Adopción de Adrian por Javi y Mercé

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ADOPCION EN KEMEROVO DE ADRIAN
Hola somos Javi y Merce y hoy 30 de Agosto de 2.006 hace justamente un año
que conocimos a nuestro hijo Adrián, natural de Kemerovo, os vamos a contar nuestra
experiencia por si os puede ayudar y sobre todo animar.
Primero comentaros que nosotros hemos tramitado el proceso de adopción con
la ecai ASEFA en Madrid y deciros que no hemos tenido ningún problema con ellos,
que son gente seria y muy profesional y que en todo momento se han cumplido los
plazos que nos habían dado; a titulo informativo os diremos que desde que fuimos a la
primera charla en la Comunidad de Madrid hasta que nos hemos podido traer a Adrián,
han pasado veintitrés meses.
Después de todo el papeleo y de todos los tramites, a primeros de enero del
2005, nos llama la ecai y nos dice que ya tenemos regional en concreto Kemerovo,
como os podéis imaginar fuimos corriendo a buscar en un atlas donde estaba esa ciudad
y vimos que estaba en Siberia, lo primero que se nos vino a la cabeza fue el frió que
íbamos a pasar, pero daba igual, por fin teníamos donde mirar en el mapa.
Un martes de finales de agosto del 2005, nos llama de nuevo la ecai y nos dice
que ya tenemos asignación y que el domingo por la mañana tenemos que estar en
Moscú. Imaginaros que alegría después de tanto tiempo de espera y a la vez que
nervios, en cuatro días había que preparar otro montón de documentación y preparar el
viaje. El tema de billetes, visados y los hoteles de Moscú lo tramitamos en la agencia de
viajes Planeurss en la calle Galileo en Madrid y no tuvimos ningún problema.
PRIMER VIAJE
Salimos hacia Moscú el sábado a las 12 de la noche y llegamos el 28 de agosto a
las 7,00 de la mañana hora de allí. Nos alojamos en el Hotel Ukraina, que estaba bien,
pero os aconsejamos que como solo vais a estar unas horas iros al hotel Rossia que está
mucho más céntrico, al lado de la Plaza Roja; aun así tuvimos tiempo de callejear, ver
la Plaza Roja, comer y dormir algo de siesta. A última hora de la tarde nos llevaron al
aeropuerto y aproximadamente sobre las 22,00 horas cogimos el avión para Kemerovo.
El vuelo dura unas cuatro horas y hay que sumarle otras cuatro horas de diferencia
horaria con Moscú, por lo que llegamos a Kemerovo aproximadamente a las 07,00 en
una mañana lluviosa. Allí nos recibió Antonio que sería nuestro intérprete, guía y sobre
todo amigo, siempre dispuesto ayudarnos en todo lo que hiciera falta, por cierto no hay
ningún problema con el idioma ya que es cubano.
Después de todo el estrés acumulado durante tantos meses, los últimos cuatro
días que fueron de autentica locura, billetes, visados, certificados, documentación…y
después de dos noches sin dormir, solo alguna que otra cabezada en los aviones,
estábamos muy cansados física y psicológicamente y lo único que queríamos era poder
dormir en una cama y cual no seria nuestra sorpresa cuando llegamos al hotel y Antonio
nos dice que son las 08,30 que nos duchemos y que en media hora estemos en la
cafetería del hotel para desayunar y para hablar ya que 09,30 viene Tatiana (
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representante de la ecai en la región ) para ir a la casa cuna. Advertiros que la primera
charla con Antonio en la cafetería es deprimente, todo lo ponía negro, salud de los
niños, condiciones, situación en que los niños habían sido abandonados etc.
A eso de las 09,45 viene Tatiana, una mujer muy agradable y que transmitía
tranquilidad a pesar que no hablaba nada de castellano y camino de la casa cuna nos
dice que nos ha correspondido un niño de 2 años y 9 meses nos dice su nombre y que el
resto de la información nos la darán en la casa cuna. El viaje apenas duró quince
minutos pero nunca lo olvidare, tienes una sensación de alegría, miedo, ansiedad y
nervios todo a la vez imposible de explicar y no digamos cuando ves la casa cuna, son
sensaciones irrepetibles que nunca antes las había tenido. La verdad es que todo parecía
un cuento de Charles Dickens mañana lluviosa y la casa cuna que eran varios edificios
parecía sacada de un cuento.
Allí nos recibió la subdirectora de la casa cuna que a la vez era la doctora, una
mujer joven y muy seria que nos fue leyendo la historia del niño y su estado de salud, lo
típico en un informe de un niño ruso adoptado, que si encefalopatía, retraso psicomotriz
y del habla, dermatitis y alguna cosa mas, después que hubo terminado, Antonio nos
dijo que le podíamos preguntar cualquier duda o cosa que no hubiéramos entendido, así
lo hicimos y luego pasamos a conocer al niño. Estaba en una sala con Tatiana. Lo que se
siente en ese momento yo por lo menos no soy capaz de expresarlo en papel y ni
siquiera lo voy a intentar, eso hay que vivirlo. Adrián cuando nos vio lo primero que
hizo fue bajar la cabeza hasta que le dimos unos peluches que llevábamos para el, os
aconsejo que aparte de los peluches por si son pequeños, llevéis cosas para hacer
pompas de jabón, animales, teléfonos móviles de juguetes, y globos. Luego le dimos
unas galletas y poco a poco fue cogiendo algo de confianza pero manteniendo la
distancia, tenía la mirada triste, muy triste y un claro gesto de desconfianza, se dejaba
coger, dar la mano pero nos miraba como lo que realmente éramos para el, dos extraños
que hablaban muy raro.
Ha pasado un año, pero parece que fue ayer, me parece estar viéndole
aporreando un piano que había en la sala, y escondiéndose detrás de unas cortinas
porque se había hecho pis.
Al día siguiente fuimos a verle otra vez pero un poco más tarde
aproximadamente sobre las 11,00 y nos recibió llorando ya que a esa hora es cuándo
salen al patio a jugar y el se tuvo que quedar con nosotros, aunque como lloraba tanto,
nos dejaron salir con el al patio. No dejaba de llorar, mi mujer, Antonio y yo ya no
sabíamos que hacer, en ese momento se acercaron los otros niños y le abrazaron,
siempre recordare ese instante, nos hubiéramos traído a todos. El se quería ir con ellos
pero las cuidadoras se lo impidieron y a nosotros nos dijeron que no podíamos estar con
otros niños así que nos lo tuvimos que llevar por otro sitio. De nuevo se puso a llorar
hasta que llegó una “ machina” o sea un coche y se quedo alucinado mirándole y como
por arte de magia dejo de llorar y empezó a sonreír, y a imitar lo que hacíamos, pero lo
que mas le gusto fue lo de hacer pompas de jabón se volvía loco intentándolas coger.
También le gusto mucho verse en las fotos que le habíamos hecho el día anterior, no se
cansaba de mirarlas y de señalarnos cuando nos veía en alguna foto. Cuando nos fuimos
nos dimos un beso y un abrazo los tres a la vez y cuando se iba de la mano de la
cuidadora se volvió y nos dijo “ paca “ adiós en ruso.
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Por cierto nos sorprendió como con menos de tres años se visten y se desnudan
solos como hacen pipi y caca en los orinales y ellos mismos lo tiran al inodoro y lo
limpios y ordenados que son.
La casa cuna no estaba mal, era vieja pero no estaba sucia, los niños tenían una
sala donde jugaban y había muchos juguetes, y tenían un patio y jardines con
columpios. Vestían bien, y se les veía cuidados.
Por cierto las visitas son de aproximadamente una hora y media pero el tiempo
pasa tan deprisa que ni te enteras. De ahí fuimos con Antonio al notario para la
aceptación del menor y el cambio de apellidos y algún trámite más.
De Kemerovo os diremos que es una ciudad muy limpia, no hay ni un solo papel
en las calles ni una pintada en las fachadas y los parques están muy bonitos y con
muchas flores, también nos pareció muy segura y con buenos restaurantes donde se
come bien, ya os dirá Antonio cuales son y con supermercados donde hay de todo,
incluso productos españoles, pero en cambio es una ciudad triste y aburrida.
El tiempo a finales de agosto era como en Madrid en otoño; durante el día se
estaba bien, pero por la noche y a primera hora de la mañana hacia fresquito.
En ese primer viaje estuvimos en un hotel pequeño pero muy confortable donde
todo era a estrenar, incluso tenia ducha con hidromasaje,
se desayunaba
estupendamente y estaba en pleno centro de la ciudad a lado del Ayuntamiento, del
Ministerio y cerca de un local donde había Internet .
El día 31 de agosto salimos hacia Moscú para coger el vuelo hacia España, pero
nos quedamos otros tres días más en Moscú haciendo turismo, os lo aconsejamos si
tenéis tiempo ya que en segundo viaje entre los tramites del consulado y que ya está el
niño con vosotros es más complicado.
Tanto Antonio como el representante de la ecai en Moscú nos dijeron que el
segundo viaje sería en unos dos meses, y si fue, a finales de octubre fuimos a por el
niño.
SEGUNDO VIAJE
Llegamos a Kemerovo y estaba nevando y ya no paro hasta que nos fuimos. La
temperatura era de unos diez grados bajo cero, pero se soportan bien si os abrigáis, en
especial la cabeza y los pies.
Esta vez nos llevaron al hotel Tom, que era mucho peor que el anterior, lo único
bueno que tenia aparte de estar también en el centro, era que las habitaciones tenían un
salón bastante grande que venia muy bien para poder jugar con el niño.
En este segundo viaje coincidimos con otras dos parejas y la verdad es que se
agradece y te sientes como más arropado y protegido y siempre a Guillermo, Cristina,
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Mari Lo y Vicente les recordaremos con mucho cariño así como a las dos niñas que les
asignaron Maria de dieciocho meses y a Irene de dos y medio.
Al día siguiente de llegar fue el juicio que estuvimos preparando con Antonio
mientras desayunábamos, y de nuevo su experiencia y sus consejos fueron
fundamentales .El juicio fue por la mañana, por cierto hay que ir con traje y corbata; y
duró una media hora, y en ningún momento tienes la sensación de que van a por ti.
Todo salio perfecto las tres parejas, obtuvimos la sentencia inmediata.
Por la tarde después de comer fuimos al registro, siempre recordare las palabras
de Tatiana cuando salimos “ Por favor tengan paciencia con los niños y sobre todo
quiéranlos mucho “.
A nosotros como nuestra casa cuna estaba en la misma ciudad se nos permitió ir
a recoger a Adrián esa misma tarde. Íbamos con alegría pero también con miedo por ver
como iba a reaccionar y si se querría venir con nosotros. Cuando llegamos le
encontramos muy cambiado, mas alegre, más hablador y como por arte de magia ya no
tenía la mirada triste ni el gesto de desconfianza, todo lo contrario era un niño alegre y
feliz. Nada mas vernos nos llamó Papi y Mami, le pusimos la ropa que le habíamos
comprado y se vino con nosotros sin ningún problema, se despidió de sus cuidadoras y
luego fuimos a despedirnos del director, un hombre muy amable y con cara de buena
persona. Por cierto llevamos unas tartas y unas botellas de sidra a las cuidadoras y una
bolsa inmensa de caramelos para los niños, ya que suele ser tradición hacerlo cuando
algún niño se va.
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Ya en la habitación del hotel se le veía feliz, muy feliz jugando con sus coches y sus
animales y sabiéndose el centro de atención.
Luego estuvimos unos cuatro días mas en Kemerovo esperando el pasaporte de
Adrián. Esos días se hacen interminables y eso que a pesar del frió y de la nieve todos
los días salíamos a pasear por la mañana y por la tarde. Uno de los días fuimos con
Antonio a comprarle cuentos en ruso a una librería muy bonita que hay, preguntarle
Antonio donde esta y otro día fuimos a comprar adornos navideños.
Cuando ya tuvimos el pasaporte de Adrián volvimos a Moscú y estuvimos dos
días más para terminar los trámites oportunos. En el avión de vuelta a España
conocimos a una pareja algo mayor de Sevilla que venían de conocer a la niña que les
habían asignado, en concreto de Vladivostor cerca de Japón y siempre recordare como
la mujer se emocionaba y lloraba mirando la foto de la niña que tendría unos ocho años,
por cierto era guapísima morena y con unos ojos azueles oscuros maravillosos.
Seguro que como a todos lo único que realmente os importa es la salud de los
niños, en nuestro caso y gracias a Dios, no tiene ningún problema, es un niño
completamente sano y normal, muy simpático, cariñoso y sobre todo muy alegre, pero
eso si, tiene mucho carácter y mucho temperamento. Se ha adaptado perfectamente a su
nueva vida y el cambio que ha experimentado entre el primer día que le conocimos y
ahora es tremendo en todos los sentidos.
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También hemos conocido a otras parejas que han adoptado y todos los niño están
bien de salud y coinciden con nosotros en el cambio tan grande que experimentan al
poco tiempo de estar aquí.
Para terminar dos cosas, la primera es que todo sucedió entre finales de agosto
del 2005 y primeros de noviembre de ese mismo año, por lo que no sabemos si ha
podido cambiar algo en cuestión de plazo, forma de sentencia… y la segunda advertiros
que es el viaje de vuestra vida, pero que es muy duro física y sobre todo
emocionalmente; las emociones y los sentimientos se multiplican por mil y tendréis
altibajos, por eso volver a recordar las palabras de Tatiana “ tengan PACIENCIA con
ellos y sobre todo QUIERANLOS mucho “
Y por último queremos agradecer al personal de Asefa tanto en Madrid como en
Moscú su profesionalidad, nunca nos sentimos solos, a Tatiana figura clave en todo el
proceso y muy en especial a Antonio no solo por hacer perfectamente su trabajo sino
por ser interprete para todo, guía, consejero, fotógrafo, cámara… y por estar siempre
pendiente de nosotros y darnos la seguridad y tranquilidad tan necesaria en esos
momentos.
Suerte a todos.
Madrid 30 de Agosto de 2006.
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