47,6 - Papel Digital

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LATERCERA Domingo 18 de septiembre de 2016
MÁS QUE CIFRAS
Enersis Chile
-6,10
En pesos
Variación %
75
Colbún
-5,85
En pesos
150,0
73,31
POR
Variación %
MICHELLE LABBÉ
147,47
68,84
71,5
142,5
138,84
68
AL RESCATE DEL
ORGULLO PATRIO
135,0
Agosto
Septiembre
Agosto
Septiembre
Hilda Oliva • LA TERCERA
pareciera ser poco razonable”, explica el analista de la primera compañía.
Por otra parte, desde Renta4, su
gerente de estudios, Guillermo
Araya, señala que las perspectivas
de las acciones eléctricas no son tan
buenas como las que había antes,
por lo que la rentabilidad del sector será menor y el escenario más
competitivo que antes. “Por lo tanto, la única acción eléctrica que
mantenemos en nuestra cartera es
ECL, debido a que actualmente
cuenta con contratos de largo plazo”, indica el analista.
A LARGO
PLAZO
*
?
S
¿POR QUÉ?
Tras la licitación, los
precios de las
principales eléctricas
cayeron hasta niveles
mínimos en algunos
casos.
Otro consenso del mercado es que
si se va a tomar la decisión de invertir, se haga a largo plazo, para
disminuir los riesgos. “El horizonte de inversión es siempre en un período de un año. En todo caso, si el
mercado anticipa el precio objetivo definido para un plazo de 12
meses, lo correcto es hacer la utilidad y buscar otra alternativa de
inversión”, añaden desde Renta4.
Lo mismo piensa el jefe de Estrategias de Inversión de Capitaria,
Daniel Soto, “debido a la volatilidad de estos activos”, sostiene.
*
Para comprar estas acciones lo
más recomendable es hacerlo en
forma directa a través de una
corredora de Bolsa o vía
fondos. “Lo más importante es que no hay
monto mínimo para invertir, sólo que debería ser
un monto tal que haga que
las comisiones fijas y que se cobran por la compra o venta de acciones no pase a ser un costo relevante en la operación”, señalan
desde Renta.N
47,6
DÓLARES es el precio
promedio histórico de la
última licitación.
ILUSTRACIÓN: ALFREDO CÁCERES
DOS MANERAS
DE ENTRAR
eptiembre es para muchos, muchas cosas
distintas, pero para la mayoría de los chilenos, septiembre es el mes de los volantines,
las fondas, las empanadas, el mes de las últimas lluvias del invierno y del comienzo del
tiempo más templado. Esto lo convierte un
mes bienvenido y feliz para la mayoría.
Pero la felicidad del mes patrio ha venido aguándose durante el último tiempo. El presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro, con su ya famosa frase “Codelco no tiene ni un •%&/ peso”, y el Banco Central reduciendo no sólo
las proyecciones de crecimiento económico de nuestro país
para el 2017, sino que, además, presentando un crecimiento potencial y tendencial de la economía chilena mucho más
cercano a 3,0% que al 4,5% o 5,0% al que todos aspiramos
y que creemos que Chile puede alcanzar, nos han abofeteado con una realidad dura y difícilmente aceptable para los
que aspirábamos a ser los jaguares de Latinoamérica.
Nuestro país cambió, ya no es el mismo de antes. Y no
cambió para ser un país mejor y menos desigual, sino todo
lo contrario. Porque esas promesas sólo quedaron en promesas, y de haber pasado algo en el aspecto social, lo único que hemos observado es más desempleo y más pobreza.
Chile está lento, está desincentivado, está deprimido o
simplemente dormido. Las reformas mal encaminadas y
peormente implementadas, las promesas no cumplidas,
y las diferencias explícitas entre lo predicado y las acciones realizadas, ejemplificadas con perfección en los casos del enriquecimiento del hijo de la Presidenta y del “jubilazo” de la esposa del diputado y presidente de la Cámara de Diputados, Osvaldo Andrade, han atacado el
orgullo de un país que consideraba a sus autoridades íntegras y probas.
Con un crecimiento económico promedio de alrededor
de 2% en los últimos cuatro años, con escándalos de corrupción a nivel político y económico, con autoridades que
promueven la división del país para vencer en las urnas,
en vez de promover los acuerdos para sacar a su población
de la pobreza, es obvio que nuestro orgullo patrio esté en
decadencia.
Pero aún quedan flancos por defender y creo que no es
el momento de arriar nuestra bandera. Si el ministro Valdés triunfa en el Congreso al aprobar un gasto fiscal cercano a 3%, que le permita cumplir con la promesa de reducir el déficit estructural en 0,25% cada año, no sólo habremos probado que no hemos cambiado -¡no estábamos
muertos, andábamos de parranda!- y que somos capaces
de cumplir nuestras promesas, sino que podremos demostrarle al mundo que somos confiables como país y que, por
tanto, no hay razones para bajar nuestra clasificación de
riesgo, que hoy es lejos la mejor clasificación de riesgo de
América Latina y una de las más altas dentro de los países emergentes.
Esto no sólo permitiría que los chilenos mantengamos
nuestra frente en alto, sino que, además, permitiría mantener el incentivo de bajos costos de financiamiento para
nuestros ya alicaídos inversión y consumo.
Ningún ser humano, menos un país, está libre de cometer
errores, pero levantarse y enmendar el camino es lo que nos
caracteriza como chilenos. Nuestro país se ha levantado después de muchos terremotos, este no será una excepción.
¡Viva Chile, mierda!
Economista jefe de Econsult.
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