QUE REFORMA Y ADICIONA DIVERSAS ... COORDINACIÓN FISCAL, A CARGO DEL ...

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QUE REFORMA Y ADICIONA DIVERSAS DISPOSICIONES DE LA LEY DE
COORDINACIÓN FISCAL, A CARGO DEL DIPUTADO RICARDO AHUED
BARDAHUIL, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PRI
El suscrito, diputado Ricardo Ahued Bardahuil, integrante del Grupo Parlamentario del
Partido Revolucionario Institucional de la LXI Legislatura del Congreso de la Unión, en
ejercicio de la facultad que le confieren los artículos 71, fracción II, y 72 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, y los numerales 55, fracción II, 56 y 62 del
Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos
Mexicanos, somete a la consideración de esta honorable asamblea la presente iniciativa con
proyecto de decreto, al tenor de la siguiente
Exposición de Motivos
El desarrollo de la humanidad ha generado problemas ambientales derivados del progreso
socioeconómico, algunos de gran relevancia, que demandan soluciones urgentes y
concretas para garantizar el bienestar de las próximas generaciones.
En México, a lo largo de los últimos años, los temas ambientales han cobrado relevancia.
Sin embargo, el deterioro del medio ambiente, y los efectos en la salud de la población –
enfermedades asociadas a la contaminación del aire, agua y suelos, o la mala calidad y
escasez del agua– han sido factores han permitido una mayor atención por parte de los tres
órdenes de gobierno, incluyendo este tema dentro de la agenda nacional.
La actividad industrial ha generado un impacto negativo en el medio ambiente, causando
daños y deterioro a los ecosistemas.
Los ecosistemas son un conjunto de elementos –seres vivos que interactúan en un mismo
ambiente– que debidamente capitalizados, pueden producir servicios ambientales, en
beneficio del desarrollo de la sociedad.
Los servicios ambientales se agrupan en cuatro categorías:
A. De soporte, que son la base para la producción de las otras tres categorías y
difiere de ellas en que su impacto en la población es indirecto pues ocurre después
de largos periodos.
B. De regulación, que son los beneficios obtenidos de procesos de regulación de los
ecosistemas.
C. De provisión, que son los productos obtenidos de los ecosistemas.
D. Culturales, beneficios no materiales que se obtienen, a través de un
enriquecimiento espiritual, del desarrollo cognitivo, de la reflexión, recreación y
experiencias estéticas.
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Cada vez es más evidente que la intervención del hombre, ha debilitado la capacidad de los
ecosistemas para producir estos servicios, lo que disminuye considerablemente las
perspectivas para un desarrollo sustentable y de bienestar humano.
De acuerdo con la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio (2005), cuyo programa de
trabajo internacional fue diseñado para satisfacer las necesidades que tienen los
responsables de la toma de decisiones y el público general, de información científica acerca
de las consecuencias de los cambios en los ecosistemas, en los últimos 50 años, la sociedad
ha cambiado los ecosistemas más rápida y extensamente que en cualquier periodo anterior
de la historia, en gran parte, para satisfacer las demandas de alimento, agua, madera, fibras
y combustibles. Estos cambios han generado ganancias sustanciales, para ciertos sectores,
con consecuencias ambientales negativas, no incluidas en su costo de producción.
Una de las formas en que se ha evaluado la atención de los ecosistemas, es a través de la
llamada "huella ecológica", definida por la World Wildlife Fund, organismo internacional
especializado en la conservación de la biodiversidad, la definió como "un indicador de la
demanda humana sobre los ecosistemas en términos de la superficie agrícola, pecuaria,
forestal y de zonas pesqueras; así como el área ocupada por la infraestructura y los
asentamientos humanos y la requerida para absorber el bióxido de carbono liberado por la
quema de combustibles".
El mal uso de los recursos naturales en México, ha hecho que la huella ecológica vaya en
aumento a costa de su biocapacidad, que en 1961 era en el país, de 4.1 hectáreas globales,
con una huella ecológica de 1.4 hectáreas globales por persona. Para 2005, la biocapacidad
disminuyó hasta 1.7 hectáreas globales por persona y la huella ecológica se incrementó a
3.4, significando que cada habitante, tuvo un déficit ecológico de 1.7 hectáreas globales; es
decir, que en promedio, cada mexicano utiliza una mayor cantidad de superficie para
satisfacer su demanda de alimentos y productos, así como para absorber sus desechos de la
superficie que tiene disponible. De los componentes de la huella ecológica, la superficie
necesaria para absorber el dióxido de carbono, de combustibles fósiles, es la que ha tenido
el mayor incremento. En 1961, era de 0.07 hectáreas globales por persona, mientras que en
2005, se había incrementado a 1.92 hectáreas globales por persona.
A la fecha, no se ha calculado la huella ecológica de las principales ciudades mexicanas,
pero es de esperar, que también sea grande. Una de las ciudades que cuenta con una
evaluación de este tipo, es Xalapa, en Veracruz, cuya huella ecológica se calculó en 2.9
hectáreas globales por persona. Otro ejemplo es el de Jalisco, donde la huella ecológica
promedio de las zonas urbanas de tres municipios, (Cabo Corrientes, Tomatlán y Puerto
Vallarta), se calculó en 2.75, con un déficit ecológico de 0.80 hectáreas globales por
persona y la de las zonas rurales, en 2.38, con un déficit de 0.38.
El acelerado crecimiento demográfico y la distribución desequilibrada de la población, las
pautas de acceso y uso de los recursos naturales, así como las tecnologías utilizadas para su
explotación y consumos vigentes, ejercen una fuerte presión sobre el medio ambiente y los
recursos naturales.
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A grandes rasgos, la interacción del hombre con el medio ambiente, genera los siguientes
impactos ambientales a los ecosistemas:
1. Inmediato de los asentamientos urbanos.
2. De las actividades industriales.
3. Del transporte.
4. De los asentamientos rurales.
5. De las actividades forestales.
6. De las actividades pesqueras.
La conservación y restauración de los ecosistemas en México, son atribuciones que recaen
en los tres órdenes de gobierno, sin embargo, el artículo 115 de la Carta Magna, le otorga
facultades expresas a los municipios, para coadyuvar en esta delicada tarea.
El artículo 115, fracción III, inciso a) y c), de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, determina que los Municipios, tendrán a su cargo las funciones y
servicios públicos de agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de sus
aguas residuales; limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos,
en su fracción V, incisos a), b), d), e), g), h), e i), del propio ordenamiento, se establece que
los Municipios, en los términos de las leyes federales y estatales, estarán facultados para
formular, aprobar y administrar la zonificación y planes de desarrollo urbano municipal;
participar en la creación y administración de sus reservas territoriales; autorizar, controlar y
vigilar la utilización del suelo, en el ámbito de su competencia, en sus jurisdicciones
territoriales; intervenir en la regularización de la tenencia de la tierra urbana; participar en
la creación y administración de zonas de reservas ecológicas y en la elaboración y
aplicación de programas de ordenamiento en esta materia; intervenir en la formulación y
aplicación de programas de transporte público de pasajeros cuando aquellos afecten su
ámbito territorial; y celebrar convenios para la administración y custodia de las zonas
federales.
Asimismo, la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable establece en el artículo 15,
fracción XII, que corresponde a los gobiernos de los municipios, participar en la planeación
y ejecución de la reforestación, forestación, restauración de suelos y conservación de los
bienes y servicios ambientales forestales, dentro de su ámbito territorial de competencia.
En términos generales, la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable y la Ley General
del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, facultan a los municipios del país
para realizar diversas funciones relacionadas con la conservación y restauración de las áreas
naturales del país, favorecer a nuestros ecosistemas, con la finalidad de mejorar los
servicios ambientales.
Para que los municipios del país directamente puedan llevar a cabo sus funciones
vinculadas con el medio ambiente, en los términos de la legislación vigente en la materia,
se propone reformar diversos artículos de la Ley de Coordinación Fiscal, para crear el
Fondo de Aportaciones para los Servicios Ambientales Municipales (FASAM), con el
propósito de conservar y restaurar los ecosistemas localizados en los municipios del país, y
de esta manera, incrementar la calidad de sus servicios ambientales, así como para dotar a
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los municipios de un instrumento financiero que permita realizar sus funciones en materia
ambiental.
El artículo 142 de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, determina que el
Fondo Forestal Mexicano, no limita la creación de diversos fondos privados o sociales que
tengan una relación directa con el desarrollo forestal.
Por su parte, el FASAM, sería un fondo financiado con recursos públicos, que otorgaría a
los municipios recursos financieros necesarios, para que realizar sus funciones relacionadas
con la agenda ambiental. El Fondo Forestal Mexicano, opera a través de un Comité Mixto,
con una representación equilibrada y proporcional del sector público federal, así como de
las organizaciones privadas y sociales de productores forestales. Los recursos que el Fondo
Forestal Mexicano obtiene por el cobro de bienes y servicios ambientales, se entregan
directamente por el gobierno federal a los proveedores de dichos servicios (ejidos,
comunidades, comuneros, pequeños propietarios, y poseedores de tierras que cuenten con
bosques o selvas, entre otros). En síntesis, el primero, sería un instrumento financiero
directo de los gobiernos municipales; el segundo, lo es del gobierno federal.
Los actuales problemas de los ecosistemas del país son multifactoriales, para subsanarlos
de manera plurianual, se considera prudente invertir un presupuesto anual público federal
equivalente al 2.5 por ciento de la recaudación federal participable.
Por lo expuesto, someto a la consideración del pleno de esta soberanía, la siguiente
iniciativa con proyecto de
Decreto por el que se reforman y adicionan diversos artículos de la Ley de
Coordinación Fiscal
Artículo Único. Se adiciona la fracción IX al artículo 25 y se adiciona el artículo 49-A,
para quedar como sigue:
Artículo 25. …
…
IX. Fondo de Aportaciones para los Servicios Ambientales Municipales.
Artículo 26. …
…
Artículo 48. …
Artículo 49 A. El Fondo de Aportaciones para los Servicios Ambientales Municipales se
determinará anualmente en el Presupuesto de Egresos de la Federación correspondiente,
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con recursos federales por un monto equivalente al 2.5 por ciento de la recaudación federal
participable a que se refiere el artículo 2o. de esta ley.
Los recursos participables provenientes de este Fondo de Aportaciones se destinarán
exclusivamente a cada uno de los Municipios del país, de manera proporcional a los
requerimientos financieros necesarios para el desarrollo de las siguientes actividades:
autorizar, controlar y vigilar la utilización del suelo (regulación de los asentamientos
humanos); la creación y administración de las reservas territoriales; intervenir en la
regularización de la tenencia de la tierra urbana; construcción de plantas de tratamientos de
aguas residuales y residuos sólidos; participar en la creación y administración, así como en
la elaboración y aplicación de programas de ordenamiento de zonas de reservas ecológicas.
Transitorios
Único. El presente decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Diario
Oficial de la Federación.
Palacio Legislativo de San Lázaro, a 29 de abril de 2009.
Diputado Ricardo Ahued Bardahuil (rúbrica)
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