2. Estudios culturales, postcoloniales y subalternos en

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2. Estudios culturales, postcoloniales y
subalternos en Latinmunérica: perspectivas,
propuestas y contrapropuestas
Al inicio de este trabajo habíamos señalado que la perspectiva
genealógica para los estudios culturales en general no es la más
adecuada forma de enfocar dicho campo de investigación. Y es esta
consideración que trasóende lo genealógico, pero no por ello lo
anula, lo que ha permitido establecer contrapropuestas genealógicas
a los estudios culturales por 'parte de un gran número de intelectuales
latinoamericanos. En esta sección, al igual que en las anteriores,
intentaremos desarrollar las propuestas y contrapropuestas que desde
Latinoamérica se ofrecen a los estudios culturales, incluidos en ellos
los estudios postcoloniales y subalternos. Este mapeo cartográfico de
los principales autores, y de sus respectivos desarrollos teóricos,
pretende visuali zar las posibilidades que en el marco de la
intelectualidad latinoamericana tienen estas corrientes teóricas.
Algunos de los más sobresalientes académicos, lo repetimos,
propondrán genealogías paralelas a las ofrecidas por los británicos;
otros criticarán las delimitaciones históricas de los supuestos inicios
y finales del coloniaje occidental; algunos elaboran denuncias sobre
la comp li cidad de los estudios culturales con formas nuevas de
colonialismo subrepticiamente presente en sus categorías y esquemas
de interpretación, es decir se les acusa de ser cómplices de los procesos
neoliberales de globalización. Pero lo que les posiciona como un
grupo, si bien no homogéneo y mudlO menos en comunión de
perspectivas, es el hondo diálogo que los latinoamericanos mantienen
con los estudios culturales desarrollados en las academias del primer
y tercer mundo. Este diálogo y referencia que entre los
latinoamericanos y los miembros de los grupos antes estudiados
mantienen es el vivo ejemplo de la transnacionalidad del saber
académico.+7
El trabajo intelcctuallatinoamericano durante las dos últimas décadas
Una important e genealogía de rela ciones entre las academ ia s lat in oamerícana, británica y
eS ladouniden se. ade más d el innujo de la teoría fran cesa , pu ede consu ltarse en Zímm e rman 2005.
.¡¡
54
del siglo XX ha sido muy fecundo y vincu lado siempre con los
movimientos de la vanguardia intelectual internacional. Sus propuestas
no se quedan en simp les asimi laciones de los esquemas de
interpretación desarrollados por las academias del primer mundo.
En muchos de los casos las elaboraciones propias manifIestan profunda
creatividad teórica y pertinencia contextual, además de una especie
de precedencia al trabajo desarrollado por los gr up os no
latinoamericanos.
J ohn Beverly"B nos ofrece una interesante esquematización de los
proyectos teóricos y sus representantes en el ámbito de los estudios
culturales lati noamericanos. Son cuatro los grupos en que divide su
propuesta taxonóm ica y en los cuales agrupa las principales
perspectivas teóricas latinoamericanas desarrolladas duran te las
últimas décadas del siglo x,,'{:
l. Los estudios sobre prácticas y politicas culturales: Néstor Carda
Canclini,jesús Martín Barbero, Ceorge Yúdice y D aniel Mato.
2. La crítica cultural, desde el deconstructivismo y las propuesta
neofrankfurtianas: Alberto Moreiras, Nelly Richard, Beatriz
Sarlo, R oberto Schwarz y Luis Bitto Carda.
3.Los estudios subalternos: Ileana Rodríguez y el conjunto de
intelectuales agrupados en Latin Amelican Subaltern Studies Group
(al cual pertenece y es figura protagonista el mismo Beverley).
4.Los estudios postcolonialcs: Walter Mignolo, Aníbal Quijano,
Enrique Dussel, entre otros. Estos son miembros del grupo
ll amado de la "modernidad/ colonialidad" .
Esta primera división, aunque quizá limitada, nos ofrece un panorama
fundamental para comprender las posibilidades y compromisos de
los intelectuales latinoamericanos co n los estudios culturales. Pero
si la anterior li sta nos presenta a los principales ac tores
latinoamericanos de las últimas décadas del siglo XX, también existen
otras genealogías que se retrotraen a los trabajos de latinoamericanistas
de inicios del siglo XX. Tal es el caso de la propuesta deJesús Martín
~H
Ci tado en Castm-Gómez 2005, p. 10
55
Ba rbero , para qui en los estudios culturale s se desarrollaro n en
La tinoaméri ca mu cho antes de que lo s bri tá ni cos ela borara n esta
categoría. Esto es de vital importancia , p orque ello nos da la idea de
que los estudios culturales no son el conjunto de saberes acumulados
y transmitidos de una ge neración a otra, sin o estrategias altern as
pa ra el abo rdaj e de los fenómenos socia les, culturales, étni cos, de
gé n ero , etc., qu e los intelectu a les y acad émi cos situad os en las
p eriferi as desarroll an. Precisam ente p or esta posibilidad de hace r
estudios culturales sin estar sometidos al auspicio de di cho concep to
puede establece rse una caracteri zación de los mismos, como la que
hemos desarrollado en el apartado a nterior.
Si bi en esta clin ámica de antecedencias teóri cas es común en muchos
intelectuales latlnoamericanos no siempre es problem atizada di cha
tendencia regionalista. Una interesante y aguda crítica a esta tendencia
de origin ari edad académica (en el se ntido de cierta reivindi cación
a tra vés d e a uto con sid era rse lo s prec urso res d e m ovimi entos
intelectuales intern acionales) es desarrollada po r Alfonso de Toro
( 199 9), e l cual h ace r esa lt a r es t a fr ec u e nt e te nt ac i ó n
latinoam ericanoce ntri sta de con sid era rse a sí mi sm os co m o los
precursores de las modas intelectuales contemporáneas (cf. pp .6364). Sin emba rgo, resulta de vital ünportancia reconocer los intentos
gen ealógicos realizados con el fin de salvagua rd ar las tradi cion es
intelectu ales latinoam eri canas a través del establecimiento de una
se ri e de le cturas de refer encias que p odrí a n con sid era rse o bras
adelantadas a sus épocas. Esta serie de propuestas ti enen el valor de
propo rcion a rnos tradi cio nes alternas de intelectualidad desde las
cuales configurar las propi as propuestas sin qu eda r presos en los
influj os exte rnos. La di alogía entre tra di cio n es o la inminen cia
constante de los mismos fenómenos sociales, políticos y econó mi cos,
llevan , quizás, a la configuración de propu estas similares. Empero,
las condiciones de posibilidad para el reconocimiento de la importancia
de obras y a utores no dep enden de los obj etos de estudios referidos
en los escritos, sino de concliciones contextuales que vuelven relevantes
y pertinentes dichas propuesta en el ámbito académi co.
Veamos algunas propuestas ge nealógicas alterna ti vas a los m apeos
elaborados por las academi as del primer mundo.
56
2 .1.
Jesús Martín Barbero: genealogia de los estudios
culturales latinoaIllericanos
J es ús Martín Ba rbero fo rmula el sigui ente " m ap a de m em o ri a d e los
estudios culturales en r\mérica Latina y un pequci10 mapa cartográ fico
de pro b k m as de eS llldi o,,~r¡ , El primer grupo d e la m em o ri a d e los
estudi os culturales "arra nca -en p alabras de Ba rb ero- con un ti empo
a l qu e yo llam ar ía, el tiempo d e los cimientos", Es te prim er grup o
es tar ía situ a d o a lo largo de la prim e ra mita d d e l sig lo XX y
co mpre nde rí a a tres intel ectu ales la tin oam e ri ca n os : el m exican o
Alfo n so R eyes, el cu b a n o Fe rn a nd o Orti z y e l p e ru a n o J osé
Ma ri á tegui , Los cimientos de los estudios culturales latin oam eri ca nos
será n establecidos po r estos int electuales a qui en es Ba rbero atribu ye
la etapa fun dacional. Cada un o de ellos con un ap o rte fund a me nta l.
Alfo nso R eyes será el prim ero en pl antrarsc, pa ra Ba rb ero, " qu e las
tra ns[()flll acion es de lo qu e SOlllOS p asaba n po r las tran sfo rm aciones
en len gua, p asaba n por las tra nsfo rm acio n es de las o ra lida cl es y d e
las escrituras", P o r su p a rt e , a Fe rn a ndo Orti z " Ir. de bem os h a b er
puesto los cimi entos d e los eSlud ios cult urales ele Am é ri ca La tin a,
no sólo e n las a rtes sin o en los sen tidos", a través de' sus l rab<~ i os, en
los cuales rem a rca los entrec ru za mi e n tos e ntre olores y sa bo res,
Sob re esto com ent a Barbero :
Si hay algo q ue sea cimi ento d e las culturas so n los olores, Por
m ás qu e la civili zació n occidental nos haya a tro fi a do el senti do
del o lfa to, de lal m an e ra qu e hoy e n día, para mucha ge,n tc, lo
m áximo el e la corrección políti co-cdu cali va es no o le r n a da , Al
otro extremo nos ponen a oler cualq ui er cosa con los desodo rantes ,
(C077ji~Tenci.({)
El tercero es J osé Mari á tcgui, Él pondrá el énfa sis e n e l es tudi o d e
las mitologías la tin oam erican as fund a nles , milo logías indíge n as y
mesti zas qu e so n e l basa m cnlo d e las m em o ri as y u to pías d e los
pueblos,
'1!'.Jrsús t- Ia níll Ib rl )(' ro: C" ,diT(' lI ci" III"U glll"l l. I C:()llg",~s " Cl'J1ln,allll'l'icallu C!!' [ ' llIdi"s Cu ll ural!'s,
El Salvado r 2n07, Ag ,'O\d"'I.1'1) a la hisICl ri:tdlll'a Rl ~g in a FU(' 1I 11'S O liva la 1,,,,il ilO\('i," , d(' 1" IraIl Sl 'l'ipc i")1I
d(' la grahac ió lI de alldi o dC' <lid,;¡ ("()llft'n 'neia, 1,0 <.jlll ' aqu í se Url't'Cl' l.:~ 1111 f( 'SI Jl rW II d(' lit pnJ!.HIl'st;t
elauorada po r lI a rlwJ'() en 1" ,nisll " !. 1..", r ilas hac!' !l ",'Ilorl" " 'i,, a di d"" ('u nlá !'lI('ia, Pa ra Lll'i lila r su
ubicac.iólI , al fil1; t! d(' (,; tda ci l<l
e X!('I I S, ¡
rd¡-ri ll lIIS la p; t! abra Co ]derC"lI cia.
57
Alfonso R eyes, Fe rnando Ortiz y José M ariátegui son, para Ba rbero,
los cim entadores de los estudios culturales latinoamericanos. A ellos
les sucederá una nueva triada, que constituirán un segundo tiempo,
"el ti emp o de los procesos", como lo ll am a M a rtín Ba rb ero, y
desarrollará n su la bor intelectual posteri or a los a ños cincu entas.
Esta triada estará comprendida por el a rgentin o J osé Luis R omero,
el b rasileñ o Pa ul o Fre ire, a l cual se le a ún a la T eoría de la
Dependencia, y el mexicano Ángel R ama. El intelectual a rgentino
desarrollará "la primera historia cultural de América Latina, a través
de su obra fund acional Latinoamérica: las ciudades] las ideas [1 97 6J ,
dondeJ osé Luis R omero [.. .] no analiza sólo hechos sino que analiza
las ciudades soñadas, co ntadas por novelistas" . El segundo, Pa ulo
Freire, ela bora rá un proye cto p edagógico de la liberación:¡o que
pretendía la emancipación de América Latina a través de la empresa
educativa, "capaz de enseñar a la gente no a lee r, sino a escribir su
propia historia" . Por su parte la T eoría de la D ependencia 5 1 fu e,
según Barbero, " nu estra primera teoría social pensando , trata ndo
de p en sar a fo nd o, có mo la id ea d e desarroll o hizo que los
la tin oa m e ri ca n os n os rec ono cié r a m os y no s sinti é ra mos
subdesarrollados". Fue un a teoría que hizo posible descubrirnos en
medio de las trampas de la modernización y el desarrollo promovidas
por occidente. Ángel R ama y su paradigm ático texto, La ciudad letrada
[1 984] , es el último del " ti empo de los procesos". R ama denuncia
la complicidad de las élites criollas latinoamericanas con la mentalidad
occidental. Pa ra Barbero,
el aporte de Ángel R am a es estratégico para pensar cóm o las
cultu ras cotidi a nas de las m ayo rías fu eron excluidas, fueron
desvalo ri zadas. En esas culturas orales eS la ba n sus cul turas
ges tu ales, visua les, sus mod os d e me m oria, sus m odos d e
transmi sión de co nocimi entos, sus creencias, sus mi tologías .
(Corifáencia)
U n tercer grupo, que desc ri be ((nuestro tiempo», lo adscribirá a lo que
J esús M artín Barbero llama «el tiempo de las prácticas», desarrolladas
:," 1\1 respecto p uede con sult a rse Frei re I ~)73 a y 197 3iJ .
:>1 Para una introducción a I;t Tco ría ele la De pende ncia pu ed e co nsult a rsc a Cc rulli , 2006, pp. 11 7l BS.
58
desde finales de los años setentas del siglo x"'C. Barbero le otorga un
inicio particular y específico a esta nueva etapa:
Yo puedo citar un momento extraordinario, del cual soy testigo,
que fue el primer enc uentro que el Consejo Latinoam ericano
de Cien cias Sociales propició en Buenos Aires [ . .. ] en octubre
de 1983. CLACSO convocó un primer encuentrc) de tres ámbitos,
el de los politólogos, el de los sociólogos de la cu ltura y el de los
investigadores de corn unicación. (Corifáencia)
En dicho encuentro se hi cie ron propuestas que iban más allá del
marxismo tradicional, por un lado; se apela a la apuesta por la
democracia como \·ía para la configuración el e una sociedad justa
y contemporánea, por otro: aelemás, se hace un énf2lsis primordial
en las culturas populares y en los nuevos movimientos indígenas
emergentes en aque ll os años. Este encuentro es para Barbero el
arranque de los estudios cu lturales latinoamericanos propiamente
habl ando.
Uno de los aspectos más interesante, presente en la conferencia de
Barbero, se refiere al hecho de que es de los pocos latin oamericanos
que citan explí citam e nte los aportes, para Latinoam érica, de los
miembros del grupo de Birmingham. Esta referencia nos demuestra
el grado de correspondencia e influjos qu e los latinoamericanos han
tenido de los británicos :
yo pondría ahí también [en los estudios de comunicación], como
uno más, la escuela de Birmingham que algunos habíamos
descubierto unos años antes, pero que creo que para la mayoría
de Am é rica Latin a, la tríada E. P. Thompson [ ... ], Ri chard
Hoggart, el primer soció logo qu e hace una sociología de una
cu ltura urbana atravesada de punta a punta por los medios [ ... ]
y Raymond vVilliams, van a hace r un aporte estratégico para la
renovación del marx.i smo latinoameri ca no. '¡~ Yo creo que incluso
m ás allá del aporte a los es tudio s culturales, la escuela de
Birmingham jugó un papel extraordinario en abrir el marxismo
latinoamericano y sacarlo de los catecismos, hacia una posibilidad
',1 Al resp ecto pu ed e cOllsullarse la g'·llc;dlJgía pl·opues la e n M a rtíll Harbe ro :WO:1, Itlllclal11<:lIlalmc nl<:
la prinwra parte.
59
Para Alfonso de Toro (1999) la segunda mitad de la década de los
ochenta se rá tes tigo de un cambi o d e p a radi gm a intelec tual en la
regi ón la tinoameri cana. La críti ca a los esencialismos bina ri os de la
teoría anti coloni al, el di stanciami en to de las percepciones pesimi stas
de los procesos de globali zación mundi al y la utilizaóón de teo rías
provenie ntes de las co rri entes postestru cturalistas y pos tm ode rn as,
serán algunos de los más sigllificativos referentes en el nuevo paradigm a
intelectual iniciado en Latin oaméri ca.
Este cambi o de p aradi gma se inse rta en el hori zo nte epocal de la
((condición postcolonial')
a través de la re[undación y de la relativización de los di scursos
domin antes del ce ntro. Así se trata a la vez d e un a reescritura
del discurso del ce ntro y además de un a reescri tura del di sc urso
de la periferia, de un "contra-discurso" como di scurso subversivo,
de ref1 exión y de tipo críti co, creativo, hí brido , heterogé neo; se
trata de un descentrami ento semi óti co-epi stem ológico y de un a
reapropiación de los di scursos del centro y d e la periferia y de
su implantación recoditlcada a través de su inclusión en un nu evo
contexto y p a r a di gm a hi stóri co (d e T o ro 199 9 , p .3 4 )
Este es el nuevo paradigm a en el cual se insertan los intel ec tu ales
latinoamericanos. Pero dicha inserción no es pasiva; tampoco podemos
apelar a la impl antación del mismo por parte de los intelectuales de
la región. Sin embargo, los usos, reapropiaciones y los aportes (debido
a los énfasis que surgen del contexto) les otorgan novedad y originalidad
a las propu es tas intelec tu a les qu e su rge n en me di o d el nu evo
paradigma. Al respecto di ce Alfo nso de T oro:
el p ensami ento lati noam ericano, creo) ha o riginado un cambio
de pa radigma dentro de su contexto, a pesar de no haber creado
el paradi gm a, y el ca mbi o de p a ra di gm a es lo qu e qui siera
d en o min a r " pos m o d e rnid a d p e rifé ri ca p os tco ni a l" (p .67)
A es te cambi o d e pa ra di gm a pu ed en a djunt a rse tr es a utores
fund amentales que di eron origen al mismo: J osé J oaquín Erunn er,
J esús M artín Ba rbero y Nés tor G a rcía Ca nclini. Estos son los tres
grandes precurso res en la introducción de las nu evas posibilidades
61
de no confundir cultura con ideología como lo había hecho la
inmensa mayoría del marxismo catequético que habíamos tenido
en los años anteriores. (Corifáencia)
Con esta referencia a los miembros que desarrollaban estudios
culturales en Gran Bretaña, se establece la relación que los intelectuales
latinoamericanos de las dos últimas décadas del siglo XX mantuvieron
con ellos. Sin embargo, Barbero propone que antes de esta vinculación
con dicho grupo, los estudios culturales ya eran una reali dad en
Latinoamérica desde las primeras décadas del siglo XX. Con esta
propuesta tenemos una idea diferente del desarrollo de los estudios
culturales latinoamericanos a través del tiempo. La propuesta de
Barbero podría complementar la de Beverley, pues recoge el aporte
de los intelectuales que antecedieron a los grupos referidos por este
último .
D espués de estab lecer estas propuestas genealógicas o mapas
cartográficos de los estudios culturales latinoamericanos, se hace
necesaria una rápida revisión a los aportes y propu estas específicas
que algunos intelectuales han generado. Procedamos enton ces a una
introductoria consideración de sus perspectivas teóricas .
Si bien Martín Barbero propone su genealogía de antecedencia en
los estudios culturales latinoamericanos, no aborda las clasificaciones
contemporáneas de los mismos.53 Para esto habrá que rem itirse a
otras perspectivas que no siempre coinciden entre sí en sus inventarios
de los representantes latinoamelicanos que constituyen la etapa más
contemporánea de reflexión en el campo de los estudios culturales.
Sin embargo, en las propuestas de obras y autores siempre existen
ciertas coincidencias que pueden permitirnos ubicar a los intelectuales
más sobresalientes del campo.
2.2. Los precursores conteIllporáneos de los estudios
culturales en LatinoaIllérica: José Joaquín
Brunner, Jesús Martín Barbero y Néstor García
Canclini
Por otra parle, existen algunas propuestas genealógicas c¡u~ rem iten'" origen c!t los es tudios cu lturales
hasta el siglo XIX.jeffBrowiu (2005) recoge para el siglo X IX a intekctualcs tales como Simón Bo lívar,
Andn' s Be ll o, fau stino Sarmiento , JOSt· Enrique R"dú , Rubi' n Darío y joS(' Ivlartí . (p .42 )
'>3
60
de la teoría postcolonial y posmoderna de los teóricos europeos y de
aquellos subalternos que han logrado posicionarse estratégicamente
en las universidades del primer m'undo. La transdisciplinari edad, la
transculturalidad y la transtextualidad serán el referente común en
las perspectivas teóricas de estos autores.
Los tres desarroll arán una crítica profunda a las perspectivas
nacionali stas desarrolladas por la crítica anticolonia l durante las
décadas del sesenta y setenta. Los esencialismos identitarios, de índole
nacionalista, serán vistos como imposibilitan tes para la comprensión
de la complejidad de la realidad latinoamericana. El alejamiento del
binari smo , muy prese nte en las ciencias sociales disciplinarias
latinoamericanas de aquellas décadas, será parte de una estrategia
de estos autores que les hace apostar por la interdisciplinariedad.
Para lograr una visión acorde a las circu nstancias latinoame ri canas
se propondrá un conjunto de términos interpretativos que hagan
posible echar algunas lu ces a las dinámicas y complejas realidades
étnicas, cu lturales y de mercado que tienen lu gar en tiempos de
globalización.
Brunner [. . .J ve la especificidad e identidad latinoamericana en
operadores tales como "en el collage, en el pastiche y en los
inj ertos y alegorías "posmodernistas" de nuestra modernidad"54,
es decir, como producto no de cu lturas nacionales, sino d e
secto res del mercado internacional de la industria de la cultura.
De ahí que para Brunner sea la "heterogeneidad cultural" un
fenómeno doble: uno " de segmentación y participación
segmentada [ .. . " y] "de participación diferencial según códigos
loca les de recepción [ ... ]" (De Toro 1999, p.49)
Estas nu evas categorías d e interpretació n de las realidades
latin oamericanas tendrán la ventaja de establecer nuevos criterios
para evaluar un tanto más (y sólo un tanto más) ecuánimemente los
fenómenos sociales locales en relación a los contextos internacionales
de referencia, en medio de una globalización que se inserta de forma
profunda en los Estados, cada vez más débiles, latinoame ri canos,
rompiendo las barreras culturales y estableciendo códigos comunes
,',-1
"n
lA' inll''lJITlación , a 1110do de diil¡;nÓSlico. quc sobre la posllIoeb'nidilc! ofrece BrunJ1e r puede consultarse
Sil
lex lo Glo bali zación cullllral)' posnlodcrnidad (199B).
62
de interrelació n a través del capital fin ancie ro y los medios d e
información masiva. Esto hace posible y necesario nuevos rcacomodos
e n las realidades locales. Estos reacomodos n o so n simpl e
acop lam ientos sino, e n la mayoría d e los casos, es tratégi cas
vin culac iones a las posibilidades globales qu e hacen fa c tible la
sobre\'ivencia e incluso est imulan las partic ul aridades cu ltura les.
T eniendo en cuenta esta com plt.ja configuración histórica, estimulada
por los procesos mundiales de globalizacióll económica, MarLínJcsús
Barbero
D e fin e la id e ntid a d , lo nacional , lo pop ul ar co mo un a
"espC'cifl cidad histórica" , como un "espacio denso de interacciones,
de inte rcambios y reapropiaciones, [co rno un] movimiento del
mesti¿clj"e". Pero de un mesLiz;:ye que es un proceso no puramente
"cultural" sin o "dispositivo de in ter relación social, eco nómico
y simbólico". (D e Toro 1999, p .5 1)'jj
Estas interrelaciones anti esencialistas tendrán en la cultura de masas
su ej em plaridad. Los medios de comunicación masiva han posibilitado
el descentramiento de las perspectivas identitari as esenciali stas. A
través de la c ultura de masas, lo popular y lo moderno se articul a n
para conCormar realidades híbridas que , paradójicam ente, hace n
posible el resurgimi ento de tradi cion es c ultura les en p eli gro d e
extinción. 'J (; Hacia esta perspC'ctiva irán encaminadas las propu estas
de Néstor Carda Canclini Y Sus propuestas reCe rentes a la cultura ,
van más all á de la traclicional perspectiva de anúlisis culturali sta que
la antropología ha ofrecido durante muchos años con el fin de explicar
las parti cularid ades diferenciadoras qu e manifiestan las cu lturas.
Este énfasi s en lo "distin to" era el único refe rente para interpretar
la ide ntidad de las culturas exóti cas en el horizo nte antropológico
cultura li sta. Di cha perspectiva no permite valorar otras referencias
de construcc ión de la id e ntidad que tie ne n co mo o ri gen las
negociaciones dinámicas entre los elementos culturales que provienen
:.'. Para prof'undizar '"11 I"s apo l·tes de Martin Barbe ro pued e nlllsult a rSl' su lil.> l"O De los IIIrdio.l a las
lIlaliaciones (200:l). IJrigina l de I ~87.
.
'.1, Para Barbero " 'la co ns( i(u c ió n hi strJric:l de la so c iedad de ma s" , 111'" qu e cs(a r li g ada a la
dCl!;radac ió n de 1" c ult ura por los medios. est" ligada al largo v lento p roceso de desarrollo de me rcados
nacion ales, estad"s y culturas. y a los l1locldos l{UI' en este proceso causaro n 'fue la memoria popular
entrara e n co m p li c idad ron e l im aginario de la m asa·' (C itad o pn I3ro\\'i [( 2005. p .4:J)
:,) De es te a lltor 1'"l'<I['1I con sul(arst' Can di"i :WW, 20111 a. 200 I b v 1<)<) 5.
63
del exterior y de lo lo cal. Al respe cto afirm a García C a nclini :
La literatura antropológica suele mira r las industrias culturales
como si sólo homoge nizaran a las sociedades y destruye ran las
diferencias. Esta homogeneización se haría mediante la absorción
de las culturas tradicionales de los procesos simbólicos [. . .] Los
trabajos recientes sobre la comunicación masiva y sobre recepción
del a rte y literatura revelan que la exp ansión de la ll am ada
cultura de masas, lej os de eliminar las diferencias, multiplica las
ofertas, facilita el acceso de públicos más amplios y a repertorios
de diferentes culturas [ .. .]. (Citado en D e T oro 1999, p. 54)
En el nuevo paradigma, que Alfonso de T oro , llama "posmodernidad
periféri ca postcoloni al", las referencias a las identidades fij as, a los
juegos esencialistas del exotism o cultural y a las purezas de cualquier
tipo, son vi stas con sospecha, por no hacer suficiente justi cia a los
modos co ntemporán eos d e confi gura r identid ad es negociad as,
interrelaciones culturales y usos estratégicos de las posibilidades que
la globalización, a través de los medios de comunicación de masas,
hacen factibles. Aquellas propuestas de los años sesentas y se tentas
que pretendían reivindicar las identidades nacionales como forma
difenciadora de los neocolonialismos del prim er mundo , han sido
dej adas a un lado , no por inauténticas, sino por no hace r factibles
la comprensión de las nuevas identidades surgidas con los fenómenos
de la globalización mundial.
Estos tres autores son los referentes prim ordiales para a rrojar luz
acerca del ini cio del cambi o de pa radigm a en la intelectu alidad
latinoam eri cana. Las vinculaciones con las propuestas de Spivak,
Bha bha, Edward Said y Guha van de la man o, con el uso de las
lín eas teó ricas de a utores europeos tales co m o Mi chel Foucault,
Jacques Derrida, Pierre Bourdieu, Deleuze y Guattari, Lyotard, entre
otros (cfr. Browitt 2005 , p.46). Estas vertientes constituyen los grandes
referentes teóricos del nuevo paradigma. Como lo hem os sugerido,
la imitación ac rítica no es lo qu e prevalece entre los intelectu ales
latinoameri canos. La imitación no es posible si de ve rdad se intenta
dar razo nes de las confi guracion es sociales, étni cas, p olíti cas y
64
económ icas de la región. Los remanentes teólicos parecen se r comunes
pero los énfasis, debidos a la c:liversidad y pa rticulalidad de los o~j e Los
de estudios, particul a ri za n en cada contexto el trabajo intelectual
d entro del paradigma post-m od erno-colonial. La prese ncia de la
diversidad étnica en La tinoamélica hace que buena parte de la teo ría
post co lon ial y postmod ern a vaya encaminada a la comprensión de
es ta diversidad v las m éll1eraS en las cuales las culturas se articu lan
unas con otras a travfS de los medios de comunicación, los proyectos
de desarrollo co munit a rio, los nu evos intereses en la producción de
artesanías y el fCnórn eno del turi smo cultural.
Brunner, Martín Barbero y Garda Canclini , son la terna a tener en
cuenta para c ualqui e r aproximación a los ini cios d el cambio d e
paradigma en el pensamiento latinoa m eri cano . Ellos parecen abrir
la academia de la región a las nuevas perspectivas teóri cas proveni entes
de la posmode rnidad y la postcolonialidad. Los otros representantes
tien e n siempre en cuenta el aporte de di ch a terna. Muchos d e sus
textos pare ce n hab e r entrado a l canon d e la intele ct ualid a d
la tinoamrricana, se les cita y se orientan muchas reflexion es a p a rtir
de los mismos . Estos fueron algunos de los principales pioneros en
la segunda mitad de la d(~cada de los ochenta en abrir a las ciencias
sociales a lórméls de interpretación antiesencialistas y anticulturalistas.
Eduardo Grünner (2005), en su valoración de los estudios culturales,
parece co in cidir co n lo que anteriormente se ha propu esto. Si bien
Grünn er es LIno de los pensadores latinoamericanos más críticos de
los estudios cu lturales, tambi én reconoce en ellos las posibilid ades
presentes en sus líneas de interpretación de la realidad sociocu ltural.
Estos logros son:
a) La importan cia de la "obse rvación etnográfica" (p.31 ) Lo cual
impli ca un acercami ento directo él la parti cula ridad históri ca
de las na cion es recie nt es, lo s g rupo s minoritario s, sus
manifestaciones simbóli cas y reivi ndicacion es sociales y, entre
otras, el acercamiento directo a esas realidades antes descuidadas
por el saber acaclérn ico in stitucionalizado.
65
b) La pertinente desc:liferenciación de identidades "esencialmente"
consideradas, o determinadas como realidades autónomas o
como unidades fijas . Entre estas se mencionan las categorías
de nación, clase, adscripción político-ideológica, etc.
c) Lo anterior trae , consecuentemente, un impacto favorable
para el aparecimiento de las realidades antes no consideradas
y de categorías de interés renovadas o recreadas desde la
particularidad histórica de grupos o situaciones sociales tales
como el género, la etnicidad, la elección sexual, el
multiculturalismo, etc ..(Cfr. p.31 )
d) Todo ello propicia la emergencia teórico-política de identidades
-en palabras del autor- más "blandas" (p.31) y en permanente
redefinición nominal, estructural, etc.
Esta novedosa y valiosa práctica teórico-c:liscursiva, y de considerable
acción social tiene, a su vez, un eco bastante significativo en los
intelectuales latinoamericanos, tal como lo hemos visto. Figuras tales
como Carda Canclini, Martín Barbero y JoséJoaquín Brunner han
sido los primeros herederos, reproductores y reconfigurado res de
este nuevo paradigma.
Sin embargo, se han conformado grupos intelectuales con proyectos
más articulados a sus propias e innovadoras perspectivas y,
generalmente, alejadas de las propuestas de los anteriormente
mencionados. Estas nuevas formas comunitarias de crear y promover
la reflexión intelectual han sido frecuentes en Latinoamérica desde
el siglo XIX. Hoy en día sigue vigente estas ~aneras comunitarias
de llevar a cabo sus propuestas teóricas. Veamos algunas de ellas.
2.3. Los estudios subalternos latinoaIllericanos
Como hemos visto en apartados anteriores, el grupo de estudios
subalternos tuvo como origen la intelectualidad india que comenzó
a cuestionarse los modos elitistas de elaborar la historia revolucionaria
e independentista de la India. Para contrarrestar la tendencia a
66
invisibilizar los aportes de los grupos subaltern os, los miembros del
grupo se en tregaron a la tarea de deconstruir la historiografia de la
India, para auscultar, a través de la lectu ra entre líneas de la misma,
la labor del suj eto subaltern o a lo largo de los procesos de liberación
en di cha región. Sus propues tas fu eron expues tas a través de la
publicación regul a r de la revista Subaltem Studies, la cual le otorgó
n o mbr e a di c h o g rup o. E l influj o d e su s pe r sp ec ti vas
deco nstruccionistas de las historias ofi ciales escritas por las éli tes
intelec tuales de la Indi a se exte ndió a otras la titudes d el T erce r
Mundo.
Los p ensadores latinoamericanos fu eron bastante receptivos a las
nu evas p ro pu es tas teó ri cas y metodológicas q ue SubaLtern Studies
ofrecía. Esta revista apareció a inicios de los años ochentas . H acia
los noventas la reso nancia de aquellas ideas comenzaría a inquietar
a un grupo de intelectuales lati noamericanos situados en diferentes
universidades estadounidenses. Las preocupaciones que éstos tenían
respecto a la comprensión de los fenómenos sociales y políticos d e
Latinoamérica podían ser iluminados a la luz de lo propu esto por
el grupo indio. Además, el desencanto de los proyectos marxistas de
liberación nacional a lo la rgo de Latinoaméri ca repercuti ó en el
abandono de muchas perspectivas ortodoxas de la historia de los
pueblos lati noamericanos compren didos a la luz del m arxismo. El
fracaso de los p royectos revolucionarios de liberación nacional tendría
como consecuencias intelectuales la búsqueda de nuevas perspectivas
crí ticas que dieran mej ores razones de la realidad la tinoamericana.
La b re ve, p ero fcc und a, hi storia d el grup o de intelec tu a les
latinoameri canos, qu e vieron en la propuesta de Subaltem Studies
muchas lineas pertinentes para la comprensión de las nuevas realidades
históricas en Latinoamérica, es la sigui ente:
Se reuni eron por primera vez en G eo rge M aso n University,
cerca de Washington D .C., en a bril de 199 2. El grupo inicial
estaba constituido [por] ,J ohn Beverley, Ileana R odríguez,josé
Rabasa, Robert Carr, Patricia Seed y J avier San Ginés. Pasaron
por diversas etapas y duran te el camino se fueron integrando
nuevos miembros. Para el segundo encuentro, realizado en Ohio
67
State, se integraron Walter Mignolo, María Milagros López y
Michael Clark. Más tarde, en Puerto Rico, se reunieron los
últimos miembros del grupo, a saber, Alberto Moreiras, Gareth
Williams,john Kraniauskas,]osefina Saldaña, Abdul Mustafa,
Sara Castro-Klaren y Fernando Coronil. Como grupo de
discusión, la asociación duró 7 u 8 años. 58
La importancia del grupo comenzó a ser relevante a través de la
publicación, en 1993, de un manifiesto inaugural. 59 En la introducción
al texto se reconoce, entre otras cosas, la importancia del proyecto
presente en Subaltern Studies, debido, por un lado, a la pertinente
crítica de los modelos d~ historiografia marxista y, por otro, al
propósito explícito de establecer la relevancia del compromiso del
subalterno en los procesos de liberación nacional, un compromiso
no expresado en la historiografia tradicional o en la marxista. El
texto se divide en dos partes. A continuación realizamos un resumen
de las mismas, pues el documento nos otorga ya un aporte teórico
fundamental en la manera de entender las dinámicas del pensamiento
latinoamericano duran.te la segunda mitad del siglo XX.
La primera parte del manifiesto consiste en una síntesis histórica de
los procesos latinoamericanos que busca "reconceptualizar la relación
entre el estado, la nación y el 'pueblo''', relación que subyace en el
problema del subalterno. Para lograr esto se revisa la historia
latinoamericana de la segunda mitad del siglo XX en tres grandes
etapas . La primera (de 1960 a 1968) está determinada por la
emergencia del subalterno a través de la revolución cubana. El
pensamiento de índole marxista predominó en la escena
latinoamericana en dicha década. El cubano Roberto Fernández
Retamar, los escritores del boom latinoamericano y la Teoría de la
Dependencia dominaron con sus teorías y modos de representación
la escena intelectual de la región. Entre las limitaciones de esta etapa
,',0 Rodrígu ez Freire, Raúl. " Notas so bre la insurgen cia acad émi ca ." [En lin ea] Disponibl e en:
hup: / / www .desclasificacion. org/ pdIlNotas_insurgencia_académica.pdf [Fecha de consulta: 08 / 05/08]
p.18 [Respetaremos, por cuestiones de referen cia, la paginación que tiene el documento en pdQ Sobre
la eclosión d e dicho grupo tambi én pued e con sult a rse Zimmerman 200 5, pp . 75-79 .
5!1 Haremos referencia aquí a la versión del manifiesto con la que contamos: Grupo Lllinoame,icano
de Es tudio s Suball e rno s. "Manifie s to Inau g ur a !. " [En Line a ] Di s p o nible e n :
http: // www .ensayistas.org /c riticalteoría / castro/ manifi es to.hllll [Fec ha de con sulta: 22 / 04 / 08]
Traducción de Santiago Castro-GÓmez.
68
se encuentra la comprensión redu ctora d el subalterno en términos
de clase, lo cual impedía un a a tención pa rti cula r a los dil em as d e
gé nero , étni cos, o de otra índole. El subalterno fu e redu cido a las
represe ntaciones ese ncialistas de " la cl ase obrera" p or parte de los
movimientos revolu cion a rios. En la segund a fase (1968-197 9) se
hace n evid entes los ini cios del futuro colapso de los m ovimi entos
revolucionarios debido al olvido de las clinámicas de las masas reales.
Es la época del surgimi ento del estudi antado como frente de lu cha
política y de críti ca a los anquilosados partidos comuni stas, y la d e
un a desce ntrali zació n de los propósitos del intelec tu al orgáni co de
"hablar por" los subalternos a través del surgimi ento de! «testim onio»
como form a altern ati va de representación .Ci () Dura nte es ta fase la
introducción de las teorías postestructuralistas, las propuestas teóri cas
de Gramsci y de la Escuela de Frankfurt, servirían para desestabilizar
las perspectivas ortodoxas de los movimientos revolucionarios vigentes.
La terce ra fase, desarrollad a dura nte los a ños ochenta, es tu vo
caracterizada fund amentalmente por la revolución ni caragüense y
la clifusión de la teología de la liberación. Durante esta etapa tomarán
relevancia términ os ta les com o "«cultu ra», «demo cra ti zación» ,
«globalizacióm>y algunos 'pos t' (postmarxismo, postm od erni smo ,
postestructuralismo)" . Adem ás
En concordancia co n la emergencia de proyectos como el G rupo
de Estudios Su baltern os o el C entro de Estudi os Cultura les en
Birmingh a m dirigido po r el j a m a iquino Stu a rt H a ll, los
latinoamericanistas empezaron a criticar la persistencia de sistemas
coloniales o neocoloni ales de representación en Améri ca Latina .
[... J Se tení a la se nsació n de qu e las din á mi cas p olíti cas y
culturales habían co menzado a fun cionar en un contexto global
que tornaba problemático el modelo centro-periferia de la teoría
de la dependencia, así com o las estrategi as nacionali stas que lo
- b a n [.... J61
acompana
Este nu evo co n tex to , surgid o a lo la rgo d e los a ñ os oc he nta,
(iOPara una in trodu('ción, hi sto ri a,
y {(' (nas rrferentes al «lestimon io» consultar B eH~ r le'y ,.J () hll y A chl\gar\
Hugo :2002.
'd
" M a nifi es to Inaug u ra l. ..
69
determinado por los procesos de globalización mundial y el auge de
los medios de comunicación masiva, harían factible la preocupación
por nuevas problemáticas a las cuales el marxismo ortodoxo no podia
dar respuesta. Este es el contexto en el que toman auge los estudios
culturales y los estudios subalternos.
La primera parte del Manifiesto termina estableciendo la
situacionalidad con textual en medio de la cual surge el grupo,
exponiendo la relación entre los Estudios Latinoamericanos y el
problema de la subalternidad:
1) el proyecto de crear un Grupo Latinoamericano de Estudios
Subalternos, tal como lo estamos proponiendo, representa tan
sólo un elemento, crucial sin embargo, al interior del campo
emergente y mucho más amplio de los estudios culturales
latinoamericanos; 2) en la nueva situación de globalización, el
significante "Latinoamérica" hace referencia también a un
conjunto de fuerzas sociales al interior de los Estados Unidos,
que se han convertido ya en la cuarta o quinta (entre veinte)
nación de habla española más grande del mundo. 62
Esta primera parte del Manifiesto es una especie de mapa a través
del cual puede verse el recorrido de los diferentes horizontes de
interpretación de la subalternidad latinoamericana y las insuficiencias
de los mismos, hasta llegar al momento del establecimiento de un
grupo de reflexión de las nuevas realidades emergidas en los nuevos
con textos «glocales».
La segunda parte del Manifiesto consiste predominantemente en
una presentación de los emergentes conceptos que dan explicación
de las realidades emergentes en la nueva configuración geopolítica
de la instauración de un mundo democrático, por un lado, y las
estrategias para su implementación, por otro. El reconocimiento de
las diferencias, la sensibilidad para asumirlas, el interés por nuevos
ti:!
"!\1anifiesto Inaugural. ..
70
espacios transdiscipli nari os de indagación , la críti ca a los estados
nacionales, así com o el p rotago nismo de grupos subalte rn os en los
movimi entos de transform ación de la realidad, han reconfigurado
el panorama intelectu al de los años anteri ores . La lista de nuevos
conceptos que han susti tuido a los tradicionales ("«modernización»,
«di ctadu ra», «partido», «centro-periferia», «desarrollo») [ete.]") son
"«pI u rali sm o») «d em ocraci a», «co n se nso», «s U b al te rnid a d »,
«d esplazami ento d el p od er» [ .. .] ", entre muchos o tros. Esta
modificación conceptual responde a la necesidad de da r razón de
las nuevas dinámicas inauguradas tanto por la globali zación como
por los grupos subalte rnos. En esta parte del documento se establece
una crítica a los objetivos de "modernización" de los estados nacionales
y el nacionalism o revoluciona ri o que se buscaro n implem enta r
décadas a trás . Los nuevos espacios, y sus respectivos proyectos, en
los cuales el subalterno se representa a sí mismo, ya no responden
a los tradi cionales qu e ta nto el pensami ento liberal así com o los
movimi entos revolucionari os trataron de implemen tar co n el aval
de los in telectuales de las éli tes. En esta segunda pa rte del M anifiesto
se reali za un a aguda crítica a la hi sto riografí a ilu strad a que ha
ignorado la voz del subalterno en sus propuestas, co n ello se emula
el prop ósito presente en Subaltern Studies, del que R a najit G uha es
una de los m ás in signes rep resen tantes. En el M a nifi es to se lee :
El no reconocimiento de la contribu ción d el sub altern o a la
creación de su propia historia revela la pobreza de la histon ografia
[ilustrada o letrada] y señala las razones por las cuales fracasaron
los p rog r a m as n ac io n a li stas d e pr o m oció n p o pul a r.
Al fin al de esta parte, se reconoce la complejidad de las diná micas
seguidas por los subalternos en los nuevos marcos contextuales. Con
ello se realiza un llamado de a tención a los peligros de crear una
especie de elitismo subalternista que reduzca al subalterno a esquemas
conceptu ales qu e encierre n uní vocam ente sus m ovimiento s, sus
intereses y sus proyectos. El texto fin aliza en los siguientes términos:
Quisiéramos conclui r este M anifiesto reconociendo, sin emb argo,
los límites de la idea de "estudiar" al subalte rno:
Nuestro proyecto, confor mado por un equipo de investigadores
71
(pertenecientes a diversas universidades norteamericanas de élite)
que qui e ren extrae r d e ciertos . documentos y prácticas
hegemónicas el mundo oral de los subalternos, es decir la presencia
estructural de un sujeto que los letrados no habíamos reconocido
y que nos interpela a mostrarnos qué tanto estábamos equivocados,
debe confrontarse con la resistencia del subalterno frente a las
conceptualizaciones de la élite. No se trata, por ello, de desarrollar
nuevos métodos para estudiar al subalterno, nuevas y más eficaces
formas de obtener información, sino de construir nuevas relaciones
entre nosotros y aquell,os seres humanos que tomamos co mo
obj eto de estudio.
Este Manifiesto se convierte en un texto clave para comprender la
vinculación de muchos intelectuales latinoamericanos a las nuevas
propu estas teóricas qu e tanto la teoría postcolonial, los estudios
suba lt ernos y los es tudios culturales, han d esa rrollado.
Este grupo es una generación comprometida desde otra con textualidad
histórica con las realidades subalternas. Si el primer grupo que
señalábamos anteriormente, y constituido por el aporte de José
J oaquín Brunner,Jesús Martín Barbero y Néstor Carda Canclini,
manifestó'tm compromiso con los estudios culturales y postcoloniales;
esta segunda generación desarrolla un compromiso muy similar a
dicho grupo pero realizan constantemente críticas a las propuesta
de aq uellos, en particular al trabajo de Carda Canclini, que aunque
su tenninología, sobre todo el concepto de hibridez, resulta sumamente
signifi cativa para la comprensión d e las nu evos contextos, su
m e todología p e rmane ce anclada en la vieja tradición. 63
ti:1 Cfr.
"No ta.' sobre la insurgencia académica ... p. 19. En el texto de Bcverley titu lado "Sobre la situación
actua l de los ,'studi os cultu rales", el a utor a rremete co ntra estus peligros de las propu es tas de Garda
Canclini. Al respecto denuncia "el peligro de que los estudios culturales en su inevit ab le in slÍtucionalizaóón
se conviertan en un a especie de costumbri smo posmoderno. Ahora en vez de estudi ar I ribus plÍmitivas
vamos a Tijuana, o nos oc upamos de es tudiar la te len ove la, pe ro el problema es que vemos con los
mismos ojos del tipo que iba a b. selva: 'Ajá', vamos a ver las cosas ex lrañas eJe esa ge nte, esos nuevos
otros'. Aunquc García Canclini LÍene un propósito político que no es desechable [. .. J cxiste en su proyeclo
el peligro de quedarse en una neoetnugrafía". lnmccliatamenle Bcverley agrega: " L, lógica de los estudios
subal te rn os presupone la posibil idad d e que pueda crearse un nu evo b loque histórico po tencialmcn te
hegemó ni co, mientras CJu c el proyec to de García Ca nclini , y en ge neral d e los es tudi os culturales,
presupone qu e la nu eva etapa del capita lismo es, 'más a llá de l bien o del mal', si mplemen te la nueva
condición de vida -algo in evitable, como tener CJu e beber agua y c.omer- [oo.] El proyecto de Garda
Cunclini p a rece fun cionar de acue rdo con una persJlec li va parecida, en la cual los es tudios culturales
sirv('n ~í, cierto se ntido co mo un sustituto compe nsa torio para una prácti ca política de izq ui erda que
es vista como imposible o indeseable en un a época post-sociali sta". Beverley, J ohn . "Sobre la situación
actual
de
l os
cs tudi os
cu l turales."
[E n
l ínea )
Di s ponible e n :
hup :llwww.c ho lona utas.e d .pe l moclulo/upload / bcver.pdf [f ec ha d e co nsu lta: 08/05/08J
72
Si comparamos la lista de miembros del grupo de esturuos subalternos
con la taxo nomí a q ue hem os citad o, según la propues ta d e J ohn
Berve rley (citado en Castro-Gómez 2005, p.ll ), podríam os establecer
aquí la predominancia significativa de dos miembros de ru cho grupo.
Por un lado, evidentemente, es tará el mism o J ohn Beve rley, quizá
com o el más insigne representante del grupo de estudi os subaltern os
latinoamericanos; y, posteri orm ente, podríam os nom brar a W alter
Mignolo, ubi cado principalmente en la teo ría p ostcoloni al (l uego
postoccidental y d ecoloni al, co m o ve rem os más a d ela nte). L a
relevancia que ti enen estos dos autores no puede demeritar el trabajo
de los aquí no mencionados. Pero por cuestiones de nuestro proyecto
panorámico la frecuencia con que estos dos intelectuales es señalada
en diversos trabajos académicos sobre estas nuevas tendencias teóricas,
nos permite prescindir de los aportes de los otros mi embros e intentar
introducirnos en las perspecti vas teó ri cas q ue estos dos in telect uales
han desarrollad o. Esta selección coin cide co n la propu es ta por
Carlos Beorlegui (2004), precisamente por la representatividad de
posturas dentro del campo de los estudios subalternos y postcoloniales.
En el caso de Beverley sus perspec ti va teó ri cas tienden a se r más
contempori zadoras, las de Mignolo bastante ligadas al rescate de la
intrínseca tradi ción intelectual latinoameri cana.
73
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