Repaso de literatura Genetica

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GUÍA DEL MAESTRO
Tema:
Conceptos Clave:
Estándar 6:
Herencia
Fenotipo y genotipo
La conservación y el cambio
Ideas Fundamentales:
•
•
•
El material genético de las células transmite las características
hereditarias de una generación a otra.
Las características hereditarias son controladas por los genes,
localizados en los cromosomas.
Las especies se preservan por medio de la reproducción.
Propósito:
El propósito de estas actividades es que los estudiantes comiencen a
desarrollar los conceptos de fenotipo y genotipo dentro del contexto de la diversidad
genética y su relación con el ambiente. En este caso los estudiantes identifican y
describen características físicas de organismos que pertenecen a la misma especie y
a especies diferentes, incluyendo características humanas. Se pretende que los/as
estudiante comprendan que mediante la observación de rasgos físicos observables se
puede predecir cuáles de las variaciones son hereditarias y cuáles no. Esta predicción
estará basada en la hipótesis de que las variaciones genéticas son hereditarias
porque los organismos poseen los genes necesarios para transmitir a sus
descendientes las características. Junto con la comprensión
de los conceptos de
genotipo y fenotipo, se espera que los/as estudiantes comprendan la ecuación
fundamental de la genética: relación genotipo-fenotipo como una manifestación de
los genes, siendo todo fenotipo una consecuencia de una interacción entre el
genotipo y el ambiente.
Introducción
La diversidad genética, se refiere a la variación hereditaria dentro y entre
poblaciones de organismos, cuya base está en los cromosomas. Cada especie posee
en su estructura celular la información codificada necesaria para transmitir a sus
descendientes caracteres especiales, que se conocen como hereditarios, o sea, que
se transmiten de generación en generación.
Trasfondo
Un poco de historia
La ciencia de la genética nació hacia el año 1900, cuando varios
investigadores descubrieron el trabajo con plantas de guisantes realizado por el
monje austriaco Gregor Mendel. Mendel propuso que en los organismos diploides las
características genéticas (heredables) están controladas por dos "factores” que están
presentes en cada individuo. Los "factores hereditarios” de Mendel son en esencia lo
que ahora llamamos genes. El gen es la unidad hereditaria que controla cada
característica en los seres vivos.
en sus descubrimientos (Fig.1), Mendel formuló el principio de
Basado
dominancia. Este principio establece que cuando los progenitores tienen rasgos o
características contrastantes, en sus hijos F1 la característica de uno de los progenitores
enmascara u oculta la característica del otro
progenitor. Se dice que la característica
expresada en la generación F1 (semilla
amarilla
en
nuestro
ejemplo)
es
dominante y que la característica oculta
(semilla verde) es recesiva. Aunque en la
actualidad sabemos que el principio de
dominancia
no
siempre
se
aplica,
el
reconocimiento de que un gen puede
ocultar a otro fue un importante logro
intelectual de Mendel.
Fig. 1 El polen de la planta
progenitora aporta a la
descendencia un alelo para
el color de la semilla, y el
óvulo de la otra planta
progenitora aporta el otro
alelo para el color de la
semilla. De los dos alelos,
solamente se manifiesta
aquél que es dominante
(A), mientras que el
recesivo (a) permanece
oculto.
Los alelos ocupan loci correspondientes en cromosomas homólogos.
En la actualidad sabemos que cada cromosoma está constituido por una
única molécula de ADN [ácido deoxirribonucleico] (Fig. 2). También se sabe que los
cromosomas homólogos suelen tener genes similares localizados en posiciones
equivalentes (Fig. 3). Se utiliza el término locus (plural: loci) para designar la
localización de un gen específico en un cromosoma. Por supuesto, en realidad nos
referimos a un segmento del ADN que tiene la información requerida para controlar
algún carácter del organismo.
Fig. 2: Cromosoma-Gen-ADN
Un locus puede determinar el color de la semilla en la planta de guisante; otro
locus la forma de la semilla; un tercero la forma de la vaina, etc. Un locus específico
puede identificarse (por métodos de la genética tradicional) sólo si al menos dos
genes producen rasgos contrastantes, como semilla amarilla o verde. En los casos
más sencillos, un individuo puede expresar uno u otro rasgo (semilla de color
amarillo o verde), pero no ambos.
Fig. 3: Cromosomas homólogos
Par de cromosomas homólogos (uno del
padre el otro de la madre)
Locus del gene (lugar particular de un
gene en el cromosoma)
Par de alelos (formas alternas de un gene)
Tres pares de genes (tres locus diferentes,
lo mismo que tres pares de alelos
Los genes que rigen las variaciones de la misma característica y ocupan loci
equivalentes en cromosomas homólogos se denominan alelos. Por ejemplo el gen
que regula el color de la semilla del guisante, presenta dos alelos, uno que determina
color verde y otro que determina color amarillo. A cada alelo (variante) de un locus
se asigna una sola letra (o grupo de letras) como símbolo. Si bien a menudo los
genetistas utilizan formas de notación más complicadas, cuando se resuelven
problemas de genética sencillos se acostumbra indicar un alelo dominante con una
letra mayúscula y al alelo recesivo con la misma letra pero minúscula. Por ejemplo,
el alelo dominante que rige el color amarillo de la semilla podría designarse A y el
alelo recesivo que rige el color verde se designaría a. Estas características
que
presentan dos alternativas claras, y fáciles de observar se conocen como
características cualitativas: blanco-rojo; liso-rugoso; alas largas-alas cortas; etc.
Estos caracteres están regulados por un único gen que presenta dos formas alélicas
(excepto en el caso de las series de alelos múltiples).
El fenotipo de un individuo no siempre revela su genotipo.
El hecho de que algunos alelos puedan ser dominantes y otros recesivos
significa que no siempre es posible determinar mediante observación qué alelos
porta un organismo. Se utiliza el término fenotipo para especificar el aspecto de un
individuo en un ambiente dado con respecto a un determinado rasgo heredado. Es
decir, es la manifestación externa del genotipo o la suma de los caracteres
observables en un individuo (rasgos morfológicos, bioquímicos o moleculares).
La
constitución genética de ese organismo, más a menudo expresada en símbolos, es
su genotipo: conjunto de genes que contiene un organismo y que es heredado de
sus progenitores. En organismos diploides, la mitad de los genes se heredan del
padre y la otra mitad de la madre.
En el cruzamiento que hemos venido considerando (Fig.1), el genotipo de la
planta parental con fenotipo verde es homocigoto recesivo aa. El genotipo del padre
de la planta parental con fenotipo amarillo es homocigoto dominante AA. El genotipo
de toda la descendencia F1 es heterocigoto Aa y su fenotipo es amarillo. Para evitar
confusiones, el genotipo de un individuo heterocigoto siempre se indica escribiendo
primero el símbolo del alelo dominante y después el del alelo recesivo (siempre Aa,
nunca aA). Los términos homocigoto y heterocigoto expresan el genotipo de un
organismo. Un individuo homocigoto para una característica es aquel que para un
gen dado tiene en cada cromosoma homólogo el mismo tipo de alelo; por ejemplo,
AA o aa.
Heterocigoto es el individuo que para un gen dado tiene en cada
cromosoma homólogo un alelo distinto; por ejemplo, Aa.
Lo más abundante o frecuente no es necesariamente el fenotipo dominante
para una característica.
El fenómeno de la dominancia explica en parte por qué un individuo puede
parecerse más a un progenitor que al otro, aunque ambos progenitores hacen
contribuciones iguales a la constitución genética de su descendencia. Sin embargo,
es importante resaltar que la característica dominante no es necesariamente el rasgo
más frecuente en una población. Hay varios ejemplos de desórdenes alélicos
dominantes en humanos que ilustran esta situación. El enanismo acondroplásico
es uno de los trastornos autosómicos dominante más comunes. Esta es una
enfermedad caracterizada por la falta del crecimiento o detención del desarrollo en
longitud de los miembros. Por otro lado la polidactilia (Fig. 4) es la presencia de
seis dedos en manos o pies. Actualmente a menudo el dedo extra se extirpa
quirúrgicamente al nacer y el individuo no conoce que es portador del carácter. Una
de las mujeres de Enrique VIII tenía un dedo extra. En ciertas familias del sur de
USA es más común. El dígito extra raramente es funcional y sin ninguna duda causa
problemas en el momento de comprar guantes.......
Tomando en consideración
ambos ejemplos, podrás notar que el fenotipo recesivo para ambas características
(cinco dedos en las manos y estatura normal) es el más frecuente en los humanos.
Fig. 4: Polidactilia
La relación entre genotipo y fenotipo no siempre es directa.
La relación entre genotipo y fenotipo puede ser sencilla o directa: un sólo par
de alelos en un locus puede regular la aparición de una única característica (ej. Alto
o bajo). Es decir, la característica presenta dos alternativas claras, fáciles de
observar:
blanco-rojo;
liso-rugoso;
alas
largas-alas
cortas;
etc.
Estas
características son cualitativas ya que están reguladas por un único gen que
presenta dos formas alélicas (excepto en el caso de las series de alelos múltiples).
Por ejemplo, la característica color de la semilla del guisante está regulado por un
gen cuyas formas alélicas se pueden representar por dos letras, una mayúscula (A) y
otra minúscula (a).
Sin
embargo,
la
relación
genotipo-fenotipo
no
siempre
es
directa.
Alternativamente, un par de alelos en un locus puede participar en el control de
varias características, o alelos de varios loci pueden cooperar para regular la
aparición de una sola característica. No debe causar sorpresa que estas relaciones
sean bastante comunes. Estas características son cuantitativas debido a que
tienen diferentes gradaciones entre dos valores extremos. Por ejemplo, la variación
de estaturas, el color de la piel; el color de ojos; la inteligencia; la complexión física.
Estas características dependen de la acción acumulativa de muchos genes, cada uno
de los cuales produce un efecto pequeño. En la expresión de estas características
influyen mucho los factores ambientales.
Es el fenotipo, y no el genotipo, lo que se expone al ambiente. La variación
genética y fenotípica es la base sobre la que actúa la selección natural.
En
las
poblaciones
naturales
se
puede
observar
organismos en la mayoría de sus características hereditarias.
variación
entre
los
Esta variación en la
apariencia de los organismos es el resultado directo de la expresión de los diferentes
alelos presentes en el organismo. En adición a la información genética, el ambiente
en el que viven los organismos puede afectar la variabilidad fenotípica de la
población.
Dependiendo de las condiciones ambientales, un fenotipo puede ser
beneficioso o perjudicial para el organismo.
Un ejemplo de esto es el melanismo
industrial (aparición de formas obscuras) que se observa en los lepidópteros (familia
de las mariposas y alevillas)
y que está asociado a zonas urbanas.
Desde hace
mucho tiempo, los casos de melanismo industrial han sido citados como unos de los
mejores ejemplos de evolución en acción. Uno de los casos mejor documentados es
el de Biston betularia (Fig. 5). El ambiente en que las referidas polillas viven se
vio bruscamente modificado con el inicio de la Revolución Industrial, debido al uso
masivo de carbón en la industria inglesa de fines del siglo XVIII y gran parte del XIX.
El hollín producido al quemar carbón de mala calidad en las fábricas, era
Fig. 5: Biston betularia: forma típica y forma melánica
forma típica
forma melánica
transportado por el viento y se depositó en todos lados: edificios, casas, praderas,
árboles, ennegreciendo sus superficies. Así, los líquenes que cubrían la corteza de los
árboles también se cubrieron de hollín y murieron en su mayoría. Por lo tanto la
corteza de los árboles, de color claro en el pasado, empezó a oscurecerse. A
mediados del siglo XVIII, las formas claras dominaban a las melánicas (obscuras) en
una proporción de 99%. Hacia el final del mismo siglo la situación había cambiado
drásticamente: sólo 1 o 2 % de la población era de formas blancas; las melánicas se
habían vuelto claramente dominantes. ¿Qué fue lo que causó este profundo cambio
en las características de esta especie de polilla en el transcurso de menos de 50
años?
Como se observa en la Figura 6, al oscurecerse la corteza de los árboles, las
formas claras empezaron a ser mucho más notorias y eran capturadas mas
fácilmente por sus depredadores, mientras que las formas obscuras eran capaces de
confundirse cada vez mejor en ese nuevo ambiente contaminado por el hollín, con lo
que aumentaba su probabilidad de escapar de la depredación de las aves.
Fig. 6: Efecto de camuflaje de la forma típica (clara) y la melánica (oscura) en
árboles limpios y con líquenes, y ennegrecidos por el hollín y sin líquenes. En cada
árbol están las dos formas de Biston betularia.
Biston betularia
Con la introducción de la energía eléctrica para remplazar al vapor, los
bosques del noroeste de Inglaterra empezaron a descontaminarse, la corteza de los
árboles comenzó lentamente a ser cubierta por líquenes claros y la situación regresó,
poco a poco, a la de la época pre-industrial. Este cambio ambiental provocó un
incremento del porcentaje de formas claras y una disminución en las obscuras. A
este fenómeno se le conoce como selección natural, pues el ambiente favorece
unas formas fenotípicas y discrimina contra otras. Este proceso, al seleccionar unos
fenotipos en particular, está seleccionando el o los genotipos responsables de estos
fenotipos.
Este ejemplo de selección natural en el caso del melanismo industrial no es
exclusivo de la Biston betularia. También se ha observado en numerosas especies de
otros insectos en la misma zona y en otras de Europa. El melanismo industrial,
aparte de constituir un claro ejemplo del efecto del ambiente para producir una
selección direccional sobre el contingente genético de una especie (Fig. 7), indica
que la tasa de selección en cierto tipo de mutaciones, como la melánica, puede ser
muy alta, ya que hay una respuesta muy sensible a los cambios del ambiente y, por
lo tanto, la velocidad de cambio es grande.
Fig. 7: La selección direccional tiende a favorecer, a lo largo del tiempo, a fenotipos
en un extremo de un rango de variación (es decir escasos).
En resumen, es posible evaluar el fenotipo a varios niveles: puede tratarse
de una característica morfológica, como forma, tamaño o color, o puede ser una
particularidad fisiológica o incluso un rasgo bioquímico, como la presencia o ausencia
de una enzima específica. Además la expresión fenotípica de los genes puede ser
modificada por cambios en las condiciones ambientales en que el organismo se
desarrolla. Ello es así porque el fenotipo es el resultado de la interacción entre el
genotipo y el ambiente. El ambiente de un gen lo constituyen los otros genes, el
citoplasma celular y el medio externo donde se desarrolla el individuo De esta forma
la ecuación fundamental de la genética establece que:
Fenotipo = Genotipo + Ambiente
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