ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL ADN BASURA Y LA

Anuncio
ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL ADN BASURA Y LA PULSIÓN DE MUERTE
Dr. Augusto Garbari
RESUMEN:
El presente trabajo tiene como objetivo la integración y organización de hallazgos recientes y
dispersos de dos tendencias de la salud mental, las neurociencias y el psicoanálisis. Esos
hallazgos son: el ADN basura y la pulsión de muerte. El ADN basura esta conformado por todo
el genoma que no codifica genes, su interés radica en lo complejo de su acción ya que
interfiere en todos los procesos genéticos. Su longitud comprende el 90% del genoma y se
relaciona con la evolución de la especie, en nuestro caso, de la especie humana. Dado que
controla, regula y modula la función genética, se relaciona con el funcionamiento del
organismo y de forma estrecha con el funcionamiento mental, tal es el caso que ocupa este
ensayo, la forma como se relaciona con la pulsión de muerte. El interés de esta revisión, que
más que revisión es una propuesta, es el hallazgo de elementos constructivos a la psicoterapia
y el aporte de elementos novedosos a los investigadores de la psique.
ABSTRACT:
The present paper search the integration and organization of the recent, but spread, finding of
two science tendency in mental health, neuroscience and psychoanalysis. Those findings are
the DNA garbage and the death instinct. The DNA garbage is conformed by all the DNA that
don’t form genes, and its study is interesting by its complex action, DNA garbage interfere in all
the genetic processes and its longitude, is the 90% of the whole genome, that is related with
the evolution of the species, in our case, of the human being. Because its control, regulate and
module the genetic function, its related with the whole organism function, and in a deep form,
with mental function, and in the case of these work, the form how it is related with the death
instinct. The objective of this review, more than a review is a proposed that search findings of
constructive elements for the psychotherapy and findings of new mental elements for the
mind investigation.
INDICE
INTRODUCCIÓN
AND BASURA
PULSIÓN DE MUERTE
PRECONCEPTO-ADN BASURA
CONSTRUCTO MENTAL-PULSIÓN DE MUERTE
EL NUDO SINÁPTICO-PULSIÓN DE MUERTE
MEDICACIÓN-ADN BASURA-PULSIÓN DE MUERTE
PSICOTERAPIA-ADN BASURA – PULSION DE MUERTE
INTRODUCCIÓN
Este ensayo pretende abrir campo en las ciencias que estudian la mente, su discurso fluctúa
de lo rígido a lo flexible con la intención de lograr nuevos espacios a la discusión de la
investigación psíquica. Es una revisión de tipo descriptivo que lleva implícito varias propuestas
donde subyace una tendencia intensificada en los últimos años, la integración de las
neurociencias y el psicoanálisis.
La metodología es muy sencilla, consiste en la revisión, comparación y búsqueda de
concordancias entre los hallazgos del ADN basura y de la pulsión de muerte, dos elementos
que se relacionan con la mente, y lo más importante con el inadecuado funcionamiento de
ésta.
Este ensayo, en lo puntual, busca aproximar dichos conceptos mentales con la intención de dar
un espacio para construir puentes que aclaren aspectos de la psique y su organización, desde
lo macro (elementos mentales que evidencian la pulsión de muerte) hasta lo micro (el
genoma)
AND BASURA
El ADN basura comprende todo el GENOMA que no son genes, éste ADN representa el 90% o
más del genoma, es decir, comprende casi todo el material genético del ser humano, y es,
precisamente, el humano el que lo tiene más grande, por lo tanto, se ha sugerido que su
longitud se relaciona con la evolución dela especie. El ADN basura se encarga de múltiples
funciones vitales como inhibir, activar y modular la acción de los genes y las proteínas, entre
otros procesos celulares, en tal sentido, el ADN basura actúa directa e indirectamente sobre la
actividad neuronal. Una función de sumo interés en los procesos mentales, como se describe
en párrafos posteriores, es que el ADN basura cambia sus bases repetidas de forma extensa,
en instantes, es decir, este ADN no necesita de años como se pensaba antes para mutar. En tal
sentido sus bases pueden desplazarse más cerca o más lejos de determinados genes, lo que
genera cambios dramáticos en breves lapsos de tiempo, situación que resulta vital en los
procesos de la psique. Así entendido el ADN basura es un elemento sumamente dinámico del
genoma que puede generar cambios en los procesos neuronales
PULSIÓN DE MUERTE
La pulsión de muerte comprende, como fue planteado en la 3era tesis freudiana (1920), en la
tendencia del organismo a lo inanimado, es decir, a la búsqueda de la no excitación tanto en
los procesos mentales como en los somático, por ende es complementaria y opuesta a la libido
(pulsión de vida) la cual busca llevar al individuo a la excitación y se rige por el principio del
placer. La apoptosis puede representar un ejemplo de la pulsión de muerte dirigida a la misma
célula, ya que representa un “suicidio” programado por el mismo genoma.
PRECONCEPTO-ADN BASURA
El preconcepto es un elemento mental innato (anterior al nacimiento) ya presente desde la
concepción, por ejemplo sumar hasta 4 no se aprende, se nace con esa habilidad.
Con el pre-concepto se nace, es como un programa ya instalado, algunos de ellos sujetos a
cambio por el aprendizaje, de forma amplia, por las experiencias del sujeto. Los afectos, con
más énfasis que lo cognitivo, pueden presentarse, en un alto porcentaje, como preconceptos,
el más básico sería el acercamiento-rechazo. El narcisismo, el Edipo, la castración, el parricidio
y la culpa, a mi entender, pueden ser preconceptos del colectivo, dela misma forma, Jung
plantea como preconceptos los arquetipos de la mitología griega. Lo importante es
comprender que los preconceptos están impresos en el genoma de la especie humana e
inciden de forma significativa en su funcionamiento, sobre todo en la formación constructos,
que es el tema aquí abordado.
CONSTRUCTO MENTAL-PULSIÓN DE MUERTE
El “constructo mental” es una estructura de la psique que agrupa emociones, ideas,
experiencias, vivencias, recuerdos, conductas y otros elementos mentales, relacionados a
determinado conflicto psíquico, de forma especial, los constructos mentales son aquellos que
ocasionan las mayores alteraciones mentales del paciente, sin embargo, existen grados de
intensidad en la formación y expresión de un constructo mental.
La base biológica de ese conjunto de elementos mentales negativos que impiden el buen
funcionamiento de la mente se halla en el lóbulo temporal, en mayor medida y de forma
particular en la amígdala, que es la estructura que contiene los elementos mentales más
cargados tanto los de placer como los del displacer, es decir, la clínica del constructo
comprende aquellos síntomas que captan la atención del paciente por más tiempo y con
mayor intensidad, todos ellos representan elementos mentales negativos.
Sin embargo, la base biológica del constructo mental no se limita a la amígdala, allí radica “el
motor”, sus bases biológicas comprenden el cerebro como un todo, ya que entre otros, el
lóbulo prefrontal, encargado de manejar las emociones más elevadas e intervenir en las más
primitivas también puede relacionarse con el inadecuado manejo de una emoción u otro
elemento psicológico determinado.
De tal forma, el constructo mental representa en la psique una estructura integral negativa
que involucra la atracción de objetos internos alterados hacia la conciencia y la tendencia a la
percepción de estímulos externos nocivos, lo característico es que obstaculiza el libre
funcionamiento psíquico.
El constructo mental, si revisamos su estructura física básica, está conformado por una serie
de neuronas patológicas interconectadas que intercambian información dañina, relativa a
contenidos psicológicos inadecuados. Las interconexiones de tales neuronas alteradas afectan
un área cerebral y se pueden propagar a otras áreas por las sinapsis. De igual forma, tales
alteraciones de la neurona y sus conexiones, son mantenidas en el tiempo mediante por los
procesos de memoria a largo plazo descritos por Kandell.
Hay diversos modos de que se produzcan obstáculos al libre flujo de los procesos neurales. Un
exceso de conexiones neuronales, producto de una poda neuronal defectuosa en la niñez
como ocurre en la esquizofrenia y en el autismo, genera, por ejemplo lo que llamaremos en el
próximo capítulo “un nudo sináptico”, la base celular del constructo mental.
El genoma, así como los elementos del medio ambiente inciden directa e indirectamente en la
formación de los constructos mentales.
Tanto la pérdida de un ser querido como la presencia de un trastorno bipolar impresionan la
mente y dejan huellas que se traducen en constructos. Por ello, toda enfermedad mental se
relaciona con la existencia de dichos elementos mentales. Si hacemos una metáfora con las
matemáticas, los constructos mentales representan conjuntos de elementos clínicos con una
base biológica determinada y asociados a una red neuronal alterada; todo ello se expresa por
contenidos mentales que generan malestar y sufrimiento, lo que los manuales psiquiátricos
han divididos como la patología clínica mental.
Por ejemplo, el autismo es un trastorno mental de base genética donde el individuo se
relaciona de forma inadecuada con el medio ambiente. En tal sentido, las estructuras
biológicas relacionadas a esa vinculación “sujeto-medio ambiente” se expresan de forma
anormal, de forma especial, las áreas de la atención, la inteligencia y el habla (en esencia la de
comprensión del lenguaje), constituyen lo que denomino “constructo mental”, esa relación
biología-clínica.
Más allá, la base del daño biológico de los lóbulos se halla la alteración en lo celular, en las
neuronas que interactúan de forma anormal. Esa anormalidad en la función y comunicación
entre neuronas es lo que denominaré “nudo sináptico”, como señale antes.
Así como en el autismo, lo descrito aplica en sujetos con cualquier otro trastorno mental,
dependiendo de la función alterada la base biológica cambia y la clínica también, la estructura
que siempre permanece involucrada en la biología de un constructo es la amígdala.
En otro orden de ideas, el “constructo mental” es un aporte que permite unir dos áreas del
saber, neurociencias y psicoanálisis. La clínica de la “compulsión a la repetición”, hallazgo que
permitió a Freud llegar a la pulsión de muerte es lo constante en un constructo mental. La
repetición de la clínica en el paciente mental está presente tanto en la neurosis como en la
psicosis. La compulsión a la repetición consiste en la presencia continua y sostenida en la
conciencia de elementos psicológicos que causan malestar y sufrimiento al individuo.
De forma resumida, el eterno retorno del síntoma constituye la expresión psíquica del
conflicto y la biología que subyace a dicho conflicto también esta constituida por una
repetición anormal de procesos fisiológicos, que comprende un ciclo alterado.
Esa base biológica se ubica, como señalé, en mayor medida en la amígdala y en sus
conexiones, pero el constructo mental puede afectar cualquier área biológica, dependiendo
del tipo de constructo mental.
En tal sentido, las conexiones de neuronas anormales a nivel celular representa la expresión
básica del constructo mental: el nudo sináptico que subyace al constructo mental comprende
una red compleja de neuronas alteradas en su función y en sus conexiones, lo que se relaciona,
en última instancia, con la expresión clínica del paciente, es decir, la aparición en la consciencia
de elementos mentales disruptivos y un funcionamiento inadecuado de la mente.
A su vez, tales neuronas disruptivas son reguladas, a nivel molecular, por el genoma y el medio
ambiente neuronal, los cuales inciden en lo macro: creando, modificando o eliminando
constructos mentales.
NUDO SINÁPTICO-PULSIÓN DE MUERTE
En párrafos anteriores me he aproximado a otra estructura novedosa: “el nudo sináptico”. Esta
estructura neuronal situada, en esencia, en las sinapsis afecta por su ubicación determinados
grupos de neuronas y sus conexiones. Estos grupos neuronales patológicos impiden el
adecuado funcionamiento de las estructuras biológicas cerebrales a las que pertenecen, con la
consecuente aparición de la clínica en el paciente. Sin embargo, el nudo sináptico va más allá
de la conexión, éste tiene relación con los procesos intraneuronales de las neuronas afectas, es
decir, con los neurotransmisores, el genoma y demás elementos; así entendido, el nudo
sináptico traduce una base alterada en la conexión de la neurona y en su interior, por ende en
la base molecular intraneuronal. Como se observa, el constructo mental tiene una estructura
biológica macro involucrada (áreas cerebrales o lóbulos) y a nivel más elemental se relaciona
con los “nudos sinápticos altamente cargados” que existen en la amígdala y los nudos
sinápticos de menor intensidad de las demás estructuras biológicas relacionadas.
Hoy día esta claramente confirmado que el cerebro es un órgano que trabaja como un todo,
de tal modo, todas las neuronas del cerebro tienen un mayor o una menor relación con los
constructos mentales y nudos sinápticos que afectan la mente de un paciente.
MEDICACIÓN-ADN BASURA-PULSIÓN DE MUERTE
La medicación es un elemento que modifica la sintomatología del paciente y su objetivo es la
mejoría de éste, sin embargo, la extensión de su acción no se limita al síntoma y su mecanismo
de acción llega hasta el genoma y pueden producir cambios en éste. Una vez que la
medicación entra en un organismo se producen cambios de todo tipo y a todo nivel, por ende,
el constructo mental y el nudo sináptico no escapan a sus efectos, incluso, son su objetivo a
eliminar para la mejoría del paciente. La medicación actúa a nivel celular, en nuestro caso a
nivel neuronal, y más profundamente, a nivel molecular. En psiquiatría hay una extensa gama
de psicotrópicos que actúan desde el medio ambiente neuronal hasta el medio ambiente del
genoma, directamente sobre éste. En tal sentido la medicación actúa y modifica nuestras
neuronas y su genoma. Un ejemplo de su acción, a nivel celular, son las modificaciones que los
antipsicóticos producen sobre los receptores de dopamina, ya que inhiben la neurona postsináptica, además de afectar otros procesos como el aumento o disminución de los niveles de
energía de la neurona mediante la conversión ATP-ADP, la propagación de la excitación a
determinadas neuronas y la inhibición a otras, la afectación de los procesos mitocondriales y la
inhibición de la bomba del fosfoinositol, entre otros. En resumen, el medicamento genera una
pirámide inversa y creciente de forma exponencial de los procesos extraneurona e
intraneurona.
De interés a nuestra tesis del constructo mental y del nudo sináptico es la afectación de la
medicación sobre el ADN basura. Éste tipo de ADN, como ya se ha confirmado, afecta todo el
funcionamiento del organismo, de tal modo, en este ensayo pondré el énfasis de la medicación
en su relación con el constructo mental.
El ADN basura no contiene genes, contiene secuencias de ADN muy extensas, más del 90% del
genoma, muchas de sus secuencias son repeticiones inmensas de una sola base que hoy día se
conoce que pueden ser usadas para que un gen inhibitorio anule su función, por ejemplo.
Las funciones del ADN basura han motivado la investigación reciente, incluso, se le ha dado
mayor énfasis que los genes se piensa que ese tipo de ADN es la clave de la evolución de la
raza humana, ya que éste regula, modula, inhibe y excita el sistema neuronal, así como
controla la formación, modificación, acción y eliminación de genes, y en consecuencia las
proteínas que éstos producen.
Estos cambios moleculares originados por el ADN basura alteran el funcionamiento neuronal
de forma intensa, rápida y radical, lo que hace del ADN basura un elemento esencial en la
dinámica del funcionamiento mental. Por ejemplo, en un sujeto sometido a un estrés de alta
intensidad, cuya psique requiere la formación acelerada de una mayor cantidad de receptores
a neurotransmisores excitatorios, el ADN basura puede responder de forma efectiva, ya que
puede estimular, mediante la movilización de sus bases nitrogenadas (o de otros mecanismos)
a los genes encargados de formar receptores dela dopamina.
En tal sentido, la medicación, que por diversos mecanismos interactúa con el genoma, actúa
en consecuencia sobre el ADN basura, ya que puede obstaculizar o facilitar la acción de este
tipo de ADN, incluso, muchos de los efectos del medicamento pueden estar relacionados a la
relación ADN basura-medicación. Existen infinidad de modalidades de cómo el ADN basura
puede actuar sobre el organismo cuando éste se relaciona con el medicamento, precisarlos en
detalle no forma parte de este ensayo ya que dichos mecanismos moleculares son muy
complejos y, en gran parte, desconocidos.
Lo anterior evidencia que el síntoma disruptivo del paciente, componente observable del
constructo mental, tiene sus bases más allá de las estructuras biológicas macro, sus bases
están en los procesos moleculares más íntimos de las neuronas de los lóbulos cerebrales
involucrados y la medicación modifica dichos síntomas actuando a nivel molecular.
En otro orden de ideas, los elementos psicológicos que generan malestar se dividen en
subjetivos y colectivos, incluso Freud señala el narcisismo, el Edipo, la castración, el parricidio y
la culpa, como elementos psicológicos colectivos, arcaicos (muy primitivos) en la mente del ser
humano, y Jung amplía el espectro al considerar los arquetipos de la mitología griega y su
relación con la psique.
La pulsión de muerte tiene como objeto de descarga elementos previos al nacimiento, desde
el proceso de concepción del huevo o cigoto, esos objetos previos al nacimiento son los
preconceptos, tema desarrollado en un artículo anterior que presente. De ese modo, esos
elementos psíquicos arcaicos que configuran lo que Freud denominó “la roca madre del
sufrimiento”, se presentan como displacer esencial o malestar máximo en el paciente, lo que
hace que la pulsión de muerte, en toda su extensión y poder, se desplace y tome como objeto
de descarga la mayor parte del contenido psíquico, generando un circulo vicioso.
De lo anterior se infiere que una parte importante del malestar o displacer fundamental del
paciente viene impresa desde el genoma, y su correlato a nivel mental es su apego a lo
destructivo. Tales elementos señalados (narcisismo, Edipo, castración, parricidio y culpa)
representarían la herencia del malestar psíquico y sufrimiento del hombre, el drama de la
existencia del ser y de la especie, que luego es reforzada o atenuada por los objetos mentales
externos con los que se relaciona el sujeto, de forma especial con el objeto madre. Por ello la
importancia de dicho objeto mental en la psicoterapia, el único con la capacidad de absorber,
comprender, elaborar y reparar la muerte del paciente.
De tal modo, el constructo mental más intenso, impreso en los niveles neuronales y
moleculares de la amígdala, es resultado de nuestra memoria de especie, cuya unidad
elemental es el preconcepto (que son los contenidos elementales básicos, innatos y en su
mayor parte afectivos) como dije, entre los que más resaltan por su incidencia e interferencia
en el funcionamiento del aparato mental están los 5 complejos psíquicos: el narcisismo, el
Edipo, la castración, el parricidio y la culpa, así como los arquetipos de la mitología junguiana.
Esa deducción parte del hallazgo que el hombre viene con capacidades cognitivas, la capacidad
de contar hasta 4 es innata, por lo que podemos inferir que los contenidos afectivos, que son
más primitivos en la evolución, con mayor razón pueden ser innatos, en gran parte.
En resumen, la medicación actúa a diferentes niveles del organismo con el objetivo de mejorar
el malestar y sufrimiento del paciente, su acción suprime de forma directa, a nivel de lo
biológico, los síntomas del constructo mental. A nivel mental, la acción de los psicofármacos, a
grandes rasgos, se ubica en la disminución de los niveles de excitación o en el aumento de
éstos, pese a ello, describí mecanismos poco conocidos, por lo novedoso del tema que busca
abrir espacios a la exploración de lo expuesto, el debate.
PSICOTERAPIA-ADN BASURA-PULSION DE MUERTE
Lo importante de la ciencia es lograr hallazgos hacia lo “constructivo”, tendencia ética que no
siempre es respetada, sobre todo en las últimas décadas la investigación es “la ciencia por la
ciencia”, independiente de sus consecuencias y de sus usos.
En este caso, la teoría planteada sobre pulsión de muerte, ADN basura y constructo mental,
buscan conocer los mecanismos subyacentes al conflicto mental con la intención de hallar
modos de liberar al individuo del malestar y sufrimiento, en palabras de Freud, “si no se busca
la felicidad por lo menos la paz del paciente”.
El trabajo en la psicoterapia de cualquier tipo siempre, de algún modo, busca llevar el conflicto
al plano de la conciencia para su revisión, con la intención de trabajar los elementos mentales
nocivos a la psique del sujeto. La intención de realizar, guiado por el psicoterapeuta el
recuerdo, y más que recordar, revivir las experiencias, para poder sublimar la pulsión de
muerte y desplazar sus objetos hacia la pulsión de vida, sobre todo los objetos altamente
cargados de destructividad, odio y envidia. De tal forma, las intervenciones del psicoterapeuta
buscan modificar y desplazar tales elementos destructivos hacia la libido, y “reparar” la
biología desde la elaboración y reparación de los objetos mentales conflictivos, es decir, la
terapia busca resolver el conflicto, lo cual, en última instancia modifica la biología, que incide
en los constructos mentales para eliminarlos. Hoy día se sabe que la psicoterapia modifica
estructuras biológicas.
Tal afirmación ha sido comprobada por los experimentos de Kandell con la Aplysia y la
aplicación de estímulos constante sobre este organismo. La conclusión es que, incluso ese ser
viviente tan pequeño y poco evolucionado tiene memoria y un aprendizaje que se manifiestan
por cambios en su biología.
En el paciente, bajo esa misma línea de trabajo pero a un nivel más complejo, se busca que
exista un aprendizaje que desarrolle el hábito de traer a la conciencia, de forma sostenida, los
elementos disruptivos, una y otra vez. Ese mecanismo puede hacer que el sujeto detecte sus
constructos mentales y de esa forma los pueda modificar, incluso en su soledad luego de la
confrontación con el psicoterapeuta, logrando de esa manera romper el círculo vicioso que
caracteriza la compulsión a la repetición en lo mental y el nudo sináptico a nivel biológico, es
decir, el constructo mental.
En concordancia con lo anterior, la resolución del conflicto psíquico por lo mental puede
modificar la biología que también, a su vez, y en última instancia, retro actúa mejorando su
correlato mental. El psicoterapeuta busca en lo más íntimo del paciente el eterno retorno del
síntoma, su asociación con las estructuras biológicas y la red neuronal alterada asociada al
conflicto más primitivo o arcaico del individuo, lo que Freud denominó “la roca madre”: el
conflicto esencial y su substrato biológico. Pareciera que en lo biológico el conflicto esencial se
relaciona directamente con la amígdala. Mediante la terapia, de palabra en palabra, de
asociación en asociación, lo hablado, revisado, trabajado y elaborado por la conciencia puede
lograr llevar a la conciencia del paciente los contenidos más destructivos, ubicados en la
amígdala, los cuales están ligados a la pulsión de muerte y de vida, tales contenidos se
almacenan en dicha estructura (la amígdala).
De acuerdo a lo descrito, los cambios producidos por la psicoterapia pueden eliminar o
modificar los constructos mentales, sea de forma temporal o definitiva y alterar la biología
subyacente. La autenticidad de lo hablado por el paciente, así como la confianza en el
terapeuta, son elementos básicos para lograr llegar a la profundidad del conflicto, ya que solo
lo verdadero para el paciente logra eliminar los huecos negros de la terapia impiden que su
mente logre hacer brotar el conflicto, el cual busca perpetuarse usando todo tipo de
mecanismos demoniacos de evasión, defensa y evitación: las proyecciones del paciente
masivas, cargadas de envidia, odio, ira, entre otros elementos destructivos, tienden a
obstaculizar y desviar el camino a la capacidad de cambio, solo lo auténtico (subjetivo al
paciente) lo libera de las cargas negativas y facilita el desplazamiento, y en el mejor de los
casos, la eliminación de la pulsión de muerte.
En tal sentido la secuencia: clínica del paciente-expresión en palabras auténticas del conflictoconfianza en el psicoterapeuta-intervenciones adecuadas del psicoterapeuta-constancia en el
trabajo psicoterapéutico-excitación de las neuronas involucradas en los conflictos del sujetoreorganización y elaboración de los elementos mentales negativos-reparación de los nudos
sinápticos y eliminación de los constructos, derivan en la cura del paciente.
Lo descrito trata de esclarecer como el proceso de psicoterapia puede incidir sobre un
constructo, liberarlo de sus altas cargas de energías negativas almacenadas, drenarlas con la
consecuencia de sublimar la pulsión de muerte hacia fines “constructivos”.
Para concluir, este trabajo busca ampliar los límites rígidos de la ciencia, por lo que se ubica
más como un ensayo que abre puertas a la diversificación de las ciencias de la mente, y lo más
importante, aportar propuestas novedosas, que aunque están sujetas a muchas críticas por la
ciencia ortodoxa, su finalidad es constructiva.
REFERENCIAS
-Freud Sigmund. Obras completas. Editorial biblioteca nueva. Madrid (España) 1948
-Garbari Augusto. El ADN BASURA. Algunas consideraciones psíquicas. Monografía final del eje
de neurociencias. Master de Neurociencias y salud mental. Tesis de maestría. Universidad
Abierta de Cataluña (UOC) www.uoc.com 2004
- Garbari Augusto. Pulsión de muerte. Postulados freudianos y enfoques post-freudianos.
Monografía final del eje de neurociencias. Master de Neurociencias y salud menta. Tesis de
maestría. Universidad Abierta de Cataluña (UOC) www.uoc.com 2004
-Kandel ER; Squire LR. Breaking Down Scientific Barriers to the Study of Brain and Mind.
Science 2000 Nov 10; 290(5494): 1113 - 1120 www.sciencemag.org
- Stahl Stephen M. Psicofarmacología esencial. Bases neurocientíficas y aplicaciones clínicas.
Editorial Ariel. Barcelona (España) 2002
Descargar