PRESUPUESTO-PÚBLICONotaCát

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FINANZAS PÚBLICAS y POLÍTICA FISCAL
PRESUPUESTO PÚBLICO
Conceptos Presupuestarios
A fin de suministrar de manera sencilla y fácil los conceptos claves de las finanzas
públicas, que contribuyan a la mejor coordinación entre el presupuesto y la
planificación realizada en cada entidad pública, se consideró de utilidad la elaboración
de un compendio de definiciones, extraídas de publicaciones oficiales.
Presupuesto Público
Se conoce como Presupuesto al sistema mediante el cual se elabora, aprueba, coordina
la ejecución, controla y evalúa la producción pública (bien o servicio) de una
institución, sector o región, en función de las políticas de desarrollo previstas en los
Planes.
La técnica debe incluir además, en forma expresa, todos los elementos de la
programación (objetivos, metas, volúmenes de trabajo, recursos reales y financieros)
que justifiquen y garanticen el logro de los objetivos previstos.
Así concebido el presupuesto se constituye en un excelente instrumento de gobierno,
administración y planificación.
Base Teórica del Presupuesto por Programas:
El presupuesto es un medio para prever y decidir la producción que se va a realizar en
un período determinado, así como para asignar formalmente los recursos que esa
producción exige en la praxis de una institución, Sector o Región. Este carácter práctico
del presupuesto implica que debe concebírselo como un sistema administrativo que se
materializa por etapas: formulación, discusión y sanción, ejecución, control y
evaluación.
Bajo este enfoque, el presupuesto debe cumplir con los siguientes requisitos:
 Primero: El presupuesto debe ser agregable y desagregarle en centros de
producción, donde el producto de cada centro debe ser excluyente de
cualquier otro producto, de cualquier otro centro de producción de su
mismo ámbito. De no ser así, el total de asignación de recursos que se
exprese el nivel del gasto presupuestario no tendría significado y
encerraría duplicaciones y confusiones.
 Segundo: Las relaciones entre los recursos asignados y los productos
resultantes de esa asignación deben ser perfectamente definidas; no
puede haber dudas sobre el producto que se persigue con determinada
asignación de recursos y un mismo recurso o parte fraccionable del
mismo no puede ser requisito presupuestario de dos o más productos.
 Tercero: La asignación de recursos para obtener los productos, que
directamente requieren los objetivos de las políticas (productos
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
terminales)exige también de la asignación de recursos para lograr otros
productos que permitan o apoyen la producción de los productos
terminales (productos intermedios). De manera que, una parte de la
producción expresada en el presupuesto es un requisito directo de las
políticas y otra parte sólo es un requisito indirecto de tales políticas.
Cuarto: El presupuesto debe expresar la red de producción donde cada
producto es condicionado y, a la vez, condiciona a otros productos de la
red, existiendo así unas determinadas relaciones de coherencia entre las
diversas producciones que se presupuestan.
Los Principios del Presupuesto
1. Programación: Se desprende de la propia naturaleza del presupuesto y sostiene
que éste –el presupuesto- debe tener el contenido y la forma de la
programación.
a. Contenido: establece que deben estar todos los elementos que permitan
la definición y la adopción de los objetivos prioritarios. El grado de
aplicación no está dado por ninguno de los extremos, pues no existe un
presupuesto que carezca completamente de una base programática, así
como tampoco existe uno en el que se hubiese conseguido la total
aplicación de la técnica.
b. Forma: en cuanto a la forma, con él deben explicitarse todos los
elementos de la programación, es decir, se deben señalar los objetivos
adoptados, las acciones necesarias a efectuarse para lograr esos
objetivos; los recursos humanos, materiales y servicios de terceros que
demanden esas acciones así como los recursos monetarios necesarios que
demanden esos recursos.
Respecto de la forma mediante este principio se sostiene que deben
contemplarse todos los elementos que integran el concepto de programación. Es
decir, que deben expresarse claramente los objetivos concretos adoptados, el
conjunto de acciones necesarias para alcanzar dichos objetivos, los recursos
humanos, materiales y otros servicios que demanden dichas acciones y para cuya
movilización se requieren determinados recursos monetarios, aspecto este último
que determina los créditos presupuestarios necesarios.
2. Integralidad: en la actualidad, la característica esencial del método de
presupuesto por programas, está dado por la integralidad en su concepción y en
su aplicación en los hechos. El presupuesto no sería realmente programático si
no cumple con las condiciones que imponen los cuatro enfoques de la
integralidad. Es decir, que el presupuesto debe ser:
a. Un instrumento del sistema de planificación;
b. El reflejo de una política presupuestaria única;
c. Un proceso debidamente vertebrado; y
d. Un instrumento en el que debe aparecer todos los elementos de la
programación.
3. Universalidad: Dentro de este postulado se sustenta la necesidad de que aquello
que constituye materia del presupuesto debe ser incorporado en él.
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4.
5.
6.
7.
Naturalmente que la amplitud de este principio depende del concepto que se
tenga de presupuesto. Si este sólo fuera la expresión financiera del programa de
gobierno, no cabría la inclusión de los elementos en términos físicos, con lo cual
la programación quedaría truncada.
En la concepción tradicional se consideraba que este principio podía exponerse
cabalmente bajo la “prohibición” de la existencia de fondos
extrapresupuestarios.
Exclusividad: en cierto modo este principio complementa y precisa el postulado
de la universalidad, exigiendo que no se incluyan en la ley anual de presupuesto
asuntos que no sean inherentes a esta materia. Ambos principios tratan de
precisar los límites y preservar la claridad del presupuesto, así como de otros
instrumentos jurídicos respetando el ámbito de otras ciencias o técnicas. No
obstante, de que en la mayoría de los países existe legislación expresa sobre el
principio de exclusividad, en los hechos no siempre se cumplen dichas
disposiciones legales.
En algunos países de América Latina, particularmente en épocas pasadas, se
estableció la costumbre de incluir en la ley de presupuestos disposiciones sobre
administración en general, y de personal en particular, tributación, política
salarial, etc., llegando excepcionalmente, desde luego, a dictar normas que
ampliaban o reformaban el Código Civil y el Código de Comercio. Sobre todo,
en este último aspecto, tal inclusión no era fruto de un error, sino que se
procuraba evitar la rigurosidad del trámite parlamentario a que están sujetas tales
cuestiones.
Unidad: este principio se refiere a la obligatoriedad de que los presupuestos de
todas las instituciones del sector público sean elaborados, aprobados, ejecutados
y evaluados con plena sujeción a la política presupuestaria única definida y
adoptada por la autoridad competente, de acuerdo con la ley, basándose en un
solo método y expresándose uniformemente.
En otras palabras, es indispensable que el presupuesto de cada entidad se ajuste
al principio de unidad, en su contenido, en sus métodos y en su expresión. Es
menester que sus políticas de financiamiento, funcionamiento y capitalización
sean totalmente complementarias entre sí.
Acuciosidad: para el cumplimiento de esta norma es imprescindible la presencia
de las siguientes condiciones básicas en las diversas etapas del proceso
presupuestario:
a. Profundidad, sistema y organicidad en la labor técnica, en la toma de
decisiones, en la realización de acciones y en la formación y presentación
del juicio sobre unas y otras, y
b. Sinceridad, honestidad y precisión en la adopción de los objetivos y
fijación de los correspondientes medios; en el proceso de su concreción o
utilización; y en la evaluación de nivel del cumplimiento de los fines, del
grado de racionalidad en la aplicación de los medios y de las causas de
posibles desviaciones.
En otras palabras, este principio implica que se debe tender a la fijación de
objetivos posibles de alcanzar, altamente complementarios entre sí y que
tengan la más alta prioridad.
Claridad: este principio tiene importancia para la eficiencia del presupuesto
como instrumento de gobierno, administración y ejecución de los planes de
desarrollo socio-económicos. Es esencialmente de carácter formal; si los
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documentos presupuestarios se expresan de manera ordenada y clara, todas las
etapas del proceso pueden ser llevadas a cabo con mayor eficacia.
8. Especificación: este principio se refiere, básicamente, al aspecto financiero del
presupuesto y significa que, en materia de ingresos debe señalarse con precisión
las fuentes que los originan, y en el caso de las erogaciones, las características de
los bienes y servicios que deben adquirirse.
En materia de gastos para la aplicación de esta norma, es necesario alejarse de
dos posiciones extremas que pueden presentarse; una sería signar una cantidad
global que serviría para adquirir todos los insumos necesarios para alcanzar cada
objetivo concreto y otra, que consistiría en el detalle minucioso de cada uno de
tales bienes y servicios.
La especificación significa no sólo la distinción del objetivo del gasto o la fuente
del ingreso, sino además la ubicación de aquellos y a veces de éstos, dentro de
las instituciones, a nivel global de las distintas categorías presupuestarias, y, en
no contados casos, según una distribución espacial. También es indispensable
una correcta distinción entre tales niveles o categorías de programación del
gasto.
9. Periodicidad: este principio tiene su fundamento, por un lado, en la
característica dinámica de la acción estatal y de la realidad global del país, y, por
otra parte, en la misma naturaleza del presupuesto.
A través de este principio se procura la armonización de dos posiciones
extremas, adoptando un período presupuestario que no sea tan amplio que
imposibilite la previsión con cierto grado de minuciosidad, ni tan breve que
impida la realización de las correspondientes tareas.
La solución adoptada, en la mayoría de los países es la de considerar al período
presupuestario de duración anual.
10. Continuidad: se podría pensar que al sostener la vigencia del principio de
periodicidad se estuviera preconizando verdaderos cortes en el tiempo, de tal
suerte que cada presupuesto no tiene relación con los que le antecedieron, ni con
los venideros. De ahí que es necesario conjugar la anualidad con la continuidad,
por supuesto que con plenos caracteres dinámicos.
Esta norma postula que todas las etapas de cada ejercicio presupuestario deben
apoyarse en los resultados de ejercicios anteriores y tomar en cuenta las
expectativas de ejercicios futuros.
11. Flexibilidad: a través de este principio se sustenta que el presupuesto no
adolezca de rigideces que le impidan constituirse en un eficaz instrumento de:
Administración, Gobierno y Planificación.
Para lograr la flexibilidad en la ejecución del presupuesto, es necesario remover
los factores que obstaculizan una fluida realización de esta etapa presupuestaria,
dotando a los niveles administrativos, del poder suficiente para modificar los
medios en provecho de los fines prioritarios del Estado.
Según este principio es necesario sino eliminar, por lo menos restringir al
máximo los llamados “Recursos Afectados” es decir, las asignaciones con
destino específico prefijado.
En resumen, la flexibilidad tiende al cumplimiento esencial del presupuesto,
aunque para ello deban modificarse sus detalles.
12. Equilibrio: este principio se refiere esencialmente al aspecto financiero del
presupuesto aún cuando éste depende en último término de los objetivos que se
adopten; de la técnica que se utilice en la combinación de factores para la
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producción de los bienes y servicios de origen estatal; de las políticas de salarios
y de precios y en consecuencia, también del grado de estabilidad de la economía.
Tipos de Clasificación Presupuestaria
Estas clasificaciones pueden referirse tanto a los recursos como a los gastos públicos y
en cada una de éstas, la información se clasifica en atención a diferentes criterios como
los que se exponen a continuación:
1. De los Recursos (Ingresos) Públicos: son las diversas formas de agrupar,
ordenar y presentar los recursos (ingresos ) públicos, con la finalidad de realizar
análisis y proyecciones de tipo económico y financiero que se requiere en un
período determinado.
Su clasificación depende del tipo de análisis o estudio que se desee realizar; sin
embargo, generalmente se utilizan tres clasificaciones que son:
 De acuerdo a su periodicidad
 Económica
 Por sectores de origen
De acuerdo a su periodicidad: ésta agrupa a los ingresos de acuerdo a la
frecuencia con que el Fisco los percibe. Se clasifican en ordinarios y
extraordinarios, siendo los ordinarios, aquellos que se recaudan en forma
periódica y permanente, provenientes de fuentes tradicionales,
constituidas por los tributos, las tasas y otros medios periódicos de
financiamiento del Estado. Los ingresos extraordinarios, por exclusión,
serían los que no cumplen con estos requisitos.
De acuerdo a la legislación, “son extraordinarios los ingresos fiscales no
recurrentes, tales como los provenientes de operaciones de crédito
público, de Leyes que originen ingresos de carácter eventual”.
No obstante, para efectos de la clasificación presupuestaria, deben
considerarse también como ingresos extraordinarios las existencias del
Tesoro no comprometidas al treinta y uno de diciembre del ejercicio
fiscal anterior al vigente.
Económica: según esta clasificación los ingresos públicos se clasifican
en corrientes, recursos de capital y fuentes financieras.
Los ingresos corrientes son aquellos que proceden de ingresos tributarios,
no tributarios y de transferencias recibidas para financiar gastos
corrientes.
Los recursos de capital son los que se originan por la venta de bienes de
uso, muebles e inmuebles, indemnización por pérdidas o daños a la
propiedad, cobros de préstamos otorgados, disminución de existencias,
etc.
Las fuentes financieras se generan por la disminución de activos
financieros (uso de disponibilidades, venta de bonos y acciones,
recuperación de préstamos, etc.) y el incremento de pasivos (obtención
de préstamos, incremento de cuentas por pagar, etc.)
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Por sectores de origen: esta clasificación se fundamenta en uno de los
aspectos que caracterizan la estructura económica de cada país, donde se
refleja la actividad económica, de la cual implica los ingresos que surgen
de las operaciones de dicha actividad.
Dicha clasificación presenta el esquema siguiente:
Sector Externo:
 Ingresos por las Actividades que se Exportan
 Utilidad Cambiaria
 Endeudamiento Externo
Sector Interno:
 Impuestos
 Tasas
 Dominio Territorial
 Endeudamiento Interno
 Otros Ingresos
2.
De los Egresos (Gastos) Públicos: Estos constituyen las diversas formas de
presentar los egresos públicos previstos en el presupuesto, con la finalidad de
analizarlos, proporcionando además información para el estudio general de la
economía y de la política económica que tiene previsto aplicar el Gobierno
Nacional para un período determinado.
A continuación se presentan las distintas formas de clasificar el egreso (gasto)
público previsto en el presupuesto:
 Clasificación Institucional: a través de ella se ordenan los gastos
públicos de las instituciones y/o dependencias a las cuales se asignan los
créditos presupuestarios, en un período determinado, para el
cumplimiento de sus objetivos.
 Clasificación por la naturaleza del gasto o por partidas: permite
identificar los bienes y servicios que se adquieren con las asignaciones
previstas en el presupuesto y el destino de las transferencias, mediante un
orden sistemático y homogéneo de éstos y de las variaciones de activos y
pasivos que el sector público aplica en el desarrollo de su proceso
productivo.
 Clasificación Económica: ordena los gastos públicos de acuerdo con la
estructura básica del sistema de cuentas nacionales para acoplar los
resultados de las transacciones públicas con el sistema, además permite
analizar los efectos de la actividad pública sobre la economía nacional.
Descripción de los principales rubros de la Clasificación Económica:
Gastos Corrientes: son los gastos de consumo y/o producción, la renta
de la propiedad y las transacciones otorgadas a los otros componentes del
sistema económico para financiar gastos de estas características.
Gastos de Capital: son los gastos destinados a la inversión real y las
transferencias de capital que se efectúan con ese propósito a los
exponentes del sistema económico.
 Clasificación Sectorial: ésta presenta el gasto público desagregado en
función de los sectores económicos y sociales, donde el mismo tiene su
efecto. Persigue facilitar la coordinación entre los planes de desarrollo y
el presupuesto gubernamental.
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


Clasificación por Programas: ésta presenta el gasto público desagregado
en función de los sectores económicos y sociales, donde el mismo tiene
su efecto. Persigue facilitar la coordinación entre los planes de
desarrollo y el presupuesto gubernamental.
Clasificación Regional: permite ordenar el gasto según el destino
regional que se le da. Refleja el sentido y alcance de las acciones que
realiza el sector público, en el ámbito regional.
Clasificación Mixta: son combinaciones de los gastos públicos, que se
elaboran con fines de análisis y toma de decisiones. Esta clasificación
permite mostrar una serie de aspectos de gran interés, que posibilitan el
estudio sistemático del gasto público y la determinación de la Política
Presupuestaria para un período dado.
Las siguientes son las
clasificaciones mixtas más usadas:
- Institucional por programa
- Institucional por la Naturaleza del Gasto
- Institucional Económico
- Institucional Sectorial
- Por objeto del Gasto Económico
- Sectorial Económica
- Por Programa y por la Naturaleza del Gasto
Definiciones y Conceptos Básicos
del Presupuesto por Programas
Insumo: recurso humano, material, equipo o servicio que se requiere para el logro de
un producto, expresado en unidades físicas o en su valoración financiera.
Producto: bien o servicio que surge como un resultado, cualitativamente diferente, de
la combinación de insumos que requiera su producción.
Relación Insumo Producto: relación técnica que expresa la combinación de diversos
insumos en cantidades y calidades adecuadas y precisas para obtener un producto.
Relación de Condicionamiento: relación técnica por la cual determinados productos
condicionan y a la vez, son condicionados por la producción y característica de otros.
Red de Producción: una de las formas en que se establecen las relaciones de
condicionamiento entre todos los productos dentro de un determinado ámbito
presupuestario.
Acción operacional: micro proceso de producción que culmina en un producto
primario e indivisible.
Acción de Regulación: es una norma cuyo propósito o resultado es regular los
comportamientos externos a la institución y tiene como condicionante una o varias
acciones operacionales.
Condiciones de lo Presupuestario:
Condiciones de posibilidad: los productos deben ser perfectamente definibles y
diferenciables de otros productos pertenecientes a otras relaciones de insumo producto.
Condiciones de Relevancia: el producto presupuestario requiere de un centro de
gestión productiva de suficiente relevancia dentro de la red de acciones presupuestarias
de una institución al cual resulte eficiente la asignación formal de recursos.
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Acción presupuestaria: tipo especial agregado o combinado de acciones operacionales
cuyos insumos y productos son definibles y perfectamente diferenciables de otros
recursos y productos pertenecientes a otras relaciones de insumo producto.
Centro de Gestión productiva: es el centro de planificación, combinación y
asignación formal de recursos en función de una producción previsible.
Unidad Ejecutora: unidad administrativa responsable en forma total o parcial de la
gestión a nivel de una acción presupuestaria.
Unidad Coordinadora: es una unidad administrativa que además de reunir los
requisitos de una unidad ejecutora, es responsable de planificar, en forma integral, la
gestión productiva que se lleva a cabo en una acción presupuestaria.
Responsable de Acción Presupuestaria: es un funcionario designado por autoridad
competente para gerenciar en forma integral una acción presupuestaria.
Ámbitos de Programación: es la agrupación de centros de gestión productiva, bien
sea a nivel institucional sectorial o regional.
Tecnología del Centro de Gestión Productiva: este tipo de tecnología viene dada por
la combinación de cantidad, calidad y naturaleza de los insumos que se requieren para
lograr la producción.
Categorías Programáticas: de acuerdo al tipo de producción (terminal o intermedia),
de las acciones presupuestarias y del tipo y ámbito de la red de dichas acciones existen
diversas categorías programáticas.
 Programa: es aquella donde la producción terminal de la red de acciones
presupuestarias de una institución, sector o región.
Tiene las siguientes características:
Es la categoría programática de mayor nivel en el ámbito de la producción
terminal.
Expresa la contribución a una política, ya que la producción terminal refleja
un propósito esencial en la red de acciones presupuestarias que ejecuta una
institución, sector o región.
Se conforma por la agregación de categorías programáticas de menor nivel
que confluyen al logro de su producción.
 Subprogrma: es aquella cuyas relaciones de condicionamiento son excluidas
de un programa. Por sí solo, cada subprograma resulta en producción
terminal.
Tiene las siguientes características:
La producción terminal de cada subprograma precisa, a un mayor nivel de
especificidad, la producción del programa.
La producción de todos los subprogramas es sumable en unidades físicas, sin
pérdida del significado de la unidad de medición de la producción del
programa.
 Actividad: Es aquella cuya producción es intermedia, es condición de uno o
varios productos terminales o intermedios. Las actividades pueden ser
específicas, centrales o comunes.
Actividad Específica: categoría programática cuya producción es exclusiva de una
producción terminal y forma parte integral del programa, subprograma o proyecto que
la expresa.
Actividad Central: categoría programática cuya producción condiciona a todos los
productos de la red de acciones presupuestarias de una institución o sector y no es parte
integrante de ningún programa o subprograma.
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Actividad Común: tiene todas las características de una actividad central, salvo que
condiciona dos o más programas, pero no a todos los programas de la institución o
sector.
Tipos de Presupuesto
Con la finalidad de abordar los aspectos que se consideran básicos dentro de cada una
de las técnicas empleadas se describen a continuación las características más relevantes
de los sistemas de presupuesto tradicional, Planeamiento-ProgramaciónParesupuestación, Presupuesto por Programas y Presupuesto Base Cero.
1. presupuesto Tradicional: el fundamento del presupuesto tradicional es la
asignación de los recursos tomando en cuenta, básicamente, la adquisición de
los bienes y servicios según su naturaleza o destino, sin ofrecer la posibilidad de
correlacionar tales bienes con las metas uy objetivos que se pretenden alcanzar.
Es sólo un instrumento financiero y de control. Por otra parte, la metodología
de análisis que emplea es muy rudimentaria, fundamentándose más en la
intuición en la razón, es decir, que las acciones que realizan las diferentes
instituciones no están vinculadas a un proceso racional de planificación.
Otra desventaja que ofrece el método tradicional es que los usuarios del
documento presupuestario, no dispone de la información suficiente que le
permita observar en que se utilizan los ingresos que se recaudan por los diversos
conceptos.
2. Presupuesto por Programas: aparece para dar respuesta a las contradicciones
implícitas en el Presupuesto Tradicional y en especial para que el Estado y las
instituciones que lo integran dispongan de un instrumento programático que
vincule la producción de los bienes y servicios a alcanzar con los objetivos y
metas previstas en los planes de desarrollo.
3. Sistema de planeamiento-Programación-Presupuestación: La otra forma que se
ha utilizado para presupuestar dentro del sector público, ha sido la conocida
como "Planeación-Programación-Presupuestaria", empleada originalmente por
los Estados Unidos como manera de disponer criterios efectivos para la toma de
decisiones, en la asignación y distribución de los recursos tanto físicos como
financieros en los diferentes organismos públicos.
4. Presupuesto Base Cero: Esta técnica presupuestaria es de reciente data.
Comienza a utilizarse a partir de 1973 en algunas entidades federales del
gobierno norteamericano, la nueva metodología pretende determinar si las
acciones que desarrollan los diferentes órganos que conforman el Estado son
eficientes. Si se deben suprimir o reducir ciertas acciones con el fin de
propiciar la atención de otras que se consideran más prioritarias.
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Rectificación Presupuestaria y Reprogramación
Modificaciones Presupuestarias
1.Conceptos:
Las modificaciones presupuestarias consisten en cambios que se efectúan a los créditos
asignados a los programas, subprogramas, proyectos, obras, partidas, subpartidas,
genéricas, específicas y subespecíficas que expresamente se señalen en la Ley de
presupuesto y su respectiva distribución institucional de cada año, para los diferentes
organismos. Dichas modificaciones pueden ser consecuencia de:
a)
subestimaciones o sobreestimaciones de los créditos asignados originalmente en
la Ley de presupuesto y en la distribución institucional.
b)
Incorporación de nuevos programas.
c)
Reajuste de gastos acordados por el Presidente (Ejecutivo Nacional), con miras a
un uso más racional de los mismos o motivado por situaciones de tipo coyuntural
no previstas.
d)
Alteración de las metas o volúmenes de trabajo en los programas que desarrolla el
organismo.
e)
Gastos no previstos.
2.Tipos de modificaciones presupuestarias:
2.1 Créditos Adicionales
Son incrementos a los créditos presupuestarios que se acuerdan a los
programas, subprogramas, proyectos, obras, partidas, subpartidas,
genéricas, específicas y subespecíficas que expresamente señalen la Ley
de Presupuesto y la distribución institucional de cada año.
El Ejecutivo Nacional, al tramitar la modificación presupuestaria en
referencia, debe demostrar que el Tesoro Nacional dispondrá de los
recursos para atender la erogación.
2.2 Rectificaciones
Son incrementos de créditos presupuestarios que se acuerdan a los
programas, subprogramas, proyectos, obras, partidas, subpartidas,
genéricas, específicas y subespecíficas de los organismos ordenadores de
compromisos y pagos, para gastos necesarios no previstos o que resulten
insuficientes.
La fuente de financiamiento es la partida "Rectificaciones al
Presupuesto" prevista en la Ley de Presupuesto anual; por ello, el uso de
esa partida aumenta los créditos del organismo, pero no al total de las
asignaciones acordadas en dicha Ley.
2.3 Insubsistencia o anulaciones de créditos
Es una modificación presupuestaria mediante la cual se anulan, total o
parcialmente los créditos no comprometidos acordados a programas,
subprogramas, proyectos, obras, partidas, subpartidas, genéricas,
específicas y subespecíficas de la Ley de Presupuesto; constituye una de
las modificaciones que provoca rebaja a los créditos del presupuesto de
gastos.
2.4 Ajustes en los créditos por Reducción de Ingresos
Es una modificación presupuestaria mediante la cual se anulan total o
parcialmente los créditos no comprometidos acordados a programas,
subprogramas, proyectos, obras, partidas, subpartidas, genéricas,
específicas y subespecíficas de la Ley de Presupuesto.
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Estas reducciones a los créditos se originan cuando se evidencia una
disminución de los ingresos previstos para el ejercicio fiscal.
2.5 Traspasos de créditos
Consiste en una reasignación de créditos presupuestarios entre partidas,
subpartidas, genéricas, específicas y subespecíficas de un mismo
programa o distintos programas que no afectan el total de los gastos
previstos en el presupuesto. De acuerdo a los niveles de aprobación los
traspasos se clasifican en:
- Los que ameriten modificación de las partidas o de las
subpartidas controladas, requieren aprobación del
Congreso de la República.
- Los que ameriten modificación de las partidas o de las
subpartidas no controladas, requieren aprobación del
Congreso de la República, si el monto el mayor a un
porcentaje preestablecido.
- Los que ameriten modificación de partidas o de las
subpartidas no controladas, requieren aprobación de la
Ofician Central de Presupuesto si el monto es igual o
menor a un porcentaje determinado.
- Los que afecten a las subpartidas, genéricas,
específicas y subespecíficas no controladas de una
partida, deben ser autorizadas por la máxima autoridad
del organismo o su delegado.
2.6 Reprogramación de contrato de obras
Consiste en la posibilidad de asignar a "Nuevos Contratos" los créditos
destinados a "Contratos Vigentes", siempre y cuando se demuestre que
no existen pagos pendientes por trabajos ya ejecutados.
3. Reprogramaciones:
Las reprogramaciones están referidas a las variaciones de la Programación de la
Ejecución Física-Financiera del Presupuesto de Gastos, aprobada por la Oficina Central
de Presupuesto y la Tesorería Nacional, por tal motivo los cambios que se suceden en la
misma deben ser informados a dichos organismos a los fines de la evaluación y
aprobación correspondiente.
La reprogramación puede ser consecuencia de los cambios necesarios en el ritmo de
ejecución del presupuesto para obtener determinadas metas.
Cuando las reprogramaciones son consecuencia de modificaciones aprobadas de los
créditos presupuestarios anuales y se requiera variar las cuotas del trimestre en
ejecución, los cambios que se suceden en la misma deben ser solicitados al área de
Coordinación de Programación de la Ejecución a los fines de su evaluación y
aprobación correspondiente.
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LA GESTIÓN PRESUPUESTARIA.
LA PROYECCIÓN DE UN PRESUPUESTO.
Como un presupuesto es esencialmente un acto de previsión de disponibilidad de
recursos y de autorización de gastos, el criterio con que lo proyecta la administración
adquiere importancia.
a) Proyección del Gasto.
En referencia a ello, lo ideal sería que cada año se lo efectuara con prescindencia de lo
autorizado en el año anterior para asegurar de este modo movilidad en la política del
gasto, obligándose a anuales evaluaciones sobre conveniencia de cada uno de ellos
aunque ya se lo hubiera efectuado el año anterior. Esto significa un esfuerzo de
administración presupuestaria que en la práctica no se hace, sino que se toma como
punto de referencia la estructura del gasto anteriormente autorizado y a partir de esta
información se tratará de realizar supresiones y se incluirán o no reclamos en torno a la
necesidad de más amplios y nuevas autorizaciones de gastos.
El ideal de proyectar el gasto como si por primera vez se hiciera ha retomado vigencia
con un nueva y atrayente denominación: presupuesto base cero. Los objetivos son
asegurar de alguna manera el uso racional y óptimo de los recursos gubernamentales y
una mayor asunción de responsabilidades por parte de los funcionarios públicos.
b) Proyección de los Recursos.
En forma simultánea, con la proyección del gasto debe determinarse cuánto será la
recaudación tributaria. Es posible que un país tenga su sistema tributario cuya
estructura básica haya permanecido inalterada con el transcurso del tiempo. En este
caso el cálculo en la recaudación que ingresará en el ejercicio proyectado reposa sobre
diversa información acumulada a través de los años. Pero puede suceder que se hayan
introducido cambios de importancia en el sistema, reemplazando algún tributo por otro,
cambiando alícuotas, modificando técnicas de liquidación, etc. y entonces los
administradores presupuestarios deberán extremar sus conocimientos para calcular
cuánto se recaudará.
Si se trata de prever el rendimiento de un impuesto a las ventas a nivel fabricante, y no
ha habido cambios en las alícuotas y actividades comprendidas, el valor agregado que se
espera del sector manufacturero es un buen punto de referencia.
El producido de impuestos específicos a algunos productos como por ejemplo tabacos,
combustibles y bebidas alcohólicas, está íntimamente ligado al comportamiento
esperado de su mercado, caracterizado por tener una oferta generalmente concentrada en
pocas firmas como por ser de demanda inelástica a los precios.
Más dificultoso es la estimación del producido de los impuestos al comercio exterior,
que si bien se los establecen localmente la cuantía del monto sujeto a impuesto
dependería en mucho de factores internacionales de más problemática predicción.
Del mismo modo es trabajoso estimar la recaudación de un impuesto a los beneficios,
que se sabe depende de la situación económica.
Por ello no son tan técnicas las estimaciones de uso corriente en la administración
presupuestaria. Se recurre generalmente a la relación que existe en las recaudaciones de
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determinado impuesto con el P.B.I. de años anteriores, luego aplican esa relación al
P.B.I. estimado para el ejercicio a proyectar.
c) Compatibilización entre ambas proyecciones.
Ahora bien, contando con una estructura de gastos a realizar y con una estimación de los
ingresos tributarios a obtener, el administrador presupuestario enfrenta la tarea de
compatibilizar éstos con la posible necesidad de utilizar los recursos provenientes de
crédito. La utilización de este último habrá de convenirse con la autoridad monetaria
para quien la deuda pública, su emisión y amortización, incide en la oferta y demanda
monetaria del país.
La seriedad en la administración por parte de un gobierno queda reflejada en su
presupuesto. Pueden sobrestimarse los ingresos tributarios o subestimarse el gasto, para
reducir el déficit fiscal. O bien puede sobrestimarse el producido por el uso del crédito
para no acusar desequilibrios presupuestarios. Estas anormalidades presupuestarias no
trabarán el posterior desenvolvimiento de la administración pública, toda vez que se
puede recurrir a la rectificación del presupuesto inicial y obtener el financiamiento no
auténtico del Banco Central en la medida que haga falta. Estas maniobras se realizan
para mejorar la imagen gubernamental ante una opinión pública que centra su atención
en el presupuesto original y no tiene en cuenta las sucesivas rectificaciones
presupuestarias resultantes de la falta de realismo del primero, y mucho menos a la
cuenta general del ejercicio que resume la realidad del ejercicio fiscal concluido pero
que es conocida bastante tiempo después y sólo por quienes se especializan en este
tema.
LA EJECUCIÓN
TESORERÍA.
DEL
PRESUPUESTO
Y
LOS
MOVIMIENTOS
DE
a) Los Resultados de la Ejecución del Presupuesto.
Por ejecución del presupuesto se entiende en materia de recursos, lo efectivamente
recaudado y que ingresa al Tesoro y en materia de gastos a los pagos efectuados por
tesorería, a los libramientos impagos y los residuos pasivos.
Con un sentido más restringido pero realmente representativo del movimiento
presupuestario de un ejercicio, pueden estudiarse exclusivamente los ingresos y egresos
de fondos que se operan a través de la Tesorería de la Nación.
Ahorro o desahorro.
Cuando los ingresos corrientes superan los egresos corrientes el sector Gobierno ha
generado ahorro, el que puede ser suficiente para realizar el gasto de capital proyectado.
Si esto no ocurre, o si se ha producido desahorro en el movimiento corriente, hay que
buscar otras fuentes de financiamiento. Como la venta de bienes patrimoniales, utilizar
el crédito público, mantener impagos los libramientos o finalmente, recurrir a
operaciones con el Banco Central.
Déficit o superávit.
Por déficit se entiende el resultado negativo del movimiento ingresos y egresos
corrientes, y de ingresos y egresos de capital, excluyendo de este último los
provenientes del uso de crédito. Esta cifra, mide entonces la incapacidad gubernamental
de financiar un determinado volumen de gasto con prescindencia de la utilización del
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crédito de cualquier tipo que éste sea. Por ello se excluye de los ingresos de capital, a
los provenientes de créditos y de egresos de capital, se excluye la amortización de la
deuda.
Para financiar los déficit de tesorería se debe recurrir a la utilización del crédito público,
lo que supone ingresos y egresos de fondos ocasionados por la colocación y
amortización de obligaciones del Gobierno. Cuando esta forma de financiamiento es a
medio o largo plazo y no se realiza mediante su colocación en el Banco Central,
constituye un instrumento de política fiscal.
Desequilibrio.
Ahora bien, los déficit no financiados con una genuina utilización del crédito público,
constituyen los desequilibrios de Tesorería. Estos son financiados a través del crédito
público a corto plazo o a través del Banco Central y ninguno de los dos, utilizados
sistemáticamente, constituyen un financiamiento genuino del gasto público. En el caso
del crédito a corto plazo porque significa trasladar de un año a otro el problema, y
hacerlo a través del Banco Central porque es un medio inflacionario de financiamiento
del gasto público.
b) El Financiamiento de los Déficits a través del uso del Crédito.
b.1. Formas de captación de recursos monetarios y algunas expresiones utilizadas.
Empréstitos.
La forma más genuina que tiene el Estado para obtener dinero en préstamo lo constituye
la emisión de títulos así llamadas sus obligaciones a pagar en los que constan monto,
plazo e interés, y otras especificaciones necesarias.
El público y las empresas los suscriben tanto por el rendimiento esperado generalmente
bajo, y por la posibilidad de negociarlos cuando necesitan fondos, por la protección que
las legislaciones les brindan en diversos aspectos relativos a circulación, en especial en
falsificaciones, que se equipara al dinero legal.
La emisión de títulos constituye los llamados empréstitos del gobierno, que serán
internos si emitidos en el país son pagados dentro del mismo en su moneda, mientras
que si son colocados en el exterior y deben ser allí devueltos en moneda extranjera se
dirá que son externos. En esta distinción no se tiene en cuenta ni la nacionalidad ni el
domicilio de quienes prestaron sus fondos al gobierno, sino el hecho de que tales fondos
entren y salgan, o no, del ámbito territorial del gobierno del país emisor.
Ahora bien, que la gente compre títulos del gobierno depende de la confianza que el
mismo le inspira y de su tradición en materia de cumplimiento. Las antiguas garantías
reales, como hipotecas sobre la tierra pública, o especiales como rentas aduaneras o
ingresos provenientes de servicios públicos, son hoy desechadas.
Si se trata de empréstitos internos las garantías y medios para ejecutarlos están bajo la
potestad del deudor por lo que son ilusorias y si son externos, esas garantías, a más de
menguar la soberanía de quien la ofrece, el que las recibe no tiene una autoridad
supranacional a quien recurrir si se produce el incumplimiento. En la actualidad, la
comunidad financiera internacional apartará al gobierno incumplidor o que desconozca
sus obligaciones, provocando su aislamiento, debiendo su economía desenvolverse en
autarquía.
Lo que se suele garantizar, por parte de los gobiernos, es el mantenimiento del valor de
la obligación frente a la desvalorización monetaria. La experiencia recogida es que
frente a procesos inflacionarios crónicos la transferencia de ahorros del sector privado al
gobierno se interrumpe con la consiguiente dificultad para mantener niveles de
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inversión pública, donde normalmente debe destinarse el producido del endeudamiento.
De ahí la garantía de actualización del valor nominal del título y con ello sus
rendimientos según se eleve el nivel general de precios.
Finalmente puede recurrirse a incentivos con el fin de facilitar la colocación de
empréstitos.
Letras de Tesorería y Certificados de Cancelación de Deuda.
Una modalidad de captación de fondos lo constituyen las letras, bonos u obligaciones de
tesorería destinadas a cubrir necesidades transitorias del gobierno y por lo cual su plazo
no suele exceder del año.
Por más ordenada que esté la corriente ingreso-gasto público pueden producirse
insuficiencias transitorias de caja debido a la no correspondencia entre una y otra, de ahí
la necesidad de arbitrar un medio rápido para cubrirlas.
Los adquirentes de las letras son principalmente quienes desean poseer activos casi
líquidos para obligaciones a cumplir en el corto plazo. Para ellos es preferible esta
tenencia que significa un cierto rendimiento, garantía del Estado y fácil negociación
incluso en bolsa y no mantener activos totalmente líquidos que no producen un mínimo
rendimiento.
Los fondos que obtenga el gobierno y la respectiva tasa de interés ha de depender de la
reacción de los sectores bancarios, financieros, compañías de seguros, reparticiones
oficiales y particulares ante la coyuntura monetaria en que se encuentra el país.
Otra modalidad de endeudamiento deriva de las dificultades que puede tener un
gobierno para cumplir con sus proveedores. El Estado cancela su deuda mediante la
entrega de certificados o documentos que está dispuesto a recibirlos luego en pago de
obligaciones tributarias. Como en general los proveedores son a su vez deudores por
este concepto y estos títulos son transferibles mediante endoso, son recibidos pese a que
no devengan interés alguno. Los certificados circulan así como un medio adicional de
pago que facilita las transacciones entre empresas y entre éstas y el Estado.
Amortización.
El hecho de devolver el Estado la suma recibida se llama amortización que puede ser
facultativa u obligatoria. La primera significa que el Estado si bien fija la fecha de
vencimiento de la obligación se reserva el derecho de hacerlo anticipadamente. Por la
segunda se compromete amortizarlo en la fecha fijada. Difícilmente se prevea
amortizar todo un empréstito en determinada fecha, lo más común es hacerlo
parcialmente de acuerdo a varios sistemas. El llamado anualidades terminales consiste
en pagar en determinadas fechas el interés correspondiente y un porcentaje del capital,
de modo que al terminar el plazo del empréstito haya sido devuelto todo el capital. Otro
sistema consiste en amortizar periódicamente una fracción del total recibido (por
ejemplo un 20%) y disponer que algunos títulos serán reembolsados íntegramente hasta
completar dicha fracción, ya sea mediante sorteo (a la par) o por licitación (se adjudican
las que están más bajo la par).
Pueden a veces modificarse las condiciones de emisión de los empréstitos y
generalmente en relación a plazos o tasas de interés diciéndose en estos casos que se ha
efectuado la conversión de la deuda. Si el Gobierno dispone como acto de autoridad el
canje de unos títulos por otros ella es forzosa, pero si los tenedores de títulos tienen
opción entre continuar con los títulos anteriores o recibir los nuevos o aceptar el
reembolso de los anteriores, la conversión es facultativa.
b.2. Naturaleza económica de la deuda pública interna.
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Transferencia interna de ingresos.
En el caso de la deuda pública interna el Estado asume una obligación como
consecuencia del préstamo recibido, obligación que es en favor de determinadas
personas dentro del país y que normalmente cancelará en su propia moneda con el
transcurso del tiempo, obteniendo recursos a través de la imposición, que afectará a esas
mismas personas o a otras distintas. Este tipo de recurso financiero implica,
esencialmente y a largo plazo, una transferencia de ingresos de un sector, el que paga
impuesto, a otro sector, el que cobra los intereses y recupera el capital. Desde el punto
de vista de la equidad este hecho debe ser evaluado teniendo en cuenta sobre qué
sectores de la población recae la carga impositiva necesaria para pagar los servicios, es
decir la amortización más los intereses, ya que puede serlo en personal de altos ingresos
que tributan alícuotas muy progresivas de impuestos, o sobre las personas de bajos
ingresos que lo hagan a través de impuestos a los consumos y qué personas son las que
lo reciben.
Si esas personas son ahorristas provenientes de estratos sociales de altos ingresos, se
constituyen en una clase rentista privilegiada, salvo que sean ellos mismos los que se
mantienen a través de alícuotas progresivas de impuestos que los afecten directamente.
Pero puede tratarse de pequeños ahorristas, incluso asalariados, que buscan por este
medio una renta y una seguridad para sus pequeños ahorros, o bien, también pueden
serlo personas de edad o incapacitados para el trabajo, que encuentren la seguridad
económica a través de sus préstamos al Estado. Además, instituciones sin fines de lucro
pero dotadas de cierto patrimonio, como centros de investigación o establecimientos
asistenciales, resuelven el problema de financiar el cumplimiento de sus fines, con el
rendimiento que les producen los títulos de gobierno.
Razón por la cual, desde el punto de vista de la equidad, hay que disponer de abundante
información tanto sobre el origen de los fondos con que se pagan los servicios, como
sobre quiénes serán sus beneficiados, para hacer un juicio al respecto.
El sentido de carga de la deuda pública.
Lo visto hasta ahora lleva a preguntar si esta forma de financiar el gasto público no es
una forma de hacerlo recaer en próximas generaciones mientras que el impuesto lo hace
en la actual.
Si por recaer se entiende que la carga impositiva ha de ser mayor en el futuro, puede
ello ser cierto, porque, salvo que se supriman para entonces determinados gastos
públicos o se recurra nuevamente al endeudamiento estatal, es inevitable un incremento
en los impuestos para atender los servicios de la deuda. Es decir, lo que se está
haciendo con esta forma de financiamiento es comprometer ahora que en el futuro se
ejerza el poder tributario del Estado para sufragar gastos actuales.
Lo justo e injusto de esta política está ligado a la naturaleza del gasto público, o sea que
él se realice en beneficio exclusivo de los actuales responsables de tal decisión, o lo sea
de varias generaciones. Por ejemplo, una cosa es sufragar gastos superfluos,
innecesarios o demagógicos consumidos por la actual generación trasladando la carga
impositiva varios años hacia adelante y otra cosa muy distinta es hacer ese traslado para
financiar gastos que a ellas puedan beneficiar como muchos gastos públicos cuyo
beneficio se proyecta a través del tiempo, por ejemplo, obras de infraestructura, que no
se realizarían si debieran financiarse a través del tributo ya que la carga resultante sería
desalentadora. El criterio de resolver el problema, si se entiende por carga posponer o
trasladar las implicancias que ello supone, está íntimamente ligado a la naturaleza del
gasto a financiar.
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Si se entiende por carga la existencia de menos bienes y servicios a disposición de la
población, el razonamiento es distinto. El endeudamiento interno del Estado no
significa ninguna carga: los bienes
y servicios existentes no se modifican por ese hecho, el patrimonio del país en conjunto
es el mismo, el Estado será deudor pero algunos de sus pobladores serán acreedores. Si
alguna alteración se produce en los bienes y servicios disponibles no será por el método
de financiamiento empleado sino por la naturaleza del gasto efectuado y por la
existencia o no de plena ocupación.
Es frecuente asociar esta idea de carga con la utilización de la deuda pública en épocas
de guerra, diciéndose así que se traslada su costo a generaciones futuras. Sin embargo,
el haber asignado recursos a la producción de material bélico es un hecho físico
irreversible que ha pesado sobre esa generación combatiente, que entre otras secuelas,
ha debido postergar la producción y el consumo de bienes de uso civil, si ha habido
plena ocupación en aquél entonces. Sobre ella y no sobre otras generaciones pesa la
carga entendida como menos bienes y servicios y esa carga la habrían sufrido cualquiera
sea la forma que la financiaran. Claro está que dado la magnitud del gasto de guerra, de
haberse utilizado la tributación, el problema de la carga por pérdida de bienes y
servicios se agrava por los efectos sobre los incentivos y la producción que ella tendría
que tener frente a la magnitud excepcional del gasto público de esa generación
combatiente.
Pero además, dado la naturaleza del gasto que sirve de ejemplo, puede decirse que esta
generación no sólo sufrió la pérdida de otros bienes que pudo haber producido, sino que,
a consecuencia de ello legó a generaciones futuras de un menor capital nacional. Esto
no habría ocurrido si hubiese construido por igual monto, por ejemplo, una extensa red
caminera, pero el sacrificio de privarse de otros bienes para realizar esa red, dada
también la plena ocupación, reside exclusivamente en ella.
A través del impuesto o del uso del crédito se transfieren recursos al Estado y si a
consecuencia de ello disminuye la producción del sector privado, el mantener o aún
acrecentar los bienes y servicios disponibles a favor de la población dependerá de la
naturaleza del gasto público y la generación presente y las futuras sufrirán o no una
carga según el destino de ese gasto y no según su forma de financiarlo.
En otras palabras, no hay mayor o menor carga sobre ésta o futuras generaciones, en el
sentido de sacrificios de bienes y servicios que estén a su disposición, por la forma que
se financie el gasto público sino por la forma en que éste se realiza ya que en definitiva
utilizar el crédito público interno significa adelantar recursos, mediante el pago de un
interés, que luego se obtendrán a través de la tributación y sería, desde este punto de
vista, la única carga heredada ya que las generaciones futuras tendrán que ejercer su
poder tributario sin haber podido decidir sobre la naturaleza y oportunidad del gasto
público.
b.3 Naturaleza económica de la deuda pública externa.
Transferencias de ingresos al exterior.
Con respecto a la deuda pública externa el problema es distinto. Aquí el gobierno
recibe el préstamo de personas o entidades a quienes debe pagar fuera de su territorio y
en moneda que no es la propia, por lo que es necesario hacer otro tipo de
consideraciones.
Como en el caso anterior se debe distinguir carga en el sentido de mayores impuestos, y
en el sentido de menores bienes y servicios. Si se lo analiza en el primero de ellos, es
evidente que en años futuros también deberá imponerse una carga adicional de
impuestos para obtener el gobierno los recursos necesarios para pagar los servicios de la
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deuda y al igual que en el caso anterior lo justo o injusto de este proceder dependerá de
la naturaleza del gasto público que se financie de esta forma.
Pero a diferencia de la deuda pública interna donde el gobierno obraba como medio de
transferir ingresos de un sector, los que pagan los impuestos, hacia los que cobran los
servicios de la deuda, en la externa esa transferencia es a favor de personas que viven
fuera del país.
Cuando el gobierno se endeuda con el extranjero habrá ingresado recursos financieros o
bienes y simultáneamente se habrá contraído una deuda por lo que la situación
patrimonial del país no se altera. Luego al proceso se lo puede seguir describiendo
como cuando se consideró a la deuda estatal interna en relación al tipo de gasto público
que se efectúa con los recursos así obtenidos para juzgar la conveniencia o no de esta
forma de financiamiento.
Incidencia sobre el balance de pagos.
Un problema adicional se presenta con el endeudamiento externo ya que fuera de tener
que pagar anualmente determinados servicios (lo que le exige usar la tributación) debe
con su producido comprar las monedas extranjeras con que efectuar el pago (lo que le
exige intervenir en el mercado de divisas como demandante). La necesidad de utilizar
divisas para el pago de los servicios significa entonces que una parte de las reservas de
divisas con que cuenta el país debe afectarse a ese fin. Por lo tanto si se quiere
mantener el nivel existente de importaciones y pagar los servicios de la deuda externa,
habrá que exportar más y ello se realiza o aumentando la producción o disminuyendo el
consumo interno y en ambos casos se tendrá a fin de año menos bienes y servicios que
los que se hubiesen tenido.
A igual situación se llega si para pagar los servicios externos se deben disminuir las
importaciones. Pero puede suceder que los recursos externos se destinen a actividades
exportadoras o sustitutivas de importaciones por lo que su influencia en el balance de
pagos es más compleja, entonces, la utilización de la deuda pública externa lleva, en la
medida que se deban pagar los servicios, a una carga sobre la población no sólo
entendida en el sentido de mayores impuestos en lo futuro sino también en el de menos
bienes y servicios disponibles, salvo que éstos hayan aumentado por la utilización de los
recursos financieros así obtenidos, en actividades que elevan el ingreso nacional.
b.4. Los sectores que prestan al gobierno.
La financiación del gasto público mediante créditos que obtiene el Gobierno es un
auténtico recurso en la medida en que los fondos obtenidos no provengan del propio
sector.
Las familias, en países donde los mecanismos financieros no se encuentran destruidos
por la inflación, o en caso de haberla se adoptan medidas de indexación, son adquirentes
de los títulos gubernamentales por la garantía que ellos significan para sus ahorros. En
estos casos el Gobierno y las empresas compiten en la captación de dichos ahorros
familiares, pero difícilmente se altere con ello el consumo, salvo que los intereses sean
tan elevados que incentiven el ahorro. Pero, aún en este último caso, existen dudas
sobre las consecuencias definitivas ya que una alta tasa de rendimiento permite igual
renta con menor capital por lo que puede no alterarse el consumo ante los atractivos
intereses. Además el poseedor de títulos los computa en su patrimonio sin tener en
cuenta que el Gobierno para pagarle los intereses y amortizar la deuda debe cobrar
impuestos que a lo mejor inciden sobre su propio patrimonio.
Las empresas pueden ser adquirentes de valores del gobierno por varios motivos y
siempre en el supuesto de estabilidad monetaria. Las reservas afectadas a determinado
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fin pero transitoriamente ociosas son colocadas en títulos gubernamentales por la
seguridad que ofrecen, el rendimiento que producen y la posibilidad de transformarlos
en dinero efectivo en cualquier momento en el mercado de valores. Pero si las
condiciones de la deuda pública son muy atrayentes pueden originarse problemas
adicionales, como el hecho que se destinen a su compra no ya ahorros ociosos de las
empresas sino los destinados a posibles nuevas inversiones. Estas se ven afectadas por
ese motivo, como también por el hecho de que las familias dejen de adquirir títulos de
las empresas para comprar los del gobierno.
La utilización del crédito público está condicionada entonces no sólo por las
necesidades de financiar un determinado volumen de gasto público, sino por los
resultados que se espera produzcan en el financiamiento de las empresas y en el destino
de los ahorros familiares.
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