Análisis del cambio experimentado por el sector servicios en

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Análisis del cambio experimentado por el sector servicios
en España (1980-2000)
Robles, Luisa; Ramos, Carmenb
a Universidad
de Málaga
Plaza del Ejido, s/n
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de Oviedo
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1-Introducción
De manera paralela al declive de la industria pesada, los sectores de servicios han emergido
como una pieza fundamental en la evolución reciente de muchos países desarrollados. Por ello,
es numerosa la literatura que los trata, estudiando sus características y crecimiento, y
considerando, especialmente, su progresiva influencia en la economía en su conjunto. Este
trabajo enfatiza la evolución y cambios experimentados por el sector servicios en España. Se
analiza el crecimiento del sector durante el período 1980-2000, etapa suficientemente amplia
como para esperar cambios estructurales de cierta importancia. El análisis se aborda desde una
perspectiva input output, ya que ésta proporciona una visión amplia de las relaciones e
interrelaciones sectoriales, así como suministra una nutrida variedad de técnicas que posibilitan
efectuar análisis de cambio estructural.
El artículo se organiza de la siguiente manera: se comienza con una motivación del
trabajo y con una rápida revisión de aquellas referencias bibliográficas consideradas más
relevantes para nuestros objetivos. Se hace mención, a continuación, al tratamiento de las
fuentes que no son sino las sucesivas tablas elaboradas por el INE. La Primera correspondiente
precisamente a 1980 y la última simétrica disponible correspondiente al año 2000. Conseguida
la deflación y homogeneidad entre ambas matrices, el paso siguiente ha consistido en el análisis
de la estabilidad de las estructuras productivas, de la estabilidad de los coeficientes y ligazones.
Y, tras ello, una descomposición del cambio en sus factores más relevantes: modificaciones vía
demanda intermedia o vía demanda final. Desde el trabajo pionero de Anna Carter, han sido
muchos los autores que han puesto de manifiesto que son los cambios en la demanda final los
que explican en mayor medida las transformaciones entre dos tablas sucesivas, quedando los
cambios tecnológicos o de coeficientes en un segundo lugar. Sin embargo, y en lo que concierne
a los servicios, parece que la conclusión no es tan clara debido, precisamente, al rápido
crecimiento que han registrado en las últimas décadas. En efecto, los cambios tecnológicos son
relevantes en las ramas más dinámicas o más regresivas y, por tanto, cabe esperar, su existencia
en las ramas de servicios intermedios y en las de la industria pesada en las últimas décadas. La
comprobación y relevancia de estos cambios en España ha sido el principal objetivo de este
trabajo.
Análisis del cambio experimentado por el sector servicios en España (1980-2000)
2
2-Motivación del trabajo: el cambio en la estructura productiva española
El desarrollo económico español, 1960-1974, se basó en un crecimiento industrial a ultranza,
con fuerte presencia de sectores pesados vinculados con frecuencia a empresas de carácter
público: industrias metalúrgicas, de maquinaria, de material de transporte, cemento, químicas,
refino y derivados del petróleo, energía eléctrica y papeleras. Por ende, se desarrolló un modelo
cuyas necesidades de energía fueron relativamente intensas, cuando el país carecía y carece de
fuentes energéticas primarias propias, a excepción del carbón. Por todo ello, no es de extrañar
que la crisis afectara a España de manera singular, y a las ramas industriales con especial
rotundidad1. Sobre los sectores más afectados se realizó una política que se denominó primero
como “reconversión” –medidas emprendidas entre los años 1979 a 1983- y, más tarde, como
“reconversión y reindustrialización” – distintos paquetes de medidas tomadas sucesivamente en
los años 1984 a 1987 y entre 1987 y 1990-. Las ramas afectadas por estas medidas fueron
sucesivamente la siderurgia integral, los aceros especiales y electrodomésticos (1979),
construcción naval, textil y componentes electrónicos para la automoción (1982), transformados
del cobre, componentes eléctricos, acero común, calzado y forja pesada (1983) y, finalmente la
industria de fertilizantes en 1984. Adicionalmente a las reconversiones de carácter general, se
efectuaron más injustificables “planes de ajuste y viabilidad” ad hoc en determinadas grandes
empresas en crisis, empresas de la minería del carbón y dedicadas a la fabricación de bienes de
equipo, a productos químicos y a la siderurgia del aluminio. El resultado final de todo este
proceso es que el sector industrial en su globalidad perdió peso en la economía española –
cuadro nº 1- y que, de manera especial, lo hicieron las industrias pesadas que se sitúan en el
cuadrante superior izquierdo de una tabla input output.
Cuadro número 1. Distribución porcentual sectorial del PIB. Distintos años
1980
1985
1990
1995
2000
1 Agricultura y Pesca
7%
6%
5%
3%
4%
2 Energía
5%
6%
6%
6%
3%
3 Manufacturas
26%
25%
22%
19%
17%
4 Construcción
9%
7%
10%
9%
8%
5 Servicios de mercado
43%
43%
44%
48%
53%
6 Servicios de no mercado
10%
13%
14%
15%
14%
PIB
100%
100%
100%
100%
100%
Fuente: INE
Frente al declive industrial, las ramas de servicios han venido creciendo y ganando peso
en España de manera muy acelerada. Como se aprecia en el cuadro nº 2, mientras que los
sectores agricultura y pesca, energía, manufacturas y construcción presentan un descenso en su
participación en el PIB a lo largo del período considerado, los servicios experimentan un sólido
y continuado crecimiento. Además, puede reseñarse que aunque la mayoría de ellos siguen
dedicándose preferentemente a suministrar a la demanda final, consumo de los hogares en
especial, durante el periodo citado emerge un subsector terciario dedicado al suministro de
inputs intermedios a semejanza de bastantes ramas manufactureras (transporte por ferrocarril,
otros transportes terrestres, servicios anexos al transporte, comunicaciones, instituciones de
crédito, compañías de seguros y servicios prestados a las empresas). Así, en el caso español, si
en 1970 el destino intermedio del output de los servicios era tan sólo del 20%, en 1980 el
porcentaje se había elevado al 23%, y al 30% en 2000. Por otra parte, el destino de las
producciones de servicios intermedios ya no es sólo la industria como se ha remarcado y
analizado tradicionalmente, sino que, en la mayor parte de los casos, los principales
destinatarios son las propias ramas de servicios.
1
Es abundante la bibliografía que se dispone sobre este proceso en España. Cabe destacar un número
extraordinario, 232, de la revista del Ministerio de Industria: Economía Industrial así como el informe básico de la
época realizado por este mismo Ministerio: MINER (1983): Libro Blanco de la Reindustrialización, Madrid.
Análisis del cambio experimentado por el sector servicios en España (1980-2000)
3
Cuadro nº 2. Tasas de variación sectorial del PIB
Tasas de variación (%)
1985/1980 1990/1985 1995/1990
1 Agricultura y Pesca
-14,29
-16,67
-40,00
2 Energía
20,00
0,00
0,00
3 Manufacturas
-3,85
-12,00
-13,64
4 Construcción
-22,22
42,86
-10,00
5 Servicios de mercado
0,00
2,33
9,09
6 Servicios de no mercado 30,00
7,69
7,14
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del INE
2000/1995
33,33
-50,00
-10,53
-11,11
10,42
-6,67
2000/1980
-42,86
-40,00
-34,62
-11,11
23,26
40,00
En relación con este apreciable cambio de los servicios, el objetivo de este trabajo
consistirá, en buena parte, en analizar su evolución en España. Para ello, previamente se
efectuará un breve repaso de algunas de las principales referencias bibliográficas sobre el tema
y, posteriormente, se efectuará un estudio empírico sobre el mismo.
El presente análisis se llevará a cabo aplicando metodología input output (IO), mientras
que el período considerado estará situado entre 1980 y 2000 por dos motivos: por ser
suficientemente amplio como para mostrar cambios estructurales y, en segundo lugar, por
razones de fuentes, por contar con sendas tablas elaboradas por el INE, la primera,
correspondiente al año 1980 y la última simétrica, correspondiente al año 20002.
3-Breve revisión de la literatura
Existen varias obras de referencia sobre el crecimiento de los servicios, unos patrocinados por
instituciones de investigación de carácter privado: Sáez, F. et al (1993), otros realizados por
destacados especialistas universitarios –Cuadrado, J.R. y Del Río (1992)- y otros, por último,
efectuados por la propia Administración Pública - Ministerio de Industria y Energía (1995,
2007)-. Se han propuesto distintas razones para explicar la evolución de los servicios en España,
pero se ha insistido sobre todo en la fuerte expansión de los servicios colectivos que se produjo
a comienzos del periodo estudiado y, sobre todo, en las nuevas necesidades de servicios
intermedios por parte del sistema productivo. Sistema productivo, y no sólo del sector industrial
como se ha mencionado porque, en efecto, la mayor complejidad y especialización productiva
no es sólo un fenómeno industrial aunque sea muy relevante allí, sino que afecta también a la
propia actividad de servicios e incluso, aunque en menor medida, a la construcción y a las ramas
primarias. Nuevas iniciativas empresariales de racionalización de la producción han impulsado
una nueva especialización del trabajo y del propio proceso productivo, y se han generalizado
nuevas formas de relaciones de subcontratación y cooperación que han fomentado la demanda
de servicios intermedios.
El conjunto de trabajos citado aborda un número considerable de temas, pero en lo que a
crecimiento y cambio de los servicios se refiere, destacan dos importantes hechos. Por una
parte, ponen bien de manifiesto que los sectores de servicios intermedios son los que más
crecieron en la economía española en las últimas décadas. En segundo lugar, que los sectores
de manufacturas y servicios intermedios, siempre relacionados, han aumentado su propia
interdependencia y los sectores de servicios intermedios son ya similares a las manufacturas en
cuanto a su impacto creciente sobre el resto de actividades. De esta manera, no es de extrañar
que como demuestra Rubalcaba, L. (2007) su ciclo, en algún caso, se haya aproximado de forma
creciente.
El gráfico número 1 (en el anexo A.3) quiere recoger el hecho de que durante el período
que se considera en este trabajo, 1980 a 2000, las ramas más dinámicas en España han sido
2
En el anexo A.1 se recoge el tratamiento estadístico aplicado a las tablas para conseguir su
homogeneidad.
Análisis del cambio experimentado por el sector servicios en España (1980-2000)
4
mayoritariamente de servicios (de la 36 a la 55), las situadas precisamente a la izquierda, con
prácticamente una única excepción relevante entre las industriales3, la industria de fabricación
de automóviles.
Por su parte, es también muy abundante la bibliografía internacional acerca del cambio
producido en las ramas de servicios intermedios en las últimas décadas. Así, y sin tener que
abandonar la basada en métodos input output, pueden citarse trabajos que se centran en el
crecimiento espectacular de los servicios y en el análisis de sus linkages con el resto de las
actividades y, en segundo lugar, otros que además, utilizan técnicas IO específicas de análisis de
cambio estructural. Muchos de ellos han intentado responder a la pregunta, ya clásica, sobre si
este crecimiento es sólo una transferencia de actividades y tareas de la industria a ciertos
servicios o si, por el contrario, se trata de un fenómeno más complejo consecuencia del
estado del desarrollo actual. Pueden destacarse así primeros trabajos como los de Tschetter, J.
(1987) para los EEUU, Perry (1990) para Auckland, Nueva Zelanda, Fournier, Stephen F. y
Axelsson, Sten (1993) para Suecia o Beyers and Lindahl (1996) para los EEUU; más tarde,
Antonelli (1998) con un trabajo sobre el papel de los servicios intermedios en la transformación
de las economías de países como el Reino Unido, Italia, Francia y Alemania, Pilat, D. y Wölfl
A. (2005) y Wölfl A. (2005) que analizan los países de la OCDE, y Bhowmik, R. (2003) para el
caso de India, poniendo de manifiesto que el fenómeno no incumbe sólo a los países más
desarrollados. Como se ha dicho, algunos añaden además técnicas específicas IO de cambio
estructural: Barker, T. (1990), Oosterhaven y Hoen (1998), Peneder, M., Kaniovski, S. y Dachs,
B. (2003) o Savona y Lorentz (2006).
Autores como Rajan (1987) y Lewis (1988), habían sostenido que el crecimiento de los
servicios intermedios era una mera ilusión ya que no hacían sino reemplazar actividades que
abandonaban las ramas manufactureras, pero este punto de vista fue repetidamente cuestionado4
y hoy definitivamente abandonado. El punto de vista dominante defiende que el crecimiento
estructural de los servicios se corresponde con una nueva fase o forma en la división del trabajo
y que se trata de un fenómeno complejo y no de una mera transferencia de puestos de trabajo
(Henk L.M. Kox y Luis Rubalcaba 2007). Otros autores hacen hincapié en que la distinción
entre manufacturas y servicios se ha ido nublando ya que su interacción ha ido tomado muy
diversas formas y a que ambos contribuyen mutuamente a la producción en diversas etapas de la
cadena de generación del valor añadido -Pilat, D. y Wölfl A. (2005)-. Con todo, los dos sectores
aún difieren en su respectivo papel en la economía, y los servicios continúan siendo más
independientes si se comparan con las ramas manufactureras. La mayoría de los inputs que
adquieren los servicios provienen de ellos mismos, mientras que las manufacturas interactúan
con mucha mayor intensidad entre ellas mismas, tanto como oferentes como demandantes de
sus respectivos inputs intermedios. Por otra parte, el destino de la producción y el origen de las
compras de los servicios continúan siendo muy domésticos, mientras que las manufacturas se
encuentran mucho más abiertas al comercio internacional y a la división internacional del
trabajo.
En lo que se refiere a las causas del desarrollo de los servicios resulta especialmente
interesante acudir a quienes han utilizado técnicas de cambio estructural, ya que en todas ellas
3
Las ramas que más crecieron fueron dos en el caso de la industria y ocho en el caso de los servicios. De las dos
industriales, una es la fabricación de máquinas de oficina (rama 18), industria creciente pero de muy escaso peso
antes y después del proceso, mientras que la otra acabará siendo muy significativa en España, la fabricación de
automóviles (20), actividad que va a crecer considerablemente este período de manera paralela al cierre de otra
industria de vehículos, la industria naval.
4 Ya en 1987, Tschetter, J (1987) destacó que, al menos para el caso de los EEUU, la expansión de los servicios no
era debida al unbundling. Unbundling implicaba que la localización de las actividades de servicios hubieran
cambiado pero no su volumen, y ese no era el caso. En el mismo sentido, con posterioridad, Beyers, W.B. y D.P.
Lindahl (1996) afirmaban: “En este trabajo se demuestra que la externalización de los servicios no es el factor más
importante a la hora de explicar el crecimiento de la demanda de estos servicios. La necesidad de conocimiento
especializado es, con diferencia, la razón más importante, combinado con una gran variedad de razones de costes
cuasi-costes y otras ajenas a los costes”.
Análisis del cambio experimentado por el sector servicios en España (1980-2000)
5
se hace mención al cambio en los coeficientes tecnológicos de las tablas input-output (TIO). Los
resultados no han sido unánimes aunque hay que tener presente que hacen referencia a muy
diversos países y periodos. Desde el libro de Anna Carter, muchos autores han puesto de
manifiesto que son los cambios en la demanda final, en alguno de sus componentes, los que
explican en mayor medida las transformaciones entre dos tablas sucesivas, quedando los
cambios tecnológicos o de coeficientes en un segundo lugar. Sin embargo, y en lo que concierne
a los servicios, parece que la conclusión no es tan clara debido, precisamente, al rápido
crecimiento que han registrado en las últimas décadas. En efecto, y como es muy sabido,
Feldman et al (1987) encontraron que el cambio en la producción de los EEUU entre los años
1963 y 1978 fue determinado principalmente por la demanda final, pero que el cambio
estructural fue relativamente más importante para el caso de las actividades bien emergentes
bien en declive. Fujimagari. (1989) coincidió con el mismo resultado usando una tabla de
Canadá para los años 1961 y 1981 con una desagregación de 602 productos y l91 ramas de
actividad. El resultado, sin embargo, es matizado en los trabajos de Barker, T. (1990) y
Oosterhaven, J. and Hoen, A.R. (1998) para el caso de varias actividades de servicios.
Una de las aportaciones primeras y más interesantes por la relación con nuestro
trabajo es la de Barker, T. (1990) centrado en el caso de Gran Bretaña. Afirma el autor: “En este
trabajo se intenta dar respuesta a las siguientes cuestiones: ¿cuánto del incremento de los
servicios se ha debido a la recolocación de actividades previamente realizadas por las
manufacturas? Y, ¿ha sido el crecimiento de los servicios debido a un crecimiento de la
demanda final o a otros factores? La principal conclusión es que los cambios en los
coeficientes de las tablas input output fueron singularmente importantes en la estructura de los
servicios de GB, debido casi por completo a que ellos lideraron a los sectores más dinámicos”
(p.181)5.
Oosterhaven, J. and Hoen, A.R. (1998), por su parte, realizaron un estudio de
descomposición estructural sobre una serie de tablas de 25 sectores correspondientes a diversos
países de la UE para los años 1975 y 1985. Se trató de una trabajo en clara réplica a las
conclusiones que para la política económica obtenían Feldman et al6. Su principal conclusión es
que si bien el crecimiento del consumo interior fue el factor más importante para explicar el
crecimiento de la renta de la EU-6 como un todo, no lo fue en cambio, para cada uno de los
países de manera individual. En segundo lugar, su análisis muestra también impactos
significativos consecuencia de cambios en los coeficientes a escala sectorial, afectando este
hecho, de manera especial, a los servicios de mercado. Por último, esta incidencia se atribuye
principalmente al incremento de la importancia de estos servicios tanto en la demanda
intermedia como en la final (p. 513). Savona, M. and Lorentz, A. (2006), por último, insisten en
un sentido similar al afirmar que el papel de los cambios de los coeficientes sobre la producción
total es mucho más importante para las ramas de servicios que para las manufacturas. Las bases
del cambio estructural descansan en el crecimiento de los servicios emergentes orientados tanto
hacia la demanda intermedia como a la final, mientras que el crecimiento de la producción de
las manufacturas descansa, tan sólo, en el consumo final (p. 15).
En definitiva, si bien la literatura no es concluyente, quizás si pueda afirmarse que si
bien los cambios en la demanda final continúan explicando la mayor parte del crecimiento, los
cambios tecnológicos o cambios en los coeficientes tecnológicos, son relevantes en las ramas
más dinámicas o más regresivas y, por tanto, en las ramas de servicios intermedios y en las de la
industria pesada en las últimas décadas.
En un sentido similar: “Sobre una tercera parte del cambio de los servicios puede atribuirse al cambio en los
coeficientes, aparentemente un resultado bien diferente al alcanzado en los EEUU por Feldman et al. (1987) y
Fujimagari (1989)” (p. 179).
6 Estos autores concluían que si los cambios en la demanda agregada eran los principales motores del crecimiento y
cambio estructural, serían innecesarias otras políticas que no fueran las macroeconómicas. Por el contrario,
Oosterhaven, J. and Hoen, A.R. siguen viendo necesarias las políticas microeconómicas o de oferta dado que si que
observan cambios tecnológicos o de coeficientes significativos en diversos sectores.
5
Análisis del cambio experimentado por el sector servicios en España (1980-2000)
6
4-Análisis de la evolución de los servicios
A continuación pasamos a analizar la evolución experimentada por el sector servicios español.
4.1-Estabilidad y cambio en la composición de la estructura productiva
Los importantes cambios acontecidos en la economía española no han acarreado, sin embargo,
una variación apreciable en la naturaleza (primaria/ manufacturera, intermedia/ final) de las
ramas de las TIO, a la luz de los criterios empleados por Chenery y Watanabe7 -cuadro nº A.2.1
en Anexo-. En efecto, pese al tiempo transcurrido, las actividades mantienen pertinazmente sus
rasgos estructurales, por encima de los cambios de sus funciones de producción, o a pesar de los
cambios registrados en sus coeficientes. La inevitable agregación de las tablas, las
compensaciones que pueden ocurrir en el interior de las ramas (declive del sector naval pero
auge de la construcción de automóviles, por ejemplo), el hecho de que los coeficientes se
calculen sobre la producción de cada rama y que al variar ésta puedan variar aquellos en
semejante proporción, son elementos que juegan a favor de la estabilidad productiva de una
economía que, en todo caso, era ya madura y compleja8.
No se está sino afirmando que ramas como la química o la metalurgia se caracterizaban
y se siguen caracterizando por ser adquirentes y oferentes de inputs intermedios, mientras que
actividades más ligeras como las alimenticias antes y ahora transforman productos agrarios que
destinan a la demanda final. Y estas situaciones, como es lógico, son muy estables. Pero si bien
el tiempo no modifica de forma sustancial el carácter de las ramas, son de esperar alteraciones
en las funciones de producción. Siendo útil la descripción anterior a la hora de conjeturar por
donde irán los principales cambios, ya que afectarán con mayor intensidad a las ramas de
carácter intermedio y, dentro de ellas, a las que más se hayan alterado. Sin embargo, aunque si
bien es cierto que los sectores económicos apenas han alterado su caracterización estructural, ha
parecido conveniente analizar si los valores de los coeficientes de Chenery y Watanabe han
variado a lo largo del periodo considerado, es decir, una rama puede continuar perteneciendo a
una categoría determinada, pero el valor que permite su encuadre en dicha categoría es posible
que haya variado apreciablemente. Con el objetivo de determinar esta posible fuente de cambio,
se han calculado las tasas de variación de los eslabonamientos propuestos por Chenery y
Watanabe y determinado a partir de ellas los cuartiles correspondientes. En el cuadro nº 3 se
presentan aquellos sectores cuyas tasas de cambio de los eslabonamientos se encuentran por
encima del tercer cuartil.
7
Los coeficientes propuestos por Chenery y Watanabe tienen las siguientes expresiones: el denominado
eslabonamiento hacia atrás se define como
z ij
Z
i
j
y el eslabonamiento hacia delante como
z ij
Z
j
. A partir de los
i
valores que ambos tomen se pueden caracterizar las ramas de una economía como manufactureras o primarias y de
destino intermedio o final.
8 El grado de agregación de las tablas puede influir en la estabilidad temporal de los coeficientes técnicos. Si bien,
una mayor agregación puede ser sinónimo de inestabilidad al agravarse el problema de la cambiante mezcla del
producto (factor causante de variaciones a lo largo del tiempo en los coeficientes columna de una rama dada); no
resulta extraño que en determinadas ocasiones dicha agregación beneficie la estabilidad, compensando el impacto de
sustituciones entre materiales afines (Vaccara, 1970).
Análisis del cambio experimentado por el sector servicios en España (1980-2000)
7
Cuadro número 3: Sectores con tasas de cambio en eslabonamientos que están sobre el tercer cuartil
Eslabonamientos hacia atrás
Eslabonamientos hacia delante
Productos de la silvicultura
Minerales metálicos
Minerales no metálicos
Recuperación y reparación
Comercio
Transporte por ferrocarril
Servicios anexos al transporte
Comunicaciones
Servicios prestados a las empresas
Enseñanza e investigación destinadas a la venta
Sanidad destinada a la venta
Otros servicios destinados a la venta ncop
Sanidad no destinada a la venta
Otro material de transporte
Leche y productos lácteos
Muebles y otras industrias manufacturas
Productos de la impresión gráfica y edición
Recuperación y reparación
Comercio
Transporte por ferrocarril
Transporte marítimo
Instituciones de seguro
Alquiler de bienes inmuebles
Enseñanza e investigación destinadas a la
venta
Sanidad destinada a la venta
Otros servicios destinados a la venta ncop
Fuente: Elaboración propia
Como puede apreciarse un buen número de sectores de servicios se encuentran entre
los que mayores cambios han experimentado en sus eslabonamientos y, de hecho, alrededor de
un 70% de las ramas que mayores variaciones han experimentado corresponden a estos
servicios. Además, las variaciones son positivas en todos los casos, con lo que puede concluirse
que el fuerte desarrollo experimentado por los servicios en España en el periodo considerado ha
ido de la mano de una mayor integración con el conjunto de las ramas tanto en sus relaciones de
compras como de ventas.
4.2. Evolución de las interrelaciones del sector servicios con el conjunto de la economía
Uno de los aspectos que se derivan de la literatura relativa a servicios es que las
interrelaciones de este sector en la economía han crecido considerablemente, es decir,
no sólo han aumentado los flujos que se establecen entre sectores, sino también el nivel
de interrelación o interdependencia entre ellos. Con el objetivo de analizar este aspecto
hemos determinado los coeficientes de Streit. Para definir estos coeficientes se parte de
las denominadas ligazones de oferta y de demanda, las cuales pueden establecerse en los
siguientes términos:
z ij
(1)
LEOij 
z
 ij
j
Con LEO se denominan ligazones específicas de oferta, las cuales permiten analizar
cómo se distribuye la oferta del sector servicios en el conjunto de ramas.
Análogamente, las ligazones específicas de demanda (LED)
LEDij 
z ij
z
(2)
ij
i
posibilitan conocer la distribución de la relaciones de demanda de los servicios.
La expresión de los coeficientes de Streit se determina como la media aritmética de las dos
ligazones anteriores (LEOij y LEDij) y de sus correspondientes expresiones alternativas (LEOji y
LEDji):
Análisis del cambio experimentado por el sector servicios en España (1980-2000)
CES ij 
8
1
LEO ij  LEO ji  LED ij  LED ji 
4
(3)
Donde
z ji
z ji
y LEDij 
LEOji 
 z ji
 z ij
i
(4)
j
Agregando en filas o columnas se obtiene un índice sintético para cada uno de los
sectores:
CESi   CESij   CESij
i
(5)
j
Estos índices proporcionan una medida de lo relacionada que está cada rama con el
resto. De la aplicación de los coeficientes anteriores se han obtenido los siguientes resultados9:
Cuadro número 4. Coeficientes de Streit de grandes sectores de actividad
Ramas
CES medio 1980 CES medio 2000
Agricultura
1,0252
0,8134
Energía
1,1740
0,9656
Industria
0,7942
0,8241
Construcción
2,5435
2,1654
Servicios de mercado
1,0197
1,1206
Fuente: Elaboración propia.
Como puede apreciarse, los sectores industriales y servicios de mercado han
experimentado un crecimiento en sus interrelaciones con el conjunto de la economía. Si se
añade un análisis sectorial pormenorizado del sector servicios, se aprecia que las ramas
Comercio, Anexos al transporte, Comunicaciones, Servicios prestados a empresas, Alquiler de
bienes inmuebles, Enseñanza destinadas a la venta, Sanidad destinada a la venta y Otros
servicios destinados a la venta destacan sobre el resto. Los resultados numéricos aparecen
recogidos en el cuadro nº 5.
Cuadro número 5. Coeficientes de Streit de ramas de servicios
Ramas
Recuperación y reparación
Comercio
Restaurantes, hoteles y cafés
Transporte por ferrocarril
Otros transportes terrestres
Transporte marítimo
Transporte aéreo
Servicios anexos al transporte
Comunicaciones
Instituciones de crédito
Instituciones de seguro
Servicios prestados a las empresas
Alquiler de bienes inmuebles
Enseñanza destinadas a la venta
Sanidad destinada a la venta
Otros servicios destinados a la venta ncop
CESi 1980
1,0921
1,6181
1,9538
0,5543
1,3655
0,6535
0,6469
0,9510
0,7134
1,6920
0,7027
1,5774
0,9769
0,5607
0,5706
0,6877
CESi 2000
0,6116
2,1156
1,7122
0,5368
1,3629
0,5373
0,6326
1,4904
0,9859
0,9308
0,5947
3,0775
1,1450
0,7204
0,6252
0,8517
Fuente: Elaboración propia.
9
Han sido excluidos del análisis los sectores de servicios no destinados a la venta por presentar un problema de
cálculo.
Análisis del cambio experimentado por el sector servicios en España (1980-2000)
9
4.3. Análisis de la evolución de la estructura productiva desde la óptica de los servicios
En el análisis efectuado hasta aquí hemos realizado un estudio de la evolución del sector
servicios, que podemos considerar como “relacional”, ya que para efectuarlo se han
determinado los cambios experimentados en la forma de relacionarse de esta rama con el
conjunto de la economía, tanto a partir la consideración de las modificaciones experimentadas
en su caracterización, como por la variación sufrida en su capacidad de interrelación.
En lo que sigue continuaremos nuestro trabajo realizando un análisis de cambio
estructural en sentido más estricto, observando los cambios sufridos por la estructura
productiva, cuantificados a partir de la consideración de los propios coeficientes de las tablas y
de la descomposición de dicho cambio. Para lo cual se proponen dos ejercicios sucesivos y
relacionados. Por una parte, se realizará un estudio comparativo de coeficientes de cara a
determinar en qué casos, en qué ramas, han variado de manera más significativa. En segundo
lugar se efectuará un análisis de descomposición estructural para detectar las causas del cambio
en la producción española, determinando si dichas modificaciones han estado impulsadas por la
demanda final o si, por el contrario, han sido motivadas por tecnología, es decir, por la demanda
intermedia, por los coeficientes. Asimismo, se podrá también caracterizar a las ramas de
actividad de acuerdo a su participación en el cambio de la estructura productiva, destacando
aquellas cuyo cambio haya generado un impacto mayor. De acuerdo con el apartado anterior,
entre éstas interesarán singularmente las ramas de servicios intermedios.
Puede ponerse un ejemplo para aclarar esta cuestión; cabe esperar que por su enorme
dinamismo la rama de Servicios a las Empresas sea una clara candidata a ser una de las
actividades cuyas ligazones con el resto de ramas más se haya modificado o, en este caso,
intensificado. De ser así, en el segundo ejercicio se podrá añadir en qué medida los cambios
intermedios de esta rama han colaborado o han sido responsable de los cambios totales de la
producción española entre los años considerados, 1980 al año 2000.
Mesnard, en diferentes trabajos (1997, 2000), ha venido llamando la atención sobre los
inconvenientes que puede acarrear la comparación directa entre dos matrices si sus márgenes no
son los mismos, esto es, si las sumas de los elementos de sus columnas y filas no son idénticas.
Desde este modelo, los coeficientes técnicos y de distribución, calculados a partir de dos
matrices relativas a la economía española para los años 1980 y 2000, se ven influenciados por la
presencia de un sumando ajeno a los coeficientes. Este sumando es el valor añadido en el caso
de la matriz de coeficientes técnicos y la demanda final en el caso de la matriz de distribución.
De esta manera, aumentos o disminuciones en las rentas primarias, pueden afectar a la
producción lo que, a su vez, alteraría a los coeficiente técnicos. Y, por su parte, variaciones de
las componentes de la demanda final podrían alterar los coeficientes de distribución. En
consecuencia, el significado de la matriz diferencia se encontraría adulterado, por lo que la
medición del cambio en la estructura de cualquier término z ij00  z 80
ij exige eliminar previamente
el efecto de la variación en los márgenes (Mesnard, 1997).
Pues bien, para evitar las críticas de Mesnard se ha optado por el uso de las
denominadas “ligazones”, en vez de los coeficientes técnicos en la determinación del cambio en
la estructura productiva. Se definen estas ligazones como las proporciones de consumos
intermedios con respecto al total en columnas, siendo su expresión matemática la ya recogida en
(1):
a ij 
z ij
z
j
ij
Análisis del cambio experimentado por el sector servicios en España (1980-2000)
10
Que, como se verá, evita, sin más, la presencia del valor añadido o la demanda final.
Por otra parte, se ha optado deliberadamente también por trabajar con datos totales –
interiores e importaciones- ya que el objetivo perseguido en este apartado es el estudio de las
alteraciones en la estructura productiva española a través de las ligazones de las tablas IO, en
otras palabras, la realización de un estudio de cambio tecnológico. En efecto, la estructura
productiva de una economía se establece sobre las relaciones intersectoriales reflejadas en la
tabla a través de las ligazones y, por lo tanto, un cambio estructural será consecuencia de la
modificación de las ligazones. Se trata de la comparación de las relaciones entre las “mismas”
ramas en dos momentos del tiempo, conduciendo esto a un tratamiento estadístico de muestras
de datos pareados.
Los coeficientes varían a lo largo del tiempo por muy diversas razones: cambios
tecnológicos, en la calidad de los inputs, en los precios relativos consecuencia de la sustitución
entre inputs primarios y secundarios, economías de escala... , produciéndose perturbaciones en
la combinación de inputs de las industrias y, vía relaciones intersectoriales, de la estructura
completa de la producción [Miernyk (1965), Forsell (1972) y Vaccara (1970)]. En la práctica,
la posibilidad de que estas causas aparezcan de forma simultánea, dificulta extraordinariamente
su discriminación o aislamiento10.
Con todo, y como la literatura ha demostrado (Carter 1970, Conway 1977, Robles y
Sanjuán 2007), las tablas presentan una apreciable estabilidad en el tiempo ya sea en sus
coeficientes –o ligazones- ya sea en sus multiplicadores. Y esto hace que en términos generales
no se aprecien cambios estadísticamente significativos en las estructuras de coeficientes
técnicos y de distribución. De hecho, y como indica Carter (1970), precisamente en países ya
maduros lo que cabe esperar es una gran estabilidad en los coeficientes frente a la situación de
países emergentes.
Pero otra cuestión es el análisis de los coeficientes técnicos o las ligazones por columnas si se
leen o interpretan por filas. En este caso, y como puede apreciarse en el gráfico A.3.1 en el
anexo – sí se aprecian algunas alteraciones de interés. Los cambios se reúnen nítidamente en dos
áreas. La primera se sitúa en el ángulo superior izquierdo de la tabla, en las primeras ramas
industriales básicas, donde los procesos de reconversión han sido singularmente notables. La
segunda, una significativa franja que atraviesa la tabla de lado a lado, está dibujada por el
aumento de importancia de los inputs intermedios suministrados por los grandes y dinámicos
servicios intermedios: comercio, comunicaciones, servicios a las empresas, transportes y
anexos y servicios financieros, “inputs intermedios de carácter general” debido a su condición
de necesarios para la mayoría de sectores, lo que acarrea superiores niveles de interdependencia.
De esta manera, mientras que si se analizan las columnas de ligazones son pocos los datos que
se alteran de manera significativa en cada una de ellas, lo relevante es que estos cambios son
coincidentes precisamente en las mismas filas. Y, en este caso, si se apreciarán cambios de
interés en las estructuras de compras. Es el caso, de nuevo, de servicios a las empresas. Su
propia estructura de costes, relativamente sencilla, no se ha alternado de manera significativa
pero lo que si se ha modificado es su fila dado que, en la actualidad, casi todas las ramas han
visto crecer su relación de compras con esa rama. El análisis se hará pues en este sentido, en
esta dirección: ligazones de compras totales observadas por filas.
10
Leontief (1941) clasificó las alteraciones que tienen lugar en la tabla de coeficientes según se concentrasen en la
fila o en la columna. Es decir, se establece que cada elemento,
a ijt , de la matriz de coeficientes técnicos en el período
t, está sometido a dos tipos de efectos: efectos sustitución que, localizados en la fila, reflejan cambios en la asignación
de productos y efectos fabricación que, operando a través de las columnas de la tabla de coeficientes, obedecen a
cambios sectoriales en lo que a una mayor o menor participación en la relación entre los inputs intermedios y totales
se refiere.
Análisis del cambio experimentado por el sector servicios en España (1980-2000)
11
4.3.1Determinación del cambio en coeficientes
Como ya se ha señalado, se efectuará un tratamiento estadístico de las tablas considerándolas
como muestras pareadas o relacionadas.
Las herramientas estadísticas habitualmente empleadas para comparar muestras pareadas en el
tiempo, pueden clasificarse en dos grandes grupos: técnicas paramétricas y no paramétricas. Las
primeras suponen una estructura predeterminada en los datos, por ejemplo, una distribución de
probabilidad; mientras que las segundas son más flexibles, dado que no precisan para su
aplicación de una estructura dada.
En este trabajo aplicaremos técnicas no paramétricas para la determinación de cambios en
coeficientes, dado que nuestro interés no se centra en estimar un parámetro determinado, sino
más bien en contrastar una tendencia de cambio experimentada por los coeficientes, además de
las peculiaridades que los datos han mostrado11. Uno de los contrastes no paramétricos sobre
muestras pareadas, más usualmente aplicado es el de Wilcoxon. Su hipótesis nula es que no hay
diferencia entre los coeficientes de las tablas o, en esta ocasión, que no se ha producido cambio
estructural en el período temporal considerado. Se determinan y ordenan las diferencias
d i  aij00  aij80 y, posteriormente, se les asigna su rango. Se calculan las sumas de las
diferencias negativas (T-) y positivas (T+), y se considerará la menor de ellas (T). Si el tamaño
de muestra es lo suficientemente elevado la expresión del estadístico es asintóticamente normal,
es decir,
z
n( n  1)
4
 N (0,1)
n( n  1)(2n  1)
24
T
(6)
Donde n representa al tamaño muestral.
11
Entre las técnicas paramétricas más usuales para comparar dos poblaciones, está el contraste de la
diferencia de medias que, en este caso, analizaría si las diferencias medias de los coeficientes son nulas.
Pero para llevar a cabo este contraste, la variable diferencia habría de seguir un modelo normal y, para
determinar si este supuesto se cumple, se ha efecutado un test de Kolmogorov-Smirnov, el cual nos ha
permitido concluir que en sólo en seis de los 55 sectores, se ha alcanzado un nivel crítico superior a 0,05,
con lo cual en la mayoría de magnitudes consideradas se rechazaría la hipótesis de normalidad.
Análisis del cambio experimentado por el sector servicios en España (1980-2000)
12
Cuadro número 6. Ramas cuyos coeficientes han cambiado (1980-2000). Test de Wilcoxon12.
Ramas
Nivel crítico
Siderurgia
0,02168
Minerales no metálicos
0,01516
Artículos metálicos
0,03263
Máquinas industriales
0,00032
Máquinas de oficina y ordenadores. Instrumentos de precisión …
0,02806
Bebidas
0,02313
Recuperación y reparación
0,02378
Comercio
0,00011
Restaurantes, hoteles y cafés
0,00186
Transporte por ferrocarril
0,00001
Otros transportes terrestres
0,04311
Transporte aéreo
0
Comunicaciones
0,00002
Instituciones de crédito
0
Instituciones de seguro
0,01706
Servicios prestados a las empresas
0
Alquiler de bienes inmuebles
0
Fuente: Elaboración propia.
Aplicado el test a las tablas se han obtenido los resultados que se recogen en el cuadro
número 6. A partir de mismo puede apreciarse que aproximadamente un 31% de las ramas de
actividad ha experimentado un cambio en su estructura productiva, cinco ramas manufactureras
y once de servicios. Como podemos observar la hipótesis del cambio en los servicios
intermedios ha sido confirmada por los resultados anteriormente presentados. Los diferentes
tipos de transportes y sus anexos, las comunicaciones y los servicios prestados a las empresas
varían sus ligazones, de manera significativa, con el resto de ramas de actividad intensificando,
en líneas generales, sus interrelaciones. No son los únicos casos, desde luego, y también otros
servicios hacen lo propio por diferentes motivos de más variada explicación. Así, por ejemplo,
los intermediarios financieros por razones que tienen tanto que ver con cambios metodológicos
en el SEC como por el cobro progresivamente creciente que los bancos han ido realizando por
sus servicios a través de diferentes comisiones respecto a la situación de partida del año 1980.
El caso del comercio puede responder a varias circunstancias relacionadas con el cambio en la
cuantía y distribución de los márgenes de comercio, mientras que lo que se refiere a la
recuperación tiene que ver con la moderna aparición de las actividades de reciclaje. Por último,
el caso de los hoteles y restaurantes sería consecuencia del incremento de los viajes de negocios,
con la contratación por las empresas de servicios de catering para el personal y otras razones de
similar naturaleza.
También diferentes ramas industriales han cambiado de manera significativa. Unas,
minería o siderurgia, de acuerdo con la hipótesis de partida en el sentido de que los cambios
afectarían tanto a las ramas más dinámicas como, ahora es el caso, a las más regresivas, a las
que han sufrido procesos de reconversión. Otras, el caso de las maquinarias, como posible
respuesta a la mayor dotación de capital de la economía española. En efecto, los coeficientes de
12
Los resultados son significativos al 5%. Asimismo, también se ha efectuado el test de Signos, obteniéndose
resultados similares con las excepciones de los sectores Siderurgia, Bebidas, Transporte por ferrocarril y otros
transportes terrestres que de acuerdo a este contraste no presentarían cambios. Por el contrario, si habrían
experimentado modificación Muebles y otras industrias manufacturas, Transporte marítimo y Servicios anexos al
transporte.
Análisis del cambio experimentado por el sector servicios en España (1980-2000)
13
estas ramas recogen recambios y servicios de reparación adquiridos por muchas ramas ahora
más intensivas en capital que en la situación inicial. Así, estos cambios son igualmente
interesantes como se ve aunque no se hubieran considerado de partida.
4.3.2.Determinación de ramas cuyo cambio ha generado mayor impacto en la economía
Como se indicó con anterioridad, la última parte de este trabajo pretende analizar qué factor
explica en mayor medida el cambio en la estructura productiva, es decir, la determinación de si
el auténtico “motor” del cambio es la demanda intermedia o la demanda final. Con el objetivo
de profundizar en este aspecto se efectúa un análisis de descomposición del cambio estructural,
empleando la metodología propuesta por la OCDE (1992)13.
Se parte de las igualdades siguientes X1 =A1X1+Y1 y X0 =A0 X0Y0, donde el subíndice 0
hace referencia al momento inicial y 1 al final.
La diferencia en la producción entre ambos períodos de tiempo será
X1-X0 = (I-A1)-1Y1-(I-A0)-1Y0= B1-1Y1- B0-1Y0
(7)
Con B1-1=(I-A1)-1 y B0-1=(I-A0)-1
(8)
Por tanto, puede escribirse
X= B1-1Y1- B0-1Y0
(9)
Y, siguiendo la propuesta de descomposición de la OCDE se tendría
X= B1-1Y1- B0-1Y0= B1-1Y1- B0-1(Y1-Y)= B-1 Y1+ B0-1Y
(10)
Por otra parte,
B-1 Y1= (B1-1- B0-1)Y1= -(B0-1- B1-1) Y1= B0-1(B0- B1) B1-1 Y1
(11)
De donde
B0-1(B0- B1) X1= B0-1(A)X1
(12)
Por lo tanto
X= B0-1(A)X1+ B0-1Y
(13)
El primer sumando de la descomposición representa a la demanda intermedia y el
segundo a la demanda final. Los impactos se miden según la repercusión que tendrían en la
estructura productiva del año inicial (B0-1)14. Los resultados obtenidos se presentan en el cuadro
número 7.
13
La descomposición aquí propuesta es una modificación de la original de la OCDE, en la cual la producción se
descompone en al menos tres factores. Nosotros empleamos una descomposición en dos términos, por considerarla
suficiente para llevar a cabo el análisis aquí propuesto.
14 Sin embargo, también es cierto, que se podría presentar una descomposición alternativa a la anterior sin más que en
(10) sustituir Y1 por Y0+Y, la ecuación final resultante sería ahora X= B1-1(A)X0+ B1-1Y. Es decir, el
“impacto” estaría valorado según las modificaciones generadas sobre la estructura productiva del año final (B 1-1).
Análisis del cambio experimentado por el sector servicios en España (1980-2000)
Cuadro número 7. Descomposición del cambio estructural. Resultados en porcentajes de cambio de cada rama
% cambio DI
% cambio DF
Rama
sobre producción sobre producción
Productos agrícolas y ganaderos
19,55
80,45
Productos de la silvicultura
-138,92
238,92
Productos de la pesca
-76,42
176,42
Carbones y minerales radioactivos
-145,11
245,11
Refino de petróleo
12,74
87,26
Energía eléctrica
-13,43
113,43
Gas, vapor y agua
20,26
79,74
Minerales metálicos
32,69
67,31
Siderurgia
-73,18
173,18
Minerales no metálicos
-81,12
181,12
Productos cerámicos
-15,37
115,37
Cementos, cales y yesos
7,33
92,67
Materiales para la construcción de hormigón …
24,66
75,34
Productos de vidrio
24,45
75,55
Productos químicos
34,93
65,07
Artículos metálicos
12,64
87,36
Máquinas industriales
21,31
78,69
Máquinas de oficina y ordenadores.
26,21
73,79
Maquinaria y material eléctrico y electrónico
36,91
63,09
Automóviles y sus piezas
18,43
81,57
Otro material de transporte
5,55
94,45
Carne y productos cárnicos
36,02
63,98
Leche y productos lácteos
36,23
63,77
Otros productos alimenticios
20,07
79,93
Bebidas
47,89
52,11
Productos a base de tabaco
7,59
92,41
Industria Textil
35,04
64,96
Prendas confeccionadas en fibras textiles y piel
10,92
89,08
Cuero y calzado
23,52
76,48
Productos de la madera y del corcho
38,86
61,14
Muebles y otras industrias manufacturas
31,77
68,23
Pasta papelera; papel, cartón y sus elaborados
11,19
88,81
Productos de la impresión gráfica y edición
56,98
43,02
Caucho y plásticos
30,27
69,73
Construcción
28,22
71,78
Recuperación y reparación
75,37
24,63
Comercio
25,87
74,13
Restaurantes, hoteles y cafés
-15,60
115,60
Transporte por ferrocarril
-185,56
285,56
Otros transportes terrestres
15,12
84,88
Transporte marítimo
51,48
48,52
Transporte aéreo
24,29
75,71
Servicios anexos al transporte
61,29
38,71
Comunicaciones
53,73
46,27
Instituciones de crédito
-90,87
190,87
Instituciones de seguro
-34,85
134,85
Servicios prestados a las empresas
57,03
42,97
Alquiler de bienes inmuebles
29,53
70,47
Enseñanza e investigación destinadas a la venta
27,12
72,88
Sanidad destinada a la venta
27,11
72,89
Otros servicios destinados a la venta ncop
19,35
80,65
14
Análisis del cambio experimentado por el sector servicios en España (1980-2000)
Servicios generales de las Administraciones Públicas
Enseñanza e investigación no destinados a la venta
Sanidad no destinada a la venta
Servicio doméstico y otros no destinados a la venta
0,00
0,00
0,00
0,00
15
100,00
100,00
100,00
100,00
Fuente: elaboración propia
Las tasas sectoriales del cuadro han sido calculadas como:
tasai DIi 
DIi
*100 y
 Pr oduccióni
tasai DFi 
DFi
*100
 Pr oduccióni
Es decir, recogen las variaciones en la demanda intermedia y final de cada rama, con
respecto al cambio experimentado en su propia producción.
De la observación del cuadro precedente puede observarse que algunos de sus valores
son negativos, fundamentalmente en lo que se refiere a la demanda intermedia. Es decir, en un
entorno de crecimiento de la producción, la demanda intermedia ha disminuido en términos
reales, con lo que, en esos casos, todo el crecimiento se debe a la demanda final. Además en los
sectores recuperación y reparación y transporte marítimo, se ha producido un decrecimiento en
la producción debida tanto a un descenso de la demanda intermedia como de la demanda final.
En términos generales puede apreciarse que la demanda final tiene un mayor peso en el
cambio de la producción que la demanda intermedia. Ahora bien, también es cierto que cabe
señalar algunas excepciones como son comunicaciones, servicios anexos al transporte, servicios
prestados a las empresas, transporte marítimo y recuperación y reparación, en los que el factor
más importante es el cambio experimentado por la demanda intermedia. En otras palabras, la
práctica totalidad de sectores más afectados por los cambios en la demanda intermedia
pertenecen al sector servicios, lo cual corrobora las opiniones vertidas a este respecto por
Oosterhaven y Hoen (1998) o Savona y Lorentz (2006).
Como se ha indicado, el análisis de la descomposición estructural proporciona un
conocimiento de la naturaleza de los sectores más matizado que la simple consideración de un
cambio en coeficientes. Un cambio en coeficientes proporciona información sobre las ramas que
han experimentado en mayor o menor medida un cambio en su estructura tecnológica, pero al
efectuar la descomposición se añade la repercusión de la variación de los coeficientes sobre la
economía, Hay que tener en cuenta que una rama puede presentar un fuerte cambio en sus
coeficientes y, sin embargo, no sea capaz de transmitir dicho cambio al conjunto de la
economía, debido a que su efecto multiplicador es muy pequeño. Si se observa la fórmula (13)
X= B0-1(A)X1+ B0-1Y, su primer sumando recoge una expresión ponderada (por lo términos
B0-1 y X1 ) del cambio en coeficientes (A). De esta manera cabe distinguir entre dos tipos de
ramas que hayan experimentado cambio en su estructura; aquellas que muestran un “cambio
pleno”, es decir, experimentan variación y la transmiten y aquellas que presentan un “cambio
vacío”, cuando experimentan un cambio pero lo transmiten en muy pequeña medida.
Con el objetivo de poder determinar qué ramas se encuadran en cada categoría, se
analizarán las modificaciones ponderadas de su demanda intermedia y, para ello, se calculará la
proporción de cambio de la producción total debido al cambio en los coeficientes sectoriales;
esto es,
DIi
*100 . A continuación presentamos aquellas ramas cuya proporción de
 Pr oducción
dicho cambio se encuentra por encima de la media. Los resultados obtenidos se recogen en el
cuadro número 8:
Análisis del cambio experimentado por el sector servicios en España (1980-2000)
16
Cuadro número 8. Ramas con proporción de cambios en DI respecto al cambio total en producción sobre la media
Ramas
Siderurgia
Productos químicos
Maquinaria industrial
Maquinaria y material eléctrico y electrónico
Automóviles y sus piezas
Productos de la impresión gráfica y edición
Construcción
Recuperación y reparación
Comercio
Servicios anexos al transporte
Comunicaciones
Instituciones de crédito
Servicios prestados a las empresas
Alquiler de bienes inmuebles
Fuente: Elaboración propia.
A partir de la información del cuadro, puede apreciarse que las ramas que han
experimentado un cambio pleno, es decir, sus coeficientes han cambiado y además su cambio
ha generado un fuerte impacto (positivo o negativo) en la economía son: siderurgia, productos
químicos, maquinaria industrial, maquinaria y material eléctrico y transportes, automóviles,
productos de la impresión gráfica y edición, construcción, comercio, recuperación y reparación,
servicios anexos al transporte, comunicaciones, instituciones de crédito, servicios prestados a
las empresas y alquiler de bienes inmuebles. De nuevo puede apreciarse que los sectores de
servicios tienen una fuerte presencia en esta categoría.
En algunas de las ramas anteriormente señaladas, los fuertes cambios presentados son
debidos a un decrecimiento en las mismas, así ocurre en siderurgia, recuperación y reparación o
instituciones de crédito.
Si comparamos estos resultados con los obtenidos mediante la aplicación del test de
Wilcoxon, puede apreciarse que las ramas minerales no metálicos, artículos metálicos, máquinas
de oficina y ordenadores, instrumentos de precisión, óptica y similares, bebidas, restaurantes,
transporte por ferrocarril, otros transportes terrestres, transporte aéreo e instituciones de seguro,
aunque muestran un apreciable cambio en sus coeficientes, no lo transmiten de manera
importante al conjunto de la economía.
Hecho este análisis puede ahora añadirse qué ramas tienen una mayor relevancia en
relación a los cambios experimentados en su demanda final y, para ello, se aplicará la fórmula
siguiente:
DFi
*100 , recogiéndose los resultados en el cuadro número 9.
 Pr oducción
Análisis del cambio experimentado por el sector servicios en España (1980-2000)
17
Cuadro número 9. Ramas con proporción de cambio en demanda final por encima de la media
Sectores
Productos agrícolas y ganaderos
Siderurgia
Productos químicos
Artículos metálicos
Máquinas industriales
Maquinaria y material eléctrico y electrónico
Automóviles y sus piezas
Otros productos alimenticios
Construcción
Comercio
Restaurantes, hoteles y cafés
Otros transportes terrestres
Instituciones de crédito
Servicios prestados a las empresas
Alquiler de bienes inmuebles
Otros servicios destinados a la venta ncop
Fuente: Elaboración propia.
De acuerdo con el mismo puede apreciarse que, junto con sectores industriales, existe
un grupo de ramas del sector servicios como son comercio, restaurantes, hoteles y cafés; otros
transportes terrestres, instituciones de crédito, servicios prestados empresas, alquiler de bienes
inmuebles y otros servicios destinados a la venta ncop, cuyo cambio en DF tiene cierta
relevancia.
A modo de conclusión, y si consideramos conjuntamente la anterior información
presentada en los cuadros número 8 y 9, cabe caracterizar a las ramas productivas de acuerdo a
la importancia que sus cambios en la demanda intermedia y/o en su demanda final, han
generado en la producción. Y, de esta forma, es posible referirse a ramas orientados hacia la
demanda final, si el impacto del cambio de la demanda final en la producción total supera a la
media; sectores orientados hacia la demanda intermedia, si el impacto del cambio de la demanda
intermedia sobre la producción está por encima de la media y sectores orientados a ambas
(demanda intermedia y demanda final). De acuerdo con esto se ha elaborado el cuadro número
10:
Cuadro número 10. Clasificación de los sectores de acuerdo a su orientación
Sectores orientados hacia DI
Sectores orientados hacia DF y DI
Maquinaria y material eléctrico y electrónico Siderurgia
Productos de la impresión gráfica y edición
Productos químicos
Recuperación y reparación
Máquinas industriales
Comunicaciones
Automóviles y sus piezas
Servicios anexos al transporte
Construcción
Comercio
Servicios prestados a las empresas
Instituciones de crédito
Alquiler de bienes inmuebles
Sectores orientados hacia DF
Productos agrícolas y ganaderos
Artículos metálicos
Maquinaria y material eléctrico y electrónico
Otros productos alimenticios
Restaurantes, hoteles y cafés
Otros transportes terrestres
Otros servicios destinados a la venta ncop
Fuente: Elaboración propia.
Análisis del cambio experimentado por el sector servicios en España (1980-2000)
18
A partir de los resultados mostrados en la tabla anterior, puede apreciarse que las ramas
orientadas hacia la demanda intermedia son fundamentalmente de servicios (recuperación y
reparación, comunicaciones y servicios anexos al transporte), es decir, presentan importantes
cambios en demanda intermedia que generan fuertes cambios en la producción. Mientras que
sólo aparecen tres ramas de servicios como orientadas fundamentalmente hacia la demanda
final: productos agrícolas y ganaderos, artículos metálicos, maquinaria y material eléctrico y
electrónico, otros productos alimenticios, restaurantes, hoteles y cafés, otros transportes
terrestres y otros servicios destinados a la venta ncop. Puede también destacarse un pequeño
conjunto de sectores que muestran una doble orientación hacia ambos tipos de demanda, entre
los cuales también cabe destacar sectores de servicios como, siderurgia, productos químicos,
máquinas industriales, automóviles y sus piezas, construcción, comercio, servicios prestados a
las empresas, instituciones de crédito y alquiler de bienes inmuebles, cuyo cambio tanto en sus
flujos con destino final como intermedio genera fuertes variaciones en la producción.
5-Conclusiones
Se ha venido discutiendo sobre si el crecimiento observado en las ramas de servicios en las
últimas décadas se ha debido a una mera transferencia de actividades por parte de la industria o
si, por el contrario, se trata de un fenómeno de naturaleza más compleja. El punto de vista
dominante defiende que este cambio se corresponde con una nueva fase o forma en la división
del trabajo y que, efectivamente, responde a nuevas causas más profundas y diversas. En España
este crecimiento de los servicios es patente habiéndose señalado que es respuesta a varios
factores y, concretamente tanto a la expansión de los servicios colectivos como a las nuevas
necesidades de servicios intermedios por parte del sistema productivo. Estas necesidades no son
tan solo del sector industrial, como hemos puesto de manifiesto, sino también de los propios
servicios y en menor medida, de la construcción y de las ramas primarias. Se trata, en definitiva,
de un cambio estructural.
En lo que concierne al cambio estructural y dentro de la literatura input output, Anna
Carter y otros muchos autores que la siguieron, han venido indicando que son los cambios en la
demanda final los que explican en mayor medida las transformaciones entre dos tablas input
output sucesivas, quedando los cambios tecnológicos o de coeficientes de las ramas en un
segundo lugar. Sin embargo, y en lo que concierne a los servicios, parece que la conclusión no
es tan clara debido, precisamente, al rápido crecimiento que han registrado en las últimas
décadas. En efecto, Feldman et al (1987) encontraron que el cambio en la producción de los
EEUU entre los años 1963 y 1978 fue determinado principalmente por la demanda final, pero
que el cambio estructural fue relativamente más importante para el caso de las actividades bien
emergentes bien en franco declive. Feldman et al concluían también que si los cambios en la
demanda agregada eran los principales motores del crecimiento y cambio estructural, serían
innecesarias otras políticas que no fueran las macroeconómicas. Por el contrario, Oosterhaven,
J. y Hoen, A.R. continuaron viendo necesarias políticas microeconómicas dado que si
observaron cambios tecnológicos en diversos sectores en el caso de varios países de la UE para
los años 1975 y 1985. Su principal conclusión fue que, si bien el crecimiento del consumo
interior fue el factor más importante para explicar el crecimiento de la renta de la EU-6, no lo
fue en cambio para cada uno de los países de manera individual. En segundo lugar, su análisis
muestra también impactos significativos consecuencia de cambios en los coeficientes a escala
sectorial, afectando este hecho, de manera especial, a los servicios de mercado.
Con la intención de dilucidar cómo han sido estos cambios en España, en este trabajo
se ha puesto de manifiesto que pese los importantes cambios acontecidos, éstos no han
modificado de manera apreciable la naturaleza de las ramas de las TIO a la luz de los criterios
empleados por Chenery y Watanabe. Sin embargo, ello no ha sido obstáculo para que un estudio
de las ligazones muestre que los sectores industriales y servicios de mercado han
experimentado, en general, un crecimiento en sus interrelaciones con el resto de las actividades
económicas. Para analizar en qué ramas este cambio ha sido más apreciable se ha realizado un
Análisis del cambio experimentado por el sector servicios en España (1980-2000)
19
test de muestras pareadas de Wilcoxon, desprendiéndose de él que ha afectado a un 31% de las
ramas, en particular, a cinco manufactureras y once de servicios.
Mediante un estudio de descomposición estructural similar al realizado por los autores
citados se ha llegado también a la conclusión de que, en términos generales, la demanda final ha
tenido un mayor peso en el cambio de la producción. Ahora bien, también es cierto que cabe
reunir algunas excepciones significativas como son las ramas de Comunicaciones, Servicios
Anexos al transporte, Servicios prestados a las empresas, Transporte marítimo y Recuperación y
reparación, en los que el factor más importante es el cambio experimentado por la demanda
intermedia. Esto corroboraría las opiniones vertidas a este respecto por Oosterhaven y Hoen
(1998) o Savona y Lorentz (2006).
Las ramas que han experimentado un cambio pleno, es decir, sus coeficientes han
cambiado y además su cambio ha generado un fuerte impacto (positivo o negativo) en la
economía han resultado ser: siderurgia, química, maquinaria industrial, automóviles,
construcción, comercio, instituciones de crédito, servicios prestados a las empresas y alquiler
de bienes inmuebles. De esta manera, y como puede apreciarse, el protagonismo vuelve a
recaer bien sobre sectores. industriales a menudo reconvertidos, bien sobre sectores de servicios
intermedios.
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Análisis del cambio experimentado por el sector servicios en España (1980-2000)
21
Anexo A.1. TRATAMIENTO ESTADÍSTICO DE LA INFORMACIÓN
Tratamiento y homogeneización de la información estadística
Resulta habitual que la comparación de tablas input-output presente problemas. Si además se
tiene en cuenta el doble cambio acontecido en fechas recientes, la aparición de una nueva
clasificación de actividades (CNAE-1993) y, sobre todo, la aplicación del nuevo Sistema
Europeo de Cuentas (SEC-1995) derivado del System National Accounts (SNA-1993), las
dificultades se acrecientan.
Los cambios de CNAE han permitido una agregación a 55 ramas de actividad, la más
elevada que ha sido posible para garantizar la homogeneidad de ambas tablas15. Algunas de las
dificultades encontradas han sido las siguientes:

Las ramas productivas no son homogéneas en el tiempo, pudiendo cambiar sus actividades
hasta el punto que puedan hacer variar notablemente su naturaleza aún conservando idéntica
CNAE. A este problema se une el citado cambio de CNAE que dificulta la identificación y
comparación de las ramas de la tabla, y ello a pesar de contar con una relación muy
detallada entre CNAE-74 y CNAE-93, como la que se recoge en la propia publicación de
esta última, o mediante el programa de gestión de clasificaciones (GESCLA-97) del INE.
En un cierto número de casos necesariamente hay que suponer que, por ejemplo, la rama
caucho y plásticos (ahora CNAE 25 antes 48) de la tabla 1995 es comparable a la anterior
de 1980, aún cuando ciertas actividades16 (a cuatro dígitos) o productos de la misma hayan
cambiado de CNAE en 1993. Esto supone, por tanto, adoptar el criterio de despreciar la
actividad trasladada por su escasa cuantía económica. En otros casos, cuando la
modificación era excesiva, no ha quedado más remedio que agregar ramas para que fueran
comparables entre ambos períodos.

Por otra parte, el nuevo SEC95 plantea una nueva valoración, precios básicos, más pura o
cercana al coste de los factores que la anterior de salida de fábrica. En efecto, estas
valoraciones se diferencian en lo esencial en que los precios básicos únicamente contienen
los denominados D29 “Otros impuestos sobre la producción” (impuestos mayormente de
carácter municipal del tipo Impuesto sobre Actividades Económicas) y D39 “Otras
subvenciones a la producción” (subvenciones a la explotación), mientras que la anterior
incluía además los impuestos -y subvenciones- sobre el producto (especiales). Este hecho, si
bien puede considerarse un avance al presentarse ahora datos menos contaminados de
impuestos y subvenciones, dificulta notablemente la comparación de determinadas ramas
industriales, las afectadas en primera instancia por estos impuestos especiales. De cara a
paliar este problema se ha optado por reintroducir el impuesto especial más importante en la
matriz intermedia, el impuesto sobre hidrocarburos, distribuido por toda la tabla a través de
la fila 3 de la rama Petróleo, gas natural17.
15
Miller y Blair (1985) establecen como nivel de agregación factible la utilización de 40 sectores, al menos, si se
desea mantener una distinción razonable entre los mismos.
16 En particular, y por seguir con este ejemplo, una actividad: 4822 Fabricación de artículos acabados de materias
plásticas, que en 1974 se encontraban en la rama 48 Industrias de transformación del caucho y materias plásticas
ahora no se encuentra en la 25 Industria de la transformación del caucho y materias plásticas. Se ha repartido en 331
Fabricación de equipo e instrumentos médico quirúrgicos y de aparatos ortopédicos, 361 Fabricación de muebles,
364 Fabricación de artículos de deporte, 365 Fabricación de juegos y juguetes y 366 Otras industrias
manufactureras diversas.
17 El impuesto sobre tabaco solo afecta al consumo final y el impuesto sobre alcoholes prácticamente afecta solo a las
compras de bares y restaurantes.
Análisis del cambio experimentado por el sector servicios en España (1980-2000)
22

El IVA, además, abre otra serie de inconvenientes en la comparación de tablas a lo largo del
tiempo18, si bien cuenta con la ventaja de no afectar, en términos generales, a la matriz
intermedia y, por tanto, a los distintos coeficientes. En efecto, las tablas de 1986 en adelante
se valoraron a precios de salida de fábrica mientras que la del 2000, bajo SEC 1995, se ha
valorado, como se ha indicado, a precios básicos. En ambos casos, o bajo ambas
valoraciones, el IVA no se incluye (salvo en el caso de las ramas exentas) en las
producciones intermedias ni en la producción total, por lo que, en principio, no constituye
un problema esencial. Otra cuestión es que el IVA haya venido a reformar y sustituir un
amplio conjunto de impuestos indirectos que existían antes de 1986 lo que si dificulta la
comparación sobre todo en lo que afecta a los componentes de la demanda final.

Conviene tener presente, por último, que las convenciones que se recogen en los diferentes
SEC para la elaboración de las TIOs pueden hacer variar sus valores de acuerdo con el
grado de consolidación que se haya realizado entre los flujos de los establecimientos de una
misma rama. En este sentido, hay que recordar que el anterior SEC promovía la total
consolidación en el seno de una misma actividad a un tamaño de tres dígitos de CNAE,
citándose tan sólo una serie de excepciones. Por el contrario, en el actual SEC se ha
propuesto no consolidar como principio general, ya que se pretende mostrar la totalidad de
los flujos, aunque éstos sean intra-rama. Esta dificultad se ha salvado elaborando nuevas
tablas correspondientes a ambos ejercicios con diagonal 0 (netas de reempleo) de manera
que pudieran ser comparables. El autoconsumo también se ha restado del valor de la
producción para que el valor añadido no resultara alterado.
Para terminar, y debido a que se deseaba realizar un estudio de cambio estructural, se ha
modificado la tabla de 1980 transformándola en euros del año 2000. Conviene advertir que
deflactar una tabla es siempre una tarea laboriosa y también difícil por la falta de índices
adecuados. En términos generales se ha efectuado la operación por filas, empleando precios
percibidos por los agricultores, índices de precios industriales nacionales y los índices de
precios al consumo para el caso de los servicios. El consumo privado final se ha deflactado
también con índices de precios al consumo y el consumo público con el deflactor respectivo de
la contabilidad nacional. Para la formación de capital se han utilizado los mismos deflactores
que la producción de las ramas. Por fin la demanda externa se ha deflactado con índices de
valores unitarios (IVUS).
18
Sobre las modificaciones metodológicos introducidas por el SEC 95 puede verse el artículo de Cañada, A. (1995),
así como las notas relativas a esta cuestión elaboradas por el INE.
Análisis del cambio experimentado por el sector servicios en España (1980-2000)
23
Anexo A.2. CUADROS
Cuadro número A.2.1. Clasificación de las ramas productivas según Chenery y Watanabe
Ramas
2000
2000
1980
Productos agrícolas y ganaderos
0,80 p 1,43 I 1,15
Productos de la silvicultura
0,14 p 1,43 I 0,31
Productos de la pesca
0,81 p 0,61 f 1,09
Carbones y minerales radioactivos
0,59 p 2,22 i 0,78
Refino de petroleo
0,15 p 0,89 f 0,17
Energía eléctrica
1,37 m 1,62 i 1,29
Gas, vapor y agua
1,98 m 1,48 i 1,40
Minerales metálicos
0,23 p 2,18 i 0,78
Siderurgia
1,13 m 1,74 i 1,88
Minerales no metálicos
1,27 m 1,84 i 0,75
Productos cerámicos
1,32 m 1,29 i 1,19
Cementos, cales y yesos
1,12 m 2,13 i 1,92
Materiales para la construcción de hormigón, cemento, yeso, escayola y otros
1,66 m 2,03 i 1,56
Productos de vidrio
1,08 m 1,81 i 1,02
Productos químicos
0,79 p 1,14 i 1,24
Artículos metálicos
1,32 m 1,66 i 1,24
Máquinas industriales
0,77 p 0,80 f 0,93
Máquinas de oficina y ordenadores. instrumentos de precisión, óptica y similares 0,63 p 0,56 f 0,55
Maquinaria y material eléctrico y electrónico
0,74 p 0,93 f 0,89
Automóviles y sus piezas
0,81 p 0,21 f 1,18
Otro material de transporte
0,94 p 0,43 f 1,28
Carne y productos cárnicos
1,83 m 0,45 f 1,85
Leche y productos lácteos
1,62 m 0,41 f 1,42
Otros productos alimenticios
1,55 m 0,77 f 1,66
Bebidas
1,10 m 0,96 f 1,21
Productos a base de tabaco
0,31 p 0,00 f 0,32
Industria Textil
0,96 p 1,28 i 1,46
Prendas confeccionadas en fibras textiles y piel
1,09 m 0,23 f 1,08
Cuero y calzado
1,12 m 0,12 f 1,18
Productos de la madera y del corcho
1,11 m 1,89 i 1,04
Muebles y otras industrias manufacturas
1,21 m 0,46 f 1,02
Pasta papelera; papel, cartón y sus elaborados
0,94 p 1,70 i 1,24
Productos de la impresión gráfica y edición
1,38 m 1,60 i 1,22
Caucho y plásticos
1,06 m 1,61 i 1,60
Construcción
1,30 m 0,35 f 1,04
Recuperación y reparación
2,40 m 2,23 i 0,76
Comercio
0,88 p 0,64 f 0,49
Restaurantes, hoteles y cafés
1,00 p 0,17 f 0,82
Transporte por ferrocarril
0,89 p 0,51 f 1,88
Otros transportes terrestres
1,14 m 1,45 i 1,29
Transporte marítimo
1,58 m 0,67 f 1,64
Transporte aéreo
1,16 m 0,74 f 1,77
Servicios anexos al transporte
1,23 m 1,55 i 0,34
Comunicaciones
0,89 p 1,39 i 0,29
Instituciones de crédito
0,41 p 1,30 i 0,61
Instituciones de seguro
1,67 m 0,63 f 1,34
Servicios prestados a las empresas
0,77 p 1,47 i 0,40
Alquiler de bienes inmuebles
0,64 p 0,58 f 0,64
m
p
m
p
p
m
m
p
m
p
m
m
m
m
m
m
p
p
p
m
m
m
m
m
m
p
m
m
m
m
m
m
m
m
m
p
p
p
m
m
m
m
p
p
p
m
p
p
1980
1,34
2,20
0,77
2,09
1,33
1,80
1,42
2,13
1,73
2,13
1,76
1,67
2,15
1,75
1,43
1,35
0,75
0,89
0,78
0,28
0,88
0,40
0,25
0,78
1,06
0,00
1,13
0,17
0,13
1,86
0,07
1,89
1,10
1,76
0,52
0,80
0,42
0,24
1,08
1,29
0,39
0,56
1,50
1,48
1,84
1,12
1,44
0,24
i
i
f
i
i
i
i
i
i
i
i
i
i
i
i
i
f
f
f
f
f
f
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f
i
f
f
i
f
i
i
i
f
f
f
f
i
i
f
f
i
i
i
i
i
f
Análisis del cambio experimentado por el sector servicios en España (1980-2000)
24
Cuadro número A.2.1. Clasificación de las ramas productivas según Chenery y Watanabe. (Continuación)
Ramas
2000
2000
1980
1980
Enseñanza e investigación destinadas a la venta
0,66 p 0,63 f 0,40 p 0,28
Sanidad destinada a la venta
0,72 p 0,32 f 0,41 p 0,03
Otros servicios destinados a la venta ncop
0,81 p 0,47 f 0,41 p 0,51
Servicios generales de las Administraciones Públicas
0,60 p 0,00 f 0,73 p 0,00
Enseñanza e investigación no destinados a la venta
0,22 p 0,00 f 0,24 p 0,00
Sanidad no destinada a la venta
0,72 p 0,00 f 0,40 p 0,00
Servicio doméstico y otros no destinados a la venta
0,34 p 0,00 f 0,24 p 0,00
Fuente: Elaboración propia. La leyenda es la siguiente: p representa a
manufacturera; i, con destino intermedio y f con destinofinal.
industria primaria; m a
Anexo A.3. GRÁFICOS
Gráfico número 1
Variación de la producción española 1980-2000
media = 100
1
52
53
51
50
54 55400
2
3
350
4
5
6
7
300
49
8
250
48
9
200
47
46
10
11
150
100
45
12
44
50
13
43
0
14
-50
42
15
41
16
40
17
39
18
38
37
19
20
36
21
35
22
34
23
33
32
31 30
29
26
28 27
25
24
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Descargar