volumen en emergencias reposición perioperatoria del volumen

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INFO
colloids

�
No 4.
3.
REPOSICIÓN
PERIOPERATORIA
TERAPIA DE REEMPLAZO
DE
DEL
VOLUMEN
INTRAVASCULAR
VOLUMEN
EN EMERGENCIAS
Dra. Mª Soledad Asuero de Lis. Hospital Ramón y Cajal. Madrid.
Dr. Calixto Andrés Sánchez Pérez. Hospital General de Elda “Virgen de la Salud”. Alicante.
Dra. Victoria Moral García. Hospital Santa Creu i Sant Pau. Barcelona.
Dra. María Victoria González Latorre. Hospital Universitario Virgen Macarena. Sevilla.
Info
colloids
1. I ntroducción ........................... ............................................................3
2. C onceptos generales en la reposición
del volumen intravascular... ............................................................4
2.1. Distribución del agua en los compartimentos del organismo
4
2.2. Cinética de los líquidos administrados
5
2.3. Predicción del volumen de expansión sanguíneo de una solución
5
3 . C aracter í sticas de los sueros utili zados en
la reposición de la volemia .. ............................................................ 6
3.1. Soluciones de Cristaloides
3.1.1. Posibles efectos biológicos de las soluciones de cristaloides
3.2. Soluciones de Coloides
7
7
7
3.2.1. Almidones: Función renal y Coagulación
9
3.2.2. Propiedades antiinflamatorias de los Almidones
9
4. Pautas de reposición de la volemia................................................10
4.1. Shock hipovolémico
10
4.2. Sueroterapia perioperatoria
11
4.2.1 Pauta de sueroterapia Restrictiva
11
4.2.2. Pauta de sueroterapia Liberal
12
5. M onitoriz ación de la respuesta a la sueroterapia .......................1 3
6. Ef ectos adversos asociados con la reposición
de l í q uidos i .v ......................... ...........................................................1 6
7. C onclusiones ......................................................................................1 7
8. B ibliogra f ía ........................................................................................1 8
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ISSN: 1888-3761
REPOSICIÓN PERIOPERATORIO DEL VOLUMEN INTRAVASCULAR
REPOSICIÓN PERIOPERATORIA
DEL VOLUMEN INTRAVASCULAR
Dra. Mª Soledad Asuero(1). Dra. Victoria Moral García(2)
1) Jefe de Servicio de Anestesiología Reanimación. Hospital Ramón y Cajal. Madrid.
2) Jefe de Servicio de Anestesiología Reanimación. Hospital Santa Creu i Sant Pau. Barcelona.
1. INTRODUCCIÓN
La administración intravenosa (iv) de soluciones de
cristaloides, para reponer las pérdidas corporales
de agua y electrolitos data del s.XIX. T. Latta y W.
O´Shaughnessy, durante la epidemia de cólera en
Inglaterra en 1831, observaron en la veno-sección
de las personas fallecidas por dicha enfermedad,
que la sangre no fluía de forma continua sino
gota a gota, lo que les sugirió una pérdida de
volumen intravascular (por vómitos y diarreas), que
era necesario reponer para evitar su deshidratación
y muerte1,2,3. El primer paciente tratado con
cristaloides fue una mujer a la que se le inyectó
en la vena basílica, una solución con cloruro
sódico fabricada con agua hervida (Central Board
of Health, 23 de mayo de 1832 por T.Latta). A
pesar de su recuperación inicial falleció horas más
tarde.
La idea de “reposición de líquidos iv, como tal”,
apareció publicado por primera vez en el Lancet
del 23 de junio de 18324,5,6,7 y en 1864 Goltz afirmó
que la pérdida de volumen intravascular podía
causar la muerte, independientemente de la
pérdida de células rojas. Quince años más tarde,
en 1879, comenzaron las primeras transfusiones
sanguíneas. En este tiempo, Kronecker y Sander
experimentaron en perros la reposición de líquidos
iv, tras una sangría del 50%-60%, que se repuso
con una solución templada de 6 g de sal cocida,
0,05 g de hidróxido sódico y un litro de agua
destilada, a través de la yugular externa. Bischoff,
en Basilea, en 1881, puso en práctica estos resultados
utilizando un catéter intraarterial, en una paciente
con anemia aguda postparto2,3. En 1889 se aceptó
la solución salina 0,9% (SS) iv para la reposición
de volumen y, a partir de ese momento, se convirtió
en una herramienta fundamental en la resucitación
de pacientes. Se denominaron “soluciones de
cristaloides” a las soluciones de iones inorgánicos
y pequeñas moléculas orgánicas disueltas en
agua.
Las limitaciones del SS iv en el mantenimiento del
volumen circulante se hicieron patentes en
la primera guerra mundial. Se investigaron
sustancias de mayor permanencia intravascular y
se empezaron a utilizar soluciones iv de goma de
acacia (6% en 9% de suero salino) y de salino
hipertónico, junto con la administración de
sangre3. En los años siguientes, la reposición iv
con SS, de forma liberal, fue el tratamiento
fundamental, para preservar la función renal y
disminuir la mortalidad en pacientes críticos8.
Shoemaker et al. en 19799, expuso las ventajas de
incluir coloides en la resucitación de pacientes
para obtener una rápida recuperación de las
constantes hemodinámicas y mantener la presión
coloidosmótica y estableció el concepto de
“resucitación con parámetros supranormales”10.
El mejor conocimiento de la fisiopatología de la
microcirculación y de que el volumen sanguíneo
era uno de los factores determinantes del gasto
cardiaco, estableció que la reposición de dicho
volumen tenía un papel importante en la prevención de la hipoperfusión orgánica.
La administración iv de soluciones cristaloides,
balanceadas o no, es indispensable en la reposición de las pérdidas del volumen intravascular e
intersticial, pero su asociación con coloides, es
3
fundamental para estabilizar el volumen circulante, tanto durante la cirugía como en el período
perioperatorio. El tipo de pauta elegida, en cuanto volumen, calidad de los líquidos y relación
cristaloide/coloide, influye en la evolución del
proceso quirúrgico, ya que el déficit o el exceso
de hidratación tiene repercusión directa sobre la
función cardiovascular, renal y pulmonar del
paciente.
2.Conceptos generales en la reposición
del Volumen Intravascular
El valor del retorno venoso esta representado por
la precarga y depende del volumen sanguíneo.
Los tres factores determinantes del gasto cardiaco:
precarga, postcarga y contractilidad, se adaptan
en cada momento a las circunstancias con el
objetivo de mantener la perfusión orgánica en
rango normal, asegurando el aporte de oxígeno a
los tejidos, adecuándolo a la demanda metabólica.
Estos factores están regulados por los niveles de
hormonas en sangre, por el sistema nervioso
autónomo y los metabolitos a nivel tisular. La
disminución del gasto cardiaco (CO), por alteración
de alguno de los factores mencionados, puede
dar lugar a hipoperfusión regional y disfunción
multiorgánica, que se acompaña de aumento de
la mortalidad11.
2.1 Distribución del agua en los
compartimentos del organismo.
El agua total supone el 60% del peso corporal, del
que 2/3 es agua intracelular (aproximadamente
30L, para un individuo de 75 Kg) y el tercio restante
(aproximadamente 15L) pertenece al compartimento extracelular, que se divide entre el espacio
intravascular e intersticial12.
Las pérdidas agudas de volumen intravascular,
de forma absoluta (hemorragia) o relativa (venodilatación, atrapamiento), tienen repercusión
sobre los parámetros clínicos básicos del paciente
en mayor o menor medida, dependiendo de su
cuantía (Tabla 1)13,14.
Tabla 1. Clasificación de los pacientes según la gravedad de la hemorragia.
Parámetros Clínicos
Clase I
Clase II
Clase III
Clase IV
N
+/-
+++
+++
Pérdida sanguínea (ml)
<750
750-1.500
1.500-2.000
>2.000
Frecuencia del pulso (latidos/ minuto)
<100
>100
>120
>140
Presión arterial (mm Hg)
Normal
Normal
Disminuida
Disminuida
Amplitud del pulso
Normal
Disminuido
Disminuido
Disminuido
Frecuencia respiratoria (resp./minuto)
14-20
20-30
30-40
>40
>30
20-30
15-50
<5
Ligeramente
ansioso
Ansiedad
Moderada
Muy ansioso
Confuso
Letárgico
Efecto elevación de las piernas (TILT Test)
Diuresis (ml/hora)
Sistema nervioso central (estado mental)
(Adaptado de: ACS/TLS Classification. American College of Surgeons/Advence Trauma Life Support)13
4
REPOSICIÓN PERIOPERATORIO DEL VOLUMEN INTRAVASCULAR
El antiguo test de elevación de las piernas (TILT
test), para observar la repercusión del volumen de
retorno venoso sobre la circulación general, se ha
puesto de nuevo de actualidad en la práctica
clínica, en el diagnóstico de algún grado de
hipovolemia.15,16
La red venosa, vasos de capacitancia, amortiguan
los cambios de volumen de la circulación sistémica.
La capacitancia se define como la cantidad de
sangre contenida en territorio venoso, tras un
cambio de presión (relación presión/volumen)17,18.
El grado de dilatación venosa, por bloqueo
simpático (anestesia regional) o presencia de
fiebre, puede producir una hipovolemia relativa,
ya que este sistema es capaz de atrapar hasta el
75% del volumen circulante.
2.2 Cinética de los líquidos
administrados por vía iv.
El endotelio vascular es muy permeable a los
pequeños iones Na+ y Cl-. El movimiento de las
soluciones electrolíticas a través de las membranas
se rige por la ley de Starling y la de la Osmolaridad,
la cual está influida por: la presión oncótica, la
presencia de infección e inflamación, la integridad
de la pared vascular, el estado de la hemostasia,
las características de los líquidos infundidos, y la
duración del tratamiento. En el caso del agua
(solución de dextrosa, sin efecto oncótico), se
mueve libremente por los tres compartimentos,
vascular, intersticial e intracelular para mantener
igual la osmolaridad intra y extracelular.
El aumento de la permeabilidad vascular (por
inflamación, insuficiencia cardiaca, sepsis) puede
favorecer el paso de parte del volumen intravascular hacia espacios transcelulares aislados, sin
intercambio compartimental, como en el caso
de cirugía mayor abdominal, que mantiene el
líquido en el territorio esplácnico.
2.3 Predicción del volumen de
expansión sanguíneo de una
solución
Podemos estimar el volumen de expansión intravascular de una solución administrada iv, para
reponer un determinado volumen circulante
perdido, aplicando la siguiente fórmula:
PVE = VI x Volumen Plasmático/Volumen de
Distribución de la solución administrada
Donde PVE es el Volumen de Expansión que queremos
obtener y el VI es el Volumen que deberemos Infundir19.
Ejemplo de aplicación a las distintas soluciones
administradas por vía iv:
1. Solución de Dextrosa 5%, la glucosa se
metaboliza y el agua se distribuye por los tres
compartimentos, el 60% peso corporal. Lo que
resulta en:
500 ml (PVE) = VI x 3 (VP) /70 kg x 0,6
500 = VI x 3/42
VI = 7 l. Más de 10 veces el volumen
intravascular que deberíamos reponer.
2. Soluciones de Cristaloides:
Salina 0,9% o Balanceadas.
Vd: El 20% del peso corporal
(compartimento vascular e interticial)
500 ml (PVE) = VI x 3/70 x 0,2
500 = VI x 3/14
VI = 2,3 l. 4 veces el volumen intravascular
que queremos reponer
3. Soluciones de Coloides de PM medio.
Vd: Es el volumen circulante ≈ VP (0,3-0,4)
500 ml (PVE) = VI x 3/70 x 0,4
500 = VI x 3/28
VI = 500 cc. El mismo volumen que
queremos reponer
5
Como los cristaloides escapan rápido del espacio
intravascular hacia el espacio intersticial, en
aproximadamente 20-30 min, la reposición de
pérdidas importantes de volumen circulante con
ellos, conlleva la administración iv de grandes
cantidades, que conduce a una sobrecarga de
volumen, de electrolitos y tendencia al desarrollo
de edema.
El comportamiento de las soluciones de coloides
es diferente, ya que permanecen en el territorio
vascular, teniéndose que administrar tan solo la
cantidad de volumen perdido. Su vida media en
él, dependerá del peso molecular de la molécula
en particular, de su vía de eliminación y del tipo
de degradación/metabolización.
3.Características de las Soluciones
utilizadas en la reposición de la volemia
• Soluciones de Cristaloides. Son soluciones de
iones inorgánicos y pequeñas moléculas orgánicas
disueltas en agua.
• Soluciones Glucosadas. Constituidas por dextrosa
disuelta en agua. Al no tener iones orgánicos en
solución no poseen las mismas características de
los cristaloides.
• Soluciones de Coloides. Son soluciones de
moléculas de tamaño variable y distinto origen
(gelatinas, almidón o dextrano) en un medio
salino, con concentraciones de electrolitos
balanceadas o no.
La controversia sobre la relación entre cristaloides
y coloides, dentro de una pauta de sueroterapia,
no se ha resuelto todavía, pero si se han podido
observar los beneficios tras su administración
conjunta. Trabajos como el de Morretti et al.20, han
mostrado que la administración intra-operatoria
de coloides, junto con cristaloides, se asociaba con
una menor incidencia de náuseas y vómitos
postoperatorios en cirugía mayor electiva, no
cardiaca, además de menores complicaciones en
el postoperatorio. Los autores estudiaron 90
pacientes randomizados, con dos pautas de
administración de líquidos i.v., observando que el
grupo que recibió coloides, finalmente se les
infundió menor volumen total de líquidos, para
alcanzar los mismos parámetros hemodinámicos y
tuvieron menos complicaciones postoperatorias,
en relación con el edema y menos días de disfunción gastrointestinal.
Tabla 2. Soluciones Cristaloides
mOsm/
Litro
Na+
(mEq/L)
K+
(meq/L)
Ca++
(meq/L)
Mg++
(meq/L)
Cl(meq/L)
Ácidos
Orgánicos
(mEq/L)
Glucosa
(gr/L)
Hiposalino 0,45%
154
77
-
-
-
77
-
-
Fisiológico 0,9%
308
154
-
-
-
154
-
-
Ringer
309
147
4
5
-
156
-
-
Ringer Lactato
276
130
4
1,5
-
109
28
-
Plasmalyte®
294
140
5
-
1,5
98
27
-
Glucoplurisalino
437
50
22,5
1,25
2,5
50
38
50
Isolite®
559
142
10
2,5
1,5
103
47
50
Normaión restaurador
579
137
10
5
3
102
47
50
127
Acetato: 24
Malato: 5
-
Isofundin®
6
304
140
4
5
2
REPOSICIÓN PERIOPERATORIO DEL VOLUMEN INTRAVASCULAR
También Mythen MG et al21, analizaron la recuperación de la función gastrointestinal en dos
grupos de pacientes programados para cirugía
mayor, no cardiaca, en los que uno recibe coloides
y otro sólo cristaloides, obteniendo resultados
similares a los anteriores.
3.1. Cristaloides
Las soluciones de los cristaloides no tienen igual
concentración de electrolitos que el plasma, ni
la misma osmolaridad. De hecho, tal como se
muestra en la Tabla 2, el SS al 0,9% no es fisiológico y su concentración de cloro, administrada en
grandes volúmenes, puede conducir a hipercloremia transitoria.
La solución Isolite y Normaión Restaurador tienen
una concentración de Na+ y Cl– similar a la del
plasma pero la concentración de K+ es mayor, así
como su osmolaridad.
Se denominan soluciones balanceadas aquellas
que tienen concentraciones de Na+ y Cl– iguales o
muy parecidas a las del plasma. La solución de
Ringer Lactato y el Isofundin® tienen concentraciones de electrolitos parecidas, aunque la primera
es ligeramente hipotónica y la segunda tiene una
concentración de Cl– más elevada que la del
Ringer, pero menor que la del SS. La solución de
Plasmalyte® es la que tiene una composición electrolítica más similar al plasma, es isotónica, y tiene un
pH de 7,4, dentro del rango fisiológico. Estas
soluciones también se diferencian en su composición de ácidos orgánicos: lactato, malato, acetato
y en sus pequeñas concentraciones de calcio y
magnesio.
3.1.1. Posibles efectos biológicos de
los cristaloides.
Existen diferentes líneas de investigación, que
intentan encontrar soluciones cristaloides con
otros efectos biológicos, como añadir piruvato a
la solución Ringer, para aprovechar sus posibles
ventajas antioxidantes a nivel del metabolismo
celular. El piruvato es una pequeña molécula,
presente en las células a concentraciones
milimolares, que tiene un papel clave entre el
metabolismo aerobio y anaerobio de la glucosa.
También es un potente agente quelante de
radicales de oxígeno, implicados en la cadena de
reacciones inflamatorias presentes en procesos
críticos, sépticos o isquémicos. La utilidad del
piruvato o del etil-piruvato, como agente
terapéutico en infusión con solución Ringer iv, ha
sido imposible de probar debido a la gran inestabilidad de la molécula en la solución. La unión de
esta molécula con calcio ionizado, para su estabilización, y su perfusión en tejidos ha producido
resultados esperanzadores, en el endotelio intestinal de ratas a las que se les había provocado
isquemia intestinal22. Sin embargo, esta posible
mejora en la composición del cristaloide todavía
está lejos de su utilización en la clínica.
3.2. Coloides
Las soluciones de coloides contienen moléculas
con poder osmótico y oncótico, que les confieren
mayor permanencia intravascular y alcanzan un
poder de expansión similar o superior al de la
albúmina humana, que siempre se utiliza como
patrón de referencia. Así, mientras la albúmina
tiene una capacidad de atraer dentro del espacio
vascular 18ml de agua/g de sustancia, la de los
almidones es alrededor de 15,5ml/g.
En condiciones de permeabilidad capilar normal,
la capacidad de expansión del volumen circulante
de estas soluciones estará en función: del volumen
de solución administrado, de la concentración de
la misma y de su velocidad de infusión23.
Todas las soluciones de coloides sintéticos son
soluciones polidispersas (el tamaño de las moléculas
en solución no es igual) y su peso molecular (Mw)
determina el poder de expansión de volumen. La
relación entre el Mw y el número de moléculas en
solución que tienen ese Mw (Mn), establece
el Índice de Polidispersión, que está en relación
directa con su tiempo de permanencia intravascular24 (Tabla 3)
7
Tabla 3. Características de los coloides
Producto
Nombre
comercial
Albúmina
Concentración %
Origen
Capacidad
de expansión
Tiempo
de acción
Dosis
máxima
Alteración
hemostática
Alteración
función renal
Capacidad
alergénica
4
Humano
< 100%
6-8 h
-
0
+
+
150%
4-6 h
1,5 g/kg
+++
+
++
80%
4-6 h
1,5 g/kg
+++
+
+
70-80%
2-3 h
-
0a+
0
+++
70-80%
2-3 h
-
0a+
0
+++
Dextrano 70
Macrodex®
10
Dextrano 40
Rheomacrodex®
10
Gelatinas con
puentes de urea
Gelatinas
succiniladas
Hemocé®
3-4
Gelafundina®
3,5
Polímeros
de glucosa
Polímeros
de glucosa
Colágeno
bovino
Colágeno
bovino
HEA 200/0,5
Hemohes®
6
Patata
100%
4-6 h
33 ml/kg
++
+
+
HEA 130/0,42
Isohes®
6
Patata
100%
4-6 h
50 ml/kg
0a+
No hay
estudios
No hay
estudios
HEA 130/0,4
Voluven®*
6
Maíz
100%
4-6 h
50 ml/kg
0a+
0
+
HEA 130/0,4
Volulyte®*
6
Maíz
100%
4-6 h
50 ml/kg
0a+
0
+
* Voluven®, HEA 130/0,4 al 6% en solución salina 0,9% // Volulyte®, HEA 130/0,4 al 6% en solución polielectrolítica balanceada.
• Dextranos. Se obtenienen por biosíntesis de la
bacteria Leuconostoc con el enzima dextrano
sacarosa. Han caído en desuso, especialmente el
de peso molecular 70.000 Da, por sus efectos
sobre la coagulación y la función renal.
• Gelatinas. Derivan del colágeno bovino. La
gelatina más utilizada en la actualidad es la
succinilada, Gelafundina® (solución al 4%).
Tiene un Mw de 30.000Da y un Mn de 23.200Da,
una osmolaridad de 274 mOm/l y no contiene
calcio como el Hemocé®. Por el contenido en
Ca++ es incompatible su administración en la
misma línea de la sangre. No se conocen casos
de transmisión de enfermedad de la variante de
Creutzfeldt-Jacob tras la administración de
gelatinas, pero sí que su capacidad alergénica es
mayor que la del almidón.
• Almidón. Son polímeros naturales de la glucosa,
obtenidos del maíz o de la patata. Se hidrolizan
por la amilasa plasmática y el grado de hidroxietilación (radical hidroxietilo: -O-CH2-CH2-OH) en
los carbonos de la molécula C2 y C6 (expresado
de 0 a 1) retrasa su eliminación. Debido a ese
tipo de metabolismo (unión del enzima a la
molécula de almidón), es normal un aumento
del nivel plasmático de la amilasa plasmática
tras su administración (unas cinco veces el valor
basal25).
8
El almidón derivado del maíz está formado por
amilopectina, molécula ramificada, mientras que
el derivado de la patata tiene una mezcla de
amilosa (molécula lineal), 20-30%, y un 70-80%
de amilopectina. A mayor cantidad de amilopectina, más difícil de degradar la molécula por la
a-amilasa, y por tanto, mayor permanencia en el
espacio intravascular. El poder de expansión del
volumen circulante, el tiempo de permanencia
intravascular, así como sus efectos reológicos y
posible afectación de la coagulación sanguínea
difieren según su peso molecular y el grado de
sustitución (penta, tetra almidones)26.
Los almidones de Mw elevado (450-480 KDa) se
han dejado de utilizar, por sus efectos colaterales
sobre la coagulación y su acumulo en el sistema
retículoendotelial27, al igual que de peso molecular
más bajo, Expafusin® (70 kDa), por su escasa vida
media intravascular. En la actualidad, en Europa,
ya sólo se utilizan los derivados de Mw medio y
bajo: HEA 200/0,5 (Hemohes®) al 6% en SS, HEA
130/0,42 al 6% (Isohes®), HEA 130/0,42 al 6%
(Venofundin®) en SS, HEA 130/0,4 al 6% (Voluven®)
en SS28, y HEA 130/0,4 al 6% (Volulyte®) en solución
polielectrolítica balanceada.
REPOSICIÓN PERIOPERATORIO DEL VOLUMEN INTRAVASCULAR
3.2.1. Almidones:
Función renal y Coagulación
El almidón de peso molecular 130/0,4 al 6% parece
ser el coloide de elección, por presentar menor
frecuencia de efectos adversos sobre la función
renal, incluso en pacientes críticos, la coagulación y
mejor perfil de eliminación, sin acúmulo en
tejidos.29, 30, 31
Estudios como el de Boldt J et al.32, controlado
doble ciego, en pacientes programados para cirugía mayor abdominal, que utilizaron HEA 130/0,40
(Voluven®), para corregir la hipovolemia, siguiendo parámetros hemodinámicos establecidos,
demostraron que no se produjo ningún efecto
deletéreo del almidón sobre la función renal. En
este mismo sentido, Godet G et al.33, en un trabajo
prospectivo randomizado en pacientes programados para cirugía aórtica, reponiendo volumen con
HEA 130/0.4 (Voluven®), demuestran que el
almidón no tuvo efectos deletéreos sobre la
función renal, ya deteriorada en el preoperatorio.
En un nuevo estudio de Kozek-Langenecker SA et
al34, en el que se utiliza el HEA 130/0,4 (Voluven®)
como expansor de volumen iv en el perioperatorio,
se llega a la misma conclusión sobre su eficacia y
mínimos efectos sobre la coagulación.
Por otro lado, existe la controversia sobre si es
mejor utilizar el HEA 130/0,4 en solución salina o
en balanceada. Estudios como el de Roche AM et
al.35, han postulado que las soluciones balanceadas,
por su teórica menor repercusión sobre la coagulación, podrían repercutir sobre un menor sangrado
quirúrgico, pero, a pesar de los resultados, no se
encuentran los mecanismos responsables para
esta hipótesis.
3.2.2. Propiedades antiinflamatorias
de los almidones
Dado que la estructura de la molécula del almidón
de Mw medio (HEA 130/0,4) es casi igual a la del
glucógeno humano (con 16 carbonos, en lugar de
14), es un producto artificial que no resulta extraño
en el organismo y algunos estudios indican que
pueden tener un efecto anti-inflamatorio. El
traumatismo, la cirugía mayor y la infección,
entre otros factores, pueden alterar el balance
inmunológico fisiológico del paciente y producir
un proceso inflamatorio sistémico. Situaciones
como una mala perfusión tisular, pueden
desencadenar dicho proceso con liberación de
potentes mediadores inflamatorios en la circulación, citokinas pro y anti-inflamatorias, como las
interleucinas (IL) 6, 8 y 10, que juegan un papel
dominante en la respuesta inflamatoria aguda a
nivel local y sistémico. Estos mediadores están
implicados en el desarrollo del síndrome de
disfunción aguda postoperatoria y en el del
distress respiratorio agudo. El nivel de IL 6 se
correlaciona con la gravedad y el tipo de cirugía
realizada, junto con las moléculas de adhesión
celular como las E-selectinas (ELAM-1, moléculas
de adhesión leucocitaria endotelial) o las moléculas
de adhesión intercelular (ICAM-1), que regulan la
compleja interacción entre las células inmunes36.
El HEA 130/0,4 al 6% parece ser el coloide
de elección, por presentar menor frecuencia
de efectos adversos sobre la función renal,
la coagulación y sin acumulación en tejidos.
Lang K et al37, comprobaron en 36 pacientes
intervenidos de cirugía electiva abdominal, que la
reposición del volumen intravascular con HEA
130/0,4 (Voluven®) redujo la respuesta inflamatoria,
comparados con los que recibieron terapia sólo
con RL. Bodlt J et al.38, realizaron un estudio prospectivo, randomizado en 66 pacientes, mayores
de 65 años, estudiando la variabilidad de los
marcadores inflamatorios, además de los
parámetros hemodinámicos (objetivo: mantener
la presión venosa central entre 8 y 12 cm H2O),
con tres tipos de soluciones para la reposición
volémica, HEA 130/0,4, RL y SS. Los valores de la
Proteína C, IL-6, IL-8, ELAM-1, ICAM-1, tras una
cirugía de 5h, en el primer día del postoperatorio,
fueron más altos en los pacientes que recibieron
soluciones cristaloides.
9
4. Pautas de reposición de la volemia
4.1. Shock Hipovolémico
Cuando el paciente pierde entre el 30-40% de su
volemia existe peligro inminente de muerte
(Tabla 1). La reposición del volumen perdido con
la infusión de líquidos i.v., independientemente
de la necesidad de transfundir hemoderivados,
debe aumentar el CO, el flujo sanguíneo y la
perfusión a los órganos, ya que el corazón esta
trabajando con un retorno venoso bajo. La fluidoterapia estará guiada por los objetivos de resucitación establecidos, aportados por la Surviving
Sepsis Campaing Guideliness39.
En general, en la primera hora de tratamiento,
tras la infusión de 750-1.000 ml de cristaloides, se
contempla la infusión de bolos de coloides, para
estabilizar el volumen circulante y mantener los
cristaloides administrados dentro del espacio
intravascular, además de la administración de sangre,
de acuerdo con la situación clínica y los datos
analíticos. Es imprescindible vigilar la respuesta
hemodinámica a la sueroterapia para establecer
los pasos a seguir y evitar la sobrehidratación. La
figura 1 indica dichos pasos, en función de los
parámetros clínicos, los datos de laboratorio y los
resultados obtenidos tras los tratamientos previos.
Fig 1. Algoritmo de actuación en la reposición perioperatoria de líquidos
• Estimar: El volumen circulante/intersticial perdido (por naúseas, vómitos, ayuno, preparaciones especiales, fístulas)
• Valorar: Tipo de cirugía realizada o prevista
• Pr. Sistólica < 90 mmHg o < 20% por debajo de la basal
• Fr. C > 90 lat/min o > 20% basal en 3 mediciones seguidas
• Vol. Orina < 0,5 ml/h durante 2h.
1) 250 ml Ringer Lactato i.v. en 15´
Se considera respuesta adecuada
para los tres parámetros citados,
alcanzar rangos normales.
Valorar repercusión en Pr. Sistólica, Fr. C y Diuresis
Repetir, si es necesario, hasta un máximo de 750 ml
2) Si no respuesta adecuada en esos 45´
250 ml Coloide en 15´
3) Si no respuesta adecuada al finalizar los 60´ de inicio del tratamiento. (1)
Valorar repercusión en Pr. Sistólica, Fr. C y Diuresis
Colocar catéter de PVC
Repetir bolo de Coloide 250 ml en 15´
Valorar
- Repercusión en PVC, Pr. Sist., Fr. C.
4) Si: - PVC < 10cm H2O
- Hcto > 22%
- No Aumento de Diuresis?
Si: - Hcto < 21% Considerar además la posible necesidad de administrar Hematíes Concentrados
5a) Si: - PVC > 10-12cm H2O
- Hcto > 22%
Si: - Hcto < 21%
5b) Si: - PVC < 10-12cm H2O
- Hcto > 22%
Si: - Hcto < 21%
Poco aumento de Diuresis. Repetir 1 bolo de Coloide 250 ml en 15´ - Limite PVC: Hasta 16cm H20
- Pr. Sistólica, Fr. C y Diuresis?
- Valorar diuréticos
Valorar administración de Hematíes Concentrados, además de
Administrar simultaneamente en 30’ Coloide 200 ml
Ringer L 200 ml
Valorar administración de Hematíes Concentrados, con
6) Si: - PVC > 12-16cm H2O
NO respuesta hemodinámica y diuresis adecuada
Valorar: Inotropos y Diuréticos
Monitorizar GC (no invasivo/invasivo)
7) Si: - PVC = 12-16cm H2O
- Hcto > 22%
Respuesta hemodinámica y diuresis adecuada
Valorar: Reposición/Restricción de liquidos i.v
Mantener Relación: Cristaloides/Coloide (1/1)
Vigilar: Diuresis y Ganancia de Peso
Valorar: Diuréticos
Considerar: Tiempo Monitorización GC (no invasivo?)
Pr. Sistólica: Presión Arterial Sistólica, fr. C.: Frecuencia Cardiaca
Vol. Orina: Volumen de Orina, PVC: Presión Venosa Central, GC: Gasto Cardíaco
10
Valorar: - Repercución en PVC, Pr. Sist., Fr. C.
- Aumento de Diuresis??
REPOSICIÓN PERIOPERATORIO DEL VOLUMEN INTRAVASCULAR
4.2. Sueroterapia perioperatoria
El objetivo es hidratar y corregir los déficits de
volumen, relativos o absolutos, para garantizar
una adecuada perfusión y metabolismo tisular,
mantener las condiciones de homeostasis y evitar
las complicaciones del exceso de hidratación
(edema).
Tal y como se muestra la tabla 4, en el periodo
perioperatorio se deben reponer las pérdidas
ocurridas antes de la cirugía, las debidas a las
horas de ayuno y las debidas a la propia cirugía.
En las últimas décadas han aparecido dos tendencias, según la pauta de reposición de volumen iv
en el período post o perioperatorio: Liberal, con
reposición hídrica mayor de 4ml/kg/24h, y
Restrictiva con una reposición menor de 4ml/kg/24h.
El debate sobre cuál es la relación adecuada
cristaloide/coloide continua y se guiará por los
resultados obtenidos tras la infusión del volumen
iv pautado. En teoría, su administración conjunta
permitiría disminuir el volumen total de reemplazamiento sanguíneo al estabilizar más rápidamente dicho volumen circulante.
En la tabla 5, se reflejan otras causas que influyen
en las necesidades de hidratación.
En relación con la pauta de reposición hidroelectrolítica, se debe tener en cuenta que los pacientes
mayores de 65 años tienen una reserva funcional
orgánica, cardíaca y sistémica, limitada fisiológicamente por la edad, que se agrava si existe alguna
patología asociada. Es frecuente la presencia de
disfunción diastólica, con gasto cardiaco normal,
a expensas de un aumento del tiempo de contracción sistólica y disminución del tiempo diastólico.
Por ello, ante sobrecargas agudas de volumen,
el corazón no puede responder a la velocidad
requerida.40,41,42,43 En estos pacientes se debe
plantear una reposición hídrica restrictiva,
estabilizando el volumen intravascular con
coloides, con el fin de disminuir el volumen total
de líquidos administrados y evitar la sobrecarga
de electrolitos.
4.2.1. Pauta de sueroterapia restrictiva
En los últimos años se mantiene un debate sobre
la conveniencia de realizar una sueroterapia
restrictiva vs la liberal o permisiva. El objetivo de
Tabla 4. Sueroterapia en el período Perioperatorio
INTRAOPERATORIO
Volumen de infusión previsto
Cirugía mayor abdominal, con paquete intestinal 6-8 ml/Kg/h (sin contar las pérdidas hemáticas),
expuesto y gran superficie de evaporación.
asociando cristaloides y coloides
En cirugías menos invasivas
4 ml/Kg/h
En cirugías poco agresivas
2ml/kg/h, siguiendo siempre los parámetros hemodinámicos del paciente
POSTOPERATORIO:
Volumen de infusión previsto
La pauta de cristaloides asociados o no a coloides puede ser:
• Restrictiva: ≤ 4ml/Kg/día
• Liberal con volúmenes superiores
Tabla 5. Causas que influyen en la necesidad de reposición de volumen
intravascular durante el periodo perioperatorio
Depleción de agua y solutos
• Disminución de la ingesta: ayuno, anorexia, edad avanzada.
Alteración del nivel de conciencia
• Incremento de las pérdidas: vómitos, diarreas, fiebre.
Efecto de los fármacos anestésicos
• Vasodilatación: hipovolemia relativa
• Depresión miocárdica: reducción del gasto cardiaco
Reducción del volumen circulante
• Pérdidas de volumen sanguíneo
• Tercer espacio
• Pérdidas de líquidos al intersticio por aumento de la permeabilidad
capilar: sepsis y otros estados inflamatorios
11
esta “restricción” ha sido reducir las complicaciones
postoperatorias (fundamentalmente pulmonares,
asociadas a sobrehidratación) y mejorar el resultado
de la cirugía (disminuyendo los días de íleo
paralítico).
La mayor parte de los estudios publicados se han
realizado en cirugía abdominal, predominantemente neoplasia de colon. Apoyando la terapia
restrictiva, Lobo DN et al.44 concluyen que la administración de menos de 2 litros de cristaloides (77
mmol de Na+) al día, frente a más de 3 L de cristaloides al día (154 mmol de Na+), permitió una
recuperación más precoz de la función gastrointestinal, con 3 días menos de estancia hospitalaria.
Bransdtrup B et al.45, realizaron una pauta de
hidratación restrictiva y otra liberal en un estudio
con 141 pacientes, durante los 6 primeros días del
postoperatorio de cirugía colorectal programada.
El volumen administrado fue de 2.740 mL (< 3,5 L/
día), en el grupo restrictivo y de 5.388 mL (> 3,5 L/
día) en el grupo estándar. El número total de
complicaciones fue menor en el grupo restrictivo,
destacando las complicaciones médicas, no
relacionadas con la cirugía. A pesar de los resultados
de los estudios anteriores, el edema intersticial,
derivado de un balance hídrico positivo, es uno de
los posibles factores implicados en la disfunción
intestinal postoperatoria, pero la evidencia de
este hecho en humanos es sólo circunstancial.
Nisanevich V, et al.46, analizaron 152 pacientes
programados para cirugía abdominal, que
recibieron bien 4 mL/Kg (régimen restrictivo) ó
10-12 ml/Kg de RL (régimen liberal). Los pacientes
del grupo restrictivo recibieron sólo 1.230 mL
(aunque un 1/3 pacientes precisaron bolos adicionales de volumen para mantener la estabilidad
hemodinámica), frente a los 3.670 ml del grupo
liberal. El número de pacientes con complicaciones fue similar, pero con la pauta restrictiva se
redujo el tiempo de íleo paralítico y la estancia
hospitalaria (8 vs 9 días). Estos resultados concuerdan con los obtenidos por Spahn D et al.47, con
terapias de restricción en el aporte de volumen iv,
utilizando como guía de esa reposición intravascular los valores resultantes de la optimización del
volumen sistólico.
12
4.2.2. Pauta de sueroterapia liberal
En contrapartida, otros estudios han aportado
datos que cuestionan el beneficio de la restricción
de líquidos. Arkilic et al.48, determinó la oxigenación tisular muscular en el brazo del paciente, en
dos grupos randomizados. Al grupo liberal se le
administró 16-18 mL/Kg/h de cristaloide durante
la cirugía y la 1ª hora del postoperatorio, frente a
8-10 mL /Kg/h en el conservador. En el primer
grupo se observó un aumento significativo de la
perfusión tisular y la presión parcial de oxígeno
tisular. Holte et al.49, estudiaron en pacientes
seleccionados para colecistectomía por laparoscopia
en régimen ambulatorio, la posible repercusión
general de la reposición volémica durante la cirugía,
con 15 mL/Kg, restrictiva o liberal, 40 mL/Kg, de
Ringer Lactato. El grupo liberal, tuvo una mejora
en la función pulmonar, capacidad de ejercicio
físico, menos nauseas, menor respuesta de estrés
y hubo más pacientes con criterio de alta.
En resumen, es difícil extraer conclusiones de
estos estudios, ya que no existe una definición
clara sobre qué es una fluidoterapia estándar,
restrictiva o liberal y pocos han utilizado una
monitorización para guiar la reposición volémica
requerida, fijando unos mismos objetivos.
Tampoco está claro que las pautas fijas de volumen
sean beneficiosas para todos los pacientes, ya
que unos casos los mantendrá en una situación de
hipovolemia, mientras que otros pueden acabar
en sobrehidratación. Aunque es evidente que la
hidratación excesiva debe evitarse, no es posible
con los datos disponibles hasta ahora, defender
en la reposición volémica una política restrictiva
absoluta, en todas las circunstancias. Sin embargo,
cada vez se insiste más en la necesidad de realizar
una reposición hidroelectrolítica guiada por objetivos, planificando las pautas de reposición de
volumen y vigilando su repercusión sistémica en
cada tipo de procedimiento quirúrgico, para evitar los posibles efectos deletéreos de una excesiva
sobrecarga de volumen50. Manteniendo este criterio proponemos el siguiente algoritmo (Fig.2).
REPOSICIÓN PERIOPERATORIO DEL VOLUMEN INTRAVASCULAR
Fig 2. Protocolo para la Reposición Perioperatoria de Líquidos iv.
s3UEROTERAPIADEBASE
s3ITUACIón general del paciente
TA sistólica <90mmHg / <20% basal
FC >90 l/min ó >20% basal
En 3 mediciones consecutivas
Diuresis <0,5 ml/kg/h
En 2 horas
1. Bolos de RL: 250cc en 15 min
2. Si no hay respuesta en 30 min:
repetir hasta un máximo de 1000cc
3. Si no anuria: Bolo de HEA 130/0,4.
100 cc en 15 min
1. Bolos de RL: 250cc en 15 min
2. Repetir, si precisa, hasta un máximo de 1000 cc
3. Añadir bolo de HEA 130/0,4: 100 cc en 15 min.
4. Verificar respuesta hemodinámica
No respuesta hemodinámica
Diuresis < 0,5 ml/kg/h
Considerar coloides: 250 cc en 30 min
Repercusión clínica y hemodinámica?
Presión Venosa Central
Considerar: fármacos vasoactivos
ó diuréticos, según clínica y valores
hemodinámicos
(Seguir algoritmo Fig.1)
5.Monitorización Bolos
dede Coloides
la respuesta
a la sueroterapia
La determinación de la respuesta a la sueroterapia
es fundamental para estimar y corregir los defectos
de la precarga circulatoria y evitar la mala
perfusión tisular. Con frecuencia la sueroterapia
se administra sin una adecuada monitorización
que permita administrar el volumen necesario,
para evitar las consecuencias de una infra ó sobrehidratación de los pacientes. Por ello se propugnan
esquemas de sueroterapia “guiada por objetivos“
como los propuestos por la Surviving Sepsis
Campaing que, con evidencia científica 1C
recomiendan sueroterapia suficiente para
mantener en los pacientes los siguientes valores
hemodinámicos: Presión venosa central (PVC)
entre 8 y 12 mm Hg, Tensión arterial media ≥65
mm Hg, Diuresis horaria > 0,5ml/kg peso/hora y
Saturación venosa central ó mixta de oxígeno
≥70% ó ≥65% respectivamente39. Con dichos
objetivos se pretende conseguir un volumen
circulante efectivo, que evite las consecuencias
hemodinámicas y metabólicas que los estados
de hipovolemia tienen sobre órganos vitales
(cerebro, corazón) y órganos no vitales (intestino,
piel, riñón).
Uno de los primeros objetivos en el tratamiento
de la hipovolemia es el mantenimiento de la
presión arterial media en rangos de normalidad.
Pese a su importancia, tal estrategia no asegura la
existencia de hipoperfusión oculta en órganos no
vitales. Se ha comprobado en voluntarios sanos,
que la pérdida de hasta un 30% del volumen
sanguíneo provoca variaciones significativas en
los índices de perfusión tisular, sin modificaciones
apreciables en los valores hemodinámicos
convencionales51. Es importante destacar, que el
13
mantenimiento de la presión arterial media es un
objetivo básico en la sueroterapia, para evitar la
hipoperfusión de órganos vitales, pero no es suficiente para asegurar la perfusión tisular en el
resto del organismo.
La medición de los valores de PVC y de presión
capilar pulmonar (PCP) se han utilizado y se siguen
utilizando como índices del volumen intravascular,
asumiendo sin una clara evidencia científica que
dichos valores dan una idea del volúmen diastólico
final de ambos ventrículos. No obstante, se trata
Con frecuencia la sueroterapia se
administra sin una adecuada monitorización,
necesaria para evitar una infra ó sobrehidratación de los pacientes.
de valores estáticos y las estrategias de reposición
volémica, guiadas exclusivamente por dichos
valores, tienen una eficacia limitada y discutida,
ya que pueden variar según la funcionalidad
cardíaca de cada paciente y no tienen en cuenta
que la precarga cardíaca depende tanto del volúmen
intravascular (que genera valores de presión)
como del tono vascular, dependiente a su vez de
numerosos reflejos y mediadores vasoactivos
(catecolaminas, eje renina-angiotensina-áldosterona, vasopresina, etc).18,19
Por todo ello, la recomendación actual es dirigir la
sueroterapia a través de indicadores dinámicos de
la precarga sanguínea, que permitan cuantificar
el volúmen eficaz e identificar la capacidad de
respuesta de los pacientes a dicha reposición.
Entre dichos parámetros destacan, por su fiabilidad
y sencillez:
1. El análisis de las variaciones respiratorias de
la onda de pletismografía. Las variaciones de
la onda de pletismografía superiores al 13%,
durante las fases de inspiración y espiración,
predicen una respuesta eficaz a la sueroterapia,
con una sensibilidad del 80% y una especificidad
del 90%. Las condiciones de fiabilidad de esta
medida se centran, por el momento, en pacientes
en ventilación mecánica, sin esfuerzo ventilatorio
y con ritmo cardíaco regular52.
14
2. El descenso inspiratorio de la PVC. Se ha usado
en la clínica de rutina desde siempre. La hipótesis
sobre la que descansa este indicador es que sino
existe estado de hipovolemia no se producen
variaciones de la PVC, en relación con el ciclo
respiratorio. Sin embargo, cuando con la inspiración se produce un descenso mayor ó igual a 1
mm Hg en los valores de PVC, puede considerarse
que el paciente tendrá una respuesta positiva
a un nuevo aporte de sueroterapia. Aunque
atractivo por su sencillez de aplicación y porque
puede utilizarse en pacientes en ventilación
espontánea, actualmente la auténtica eficacia
de este parámetro se encuentra en debate53.
3. La elevación de 45º de las extremidades inferiores sobre el plano horizontal. Esta maniobra
incluida en la resucitación inicial de pacientes,
se plantea en la actualidad como un buen
predictor de respuesta efectiva a la sueroterapia.
Con su aplicación, se provoca una transferencia
gravitacional de sangre hacia el compartimento
circulatorio central y un aumento del volúmen
de eyección sistólico en los pacientes respondedores a la sueroterapia. Es una maniobra sencilla
e independiente de la interrelación corazónpulmón, por lo que puede aplicarse en pacientes en ventilación mecánica ó espontánea y en
pacientes con arritmias cardíacas. Por doppler
esofágico ha podido comprobarse que los
pacientes en los que se produce un aumento del 15% en el flujo sanguíneo de la aorta
descendente, por la elevación de las piernas a
45º por encima del plano horizontal, son buenos respondedores a la sueroterapia. En forma
similar, los pacientes que durante esta maniobra experimentan un incremento del 15% en el
volúmen de eyección cardíaco, medido por ecocardiografía transtorácica, pueden considerarse
también respondedores a la sueroterapia con
una sensibilidad del 77% y una especificidad del
100%18,53.
En pacientes con shock hipovolémico refractario a
las medidas de sueroterapia convencionales la
Conferencia de Consenso sobre Monitorización
Hemodinámica de los pacientes en estado de
Shock, recomienda la monitorización del gasto
cardíaco para el uso eficaz y combinado de
REPOSICIÓN PERIOPERATORIO DEL VOLUMEN INTRAVASCULAR
sueroterapia y fármacos vasoactivos e inotrópicos54.
Igualmente, en pacientes sometidos a cirugías con
alto intercambio de líquidos corporales, la maximización del volúmen de eyección sistólico, con
sueroterapia guiada por monitorización del CO
en la fase intraoperatoria, ha demostrado ser
eficaz en términos de reducción de complicaciones
y estancia postoperatorias55.
Tal monitorización ha requerido, hasta hace poco,
la aplicación de catéteres en arteria pulmonar. Los
conocidos riesgos de yatrogenia y complejidad
asociados a esta monitorización, han sido las
causas fundamentales de su infrautilización
especialmente en los pacientes quirúrgicos56.
Por fortuna, se dispone en la actualidad de sistemas de monitorización mínimamente invasiva del
gasto cardíaco, que con una fiabilidad creciente
día a día, por la incorporación de mejoras
tecnológicas, permiten la monitorización contínua
y en tiempo real del CO. Entre los sistemas de
monitorización mínimamente invasivos del CO
merece la pena resaltar los siguientes:
• Sistema de medición Doppler. Los datos obtenidos mediante el Doppler esofágico son útiles
como guía de la reposición hídrica57,58. De la
curva de flujo sanguíneo en la aorta torácica
descendente se estima el volumen sistólico del
ventrículo izquierdo y el tiempo de flujo sistólico,
corregido con la frecuencia cardíaca (FTc). Sus
principales inconvenientes son la necesidad de
usar normogramas para estimar el diámetro
aórtico y la necesidad de mantener estable la
punta de la sonda en el tercio medio esofágico,
para disponer de una buena ventana de imagen.
Los resultados de las tendencias de esta monitorización son más fiables que sus valores
absolutos. Se ha demostrado su utilidad en la
reposición volémica guiada por sus valores en
cirugía abdominal, con: recuperación precoz de
la función intestinal (Wakeling HG59), menor
estancia hospitalaria (Gan TJ60), menor número
de ingresos en UCI (Conway DH61), y menor
estancia hospitalaria con menor morbilidad
(Noblett SE55).
• La ecocardiografía transtorácica y transesofágica62,
con un principio de funcionamiento similar al
utilizado por doppler, permite valorar de forma
completamente objetiva el llenado ventricular,
calcular la fracción de eyección y valorar
la respuesta del ventrículo a la infusión de
volumen63. Ha demostrado estrecha correlación
con los valores de gasto cardíaco obtenidos por
termodilución convencional y permite la
medición dinámica del sistema cardiovascular.
Es por tanto, la excelencia en monitorización
cardiovascular pero en la actualidad es de uso
limitado, no siempre está disponible y precisa
entrenamiento y experiencia para interpretar
sus resultados.
• La medición del gasto cardíaco por análisis de
los gases respiratorios aplica, en pacientes
intubados, el principio de Fick, con reinhalación
parcial (sistema NICO®) o calculado directamente por el respirador (Temel Supra®). Estos
sistemas precisan una situación respiratoria
estable y no están suficientemente validados
respecto a los convencionales, ya que situaciones
de shock o shunt intrapulmonar disminuyen su
fiabilidad64,65.
• Otro gran grupo de equipos, permiten la medición mínimamente invasiva del CO a partir de
las variaciones de la onda de presión arterial.
Unos requieren calibración inicial con litio55
(LIDCO®) o por termodilución transpulmonar
(PICCO®) para poder incluir los valores de
la compliancia arterial en los cálculos hemodinámicos derivados. Otros equipos (LIDCOPLUS®, FLOTRAC®)66 utilizan bien nomogramas,
en sustitución de la calibración basal. En
relación con todos ellos existe una creciente
información científica que, casi mayoritariamente,
avala su eficacia en la medición mínimamente
invasiva de los parámetros de funcionalidad
cardíaca en el seguimiento de los resultados de
la sueroterapia guiada por objetivos hemodinámicos67.
• En la monitorización de la respuesta a la
sueroterapia debe incluirse también, de forma
imprescindible, la monitorización del estado
metabólico. La hipovolemia provoca hipoperfusión tisular que se traduce por acidosis metabólica (acidosis láctica) con impacto demostrado
15
sobre la supervivencia a largo plazo. La acidosis,
durante la sueroterapia de reposición, puede
tener diferentes etiologías: disminución de
la concentración plasmática de cationes (preferentemente Na+), excesiva concentración
plasmática de cloro (habitualmente de origen
yatrógeno y relacionado con sueroterapia no
balanceada) ó acumulación de ácidos orgánicos
(ácido láctico, cuerpos cetónicos, etc).
Por todo ello, cualquier sueroterapia realizada
para combatir estados de shock hipovolémico y
en pacientes quirúrgicos sometidos a cirugías, con
gran intercambio de líquidos corporales, es imperativa la monitorización periódica del equilibrio
ácido-base, del ionograma y la determinación
de lactatos orgánicos, que permita corregir con
precocidad la causa de la posible acidosis asociada
al proceso y evitar sus consecuencia sistémicas.
6. Efectos adversos asociados con
la reposición de líquidos iv
La administración de SS produce una acidosis dilucional transitoria (Shires y Holman en 1948).
Durante los años 1990, se publicaron una serie de
estudios clínicos mostrando que la infusión de
volúmenes moderados de SS 0,9%, “que realmente
no es fisiológica”, se asociaba con disminución
transitoria de los niveles en sangre del bicarbonato
y aumento del cloro.
Posteriormente, se ha comprobado que la infusión
de 15 mL/Kg/h de SS en pacientes ginecológicas
produce una marcada acidosis en comparación con
pacientes que recibieron una solución equilibrada
de cristaloides (Plasmalyte®)68. Esta acidosis puede
tener efecto sobre el flujo renal, según la situación
inicial del paciente, el volumen total de SS administrado, la velocidad de infusión, y la velocidad en la
modificación fisiológica de la composición del
espacio extracelular69.
A pesar de que la acidosis hiperclorémica inducida
por SS 0.9% - por su transitoriedad - tiene un bajo
impacto sobre la mortalidad postoperatoria, su
existencia puede afectar la morbilidad postoperatoria. En un estudio en voluntarios, se vio que la
infusión de 50 mL /Kg de SS vs. Ringer Lactato (RL)
produjo cambios mentales subjetivos, disconfort
abdominal y retraso en el comienzo de la diuresis,
debido a una vasoconstricción renal y de mucosa
intestinal70. En cirugía ambulatoria ginecológica,
16
asociada a alto riesgo de náuseas y vómitos postoperatorios, la reposición del déficit líquido producido por el ayuno mediante la infusión de 2 mL/Kg/
hora de RL, versus una infusión constante de 3 mL/
Kg de SS 0,9%, disminuyó la incidencia de náuseas
y vómitos (59% vs. 87 %) así como su gravedad a
las 4, 24 y 48 h, y además, tuvieron menos dolor55,57.
Otros estudios han mostrado que la reposición del
volumen intravascular y el gasto cardiaco con
grandes volúmenes de líquidos, mejoraban la
perfusión gastrointestinal y reducían la disfunción
del aparato digestivo57,59,71.
La acidosis hiperclorémica inducida por la administración de SS 0,9%, puede enmascarar y/o asociarse
a estados de acidosis metabólica de causa orgánica
(acidosis láctica). Como ésta es un signo inequívoco
de hipoperfusión tisular y tiene impacto probado
sobre la mortalidad postoperatoria,72 la situación
puede confundir al clínico si interpreta dicha acidosis
hiperclorémica como signo de hipoperfusión tisular,
que condicionaría una administración adicional de
cristaloides, que agravaría involuntariamente el
estado de hipercloremia y acidosis73.
Los efectos fisiológicos de la administración de
líquidos iv, también se han estudiado en voluntarios
sanos y se ha visto que una infusión de 40 ml/Kg de
RL, versus 5 ml/Kg, produjo un aumento de peso
significativo durante 24 horas, con repercusión
REPOSICIÓN PERIOPERATORIO DEL VOLUMEN INTRAVASCULAR
sobre la función pulmonar, especialmente sobre el
“peak flow”, lo que supuso una reducción de la
misma en un 5-7% adicional a la producida por la
propia cirugía abdominal (30-50% en incisión
supra-infra umbilical), que no se recuperaba hasta
pasadas varias semanas74.
Los resultados de una revisión centrada en los efectos
de la administración de grandes volúmenes de
líquidos iv75, sugieren que la sobrehidratación
puede tener efectos deletéreos sobre: la función
cardiaca (por la necesidad de aumentar esa función
para manejar el exceso de volumen), la función
pulmonar (acúmulo de agua en los pulmones), la
recuperación de la motilidad gastrointestinal (días
de íleo paralítico), la oxigenación tisular y la cicatrización de la herida (exceso de líquidos en los tejidos,
en las zonas de sutura), la respuesta hormonal a la
cirugía y sobre la coagulación (los cristaloides
favorecen el estado de hipercoaguilabilidad, lo que
predispone al posible desarrollo de trombosis).
Así pues, a pesar de los avances en la monitorización
y mejores conocimientos de la homeostasis todavía
se echa en falta la existencia de guías, basadas en
la evidencia, en relación con idoneidad del tipo de
suero y volumen de administración de líquidos iv
perioperatorios. Sin embargo, parece más que
probado que la administración de grandes
volúmenes de líquidos en el período perioperatorio
puede ser deletéreo en procedimientos de cirugía
mayor, aunque la mala perfusión del tracto
gastrointestinal tiene efectos negativos sobre la
morbimortalidad. En ese caso, será necesario
realizar una sobrehidratación siempre dirigida
por objetivos, con control hemodinámico.
7. CONCLUSIONES
• La reposición del volumen intravascular en periodo perioperatorio tiene
como objetivo principal evitar el desarrollo de hipovolemia e hipoperfusión
orgánica, planfinicándose en función del tipo de paciente, cirugía y sin
aplicar una regla fija.
• En situación de shock siempre se deben seguir las indicaciones de
la Survival Sepsis Campaigne.
• Se recomiendan soluciones de cristaloides balanceadas, para evitar
la sobrecarga de cloro y sodio.
• Debemos monitorizar la respuesta a la reposición volémica de los pacientes
para evitar una sobrehidratación.
• La administración de coloides, asociados a cristaloides, disminuye el volumen
total de reposición de líquidos iv requeridos y la sobrecarga electrolítica.
• De los coloides comercializados, el HEA 130/0,4 en SS (Voluven®) o en
Solución Polielectrolítica Balanceada (Volulyte®) es el que, de momento,
se puede considerar más cercano al coloide ideal.
17
8. BIBLIOGRAFÍA
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18
FICHA TÉCNICA
1. NOMBRE DEL MEDICAMENTO: Voluven® 6% solución para perfusión. 2. COMPOSICIÓN CUALITATIVA Y CUANTITATIVA 1000 ml contienen: Poli (O-2-hidroxietil)almidón 60,00
g. (Sustitución molar: 0,38-0,45) (Peso molecular medio: 130.000) Cloruro de sodio 9,00 g Na+ 154 mmol Cl- 154 mmol Osmolaridad teórica 308 mosmol/l pH 4,0-5,5 Acidez titulable < 1,0 mmol NaOH/l Excipientes: ver apartado 6.1 3. FORMA FARMACÉUTICA Solución para perfusión. Solución clara o ligeramente opalescente, de incolora a ligeramente
amarilla. 4. DATOS CLÍNICOS 4.1. Indicaciones terapéuticas Tratamiento de la hipovolemia. Mantenimiento del volumen sanguíneo circulante adecuado durante procedimientos
quirúrgicos. 4.2. Posología y forma de administración Para perfusión intravenosa continua. Los primeros 10-20 ml se deben perfundir lentamente, bajo una cuidadosa observación
del paciente (debido a posibles reacciones anafilactoides). La dosis diaria y la velocidad de perfusión dependen de la pérdida de sangre del paciente, del mantenimiento o restablecimiento de la hemodinámica y de la hemodilución (efecto dilución). Dosis máxima diaria: Hasta 50 ml de Voluven® 6% por kg de peso corporal (equivalente a 3,0 g de hidroxietil- almidón y 7,7 mmol de sodio por kg de peso corporal). Esto equivale a 3500 ml de Voluven® 6% para un paciente de 70 kg. Voluven® 6% se puede administrar repetitivamente durante
varios días de acuerdo a los requerimientos del paciente. La duración del tratamiento depende de la duración y magnitud de la hipovolemia, de la hemodinámica y de la hemodilución.
Tratamiento en niños. Existen datos clínicos limitados sobre la utilización de Voluven® 6% en niños. Se administró a 41 niños incluyendo desde recién nacidos a niños de edad inferior
a 2 años, a una dosis media de 16 ± 9 ml/kg para la estabilización de la hemodinámica, sin que aparecieran problemas de seguridad y siendo bien tolerado (ver la sección 4.4). La
dosis en niños debe adaptarse a los requerimientos de coloides de cada paciente de forma individualizada, teniendo en cuenta la enfermedad de base, la hemodinámica, y el estado
de hidratación. 4.3. Contraindicaciones - Sobrecarga de líquidos (hiperhidratación) especialmente en casos de edema pulmonar e insuficiencia cardíaca congestiva - Fallo renal con
oliguria o anuria - Pacientes que reciben un tratamiento de diálisis - Hemorragia intracraneal - Hipernatremia grave o hipercloremia grave - Hipersensibilidad conocida a los hidroxietilalmidones 4.4. Advertencias y precauciones especiales de empleo Se debe evitar en general la sobrecarga de líquidos debida a una sobredosis. Se debe tener en consideración
particularmente para pacientes con insuficiencia cardíaca o disfunciones renales graves el riesgo aumentado de hiperhidratación y se debe adaptar la posología. En casos de deshidratación grave se debe administrar primero una solución cristaloide. Se debe tener un especial cuidado en caso de enfermedad hepática grave o alteraciones hemorrágicas graves,
p. e. casos graves de la enfermedad de von Willebrand. Es importante administrar el líquido suficiente y monitorizar regularmente la función renal y balance de líquidos. Se deben
monitorizar los electrolitos séricos. Existe una experiencia limitada sobre la utilización de Voluven® 6% en niños. En cirugía no cardiaca de niños menores de dos años, la tolerancia de
Voluven® 6% administrado perioperatoriamente fue comparable con la albúmina al 5%. Voluven® 6% puede ser administrado a bebés prematuros y recién nacidos, únicamente después
de una rigurosa evaluación de la relación beneficio/riesgo. En relación con la aparición de reacciones anafilactoides ver la sección 4.8 “Reacciones Adversas”. 4.5. Interacciones con otros
productos medicinales y otras formas de interacción No se conocen interacciones con otros medicamentos o productos nutricionales hasta la fecha. En relación al posible aumento de
la concentración de amilasa sérica durante la administración de hidroxietilalmidón y su interferencia con el diagnóstico de pancreatitis, ver la sección 4.8 “Reacciones adversas”. 4.6.
Embarazo y lactancia No hay actualmente disponibles datos clínicos sobre el uso de Voluven® 6% durante el embarazo. Estudios en animales no indican efectos perjudiciales directos
o indirectos respecto al embarazo, desarrollo embrio-fetal, parto o desarrollo postnatal (ver la sección 5.3). No se ha observado evidencia de teratogenicidad. Voluven® 6% debe ser
utilizado durante el embarazo sólo si el beneficio potencial justifica el potencial riesgo para el feto. No se dispone actualmente de datos clínicos sobre el uso de Voluven® 6% en
mujeres en periodo de lactancia. 4.7. Efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar maquinaria No procede. 4.8. Reacciones adversas Los medicamentos que contienen
hidroxietilalmidón raramente pueden dar lugar a reacciones anafilactoides (hipersensibilidad, síntomas leves de gripe, bradicardia, taquicardia, broncoespasmo, edema pulmonar no
cardíaco). En el caso en que aparezca una reacción de intolerancia la perfusión se debe interrumpir inmediatamente e iniciar el tratamiento médico de emergencia apropiado. La
administración prolongada de altas dosis de hidroxietilalmidón causa frecuentemente pruritos (picor) que es una reacción adversa conocida de los hidroxietilalmidones. Frecuentemente,
la concentración de amilasa sérica puede aumentar durante la administración de hidroxietilalmidón y puede interferir con el diagnóstico de pancreatitis. A altas dosis los efectos de
dilución pueden dar lugar frecuentemente a la correspondiente dilución de los componentes de la sangre tales como los factores de coagulación y otras proteínas plasmáticas y a una
disminución del hematocrito. Con la administración de hidroxietilalmidones 130/0,4 raramente pueden aparecer alteraciones de la coagulación de la sangre, dependiendo de la dosis.
4.9. Sobredosis Como con todos los expansores plasmáticos, la sobredosis puede dar lugar a una sobrecarga del sistema circulatorio (ej. edema pulmonar). En este caso, se debe
interrumpir inmediatamente la perfusión y si fuera necesario se debe administrar un diurético. 5. PROPIEDADES FARMACOLÓGICAS 5.1. Propiedades farmacodinámicas Código
ATC: BO5A A07 Grupo farmacoterapéutico: Sustitutos plasmáticos y fracciones de proteínas plasmáticas. Voluven® 6% es un coloide artificial para la reposición de volumen, cuyo
efecto en la expansión del volumen intravascular y hemodilución depende de la sustitución molar de los grupos hidroxietilo (0,4), del peso molecular medio (130.000 Da), de la concentración (6%) así como de la dosificación y velocidad de perfusión. La perfusión de 500 ml de Voluven® 6% durante 30 minutos en voluntarios sanos da lugar a un aumento de
volumen no expansivo de aproximadamente un 100% del volumen perfundido, tipo “meseta”, con una duración de aproximadamente 4 a 6 horas. El cambio isovolémico de sangre con
Voluven® 6% mantiene el volumen sanguíneo durante un mínimo de 6 horas. 5.2. Propiedades farmacocinéticas La farmacocinética del hidroxietilalmidón es compleja, depende del
peso molecular y fundamentalmente del grado de sustitución molar. Cuando se administra intravenosamente, las moléculas menores al umbral renal (60.000– 70.000 Da) se excretan
directamente por la orina mientras que las moléculas mayores se metabolizan mediante la α-amilasa plasmática, antes de que los productos de degradación se excreten renalmente.
El peso molecular medio in vivo de Voluven® 6% en el plasma es de 70.000-80.000 Da inmediatamente después de la perfusión y se mantiene por encima del umbral renal durante
el periodo de tratamiento. El volumen de distribución es aproximadamente de 5,9 litros. A los 30 minutos de la perfusión, el nivel plasmático de Voluven® 6% es todavía el 75% de la
concentración máxima. Después de 6 horas, el nivel plasmático ha disminuido a un 14%. Después de la administración de una dosis única de 500 ml de hidroxietilalmidón, los niveles
plasmáticos casi han vuelto a los niveles basales a las 24 h. Cuando se administró una dosis de 500 ml de Voluven® 6%, el aclaramiento plasmático fue de 31,4 ml/min, con una AUC
de 14,3 mg/ml h, lo que muestra una farmacocinética no lineal. Cuando se administró una dosis única de 500 ml, las vidas medias plasmáticas fueron t 1/2α = 1,4 h y t 1/2β=12,1
h. Utilizando la misma dosis (500 ml) en sujetos con una insuficiencia renal estable de moderada a grave, la AUC aumentó moderadamente en un factor de 1,7 (límites de confianza
(95%): 1,44 y 2,07) en sujetos con un CLCr < 50 ml/min comparado con > 50 ml/min. La vida media final y la concentración máxima de HES no se vieron afectadas por la insuficiencia renal. Para un CLCr ≥ 30 ml/min, el 59% del fármaco se pudo recuperar en orina en comparación al 51% para un CLCr 15-30 ml/min. Incluso después de una administración
diaria a voluntarios de 500 ml de una solución de HES 130/0,4 al 10% durante un periodo de 10 días, no se produjo una acumulación plasmática significativa. En un experimento en
ratas utilizando dosis repetidas de 0,7g/kg de peso por día de Voluven® 6% durante 18 días, la acumulación tisular después de 52 días fue del 0,6% del total de la dosis administrada.
No hay datos disponibles sobre la utilización de Voluven® 6% en diálisis. 5.3. Datos preclínicos sobre seguridad Toxicidad subcrónica: La perfusión intravenosa de 9 g de hidroxietilalmidón como Voluven® 6%/kg de peso/día en ratas y perros durante 3 meses no dio lugar a signos de toxicidad, exceptuando una toxicidad debida a un aumento de la carga de
trabajo del riñón y del hígado, captación y metabolismo del hidroxietilalmidón en el sistema retículo-endotelial, parénquima hepático y otros tejidos, asociada a un estado no fisiológico
de los animales durante el periodo de ensayo. La dosis menos tóxica es de aproximadamente 9 g de hidroxietilalmidón como Voluven® 6%/kg de peso/día, que es como mínimo 3 veces
mayor que los niveles de la dosis terapéutica máxima en humanos. Toxicidad en la reproducción: El tipo de hidroxietilalmidón presente en Voluven® 6% no tiene propiedades teratogénicas
en ratas o conejos. Se observaron efectos embrioletales en conejos a 50 ml/kg de peso/día. En ratas, una inyección en bolus de esta dosis durante el embarazo y lactancia redujo el
peso corporal de las crías e indujo retrasos en el desarrollo. Se observó signos de sobrecarga en las madres. No se han realizado estudios de fertilidad en animales expuestos directamente 6. CARACTERÍSTICAS FARMACÉUTICAS 6.1. Lista de excipientes Hidróxido de sodio. Ácido clorhídrico. Agua para inyección. 6.2. Incompatibilidades Se debe evitar la
mezcla con otros medicamentos. Si en casos excepcionales se necesitara realizar una mezcla con otros medicamentos, se tiene que tener un especial cuidado en lo que se refiere a la
compatibilidad (enturbiamiento o precipitación), inyección aséptica y una buena mezcla. 6.3. Período de validez a) Caducidad del producto en su envase comercial Botella de vidrio: 5
años. Bolsa Freeflex: 3 años. Bolsa de PVC: 2 años b) Caducidad después de la primera apertura del envase: Se debe utilizar el producto inmediatamente después de abrir el envase.
6.4. Precauciones especiales de conservación No congelar 6.5. Naturaleza y contenido de los envases Botellas de vidrio incoloro tipo II con tapón de caucho halobutilo y cápsula de aluminio: 10x250ml, 10X500ml Bolsa de poliolefina (Freeflex) con sobrebolsa 10x250ml, 20x250ml 10x500ml, 15x500ml sin sobrebolsa 40x250ml, 20x500ml Bolsa de PVC
25x250ml, 15x500ml Pueden no estar comercializadas todas las presentaciones 6.6. Instrucciones de uso/manipulación Para un solo uso. Debe utilizarse inmediatamente una vez
abierta la botella o la bolsa. No utilizar Voluven® 6% pasada la fecha de caducidad. Se debe desechar cualquier resto de solución no utilizada. Utilizar únicamente si la solución es
transparente, libre de partículas y el envase permanece intacto. Quitar la sobrebolsa de la bolsa de poliolefina (Freeflex) y bolsa de PVC antes de su uso. Mantener fuera del alcance y
de la vista de los niños. 7. TITULAR DE LA AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN FRESENIUS KABI DEUTSCHLAND GmbH 61346 Bad Homburg v.d.H.Alemania 8. NÚMERO DE
LA AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN 64.001 9. FECHA DE LA PRIMERA AUTORIZACIÓN/ REVALI­DACIÓN DE LA AUTORIZACIÓN Fecha de la primera autorización: 26-081999 Fecha de la última revalidación: 26-08-2004. 10. FECHA DE LA REVISIÓN (PARCIAL) DEL TEXTO Enero 2005. FECHA DE ELABORACIÓN DEL MATERIAL Septiembre 2008.
19
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