2011-00187-01 - Rama Judicial del Huila

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REPÚBLICA DE COLOMBIA
TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL
SALA PRIMERA DE DECISIÓN CIVIL FAMILIA LABORAL
ACCIÓN DE TUTELA / INSTITUTO DE MEDICINA LEGAL Y CIENCIAS FORENSES / Derecho al debido
proceso: No se vulnera cuando se aducen motivos de competencia y reserva.
Nótese, que la documentación solicitada por la peticionaria hace relación a una necropsia
practicada a su padre –por solicitud de una autoridad- el 25 de julio de 1980, y que a la postre se
remitió a la Fiscalía General de la Nación por competencia; en este punto, se recaba en el hecho
que la demandada fue categórica en plasmar su función de custodia de la información y, en
determinar exactamente quién es la persona o entidad facultada para avalar el suministro de ésta,
luego entonces, no es dable predicar vulneración de este derecho cuando se aducen motivos de
competencia y reserva para ello (art. 17 resolución 423 de 2004 del Instituto de Medicina Legal en
concordancia con el art. 30 de la ley 600 de 2000), elemento este último que se infiere, cuando la
demandante indica que “…me niegan la posibilidad de conocer los hechos del homicidio…según
lo que dicen ya esta prescrito es decir, que en mi entender no tiene ningún tipo de reserva…”
Magistrada Ponente: DRA. LUZ DARY ORTEGA ORTIZ
Proceso:
IMPUGNACIÓN ACCIÓN DE TUTELA
Radicación:
41001-31-03-005-2011-00187-01
Demandante:
ELSA YOLANDA OSORIO DELVASTO
Demandado:
INSTITUTO
NACIONAL
DE
MEDICINA
LEGAL
Y
CIENCIAS
FORENSES – REGIONAL HUILA
Neiva, siete (7) de septiembre de dos mil once (2011).
ASUNTO
Resuelve la Sala Primera de Decisión Civil Familia Laboral la
impugnación de la sentencia de tutela proferida por el Juzgado Quinto
Civil del Circuito de Neiva el 22 de julio de 2011, dentro de la solicitud de
tutela elevada por ELSA YOLANDA OSORIO DELVASTO contra el INSTITUTO
NACIONAL DE MEDICINA LEGAL – REGIONAL HUILA.
ANTECEDENTES
Señaló la accionante que el 19 de enero de 2010 solicitó mediante
petición a la accionada, como hija legítima del señor CARLOS JULIO
OSORIO OSORIO, se expidiera a su costa copia de la necropsia practicada
a éste último.
Que la entidad se ha negado a suministrar la información requerida
a pesar de no estar investida con el carácter de reservada, razón
fundamental para impulsar el trámite preferente.
SOLICITUD DE TUTELA
De conformidad con los hechos narrados, la demandante reclamó
la protección de los derechos fundamentales al debido proceso y libre
acceso a la administración de justicia, y que como consecuencia de la
anterior declaración, se ordene a la accionada permita acceder a la
documentación pretendida.
TRAMITE PROCESAL
El Juzgado Quinto Civil del Circuito de Neiva, por auto de julio 8 de
2011 admitió a trámite la queja constitucional, disponiendo su notificación
a la accionada, para que se hiciera presente manifestando lo que
considerara respecto de los hechos planteados en la demanda,
presentara y solicitara las pruebas que pretendía hacer valer.
RESPUESTA DEL INSTITUTO NACIONAL DE MEDICINA LEGAL –REGIONAL
SUR
El representante de la citada entidad manifestó que el 20 de enero
de 2010, se radicó derecho de petición mediante el cual la señora STELLA
DELVASTO DE OSORIO y sus hijas LUZ MERY, ELSA YOLANDA y YAQUELINE
OSORIO DELVASTO, solicitan información de la necropsia practicada al
señor CARLOS JULIO OSORIO OSORIO el 25 de julio de 1980.
Que el 25 de enero siguiente, el doctor RICARDO BAQUERO TORRES –
Director Regional Sur- dio respuesta a la solicitud, informándole a las
petentes
que
en
cumplimiento
de
las
funciones
legal
y
constitucionalmente atribuidas a esa entidad, una vez efectuado el
procedimiento correspondiente a la necropsia de quien en vida se llamó
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Rad. 41001-31-03-005-2011-00187-01
CARLOS JULIO OSORIO OSORIO, adelantada por orden judicial, el
dictamen se había remitido al Juez Segundo de Instrucción Criminal de la
época, cuya labor fue asumida posteriormente por la Fiscalía General de
la Nación, a quien le corresponde dar trámite a la solicitud de expedición
de copias.
Que el 29 de abril de 2011, recibió petición por parte del Dr. FELIX
MARIA TEJADA solicitando la expedición de copias de la necropsia del
señor OSORIO OSORIO, súplica absuelta mediante escrito de 13 de mayo
pasado y en el que nuevamente se le manifestó la imposibilidad de esa
institución de entregar los documentos invocados.
Que el Instituto no puede entregar el protocolo de necropsia a
personas o entes distintos de las autoridades judiciales o en cumplimiento
de órdenes impartidas por éstas, so pena de extralimitar las funciones
conferidas y de contera, comprometer la imparcialidad de la misma.
Finalmente, solicita se niegue el amparo tutelar al considerar que no
existe vulneración de derechos fundamentales de la accionante.
LA SENTENCIA IMPUGNADA
El a quo resolvió denegar el amparo constitucional al estimar que se
trataba de un hecho superado, por cuanto se demostró que la accionante
y su apoderado recibieron respuesta a sus peticiones, aún cuando éstas no
hayan sido positivas.
LA IMPUGNACIÓN
Inconforme con tal decisión, la demandante impugnó el fallo de
primera
instancia
exponiendo
que
el
censor
no
entendió
los
planteamientos y fundamentos de la acción e inobservó los derechos
reclamados –debido proceso y libre acceso a la administración de justicia-,
motivos que aduce como configuradores de una clara vía de hecho.
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Rad. 41001-31-03-005-2011-00187-01
Arguye, que sus derechos fundamentales están siendo violentados
por cuanto aquella institución es la única competente para suministrar las
documentales peticionadas, replicando, “…que según lo que dicen ya esta
prescrito es decir, que en mi entender no tiene ningún tipo de reserva…”
CONSIDERACIONES
Corresponde a la Sala determinar si la decisión adoptada por el juez
de primera instancia guarda consonancia con las pretensiones de la
demanda, respecto de la violación de los derechos fundamentales al
debido proceso y libre acceso a la administración de justicia de la señora
ELSA YOLANDA OSORIO DELVASTO por parte del Instituto Nacional de
Medicina Legal –Regional Huila-, al negarse a suministrar copia de la
necropsia practicada a su padre el 25 de julio de 1980.
Inicialmente, vale destacar, que el a quo centró su análisis en la
presunta vulneración del derecho de petición –art. 23 Superior- por parte
de Medicina Legal (que no era el reclamado), argumentando que se
estaba frente a la figura del hecho superado y por ende, no había
trasgresión de derechos fundamentales; tal disquisición es compartida por
la Colegiatura, en tanto aparecen acreditadas las contestaciones a las
peticiones elevadas por la accionante –a título personal y a través de
apoderado-, aclarando, que la respuesta que pueda adoptar la
autoridad o el particular –en los casos expresamente señalados por ley- no
implica siempre una decisión positiva. Sobre el particular, en sentencia T481 de 1992 se dijo:
“...el derecho de petición consiste no simplemente en el derecho de obtener una respuesta
por parte de las autoridades sino que haya una resolución del asunto solicitado, la cual si bien
no implica que la decisión sea favorable, tampoco se satisface sin que se entre a tomar una
posición de fondo, clara y precisa por el competente;...” (negrilla fuera de texto)
Ahora bien, el censor primigenio omite pronunciarse frente a los
derechos fundamentales al debido proceso y libre acceso a la
administración de justicia, garantías que fueron directamente deprecadas
por la accionante en procura de su salvaguarda; luego entonces, se
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procederá a analizar la eventual violación de éstos por parte de la
demandada.
EL DEBIDO PROCESO Y LIBRE ACCESO A LA JUSTICIA
Se sabe que la Carta Política de 1991 lo trae consigo en el art. 29, de
la siguiente manera:
"El debido proceso se aplicará a toda clase de actuaciones judiciales y administrativas.
Nadie podrá ser juzgado sino conforme a leyes preexistentes al acto que se le imputa, ante
juez o tribunal competente y con observancia de la plenitud de las formas propias de cada
juicio.
En materia penal, la ley permisiva o favorable, aun cuando sea posterior, se aplicará de
preferencia a la restrictiva o desfavorable.
Toda persona se presume inocente mientras no se la haya declarado judicialmente culpable.
Quien sea sindicado tiene derecho a la defensa y a la asistencia de un abogado escogido
por él, o de oficio, durante la investigación y el juzgamiento; a un debido proceso público sin
dilaciones injustificadas; a presentar pruebas y a controvertir las que se alleguen en su contra;
a impugnar la sentencia condenatoria, y a no ser juzgado dos veces por el mismo hecho.
Es nula de pleno derecho, la prueba obtenida con violación del debido proceso".
Esta garantía fundamental es reconocida a todos los administrados y
tiene por finalidad que aquellos no puedan ser sancionados o
perjudicados por una decisión de una autoridad de forma arbitraria, sino
por el contrario, procura porque aquellos puedan intervenir en su
oportunidad, aportando y solicitando las pruebas que consideren
necesarias para su defensa.
Consecuente con lo anterior, se destaca lo pregonado por la
doctrina constitucional respecto del debido proceso así1:
“…El debido proceso ha sido concebido como una manifestación del Estado social de
derecho que tiene como fundamento la protección del hombre frente a las actuaciones del
Estado y en el respeto a las formas que éstas deben cumplir en sus diversas manifestaciones.
La Constitución de 1991 extendió las garantías del debido proceso a todo tipo de
actuaciones administrativas, y ya no sólo a los procesos judiciales como sucedía bajo la
vigencia de la Carta de 1.886. Como consecuencia de ello, los principios que comportan el
debido proceso -legalidad de los delitos y las penas, juez competente, presunción de
inocencia, derecho de defensa, etc.-, se constituyen en pilares fundamentales de las
actuaciones administrativas y judiciales.
La doctrina define el debido proceso como todo ese conjunto de garantías que protegen al
ciudadano sometido a cualquier proceso, que le aseguren a lo largo del mismo una recta y
cumplida administración de justicia, al igual que la libertad, la seguridad jurídica y la
fundamentación de las resoluciones judiciales proferidas conforme a derecho.
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CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-248 de 1993.
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De esa manera, el artículo 29 de la Carta, por expresa voluntad del Constituyente plasmada
en su mismo texto, es de obligatoria e ineludible observancia en toda clase de actuaciones
tanto judiciales como administrativas, de tal modo que, ante la meridiana claridad del
precepto, ninguna autoridad dentro del Estado está en capacidad de imponer sanciones o
castigos ni de adoptar decisiones de carácter particular encaminadas a afectar en concreto
a una o varias personas en su libertad o en sus actividades, si previamente no se ha
adelantado un proceso en cuyo desarrollo se haya brindado a los sujetos pasivos de la
determinación, la plenitud de las garantías que el enunciado artículo incorpora…”
En este orden de ideas, y de conformidad con la providencia
transcrita, encuentra la Sala que no aparece acreditada la vulneración de
este derecho por parte de la accionada, puesto que de conformidad con
el art. 36-2 de la ley 938 de 2004 en concordancia con el 31 de la ley 270
de 1996, el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, es una entidad
adscrita a la Fiscalía General de la Nación que tiene por finalidad, entre
otras, prestar auxilio y soporte científico y técnico a la administración de
justicia en todo el territorio nacional en lo concerniente a medicina legal y
ciencias forenses.
Nótese, que la documentación solicitada por la peticionaria hace
relación a una necropsia practicada a su padre –por solicitud de una
autoridad- el 25 de julio de 1980, y que a la postre se remitió a la Fiscalía
General de la Nación por competencia; en este punto, se recaba en el
hecho que la demandada fue categórica en plasmar su función de
custodia de la información y, en determinar exactamente quién es la
persona o entidad facultada para avalar el suministro de ésta, luego
entonces, no es dable predicar vulneración de este derecho cuando se
aducen motivos de competencia y reserva para ello
(art. 17 resolución 423 de 2004
del Instituto de Medicina Legal en concordancia con el art. 30 de la ley 600 de 2000),
elemento este
último que se infiere, cuando la demandante indica que
“…me niegan la
posibilidad de conocer los hechos del homicidio…según lo que dicen ya esta prescrito es decir, que en mi
entender no tiene ningún tipo de reserva…”
Ahora, de forma inescindible deviene la ausencia de vulneración del
derecho al libre acceso a la administración de justicia, habida cuenta que
la accionante posee los mecanismos necesarios para lograr que la
información requerida le sea suministrada, debiendo tan solo dirigir su
solicitud a la entidad competente para ello, es decir, la Fiscalía General de
la Nación, para que se expida la autorización respectiva al Instituto de
Medicina Legal, ó al despacho competente, y pueda acceder a la
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Rad. 41001-31-03-005-2011-00187-01
documentación peticionada por lo que deberá confirmarse la decisión
adoptada por el juez de instancia.
Sin otras consideraciones, la Sala Primera de Decisión Civil Familia
Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Neiva, administrando
justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley,
RESUELVE
PRIMERO.-
CONFIRMAR la sentencia de 22 de julio de 2011,
proferida por el Juzgado Quinto Civil del Circuito de Neiva dentro de la
acción de tutela promovida por ELSA YOLANDA OSORIO DELVASTO contra
el INSTITUTO NACIONAL DE MEDICINA LEGAL – REGIONAL HUILA, de
conformidad con lo considerado en precedencia.
SEGUNDO.-
REMITIR el expediente a la Corte Constitucional para su
eventual revisión.
NOTIFÍQUESE.
LUZ DARY ORTEGA ORTIZ
ALBERTO MEDINA TOVAR
MARÍA AMANDA NOGUERA DE VITERI
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Rad. 41001-31-03-005-2011-00187-01
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