“Si se puede actuar como abogado sin acreditar que se es

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Revista Thomson
Reuters
AREA (cm2): 472,4
20/09/2013
Tirada:
ND
Difusión:
ND
Audiencia: ND
Categoría: Rev Varias
Edición:
Sin auditar
Página:
8
OCUPACIÓN: 75,8%
19 de septiembre de 2013
Newsletter Especial Acceso a la Abogacía
V.PUB.: Sin auditar
NOTICIAS DE LA ABOGACÍA
Entrevista con...
Carlos Carnicer Díez
Presidente del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE)
El presidente del Consejo General de la
Abogacía Española, Carlos Carnicer, es un
defensor convencido de las bondades de
la Ley de Acceso a la Abogacía, al tiempo
que critica sin ambages los aspectos más
controvertidos del Anteproyecto de la Ley
de Servicios Profesionales. De la primera
aplaude que ayudará a superar las carencias formativas con las que históricamente
salían de la facultad los nuevos profesionales. De la segunda advierte que la supresión parcial de la colegiación obligatoria abre la puerta al intrusismo y a la inseguridad que produce permitir ejercer sin un
control mínimo de calidad que garantice
una buena labor de defensa.
“Si se puede actuar como abogado
sin acreditar que se es, cualquiera
podría ejercer en supuestos que no
requieren colegiación”
El número de abogados ejercientes
supera en la actualidad en España los
130.000. ¿Considera que la Ley
34/2006 atemperará esta evolución al
endurecer los requisitos para acceder
a la profesión?
No se trata de endurecer los requisitos
para que el número de abogados se reduzca, sino de que todos los abogados que se
colegien tras haber terminado su formación
sean, con todas las garantías, los mejores
para defender a sus clientes en cualquier
ámbito. Gracias a estos nuevos requisitos
que exige la Ley de Acceso superaremos
las carencias en la formación de los abogados, que salían solo con lo aprendido en la
facultad y podían ejercer como abogados al
día siguiente, y por fin tendremos profesionales preparados desde el primer día.
Igualar el nivel de exigencias de acceso a las que ya se contemplan en
otros países de nuestro entorno,
¿implica reconocer que el nivel de preparación de los abogados noveles en
España era inferior a la media europea?
Más que un bajo nivel de preparación, lo
que ocurría en España era una anomalía
histórica que teníamos que subsanar. Éramos el único país que no exigía a sus futuros letrados formación adicional antes de
ejercer. Y es que no hay otra receta a la
hora de ser abogado que la formación. En
el inicio, por supuesto, como viene pidiendo la Abogacía desde 1917, y como se
exige en Europa, pero también a lo largo
de toda la vida profesional. Hoy no se puede ejercer la Abogacía sin una actualización
formativa permanente y esa es una exigencia personal y deontológica para todo
colegiado.
En líneas generales, el Consejo General de la Abogacía Española respalda la
Ley que, como todas, adolece de carencias y tal vez de excesos. ¿Cuáles
son en su opinión los puntos débiles
de la norma?
Como toda Ley, la de Acceso a la Profesión de Abogado tiene sus carencias.
Sin embargo, hay que destacar como
positivo que con esta norma España ha
dejado de ser el único de los Estados
miembros de la Unión Europea que todavía no aplicaba un sistema de acceso a la
profesión de Abogado, dotado de un
equilibrio entre formación teórica y práctica, lo que nos convertía en una anoma-
lía dentro de un marco sustancialmente
homogéneo de los servicios legales europeos. La normativa reguladora del acceso,
a través del sistema que diseña, con sus
carencias, supone la equiparación de España a Europa, casi treinta años después
del ingreso en las Comunidades europeas,
de la perspectiva del acceso y la formación
necesarias para ser abogado.
En octubre se cumplen los dos años
de margen que la ley concede a los
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19 de septiembre de 2013
Newsletter Especial Acceso a la Abogacía
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NOTICIAS DE LA ABOGACÍA
Entrevista
licenciados para poderse colegiar sin
necesidad de realizar el posgrado.
¿Esperan un incremento puntual de
las colegiaciones?
Este incremento se ha ido produciendo de
forma paulatina desde que se aprobó la
Ley hace 7 años, y comenzó tras la vacatio
legis de 5 años que se estableció en su
momento. Desde entonces, muchos licenciados decidieron colegiarse al acabar la
carrera para evitar así tener que pasar por
el máster de acceso y el examen. En cualquier caso, tampoco esperamos un gran
incremento, ya que la última generación
de licenciados termina la carrera este año,
y después se producirá un número de
colegiaciones similar a la que se ha venido
produciendo hasta ahora.
El contenido del máster debe ser
eminentemente práctico. ¿No se podría haber incluido en los actuales
planes de estudio de Grado a modo de
quinto curso?
No, ya que se ha planteado como una
formación complementaria a la carrera, no
como un quinto curso. Eso habría sido un
error. La formación específica debe estar
diferenciada, para centrar la materia sobre
todo en la práctica. En la Universidad se
aprenden los conceptos teóricos, esto es
otra cosa. Además, aunque los licenciados
están exentos del máster, los expertos les
recomiendan que lo hagan. Ese u otro
similar, porque la carencia de formación
práctica, que la Universidad no ofrece, es
un serio problema a la hora de empezar a
trabajar. Por eso debe ser visto como una
formación muy práctica y distinta a la
universitaria.
El Gobierno aprobó a principios del
mes de agosto el Anteproyecto de la
LSP. A diferencia de borradores anteriores, el texto no contempla suprimir
el examen de Estado de la Ley de Acceso a la abogacía. ¿Cómo valora este
cambio de criterio?
Aunque en los diferentes borradores –sin
autor conocido- del Anteproyecto de la Ley
de Colegios y de Servicios Profesionales
aparecía esta medida, considerada errónea, finalmente no se ha recogido en el
Anteproyecto aprobado por el Consejo de
Ministros del 2 de agosto. Su aprobación
hubiera supuesto un retroceso intolerable
para alcanzar un nivel de formación de
calidad de los abogados españoles como
garantía para la defensa de los derechos
de los ciudadanos en igualdad de condiciones con el resto de las partes judiciales.
Pero sí prevé la supresión, parcialmente, de la colegiación obligatoria.
Per il profesional:
Carlos Carnicer es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza en 1971, hizo su pasantía en el despacho del letrado José Luis Espinosa. En 1972 se incorpora
como abogado al Colegio de Abogados de Zaragoza,
donde fue diputado octavo de la Junta de Gobierno entre
1974 y 1978. Presidente de la Agrupación de Abogados
Jóvenes de 1980 a 1982, fue decano del Colegio de Abogados de Zaragoza de 19991 a 2001, siendo desde 1991
consejero del Consejo General de la Abogacía Española
(CGAE). En 1997 presidió la Comisión de Ordenación
Profesional del CGAE.
Tras ser elegido en 2001 presidente del Consejo General
de la Abogacía Española, el 27 de julio de 2006 fue reelegido para un nuevo mandato y el 14 de enero de 2011
obtuvo un nuevo respaldo electoral.
“Gracias a los nuevos requisitos
de la Ley de Acceso, superaremos
las carencias en la formación de
los abogados que salían solo con
lo aprendido en la facultad”
“España ha dejado de ser el único
de los Estados miembros de la
Unión Europea que todavía no aplicaba un sistema de acceso a la profesión de Abogado”
Es miembro nato del Consejo de Estado y formó parte de
la Ponencia que ha estudiado la Reforma Constitucional
por encargo del presidente del Gobierno, así como de la
Comisión para la Modernización del lenguaje jurídico.
Preside, además, Unión Profesional que representa y
agrupa a 33 Consejos Generales y Superiores y Colegios
Profesionales de ámbito estatal que, juntos, aglutinan a
más de 1.000 colegios profesionales y cerca de millón y
medio de profesionales liberales en todo el territorio
estatal. Abarca los sectores jurídico, sanitario, económico, social, cientí ico y técnico (arquitectura e ingenierías).
Su vocación internacionalista le ha llevado, además, a ser
vicepresidente de la Unión Mundial de Profesiones Liberales (UMPL) y miembro del Comité Ejecutivo del Consejo
Europeo de Profesiones Liberales (CEPLIS).
Ha sido profesor de la Escuela de Práctica Jurídica de la
Facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza y
consejero de la Comisión Jurídica del Gobierno de Aragón.
Reconocimientos:
Carlos Carnicer es “Premio Solera Aragonesa 2003”,
“Premio Aragón 2006”, Premio “Aragonés del año 2012”
que otorga El Periódico de Aragón y también ha recibido
ese mismo año la medalla de Santa Isabel de Portugal,
máximo reconocimiento que entrega la Diputación
Provincial de Zaragoza. Ejerce de aragonés y es un
amante de la caza y de la pesca. “Vivo y estoy permanentemente en Aragón, aunque tenga que viajar fuera con
mucha frecuencia por razón del cargo. Me gustaría pasar
más tiempo en mi casa, en mi despacho, en mi tierra…
pero aquí están mi casa y mis raíces, aquí “cargo las
pilas” y cojo fuerzas para cuando estoy fuera… Cuando no
estoy, lo que más echo en falta es el cierzo”.
Además de esas distinciones, tiene la Medalla de Oro del
Consejo Vasco de la Abogacía (1994), la Cruz de Honor de
San Raimundo de Peñafort (1995), la Gran Cruz al Mérito
en el Servicio a la Abogacía (2001), la medalla al Mérito
Profesional concedida por el Gobierno de Aragón (2002),
el Premio SCEVOLA a la deontología profesional (2003) y
la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort (2004).
“Con la Ley de tasas se ha creado
una justicia para ricos, que se pueden pagar las tasas sin problemas,
y para pobres, que pueden acceder
al Turno de Oficio”
“Si la colegiación ya no es obligatoria
para algunos casos, nadie podrá saber si esa persona ha pasado los controles de calidad suficientes para garantizar una buena labor de defensa”
Usted ha afirmado que esta medida
no conlleva ninguna mejora y fomentará el intrusismo. ¿Puede explicarlo
con mayor detalle?
Espero que durante la tramitación en
audiencia ante las instituciones que deben informar sobre el Anteproyecto o
durante su tramitación parlamentaria,
esta inaceptable división de la profesión
acabe desapareciendo, y es fácil de entender nuestra motivación. Si cualquiera
puede ejercer como abogado sin necesidad de acreditar que lo es, muchas personas procedentes de otras carreras podrían ejercer esta profesión en los supuestos en los que no es obligatoria la
colegiación, y no tendría ningún respaldo
ni control del Colegio Profesional para
acreditar que esa persona está preparada
para esta tarea. Si la colegiación ya no es
obligatoria para algunos casos, nadie
podrá saber si esa persona ha pasado los
“controles de calidad” suficientes para
garantizar al ciudadano una buena labor
de defensa, ni podrá reclamar por sus
errores. Tenemos argumentos suficientes
para oponernos frontalmente a esta división de la profesión, y así se lo haremos
llegar al Gobierno en los informes que
remita este Consejo General de la Abogacía.
El Ejecutivo tampoco ha materializado en el Anteproyecto la propuesta
de fusionar los colegios hasta un máximo de uno por provincia. ¿Qué perjuicio hubiera conllevado para los
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Newsletter Especial Acceso a la Abogacía
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NOTICIAS DE LA ABOGACÍA
Entrevista
colegiados?
Afortunadamente el Anteproyecto de Ley
de Colegios y Servicios Profesionales no
recoge esta posibilidad que venía establecida en supuestos borradores previos. Más
que a los abogados, esta situación afectaría sobre todo a los ciudadanos. Los Colegios de Abogados responden a las necesidades sentidas por la sociedad civil para la
defensa y servicio, allí donde se ha entendido necesario, de los derechos de los
ciudadanos. Su creación y delimitación
territorial nunca ha sido arbitraria ni aleatoria, como lo justifican las sentencias del
Tribunal Supremo que han amparado la
regulación contenida en el Estatuto General de la Abogacía Española. De hecho, en
los supuestos borradores no se daba razón
alguna que avalara un criterio contrario al
existente. Sobre la mesa no se han puesto
razones de eficacia, eficiencia o economía
para justificar la supresión de los llamados
Colegios de Partido. Estos argumentos
respaldan que la situación actual -con los
83 Colegios de Abogados que operan en
España- es absolutamente correcta y garantiza la igualdad de trato de todos los
españoles en el territorio.
El futuro de la profesión pasa por
lograr su posicionamiento como asesores preventivos y no como meros
solucionadores de pleitos. ¿Por qué
esta idea no acaba de calar en la sociedad?
Desde el CGAE luchamos desde hace
mucho tiempo para evitar esta situación, y
lograr que efectivamente nos vean más
como un abogado preventivo o como un
mediador que como un profesional al que
acudir cuando se tienen problemas. Hemos realizado campañas de publicidad en
este sentido, y seguiremos trabajando en
esta línea. Como muestran nuestros recientes barómetros de opinión, los ciudadanos acuden cada vez más a un abogado
–con las garantías que apareja la colegiación obligatoria- para consultar asuntos de
su día a día, sin necesidad de que haya un
problema previo. Más de la mitad de los
asuntos que llegan a un despacho se soluciona sin necesidad de acudir a juicio.
No podemos dejar de referirnos a la
polémica Ley de tasas judiciales. Superado el medio año de su entrada en vigor, ¿en qué medida está afectando el
acceso de los ciudadanos a la Justicia?
Está afectando muchísimo al derecho de
defensa de los ciudadanos, que es un derecho fundamental. Hay verdaderos casos
de indefensión que se están produciendo
porque a los ciudadanos se les impide
acceder a la Justicia o no pueden recurrir
sentencias desfavorables que, aunque las
“¿Qué me preocupa?, que cuando se
trata de reformar la Justicia, se haga
sin contar con los operadores jurídicos, que somos los que sabemos
cuáles son los problemas reales”
“Los despachos medianos y pequeños sufren especialmente la ley de
tasas, que para los jóvenes abogados es todo un drama”
consideren injustas, les suponen un desembolso de dinero que en algunos casos
no les compensa. Esta situación es intolerable, y la Abogacía no va a cesar en sus
esfuerzos para eliminar esta norma injusta, que vuelve a hacer más daño a la ya
castigada clase media, ya que con esta
ley se ha creado una justicia para ricos,
que se pueden pagar las tasas sin problemas, y para pobres, que pueden acceder
al Turno de Oficio. Pero la clase media,
con verdaderos problemas económicos en
la actual crisis, está totalmente desamparada. Prueba de la falta de rigor de esta
ley es que a los dos meses de ser aprobada, el Ministerio la modificó, aunque de
forma insuficiente. Y tras los diferentes
recursos de inconstitucionalidad presentados por PSOE, Junta de Andalucía, Generalitat de Cataluña, Gobierno de Canarias, la Audiencia Nacional consideró recientemente que podrían ser inconstitucionales porque vulnera varios artículos
de la Constitución, como el 9.2, el 14, el
24.1 y el 31.1.
10
Se ha dicho con razón que las tasas
afectan sobre todo a los pequeños y
medianos despachos (la inmensa mayoría) ya que para los clientes de los
grandes bufetes no son un freno.
¿Una dificultad añadida más para los
jóvenes que acceden a la profesión?
Este es otro efecto de las tasas. De nuevo la Justicia para ricos y para pobres, de
nuevo la diferenciación entre quien tiene
mucho dinero y quien no. Los despachos
medianos y pequeños, que configuran la
mayoría de los que existen en España,
sufren especialmente esta situación. Y
para los jóvenes abogados es todo un
drama. No solo la situación del trabajo en
la Abogacía está igual de mal como en el
resto de las profesiones con la crisis económica que nos atenaza desde hace años.
Es que además con medidas como la Ley
de tasas lo ponemos aún más difícil a los
que quieren abrirse camino por su cuenta,
ya que además de los gastos normales de
un despacho, y lo mucho que cuesta salir
adelante, especialmente en los inicios,
deben hacer frente al pago de las tasas
por cada uno de sus pleitos.
¿Qué le preocupa?
Muchas cosas. Que no podamos dialogar
para llegar a un acuerdo razonable. Que
cuando se trata de reformar la Justicia, se
haga sin contar con los operadores jurídicos que somos los que sabemos cuáles
son los problemas reales y podemos ayudar a buscar soluciones. Que los políticos
no sean capaces de ponerse de acuerdo,
de olvidar intereses partidistas y de pensar en el bien general.
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