EXCESO DE PESO El cuerpo acumula en forma de grasa la energía

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EXCESO DE PESO
El cuerpo acumula en forma de grasa la energía que ingerimos a través de la comida y que no
consumimos con nuestra actividad. Por lo tanto, hay dos formas de reducir esos almacenes de energía:
ingiriendo menos de lo que consumimos (ponerse a dieta) o consumiendo más de lo que ingerimos
(practicando deporte).
Existen muchos mitos, la mayoría desarrollados por intereses comerciales, acerca del
adelgazamiento. Si vamos a intentar poner remedio a una situación de este tipo, es seguro que nos va a
suponer en el mejor de los casos, un esfuerzo considerable, así que cuanto más sepamos, mejor lo
haremos.
¿Sudar adelgaza?
Existe la creencia de que sudar en una sauna, en el calor del verano o poniéndose una faja
calórica o un plástico alrededor del cuerpo sirven para quemar grasas acumuladas. No es cierto. Puede
tener un efecto beneficioso para la piel, al hidratarla y limpiarla de impurezas, pero nada más.
El sudor es un mecanismo de respuesta ante una subida de temperatura del cuerpo. Si la
temperatura sube porque el ambiente en que nos encontramos es, por una u otra causa, demasiado
caluroso, el sudor es simplemente agua con algunas sustancias minerales. Entonces perderemos volumen
y peso... hasta que volvamos a beber agua. El cuerpo la absorbe y todo queda de nuevo en equilibrio.Cada
gramo de grasa necesita dos gramos de agua para fijarse, y por eso los acúmulos de grasa pueden perder
mucho agua sin que en realidad se hayan reducido.
El sudor nunca adelgaza, tan sólo es un síntoma de que estamos quemando grasa cuando un
ejercicio físico lo suficientemente vigoroso produce una elevación de la temperatura corporal como
consecuencia de la quema de energía en los músculos.
Al contrario, la forma más pasiva de quemar grasa es precisamente pasando frío, cuando el
cuerpo quemará grasa, aunque muy lentamente, para conservar la temperatura del cuerpo.
Se cree incluso que existe un tipo de grasa (las llamadas células marrones) que no se quema por
efecto del ejercicio sino que se mantienen como reserva para contrarrestar una situación de excesivo frío.
Pero es una reserva demasiado pequeña para que merezca la pena fijarse en ella a menos que pretendas
competir en culturismo o dedicarte a la moda profesional.
¿Las dietas son la única forma de adelgazar?
Al contrario, las dietas de alimentación son la peor forma de adelgazar si no van acompañadas de
una actividad física.
El peso perdido gracias a una dieta de adelgazamiento se compone en gran parte de masa
muscular perdida, incluso un 25 % de la reducción. Esto, además de la disminución en la capacidad física
de la persona, produce una alteración del llamado Ritmo Metabólico Basal (RMB).
Este concepto se refiere a la capacidad del organismo de quemar calorías en estado de reposo,
por el lógico consumo que le resulta mínimo para garantizar las funciones de supervivencia y la vida
misma de las células. Este consumo suele suponer entre el 60 y el 70 % del consumo calórico diario.
El RMB está directamente relacionado con el volumen muscular (lógicamente, cuantas más
células deban ser mantenidas con vida, más energía será preciso generar y por tanto más calorías se
queman). Por tanto, las dietas de adelgazamiento producen una reducción del RMB que producirá un
nuevo engordamiento y a un ritmo superior al inicial.
Mantener una actividad física que ayude a conservar el volumen muscular es la única solución a
este problema. El ejercicio aeróbico, por otra parte, no tiene capacidad para generar masa muscular, sino
que si es demasiado intenso, puede en combinación con una dieta de calorías, producir un descenso de
fibra muscular en el cuerpo. Lo más indicado en este caso es desarrollar ejercicios de musculación que
ayuden a mantener la proporción de masa muscular.
En cualquier caso, la densidad de la grasa es menor que la del músculo, por lo que en un mismo
peso, una persona obesa ocupa mucho mayor volumen, y parece más gorda, que otra con mayor
proporción de músculo. Además, unos músculos moderadamente desarrollados y proporcionados
mantienen mucho mejor la forma y generan una apariencia mucho más atractiva no sólo respecto a los
acúmulos de grasa, sino también respecto a una apariencia excesivamente delgada.
En contra de lo que suelen creer los profanos en la materia, la mayoría de las mujeres no
experimentan un aumento muscular al realizar una actividad de musculación moderada, debido a que sus
niveles de testosterona son muy bajos. Este es un mito sólo aplicable a deportistas de competición muy
especializadas y con una alimentación muy cuidada para conseguirlo.
Si la actividad física es lo suficientemente intensa, el cuerpo seguirá quemando calorías durante
varias horas después de terminar el esfuerzo. Algunos estudios indican, incluso, que el entrenamiento de
fuerza o musculación prolonga este efecto durante más tiempo que los ejercicios aerobios, como correr,
nadar o andar en bicicleta.
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