Carrera de Especialización en Gestión del Patrimonio Cultural Patrimonio Cultural y Museos Rodolfo Giunta GPC – FADU –UBA 2016 Museos y Turismo: Disfrutar sin destruir (Enjoying without destroying) Dr. Hans-Martin Hinz ICOM Executive Council (Consejo ejecutivo) Seminario internacional “Museos y turismo sostenible” UNESCO Chair of Cultural Tourism (Cátedra de Turismo Cultural) Buenos Aires 18 – 19 de Mayo 2009 “El turismo logra valorizar ciudades y paisajes. En muchos países contribuye a disminuir disparidades económicas y de espacio y en regiones de débil estructura económica crea nuevos puestos de trabajo, aunque en parte sean solamente temporarios y mal remunerados. Para muchos Estados, el turismo se ha convertido en la fuente de entrada de divisas más importante. Dado que en una crisis económica la demanda turística produce un efecto anticíclico, sin embargo, se considera al turismo como una actividad sostenible y estable. El turismo ha determinado y formado sociedades, paisajes culturales y citadinos y se lo vivencia, pero también se lo estudia y sus consecuencias son tema social” El ICOM aprobó en su asamblea general en Melbourne en 1998 una resolución en que le asigna a los museos un papel clave para la protección y conservación de la cultura, multiplicidad cultural y comprensión recíproca. En el año 2000 en una conferencia regional del ICOM en Bolivia y Perú se elaboró una recomendación para una “Carta de Principios para Museos y Turismo cultural en la que se solicita que el patrimonio cultural no se convierta en un producto de consumo y que los museos cooperen en el manejo del patrimonio. En el año 2006 se llevó a cabo en Camboya y Laos otro ICOM-Workshop regional sobre el mismo tema en el cual se solicitó una mejor colaboración de los actores culturales del lugar y la realización de inversiones para la protección del patrimonio cultural con las ganancias provenientes del turismo. El ICOM y La Federación Mundial de Amigos de Museos han dictado conjuntamente en el año 2008 una “Declaración para el turismo sostenible mundial”, en la que se manifieste especialmente el mandato ético del uso respetuoso entre el turismo y las culturas como así también la protección de los paisajes y sociedades. El Día Internacional del Museo 2009 tuvo como lema “Museos y Turismo” WTO (Organización Mundial de Turismo) El Comité Mundial sobre Turismo ético de la Organización Mundial del Turismo (WTO) proclamó además en el año 2005 en Dakar, Senegal una resolución bajo el título “El turista y viajero responsable” (The Responsible Tourist and Traveller), en la cual se apela a los turistas a tomar mayor conciencia sobre su comportamiento en los lugares visitados. (www.worldtourism.org/code_ethics/responsible.htm). UNESCO En el año 2003 fue aprobada por la UNESCO en Cuba la “Declaración Universal sobre diversidad cultural y turismo” La Red Europea de Turismo Cultural (European Cultural Tourism Network ECTN), patrocinada por la Unión Europea, organiza desde el año 2003, congresos internacionales y en el año 2005 promulgó la “Declaración Cardiff sobre el Turismo cultural” en la cual la Unión Europea debe estimular el turismo cultural en las regiones de Europa, como así también en los nuevos estados miembros, desarrollando además estrategias a largo plazo de protección a los habitantes de las regiones en cuestión. “La Declaración de Malta sobre Turismo Cultural” es el resultado de un congreso de EUROPA NOSTRA en el año 2006, en el que – dirigido a instituciones europeas – se exige manifestar el significado del turismo para la economía de Europa y sus sociedades y el fomento de un turismo cultural sostenible respetando las características regionales. BARRETTO, Margarita (2008) Los Museos y la autenticidad en el Turismo “En la actualidad muchos turistas procuran el reencuentro con el pasado, con tradiciones e identidades, lo que parecía ser una respuesta al proceso de mundialización de la cultura que se aceleró a partir de la segunda mitad del siglo XX, y que acarreó una resignificación de una serie de conceptos y valores” 1.- Según Selwyn Cohen (2002) las discusiones sobre autenticidad en turismo en los últimos años llegaron a la sofisticación de proponer una distinción entre autenticidad “fría y objetiva” y autenticidad “subjetividad y existencial”, donde la primera es una especie de autenticidad creada y la otra una autenticidad real. 2.- Para Boorstin (1992) la experiencia turística del período de post guerra era homogeneizada, artificial y sin riesgo. A su entender, los turistas raramente quieren un producto autentico de la cultura visitada, porque en general les resulta incomprensible. Se contentan con los “Pseudos-acontecimientos” preparados para ellos por los agentes turísticos. 3.- Para MacCannel (1992) el contacto con los acontecimientos reales está reservado a una elite intelectual. Utilizó los conceptos de Erwin Goffman de front y back regions, escenario y bastidores, para elaborar su teoría de escenificación (stage setting), región intermedia, de esos estadios, entre palco y bastidores donde los acontecimientos son mostrados para los turistas en general. De la misma forma en que, en la actualidad se permite al público asistir a los ensayos de orquesta, en una región intermedia entre el palco y los bastidores. Otros acontecimientos son mostrados a los turistas de una forma “híper-real”. -Mostrar aquello que es original, por ser poseedor de algo así como una esencia verdadera. Se trata de una práctica cultural que no puede estar contaminada por relaciones comerciales. Para Shepherd (2002) y Meethan (2003) un bien cultural transformado en bien de consumo dejaría de ser autentico. -Mostrar una Cultura tradicional y sus orígenes, está asociado a la calidad de genuino y único. Para Sharpley, según Reisinger y Steiner (2006), una localidad turística para ser considerada autentica debe continuar con los mismos rituales, las mismas costumbres, las mismas herramientas y la misma lengua de los ancestros que llegaron en el siglo XIX. En ese sentido, autenticidad era sinónimo de congelamiento. - Según Little, Anderson y Brown (1994) los turistas asocian autenticidad a apariencia, utilidad, tradición, certificación, dificultad de obtención, fabricación local y precio. Hay quienes piensan que están comprando algo autentico simplemente porque es algo caro. -Culler (1981) introdujo el concepto de autenticidad simbólica para referirse a una autenticidad atribuida por los turistas a objetos que, si bien ellos saben que no son originales, son símbolos de autenticidad del lugar visitado. Se podría hablar de una autenticidad “turística”, por ejemplo con relación a los “souvenirs”. -En la perspectiva post-moderna, la autenticidad no es un fenómeno, es una construcción social que puede ser negociada y que está contaminada con la cuestión de las identidades políticas y sociales. No hay como definir el punto de inflexión donde lo autentico se transforma en no autentico, donde lo puro pasa a ser impuro por la contaminación con lo “otro” o por intereses provenientes de las más diversas áreas. -Duggan (1997) sostuvo que para los turistas, muchas veces lo autentico es lo que los folletos turísticos informan que es autentico. Fueron establecidos “patrones de autenticidad” que determinan lo que debe ser considerado fiel a una supuesta realidad objetiva. -Según Santana (2003) no habría que confundir autentico con antiguo o tradicional, ni con lo gratuito ni lo no interceptado por la tecnología contemporánea. A partir de la década de 1930, con los cambios en el concepto de historia y con la revisión de los métodos de trabajo en la antropología, los museos entraron en un período de crisis. La antropología se había apoyado durante muchos años en las evidencias de la cultural material, guardadas en los museos. Cuando comenzó el interés por la cultura simbólica y por las técnicas etnográficas de campo, los museos dejaron de ser necesarios. A no ser por los estudios de arqueología, las colecciones dejaron de ser importantes para la investigación antropológica (Stocking Jr., 1985). A su vez, la historia pasó a dar importancia a grupos sociales antes ignorados y las innovaciones comenzaron por el redimensionamiento de la función pedagógica y social de la institución museística procurando romper con lo tradicional y buscando intensificar las relaciones con el público. “Durante muchos años los museólogos tuvieron una actitud que Hudson (1987) denominó “purista”, asumiendo posiciones contra las nuevas tecnologías y contra todo lo que significase una alianza con la esfera comercial. Entendían que utilizar recursos de interpretación interfería con la lectura del objeto, que tenía su propio lenguaje, que el patrocinio de la empresa privada transformaría la exposición en una feria y, que el turismo haría del museo un parque de diversiones. De a poco, algunos curadores fueron percibiendo que, de continuar al margen de la economía de mercado, aguardando subsidios del estado, provocaría el cierre de los museos, desde que no hay más mecenas como había en el pasado” “Por otro lado, la experiencia de solicitar patrocinio mostró ser peligrosa porque, en algunas ocasiones, el museo tenía que seguir las orientaciones de la empresa que estaba pagando los gastos, figura, que no por casualidad, en inglés recibe el nombre de paymaster, amo que paga (Hudson, 1987) Esto generó en algún momento dependencia ideológica, lo que, obviamente, no puede acontecer en un museo”