PRIMERAS CONFESIONES

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PRIMERAS CONFESIONES Adjunto el plan de la ceremonia de primeras confesiones. Evidenciaré con color azul lo que son indicaciones mías para que te aclares. El resto puede servir, impreso, para tenerlo en el ambón y seguir la ceremonia. Dedicamos a las primeras confesiones 4 tardes (normalmente tenemos unas 60 niñas). Por tanto cada tarde hacen la primera confesión 15 niñas. Los padres vienen a las 3.00 de la tarde y ven un video sobre confesión. Solemos poner el del Padre Loring. A las 4.00 comienza propiamente la ceremonia de primeras confesiones que es tal como sigue. I. CELEBRACION DE LA PENITENCIA 1. Entrada de las niñas en el oratorio. Los padres han entrado antes. -­‐Se colocan en los primeros bancos (tres niñas en cada uno). -­‐Las niñas cantan (“Yo tengo un amigo que me ama”) o suena el órgano. 2. Sale el sacerdote sale de la sacristía, con roquete y estola. Todos de pie 3. Saludo y monición del sacerdote (El Señor esté con vosotros), introduciendo la ceremonia. Nos reunimos todos -­‐padres y niñas-­‐ para celebrar por primera vez el sacramento de la Penitencia, preparando la Primera Comunión. (Y las siguientes u otras palabras) Vosotras, Las niñas queréis portaros bien, ser buenas hijas de Dios, porque habéis aprendido que es un Padre que nos quiere mucho: -­‐sabéis que le agrada que obedezcáis a vuestros padres y profesores, porque os forman en su nombre; -­‐también sabéis que le agrada que queráis a vuestros amigos y compañeros, haciéndoles el bien, como hizo Jesús. Pero, a veces, no lo conseguís. Habéis aprendido que hay que pedir perdón a Dios, cuando no os habéis comportado como debéis. Por eso, hoy, vais a acudir a confesar los pecados ante el sacerdote, que os absolverá en el nombre de Jesucristo, que le ha dado poder de perdonar todo pecado, al que se acusa arrepentido. Para eso, vamos a repasar los actos que componen este sacramento: examen de conciencia, dolor de los pecados, propósito de la enmienda, la confesión ante el sacerdote, y cumplir la penitencia. 4. Lectura del Evangelio: todos de pie -­‐Lectura del Santo Evangelio según San Lucas (Luc 15, 1 y ss: la parábola del hijo pródigo): lo leen niñas, una cada personaje Narradora: Un hombre tenía dos hijos; el más joven de ellos dijo a su padre: Hijo: -­‐Padre, dame la parte de herencia que me corresponde. Narradora: Y les repartió los bienes. No muchos días después, el hijo más joven, reuniéndolo todo, se fue a un país lejano, y malgastó allí su fortuna, viviendo disolutamente. Después de gastar todo, hubo una gran hambre en aquella región, y él empezó a pasar necesidad. Fue y se puso a servir a un hombre de aquella región, el cual lo mandó a sus tierras a guardar cerdos; le entraron ganas de saciarse con las algarrobas que comían los cerdos; y nadie se las daba. Recapacitando, se dijo: Hijo: -­‐¡Cuántos empleados de mi padre tienen pan abundante, mientras yo aquí me muero de hambre! Me levantaré e iré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el Cielo y contra tí; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo; trátame como a uno de tus empleados. Narradora: Y levantándose, se puso en camino hacia la casa de su padre. Cuando aún estaba lejos, lo vió su padre y se compadeció; y corriendo a su encuentro, se le echó al cuello y lo cubrió de besos. Comenzó a decirle el hijo: Hijo: -­‐Padre, he pecado contra el Cielo y contra tí; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo. Narradora: Pero el padre dijo a sus criados: Padre: -­‐Pronto, sacad el mejor traje y vestidlo; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo, y vamos a celebrarlo con un banquete. Porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido encontrado. Narradora: Y se pusieron a celebrarlo. El hijo mayor estaba en el campo; al volver y acercarse a la casa oyó la música y la danza y, llamando a uno de los criados, le preguntó qué pasaba. Este le dijo: Criado: -­‐Ha llegado tu hermano, y tu padre ha matado el ternero cebado por haberle recobrado sano. Narradora: Se indignó y no quería entrar, pero su padre salió a convencerlo. Él replicó a su padre: Hijo 2: -­‐Mira cuántos años hace que te sirvo sin desobedecer ninguna orden tuya y nunca me has dado un cabrito para divertirme con mis amigos. Pero en cuanto ha venido ese hijo tuyo que devoró la fortuna con malas mujeres, has hecho matar para él el ternero cebado. Narradora: Pero Él respondió: Padre: -­‐Hijo, tú siempre estás conmigo y todo lo mío es tuyo; pero había que celebrarlo y alegrarse porque ese hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado. Homilía: (4´) 5. Oración de los fieles: un padre o una madre Oremos, hermanos, a Dios, rico en misericordia, para que en el día de la Primera Confesión de estas niñas, las mire con especial benevolencia, acoja su arrepentimiento y las encienda en su santo Amor. 1. Por el santo padre, Benedicto XVI, por nuestro obispo N., y por todos los sacerdotes del mundo, para que el Señor los haga fieles instrumentos suyos. Roguemos al Señor. 2. Por todos los que componen el colegio -­‐padres, profesoras, alumnas y personal no docente-­‐ para que sepamos dar cada día un mayor testimonio de vida cristiana, de amor a Dios y a los demás. Roguemos al Señor. 3. Por nuestras hijas, que hoy se acercan por primera vez al Sacramento de la Penitencia, para que sepan renovar cada día la ofrenda al Señor de un corazón puro y generoso. Roguemos al Señor. 4. Para que nunca tengan temor o vergüenza para volver, siempre que lo necesiten al sacramento del perdón de Dios. Roguemos al Señor. 5. Por todos nosotros, por cada uno de los miembros de nuestras familias, para que sepamos hacer el papel de hijo pródigo, frecuentemente. Roguemos al Señor. ORACION: Oh Dios, verdaderamente rico en misericordia, que te complaces en perdonar a tus hijos y los libras de las ataduras del mal, acoge las súplicas que hoy te dirigimos por estas niñas y por nosotros mismos, para que cada día te busquemos como única fuente de felicidad y de paz. Por Jesucristo Nuestro Señor. 6. Las niñas cantan una canción expresando el dolor de los pecados (Yo quiero pedir perdón) 7. Examen: salen al ambón las niñas que leen las preguntas EXAMEN DE CONCIENCIA *¿Me he acordado de Dios, rezando al levantarme por la mañana, y al acostarme? *¿Me doy cuenta de que debo de cumplir el precepto de oír Misa todos los domingos y fiestas de guardar? *¿Cuando he hecho algo malo, me enfado, o pido perdón? *¿Obedezco a la primera a mis padres y profesores? *¿He contestado mal a mis padres, abuelos, o personas mayores? *¿Ayudo a las demás en todo lo que puedo, en mi casa, en las tareas, en el juego? *¿Soy generosa con los demás?, ¿presto mis cosas? *¿He sido envidiosa o celosa? *¿He hecho daño a otras, pegando, insultando o burlándome de ellas? *¿He criticado a mis profesoras, amigas o compañeras? *¿Me enfado cuando me han dicho las cosas que tengo que hacer? *¿He cogido alguna cosa que no es mía, sin permiso de su dueño? *¿He hecho las tareas de clase con puntualidad? *¿He sido perezosa? ¿Me levanto por las mañanas cuando me despiertan? *¿Dejo en orden las cosas que utilizo y las pongo en su sitio? *¿He mentido a mis padres, profesoras o amigas? *¿He hecho trampas en los juegos? *¿Me he portado mal en clase? *¿He mirado, hablado o hecho cosas que te daría vergüenza que me daría vergüenza hacer delante de Dios o mis padres? *¿Acudo a Jesús para contarle mis cosas y para pedirle por las demás? 8. Al finalizar, acto de contrición: rezo del Señor mío Jesucristo (o el Yo confieso): el sacerdote y las niñas juntos Ahora se quedan en el oratorio la mitad de las niñas con sus padres. La otra mitad sale fuera. Las niñas se confiesan todas con un mismo sacerdote (el que las ha preparado). Hay además otros dos sacerdotes confesando a los padres que quieran. Esto lo ha avisado el sacerdote que oficia la ceremonia y también lo han dicho las profesoras a los padres antes. El éxito del asunto está aquí, en que los padres puedan confesarse mientras lo hacen sus hijas. Por eso el que todas las niñas se confiesen con un mismo sacerdote. A ellas les da igual, es más es lo que quieren, porque es a ese sacerdote a quien conocen. 9. Cada niña volverá del confesonario junto a sus padres, para hacer con ellos la penitencia, y se queda sentada con ellos. Cuando termina esa mitad de las niñas, entra la otra mitad con sus padres y se procede de idéntico modo. Cuando todas han terminado, entran de nuevo todos en el oratorio y se sigue con la ceremonia. 10. Lectura de propósitos (lo hacen las niñas; cada una lee algún propósito) Jesús, queremos ofrecerte los propósitos que hemos hecho en este día: *Jesús todos los días te ofreceré los pensamientos, las palabras y las obras. *Jesús, ayúdame a ir a Misa todos los domingos y fiestas de guardar. *Jesús, ayúdame a obedecer a mis padres como Tu obedeciste a San José y Santa María *Madre mía, ayúdame a pedir perdón y a perdonar. *Angel de mi guarda, ayúdame a cumplir bien mis deberes. *Me esforzaré en no pelearme con mis hermanos. *Procuraré tratar bien a las que me caen mal, o tienen algún defecto *Seré buena amiga y compañera, prestando las cosas. *Lucharé por no hacer trampas en los juegos. *Jesús, ayúdame a poner buena cara cuando algo me fastidia *A no ser caprichosa para cosas que no necesito *Ayúdame a decir siempre la verdad. *Virgen María, ayúdame a tener un corazón limpio. *Pediré ayuda a la Virgen para hacer bien la confesión. *Rezaré todos los días por mis padres, mis familia, mis profesoras y compañeras. 12. Un padre reza la oración para después de la confesión en agradecimiento ORACION DE AGRADECIMIENTO POR LA CONFESION Jesús, en nombre de nuestras hijas, te damos gracias por el abrazo de perdón que das en la confesión. En este sacramento muestras cuánto quieres a tus hijos. Cuando perdonas los pecados vemos que eres verdadero Padre. Nosotros queremos manifestar también que aspiramos a quererte más, que queremos luchar para ser de verdad fieles a nuestra vocación cristiana, recibida en el Bautismo. Ayúdanos a cumplir los propósitos que hacemos, y cuando no los cumplamos, ayúdanos a volver de nuevo a Tí, como hace el hijo pródigo de la parábola que nos has enseñado. Gracias, Señor, por habernos dejado este sacramento del que nuestras hijas se han beneficiado por primera vez. Amén III. CONCLUSION 1. Cantico a la Virgen (Hoy te quiero cantar, Madre mía del Cielo), o rezo del Oh Señora mía. 2. El sacerdote da por finalizado el acto e imparte la bendición a los asistentes. IV. Al terminar, padres y niñas con profesoras, irán al comedor a una pequeña celebración 
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