Principales enfermedades que afectan al cultivo de cebolla

Zona cebollera del Valle Bonaerense del Río Colorado
Principales enfermedades que afectan al cultivo de cebolla
Para el control es importante identificar el organismo que causa la enfermedad
y conocer sobre su biología.
Las enfermedades son uno de los principales factores limitantes para la
producción y comercialización de la cebolla. Cuando se piensa en técnicas
para el control de las mismas se debe disminuir lo más posible la
contaminación del ambiente causada por agroquímicos y evitar el desarrollo de
resistencias a los mismos. Para ello es importante la adecuada identificación
del organismo causante de la enfermedad y tener conocimiento sobre su
biología.
A pesar que son numerosas las enfermedades citadas para el cultivo de
cebolla, para la zona productora del Valle Bonaerense del Río Colorado sólo
unas pocas son de alto impacto, incluso algunas no se presentan todos los
años:
- Mildiu, es causado por el hongo Peronospora destructor: Es una
enfermedad foliar que en años lluviosos
puede llegar a destruir el follaje de la cebolla
dificultando la cosecha. Las hojas afectadas
presentan lesiones alargadas de color
amarillo pálido, de rápido crecimiento,
pudiendo secar la hoja desde la punta hacia
la base. En condiciones de alta humedad y
en horas tempranas de la mañana puede
llegar a verse una eflorescencia grisácea
sobre las manchas. Las condiciones
ambientales predisponentes para su desarrollo son tiempo fresco y alta
humedad relativa. Por esta razón desde el INTA H. Ascasubi se realiza un
registro de temperatura y HRº, el cual se encuentra disponible para ser
consultado
por
el
productor.
www.inta.gov.ar/ascasubi/servicios/meteoro
Como medidas de manejo se recomienda evitar los cultivos muy densos y el
exceso de fertilización nitrogenada, en el caso del sistema de siembra por
surco no se deben superar las 200 unidades de nitrógeno por hectárea.
Con respecto al control químico se pueden utilizar productos cúpricos como
preventivos. Cuando la enfermedad ya esta presente es necesario aplicar
productos curativos como metalaxil combinado con mancozeb.
-Raíz rosada y podredumbre basal, son ocasionadas por hongos del suelo,
en el primer caso por Phoma terrestris y en el
segundo por varias especies de Fusarium siendo
Fusarium oxysporum la más frecuentemente
aislada. Estas enfermedades pueden darse solas o
combinadas.
Raíz rosada produce destrucción de las raíces, las
cuales presentan un aspecto acintado con
coloración rosada a violácea, a veces amarronadas.
Raíz rosada
En el campo, las plantas afectadas por ambas enfermedades presentan menor
desarrollo, las ojas se ponen amarillas y se marchitan
desde la punta por lo que hay que observar la
coloración de las raíces para la primera y el aspecto
del bulbo para la segunda ya que el disco toma un
color amarronado que luego avanza hacia las catáfilas
carnosas pudriéndolas.
En el caso de raíz rosada los bulbos quedan
pequeños y hay disminución del rendimiento no
siendo un problema de postcosecha mientras que la
Fusarium - Prodredumbre
podredumbre basal avanza en el almacenaje. Phoma
basal
terrestris y Fusarium son hongos que necesitan altas
temperaturas siendo las óptimas entre 24 y 28 ºC por lo que las infecciones
suelen darse con el cultivo ya desarrollado.
Síntoma a camp de raíz
rosada o Fusarium
Raíz rosada
Como estrategias de manejo para ambas se recomienda, rotaciones largas de
por lo menos 5 años; siendo la más indicada para fusarium: cebolla, girasol,
trigo, 3 años de pastura y nuevamente cebolla. Hasta el momento no existe
control químico eficiente para estas enfermedades. En el caso de raíz rosada
conviene realizar riegos rápidos pero más seguidos para compensar el daño en
el sistema radicular.
- Podredumbre bacteriana, también llamada “pico de agua” es ocasionada
por varias especies de bacterias: A pesar que
anteriormente
no
era
una
enfermedad
problemática y se presentaba en años lluviosos,
en las últimas campañas se ha visto un aumento
de la misma. Aunque ocasiona pudriciones
acuosas en el almacenaje que avanzan desde el
cuello a la base respetando las catáfilas, algunas
especies de bacterias pueden causar pudriciones
en el campo. El exceso de agua en el cultivo, ya
sea por lluvia o riego, favorecen la enfermedad. Aplicaciones tardías de
nitrógeno pueden producir mal cierre del cuello, facilitando el ingreso de las
bacterias a la planta.
La infección se inicia en el campo y se desarrolla en la pila, no hay pruebas
que la enfermedad se transmita entre cebollas durante el almacenaje.
Lo importante es la prevención por lo tanto conviene realizar rotaciones, evitar
el exceso de agua en el cultivo y finalizar con un buen estado sanitario del
follaje para evitar heridas por donde puedan ingresar las bacterias y lograr un
buen cierre del cuello.
Con respecto al control químico no se recomienda el uso de antibióticos por
los efectos perjudiciales que puede tener sobre la salud humana y el medio
ambiente. En caso de realizarse alguna aplicación se debería recurrir al uso de
algún producto a base de cobre.
- Carbonilla, es ocasionada por el hongo Aspergillus niger: Mientras que las
enfermedades
mencionadas
anteriormente
pueden darse durante el cultivo, carbonilla se
manifiesta sólo en postcosecha. Su importancia
se debe principalmente a las pérdidas de calidad
durante el almacenamiento de los bulbos.
Aspergillus niger es un hongo que encuentra
distribuido en todas partes, suelo, aire, restos
vegetales e incluso en la semilla.
El hongo infecta el cuello de la cebolla cuando
esta se encuentra en el campo, y cuando las catáfilas se secan y colorean
puede observase un moho negro. Altas temperaturas y humedad durante el
almacenaje favorecen el desarrollo de la enfermedad.
Dentro de las prácticas habituales de control se debe evitar realizar cultivos
continuos de cebolla en el mismo lote. Hasta el momento no existen controles
químicos adecuados.
En todos los casos es necesario acentuar la importancia de la prevención, que
comienza desde el momento en que se elige el lote.
Consultas: te. (02928) 491011/141
Ings. Agrs. Patricia Baffoni y Daniel García del INTA H. Ascasubi.