Contexto histórico: modernidad y sociología: Pacenza

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UNIDAD I: La emergencia del pensamiento social
Contexto histórico: modernidad y sociología: Pacenza
El surgimiento de la Sociología como ciencia se encuentra relacionado con cambios que
ocurrieron en Europa entre los siglos 15 y 18 en tanto se produjeron hechos históricos que
configuraron una nueva organización social, una nueva época. Este nuevo período histórico
llamado Modernidad fue el resultado de un lento proceso histórico realizado en los últimos siglos
de la Edad Media que generó un nuevo orden social, político y económico.
En lo económico, hubo un paso del modo de producción feudal al capitalista con el maquinismo,
la industrialización y el mercado dando lugar a la aparición de nuevos estratos sociales y nuevas
relaciones de producción.
En lo político, surgen los estados nacionales, las monarquías absolutas y la preocupación por el
individuo. Desde las concepciones liberales se intentarán dar las primeras explicaciones de lo social
pensándolo a partir del individuo, como unidad indivisa de lo social.
En lo social, aparecen nuevas clases sociales como la burguesía y el proletariado que abrirá un
período de nuevos conflictos sociales y de teorías que intentarán dar cuenta de la nueva situación.
Las tres grandes ciencias sociales, la sociología, la ciencia política y la economía se
desarrollaron en forma separada en distintos momentos de este devenir histórico. Primero
apareció la ciencia política, luego la economía y en el siglo XIX con Comte la Sociología que surge
a partir de la delimitación de los social como objeto. Su desarrollo será consecuencia de la crisis
política, económica y social que se genera a partir de la Revolución Industrial.
Lo social se encuentra multideterminado, es un fenómeno complejo determinado por lo político,
económico y cultural.
Individuo y Sociedad son dos conceptos claves del pensamiento social moderno, el cual oscila
entre estos dos polos, predominando por momentos uno sobre el otro y viceversa. Su origen está
dado por la separación entre lo público y lo privado como consecuencia de procesos históricos
sucedidos a fines del feudalismo. A partir de los cambios introducidos por el capitalismo se
produce una separación entre lo social y lo político convirtiéndose en dos sistemas de acción
diferentes pero complementarios.
El feudalismo es un modo de producción que tiene por origen la caída del Imperio Romano de
Occidente a partir de transformaciones económicas que ya se venían gestando. Las posibles
invasiones replegaron a la población hacia el área rural y las necesidades de defensa hicieron que
se construyeran vínculos de fidelidad entre los hombres a partir de la necesidad de auxilio militar
frente a la amenaza de las invasiones. Los dueños de las tierras otorgaban un beneficio, mediante
el otorgamiento de tierras a aquellos que defendían el castillo; de esta forma surgen las relaciones
de vasallaje que fue la forma organizativa básica del mundo feudal.
Entre los siglos 9 y 11 se constituyeron los señoríos que eran unidades de producción cerradas
con organización política cuasi autónoma.
La división del trabajo estaba poco desarrollada y se manifestaba en la separación entre el
campo y la ciudad y en los diversos estamentos sociales: en el campo eran príncipes, nobles, clero
y campesinos y en la ciudad eran maestros, mercaderes, aprendices y la plebe de jornaleros. La
movilidad social era mínima y producto de hazañas o casamientos. La cadena de vasallaje
significaba estar unido a otro mediante lazos de fidelidad.
Las ideas de autorrealización, de querer vivir la propia vida, el disfrute individual de los placeres,
del cuidado del cuerpo como cosa individual son producto de la modernidad. La familia nuclear
sustituye una concepción de la vida que es la de la estirpe y la comunidad. Lo público y lo privado
desempeñaban un papel en la concepción del niño, esto se suplantó, también, por los derechos de
la madre y el padre sobre su hijo.
El conocimiento científico no era probado ni se adquiría mediante la observación ni la
experimentación; el conocimiento era deductivo y se deducía, generalmente, de algún texto clásico.
La nueva concepción de la ciencia surgirá en el siglo 17 con la llamada Revolución científica cuyos
principales representantes fueron; Bacon, Descartes, Galileo, Borelli y Newton.
La Edad Media no acabó de forma repentina. La importancia del Renacimiento es que expresa
el primer quiebre social y cultural entre la Edad Media y el capitalismo. Al desarrollarse la
economía monetaria, la burguesía adquiere más poder; esta nueva burguesía se apoya en las
fuerzas del dinero y la inteligencia y rompe los privilegios feudales del clero y la nobleza. El nuevo
poder se apoyará en el poder económico justificado en motivos intelectuales. Se inicia la disolución
de las formas tradicionales del orden “divino y consagrado”. En la ciencia se debilita la
fundamentación científica medieval y se renuevan las formas de conocimiento mediante la
observación y la experimentación. Se inventó la imprenta en el siglo 15, lo cual revolucionó la
difusión de conocimientos. Dentro de los más importantes acontecimientos históricos sucedidos se
destacan: descubrimientos geográficos y científicos, descubrimiento de América, Cortés entra en
México, reforma protestante y contrarreforma católica, formación de estados nacionales,
transformaciones productivas: la manufactura.
A partir del siglo 14, las sociedades europeas atravesaron una crisis que afectó las bases del
orden feudal. La crisis comenzó como consecuencia del agotamiento de las tierras y la
imposibilidad técnica de resolver el problema. La población campesina disminuyó y los siervos eran
continuamente presionados por los señores, pero esa presión no lograba retenerlos.
En el siglo 15, las sociedades de Europa occidental comenzaron lentamente a reorganizar su
vida social. El orden que fue surgiendo no era igual al anterior, había aumentado el intercambio
comercial y surgió la burguesía mercantil. Los señores feudales se convirtieron en dueños de las
tierras y siguieron recibiendo los tributos campesinos.
La expansión europea de los siglos 15 y 16 puso en contacto a todos los continentes. Distintos
sectores sociales coincidían con la necesidad de explorar y conquistar nuevos territorios.
En el siglo 15 una de las transformaciones más importantes fue la reorganización de la
producción agrícola. El aumento de población que se produjo por la integración de habitantes de
otras regiones mediante la conquista o el proceso de urbanización europeo determino un aumento
en la demanda de alimentos pero también de productos manufacturados. Los terratenientes
comenzaron a cercar las tierras lo que profundizó la huida de los campesinos a la ciudad y la
ruptura de las relaciones precapitalistas que aseguraban el autoconsumo, este proceso dio lugar a
la formación de un mercado interno y de una mano de obra “libre”.
Se inicia el proceso manufacturero ya que se requería una escala de producción mayor que la
realizada por los artesanos. Si bien la producción de manufacturas seguía siendo artesanal, el
control de la producción había pasado a manos de los comerciantes quienes proporcionaban la
materia prima, tomaban el producto terminado para venderlo y remuneraban al trabajo. En este
período coexistían en Europa dos sistemas: capitalismo mercantil y feudalismo.
En el siglo 16 se desarrolla una de las células básicas del capitalismo, la banca, cuyo papel más
importante fue la financiación del comercio, comercio de metales preciosos y depósito y
transferencia de fondos.
La característica más importante de la sociedad feudal fue la fragmentación política. El Estado
Absolutista (está basado en una idea político religiosa cuya idea central es el derecho divino de la
monarquía) centralizado, militarizado y de carácter nacional fue una estrategia de la clase
dominante para la explotación, control y disciplinamiento social de los campesinos y plebeyos que
estaban dentro de la jerarquía social.
A partir del siglo 16 todas las monarquías europeas desarrollaron diferentes formas de
intervencionismo económico (mercantilismo: conjunto de medidas económico – políticas usado por
los estados europeos desde finales del siglo 15 hasta el 18 y que tuvo diferentes características).
La separación entre moral y política planteada por Maquiavelo permite la construcción del poder
sobre la base de la voluntad; se abandona la idea de orden natural y se empieza a pensar al
Estado desde la razón. Las teorías contractualistas se desarrollaron desde el siglo 17 hasta el 19 e
intentan dar cuenta de la explicación del Estado a partir de la teoría de la soberanía; integran esta
corriente pensadores como Locke, Kant, Leibniz, Hobbes quienes plantean la necesidad de conocer
el derecho, la política y la sociedad mediante la razón. Esta explicación resulta ahistórica ya que no
toma en cuenta los factores históricos – estructurales que determinaron la constitución del Estado.
El Estado se organizó mediante la burocracia, el ejército permanente y el sistema impositivo.
Contra el Estado se levantaron pensadores liberales e iluministas como Locke, Rousseau y
Montesquieu. El movimiento conocido como la Ilustración, de carácter militante y crítico a las
instituciones del absolutismo monárquico, sentarán las bases ideológicas y políticas para la
Revolución francesa. La idea principal era la existencia de la sociedad civil como suma de intereses
individuales, con leyes propias y contrapuestas al estado.
Entre los siglos 18 y 19 se producen tres revoluciones económicas, primero en Inglaterra, luego
en Francia y los demás países europeos, que marcarán la consolidación del sistema capitalista y el
surgimiento de la llamada nueva cuestión social como problema a estudiar.
Las leyes del cercamiento serán la expresión de la Revolución agrícola. Se trataba de
transformar las tierras comunales y sin cercado del open field en propiedades cerradas.
Las guerras de principios de siglo generaron la elevación de los precios de los productos
agrícolas ya que la población aumentaba y esto generaba un aumento en la demanda de alimentos.
La dinámica capitalista aparece claramente: el campo debe ser “abierto” e integrado al sistema
industrial en dos niveles: *rompiendo las relaciones sociales de producción precapitalista mediante
la incorporación de capital a la tierra. Se crea una mano de obra “libre” para ser empleada en las
industrias y se crea el mercado interior; *el campo será el principal proporcionante de mano de
obra que la burguesía industrial necesita. Y dará lugar a la formación el Ejército de Reserva.
La segunda revolución fue la industrial. Ésta comenzó en Inglaterra hacia 1750 cuando se
introdujo el uso de la energía mecánica en labores manufactureras, generalmente de la industria
textil.
La industria fue una nueva fuerza productiva que requería de la circulación del dinero, de la
inversión de capital para funcionar. Las riquezas acumuladas se convirtieron en capital cuando sus
propietarios, los burgueses, llamados luego capitalistas, comenzaron a invertir capital en las
industrias. Se denomina capitalismo a un modo de producción en el que el capital penetra en el
proceso de producción.
Las consecuencias sociales de ambas revoluciones fue el crecimiento urbano; las zonas
industriales carecían de servicios de sanidad, limpieza y abastecimiento de agua, hubo formas de
explotación de trabajo. Este período está marcado por importantes conflictos entre los obreros y
los burgueses. La huelga surge como instrumento de lucha en esta etapa y surgen los primeros
sindicatos.
La tercera revolución fue la Revolución de los transportes que se inició a principios del siglo 19
y consistió en la aplicación de la máquina de vapor y el uso del acero en la navegación y en el
ferrocarril.
Estas tres revoluciones son factores importantes para la formación y el desarrollo del
capitalismo en el siglo 19. En este período se transforman las relaciones sociales y aparecen
ciertos fenómenos desconocidos hasta entonces: *se desarrolla la burguesía comercial y luego
industrial, *los campesinos y siervos migran hacia las ciudades, formando parte del proletariado,
*utilización del capital en la producción y su acumulación en manos privadas, de ahí el nombre de
capitalismo, *las relaciones serviles pasan a ser subordinadas y dominarán las relaciones sociales
de tipo capitalista basadas en la propiedad de los medios de producción, *se desarrolla el mercado
de trabajo donde se obtienen ingresos bajo la forma de salario en dinero, *el mercado pasa a ser
el ámbito de orientación y de validación de intereses, *desarrollo de las teorías liberales y
utilitarias cuyo núcleo principal ira alrededor del individuo y sus intereses, *las relaciones privadas
estaban gobernadas por el contrato.
La llamada cuestión social (pobreza, hacinamiento, enfermedades, explotación) comienza a ser
visto con características propias como objeto de preocupación y estudio. Es así que surge una
nueva ciencia con un objeto propio, la Sociología cuya preocupación fundamental será dar cuenta
de las transformaciones ocurridas.
Los padres fundadores serán Marx quien desde una posición materialista y dialéctica denunciara
las formas de explotación del nuevo modo de producción y la necesidad del cambio mediante la
revolución proletaria que conducirá a una sociedad sin clases.
Por otra parte, Comte y Spencer desde una visión optimista y poniendo la solución en el
consenso elaborarán una teoría que justificará el nuevo orden social.
La emergencia de la Sociología y el positivismo de Comte: Cittadini
Los siglos de la Razón (17 y 18) van a conducir tanto en Francia como en Inglaterra al
Iluminismo. Los conceptos que predominaban eran: individuo, progreso, contrato, naturaleza y
razón. El objetivo primordial de los pensadores de esa época era liberar al individuo de las
restricciones sociales heredadas del pasado y de las tradiciones. Se consideraba al individuo como
a un ser dotado de razón, provisto de características innatas y permanentes.
El racionalismo moderno (Descartes, Spinoza, Hobbes) se representaba al universo humano
gobernado por leyes objetivas, análogas e idénticas a las leyes de la naturaleza, y la sociedad era
considerada como una entidad objetiva más o menos sumisa a los deseos y metas subjetivas.
La filosofía dialéctica de Hegel rompe con esta tendencia a la introversión y proclama la
realización de la razón en y a través de las instituciones políticas y sociales dadas.
Todas las filosofías de la Ilustración francesa y sus sucesoras revolucionarias entendieron la
razón como fuerza histórica objetiva, la cual, una vez liberada de las cadenas del despotismo, hará
de la tierra un lugar de progreso y felicidad.
La sociología surge como respuesta al problema creado a comienzos del siglo 19 por la
destrucción del antiguo régimen a causa de la industrialización y la revolución francesa. Su
destrucción destruye también la alianza que venía de la Edad Media entre poder, riqueza y status.
Hay 5 aspectos de la revolución industrial que llamarán la atención de los sociólogos:
-
el deterioro de las condiciones de vida y de trabajo de los obreros;
-
el cambio de naturaleza de la propiedad, su concentración creciente;
-
el nacimiento de las ciudades industriales y sus efectos de desorganización social,
de aislamiento y alineación del individuo;
-
los descubrimientos tecnológicos y su efecto transformador sobre las instituciones
tradicionales;
-
la organización del trabajo en las fábricas y el problema de alineación del trabajador.
Todos los sociólogos atribuyen a la revolución un rol decisivo en estos problemas sociales que
les preocupan. Según Comte, más que el nuevo sistema industrial, son los falsos dogmas de la
revolución los responsables de la crisis de valores morales que afectan a Europa.
En la Declaración Universal de los Derechos del Hombre se dice que la ley es la
expresión de la voluntad general. Todos los ciudadanos tienen el derecho de concurrir a su
formación; ella debe ser la misma para todos ya que todos los ciudadanos son iguales ante la
misma. Es el Estado quien debe ocuparse del interés de los ciudadanos, incluyendo los problemas
sociales.
La revolución también transforma el Derecho de familia. Hace del matrimonio un contrato
civil y permite el divorcio. Los derechos del Estado sobre los menores priman sobre los del jefe de
familia. El estatus de la propiedad también es transformado: la ley manda dividir la herencia en
partes iguales para todos los herederos.
La responsabilidad y el derecho de la enseñanza pasan a ser del Estado. La revolución
transforma, también, el estatus de la Iglesia.
La revolución es una obra de poder que ejerce la voluntad popular. Un último paso de la
revolución fue el Terror, la guillotina tenía una analogía de la hoguera con los herejes del
cristianismo.
El contexto ideológico en el que surge la sociología es de liberalismo, radicalismo y
conservadurismo.
Lo que caracteriza al liberalismo es la fe en el individuo y la afirmación de sus derechos
políticos, cívicos y sociales.
El radicalismo se caracteriza por el sentimiento de que el poder político puede ser redentor si
uno se lo apropia, lo purifica y lo usa de manera ilimitada a efectos de rehabilitar el hombre y las
instituciones. A esta concepción del poder se agrega una fe casi ilimitada en la posibilidad de
construir un nuevo orden social fundado sobre la razón. Este radicalismo se caracteriza por la
laicidad.
El conservadurismo se caracteriza por la tradición medieval; insiste sobre valores como
comunidad, parentesco, jerarquía, autoridad y religión. Sus valores son los opuestos a los que las
revoluciones sostenían. Contrariamente a los filósofos del Iluminismo, los conservadores parten de
la realidad absoluta del orden institucional tal como ellos lo observan, de un orden heredado de la
historia. Los conservadores ven al modernismo como un mal de la época, consecuencia de la
laicidad y el individualismo.
Comte (1798 – 1857) es reconocido como el fundador de la sociología, como disciplina científica.
Se caracterizaba por un pensamiento conservador, tenía una gran preocupación por las situaciones
de anarquía y de disgregación social que se estaban produciendo con el advenimiento de la
revolución industrial y francesa. Su consigna era “orden y progreso”. Tenía una alta valorización
del progreso logrado a partir del avance de la ciencia y su aplicación al desarrollo de la industria.
Pero criticaba el individualismo propugnado por los filósofos iluministas, pensaba que esta era la
causa del desorden social.
Consideraba que la sociedad estaba regida por leyes racionales movidas por una necesidad
natural. Comte pensaba que “el movimiento social está sujeto necesariamente a leyes físicas
invariables, en lugar de estar regido por algún tipo de voluntad racional”. La idea comteana de
progreso excluye la revolución, la transformación total del sistema.
La perspectiva de la sociología dinámica es esencialmente la de concebir cada estadio de la
sociedad como el resultado necesario del estadio precedente y el motor indispensable del estadio
posterior. La dinámica social trata de las leyes de la sucesión, mientras que la estática social
trata de las leyes de coexistencia. La primera constituye la “teoría verdadera del progreso”; la
segunda, “la teoría verdadera del orden”. El progreso significa el crecimiento de la cultura
intelectual en la historia. Todas las formas e instituciones sociales son provisionales, en el sentido
de que, al avanzar la cultura intelectual se pasa a otras formas que corresponden a las
capacidades intelectuales de tipo más avanzado.
El aspecto último y decisivo del positivismo es su tendencia a sustituir en todas partes lo
absoluto por lo relativo. La intención reformadora de Comte se centra en la creación e un poder
espiritual que debe ser obra de los sabios y filósofos, reemplazando a los sacerdotes. Este poder
debe regular los sentimientos de los hombres, unirlos en la perspectiva de un trabajo común,
consagrar los derechos de los que gobiernan y moderar la arbitrariedad o egoísmo de los
poderosos.
El individuo desempeña un papel muy reducido en la sociología de Comte, está enteramente
absorbido por la sociedad y el Estado es un producto marginal de las leyes inexorables que rigen el
progreso social.
Cabe destacar 5 puntos en el desarrollo de la sociología:
-
la emergencia de una actitud científica para el estudio de la sociedad (su
positivismo): creía que en el ámbito de la sociedad no se respetaban las reglas del
procedimiento científico. Los iluministas se ocupaban de la sociedad pero no se
preocupaban de someter sus afirmaciones a la prueba sistemática de los hechos. Según
Comte no se debía especular sobre el ideal de sociedad, tal como hacían los iluministas,
sino partir del estudio objetivo de lo que la sociedad es. Una de las tesis fundamentales de
Comte es que debe existir una relación constante entre estas dos operaciones mentales: la
síntesis teórica y la empírica. El límite de este positivismo estará en la imposibilidad de
incluir el sentido subjetivo de la acción. Comte niega la idea del hombre como sujeto activo
y no como simple objeto, que él también determina y no sólo es determinado.
-
la sustitución de una teoría filosófica del conocimiento por una teoría sociológica del
conocimiento. Su concepción evolutiva de la sociedad y del pensamiento: Comte plantea
que el pensamiento y la investigación científica son un proceso continuo que se prolonga
sobre las generaciones. El paso de una teoría filosófica a una sociológica de las ciencias y
del conocimiento, tal como la realizó Comte, reside antes que nada en que él pone a la
sociedad humana como sujeto del conocimiento y no al individuo. El pensamiento es un
producto histórico y hay una historia evolutiva del pensamiento. El pensamiento lógico racional es un pensamiento superior que permite el desarrollo de la ciencia y por
consiguiente el dominio de la naturaleza y de la sociedad, ya que al descubrir sus leyes se
puede prever las consecuencias de nuestras acciones. Para llegar al estado positivo (basado
en el pensamiento racional y científico) la humanidad debió pasar por distintas fases de
pensamiento teológico (fetichismo, politeísmo y monoteísmo) y por una etapa de
pensamiento metafísico (el de los filósofos de la ilustración). En la etapa teológica la acción
de determinados sujetos (los dioses) aparecen como la causa de todas las cosas. En la
etapa metafísica las explicaciones se fundan sobre abstracciones personificadas, como la
“naturaleza” o la “razón”. En el estado de pensamiento positivo los hombres renuncian a
alcanzar lo absoluto y se ocupan de descubrir los lazos que ligan los hechos observados, de
descubrir las leyes que los rigen.
-
su promoción de la relativa autonomía de la sociología: Comte consideraba que la
sociología debe tener como objeto la historia de la especie humana y reintroduce desde el
positivismo la pretensión de explicaciones totalizadoras y absolutas que tanto criticaba a los
filósofos de la ilustración. Pensaba que la sociología podía determinar simultáneamente lo
que es, lo que será y lo que debe ser. El predecir lo que será está ligado a su concepción
determinista.
-
su antiindividualismo radical: Comte denunciaba la falsedad de la postura de los
filósofos contractualistas y más globalmente, los filósofos de la ilustración, en su pretensión
de situar al individuo como el elemento básico de la sociedad. Para Comte, es lo contrario,
la sociedad no se constituye como agregado de individuos sino que el individuo es un
emergente de la sociedad. Lo primordial es el grupo, las relaciones, las instituciones, el
individuo aislado es una abstracción.
-
su visión del campo científico y de los riesgos de la hiperespecialización: Comte veía
que los avances de la ciencia especializaban cada vez más los campos de investigación.
Pero esto implicaba un gran riesgo: la dificultad creciente para integrar estas diferentes
áreas de investigación y poder mantener así una visión y una previsión integral del
funcionamiento de la naturaleza y la sociedad. La propuesta de Comte, entonces, era la de
desarrollar una nueva área de la ciencia que debería ocuparse de los problemas generales y
de la articulación entre las diferentes especialidades. Esta ciencia debería ser la Sociología.
Estado y sociedad en el pensamiento clásico: Portantiero
Los conceptos de sociedad y estado caracterizan a la modernidad, etapa cuyo momento inicial
se sitúa entre los siglos 15 y 16.
Su aparición se liga al desarrollo de la forma capitalista de organización de la producción y del
intercambio, a la extinción de la división en órdenes estamentales de la sociedad, a la institución
de la igualdad jurídica entre las personas naciendo así la noción moderna de individuo como
unidad elemental de la sociedad. El hombre se separa de su subordinación a la comunidad y se
transforma en el eje de un sistema en el cual lo público y lo privado se convierten en esferas con
entidad propia.
Se comienza a pensar, entonces, a la sociedad como un agregado de elementos autónomos a
diferencia de la comunidad en la que los hombres se integraban a través de lazos orgánicos. Nace
también la idea de artificialidad de los órdenes sociales a los que se libera de connotaciones
metafísicas, naturales o divinas. Lo único natural son los individuos. La sociedad y el estado no son
otra cosa que productos de la razón, o sea, creaciones voluntarias de los hombres.
Se fundan, a partir del conocimiento acerca de lo social, dominios de saber especializados
independientes de la teología y la filosofía; primero la teoría política, luego la economía política y
en el siglo 19, la sociología.
El pensamiento clásico y la ilustración girarán alrededor de la figura del contrato social como
instancia superadora del estado de naturaleza y como condición de posibilidad para la fundación
de la sociedad. No se trata de algo empírico, sino de la percepción que podrían tener los hombres
acerca de las consecuencias que acarrearía la falta de un consenso básico que resguarde la
convivencia.
La doctrina clásica del iusnaturalismo, montada sobre la noción de contrato, como la instancia
fundadora de lo social, recogerá una distinción entre dos tipos de conceptualización del pacto
constitutivo: el pactum sujetionis y el pactum societatis.
El pacto de sujeción caracteriza la visión de Hobbes. Según él, para poder proteger el derecho
fundamental que es el derecho a la vida, los hombres “deciden” pasar del estado natural a la
sociedad civil. Los hombres enajenan su soberanía a un monarca quien, al sacarlos de estado de
naturaleza, les restituye el derecho a la vida. Se trata de la fundamentación teórica del
absolutismo.
Pero el contractualismo servirá, también, para fundar una tradición política diferente: la del
liberalismo político. Para Locke, al igual que Hobbes, estado de naturaleza y sociedad civil se
oponen, pero a diferencia de Hobbes, el estado de naturaleza no tiene el carácter apocalíptico que
le atribuye. El pacto en Locke no es de sujeción: es el pactum societatis que configura al gobierno
como un “juez imparcial” en el que los hombres enajenan su soberanía.
La imagen del contrato servirá también a construir la tercera gran vertiente del pensamiento
político moderno, la democracia, representada por Rousseau.
A diferencia de Hobbes y Locke, Rousseau no cree en un orden social generado a partir de los
intereses de los hombres considerados como individuos. La noción que este autor incorpora es la
de comunidad, concebida como “voluntad general”. A la distinción clásica entre naturaleza y
sociedad se añadirá el concepto de comunidad.
Como en Hobbes, la sociedad es en Rousseau la negación del estado de naturaleza pero con
valoraciones diferentes. Para Hobbes el estado de naturaleza era el caos y la sociedad la
posibilidad de la vida. Para Rousseau, la sociedad, al introducir la división del trabajo y la
propiedad, abre el reino de la desigualdad, envidia y guerra. La solución consiste en encontrar una
forma de asociación que haga posible la expresión de la voluntad general.
Rousseau es el primer pensador moderno que plantea a la democracia directa como forma de
articulación entre sociedad y estado.
La idea de que las sociedades son una creación del hombre se estructura a partir de un
individualismo metodológico que encuentra en Rousseau su primer opositor a partir de su idea de
que el hombre es un producto de la sociedad.
Pero en el siglo 19 aparecen voces discordantes, una será la de la sociología, otra la del
socialismo las cuales discrepan en las respuestas. La primera intenta reconstruir el problema del
orden en una sociedad que ya no es de individuos sino de masas, el segundo coloca el problema
del cambio centrado en la lucha de clases.
Historia de la vida privada: Ariés y Duby
En el final de la Edad media se encuentra a un individuo inserto en solidaridades colectivas,
feudales y comunitarias: las solidaridades de la comunidad señorial, las de linaje, los vínculos de
vasallaje encierran al individuo o a la familia en un mundo que no es ni privado ni público. Muchos
actos de la vida privada se llevaban a cabo en público. La comunidad constituye un medio familiar
en el que todo el mundo se conoce y se espía.
La situación de llegada es la del siglo 19 en la que la sociedad se ha convertido en una vasta
población anónima en la que las personas ya no se conocen. El hombre ha querido protegerse de
la mirada de los demás de dos maneras: mediante el derecho a elegir con mayor libertad su
condición, su tipo de vida y recogiéndose en la familia convertida en refugio, centro del espacio
privado.
Hay distintas miradas acerca de la evolución en el paso de la indiferenciación entre público y
privado y la separación de ambas esferas:
La primera corresponde a un modelo evolucionista según el cual el movimiento de la sociedad
occidental estaba programado desde la Edad Media y conduce a la modernidad a través de un
progreso continuo, lineal.
El segundo enfoque consiste en modificar la habitual división en períodos, y en plantear como
principio que desde mediados de la Edad Media hasta finales del siglo 17 no hubo cambio real de
las mentalidades profundas.
Hay tres acontecimientos que modificaron las mentalidades y la idea que las personas tienen de
sí mismos y de su papel en la vida diaria de la sociedad:
1) El nuevo cometido del Estado, el cual comienza a intervenir con mayor frecuencia
en el espacio social. Intervenía en las relaciones internas, en la vida familiar a través de
las lettres de cachet donde ponía su poder a disposición de uno de los miembros de la
familia contra otro, saltándose el aparato ordinario de Estado. Esta estrategia tuvo
importantes consecuencias. El Estado de justicia dividía la sociedad en tres zonas: la
sociedad cortesana; las clases populares del campo y de las ciudades; la corte, la plebe
que eran grupos sociales intermedios.
2) El desarrollo de la alfabetización y la difusión de la lectura, gracias a la imprenta.
3) Las nuevas formas de religión que se establecen en los siglos 16 y 17. Desarrollan el
examen de conciencia, la confesión sin excluir otras formas colectivas de la vida
parroquial.
El autor va a puntuar 6 categorías que permiten ver los cambios ocurridos: el primero tiene
que ver con la literatura de civilidad, con las nuevas formas de tratar el propio cuerpo y el de
los demás, el segundo tiene que ver con la literatura autógrafa, el diario íntimo, las confesiones,
las cartas que demuestra la alfabetización y relación entre lectura, escritura y conocimiento de
uno mismo, el tercero tiene que ver con el gusto por la soledad, antes no era conveniente que
un hombre distinguido estuviera solo, el cuarto tiene que ver con la amistad, esa disposición a
la soledad invita a compartirla con un amigo querido, en quinto lugar todos estos cambios
convergen en una nueva manera de concebir y disponer la vida diaria, esto lleva a conceder
mucha atención y dedicar muchos cuidados a lo que ocurre en la vida diaria, en último lugar se
encuentra la historia de la casa cuyos elementos más importantes son la dimensión de las
habitaciones que se hacen mas pequeñas, la creación de espacios de comunicación que permite
entrar o salir de una habitación sin pasar por otra, la especialización de las habitaciones que
corresponde mas bien a una “funcionalización”.
En respuesta a cómo se reunieron en la vida diaria todos esos elementos dentro de
estructuras coherentes, se distinguen tres fases: 1) la conquista de la intimidad individual, 2) la
formación de grupos de convivencia social entre los siglos 16 y 17 que desarrollaron una
verdadera cultura de “pequeñas sociedades”, 3) la familia cambia de sentido, se convierte en
un lugar de refugio en donde uno escapa de las miradas del exterior.
Toda la historia de la vida privada se centra, entonces, en una sustitución de una
sociabilidad anónima por una sociabilidad restringida que se confunde con la familia o con el
propio individuo. Un tipo de sociabilidad en la que lo privado y lo público se confunden a una
sociabilidad en la que lo privado se halla separado de lo público.
Otro aspecto de este cambio puede explicarse del siguiente modo: en la Edad Media, como
en muchas sociedades en las que el Estado es débil, la vida de cada particular depende de
solidaridades colectivas o de dominios que desempeñan una función de protección. En tales
condiciones lo privado y lo público se confunden. Cuando aparece el Estado cortesano, un
Estado que atiende jurídicamente a unas cuantas funciones que se habían dejado en una
especie de indivisión. Al principio el estado no podía hacerse cargo de todas las funciones. Ya a
fines del siglo 17 y principios del siglo 18 lo público se encuentra totalmente desprivatizado, la
cosa pública ya no puede confundirse con los bienes o intereses privados.
UNIDAD II: Aproximación al campo sociológico: diálogos con el psicoanálisis
Materialismo histórico: Carpio
Crítica de la filosofía
Marx posee un núcleo hegeliano en tanto considera que la realidad (entendida por él como la
realidad histórico – social) tiene una estructura dialéctica.
Hegel creía que las formas políticas y sociales de su época eran adecuadas para el pleno
cumplimiento de las exigencias racionales. Según Hegel, su sistema alcanzó la conciliación de
todas las oposiciones, llegó a su cumplimiento final.
Marx le realiza una crítica en tanto considera que si la dialéctica era el movimiento de la
realidad misma, entonces la dialéctica debe ser abierta y revolucionaria, no puede tener un final
tal como postula Hegel de su sistema filosófico. Marx afirma que las oposiciones no están ni cerca
de encontrarse conciliadas.
Por otra parte, Hegel considera que la verdad es una totalidad donde todos los aspectos deben
estar conectados racionalmente. En relación a esto, Marx afirma la existencia en el mundo humano
de un elemento irracional, inadecuado respecto de la totalidad que es el proletariado,
representando la negación de la razón. Ya que, siguiendo a Hegel, el proletario no es libre en
tanto carece de toda propiedad y no es persona por no poder acceder a actividades espirituales
tales como el arte, la filosofía.
Entonces, Marx afirma que en el sistema hegeliano, sus reconciliaciones están logradas pero en
solamente en el plano del pensamiento y no en el plano de la realidad. Y eso es lo que debe
lograrse según Marx. Este autor niega la filosofía como pura teoría y quiere reemplazarla por la
praxis (praxis revolucionaria) en tanto la teoría deja las cosas tal como están (tal es el caso de
Hegel cuyo sistema filosófico es capaz de aplicarse a la realidad).
Idea del hombre
Marx busca la esencia del hombre en las relaciones exteriores que cada hombre mantiene
con la naturaleza y con otros hombres en sus relaciones sociales. Esas relaciones son creaciones
del hombre, históricamente cambiantes. Individuo y sociedad se encuentran en un juego recíproco
en que ambas se constituyen.
Marx considera que el hombre es un ente que se produce a sí mismo a través del trabajo. Esa
autoproducción es un proceso dialéctico en tanto el hombre transforma la naturaleza y la
naturaleza transformada transforma a su vez las condiciones de vida humanas.
Esa autoproducción a través del trabajo es lo que denomina praxis histórica social, que sería
la relación real del hombre con las cosas. Mediante el trabajo se objetiva lo que sólo era una Idea,
una representación, ésta es una de las características que distingue el trabajo humano del animal.
Además, el hombre se distingue del animal en el momento en que produce sus medios de vida y
de que el trabajo humano está acompañado de Cc.
El hombre es un ser genérico; lo propio del hombre reside en su referencia a lo universal. Si
su trabajo se reduce a un medio para vivir, el hombre se aliena.
En la sociedad en la que Marx vive, el hombre está alienado, se encuentra ajeno a sí mismo,
desconoce su propia esencia. Se encuentra alienado en todos los planos de la existencia (política,
social, religiosa, filosófica) y tiene su fundamento en el trabajo. El mismo es un trabajo “forzado”,
no voluntario, es un medio para satisfacer las necesidades y no la satisfacción de una necesidad
que sería la necesidad de ser hombre en tanto ésta es la esencia del trabajo.
El hombre se encuentra alienado a su propia actividad en tanto siente que no le pertenece,
alienado respecto del producto de su trabajo en tanto éste pertenece al capitalista, al dueño de los
medios de producción, y alienado porque no puede elegir su trabajo en tanto la sociedad se
encuentra dividida en clases lo cual contradice la libertad porque la actividad de cada uno está
determinada por la clase a la que pertenece y la libertad que esa clase tenga.
La alienación primaria que es al trabajo conduce a otras formas de alienación: en lo social, se
deforman o pervierten las relaciones sociales; en vez de ser entre sujetos es entre cosas, entre las
mercancías que los hombres intercambian. En la política, hay una distinción entre la vida pública y
la del individuo, entre los intereses generales y los privados. En la religión, la misma es entendida
como alienación y desconocimiento de la verdadera esencia del hombre. Dios es el hombre ideal
objetivado. En la filosofía, el filósofo se mueve en una contradicción porque pretende actuar sobre
la realidad sólo a través del pensamiento.
Materialismo histórico
Para Marx el sujeto de la historia es el hombre concreto en su mundo social y económico, el
conjunto de las relaciones sociales del hombre autoproducido.
Se denomina materialismo histórico (en oposición al Idealismo) porque considera que el
hombre no es primariamente Cc, tal como lo considera el idealismo, sino que es un ente práctico
social en relación con la sociedad y la naturaleza.
Todas las ideologías mediante las cuales los hombres toman Cc de lo que son, son reflejos de la
estructura socioeconómica de la que surgen. La vida determina la Cc y no a la inversa.
El conjunto de las relaciones de producción, entendidas éstas como el conjunto de técnicas
de que se dispone y la forma cómo se adquieren y distribuyen los productos, forma la estructura
económica base de la sociedad sobre la cual se levanta la superestructura jurídica y política
y a la que corresponden formas de Cc social.
La dinámica histórica se refiere a la contradicción en la que entran en cierto momento las
nuevas fuerzas de producción (estructura económica) y la realidad político – jurídica
(superestructura). Ejemplo: Revolución francesa: nuevas formas de industrialización en oposición a
las estructuras feudales de ese momento.
Tanto Marx como Hegel afirman que la historia tiene un desarrollo dialéctico en tanto es
el resultado de las contradicciones inherentes al curso histórico y tiene una meta que es que el
hombre llegue al conocimiento de su propia esencia. Consideran que la causa final es la
racionalización de lo real, pero para Hegel esto significa la autoconciencia de la Idea en la filosofía
(pensada como teoría) y pata Marx ese conocimiento de sí mismo es el del hombre como
autoproducción de sí mismo que se logra, según él con una sociedad sin distinción de clases.
Para finalizar, el materialismo histórico es una filosofía de la historia, una interpretación
filosófica de la historia en lazada con una metafísica del hombre. El devenir histórico está
dominado por un factor primordial y se dirige a una meta: la sociedad capitalista, entendida por
Marx como sociedad perfecta.
La ideología alemana: Marx
Toda la crítica filosófica alemana se limita a la crítica de las ideas religiosas. El progreso
consistía en englobar las ideas metafísicas, políticas, jurídicas, morales bajo la esfera de las ideas
religiosas o teológicas, explicando la Cc política, jurídica o moral como Cc religiosa y presentando
al hombre político, jurídico o moral y, en última instancia, al “hombre” como hombre religioso.
Los neohegelianos coincidían con los viejos hegelianos en la fe en el imperio de la religión. La
única diferencia era que los neohegelianos combatían como usurpación el poder que los otros
reconocían como legítimo.
Las premisas de las que parte la ideología alemana pueden ser comprobadas empíricamente y
éstas son:
la primera premisa de toda historia humana es la existencia de individuos humanos vivientes. El
primer estado comprobable es la organización corpórea de estos individuos y su comportamiento
hacia el resto de la naturaleza. El hombre se diferencia de los animales a partir del momento en
que empieza a producir sus medios de vida, lo cual se halla condicionado por su organización
corpórea. Al producir sus medios de vida, el hombre produce indirectamente su propia vida
material. Lo que los individuos son depende de las condiciones materiales de su producción. Esta
producción sólo aparece al multiplicarse la población y presupone un intercambio entre los
individuos.
Toda nueva fuerza productiva trae como consecuencia un nuevo desarrollo de la división del
trabajo, la cual se traduce en la separación del trabajo industrial y comercial con respecto al
trabajo agrícola y con ello, en la separación de la ciudad y el campo y la contradicción de los
intereses de uno y otro.
Las distintas fases de desarrollo de la división del trabajo son distintas formas de la propiedad.
La primera forma de propiedad es la de la tribu que corresponde a la fase inicial de la
producción en que un pueblo se nutre de la caza y la pesca, la ganadería o agricultura. En esta
fase, la división del trabajo se encuentra poco desarrollada y corresponde a la extensión de la
división natural del trabajo existente en el seno familiar.
La segunda forma es la de propiedad comunal y estatal que es el resultado de la fusión
de diversas tribus para formar una ciudad mediante acuerdo voluntario o por conquista y aparece
la contraposición entre campo y ciudad.
La tercera forma es la de la propiedad feudal o por estamentos. También se basa en una
comunidad pero no hay ya esclavos sino pequeños campesinos siervos de la gleba. En las ciudades
se trataba de la propiedad corporativa, la organización feudal del artesanado donde la propiedad
depende del trabajo de cada uno. Diferentes condiciones hicieron surgir los gremios. Durante la
época feudal, entonces, la forma de la propiedad era la territorial con el trabajo de los siervos a
ella vinculados y por otro lado, el trabajo propio con un pequeño capital que dominaba el trabajo
de los oficiales de los gremios. La división del trabajo se desarrolló muy poco en este período.
Introducción a la crítica de la economía política: Marx
La economía política trata sobre las relaciones sociales establecidas en el proceso de
producción de bienes materiales.
A partir de un trabajo crítico de Marx acerca de la Filosofía del derecho de Hegel, Marx concluye
que tanto las relaciones jurídicas como las formas de Estado tienen sus raíces en las condiciones
materiales de vida cuyo conjunto resume Hegel bajo el nombre de “sociedad civil” y la anatomía
de esa sociedad debe buscarse en la economía política.
Otra conclusión a la que llegó Marx fue que en la producción social de su vida, los hombres
establecen ciertas relaciones de producción necesarias e independientes de su voluntad que
corresponden a una fase de desarrollo de sus fuerzas productivas. El conjunto de estas relaciones
forma la estructura económica de la sociedad sobre la cual se levanta la superestructura jurídica y
política. Cuando ambas entran en contradicción se produce la “revolución social”. El modo de
producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política e intelectual en
general.
No es la Cc del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, es su ser social el que
determina su Cc.
Actualidad del pensamiento sociopolítico clásico: Archenti y Aznar
Karl Marx (1818 – 1883): La constitución del materialismo científico
Según Marx, el capital no es una cosa sino que es una relación social. La sociedad es una
suma de relaciones y determinaciones en las que los individuos se encuentran situados. Estas
relaciones y determinaciones se generan en la esfera de la producción.
Estas relaciones, además, son transitorias lo que demuestra su carácter de historicidad, son
relaciones de oposición entre grupos y se caracterizan por ser del tipo de dominación y explotación.
Estas relaciones sociales constituyen el nivel primario de la organización social.
El método marxista de investigación es, al igual que el de Hegel, dialéctico, sin embargo
constituye la antítesis del método de Hegel. Para Marx lo Ideal no es más que lo material traducido
a la cabeza del hombre.
Según Marx, se trata de analizar lo concreto – real, entendido lo concreto como unidad de
lo diverso. Cada fenómeno concreto – real es una unidad compleja de elementos y relaciones
económicas, sociales y políticas. Para poder analizar lo concreto – real se debe utilizar un método
que pase de lo abstracto a lo concreto. Se trata de un proceso de conocimiento que va de lo
concreto a lo abstracto para volver a lo concreto.
Marx se basa en la idea de que las abstracciones más generales surgen donde existe el
desarrollo concreto más rico, lo que remite al análisis del momento histórico de mayor desarrollo
concreto: la sociedad burguesa.
La historia sobre la que Marx trabaja es la del proceso de producción material y analiza los
fenómenos sociopolíticos de los distintos modos históricos de esa producción.
Marx analiza, entonces, el proceso por el cual las relaciones sociales y políticas dominantes en
cada sociedad se generan en el proceso de producción material cuyas características se
constituyen en las condiciones de la praxis de los sujetos.
El modo de producción es la base material de la sociedad, permite entender y explicar la
génesis y desarrollo de la organización social.
La sociedad civil abarca todo el intercambio material de los individuos en una determinada
fase del desarrollo de las fuerzas productivas.
Cuando Marx habla de fuerzas productivas se refiere a los medios de producción
(instrumentos de trabajo, conocimientos tecnológicos, materias primas) y a la fuerza de trabajo
(condiciones físicas y espirituales de la población).
Las relaciones de producción son aquellas bajo las cuales producen materiales los individuos,
cuya expresión jurídica son las relaciones de propiedad.
Ambas (fuerzas y relaciones) forman una unidad.
En cuanto a la relación entre economía y política, Marx afirma la supremacía de lo
económico sobre lo político.
La lucha de clases es una lucha política ya que toda clase que aspire a ser dominante debe
tener primero poder político.
A través de coaliciones, huelgas y otras formas de lucha, los obreros se organizan como clase y
de esa forma sus intereses se convierten en intereses de clases.
El concepto de clase social del que habla Marx está relacionado con el capitalismo, no es una
teoría general de las clases sociales.
Para Marx la sociedad no consiste en individuos sino que es la suma de las relaciones y
condiciones en las que esos individuos se encuentran recíprocamente situados.
Se define a la clase social como relación social y a su estructura como la suma de relaciones y
condiciones en que esos individuos se encuentran situados.
Las relaciones de clase son el resultado de un proceso, son relaciones históricas de
dominación. Estas relaciones de clase determinan a los individuos, éstos se encuentran
subordinados a ellas. Son relaciones materiales en tanto son el conjunto de vínculos sociales que
se contraponen a los individuos aparentemente independientes.
Para Marx las relaciones de clase son contrapuestas: una clase se enfrenta a otra como
opuestos y enajenados.
En la sociedad capitalista las clases no sólo se determinan recíprocamente sino que se
reproducen en conjunto en el proceso mismo del trabajo.
Según Marx, para dar cuenta del desarrollo del capitalismo a partir del feudalismo es necesaria
la conjunción de 3 elementos fundamentales: una estructura rural que permite “liberar” al
campesinado, un artesanado urbano que genera la producción de mercancías especializada e
independiente y la acumulación de riqueza monetaria derivada del comercio y la usura. Estos tres
son los supuestos históricos del surgimiento del capitalismo.
En el modo de producción capitalista se dan dos formas de relación entre capital y trabajo libre:
la manufacturera y la gran industria. En la primera predomina la división del trabajo, en la
segunda la combinación de fuerzas de trabajo.
El capital supone siempre concentración, de medios de subsistencia, materia prima,
instrumentos y fuerza de trabajo.
Durkheim (1858 – 1917): El estudio de la conducta humana como ciencia racional positiva
Durkheim considera que el objeto de la sociología es el hecho social al cual diferencia de los
fenómenos psíquicos por su exterioridad. Además de esta característica poseen la de estar
dotados de un poder imperativo y coercitivo mediante el cual se imponen a los individuos. Ese
poder se reconoce por medio de alguna sanción o por la resistencia que opone a quien tienda a
violarlo.
Este poder de coerción es social en tanto su base es lo colectivo.
Durkheim define a la sociología como la ciencia de las instituciones, de su génesis y
funcionamiento; y el tema central de investigación es la relación de los individuos con esas
instituciones.
Como objeto de la investigación sociológica señala al Estado, al Derecho de propiedad, a la
Pena y a la Responsabilidad; todas instituciones vinculadas con la costumbre, normas y leyes.
Durkheim afirma que sólo puede explicarse un hecho social mediante otro hecho social, esto
remite a la sociedad como factor explicativo – causal de los fenómenos sociales.
Las relaciones entre los individuos son de cooperación, y deben serlo
para que la
sociedad se constituya en el elemento determinante (distinto a Marx que las considera relaciones
de poder, de clase, etc.).
La dominación la considera positiva ya que permite disciplinar a los individuos generando
organización y coordinación de las tareas llevando al equilibrio de la sociedad. Este poder no
genera conflicto si la desigualdad que refleja es “normal”, o sea, coincide con las desigualdades
naturales.
Según Durkheim, la sociedad es una realidad, la cual es la expresión más compleja de la
naturaleza. Una combinación de elementos físicos y morales que está por encima de los
individuos que la componen. La sociedad no es posible sin individuos pero la asociación de
éstos es una realidad distinta y superior a los individuos considerados aisladamente. Entiende a
la sociedad como un ser psíquico superior, a partir de esto se desarrolla el concepto de Cc
colectiva de la cual emana la autoridad moral que la sociedad ejerce sobre los individuos y que
constituye la síntesis de las Cc particulares.
La morfología social es una parte de la sociología encargada de constituir e investigar los
tipos sociales, las formas en que se combinan los segmentos que forman el organismo social.
Según Durkheim la solidaridad es un elemento que determina la unión de los segmentos y
posibilita la existencia de la sociedad. Hay dos tipos de solidaridad: la solidaridad mecánica
que une al individuo a la sociedad y la solidaridad orgánica que es producto de la
diferenciación, el individuo depende de la sociedad en tanto depende de las partes que la
componen.
La sociedad de solidaridad mecánica se define como un conjunto más o menos
organizado de creencias y sentimientos comunes cuya estructura está formada por un conjunto
de segmentos homogéneos y semejantes entre sí.
La sociedad de solidaridad orgánica es un sistema de funciones especializadas que
mantienen entre sí relaciones específicas.
Ambos tipos de solidaridad y de sociedad se encuentran en una relación inversa, en tanto
aumenta la sociedad orgánica, disminuye la sociedad mecánica.
De acuerdo con Durkheim, para poder observar los fenómenos sociales, la primera regla es
considerar los hechos sociales como cosas. Esto remite a la concepción científica del
autor: la utilización de la empiria como elemento fundamental.
Para Durkheim, una explicación adecuada es una explicación causal; o sea, debe
demostrarse la existencia de una implicación material entre los fenómenos. Pero además se
debe tener en cuenta la funcionalidad del fenómeno social que se está analizando, o sea, la
función que cumple.
Para Durkheim, la sociedad aparece como la base de toda causalidad social. Para
comprobar la existencia de relaciones de causalidad considera indispensable para la sociología,
el método comparativo.
Los elementos del esquema metodológico explicativo de Durkheim son: *una
explicación causal de un fenómeno supone la existencia de una relación de determinación
necesaria entre dos elementos dados y posible de ser medida, *implica el estudio de la causa y
de la función (en ese orden) del fenómeno que se trata de explicar causalmente y, *toda
investigación debe prestar solución al problema estudiado.
Tanto Durkheim como Marx estudian la división del trabajo, pero mientras Marx la
considera el origen de todas las contradicciones sociales, la raíz de la enajenación humana,
Durkheim considera que el desarrollo de la división del trabajo da lugar a tipos de estructuras
sociales que presentan la más alta forma de integración social, la solidaridad orgánica en la que
los individuos alcanzan su máximo desarrollo personal.
Por otra parte, mientras Marx considera que el conflicto genera cambios, Durkheim
considera que el conflicto es resultado de una división anormal del trabajo, es una
“enfermedad” del organismo social, la evolución de la Cc colectiva.
Para Durkheim, en tanto la división del trabajo es un hecho social, su causa es otro hecho
social: el medio social, la sociedad.
El medio social (producto de una combinación de segmentos sociales) tiene dos
características: densidad y volumen social. La primera se produce con la concentración de la
población, desarrollo de ciudades y de medios y vías de comunicación. Estas dos características
aumentan la división del trabajo, la cual es resultado de variaciones sociales, o sea que poseen
un carácter causal.
Según Durkheim la función esencial de la división del trabajo es generar solidaridad
entre los individuos, lo que posibilita la cohesión, integración y equilibrio de la sociedad.
La división del trabajo se relaciona con la solidaridad orgánica en tanto ésta es el
resultado de la división del trabajo. Esta solidaridad genera hechos patológicos. Aparece el par
de opuestos: normalidad – solidaridad / patología – desintegración. Siendo la patología el
resultado de cuando la división del trabajo no genera solidaridad.
Durkheim señala tres formas anormales de la división del trabajo: anomia, coacción e
incoordinación de las funciones.
En cuanto a la anomia Durkheim afirma que la causa de la crisis y el conflicto no es la
división del trabajo sino la falta de reglamentación suficiente y necesaria en relación con el
desarrollo de la división del trabajo. Las relaciones entre los órganos no están reglamentadas,
están en un estado de anomia. Igualmente, si bien la ausencia de normas y reglas tiende a
producir conflictos, en ciertos momentos son ellas mismas quienes los generan.
Marx considera que el sistema de clases es un sistema de relaciones de dominación material,
mientras que Durkheim afirmas que el sistema de clases es la organización del trabajo en la
cual la coacción es un elemento anormal.
La coacción surge cuando la reglamentación se mantiene en forma forzada, en contra de la
naturaleza de las cosas.
En cuanto a la incoordinación de las funciones especializadas, Durkheim afirma que
no basta con que las funciones se especialicen sino que, además, se deben relacionar
activamente de modo adecuado ya que la incoordinación genera incoherencia, desorden y
disminuye la solidaridad del sistema.
Max Weber (1864 – 1920): La comprensión de la realidad histórica social. Racionalidad y
significación.
Para Weber, las acciones son conductas humanas con sentido para el sujeto de la misma.
Las acciones sociales son las conductas humanas con sentido asignado por el sujeto actuante
cuando ese sentido se refiere a la conducta de otros. La importancia de esta referencia es que
orienta el desarrollo de la propia conducta del sujeto.
La relación social es un comportamiento que incluye a varios individuos, es una conducta
plural basada en un sentido recíproco. La relación social implica interacción pero no solidaridad
entre los actores. Distingue dos tipos de relación social: comunidad en la cual, la actitud de la
acción social se inspira en el sentimiento subjetivo (afectivo o tradicional) de los participantes de
construir un todo y, sociedad en la cual se inspira en una compensación de intereses por motivos
racionales.
Dilthey distingue entre ciencias naturales (que tiene por objeto una realidad extraña al
individuo) de ciencias del espíritu (ciencia histórica social, psicología, que estudian la realidad
humana, la experiencia vivida por el individuo de esa realidad). Entonces como método distingue
la explicación, (propio de las ciencias naturales) de la comprensión (propio de las ciencias del
espíritu).
Windelband distingue entre ciencias nomotéticas (orientadas hacia la construcción de un
sistema de leyes generales) de ciencias ideográficas (orientadas hacia la especificidad de ciertos
fenómenos).
Rickert distingue naturaleza (realidad considerada con referencia a lo general) de historia
(realidad considerada con referencia a lo particular).
Weber habla de la realidad histórica social como una totalidad constituida por un conjunto
infinito de elementos y de relaciones entre ellos. Esta infinitud impide la comprensión de la misma.
Ante esto propone una delimitación del campo de investigación mediante los valores del
investigador, lo que determina que ciertos sectores de la realidad histórica social adquieran
significación. Entonces, los elementos fundamentales de la perspectiva weberiana son subjetividad
en la selección de los problemas y objetividad en el estudio de las relaciones entre los fenómenos.
Define Weber a la sociología como la ciencia de las acciones y relaciones sociales. Se centra
en el estudio de las relaciones interindividuales a partir del concepto de acción social. El estudio
explicativo de estas relaciones remite a la construcción de tipos ideales.
Para Weber el tipo ideal es el procedimiento adecuado para la formación de conceptos
históricos, específicos y rigurosos, que permiten el análisis y la interpretación causal de los
fenómenos históricos. La construcción del tipo ideal tiene por contenido una utopía obtenida
mediante el realce conceptual de ciertos elementos de la realidad. Los tipos ideales no son ni
verdaderos ni falsos, sino más o menos útiles heurísticamente. Son un medio para comprender la
significación cultural de un fenómeno o proceso individual.
Para su sociología comprensiva, la acción que reviste importancia es una conducta que está
referida a la conducta de otros, que está codeterminada y es explicable por vía de comprensión. El
concepto de acción social es el central de la sociología comprensiva. Las proposiciones de esta
sociología son las “leyes”. La finalidad de estos tipos ideales es que, a partir de ellos, se pueda
comprender el curso de las acciones sociales reales que, de otra manera, son difíciles de
comprender.
Según Weber, el carácter social de una conducta está determinado por el sentido asignado a la
misma por el sujeto o los sujetos y por estar vinculada con la actividad de terceros.
La acción social puede ser (de más racional a menos racional): *racional con arreglo a fines:
determinada por expectativas en el comportamiento y utilizándolas como medio para el logro de
fines racionalmente perseguidos); racional con arreglo a valores: determinada por la creencia Cc
en el valor estético, ético y religioso de una conducta sin relación con el resultado); *afectiva:
determinada por afectos actuales y *tradicional: determinada por una costumbre arraigada. Todos
estos son Tipos ideales.
Para Weber las regularidades en la conducta humana se deben al reconocimiento por parte de
los actores de la existencia de un orden legítimo que les otorga validez.
Weber define al poder como la probabilidad de imponer la voluntad propia en una relación
social contra cualquier tipo de resistencia por parte de los otros participantes de esa relación.
Define a la dominación como la probabilidad de que un mandato con contenido determinado
sea obedecido por un conjunto de personas.
Define a la disciplina como la probabilidad de encontrar obediencia a un mandato de forma
simple y automático.
De acuerdo con Weber, se deben diferenciar los tipos de dominación según sus pretensiones
de legitimidad. Una dominación es legítima cuando tiende a ser aceptada y mantenida. Hay tres
tipos de nominación legitima: la racional legal (creencia en la legitimidad de lo estatuido /
autoridad legal), la tradicional (creencia en la legitimidad de las tradiciones / autoridad tradicional)
y la carismática (apoyada en características personales de un individuo / autoridad carismática).
El tipo más puro y racional de dominación es aquel que se ejerce por medio de un cuadro
administrativo burocrático.
Weber plantea una relación de mutua determinación entre el capitalismo moderno y
la dominación burocrática: el primero no puede subsistir sin el segundo porque el capitalismo
es el fundamento económico más racional sobre el que puede subsistir la dominación burocrática
en su forma más racional. El fundamento de la administración burocrática es la dominación por el
saber especializado que es el que le otorga el carácter racional. El único individuo histórico con
posibilidad de mantener cierta independencia con la dominación burocrática es el empresario
capitalista.
Para Weber existen distintos órdenes interdependientes: económico (forma de distribución
y utilización de bienes y servicios) social (distribución del honor social) y político (poder social).
Entonces, clases, estamentos y partidos son los fenómenos de la distribución del poder dentro de
una comunidad.
Las clases corresponden al orden económico. Los estamentos se fundan en el orden social y los
partidos se expresan en la esfera del poder cuyo accionar se dirige al logro del poder social. La
situación de clase significa la posición ocupada en el mercado. Por lo tanto, la existencia y el
desarrollo del mismo es un requisito para la formación de las clases. Los estamentos son un tipo
de comunidad que representa un obstáculo para el funcionamiento del mercado ya que lo
constituyen individuos cuyo destino no está determinado por las posibilidades de valorizar en el
mercado bienes o servicios propios sino que se basan en el honor y en el modo de vivir.
En cuanto a la relación que establece Weber entre las ideas religiosas y el desarrollo del
capitalismo, el autor construye dos estructuras típico ideales: y el calvinismo y el capitalismo,
determinando al primero como condicionante y al segundo como condicionado.
La hipótesis es que hay una relación entre ciertos ideales religiosos y la formación de la
mentalidad económica moderna (capitalismo moderno: organización racional del trabajo, cálculo
racional). Conexión entre la ética moderna y la ética racional del protestantismo ascético.
El capitalismo exige la consideración del trabajo como fin en sí mismo. Entonces, es posible
definir el espíritu del capitalismo moderno (racional) como una mentalidad que aspira a obtener un
lucro mediante el ejercicio de una profesión, en búsqueda de una ganancia.
El poder que ejerció la concepción puritana de la vida no sólo favoreció la formación de
capitales sino que, además, fue favorable para la formación de la conducta burguesa y racional
desde el punto de vista económico.
El espíritu del ascetismo cristiano engendró no sólo uno de los elementos constitutivos del
moderno espíritu del capitalismo sino de la misma civilización moderna: la nacionalización de la
conducta sobre la base de la idea profesional.
La explicación causal es necesaria pero no suficiente para estudiar los fenómenos histórico –
sociales; surge, entonces, la necesidad de desarrollar otra estructura de justificación y es preciso
buscar una ”ley” que permita vincular las manifestaciones externas de una acción social con los
motivos de la misma.
El suicidio. Estudio de sociología: Galtieri y Peón
Durkheim establece dos exigencias metodológicas para su estudio: objetividad: la sociología
como ciencia dependerá de un tratamiento metódico de su objeto que garantice la objetividad de
sus conclusiones, y necesidad de diferencias hechos normales de anormales o patológicos: para
poder elaborar propuestas cuya implementación permita corregirlos.
De las explicaciones que había sobre las posibles causas de suicidio en la época en que
Durkheim abordó el tema hay dos y que se resumen en “factores extrasociales”: disposiciones
órgano psíquicas que incluyen casos normales, anormales e intermedios y factores cósmicos (clima
y temperatura).
Durkheim refuta estos factores como causa y concluye que existe una predisposición psicológica
pero que opera en tanto exista la fuerza social capaz de actualizarla.
En su análisis, Durkheim se centra en los tipos egoísta y anómico. El primero, frecuente en las
sociedades modernas es generado por fallas en la integración social. Hay grupos que operan como
integradores (familia, religión, política) que, cuando fallan, generan el aumento de este tipo de
suicidio.
El suicidio anómico proviene de la correlación de las tasas de suicidio con situaciones
económicas. Se da por alteración del equilibrio existente entre las necesidades de los individuos y
los recursos sociales que las satisfacen.
Analiza los grupos integradores y concluye que ya ninguno de ellos, en la modernidad puede
cumplir esa función.
Las reglas del método sociológico: Durkheim
La base del método que postula Durkheim es que los hechos sociales deben ser tratados como
cosas (no cosas materiales). La cosa se opone a la idea; es cosa todo objeto de conocimiento que
no es naturalmente compenetrable a la inteligencia.
En el siglo 19 se fundó una psicología objetiva cuya regla principal es estudiar los hechos
mentales en el exterior, es decir, como cosas. Lo mismo se da en la sociología: se debe conocer la
realidad objetiva de los hechos sociales.
En segundo lugar, como regla, se establece que los fenómenos sociales son exteriores al
individuo. La sociedad como síntesis de un grupo de individuos genera fenómenos nuevos y
distintos a los que generan las Cc individuales. Estos nuevos fenómenos residen en la sociedad
que los produce y no en sus partes. En este sentido son exteriores a las Cc individuales. Los
estados de la Cc colectiva no son de la misma naturaleza que los estados de la Cc individual,
tienen sus propias leyes (sociología =/ psicología).
La sociología no puede tomar ninguna proposición de la psicología para aplicarla sin
modificaciones a los hechos sociales, sino que todo pensamiento colectivo debe ser estudiado en sí
mismo.
En cuanto a los hechos sociales, éstos son fenómenos que ocurren en el interior de la sociedad.
Hay maneras de obrar, de pensar y de sentir que tienen la propiedad de existir con independencia
de las Cc individuales y poseen una fuerza coercitiva o imperativa por la cual se imponen a los
sujetos. (Ej.: sistema de signos, monetario, prácticas profesionales). Por estas características no
pueden confundirse con fenómenos orgánicos porque éstos consisten en representaciones y en
acciones; ni con los fenómenos psíquicos que sólo tienen vida en y por la Cc individual.
Los hechos sociales, por el contrario, constituyen una nueva especie que se denomina social.
Una experiencia característica del hecho social es la forma cómo son educados los niños. Toda
educación es un esfuerzo continuo para imponer a los niños maneras de ver, sentir y obrar que no
habrían llegado espontáneamente.
Un pensamiento que se encuentre en todas las Cc individuales, un movimiento que repitan
todos los individuos, son hechos sociales. Lo que los constituye son creencias, tendencias,
prácticas del grupo tomado colectivamente.
En cuanto a sus manifestaciones privadas, tienen algo de social en tanto reproducen un modelo
colectivo pero dependen, también, de la constitución órgano psíquica del individuo, de sus
circunstancias particulares. Estas manifestaciones pertenecen a dos reinos, se las puede llamar,
por eso, sociopsíquicas.
La mayoría de los fenómenos sociales llega a nosotros por medio de la educación.
Los hechos que sirven de base son todas maneras de hacer; son de orden fisiológico. También
existen maneras de ser colectivas; o sea, hechos sociales de orden anatómico y morfológico.
Los escritos de sociología y filosofía social de Durkheim: Giddens
La división del trabajo
Sus primeros escritos intentan establecer una crítica a las dos principales corrientes del
pensamiento social: economía política (filosofía utilitarista) y al holismo idealista (Comte).
El holismo idealista considera que la valencia positiva de los ideales morales proporciona el
mayor ímpetu para la evolución de la sociedad humana. Acentúan la naturaleza histórica del
hombre a diferencia de la economía política que lo ubica fuera de la historia, interpretando la
acción humana y social como conceptos atemporales.
El holismo idealista considera (a diferencia de la economía política) que la sociedad es una
unidad con características que no pueden reducirse a sus componentes individuales.
La primera obra de importancia de Durkheim (“La división del trabajo en la sociedad”) fue
concebida como un intento de tratar los hechos de la vida moral según el método de las ciencias
positivas. En esta obra va a especificar las características morales de la sociedad moderna
(distintas a las de la sociedad tradicional).
Comte y otros autores habían explicado los rasgos distintivos básicos del orden moral de las
sociedades tradicionales (que eran valores expresados en términos de simbolismo religioso), pero
no pudieron explicar las propiedades del moderno orden social. Según Durkheim, las sociedades
más simples se fundan en un consenso moral fuertemente definido, una Cc colectiva. Hay 4
dimensiones a través de las cuales se puede analizar la Cc: volumen, intensidad, rigidez y
contenido de las creencias y valores que las componen. Las sociedades tradicionales son altas en
las tres primeras dimensiones y poseen como contenido el religioso. Se caracterizan por la
solidaridad mecánica.
Para Durkheim, si bien la individuación es una necesidad concomitante con la disolución de la
sociedad tradicional no implica la erradicación de la Cc colectiva, sino su transmutación en la forma
del desarrollo de nuevos ideales morales. El individualismo moral comprende creencias y valores
que son producto de la colectividad.
La solidaridad orgánica consiste en los lazos de cooperación entre individuos o grupos de
individuos que se forman por su interdependencia ocupacional en la división del trabajo
diferenciada.
A medida que la división del trabajo se expande y la solidaridad mecánica declina, el individuo
ya no comparte las mismas características con todos los otros individuos en su sociedad: cada vez
es una personalidad más diferenciada. A la vez que el individuo se particulariza en el interior del
grupo, se vuelve crecientemente Cc de las propiedades que posee en común con el resto de la
humanidad; en la fase temprana del desarrollo social, el individuo no es Cc de esto. La solidaridad
orgánica es, entonces, la base esencial del orden social moderno.
La división del trabajo y la diferenciación social
Hay dos tipos sociales distintos para cada tipo de solidaridad. Durkheim distingue dos tipos de
sociedad: el clan que es la horda que ha dejado de ser independiente siendo un elemento de un
grupo más extenso; y sociedades segmentadas sobre una base clánica que son las sociedades
formadas por una asociación de clanes.
El clan incluye una gran cantidad de extraños y la cabeza de los clanes son las únicas
autoridades sociales. Es una organización político – familiar. En los clanes la solidaridad es más
débil cuanto más heterogéneos sean.
Las sociedades con solidaridad orgánica están formadas no por la repetición de segmentos
similares y homogéneos (como en los clanes de solidaridad mecánica) sino por un sistema de
órganos similares cada uno de los cuales desempeña un papel y está, además, formado por partes
diferenciadas. Se coordinan y subordinan unos con los otros en torno al mismo órgano central.
Los individuos de esta sociedad se agrupan de acuerdo con la naturaleza de la actividad social a
la que se dedican. No son lazos de sangre (como en el anterior) sino que son sus funciones lo que
los une.
La solidaridad mecánica une a los hombres con menos fuerza que la orgánica y, además, se
debilita progresivamente.
La estructura segmental desaparece en tanto se desarrolla la división del trabajo. La
desaparición de esta estructura produce un acercamiento entre individuos que estaban separados.
Las relaciones sociales se vuelven más numerosas. Esta reunión y el activo comercio que resulta
de ella se denominan densidad dinámica o formal; por lo tanto, el progreso de la división del
trabajo se encuentra en relación directa con esta densidad. La densidad moral crece en tanto
crece la densidad material.
La condensación progresiva de las sociedades en el desarrollo histórico se da de tres modos: 1)
las sociedades inferiores se distribuyen en grandes áreas en relación al tamaño de la población.
Los pueblos más avanzados concentran su población cada vez más; 2) se da la formación de
ciudades y su desarrollo, lo cual resulta de las necesidades de los individuos de ponerse en el
contacto más cercano posible. Cuando se multiplican y expanden, la densidad moral debe
aumentar y 3) se da el aumento y rapidez de los medios de comunicación y transporte.
La moralidad tiene la función de limitar y contener. Es esencial que haya una autoridad cuya
superioridad sea reconocida. Las necesidades de los hombres son ilimitadas y esta autoridad
impone los límites que los individuos necesitan. La moralidad tiene como objetivo la perfección
individual.
La institución de las clases constituye una organización de la división del trabajo, la cual se
encuentra regulada. Pero cuando estas reglas fallan se generan conflictos como la lucha de clases.
Para que la división del trabajo produzca solidaridad, el individuo tiene que ser adecuado para la
tarea que deba realizar, la división del trabajo debe ser espontánea.
Si los órganos interdependientes se encuentran cerca unos de otros y conocen las necesidades,
el estado de anomia es imposible. En las sociedades de tipo segmental, hay tantos mercados
económicos como segmentos distintos. Si los productores estuvieran cerca de los consumidores
podrían calcular las necesidades a satisfacer, habría un equilibrio y la producción se regularía a sí
misma.
Una actividad ocupacional puede ser efectivamente regulada por un grupo lo suficientemente
cercano como para conocer cómo opera, cuáles son las necesidades y cómo puede cambiar. El
único que cumple con esto es el grupo ocupacional o corporación. Los únicos grupos que hoy
tienen vigencia son los gremios. El marco del grupo ocupacional debe estar siempre vinculado con
el marco de la vida económica: la dislocación de ambos es lo que condujo a la desaparición del
régimen corporativo.
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