1 Análisis de los patrones de cercanía afectiva en las familias mexicanas Cecilia Rabell Universidad Nacional Autónoma de México Edith Gutiérrez El Colegio de México Síntesis En este trabajo, queremos establecer los patrones de cercanía afectiva de jefes de familia y de cónyuges con otros parientes o amigos no corresidentes para determinar si el mapa afectivo está dominado por parientes o por personas no emparentadas. Se trata de indagar sobre la fuerza de los vínculos de parentesco y de amistad en la sociedad mexicana. Si asumimos que las emociones se construyen socialmente, podemos plantear que los roles de género y las jerarquías generacionales determinan, en gran medida, qué generaciones y qué figuras (padres, hermanos, hijos, etc.) son consideradas cercanas afectivamente. A partir de la información de la Encuesta nacional de la dinámica de las familias en México (ENDIFAM, 2005), analizamos las respuestas de 13 298 jefes de familia o cónyuges (ego) referidas a las personas hacia quienes declaran sentir cercanía afectiva. Clasificamos a estas personas cercanas según su generación –ascendente, colateral o descendente-, su género y su relación de parentesco con ego –solo parientes, parientes y amigos, y solo amigos. Con modelos multinomiales estimamos la probabilidad de tener determinado patrón de cercanía afectiva dadas diversas características socioeconómicas de ego. Este análisis muestra la pertinencia de hacer estudios cuantitativos y a nivel macro sobre las emociones, en el campo de los trabajos sobre las familias. 2 Análisis de los patrones de cercanía afectiva en las familias mexicanas Cecilia Rabell Universidad Nacional Autónoma de México Edith Gutiérrez El Colegio de México Resumen extenso En los estudios sobre familia, el tema de las emociones ha sido escasamente estudiado desde una perspectiva cuantitativa (i.e. Bonvalet y Maison, 1999). Sin embargo, los estudios cualitativos han mostrado que el análisis de las emociones es indispensable para entender la dinámica familiar, en especial en la sociedad mexicana donde los lazos familiares son extremadamente fuertes y están inmersos en una estructura social tradicional. Así, nuestro objetivo es estudiar un aspecto de la cultura emocional de las familias mexicanas. En especial, nos interesa establecer patrones de cercanía afectiva entre los jefes de familia o los cónyuges (ego) y otros miembros de la familia o amigos no corresidentes. Si asumimos que las emociones se construyen socialmente, podemos plantear que los roles de género y las jerarquías generacionales determinan, en gran medida, qué figuras (padres, hermanos, hijos, etc.) son consideradas cercanas afectivamente y a qué generaciones pertenecen. Una dimensión adicional es la del ámbito de la amistad que nos parece de gran interés puesto que podría pensarse que los vínculos de amistad están sustituyendo los del parentesco en el México moderno. Además, incluimos las características sociodemográficas que tradicionalmente se han considerado en los estudios sobre las familias y que podrían explicar distintos patrones de cercanía afectiva, tales como lugar de residencia (rural o urbano), estatus socioeconómico, nivel de escolaridad, entre otras. 3 Trabajamos con la Encuesta nacional sobre la dinámica de las familias en México, 2005 (ENDIFAM) que incluye información sobre características sociodemográficas y preguntas acerca de las relaciones entre los miembros de la familia (i.e. manejo de conflictos familiares), vínculos emocionales y aspectos de la ideología de género.1 Analizamos las respuestas de 13 298 jefes o cónyuges referidas a las personas hacia quienes declaran sentir cercanía afectiva. Clasificamos a los grupos de personas cercanas declarados por ego de acuerdo a la generación a la que pertenecen –ascendente, colateral o descendente-, la predominancia de género y sus relaciones de parentesco con ego –solo parientes, parientes y amigos, y solo amigos. Inicialmente construimos 42 categorías y observamos que la mayoría de los respondientes declaraban sentir cercanía afectiva hacia personas de una sola generación, por lo que reagrupamos en una categoría residual a las categorías que correspondían a la cercanía afectiva con más de una generación. Las categorías de análisis son: sólo cercanos entre los ascendentes (tanto consanguíneos como por alianza y rituales: abuelos, padres, suegros, tíos, etc.), sólo cercanos entre los colaterales (hermanos, primos, cuñados, etc.) y sólo entre los descendentes (hijos, sobrinos, nietos, ahijados, etc.). Nuestra última categoría está integrada por aquellos entrevistados que mantienen relaciones de afecto con miembros de dos o más generaciones. Además incluimos una constituida sólo por amigos. ¿Hacia qué generaciones están dirigidos los afectos de las personas encuestadas, independientemente de sus características de edad y género? Los parientes colaterales ocupan un lugar central en el mapa de los afectos: 48 % de los encuestados declara tener cercanía afectiva con ellos. También son importantes los parientes ascendentes puesto que casi una tercera parte los menciona (31%). Sin embargo, lo sorprendente es la fuerza de los vínculos electivos: 29% considera que sus amigos son personas afectivamente cercanas. Los descendentes juegan un papel menor, sin duda por la estructura por edad relativamente joven de quienes fueron entrevistados. Es importante tomar en consideración el grupo de edad al que pertenecen los entrevistados por dos motivos: primero, suponemos que el momento del ciclo de vida de la persona 1 ENDIFAM es representativa de la población mexicana adulta (mayor de 17 años). 4 influye en su elección de afectos hacia personas de determinada generación; al transcurrir la vida, la elección de afectos cambia; segundo, quisimos tomar en cuenta los probables efectos de la mortalidad de los cercanos de diversas generaciones. Las cifras del cuadro 1 nos sugieren que la relación exclusiva con parientes ascendentes es muy importante entre los adultos jóvenes; entre personas de 40 a 59 años, y más aún entre los adultos mayores de 60, la relación afectiva exclusiva con los ascendentes pierde fuerza, en parte debido a la mortalidad de padres, tíos, etc. Además, podemos pensar que en esas edades se da, de forma paulatina, un proceso de individuación en el que los vínculos con las figuras de autoridad, los miembros de la generación ascendente, pierden fuerza. Los parientes colaterales siempre ocupan un lugar destacado, pero son particularmente importantes hacia la mitad de la vida adulta, entre 40 y 59 años. Además, no hay que olvidar que estas personas pertenecen a las generaciones nacidas durante los años en que la fecundidad era muy elevada; por lo tanto, tienen un mayor número de parientes colaterales que los adultos jóvenes, debido al descenso de la fecundidad, y que los adultos mayores a consecuencia de la mortalidad se sus coetáneos. Suponemos también que los colaterales se convierten en figuras cercanas, sustituyendo a los parientes ascendentes en ese proceso de individuación a través del cual las personas adquieren mayor capacidad de decisión. Los parientes descendentes adquieren importancia a medida que aumenta la edad de los entrevistados. Si comparamos la relación de cercanía con los parientes descendentes vemos que es poco frecuente entre los adultos jóvenes, puesto que estos parientes son, en su mayoría, niños y adolescentes, mientras que tiene una gran importancia entre los adultos mayores: cuatro de cada diez personas afectivamente cercanas pertenecen a la generación integrada por parientes descendentes. Ello se explica porque las personas de la tercera edad son más vulnerables; disminuyen sus capacidades y el número de pares con los que entablen relaciones de afecto. Las personas que no declaran tener cercanía afectiva con algún pariente y sólo la tienen con amigos representan 16% de los adultos jóvenes y esta proporción aumenta a alrededor de 5 una quinta parte en los otros dos grupos de edad. Estas personas se distribuyen de manera similar entre los dos géneros. En cuanto a las formas de organización familiar, encontramos que hay un leve predominio de personas que viven solas (25% versus 20% entre las otras formas de organización familiar). Al tomar en cuenta el género del entrevistado, constatamos que en los dos primeros grupos de edad, es decir hasta los 59 años, las mujeres tienen más vínculos de afecto que los hombres: la esfera de las relaciones afectivas está dominada por las mujeres. Ello era esperable puesto que en la construcción social de los roles de género, recae en las mujeres el mantenimiento de las relaciones familiares. Sin embargo, en la tercera edad ya no observamos este predominio femenino; hombres y mujeres parecieran necesitar con igual intensidad el afecto que brindan las relaciones con personas cercanas. Vamos a agregar una dimensión más al análisis tomando en cuenta también el género de los cercanos. Nos interesa saber si las relaciones de cercanía afectiva se establecen entre personas del mismo género, siguiendo patrones de segregación acordes con las teorías de género. Las nuevas categorías consideran si los entrevistados se relacionan predominantemente con mujeres o con hombres, o bien si no hay preferencias de género (véase el cuadro 2). Los patrones en los que no hay preferencia de género son poco frecuentes. Las preferencias son más acentuadas en las relaciones con los colaterales y con los amigos; esto podría explicarse porque entre personas de la misma generación, y en especial entre amigos, hay más posibilidades de elegir a las personas cercanas de acuerdo a su género. Dentro de las generaciones, el patrón de segregación por género es marcado y se da en prácticamente todas las relaciones con cercanos. El único caso en que se observa una modalidad distinta de este patrón de segregación es en las relaciones que los entrevistados de 40 a 59 años establecen con sus descendentes, esencialmente los hijos e hijas; las mujeres concentran estas relaciones afectivas. 6 Con modelos multinomiales estamos estimando la probabilidad de tener determinado patrón de cercanía afectiva dadas diversas características socioeconómicas de ego. Corremos modelos según el género de ego y las categorías modeladas se definieron combinando las generaciones y las relaciones de parentesco o amistad de los cercanos afectivos. En estos modelos preliminares incluimos las siguientes variables: grupo de edad; nivel de escolaridad; lugar de residencia; sobrevivencia y corresidencia de padres, hermanos e hijos; estado conyugal y estructura de la familia (nuclear, extensa y unipersonal). Adicionalmente, consideramos aspectos de la ideología de ego sobre las relaciones de género y sobre la concepción de la familia, pues pensamos que son factores importantes que explican los patrones de cercanía afectiva. En un análisis exploratorio de los resultados encontramos que una alta proporción de los respondientes tiene lo que podemos denominar una “ideología transicional” –es decir, que están de acuerdo con algunos aspectos de la ideología tradicional (i.e. las mujeres son responsables de mantener unida a la familia) y también con aspectos de un modelo familiar más igualitario (i.e. las mujeres pueden participar en actividades económicas) -, por lo que estas variables pueden no resultar significativas. De manera general, este análisis muestra la pertinencia de hacer estudios cuantitativos y a nivel macro sobre las emociones, en el campo de los trabajos sobre las familias. Referencias: Bonvalet, C. y D. Maison (1999). «Famille et entourage: le jeu des proximités». In Bonvalet, C., A. Gotman y Y. Grafmeyer (Eds.). La famille et ses proches. L’aménagement des territories. Paris. INED-PUF diffusion, pp. 27-67. 7 Cuadro 1. Patrones de cercanía afectiva según generación por grupo de edad y género de ego Patrón de cercanía afectiva según generación Solo ascendente Solo colateral Solo descendente Solo amistades Otros patrones con dos o más generaciones Total (casos) 18 a 39 años Hombre 40% 47% 46% 45% 36% 40 a 59 años Mujer Total 60% 29% 53% 27% 54% 1% 55% 16% 64% 27% 100% (5,560) Hombre 45% 52% 33% 45% 46% 60 o más años Mujer Total 55% 12% 48% 34% 67% 11% 55% 21% 54% 23% 100% (5,396) Hombre Mujer 61% 47% 52% 45% 39% 53% 48% 55% 100% Total 2% 21% 40% 22% 14% (2,342) Nota: Se dejaron en blanco las casillas con insuficiencia muestral para estimar las proporciones. Fuente: Cálculos propios basados en los datos de ENDIFAM 2005 Cuadro 2. Patrones de cercanía afectiva según género y generación por grupo de edad y género de ego Patrón de cercanía afectiva según género y generación Solo ascendente predominio femenino Solo ascendente predominio masculino Ascendente sin predominio de género Solo colateral predominio femenino Solo colateral predominio masculino Colateral sin predominio de género Solo descendente predominio femenino Solo descendente predominio masculino Descendente sin predominio de género Solo amigas Solo amigos Amigos sin predominio de género Otros patrones con dos o más generaciones predominio femenino Otros patrones con dos o más generaciones predominio masculino Otros patrones con dos o más generaciones sin predominio de género Nota: Se dejaron en blanco las casillas con insuficiencia muestral para estimar las proporciones. Fuente: Cálculos propios basados en los datos de ENDIFAM 2005 18 a 39 años Hombre 33% 64% Mujer 67% 36% 24% 74% 76% 26% 40 a 59 años Total 67% 33% 89% 11% 16% 79% 84% 21% 20% 62% 80% 38% 93% 7% 83% 17% 830 251 524 723 592 166 37 29 12 472 370 67 837 400 250 Hombre 35% 65% Mujer 65% 35% 36% 71% 64% 29% 23% 44% 77% 56% 14% 86% 86% 14% 27% 71% 73% 29% 60 o más años Total 69% 31% 89% 11% 86% 14% 93% 7% 78% 22% 331 100 190 855 790 210 274 220 82 583 453 76 596 371 265 Hombre Mujer 43% 80% 57% 20% 38% 55% 62% 45% 25% 85% 75% 15% 34% 62% 66% 38% Total 94% 6% 85% 15% 93% 7% 69% 31% 242 228 32 413 394 140 275 213 35 144 81 99