RESOLUCIÓN CASO 1362 - Defensoría del Asegurado

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RESOLUCIÓN N° 062/12
Vistos:
Que, con fecha 28 de febrero de 2012, doña … interpone reclamo ante esta Defensoría del
Asegurado (DEFASEG) solicitando que … cumpla (a) con otorgar cobertura al siniestro de
fecha 31 de octubre de 2011, representado por el accidente de tránsito que afectó al
vehículo asegurado de su propiedad, de conformidad con la Póliza de Seguro Vehicular
Nro. …, (b) con reconocer que, como consecuencia del señalado accidente, se ha generado
una pérdida total del vehículo asegurado, (c) con indemnizar por los daños y perjuicios
generados por el rechazo impugnado, y (d) con asumir los gastos generados por la
permanencia del vehículo asegurado en el respectivo taller para fines de su reparación;
Que, el reclamo de cobertura cumple con las exigencias de materia y cuantía establecidas
en el Reglamento de la DEFASEG, habiendo sido además presentado dentro del plazo de
ciento ochenta (180) días naturales contados desde la fecha en que la aseguradora rechazó
el otorgamiento de cobertura (carta DOSV-91179 de fecha 2 de noviembre de 2011);
Que, habiendo sido notificada del reclamo con fecha 6 de marzo de 2012, mediante escrito
presentado con fecha 27 de marzo de 2012,… solicitó un plazo adicional de cinco (5) días
hábiles para acopiar la documentación relativa al caso y que estima necesaria para
contradecir los argumentos expuestos en el reclamo, siendo que con fecha 4 de abril de
2012 … presentó finalmente su contestación al reclamo, así como copia del respectivo
expediente;
Que, con fecha 16 de abril de 2012 se realizó la correspondiente audiencia de vista, con la
concurrencia de ambas partes, quienes luego de exponer sus respectivos argumentos
relativos al reclamo, absolvieron las diversas cuestiones que fueron planteadas por este
colegiado, de manera que el expediente que el expediente quedó apto para que la
Defensoría emita su pronunciamiento;
Que, la reclamante solicita que se le otorgue la correspondiente cobertura tratándose del
siniestro (choque) que afectó al vehículo de su propiedad (automóvil modelo Yaris, marca
Toyota, con placa de rodaje …), contradiciendo con ello la posición asumida por la
aseguradora de rechazar el otorgamiento de cobertura (sustentada en el hecho que el
siniestro se produjo cuando el vehículo asegurado era conducido por persona que carecía
de licencia de conducir para el respectivo tipo de vehículo, al tratarse el conductor de un
suboficial de la Marina de Guerra del Perú con brevete militar) fundamentándose en los
argumentos y consideraciones siguientes: (a) Al momento de adquirir el seguro vehicular,
formuló la consulta expresa al representante de la agencia (en el local de la tienda Wong,
en San Miguel) sobre la validez del “brevete militar” para efectos del seguro, habiéndosele
manifestado que dicho brevete contaba con cobertura, oportunidad en la que estuvo
acompañada del señor …, técnico tercero de la Marina de Guerra del Perú, quien vestía su
uniforme militar, (b) Ocurrido el siniestro, siguió el procedimiento establecido en la
póliza, siendo que la aseguradora inclusive negoció la rebaja de los precios establecidos en
el presupuesto de reparación del respectivo taller, (c) Mediante carta de fecha 2 de
noviembre de 2011, … le informó que el siniestro vehicular carecía de cobertura en razón
que la persona que conducía en dicha oportunidad contaba con brevete militar, el mismo
que no lo autoriza para el manejo de vehiculares particulares, (d) No encontrándose de
acuerdo con dicho rechazo, solicitó la correspondiente reconsideración con fecha 25 de
noviembre de 2012, destacando que el brevete militar sí autoriza a conducir vehículos
automotores de transporte terrestre de conformidad con el D.S. 040-2008-MTC del 19 de
noviembre de 2008, siendo que la única limitación es la que figura en el reverso del propio
brevete: no autoriza para conducir vehículos de transporte público, (e) A mayor
abundamiento, acompaña copia del Oficio Nro. 2540-2009-MTC/15.03, de fecha 18 de
marzo de 2009, de la Dirección de Circulación y Seguridad Vial del Ministerio de
Transportes y Comunicaciones, en el cual se expresa que todo el personal de las Fuerzas
Armadas y de la Policía Nacional que cuente con brevete militar -sin distinción de grado
militar- se encuentra facultado para conducir vehículos dentro del territorio nacional,
reconociéndose la validez y vigencia de los brevetes militares del personal en actividad de
las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, (f) Destaca que en la propia DEFASEG ya
hay precedentes sobre el reconocimiento de la validez y vigencia de los brevetes militares,
conforme a la Resolución Nro. 081/09 del 8 de junio de 2009, confirmada mediante
Resolución de Recurso de Revisión Nro. 044/09 del 13 de julio de 2009, en la misma que
además se expresa que la aseguradora puede modificar la póliza para precisar la exclusión
invocada, pero que el rechazo invocándola es ilegítimo ya que la respectiva exclusión no es
clara ni precisa, (g) Se hace hincapié en la señalada recomendación de la DEFASEG, ya
que en la póliza contratada no se expresa de manera clara y precisa que las personas que
cuenten con brevete militar están exceptuadas de cobertura, más aun cuando la cotización
solicitada para contratar el seguro fue extendida a nombre del señor …, quien se identificó
como suboficial de la Marina de Guerra del Perú, quien vestía uniforme, no habiéndosele
informado sobre restricción o limitación alguna de cobertura respecto al brevete militar, lo
cual evidencia engaño, (h) Por último, se invoca la aplicación del artículo 1408 del Código
Civil, sobre la interpretación contra el predisponerte en los contratos predispuestos, siendo
que … bien pudo redactar expresamente que la exclusión se extendía al brevete militar, o
que la conducción con brevete militar sólo era para los oficiales. Atendiendo a lo
expuesto, la reclamante estima que la negativa de cobertura es ilegal, arbitraria e
discriminatoria, ya que el conductor sí contaba con una licencia para conducir válida y
vigente (brevete militar), siendo que no consta exclusión que excluya a esta última. La
reclamante solicita, además, que en atención que el daño al vehículo supera el 70% del
valor comercial, se declare la pérdida total, por lo reclama la entrega de un vehículo nuevo,
más una indemnización por daños y perjuicios (por haber tenido que arrendar un vehículo
y contratar servicios de asesoría legal) y que se le cubran los gastos por la permanencia de
su vehículo en el taller autorizado;
Que, por su parte, … reiterando que no resulta procedente otorgar la cobertura solicitada,
destaca resumidamente lo siguiente en su contestación al reclamo: (a) El conductor del
vehículo siniestrado, señor Moisés Octavio Vidal Condezo, contaba con una Licencia de
Conducir Militar, Nro. … expedida por la Escuela de Material de Guerra del Ejército, por
lo que en tal virtud se procedió a comunicar el rechazo de cobertura, de conformidad con la
exclusión pactada en el artículo 5, numeral 2, inciso D, de las Condiciones Generales de
Contratación de la póliza, ya que el conductor carecía de la licencia de conducir
correspondiente al respectivo tipo de vehículo, (b) Debe considerarse que el señalado
conductor es suboficial de la Marina de Guerra, técnico tercero, por lo que resulta de
aplicación el Reglamento Administrativo de Tránsito Militar contenido en el Decreto
Supremo Nro. 11-EMG/A2C, cuyo artículo 50 sólo autoriza a los oficiales en actividad a
conducir vehículos particulares con el señalado brevete militar, no a los suboficiales, (c)
Conforme a ello, la norma que regula la emisión, vigencia, validez y alcances de los
brevetes militares regula la materia controvertida de manera expresa, lo cual ha sido
reconocido por la Escuela de Material de Guerra del Ministerio de Defensa – Ejército del
Perú, mediante Oficio Nro. 1367-SECC-BREV-MIL/EMG y por la Dirección de
Circulación y Seguridad Vial del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, mediante
Oficio Nro. 14413-2009-MTC/15.08, ratificándose la disposición reglamentaria conforme
a la cual los suboficiales que cuenten con brevete militar no están facultados para conducir
vehiculares particulares, y (d) La propia DEFASEG ha emitido diversos pronunciamientos
sobre el particular, conforme consta de las Resoluciones Nros. 031/10 del 15 de marzo de
2010 y 170/10 del 29 de diciembre de 2010, expedidas de manera posterior a la Resolución
Nro. 081/09 del 8 de junio de 2009 (invocada por la reclamante, en la que se reconocía que
el asunto era controvertible), en las que se analiza y declara finalmente que no corresponde
señalar que la reglamentación privativa sobre los brevetes militares haya quedado derogada
o sea inaplicable por el simple hecho que el actual Reglamento Nacional de Licencias de
Conducir Vehículos Motorizados y No Motorizados de Transporte Terrestre no haga
mención al mismo, manteniéndose ambas reglamentaciones, siendo que si bien la norma
“civil” reconoce la existencia y validez del brevete militar, es la norma “militar” la que
establece las condiciones específicas de uso del brevete militar. En consecuencia, al no
existir controversia respecto al tipo de vehículo que permite conducir la licencia o brevete
militar, corresponde desestimarse el reclamo y disponer su archivo;
Que, de manera sobreviniente a la audiencia de vista y sobre lo base de lo tratado en ésta,
mediante escrito presentado con fecha 27 de abril de 2012, … expresa sus conclusiones
con relación a la materia controvertida y su posición respecto a los criterios seguidos por la
DEFASEG sobre casos similares, destacando que cualquier exhortación generada en su
oportunidad no deja de ser una recomendación, máxime cuando de manera posterior se ha
adoptado una posición que sería concordante con la legislación aplicable;
Que, asimismo, con fecha 9 de mayo, la reclamante presentó un escrito relativo a los temas
tratados en la audiencia de vista, y de manera puntual sobre la materia controvertida,
destacando que se solicita un pronunciamiento de esta Defensoría que vaya más allá de lo
examinado, que evalúe la redacción de la póliza y la forma de redacción ambigua del
contrato, comparando dicha redacción con la contenida en pólizas comercializadas por
otras compañías de seguros (que al efecto acompaña), de manera que en aplicación del
régimen legal sobre protección al consumidor, se declare finalmente fundado el
correspondiente reclamo;
Que, encontrándose al voto la presente resolución, la reclamante con fecha 15 de agosto de
2012 ha presentado un escrito destacando que hasta la fecha este colegiado no se ha
pronunciado sobre su reclamo, lo cual representa un hecho que le causa perjuicio no sólo
porque debe alquilar un vehículo para movilizarse sino porque el vehículo siniestrado
permanece sin ser reparado en las instalaciones de Marina Motors, quienes le han
expresado que le cobrarán almacenaje, de manera que solicita que se expida la respectiva
resolución declarando fundado su reclamo, dado que “no hay mayor injusticia que una
justicia tardía”;
Que, en función a los extremos del petitorio contenido en el reclamo, a los alcances de la
materia controvertida identificada por las partes en la audiencia de vista y a las
correspondientes fundamentaciones expresadas, este colegiado deja constancia que ha
dedicado especial atención al presente caso, considerando además los efectos que se
puedan derivar en el sistema de seguros en razón de lo que sea finalmente resuelto, más
allá de la previsión reglamentaria de la DEFASEG en el sentido que sus resoluciones
comprometen a las aseguradoras;
Que, conforme a ello, y destacando la tolerancia de la reclamante de permitir que este
colegiado evalúe y pondere el caso con la serenidad necesaria, esta Defensoría ha resuelto
finalmente conforme a lo siguiente:
Considerando:
Primero: Que, conforme a su Reglamento, la DEFASEG está orientada a la protección de
los derechos de los asegurados o usuarios de los servicios del seguro privado contratados
en el país, mediante la solución de controversias que se susciten con las empresas
aseguradoras, entendiéndose por “asegurados” y “usuarios de seguros” a los asegurados
propiamente dichos, a los contratantes del respectivo seguro y/o a los beneficiarios
nombrados en las pólizas.
Segundo: Asimismo, de acuerdo a su Reglamento, la DEFASEG es competente para
pronunciarse y resolver los reclamos indemnizatorios de los asegurados que hubiesen sido
sometidos a su conocimiento, sobre la base de la documentación obrante en el
correspondiente expediente y conforme a derecho, en la medida que los señalados
reclamos indemnizatorios cumplan los requisitos reglamentarios de materia y cuantía. En
consecuencia, la competencia de esta Defensoría no se extiende para pronunciarse sobre
cuestiones que no correspondan a reclamaciones de pago de las indemnizaciones que
fuesen aplicables conforme a las pólizas contratadas, entre ellas, reclamaciones por calidad
de servicio o relativas a pretensiones indemnizatorias por daños y perjuicios, para cuyo
efecto corresponde recurrir a las autoridades o instancias pertinentes.
Tercero: Que, el artículo 380 del Código de Comercio establece que el contrato de seguro
se rige por los pactos lícitos contenidos en la póliza, y en su defecto por las respectivas
disposiciones legales.
Cuarto: Por su parte, el artículo 1361 del Código Civil establece que los contratos son
obligatorios en cuanto se haya expresado en ellos, presumiéndose relativamente que la
respectiva declaración corresponde a la voluntad común de las partes.
Quinto: Que, en materia procesal, corresponde a quien invoca hechos probar su existencia,
carga procesal a la que refiere el artículo 196 del Código Procesal Civil, salvo que se acoja
a alguna presunción legal de carácter relativo o absoluto.
Sexto: Que, la primera cuestión controvertida identificada por las partes en la audiencia de
vista radica en determinar si el rechazo de cobertura expresado por la aseguradora,
conforme consta de la carta DOSV-91179 de fecha 2 de noviembre de 2011, se ajusta o no
a lo establecido en la respectiva póliza, esto es, si la exclusión invocada por … es
efectivamente oponible a la asegurada. Asimismo, y en caso de ampararse la pretensión de
otorgamiento de cobertura de la reclamante, se debe determinar si la compañía de seguros
debe indemnizar a la reclamante por la demora en el otorgamiento de cobertura,
específicamente en cuanto a los gastos por movilidad, asesoría legal y depósito del
vehículo asegurado en que ha incurrido la reclamante.
Sétimo: Que, tratándose de la primera cuestión controvertida, y luego de haber examinado
las argumentaciones expresadas por las partes, este colegiado reitera los criterios de
análisis jurídico expresados en las Resoluciones Nros. 031/10, de fecha 15 de marzo de
2010, y 170/10 de fecha 29 de diciembre de 2010, en particular el sétimo considerando de
esta última resolución, siendo que la titularidad y eficacia de un brevete militar no puede
ser asimiladas a la de un brevete expedido por las autoridades civiles (por oposición a las
militares) competentes, de manera que la licencia de conducir sujeta al régimen establecido
en el Reglamento Administrativo de Tránsito Militar contenido en el Decreto Supremo
Nro. 11-EMG/A2C no autoriza ni faculta al personal militar y/o policial que no tenga la
condición de oficial a conducir vehículos particulares, de manera que si dicho personal
conduce un vehículo particular con el solo brevete militar es como si careciera finalmente
de licencia de conducir, ya que la indicada licencia no permite normativamente conducir la
clase de vehículo asegurado que es uno de uso particular.
Octavo: De manera correlativa a las consideraciones anteriores, esta Defensoría estima
imperioso pronunciarse sobre determinadas alegaciones expresadas por la reclamante:
8.1.
En lo relativo a la pretendida aplicación del artículo 1401 del Código Civil, que
consagra en materia de contratación predispuesta, la regla de interpretación más
favorable para la parte no predisponente del contenido negocial (parte débil), este
colegiado considera que no se ha generado en el caso concreto el supuesto de hecho
que legitime su aplicación. En efecto, si bien el contrato de seguro corresponde a
un caso de contratación predispuesta o masiva, no es menos cierto que la norma en
cuestión presupone que se haya generado un caso de duda insalvable para el
intérprete, de manera que en dicha circunstancia y por elemental justicia y equidad
debería inclinarse por la interpretación más beneficiosa para la parte que no
redactó, que no tuvo la oportunidad de redactar el contenido negocial en cuestión,
ya que se parte de la premisa que la parte predisponerte sí tuvo dicha oportunidad,
como en efecto redactó, debiéndolo haber hecho de manera precisa y clara, por lo
que no puede acogerse a ambigüedades u oscuridades para postular una
interpretación en su beneficio. Si a ello se suma el criterio legal en el sentido que
las exclusiones en materia de seguros deben ser expresas, por lo que no resulta
posible extenderlas a situaciones que no han sido consideradas en su tenor
(principio de literalidad), resulta más que justificado que una exclusión en el marco
de un contrato de seguro debe interpretarse rigurosamente y, en caso de duda,
interpretarse desde la óptica del asegurado. Sin embargo, debe considerarse que, en
el presente caso, la materia controvertida no le representa para este colegiado duda
insalvable alguna, siendo más bien que, luego de diversos casos sometidos a su
conocimiento, este colegiado ha adoptado (y mantiene) una determinada posición
sobre los alcances de la exclusión de cobertura asociada al uso de los brevetes
militares, no habiéndose presentado argumentación alguna que justifique un cambio
de posición. Es así, que, conforme al razonamiento lógico-formal contenido en
diversos pronunciamientos expedidos por esta Defensoría, reproducido en el sétimo
considerando de la Resolución 170/10, de fecha 29 de diciembre de 2010, se llega a
la conclusión final que no hay una contradicción entre las disposiciones del
Reglamento Nacional de Licencias de Conducir Vehículos Motorizados y No
Motorizados de Transporte Terrestre, aprobado por Decreto Supremo Nro. 0402008-MTC, y el Reglamento Administrativo de Tránsito Militar contenido en el
Decreto Supremo Nro. 11-EMG/A2C, de manera que el hecho que el primero
reconozca la procedencia de uso de los brevetes militares no implica que no se
aplique la regulación bajo la cual se expiden estos últimos, siendo que el
Reglamento Administrativo de Tránsito Militar es puntual respecto a las
condiciones de uso del brevete militar, diferenciado el régimen entre oficiales,
oficiales asimilados, suboficiales, empleados civiles, etc. Conforme a ello, el
régimen de uso para un suboficial no le permite conducir vehículos particulares.
No habiendo duda sobre el particular, no corresponde aplicar el criterio
interpretativo invocado, máxime cuando ello significaría desconocer el marco
normativo aplicable a las licencias de conducir expedidas para el personal militar y
policial.
8.2.
Tratándose de lo expresado en el décimo quinto considerando de la Resolución
081/09 de fecha 8 de junio de 2009, no pueden obviarse considerar ciertos temas en
general: (i) Corresponde a una interpretación asumida por este colegiado en
determinado momento sobre la base de las pruebas ofrecidas en el caso concreto
que fue sometido a su conocimiento, (ii) Dicha interpretación ha sido superada por
este colegiado al haberse contado, en otros reclamos asociados a la misma materia e
inclusive con la propia aseguradora, con mayores elementos de juicio, de manera
que conforme ya ha sido expresado, esta Defensoría ha adoptado (y mantiene) una
determinada posición sobre los alcances de la exclusión de cobertura asociada al
uso de los brevetes militares, no habiéndose presentado argumentación alguna que
justifique un cambio de posición, (iii) Debe precisarse que cualquier
recomendación o exhortación generada por este colegiado no es más que una
recomendación o exhortación para un tema concreto, dado que este colegiado
carece de competencia reglamentaria tratándose de las actividades de las
aseguradoras, siendo que corresponde más bien a la Superintendencia de Banca,
Seguros y AFPs revisar y aprobar las pólizas que se comercializan en el mercado,
ejerciendo los controles del caso conforme a las regulaciones pertinentes,
competencia que se aplica en general para todas las empresas aseguradoras y
respecto de todos sus productos, y (iv) Limitándose la competencia de esta
Defensoría, conforme a su Reglamento, a pronunciarse y resolver los reclamos
indemnizatorios de los asegurados que hubiesen sido sometidos a su conocimiento,
dicha competencia no sólo no se extiende para pronunciarse sobre cuestiones que
no correspondan a reclamaciones de pago de las indemnizaciones que fuesen
aplicables conforme a las pólizas contratadas, entre ellas, reclamaciones por calidad
de servicio o relativas a pretensiones indemnizatorias por daños y perjuicios, para
cuyo efecto corresponde recurrir a las autoridades o instancias pertinentes, sino que
además dicha competencia tampoco se extiende a sancionar de una u otra manera a
las aseguradoras que por una u otra razón estimasen no acoger las recomendaciones
y/o exhortaciones de la DEFASEG, dado que las mismas no son vinculantes.
Atendiendo a lo expresado, no puede pretenderse generalizar la aplicación de un
criterio empleado para un caso en particular, atendiendo a las circunstancias
concretas que fueron sometidas a conocimiento de este colegiado, a todos los casos
en general, máxime cuando en diversas resoluciones expedidas de manera posterior
por esta misma Defensoría se aprecia, con la debida fundamentación, las razones
por las cuales este colegiado estima actualmente que el uso de los brevetes militares
es uno de los supuestos contenidos en la exclusión invocada por RÍMAC
SEGUROS para fines del rechazo: carencia de licencia de conducir (vigente y
auténtica) para conducir el tipo de vehículo asegurado.
8.3.
En lo que concierne a la supuesta inducción al error que habría soportado la
asegurada, debe considerarse que, conforme al contenido del reclamo, aquélla
manifiesta que formuló una consulta expresa a la representante de ventas de …
sobre la validez del brevete militar para fines del seguro que se proponía tomar,
siendo afirmativa la respuesta, por lo que sobre dicha base contrató. Al respecto,
este colegiado destaca que, dichas aseveraciones no tienen otra fuerza o valor
probatorio que la sola declaración de parte por lo que no se cuente con otro medio
que permita generar la necesaria convicción; no obstante, en cualquier caso, de
haber habido efectivamente dichas declaraciones, las mismas no tendrían correlato
con el régimen establecido en el texto de la póliza (y sus condiciones generales), de
manera que un aspecto que le resultaba tan relevante para la reclamante (según
manifiesta) debía ser verificado con la diligencia del caso al recibir los documentos
contractuales, póliza y condicionados, solicitando las precisiones o aclaraciones del
caso, de manera que la conducta seguida no se condice con la relevancia invocada,
lo cual permite aseverar que no se aprecia la diligencia esperada en función a las
circunstancias, ya un contratante que actúa razonablemente, en función a su interés
patrimonial invocado, debía haber verificado que la póliza recibida guardaba
consistencia en sus términos y condiciones con aquello que le habría sido ofrecido
o garantizado supuestamente.
8.4.
Por último, respecto de la demora incurrida por este colegiado en resolver el
reclamo presentado con el correlativo incremento de los pretendidos daños y
perjuicios que estaría soportando la reclamante, este colegiado sólo debe agregar a
lo expresado en los vistos de la presente Resolución que el sometimiento a su
competencia no sólo es de carácter gratuito sino además de naturaleza voluntaria
para el asegurado, siendo que éste siempre mantiene expedito su derecho para
recurrir a otras instancias para lo que pudiese estimar para un oportuno o adecuado
resguardo de sus intereses; conforme a ello, este colegiado reconoce que la
reclamante extendió tácitamente el plazo para que este colegiado se pronuncie
sobre su reclamo, atendiendo a los antecedentes del caso y a los diversos
pronunciamientos expedidos con anterioridad sobre casos semejantes.
Noveno: Habiéndose desestimado la pretensión principal de otorgamiento de cobertura,
también debe desestimarse la pretensión accesoria propuesta por la reclamante. Sin
perjuicio de ello, resulta pertinente señalar que aún si la pretensión principal hubiese sido
amparada, la pretensión accesoria tendría que haber sido desestimada ya que no se enmarca
dentro de la esfera de competencia de esta Defensoría.
En efecto, la competencia por razón de materia de esta Defensoría se circunscribe al
rechazo de las solicitudes de cobertura de seguros contratados con las empresas asociadas a
APESEG. Lo reclamado, por tanto, debe ser una cobertura prevista en el contrato de
seguro que ha sido denegada total o parcialmente. Sin embargo, la pretensión accesoria
propuesta por la reclamante consiste en el pago de una indemnización por el perjuicio
causado por la falta de atención oportuna del siniestro, y que se traduce en el reembolso de
gastos de transporte para movilizarse, reembolso de gastos de asesoría legal para la
tramitación del reclamo de atención y reembolso de gastos de depósito derivados de la
permanencia del vehículo asegurado en un taller. De ello se concluye que dicha pretensión
está referida a un supuesto de responsabilidad contractual de la compañía de seguros por la
inejecución de sus obligaciones y no a una cobertura prevista en el contrato de seguro,
hecho que la coloca fuera del ámbito de competencia de esta Defensoría.
Atendiendo a lo expresado y conforme a su Reglamento, este colegiado resuelve:
Declarar INFUNDADO el reclamo presentado por doña … contra …, quedando a salvo el
derecho de la reclamante de recurrir a las instancias que considere pertinentes.
Lima, 27 de agosto de 2012
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