SOBRE LA AUTENTICIDAD DE LA OLIMPICA QUINTA Si la Filología fuera una ciencia exacta, no cabría hoy preguntarse acerca de la autenticidad de la Olímpica V más de cien años después de que este problema se abordara por primera vez ' . Sucede, sin embargo, que en muchas de sus ramas y, especialmente, en el terreno de la crítica literaria hay una buena dosis de subjetivismo; y por ello tantos y tan ilustres estudiosos han llegado a tan dispares conclusiones sobre este problema a pesar de partir todos de la misma base: el texto transmitido por la tradición manuscrita. La propia existencia de la referida disparidad de criterios expresados sobre el particular por filólogos de reconocido prestigio supone una buena cura de humildad para el que trata de encararse con el problema de si debe atribuirse a Píndaro o no la paternidad de este controvertido poema. No pretendo, por consiguiente, elevar a definitivas mis conclusiones, pero sí quiero mostrarme desde este momento decididamente convencido de la autenticidad pindárica de esta oda. Podría preguntarse qué argumentos hay en apoyo de esta convicción y, en efecto, hasta la fecha han sido esgrimidas tanto a favor cimo en contra muy variadas razones3, pero creo I E. V O N LFUTSCHIst die fünfte olympische Ode uon Pindar?, en Philologus 1 1846,116-127. 2 Cf. C. M. BOWKAPzndar, Oxford, 1964,414s. 3 Cf. M. F. G A L I A N O Psaumis en las Olímpicas d e Píndaro, en Emerzta X 1942,112-48,especialmente 140 s. 142 LUIS M. MACU que abundar en cualquiera de ellas no justificaría un nuevo trabajo sobre el tema. Se requieren nuevos puntos de vista y eso precisamente es lo que intento aportar, un nuevo enfoque. Intentaré demostrar que en este poema hay adecuación de metro y contehido y ésta será la prueba que aporto para la atribución a Píndaro de la oda, habida cuenta de que los poemas del Tebano presentan de manera continua este rasgo de estilo 4 . 1. ESQUEMA METRICO DE LA O. V Se trata de una breve composición de tres tnadas de ritmo eolocoriámbico. Cada uno de los tres apartados de la tríada consta de un pequeño número de versos; sin embargo, el reparto de los elementos rítmicos resulta, en mi opinión, muy interesante y digno de comentario. Estrofa v. 1: glC 2: ( g l d ) 3: gl cr ith cr ith 111 Epodo v. 1: ( g l d ) ia 2: ( g l d ) 3cr ba balll de cada verso es un eleEn el par estrófico, el primer KOXOV mento coriámbico, generalmente ampliado (por medio de la adición de un coriambo en el verso primero y por medio de un dáctilo en el segundo, cosa que también sucede en los dos versos del epodo, donde el primer miembro de cada uno de sus versos aparece alargado por un dáctilo). La segunda parte de cada verso está constituída por pequeños KGAUde naturaleza heterogénea a los que, por comodidad y en oposición a los elementos coriámbicos de la primera parte, llamaré elementos 4 Esto es lo que he tratado de demostrar en mi tesis doctoral inédita La adecuación de metro y sentido en las Odas de Aíldaro, realizada bajo la dirección del Dr. Lasso de la Vega. LA OLIMPICA QUINTA 143 menores. Se trata de un crético en la segunda parte del verso primero, de un itifálico en el segundo, y de ambos juntos en la segunda parte del verso tercero. Esta disposición hace que dicho verso tercero sea, en cuanto a la métrica, una especie de resumen de los dos anteriores con los cuales forma, según creo, una estructura cerrada, circular, cuyo reflejo en el contenido pondré de manifiesto más adelante. Los dos versos del epodo son exactamente iguales salvo en la naturaleza del primero de sus respectivos elementos menores: un metro yámbico en el primero y tres créticos en el segundo. Dicha igualdad vuelve a sugerir, como en el caso de estrofa-antístrofa, una insistencia métrica al final con probable reflejo en el sentido. Por otra parte, la aparición en el Último verso del elemento 3cr induce a pensar que la estructura circular sugerida para la pareja estrófica debe hacerse extensiva a toda la tnada en conjunto y que la base de esa estructura son los créticos, cuya estratégica colocación a lo largo de los distintos apartados métricos me lleva a considerarlos como los elementos más importantes en cuanto a la métrica y, en correspondencia, en cuanto al contenido, porque son ellos los que tienden el puente entre los diferentes apartados métricos: entre final de estrofa (v. 3: . . . cr . . .) y principio de antist'rofa (v. 1: . . . cr), entre final de tnada (epodo, v. 2: . . .3cr . . .) y comienzo de la siguiente (estrofa, v. 1: . . . cr), quedando sin sutura solamente el paso de antístrofa a epodo. 11. SUGERENCIAS DEL ESQUEMA METRICO Si creemos en una mutua relación entre la métrica y el contenido, es evidente que un esquema métrico tan uniforme como el de esta oda debe corresponderse con un contenido sin grandes altibajos de una manera general; hay, no obstante, algunos puntos que considero aptos para una relación más estrecha. 1 . El verso final de cada estrofa (y antístrofa), por llevar agrupados los elementos menores que en los versos precedentes 144 LUIS M. MACIA aparecían aislados, me parece muy adecuado para llevar en su interior un sentido que englobe, resuma o, cuando menos, relacione a todos ellos. 2. La composición anular de los créticos debe de tener re- flejo en un reparto de semejante estructura en el contenido. Pienso que dentro de cada tiada es más probable que esto se produzca entre estrofa y epodo e incluso, debido a la trabazón continua de una tnada con la siguiente por medio del verso final de cada epodo, entre tnada y tnada. En este último caso parece lógico esperar que el círculo comience en la primera y se cierre en la tercera, siendo la segunda de valor neutro; con ello, además, se produciría un paralelismo entre la estructura anular que afecta a los apartados de la tnada y la que atañe a toda la composición: Tnada Estrofa: Comienza el círculo Antístrofa: Valor neutro Epodo: Se cierra el círculo Oda Tnada la:Comienza el círculo Tnada 2a: Valor neutro Tnada 3a: Se cierra el círculo 3. Es evidente que los créticos, que tantas veces hemos mencionado y que, conviene no olvidarlo, considero elemento principal en la métrica de este poema, se presentan en una distribución de lugares marcados y blancos muy artística, aunque aparentemente descuidada, ya que no aparecen a intervalos fijos.. Considero, pues, que las palabras que ocupen estos elementos tienen que reflejar en su contenido esa cuidada distribución. El cumplimiento de las posibilidades que acabo de adelantar y de la última de ellas de una manera especial sería, desde m i punto de vista, una prueba decisiva de la intencionalidad del poeta en relacionar el metro y el contenido de esta oda y, teniendo en cuenta la continua aparición en Píndaro de este rasgo de estilo, el argumento que presento en favor de la autenti- LA OLIMPICA QUINTA cidad de este poema como obra del Tebano. 111. LA ADECUACION DE METRO Y SENTIDO EN LA O. V Habida cuenta de la finalidad específica de este trabajo, dirigido a la aportación de nuevas pruebas en favor de la autenticidad de esta oda, la determinación de la adecuación de metro y contenido en este poema no es un fin, sino un testimonio de autenticidad. Considero, por consiguiente, plenamente justificado el no hacer una completa disección de la oda en busca de este rasgo estilística y presentar, por el contrario, los puntos que me parecen más claros y adecuados al fin que persigo. 1. La composición en anillo. De una manera muy general se puede decir que en cada tríada se desarrolla un tema fundamentalmente: el vencedor y su victoria en la primera; el ofrecimiento de ésta a Camarina, ninfa de la ciudad, y a Atena en la segunda; la súplica del poeta a Zeus en fayor del vencedor en la tercera. Sin embargo, la temática de cada tnada no es absolutamente independiente, bien al contrario, palabras y contenidos de una tnada aparecen también en las otras. La composición en anillo es evidente entre las tnadas primera y tercera. Tríada la Principio Estrofa Divinidad (Camarina, invocación] Epodo Tnada 3a Estrofa Divinidad (Zeus, invocación) Antístrofa Epodo Psaumis (no pretenda ser) Es decir, de una forma esquemática: Final Psaumis (oijrece su cortejo) Psaumis (vencedor) Psaumis (beneficiario) Divinidad LUIS M. MACIA D P P D P P D Ya se ve cómo, según intuíamos, la participación de la antístrofa en esta estructura es mínima. Por otra parte, la tríada segunda tiene, al menos aparentemente, valor neutro, ya que en su contenido machaca los mismos conceptos que las otras dos: la divinidad y el vencedor, menciones que aparecen en situación idéntica a la de la tríada primera (primero la mención de las divinidades, la de Psaumis al final) y opuesta a como se presentan en la tercera. Sin embargo, si hacemos entrar en el juego las menciones de las divinidades y del vencedor en esta tríada segunda, resultará que la composición en anillo se extiende a todo el poema y que en el centro de la misma, en posición de realce como veremos en el esquema, aparece la mención del vencedor. Tríada la Principio Final Estrofa Dios (Camarina, invocación) Psaumis (ofrecimiento) Epodo Psaumis (vencedor) Tríada 2a Estrofa Dios (Atena, celebración) Epo.do Psaumis (contento) Tríada 3a Estrofa Dios (Zeus, invocación) Antístrofa Epodo Psaumis (no pretenda ser) Psaumis (beneficiario) Dios LA OLIMPICA QUINTA D P P D P D P P 2. El ritmo conseguido por medio de los créticos. Presentaré en primer lugar las palabras que aparecen en estos .elementos y una traducción aproximada de las mismas '. Tríada la Estrofa, v. 1 3 ~ n t g t . v. , 1 3 Epodo, v. 2 (&w)rov yhvuúv la dulce gloria (bn?j)vac ~ E K E V del tiro de mulas recibe Aaorpbqov criadora de hombres (&&Y)hwv re mp(na&poic) en los cinco días de los Juegos ("A)upov' 6udpv& uai rav a Achn hizo anunv~o&cov) ciarpor medio del heraldo y a su (ciudad) de nueva construcción. , s Tanto el texto como la colometría tienen como base la Úitiia edición Teubneriana de B. SNELL- H. MAEHLER Pindarus. Pam I. Epinicia, Leipzig, 1971. 148 LUIS M. MACIA . Tnada 2a Estrofa, v. 1 ( ~ G ) ~ p á r o v 3 ( " a ) a v o v ky(xopiav) Antíst., v. 1 ( i i p ) 6 ~ 1crrpa~óv 3 e< ~ Ú O C Epodo, v. 2 ( r v x ó v ) ~ e ru o p i ~ a noi Xi~aic26o(tav) Estrofa, v. 1 3 Antist., v. 1 3 Epodo, v. 2 ( v a i ) o v Xópov Av6 í o ~ c ( T Ú v ) ~ €~Xvraic ytjpac ~U(8vpov) npouriikic, pj) pareúon &0c agraciada el Oanis, (y el lago) de esa tierra riega el país a la luz obteniéndolo sabios parecen a sus conciudadanos. habitahdo la colina Lidias con la gloria vejez tranquila añadiendo, que no pretenda (convertirse en) dios. He hecho antes alusión a la individualidad temática de las tres tiadas que configuran este poema; vuelvo sobre ese punto para tratar de precisarlo. En líneas generales se puede decir que en cada tnada domina una idea: a 1e g r í a por la victoria, en la primera; t r a b aj o o e s f u e r z o que se ha convertido en alegría por el éxito logrado, en la segunda; a n h e 1o de nuevos bienes de parte del poeta hacia su patrono, en la tercera. Es decir, alegría, esfuerzo y deseos de nueva felicidad, que, si se hace caso de la advertencia del poeta en el último verso de la oda, no debe verse empañada por un orgullo excesivo. Ya se ve, pues, que la temática de cada tríada no es independiente; más aun, yo diría que las tres están íntimamente relacionadas, scsgiún voy a tratar LA OLIMPICA QUINTA de demostrar. Esa estrecha relación estriba en los hechos de que dentro de cada tnada aparecen palabras, frases o pensamientos completos que participan del tema central de las otras; de que esas apariciones son casi completamente paralelas; y, sobre todo, de que esas alusiones que sirven para relacionar el contenido de las tres aparecen precisamente en los créticos, que de esta forma se confirman en su calidad de elementos fundamentales de Ia oda, ya que son a la vez los aglutinadores de la métrica y del contenido. Para mayor claridad repetiré, distinguiendo su valor en cada caso, los conceptos que introducen los créticos a lo largo del poema. Tríada la Estrofa, v. 1: 3: Antíst., v. 1: 3: Epodo, v. 2: la dulce gloria de las mulas recibe criadora de hombres en los cinco dias de los Juegos a Acrón hizo anunciar por medio del heraldo etc. X + O + X Tríada 2a Estrofa, v. 1: 3: Antíst., v. 1: 3: Epodo, v. 2: agraciada el Oanis, ( y el lago) de esa tierra X riega el país a la luz obteniéndolo sabios parecen a sus conciudadanos. O - + O 150 LUIS M. MACIA Tríada 3a Estrofa, v. 1: 3: Antíst., v. 1: 3: Epodo, v. 2: habitando la colina Lidias con la gloria vejez tranquila añadiendo, que no pretenda (convertirse en) dios. La clave de estos signos es: X: alegria que no comporta acción O: trabajo en sentido real o figurado = : anhelo o resultado + : valor concreto, neutro en nuestro juego En este esquema queda de manifiesto una serie de puntos: a) En el verso primero de la estrofa, el sentido es de alegn'a en las dos primeras tríadas, mientras que en la tercera alude a acción y trabajo. b) En el tercero de la misma, las palabras que ocupan los créticos muestran unánimemente un valor concreto: las mulas, el n o y las flautas respectivamente. c) El primero de la antístrofa alude al trabajo en las dos primeras tnadas, a contenidos de alegría en la tercera (recuérdese que en el mismo de la estrofa ocurría al revés). d) El tercero de la antístrofa muestra un sentido diferente en cada ocasión. En la primera tríada tiene valor concreto, mientras que alude a resultado en la segunda y a anhelo en la tercera. e) Los puntos que hasta ahora van expuestos justifican que poco más arriba me refiriera a un paralelismo "casi" completo en la disposición de las palabras ocupadas por los créticos. Efectivamente, el v. 1 de la estrofa y antístrofa terceras 151 LA OLIMPICA QUINTA (de sentido O y X respectivamente) se opone al sentido de los mismos en las tnadas lay 2a (en los cuales el sentido respectivo es X y O). Con todo, esto no contraviene las previsiones de adecuación de metro y contenido que había adelantado, ya que al hacer la descripción del esquema métrico no se ponía el énfasis en la aparición de posibles paralelismos de sentido al no ser paralela la disposición de los elementos métricos, sino que se ponía de manifiesto la trabazón continua que se lograba por medio de estos créticos entre los distintos apartados métricos de la tnada y de las tnadas entre sí. Esto no quiere decir sino que, por responder en el sentido al carácter de puente que tienen en el ritmo, el valor de los créticos del verso primero no es el mismo en las tres tnadas, sino, como acabo de decir, opuesto en la tercera al de las otras dos. Obsérvese el entramado de las tnadas: Tríada la.Acaba en elemento de valor 2a. Empieza en elemento de valor 2a. Acaba en elemento de valor 3". Empieza en elemento de valor X X O O Está claro que, si se hubiera respetado el paralelismo, que por otra parte no sugiere la métrica, no se habría producido esta articulación, pues el final O de la iríada segunda estaría recogido en la tercera por un contenido X. f ) En consonancia con su sentido general (alegría, trabajo, anhelo-resultado) hay una doble mención de este carácter en cada tnada: en la la,valor general de alegría en la estrofa (v. 1) y el epodo (v. 2). - .en la 2", valor general de trabajo en la antístrofa (v. 1)y el epodo (v. 2). - en la 3a, valor general de anhelo en la antístrofa (v. 3) y el epodo (v. 2). - g) De todos los versos que tienen créticos, el segundo 152 LUIS M. MACIA del epodo es en cada tríada el más caracterizado en cuanto al sentido y el que, conforme imaginábamos al hacer la previsión de las direcciones que podnan seguir la relación de metro y sentido, resume de una manera admirable el contenido de cada tríada: .L en - - la primera, con la victoria ganada en Olimpia en el concurso de carros con tiro de mulas y ofrecida a la ninfa de su ciudad (Psaumis consiguió que se proclamara a su padre y a su nueva ciudad). en la segunda, el celo y esfuerzo desplegados por Psaumis en beneficio de su ciudad, dedicado a quehaceres gratos a los dioses, le proporciona la reputación de sabio entre sus conciudadanos. en la tercera, el poeta, que desea para su patrono la prosperidad hasta la muerte en compañía de sus hijos, le aconseja que conformándose con lo que tiene no pretenda ser un dios. Creo, en conclusión, que todo lo dicho prueba que en este poema el metro y el sentido están íntimamente relacionados y, habida cuenta de que ese rasgo de estilo aparece sistemáticamente en la producción pindárica, me parece que también este poema, aunque no sea de los más hermosos, puede ocupar dignamente un lugar en el conjunto de las obras de F'índaro. LUIS MIGUEL MACIA