FUNDACIONES DEL BUEN PASTOR EN ARGENTINA

Anuncio
FUNDACIONES DEL BUEN PASTOR EN ARGENTINA
SIGLO XIX
Según Abel Jeamière las cuatro revoluciones de la modernidad consisten en:
1. lo político: el comienzo de las Repúblicas independientes, y el paso a la democracia
iniciada en 1789 con la Revolución Francesa.
2. lo cultural surgido un siglo antes con la Ilustración: movimiento que propugnaba la
aplicación de la razón en todos los órdenes de la vida. Se plasmó esta actitud en la
Enciclopedia.
3. lo técnico , comenzado con la Revolución Industrial. Aparecen los nuevos inventos: la
imprenta y con ella la prensa y su manera rápida de divulgación de pensamientos,
novedades, noticias. Otros.
4. la modernidad, no sólo las élites sino también el pueblo sencillo fue recibiendo los
cambios producidos en Europa y América del Norte.
Todo lo expresado se pone de manifiesto a través del PENSAMIENTO LIBERAL.
Se cuestiona la concepción cristiana del mundo y de la política y se afirman dos ideas
fundamentales:
a) el conflicto entre religión y ciencia
b) el rechazo de cualquier connotación religiosa en el ámbito del Estado.
Este pensamiento encontró su forma en el LAICISMO, de esta manera se
convertió en la perfecta aplicación del librepensamiento a la vida social; el espíritu laico
encarnado en las democracias, el cauce para secularizar todos los servicios públicos y las
instituciones republicanas, tales como educación, justicia, hospitales, cementerios,
matrimonio, apartándolos de la influencia de la Iglesia.
De la situación de “cristiandad” en que la Iglesia controlaba casi todo, se pasó a
una perspectiva “secularista” en que a la Iglesia se la encerró en la sacristía y se le pidió
que no se inmiscuyera en ningún asunto que tuviera que ver con lo económico, lo político,
y lo científico.
Se hizo de la religión un asunto meramente privado. Daba la impresión de que la vida
estaba “sectorizada” en “cajones” y que a la Iglesia se le permitía sólo ocuparse de lo
religioso.
La expresión más negativa del laicismo fue el anticlericalismo: con la expulsión de
las Congregaciones religiosas, cierre de sus colegios, apropiación de los bienes de la
Iglesia.
En Argentina se produjo la segunda expulsión de los jesuitas en el año 1842. Se
sancionaron las leyes del matrimonio y registro civil, y también la de enseñanza laica
(ley 1420) esta última provocó la reacción de la Iglesia, y los conflictos ocasionaron la
ruptura de relaciones entre el gobierno y la Santa Sede.
Seminario Latinoamericano – Chile 2004
La política liberal, apoyada en la doctrina de nuestros próceres concibe la
oposición dialéctica entre “civilización” (apertura a Europa, adquisición de costumbres,
modos de vida, ritos...) y “barbarie” (religiosidad popular, culturas indígenas o criollas
empobrecidas, y costumbres no adecuadas al patrón oficial)
Deseosos de “cambiar lo étnico”, impulsados por la doctrina de Alberdi y
Sarmiento, los liberales dieron paso a la inmigración europea, pero en lugar de recibir
europeos del norte, llegó mano de obra escasamente calificada y analfabeta y fue
empleada para la explotación agraria. Se trató de inmigrantes del sur de europa:
españoles, italianos, judíos rusos y más tarde polacos, arábes y turcos, los cuales se
integraron de manera total. (Las que no se integraron fueron las reducidas colonias
anglosajonas que se mantuvieron rigurosamente apartadas a pesar de los sueños de
Sarmiento).
Con los inmigrantes se produce el ingreso de las Congregaciones religiosas. Esto
se explica en parte por los colonos, quienes reclaman los servicios de congregaciones de
sus respectivas naciones. En Argentina es un dominico irlandés quien gestiona el ingreso
al país de las Hnas. de la Misericordia irlandesas, en el año 1856. Luego, las demás
Congregaciones ingresan desafiando las corrientes políticas del momento.
FUNDACIONES DEL BUEN PASTOR EN ARGENTINA
Las fundaciones en este país están totalmente vinculadas a la persona de la
Madre María de San Agustín de Jesús Fernández Concha, mujer clave de quien el Buen
Pastor se valió para poner sus tiendas en estas tierras.
Cronológicamente las fundaciones se dieron en este orden:
1885 – 8 de Octubre, Buenos Aires – Casa Provincial
1886 – 14 de Mayo,
Mendoza
1888 – 31 de Diciembre, Córdoba
1889 – 12 de Febrero, San Luis
1889 – 11 de Abril, San Juan
1889 - 5 de Mayo,
San Miguel de Tucumán
1889 – 21 de Mayo,
San Salvador de Jujuy
1893 - 5 de Noviembre, Salta
1895 – 12 de Marzo, Buenos Aires (2º Casa)
1896 – 20 de Junio, San Fernando, Catamarca
1898 - 1 de Junio, Buenos Aires, Asilo San Miguel
1903 – 17 de Mayo,
Río IV, Prov. De Córdoba
1904 – 19 de Julio, Fundación de La Plata
1913 Diciembre, Fundación de la Casa de Corrientes
Las otras fundaciones fueron posteriores a la muerte de la M. San Agustín.
Seminario Latinoamericano – Chile 2004
FUNDACIÓN DE BUENOS AIRES
El día 13 de agosto de 1885 nueve Hnas (seis chilenas y tres uruguayas). llegaron
al puerto de Buenos Aires acogidas por nuestro país, provenían de Montevideo –
Uruguay- expulsadas por su negación a acatar la “Ley de Conventos” emitida el catorce
de Julio del mismo año.
El Arzobispo de la ciudad Mons. León Federico Aneiros las recibió en Bs. As.
Fueron hospedadas cordialmente en el Monasterio de la Visitación de Santa María.
Madre San Agustín Envió fondos a las religiosas y escribió al Arzobispo de Bs. As.
proponiéndole humildemente que se podría utilizar los servicios de las Hnas.
estableciendo una casa para asilo, aunque pequeño, de almas extraviadas. El prelado
contestó prontamente, aceptando la propuesta.
Para este fin se organizó una suscripción mensual para obtener los fondos
necesarios en la que tuvieron parte religiosas y Bienechoras de la Casa. El 8 de octubre
del mismo año se trasladaron a una pequeña casita que por ser tan reducida no se podía
pensar en iniciar la sesión de arrepentidas por lo que se trasladaron a otra el 29 de
Enero de 1886, y el 8 de Febrero se recibieron las dos primeras penitentes, según el
lenguaje de la época.
Con la reapertura de la Casa de Montevideo, regresaron a aquella ciudad la
mayor parte de las Hnas. que habían salido de Uruguay, quedando muy disminuida la
comunidad de Bs. As. Razón por la que la Madre San Agustín expresa al Arz. la
conveniencia de establecer un Noviciado en la Capital Argentina pues ella comprendía
muy bien la gran distancia entre Santiago y las nuevas fundaciones. Después de los
trámites pertinentes, se abre el Noviciado el 8 de Noviembre de 1888.
Posteriormente, la Casa se instala definitivamente en los Arrabales de Caballito.
Las comunidades de Argentina formaban hasta entonces parte de la Provincia
chilena. La Madre Provincial, hizo presente al Gobierno General de la Congregación la
necesidad de erigir Provincia en la Argentina, propuesta aceptada por la Sup. General
Madre Ma. de Santa Marina Verger, y el día 11 de junio de 1892 fue nombrada
Provincial de la Argentina y Uruguay la Superiora de la Casa de Montevideo, María de
la Inmaculada Concepción Sánchez Fontecilla, con residencia en esta primera Casa de
Buenos Aires.
Siendo ya nombrada Visitadora, la M. Ma. de San Agustín llegó a Buenos Aires el
año 1893. En el Bº Caballito continuaba la construcción de la Casa Provincial. El 14 de
febrero de ese año instala el noviciado en esta nueva casa.
Y en 1884, el 22 de Abril, recibieron el hábito las primeras siete postulantes Magdalenas
y se abre la Comunidad Contemplativa en otro departamento que la Madre había
preparado para este fin.
Seminario Latinoamericano – Chile 2004
ELEMENTOS QUE ENCONTRAMOS EN LAS FUNDACIONES
 Fe - caridad – celo: descendientes inmediatas de SME permanecía vivo el espíritu
fundacional. Su fe inconmovible desafió los obstáculos y suplió las carencias de
recursos, formación, obstáculos de todo tipo.
 Lugares fundacionales: la mayoría de las fundaciones tuvieron sus inicios en
casas pequeñas donde se improvisaba una habitación como Capilla, otra para las
hermanas, y otra para un número pequeño de mujeres o niñas; tal vez contaba
con otra habitación para labores sino se trabajaba en el patio. Generalmente eran
casas alquiladas. Son comunes los relatos de deudas contraídas.
Parecería que lo único que se requería para una fundación era la solicitud de la
obra, permisos del Gobierno General y, como mínimo, cuatro religiosas.
 La obra de las Hermanas se diferenciaba claramente de las de otras
Congregaciones, por eso eran llamadas para albergar detenidas, adolescentes y
niñas pobres o huérfanas. Las destinatarias también se diferenciaban más
fuertemente que hoy, tal vez por el fenómeno de estigmatización social
 Estrategias educativas:
 Al comienzo la Congregación contó con la memoria viva de “las
Instrucciones” de SME-. De aquí se desprendían enseñanzas pedagógicas que
las hermanas ciertamente aplicaron en sus fundaciones.
 El dialéctico juego de “las representaciones” (o juicios de valor positivo) y su
influencia en la interacción religiosas – destinatarias. Esto incluía el
concepto que la religiosa (educadora) tenía de sí misma, acentuado por la
espiritualidad y por la época: una maestra en la época del positivismo
comtiano desconocía la duda, poseía la verdad definitiva y se hallaba
habilitada para enseñarla con autoridad dogmática.
 El grupo incorporaba normas y reglas que permitían en general el buen
funcionamiento de la Casa.
 Se educaba para evangelizar y para un cambio de actitudes en un proceso de
interacciones donde no faltaban los componentes necesarios:
Componente cognitivo
(conocimientos y creencias)
 Mediante el catecismo
 Y otras instrucciones
Seminario Latinoamericano – Chile 2004
Componente afectivo
(sentimientos y preferencias)
Componente conductual
(acciones manifiestas
y declaraciones de intenciones)
 Sentimientos
religiosos
inculcados
mediante la piedad
 Factores afectivos y emocionales que
contribuían al éxito del aprendizaje:
acogida, cuidados y atención a las
necesidades de las destinatarias (tan
inculcados por SME)
 El ejemplo de conducta de las compañeras y
religiosas (imitación)
 Refuerzos positivos y negativos (recompensas
y castigo)
 El trabajo remunerado, como medio de vida y
formación del carácter
 El descanso y las recreaciones
 El entorno físico: distribución de lugares,
orden, limpieza, horarios...
No olvidemos que en 1897, la Madre María de Santa Marina Verger dio a la
Congregación las Reglas Prácticas donde reune de manera sistemática y escrita la
experiencia metodológica congregacional.
CARACTERÍSTICAS DE LA VIDA RELIGIOSA EN EL S. XIX
Hay elementos comunes en todas estas fundaciones:
 El servicio escolar o la atención en los hospitales y las misiones. Todas sus obras
se expresan en Instituciones.
 Las congregaciones femeninas implantadas son en su mayoría de vida activa, y
sin clausura. Algunas otras son de media clausura como el caso de nuestra
Congregación.
 Todos en la misma Congregación viven de la misma manera, visten igual, se
levantan a la misma hora, no hay diferencias ni variaciones.
 Su gran actividad y celo apostólico se ve colmado por numerosas vocaciones. Es
una época de reflorecimiento de la VR.
 Es más conservadora en lo social y eclesial que innovadora.
 Más autoritaria y centralista que comunitaria y participativa.
 Más clerical que laical. Con una mística sacramental.
Seminario Latinoamericano – Chile 2004
CONCLUSIONES
No se trata de una vida religiosa latinoamericana, es “importada”, sigue
esquemas universales.
Tampoco se habían captado las profundas contradicciones de la cultura
latinoamericana. Fácilmente la VR vivió inserta en el “mundo oficial”, el mundo del
Estado liberal o conservador. Creemos que nuestras hermanas conocieron sólo la historia
oficial de nuestro país y aunque en general la VR se olvidó del mundo pobre y
paulatinamente empobrecido que empezaba a aparecer, pensamos que el Buen Pastor en
Argentina mantuvo su opción por la mujer y niña pobre expresada en las obras
tradicionales; tal vez por todo esto ignoraron la situación de los indígenas y no hubo
acompañamiento de las étnias que sobrevivieron a la masacre del Presidente Roca, el
año 1879.
La mentalidad de la época es más asistencialista que solidaria. Se afianza el
dominio de la mujer en el campo de las actividades benéficas; nuestras fundaciones
fueron apoyadas por Sociedades de Beneficencia de su época. Sin embargo,
paralelamente a estos grupos el Feminismo en Argentina (1880 – 1904) ya se había
expresado a través de la “Unión Feminista Nacional” y “La Asociación de Universitarias
Argentinas” cuya fundadora participa en un organismo para combatir la trata de
blancas, y bregando por otros derechos en lo cívico, social y cultural. Lejos estábamos de
considerar la existencia de estos grupos.
La intensa vida misionera de las Hnas. se expresa en las fundaciones y viajes, en
el envío de las religiosas a las fundaciones de países vecinos y/o en la llegada de Hnas.
Europeas
Finalmente queremos expresar nuestro profundo reconocimiento y agradecimiento a la
Madre Ma. de San Agustín, misionera y fundadora de las Casas en Argentina; y a las hermanas
chilenas por su impulso y dinamismo sin las cuales no hubiera sido posible la Provincia Argentina.
¡Damos gracias a Dios por esta historia de fidelidad iniciada en la primera fundación en San
Felipe!
Córdoba, Octubre de 2004
Seminario Latinoamericano – Chile 2004
BIBLIOGRAFÍA
ISERN, Juan; El Buen Pastor en las Naciones del Sud de América; Buenos Aires,
Ed. Sebastián de Amorrortu, 1924; Tomo I y II.
BARONE, Adriana C.; Lectura interpretativa de la Actividad Educativa realizada
por S. M. Eufrasia P...; Córdoba, Universidad Católica de Córdoba (no publicada), 2000;
Cap. V y VI.
MARTINEZ LAVÍN, Carlos; Doctrina Social de la Iglesia para jóvenes; México,
Ed. Progreso, 5º edición, 2000.
CODINA, Víctor y ZEVALLOS, Noé; Vida Religiosa. Historia y Teología; Madrid,
Ed. Paulinas, 1987.
CELAM, Eclesiología. Tendencias actuales; Bogotá, Centro de Publicaciones del
Celam, oct. 1990.
HORTELANO, Antonio; Comunidades cristianas. Fracaso o base y futuro de la
Iglesia; Salamanca, Ed. Sígueme, 1987.
SIWAK, Pedro; 500 años de evangelización Americana; Buenos Aires, Ed.
Paulinas, 1991; Tomo I.
SOSA DE NEWTON, Lily; Las argentinas de ayer a hoy; Bs. As. , Ed. Zanetti,
1967.
SONEGO, Víctor M.; Las Dos Argentinas. Pistas para una lectura crítica de
nuestra historia; Bs. As. , Ed. Don Bosco, 1985; Tomo I.
SOLARI, Manuel H. ; Historia de la educación argentina; Bs. As., Ed. Paidós,
edición nº 14, 1995.
MARTINEZ PAZ, Fernando; La educación argentina; Universidad Nac. De
Córdoba – Dirección Gral. De Publicaciones; Córdoba; 1979.
Seminario Latinoamericano – Chile 2004
Descargar