TÉCNICA DE COLOCACIÓN DE SONDAS POST-PILÓRICAS Lic. Enf. Silvia Ilari [email protected] ¿Por qué un Acceso Enteral Post-pilórico? Los beneficios de la Nutrición Enteral (NE) precoz en el Paciente hospitalizado con imposibilidad de ingesta Vía Oral y sin patología que contraindique el uso de la vía digestiva, están ampliamente difundidos; sin embargo su inicio e implementación se ven con cierta frecuencia obstaculizados por la presencia de gastroparesia (retardo del vaciamiento gástrico) que se presenta en algunos pacientes en su gran mayoría críticamente enfermos, provocando inevitablemente la postergación del inicio del soporte nutricional, debido a la intolerancia de la NE cuando la sonda se encuentra ubicada en el estómago. En general, hay una cierta tendencia a pensar que una sonda en ubicación post-pilórica evita o previene la broncoaspiración, si bien no hay evidencia científica contundente que lo avale. ¿Cuando se coloca una Sonda Post-pilórica? Debito de 24 hs de la SNG > a 600 ml Antecedentes de reflujo gastroesofágico Intolerancia a la alimentación gástrica (mediciones de residuo gástrico > a 200 ml) Patologías o situaciones clínicas que pueden evolucionar con gastroparesia (diabetes, TEC grave, administración de sedantes, relajantes musculares, inotrópicos, etc) ¿Cuáles son las técnicas de colocación de Accesos Post-pilóricos? Radioscopia Endoscopía “A ciegas” Quirúrgica/ Percutánea Visualización radiológica mientras se progresa la sonda Sonda fina de PVC de 7 Fr. de diámetro. Técnica desarrollada por Gary Zaloga (Chest 1991; 100: 1643164) Gastroyeyunostomía: Durante cirugías del aparato digestivo superior o por colación percutánea. ¿Cómo se coloca una Sonda Post-pilórica a la cabecera (“Bedside”) de los pacientes adultos? Los materiales son: 1. Sonda de Poliuretano: El diámetro puede variar entre 8 y 10 French (2,64 a 3,30 mm) y una longitud que oscila entre 110 cm a 230 cm. Las sondas deben tener un mandril o guía de metal trenzado. Aquellas que poseen mandril demasiado flexible no son apropiadas para este tipo de técnica, dado que aumenta la posibilidad de que se enrosquen en la boca o en el estómago imposibilitando el pasaje post-pilórico. Además, la mínima presión o movimiento derivado de la técnica en sí puede provocar su acodamiento, no solo dificultando su ejecución y éxito, sino también que complica o imposibilita la extracción del mandril una vez posicionada la sonda. También deben tener un peso en el extremo distal (tungsteno), cuyo calibre no sea demasiado superior al de la sonda para evitar la lesión de las narinas. Los costos varían según la marca del laboratorio que la fabrica, el material y el diseño. 2. Jeringa de 20 ó 60 ml, jalea de lidocaína, gasas y guantes o manoplas: La jeringa se utiliza para la inyección de aire en el estómago. En general se administran entre 8 a 10 ml/kg de peso de aire (promedio aproximado de 600 ml de aire). 3. Proquinéticos: La administración de fármacos proquinéticos (Metoclopramida, Cisapride o Eritromicina) para aumentar la motilidad gastrointestinal y favorecer el pasaje transpilórico de las sondas, ha mostrado resultados muy variables durante la ejecución de la técnica. En mi experiencia, estos fármacos han tenido nula o muy escasa incidencia en el éxito del pasaje transpilórico de las sondas. Fotografías de Sondas y Guías Metálicas Fotografías de Sondas y Guías Metálicas La técnica se describe a continuación: a. Posición del paciente y maniobras iniciales: Paciente en decúbito dorsal con la cabeza levemente elevada (aproximadamente 30º). Se introduce la sonda hasta posición gástrica y se comprueba su ubicación auscultando la entrada del aire inyectado con la jeringa en el estómago. b. Insuflación gástrica y avance de la sonda: inyectar la cantidad de aire mencionado con la jeringa evitando su fuga, para ello se colapsará el conector cada vez que se desconecte la jeringa con la que se administró el aire. En aquellos casos en los cuales el paciente tenga colocada una sonda para el drenaje gástrico y no haya sido removida, antes de iniciar la técnica, se cerrará para evitar la fuga del aire introducido por la sonda fina. Considerar que si el acceso enteral no progresa no se debe realizar una presión excesiva o maniobras bruscas sobretodo en pacientes que no colaboran o con tubo endotraqueal; de lo contrario se puede favorecer su pasaje inadvertidamente a la vía aérea cuya complicación extrema es el neumotórax. c. Decubitar al enfermo hacia el lateral derecho a fin de obtener el beneficio adicional de la configuración anatómica del aparato digestivo. Una vez ubicado al paciente en esta posición se realizará una suave maniobra en sentido rotatorio (giro completo en sentido de las agujas de reloj) concomitantemente con una lenta progresión de 5-10 cm cada vez. Especial cuidado con enfermos neurológicos que poseen catéter de medición de presión intracraneal (PIC) o con severo distrés respiratorio en los cuales se contraindica la rotación del decúbito. En estos casos se realizará la técnica en decúbito dorsal con la cabecera elevada a 30º d. Confirmación y maniobras finales: Cuando la sonda se haya introducido como mínimo 90 cm y/o se sospeche su pasaje a la posición deseada aspirar con la jeringa, si viene aire o líquido gástrico la sonda estará ubicada en el estómago. En el caso de que la aspiración sea negativa, haga vacío o se obtenga bilis es probable que se encuentre en posición post-pilórica. Puede ocurrir que en posición gástrica no se aspire liquido y la jeringa a la aspiración haga vacío. En estos casos la auscultación en epigastriohipocondrio izquierdo puede orientar para identificar la incorrecta ubicación de la sonda. Asimismo puede ser de utilidad, si hay plena seguridad de que el acceso se encuentra en posición digestiva, administrar 5-10 ml de agua, aspirar y observar la coloración del líquido aspirado. Si es amarillo brillante y de característica viscosa puede ser que se encuentre en posición post-pilórica. ¿Cómo reconozco la ubicación del acceso enteral por auscultación y otros métodos? La auscultación puede ser orientativa y de utilidad para confirmar la presunción de la ubicación post-pilórica dado que la entrada del aire en el estomago se asemeja al “gorgoteo” del agua hirviendo y el pasaje del aire en el intestino delgado puede compararse a un “suave silbido” localizado en el flanco derecho del abdomen a la altura del ombligo (lateral derecho de la columna). La medición del Ph con tiras reactivas del líquido aspirado tampoco garantiza la confirmación de la ubicación la sonda debido a que algunos pacientes tienen reflujo duodeno gástrico, reciben fármacos que alcalinizan el líquido gástrico o inhiben la secreción ácida del estómago lo cual obviamente impacta en el valor real de la medición. La confirmación definitiva se realiza a través de una radiografía de abdomen, en este caso se sugiere la administración de contraste iodado a través de la sonda para que se “dibuje” la imagen del intestino, dado que en reiteradas oportunidades la sola visualización de su contorno no garantiza la correcta interpretación de la localización del acceso enteral en el aparato digestivo. ¿Cuáles son las complicaciones mecánicas y qué intervenciones realizo? COMPLICACION CRITERIOS DE ALARMA CONDUCTAS Posición incorrecta de la sonda Ubicación en la vía aérea, Realizar Rx de abdomen esófago o en la 1º porción antes de iniciar la NE de duodeno Recolocar la sonda Lesiones por decúbito Permanencia prolongada de Rotar sitio de apoyo de la la sonda sin cuidados de la sonda narina. Cambiar periódicamente la fijación Utilizar sondas finas y de material flexible En ptes crónicos considerar realización de ostomía Salida accidental del acceso Fijación incorrecta enteral Pacientes con excitación psicomotriz no controlados Cuidar la sonda cuando se moviliza al paciente Realizar doble fijación de la sonda Contener al paciente excitado NUNCA reintroducir una sonda desplazada Obstrucción de la sonda Lavados periódicos de la sonda Evitar la administración de comprimidos que no se diluyen correctamente Preferir formas farmacéuticas líquidas Realizar maniobras de Infusión no controlada e irregular del alimento Administración de medicamentos sin pulverizar ni diluir antes de administrar Ausencia de maniobras de permeabilización Tipo de Fórmula aspiración y presión para movilizar partículas adheridas en el endoluminal Administrar gaseosa cola y clampear por algunos minutos Lavar con abundante agua tibia una vez permeabilizada Perforación de la sonda Salida accidental del mandril Maniobras bruscas de desobstrucción en sondas de larga permanencia No utilizar el mandril para permeabilizar la sonda Evitar desplazamiento del mandril durante las maniobras de posicionamiento inicial Cambiar la sonda en periodos prolongados de tiempo No presionar bruscamente al intentar desobstruir NUNCA reintroducir la guía metálica una vez posicionada la sonda porque puede lesionar mucosa y/u órganos. Conclusiones La técnica es sencilla, posible y fácil de implementar en la mayoría de los pacientes. En general de corta duración y evita el traslado del enfermo a una sala de radioscopia o someterlo a procedimientos más complejos y costosos como la endoscopía para la colocación de una sonda transpilórica. El entrenamiento en la ejecución de la maniobra ha demostrado ser el factor más relevante para incrementar el porcentaje de éxito en el pasaje post-pilórico del acceso enteral. Es importante realizar cuidados y monitorizar permanentemente el acceso enteral para evitar complicaciones de tipo mecánicas, dado que la perdida del acceso enteral puede prolongarse en el tiempo, lo cual incide en la continuidad del aporte nutricional que puede ser tan importante como para convertirse en un mecanismo patogénico adicional de la depleción calórico-proteica de los enfermos. Lecturas recomendadas 1. McCleave, S.A.; Leslie, K.; Sexton, R. y col. Enteral tube feeding in the intensive care unit: Factors impeding adequate delivery. Critical Care Medicine. 1999. Vol. 27, Nº 7. 2. Heyland, D.; Dhaliwal, R.; et al. Canadian Clinical Practice Guidelness for Nutrition Support in Mechanically Ventilated, Critically ill Adult Patients. JPEN 2003 Vol. 27(5) 355-384. 3. Zaloga, G. Crit. Care Med. 2005 4. Rombeau, J., Rolandelli, R. Nutrición Clínica. Alimentación Enteral. McGraw-Hill L-Interamericana. 2000. 5. Zaloga; G.; Bedside method for placing small bowell feeding tubes un critically ill patients. A prospective study. Chest 1991; 100: 1643-1646. 6. Zaloga, G. and Roberts, P. Bedside placement of enteral feeding tubes in the intensive care unit. Critical Care Medicine. Vol 26(6) 987-988. June 1998. 7. Marik, P.; Zaloga, G. Gastric versus post-pyloric feeding: a systematic review. Critical Care 2003 jun; 7(3); 46-51. 8. Salasidis, R.; Fleiszer T.; Johston, R. Air unsuflation techinique of enteral tube insertion: a randomized, controlled trial. Crit. Care Med. 1998 Jun; 26(6): 987-8. 9. Baskin, W.N. Acute Complications Associated with Bedside Placement of Feeding Tubes. Invited Review. Nutrition in Clinical Practice 21:40-55