430 “doctrina del ministerio público 2010”

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4. RECUSACIONES E INHIBICIONES DEL LOS FISCALES DEL MINISTERIO PÚBLICO
“DOCTRINA DEL MINISTERIO PÚBLICO 2010”
1.- FECHA DE ELABORACIÓN:
Dirección de Consultoría Jurídica
2.- DIRECCIÓN REMITENTE:
3.- MATERIA:
4.- TEMA:
09-08-2010
Inhibición
Causal de Amistad Íntima
5.- EXTRACTO
La circunstancia de que los Fiscales del Ministerio Público, compartan “en diversas ocasiones” con
alguna de las partes, no revela la existencia de una amistad íntima entre ambos, puesto que el sólo
contacto cordial y eventual no constituye una relación que implique afecto profundo de trascendencia
a nivel personal.
6.- CONTENIDO
6.1.- COMUNICACIÓN Nº
6.2.- FECHA:
RESOLUCIÓN S/N
09-08-2010
6.3.- TRANSCRIPCIÓN
“ Visto el escrito presentado por la ciudadana (…) Fiscal Auxiliar de la Fiscalía (…) del Ministerio
Público del Primer Circuito de la Circunscripción Judicial del estado (…), mediante el cual se inhibe de
seguir conociendo la causa signada con el Nº (…), para resolver previamente se observa:
La Representante del Ministerio Público aduce como fundamentos de hecho para plantear su
inhibición, lo siguiente:
“En fecha 9 de junio del presente año 2010, me avoque (sic) al conocimiento de la causa N° (…), por
uno de los delitos contra la propiedad, luego de haber tomado entrevistas a los ciudadanos (…), (…)
en fecha 29 de junio del año en curso y (…) (sic), (…) en fecha 7 de julio del 2010 donde la
denunciante es la ciudadana (…), pude constatar que se trataba de la misma persona con que mi
cónyuge (…), tiene AMISTAD, puesto que al enterarme que la ciudadana (…) (sic), labora en (…)
como Juez de Primera Instancia, es que me doy cuenta que (…), fue compañera de labores de mi
cónyuge, donde nació una Gran (sic) amistad y actualmente se sigue manteniendo (…) es bueno
mencionar que mi persona también a (sic) compartido con la ciudadana (…) (sic), en diversas
ocasiones que mi cónyuge se a (sic) reunido con la misma inherentes / A los lazos de amistad que
los une, considera quien suscribe que con ocasión a ese vinculo (sic) de AMISTAD, circunstancia esta
(sic) que obviamente podría influir en la presente investigación, traduciéndose en la objetividad e
imparcialidad que atentaría contra la seguridad Jurídica (sic), pudiéndose comprometer la moral,
ética en el desempeño del cargo, (…). / (…)”.
Como razones de derecho, la Fiscal inhibida invoca el numeral 4 del artículo 65 de la Ley Orgánica
del Ministerio Público.
Doctrina del Ministerio Público 2010
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Sobre el particular, este Despacho ha sostenido de manera reiterada, que la inhibición es un
mecanismo concebido con la finalidad de permitir separarse del conocimiento de la causa a aquellos
representantes fiscales que se consideren incursos en alguna o algunas de las causales previstas en la
ley, concretamente en el artículo 65 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, previa presentación de
un escrito en el que manifiesten tanto las razones de hecho como de derecho que lo fundamentan,
ello con la finalidad de evitar retardos en los procesos al presentarse inhibiciones sin basamento
alguno, lo cual no se correspondería con la celeridad que se busca dentro del proceso penal.
Por otra parte, el autor Joan Picó I Junoy en su obra “La imparcialidad judicial y sus garantías: La
abstención y recusación”, expresa que la inhibición de los jueces, debe entenderse como:
“(...) el acto en virtud del cual renuncian, ex officio, a intervenir en un determinado proceso por
entender que concurre una causa que puede atentar contra su debida imparcialidad” (p. 38, 1998).
Tal definición está referida a los jueces y magistrados, sin embargo la misma aplica a los Fiscales del
Ministerio Público como integrantes del sistema de justicia y por la naturaleza de las funciones que
desempeñan en el marco de las atribuciones y competencias establecidas legal y constitucionalmente
al Organismo que representan.
Así, dentro del proceso penal, encontramos que las partes son titulares del derecho a la imparcialidad,
el cual presupone el deber del funcionario de inhibirse cuando considere que está incurso en alguna
de las causales establecidas por el legislador, y de igual forma admite el correlativo derecho de las
partes a recusarlo.
Luego de definir el término inhibición, este Despacho pasa a efectuar las siguientes consideraciones:
La ciudadana (…), Fiscal Auxiliar de la Fiscalía (…) del Ministerio Público del Primer Circuito de la
Circunscripción Judicial del estado (…), invocó el numeral 4 del artículo 65 de la Ley Orgánica del
Ministerio Público, el cual establece: (...)
Al respecto, es necesario advertir que la amistad, de acuerdo con lo establecido por el Diccionario de la
Lengua Española de la Real Academia Española, en su vigésima segunda edición, es el "Afecto personal,
puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato". En este sentido,
se afirma que la amistad es íntima cuando la relación de afecto es muy estrecha, existiendo una gran
confianza y trascendencia, cuyo vínculo es el producto del trato constante, sincero y profundo, que es muy
diferente al de la relación cordial que surge del contacto común o eventual entre las personas.
Ahora bien, en el contexto jurídico procesal, al invocarse la amistad íntima en el marco de la interposición
de una recusación o inhibición atinente a un Fiscal del Ministerio Público, debe seguirse un criterio de
carácter objetivo que permita, de manera inequívoca, establecer cuándo efectivamente se configura la
causal contenida en el numeral 4 del artículo 65 de la Ley Orgánica del Ministerio Público.
A tales efectos, este Despacho estima pertinente examinar los parámetros que ha establecido el autor Joan
Picó I Junoy177 para determinar la existencia de una enemistad manifiesta, y adaptarlos al supuesto de
amistad íntima, pues, ambos son conceptos opuestos pero vinculados entre sí por una relación de
antonimia, y tienen en común que son términos jurídicamente indeterminados y que se encuentran dentro
de las causales de recusación e inhibición denominadas subjetivas; de allí que resulta procedente emplear
como marco referencial el razonamiento dado a la enemistad, y adecuarlo a la amistad íntima,
considerando las particularidades y atributos esenciales de ésta.
En tal sentido, para determinar la existencia de una amistad íntima, de conformidad con lo dispuesto en el
numeral 4 del artículo 65 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, resulta necesario, en primer lugar, que
dicha amistad sea extraprocesal, es decir, que haya surgido fuera del proceso. No se configura el supuesto
de derecho establecido en la norma si la amistad alegada tuvo su origen con motivo de la relación procesal,
177
Joan Picó I Junoy. La imparcialidad judicial y sus garantías: la abstención y recusación. Barcelona: José María Bosch
Editor. 1998, p.p 74-76.
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pues es esencial que ésta haya surgido con anterioridad al proceso.
En segundo lugar, debe considerarse que el afecto inmerso en la amistad íntima es personal del Fiscal del
Ministerio Público, esto es, debe existir en su esfera emocional, por lo que es indiferente la amistad que le
pueda profesar alguna de las partes si el Fiscal no la concibe en su fuero interno.
Por último, es necesario que la amistad íntima sea manifiesta, esto es, que haya sido exteriorizada y
que resulte evidente por hechos concretos, claros y especificados que no ofrezcan dudas respecto de
su existencia.
Por otra parte, el mismo autor Joan Picó I Junoy178 explicó que:
“Dentro de las relaciones extraprocesales no adquieren suficiente eficacia revocatoria hechos esporádicos
de escasa trascendencia social de los que difícilmente pueda inferirse la existencia de una amistad íntima,
tales como comer en una misma mesa (la sentencia del Tribunal Supremo de España del 19 de noviembre
de 1983, afirma que no debe considerarse amistad suficiente 'los saludos que por cortesía se cruzaron
entre ambos con dicho motivo'), compartir similares gustos por determinados espectáculos, comprar en las
mismas tiendas, vivir en un mismo edificio, etc.”.
En el caso bajo estudio, la Fiscal inhibida señala que la ciudadana (…), quien figura como víctima en la
causa signada con el Nº H-903.275, fue compañera de labores de su esposo (…), situación que hizo
surgir entre ellos, una relación de amistad. Así mismo, indica que su persona ha compartido con la
prenombrada ciudadana, en diversas reuniones en las cuales ha asistido con su cónyuge.
Esta Superioridad observa que la ciudadana (…), Fiscal Auxiliar de la Fiscalía (…) del Ministerio Público
del Primer Circuito de la Circunscripción Judicial del estado (…), ha compartido con la ciudadana (…)
“en diversas ocasiones”, hecho que no revela la existencia de una relación íntima entre ambas, puesto
que el sólo contacto cordial y eventual no constituye amistad, resaltándose que de acuerdo con los
argumentos expuestos al formular la presente incidencia, la amistad íntima existe entre la
prenombrada ciudadana y el cónyuge de la Fiscal, sin que se desprenda que en ésta haya un
sentimiento de afecto profundo de trascendencia personal hacia aquella.
Así pues, teniendo presentes los anteriores señalamientos, este Despacho estima que los fundamentos de
hecho expuestos por la Fiscal inhibida, no se subsumen en el numeral 4 del artículo 65 de la Ley Orgánica
del Ministerio Público.
En consecuencia, sobre la base de los argumentos expuestos, este Despacho, declara sin lugar la
inhibición planteada por la ciudadana (…), Fiscal Auxiliar de la Fiscalía (…) del Ministerio Público del
Primer Circuito de la Circunscripción Judicial del estado (…), en la causa signada con el Nº (…). Y Así
se declara.
Sin embargo, este Despacho observa que la rigidez de las normas en este contexto no puede soslayar
la esencia del derecho, y no pasa inadvertido para esta Decisora que en el presente caso, de los
hechos planteados por la representante del Ministerio Público en su escrito, se desprende la existencia
de razones jurídicas suficientes, aunque legalmente no establecidas en las causales de inhibición y
recusación previstas en la Ley Orgánica del Ministerio Público, capaces de afectar su imparcialidad en
la referida investigación, como es la existencia de una relación de amistad entre su cónyuge y la
víctima de la causa en comento.
De esta manera, es preciso considerar que el fin último de la inhibición, así como de la recusación, es
garantizar la imparcialidad de los Fiscales del Ministerio Público en las causas que estén conociendo, la
cual constituye uno de los atributos del derecho al debido proceso, consagrado en el numeral 3 del
artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, aplicable "a todas las
actuaciones judiciales y administrativas".
178
Ob. Cit. p. 73
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Es por ello que esta Superioridad juzga necesario que a pesar de haber sido declarada sin lugar la
inhibición planteada, continúe conociendo de la presente causa, el Fiscal sustituto que a los efectos
sea designado por la Fiscal Superior del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del estado
Bolívar, a tenor de lo previsto en el artículo 64 de la Ley que rige esta Institución.
Háganse las correspondientes notificaciones.”
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“DOCTRINA DEL MINISTERIO PÚBLICO 2010”
1.- FECHA DE ELABORACIÓN:
Dirección de Consultoría Jurídica
2.- DIRECCIÓN REMITENTE:
3.- MATERIA:
4.- TEMA:
28-10-2010
Inhibición
 Causal de amistad íntima
 Separación de la causa del Fiscal inhibido a pesar de haber sido declarada sin lugar la
inhibición.
5.- EXTRACTO
Para determinar la existencia de una amistad íntima, de conformidad con lo dispuesto en el numeral
4 del artículo 65 de la ley orgánica del Ministerio Público, resulta necesario, en primer lugar, que
dicha amistad sea extraprocesal, es decir, que haya surgido fuera del proceso. en segundo lugar,
debe considerarse que el afecto inmerso en la amistad íntima es personal del Fiscal del Ministerio
Público, esto es, debe existir en su esfera emocional. por último, es necesario que la amistad íntima
sea manifiesta, esto es, que haya sido exteriorizada y que resulte evidente por hechos concretos,
claros y especificados que no ofrezcan dudas respecto de su existencia.
Las relaciones entre compañeros de trabajo, entre vecinos, así como las vinculaciones médicopaciente, profesor-alumno, por ejemplo, en sí mismas, no constituyen una amistad íntima, pues ellas
suponen, por lo general, la existencia de un trato cordial, en algunos casos de forma continua o
frecuente, en otros casos de manera eventual, que no necesariamente llevan implícitas un
sentimiento de afecto profundo o de arraigo que se fortalece con el contacto y que no siempre
generan trascendencia a nivel personal.
En el caso bajo estudio a pesar de no configurarse la amistad íntima alegada, se consideró que la
situación planteada es susceptible de afectar la imparcialidad de la Fiscal inhibida, motivo por el cual,
en resguardo del derecho al debido proceso, consagrado en el artículo 49 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, se estimó necesario separar a la inhibida del conocimiento de la
causa y que continuara con su tramitación el Fiscal designado como sustituto.
6.- CONTENIDO
6.1.- COMUNICACIÓN Nº
6.2.- FECHA:
RESOLUCIÓN S/N
28-10-2010
6.3.- TRANSCRIPCIÓN
“Visto el escrito presentado por la ciudadana (...), Fiscal (...) del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del estado Carabobo, mediante el cual se inhibe de seguir conociendo de la
investigación signada con el N° (...) para resolver previamente se observa:
La Representante del Ministerio Público aduce como fundamentos de hecho para plantear su
inhibición, lo siguiente:
“En cumplimiento con lo establecido en los artículos 63, 64 Y 65 de la Ley Orgánica del Ministerio
Público. Me dirijo a Usted (sic), en la oportunidad de plantearle la INHIBICION (sic), de esta
Representación Fiscal en la denuncia que por distribución signada con el N° 12.909, le correspondiera
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conocer a esta Fiscalia (sic) (…). / Ahora bien dicha inhibición que hoy plateo (sic) se debe a que en
fecha 02/06/2010, se recibe en este despacho la denuncia arriba mencionada, por uno de los delitos
contemplados en la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una vida (sic) Libre de Violencia,
al realizar el análisis correspondiente me percate (sic) de la persona que se menciona como
denunciado es el ciudadano (...), Director del Colegio Patria Bolivariana, sitio donde supuestamente
ocurrieron los hechos denunciados. Siendo que desde hace aproximadamente 12 años comparto una
fraterna amistad con el mencionado ciudadano hoy denunciado, debido que mis tres (03) hijos, han
cursado sus estudios en esa Institución e inclusive el ultimo (sic) de ellos desde muy temprana edad y
actualmente cursando su ultimo (sic) año y siendo representante activa dentro de la comunidad
educativa, asisto constantemente a los actos y actividades que allí se celebran, esto me ha llevado con
el transcurrir de los años a desarrollar una amistad no sólo con el denunciado si no (sic) también con
la esposa del mismo, quien es la sub-directora de dicho plantel. / (…) como lo prevé el Artículo (sic) 65
de la Ley Orgánica del Ministerio Público en su ordinal 4° (…). / (...) solicito muy respetuosamente que
sea declarada con lugar la presente INHIBICION (sic) (…)”.
Como razones de derecho, la Fiscal inhibida invocó el numeral 4 del artículo 65 de la Ley Orgánica del
Ministerio Público, el cual establece: (...)
Este Despacho ha sostenido de manera reiterada, que la inhibición es un mecanismo concebido con la
finalidad de permitir separarse del conocimiento de la causa a aquellos representantes fiscales que se
consideren incursos en alguna o algunas de las causales previstas en la ley, concretamente en el
artículo 65 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, previa presentación de un escrito en el que
manifiesten tanto las razones de hecho como de derecho que lo fundamentan, ello con la finalidad de
evitar retardos en los procesos al presentarse inhibiciones sin basamento alguno, lo cual no se
correspondería con la celeridad que se busca dentro del proceso penal.
Por otra parte, la inhibición, tal como lo expresa el autor Joan Picó I Junoy en su obra “La imparcialidad
judicial y sus garantías: La abstención y recusación”, debe entenderse como:
“(...) el acto en virtud del cual renuncian, ex officio, a intervenir en un determinado proceso por
entender que concurre una causa que puede atentar contra su debida imparcialidad” (P. 38, 1998).
Dicho concepto aun cuando está referido a los jueces, resulta aplicable a los Fiscales del Ministerio
Público como integrantes del sistema de justicia y por la naturaleza de las funciones que desempeñan,
en el marco de las atribuciones y competencias establecidas legal y constitucionalmente al Organismo
que representan.
Así, dentro del proceso penal, encontramos que las partes son titulares del derecho a la imparcialidad,
el cual presupone el deber del funcionario de inhibirse cuando considere que está incurso en alguna de
las causales establecidas por el legislador, y de igual forma admite el correlativo derecho de las partes
a recusarlo.
En cuanto al concepto de amistad, de acuerdo con lo establecido por el Diccionario de la Lengua Española
de la Real Academia Española, en su vigésima segunda edición, es el "Afecto personal, puro y
desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato". En este sentido, se
afirma que la amistad es íntima cuando la relación de afecto es muy estrecha, existiendo una gran
confianza y trascendencia, cuyo trato es sincero y profundo, muy diferente al de la relación cordial que
surge del contacto común o eventual entre las personas.
Ahora bien, en el contexto jurídico procesal, al invocarse la amistad íntima en el marco de la interposición
de una recusación o inhibición atinente a un Fiscal del Ministerio Público, debe seguirse un criterio de
carácter objetivo que permita, de manera inequívoca, establecer cuándo efectivamente se configura la
causal contenida en el numeral 4 del artículo 65 de la Ley Orgánica del Ministerio Público.
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A tales efectos, este Despacho estima pertinente examinar los parámetros que ha establecido el profesor
Joan Picó I Junoy179 para determinar la existencia de una enemistad manifiesta, y adaptarlos al supuesto
de amistad íntima, pues, ambos son conceptos opuestos pero vinculados entre sí por una relación de
antonimia, y tienen en común que son términos jurídicamente indeterminados y que se encuentran dentro
de las causales de recusación e inhibición denominadas subjetivas; de allí que resulta procedente emplear
como marco referencial el razonamiento dado a la enemistad, y adecuarlo a la amistad íntima,
considerando las particularidades y atributos esenciales de ésta.
En tal sentido, para determinar la existencia de una amistad íntima, de conformidad con lo dispuesto en el
numeral 4 del artículo 65 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, resulta necesario, en primer lugar, que
dicha amistad sea extraprocesal, es decir, que haya surgido fuera del proceso. No se configura el supuesto
de derecho establecido en la norma si la amistad alegada tuvo su origen con motivo de la relación procesal,
pues es esencial que ésta haya surgido con anterioridad al proceso.
En segundo lugar, debe considerarse que el afecto inmerso en la amistad íntima es personal del Fiscal del
Ministerio Público, esto es, debe existir en su esfera emocional, por lo que es indiferente la amistad que le
pueda profesar alguna de las partes si el Fiscal no la concibe en su fuero interno.
Por último, es necesario que la amistad íntima sea manifiesta, esto es, que haya sido exteriorizada y que
resulte evidente por hechos concretos, claros y especificados que no ofrezcan dudas respecto de su
existencia.
Por otra parte, el mismo autor Joan Picó I Junoy180 explicó que:
“Dentro de las relaciones extraprocesales no adquieren suficiente eficacia revocatoria hechos esporádicos
de escasa trascendencia social de los que difícilmente pueda inferirse la existencia de una amistad íntima,
tales como comer en una misma mesa (la sentencia del Tribunal Supremo de España del 19 de noviembre
de 1983, afirma que no debe considerarse amistad suficiente 'los saludos que por cortesía se cruzaron
entre ambos con dicho motivo'), compartir similares gustos por determinados espectáculos, comprar en las
mismas tiendas, vivir en un mismo edificio, etc.”.
En hilo de lo expresado anteriormente es preciso señalar que las relaciones entre compañeros de trabajo,
entre vecinos, así como las vinculaciones médico-paciente, profesor-alumno, por ejemplo, en sí mismas, no
constituyen una amistad íntima, pues ellas suponen, por lo general, la existencia de un trato cordial, en
algunos casos de forma continua o frecuente, en otros casos de manera eventual, que no necesariamente
llevan implícitas un sentimiento de afecto profundo o de arraigo que se fortalece con el contacto y que no
siempre generan trascendencia a nivel personal.
En el caso bajo estudio, los hechos descritos por la inhibida, reflejan la existencia de un trato constante con
las autoridades del plantel educativo en el cual cursan estudios sus hijos, es decir, con el Director y la
Subdirectora del recinto estudiantil, con motivo de las actividades que en el colegio se efectúan. Así lo ha
expresado al manifestar en su escrito inhibitorio ser una representante activa dentro de la comunidad
educativa, por cuanto asiste constantemente a los actos y eventos que allí se celebran, lo que la ha llevado
con el transcurrir de los años a desarrollar una amistad con el Director del plantel y con su esposa quien es
la Subdirectora del mismo.
Ahora bien, se debe advertir que la causal de inhibición invocada no solamente exige la existencia de una
amistad, sino que tal amistad ha de ser íntima, y no se desprende de los dichos de la inhibida que la
relación que sostiene con el Director del Colegio, ciudadano (...), denunciado en la causa, haya trascendido
a una amistad íntima, de gran confianza, de trascendencia a nivel personal y que se haya extendido fuera
del contexto de las instalaciones del plantel educativo y de las actividades propias del proceso educativo de
sus hijos.
179
Joan Picó I Junoy. La imparcialidad judicial y sus garantías: la abstención y recusación. Barcelona: José
María Bosch Editor. 1998, p.p 74-76.
180
Ob. Cit. p. 73
Doctrina del Ministerio Público 2010
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Tampoco se señala la existencia de un afecto profundo de parte de la Fiscal hacia éste y no se
mencionan hechos concretos y especificados que permitan deducir la presencia de una intimidad en el
trato que ambos tienen. Igualmente se deduce que la relación sostenida entre la Fiscal y la esposa del
ciudadano (...) ha surgido y se encuentra enmarcada en el ámbito del proceso educativo de sus hijos,
al ser ésta la Subdirectora del respectivo plantel. De modo que esta Decisora no encuentra
configurada la causal de inhibición alegada en la presente causa al no cumplirse los presupuestos
establecidos por la doctrina antes referida.
En consecuencia, lo procedente y ajustado a derecho es declarar sin lugar la inhibición propuesta por
la ciudadana (...), Fiscal (...) del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del estado Carabobo,
por cuanto los argumentos esgrimidos por la referida ciudadana no se subsumen dentro del supuesto
de hecho contenido en la norma del artículo 65 numeral 4 de la Ley Orgánica que rige nuestra
Institución. Y así se decide.
Sin embargo, este Despacho observa que la rigidez de las normas en este contexto no puede soslayar
la esencia del derecho, y no pasa inadvertido para esta Decisora que en el presente caso, de los
hechos planteados por la representante del Ministerio Público en su escrito, se desprende la existencia
de razones jurídicas suficientes, aunque legalmente no establecidas en las causales de inhibición y
recusación previstas en la Ley Orgánica del Ministerio Público, capaces de afectar su imparcialidad en
la referida investigación, como lo es la relación de trato cordial que durante años ha mantenido con el
ciudadano (...) y su esposa, en virtud de su desempeño como Director y Subdirectora,
respectivamente, del plantel educativo en el cual cursaron estudios sus hijos mayores, y donde aún
permanece estudiando el menor de ellos.
De esta manera, es preciso considerar que el fin último de la inhibición, así como de la recusación, es
garantizar la imparcialidad de los Fiscales del Ministerio Público en las causas que estén conociendo, la
cual constituye uno de los atributos del derecho al debido proceso, consagrado en el numeral 3 del
artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, aplicable "a todas las
actuaciones judiciales y administrativas".
Es por ello que esta Superioridad juzga necesario que a pesar de haber sido declarada sin lugar la
inhibición planteada, continúe conociendo de la presente causa, quien ejerza el cargo de Fiscal
Vigésimo del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del estado Carabobo, designado como
sustituto por el Fiscal Superior del Ministerio Público de la mencionada Circunscripción Judicial, a tenor
de lo previsto en el artículo 64 de la Ley que rige esta Institución. ”
Doctrina del Ministerio Público 2010
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