 1845, que suprimió
los aspectos progresistas de la anterior.
Sus principales características eran:
- La soberanía no es nacional, sino compartida entre la Corona y las Cortes.
- Confesionalidad del Estado.
- Reconocimiento de un amplio número de derechos individuales, pero la Constitución
permitía regular la limitación de su ejercicio mediante leyes ordinarias posteriores.
- Facultades de la Corona: convocatoria y disolución del Parlamento, así como derecho
a vetar las leyes.
- Poder Legislativo: Parlamento bicameral, compuesto por el Congreso, elegido por
sufragio muy restrictivo y el Senado, cuyos miembros elige de por vida la Corona.
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Esta Década Moderada se caracterizó por la elaboración de multitud de leyes para
establecer un sistema político liberal de carácter conservador y garantizar el orden público.
Sus principales medidas legislativas fueron:
- Limitación de los derechos individuales. La Ley Electoral limitó el derecho de voto al
uno por ciento de la población. La Ley de Imprenta, además de incorporar una amplia censura,
exigía a los editores hacer un depósito económico, previo a la publicación, para hacer frente a
posibles delitos.
- Salvaguarda del orden público. En 1844 se creó la Guardia Civil para garantizar el
orden público y la seguridad de la propiedad en el medio rural.
- Mantenimiento de la influencia de la iglesia. Las relaciones entre la iglesia y el Estado
se habían deteriorado a causa de las desamortizaciones, pero la reconciliación llegó con la firma
del Concordato de 1851, por el que la Santa Sede reconocía el régimen liberal español. A
cambio, el Estado aseguraba el sostenimiento económico de la iglesia y su influencia social –
control de la enseñanza, censura de las obras que atentaran contra la moral o la religión, y
garantías de que no se establecería la libertad religiosa-.
El Partido Moderado también llevó a cabo una profunda labor de centralización y
unificación del sistema legal español. Las principales actuaciones fueron:
- Control gubernativo sobre la Administración provincial y local. La Corona nombraba
al gobernador provincial, quien dirigía la capital provincial y elegía a los alcaldes de las
poblaciones de más de dos mil vecinos. Así se eliminó la democracia provincial y municipal, lo
que permitió al gobierno controlar el proceso electoral.
- Reforma de la Hacienda. Se creó un sistema único de impuestos. Las contribuciones
directas gravaban las fincas rústicas cultivadas y las actividades industriales y comerciales. Las
indirectas, conocidas como consumos, gravaban productos de primera necesidad como el aceite
o el jabón.
- Unificación jurídica. Se aprobó el Código Civil y el Código Penal, que unificaban la
legislación en todo el país en ambas materias.
Estas medidas centralizadoras, que atentaban contra los privilegios forales, así como el
fracaso en las negociaciones para casar a Carlos VI con Isabel II, dieron lugar a la segunda
guerra carlista (1849-1860). No fue un conflicto armado convencional entre dos ejércitos, sino
la insurrección de partidas guerrilleras, especialmente activas en Cataluña. El ejército isabelino
obtuvo la victoria, pero a pesar de ello algunas medidas centralizadoras no se aplicaron en los
territorios forales.
Con los años, el modelo político moderado dio síntomas de agotamiento. Así, en 1849,
los miembros más radicales del Partido Progresista se escindieron formando el Partido
Demócrata, que defendía el sufragio universal. Al mismo tiempo se organizó también el
Partido Republicano, de ideología federalista y socialista.
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El autoritarismo del Presidente de gobierno Bravo Murillo, la mala situación económica
y el enriquecimiento de la camarilla política que rodeaba a la reina, encabezada por el Conde de
San Luis, provocaron un enorme malestar que supuso el fin de la Década Moderada.
El Bienio Progresista (1854-1856)
Durante la Década Moderada (1844-1854), la manipulación electoral impedía gobernar
a los progresistas, que vieron en la insurrección la única manera de hacerse cn el poder. Sin
embargo, fueron algunos moderados enfrentados a la camarilla de Isabel II quienes en julio de
1854 se sublevaron. El general O´Donnell dio un golpe militar con las tropas acuarteladas en
Vicálvaro (Vicalvarada), seguido por el general Serrano, firmando ambos el Manifiesto de
Manzanares, cuyo texto fue redactado por el moderado Cánovas del Castillo. Sus promesas de
reforma política les proporcionaron el apoyo de los progresistas y los demócratas. La
sublevación triunfó, e Isabel II se deshizo de su camarilla y nombró Jefe de gobierno a
Espartero, quien designó a O´Donnell como ministro de la Guerra.
Durante el Bienio Progresista se llevaron a cabo reformas legales, sobre todo
económicas, como: la desamortización civil de Madoz, la aprobación de la Ley de Ferrocariles
y la creación del Banco de España. Se redactó una Constitución, pero el Parlamento no tuvo
tiempo de aprobarla antes del fin del Bienio, fue la Constitución non nata de 1856.
En 1856 la situación era muy difícil para el Gobierno de Espartero por:
- Conflictividad social por el alza de precios y el nacimiento del movimiento obrero.
- Hostilidad política. El Gobierno se vio acosado por el Partido Demócrata al no
cumplir la promesa del sufragio universal. Además, la Corona mostró abiertamente su deseo de
prescindir de los progresistas y llamar al poder a O´Donnell.
- Diferencias internas en la coalición gobernante. Se ahondaron las diferencias entre
Espartero y O´Donnell, quien fundó la Unión Liberal. Ideológicamente se situaba entre los dos
partidos dinásticos tradicionales, captando muchos miembros del Partido Moderado.
En 1856 la reina nombró a O´Donnell Jefe de gobierno, quien prescindió de los
progresistas. Fue el fin del Bienio Progresista.
La vuelta al moderantismo (1856-1868)
O´Donnell encabezó el Gobierno Largo (1856-1863), que se caracterizó por la
estabilidad social y el crecimiento económico. Para aumentar la cohesión social y el prestigio
internacional se entabló una guerra con Marruecos –en la que destacó el general Prim,
progresista- y se enviaron expediciones militares a Méjico y Cochinchina (actual Vietnam).
Entre 1863 y 1868 se sucedieron gobiernos moderados y unionistas, pero ni Narváez ni
O´Donnell fueron capaces de solucionar los problemas de España:
- Crisis política. Descrédito de la Corona: su conservadurismo sólo contaba con
moderados y unionistas e impedía gobernar a progresistas y demócratas.
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- Crisis económica. Comenzó como una crisis bursátil tras la quiebra de varias
compañías ferroviarias y se agudizó con una crisis agraria que provocó un alza de los precios de
los alimentos y los artículos básicos.
- Crisis social. Se incrementaron las protestas urbanas por la carestía económica y la
penetración de las ideas del Partido Demócrata –sufragio universal y extensión de los derechos
individuales- y del movimiento obrero entre las masas.
La situación política se deterioró. Ante la imposibilidad de gobernar por medios legales,
los progresistas intentan acceder al poder mediante el pronunciamiento encabezado por el
general Prim, que fracasó. En el exilio, Prim firmó con los demócratas el Pacto de Ostende
(1866) con el objeto de destronar a Isabel II. A la muerte de O´Donnell, en 1867, el general
Serrano, su sucesor al frente de la Unión Liberal, se adhirió al Pacto. En septiembre de 1868 un
grupo de generales desembarcó en Cádiz pronunciándose contra el régimen, comenzaba la
revolución.
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