Marisol Ayala. Periodista. Nació en Las Palmas de Gran Canaria, es

Anuncio
Marisol Ayala. Periodista.
Nació en Las Palmas de Gran Canaria, es madre de dos hijos, uno de ellos
también periodista. Hija y hermana de periodistas, la vida de Marisol está
vinculada al mundo de la información de la ciudad desde que era una
adolescente. Su trayectoria profesional comenzó en el año 1982 cuando tomó
la decisión más arriesgada de su vida; dejarlo todo para dedicarse a ejercer el
periodismo con pluma cercana y comprometida, desde la vertiente social.
Cuando Marisol dice que “lo dejó todo” se refiere a una posición laboral
cómoda, tan cómoda como lo era ser funcionaria de la administración
pública. De tal manera que en el año 1982 comienza a escribir
profesionalmente en el Diario de Las Palmas donde publicó su primer
reportaje. Un hecho que la periodista recuerda como la indescriptible
emoción de ver por primera vez su firma en un periódico. “Fue un reportaje
sobre cirugía estética”, recuerda. La puerta que se le abrió a Marisol sería su
entrada al periodismo al que estaba llamada por razones familiares y por su
destacado olfato para encontrar la noticia. De hecho en el Diario de Las
Palmas cubrió el área de tribunales área donde la intuición y olfato son
imprescindible, cualidades ambas que a la periodista canaria le sobran, tal
como destacan quienes han trabajado a su lado.
Sus informaciones llamaron la atención de los directivos de Editorial Prensa
Canaria (hoy Editorial Prensa Ibérica) lo que provocó que en el año 1986
fuera contratada como redactora por La Provincia, desarrollando en ese
medio 30 años de periodismo. “La Provincia es y ha sido mi casa”. Y en ese
medio cubrió durante 15 años el área de Sanidad; ámbito en el que ha sido un
referente en Canarias. La sanidad de los años ochenta era la precaria sanidad
franquista por lo que Ayala se implicó en denunciar la situación que vivían
enfermos canarios que mendigaban una atención digna. Muchos eran los
enfermos que debían trasladarse a Madrid para someterse a diálisis, otros que
viajaban a la Península para ser operados porque en Canarias no había
medios. Esos traslados, que se llevaban a cabo en condiciones económicas
extremas, fueron denunciados durante años por Marisol en La Provincia, el
diario al que le unen sólidos lazos sentimentales.
A mediados de los años noventa denunció la muerte en el Hospital Materno
Infantil de LPGC de 4 niños que sufrían hidrocefalia a causa de una mala
atención médica. Noticia que tuvo alcance nacional y que obligó a la
consejería de Sanidad del gobierno canario a abrir una investigación así
como la intervención del Consejo Nacional de Neurocirugía.
También la periodista denunció en esas fechas que mujeres con cáncer de
mama no eran operadas, niños isleños no eran intervenidos con la urgencia
que los médicos aconsejaban o pacientes oncológicos sometidos a
quimioterapia que debían recibir tratamiento y no se lo administraban por
carecer el Hospital Nuestra Señora del Pino de medios para realizar esas
sesiones. La denuncia fue publicada en La Provincia y abrió un Telediario
Nacional como un hecho denigrante para la sociedad canaria. Todos esas
denuncias más las protestas diarias que del sistema sanitario hacían pública
los médicos en Las Palmas de Gran Canaria propiciaron la demanda de un
nuevo centro médico y la posterior construcción del Hospital Doctor Negrín
de Gran Canaria así como el cierre de “Viejo Pino” como centro médico.
Marisol Ayala hizo el seguimiento desde el minuto uno de la construcción
del Doctor Negrín durante los dos años que duró la obra.
Los errores médicos que nunca se denunciaban públicamente acabaron
siendo publicados por la periodista canaria que se ganó la confianza de los
afectados quienes no dudaban en relatarle sus peripecias, todas relacionadas
con un maltrato asistencial. En ese contexto, el mundo de la droga, que en
los noventa hizo estragos en la ciudad de Las Palmas de GC, fue una de sus
batallas periodísticas denunciando en La Provincia los puntos de venta de
estupefacientes especialmente en el barrio de San José de Las Palmas de
Gran Canaria, importante foco de tráfico de drogas. Mantuvo arriesgados
enfrentamientos con “camellos” que veían peligrar su negocio.
Uno de los casos que Ayala recuerda especialmente sobre el mundo de la
droga en la ciudad y que le causó gran impacto fue la muerte de un joven que
a principio de los años 90 apareció en el portal de los Apartamentos Astoria a
causa de una sobredosis. Su madre se llamaba María y la periodista al vivir
la desesperación de aquella madre, acabó dándole trabajo en su casa. “Me
ayudó a criar a mis hijos”, recuerda.
Otro, el de una joven estudiante de 16 años que fue captada por “camellos”
para convertirla primero en drogadicta y luego en catadora de heroína. La
joven acabó asesinando a uno de los traficantes y murió en la cárcel joven y
enferma. La periodista testificó en el juicio a favor de la chica, a cuyos
padres conocía.
En el terreno de los sucesos Marisol ha contado a los vecinos de Las Palmas
de Gran Canaria sus episodios más negros. El caso “Cathaisa”, la niña
asesinada por un vecino y que ella cubrió desde el primer minuto hasta que
se detuvo al autor. Marisol dice que con ese suceso acaecido en el barrio
grancanario de La Feria tuvo consciencia del tirón que los sucesos
“novelados” tenían entre los lectores, de hecho La Provincia incrementó su
tirada durante esos días.
Cubrió la entrega y juicio a Ángel Cabrera Batista,“El Rubio”, que secuestró
y asesinó al industrial tabaquero canario Eufemiano Fuentes. El Rubio es una
leyenda en Canarias.
Ayala cubrió lo que se llamó el “crimen del contenedor” por el asesinato de
una mujer en la zona del Puerto de la Luz. Uno de los autores fue Eufemiano
Fuentes (Fani) que recibió a Marisol en la cárcel y le concedió una entrevista
exclusiva, la primera de una serie.
Con su hijo el periodista Micky F. Ayala colaboró en la elaboración del libro
La Secta del Kárate; uno de los escasísimos textos de investigación
periodística que sobre sucesos se ha escrito en Canarias. La periodista dice
que lo más apasionante del ese trabajo fue hacerlo con su hijo, “de resto fue
muy duro”.
La dramática desaparición de los niños Sara Morales y Yeremy Vargas han
sido muy seguidas por la periodista especialmente en la caso de Sara de
quien escribió su vida en cinco capítulos para el periódico Canarias7 como
colaboradora.
Marisol Ayala encarna la evolución del periodismo. Ha vivido todas las
revoluciones informáticas de la prensa y a todas se ha adaptado para seguir
ejerciendo un periodismo social al que ella ha entregado más de 30 años de
su vida. Un síntoma inequívoco de lo que decimos es que una de las
distinciones de las que guarda mejor recuerdo es la placa que le entregaron
un grupo de marineros rumanos que vivían en los barcos abandonados en el
Puerto de La Luz a los que ayudó con una campaña para recabar alimentos.
Los enfermos mentales y su mala atención médica también ha sido
denunciado por ella hasta hacerse con la esperada exclusiva; la compra del
Hospital Militar de Las Palmas por el gobierno de Canarias para dar
cobertura a determinados enfermos de ese perfil, entre otros.
En el Especial Dominical de La Provincia publicó domingo a domingo
“Isleños” una serie de reportajes en la que entrevistó a personajes de la vida
pública de la ciudad, serie que en el 2002 recuperó bajo el título de
“Personajes en la memoria” con la misma filosofía; destacar la labor de
profesionales de la medicina, música, restauración, empresariado, etc., desde
la vertiente humana.
Su capacidad para llegar al lector y ganarse la confianza de quienes podían
ser noticia le ha permitido a Marisol firmar reportajes que forman parte de la
historia del periodismo canario. Por citar solo algunos, hablaremos del caso
de la Dulce Neus una de cuyas hijas que cumplió condena en la prisión del
Salto del Negro, le concedió la única entrevista.
Asimismo obtuvo una exclusiva nacional cuando contó los pormenores de la
estancia en Las Palmas de Gran Canaria de la modelo internacional Noemí
Campbel junto a Joaquín Cortez. La modelo ingirió barbitúricos y tuvo que
ser ingresada a pesar de que la modelo argumentaba que el origen de su
ingreso era la mala calidad de la comida canaria. Marisol se hizo con un
informe policial que detallaba las causas reales de su ingreso.
La periodista localizó y entrevistó a Ruth, un travesti que inyectaba silicona
en peluquerías canarias y que estando en busca y captura fue localizado por
Marisol en una casa de un barrio marginal de Las Palmas. Antena 3 le pidió a
la periodista que la llevara a un programa nacional de la mañana y así lo
hizo. La exclusiva que Ayala vendió a la cadena nacional le sirvió a Ruth
para abonar la fianza cuando fue detenida.
La periodista fue ampliando su especialidad a los temas estrictamente
sociales denunciando la situaciones de los centros de Menores, los
chabolistas, las miserias de una ciudad que tenía a ciudadanos malviviendo,
sin ayudas, en medio de cuarterías o chabolas. Ayala siente debilidad por
personajes anónimos que atesoran historias ejemplares. Maestras, médicos,
amas de casa, etc.,
A principio de los años 90 Marisol Ayala denunció la venta de un menor
nacido en una clínica de Las Palmas para ser adquirido por una familia de
Guía. Localizó a la familia e hizo el primer reportaje de un niño robado de la
isla.
Fue encargada por La Provincia para realizar un serial sobre la emigración
con 13 familias de distintas nacionalidades que vivían en Las Palmas y que
llegaron a las islas por razones políticas. Su admirable integración era la
piedra angular de esos reportajes.
En el 2002 viajó a Venezuela y allí realizó 12 reportajes a familias canarias
que en los años 50 salieron de nuestras islas como emigrantes y que años
después, viendo cómo estaba el país, añoraban su tierra pero sus fuertes
raíces familiares les impedían volver.
Esa serie la culminó con dos reportajes, uno en las inundaciones en el Puerto
de Vargas (Venezuela) que segó la vida de muchos canarios y finalmente una
entrevista con el Presidente Hugo Chávez en su residencia privada de
Caracas.
Entre los muchos personajes públicos que Marisol ha entrevistado figuran
además de políticos de altura como Belloch, Alfonso Guerra o Eligio
Hernández y artistas como Julio Iglesias, Lola Flores, Rocío Jurado, J.M
Serrat, Eduardo Aute y Joaquín Sabina. Con el sentido del humor que le
caracteriza la periodista ha reconocido que la única vez que le temblaron las
canillas fue cuando entrevistó a Sabina, cuya admiración por el músico es
enorme por su parte.
Su columna ‘Volando Bajito’ que publica desde hace 12 años en La
Provincia es muy seguida. Durante dos años colaboró en Canaria7 donde
también la publicó hasta que volvió a su periódico La Provincia.
Desde hace cinco años Marisol Ayala es muy activa en las redes sociales
donde tiene miles de seguidores entre FB, Twitter e Instagram además de los
que la siguen en sus dos blogs; uno personal que ha sido visitado por más de
1.237.000 y el que abrió hace un año en la web de La Provincia. Su tirón
mediático es innegable con un público fiel que la sigue y con quienes debate
y comparte inquietudes. Dotada de un sentido del humor socarrón a Marisol
la familia, los amigos y la música le han ayudado en la profesión y en la
vida.
Marisol es una de las firmas más reconocidas y seguidas de la actualidad de
Canarias. Desde los inicios sus lectores la identificaron con el periodismo
social. En una entrevista declaró lo que sin duda es su modo de vida:
“Necesito contar lo que pasa, lo que veo y lo que me cuentan. Una no deja de
ser periodista nunca”.
En la actualidad Marisol Ayala colabora en La Provincia, la cadena Ser,
Canarias Radio La Autonómica y el digital Teldeactualidad.
Descargar