Megavirus ¿El eslabón perdido? Edgar Reyna Rosas La diversidad de virus en el planeta Los virus son para muchos entes enigmáticos complicados de entender y explicar. Pero si los consideráramos más como un individuo que como una célula, veríamos que no son tan distintos de otros seres vivos. Hay virus grandes y pequeños de formas cilíndricas o semi-esféricas y con una gran variedad de aditamentos en su exterior: algunos tienen prolongaciones que recuerdan a un puercoespín, otros poseen envolturas protectoras como bolsas y otros se sirven de apéndices parecidos a los de los arácnidos. Esta diversidad de formas es resultado de su genoma al igual que en todos los organismos del planeta. El de los organismos celulares Megavirus ¿El Eslabón perdido?/CIENCIORAMA 1 adopta dos formas: ADN y ARN, sin embargo en ellos el ARN es temporal y forma parte del procesamiento y regulación del ADN. En el caso de los virus ni el ADN ni el ARN son determinantes para su desarrollo, sino la versión del ARN llamada ARN mensajero (ARNm). Esta molécula también existe en los organismos celulares y sirve para producir proteínas. Con base en las distintas formas en que se presentan los ARNm en los virus, éstos se han clasificado en siete grupos: virus de ADN de una cadena, de ADN de doble cadena, de ADN de doble cadena circular-retrovirus, de ARN de cadena positiva, de ARN de cadena negativa, de ARN de doble cadena y de ARN de cadena positiva-retrovirus (fig. 1). Pero si quisiéramos clasificarlos relacionando el tipo de genoma con la forma del virus no podríamos hacerlo, pues en cada uno de los siete grupos los hay de todos tamaños y formas (fig. 2), y esta particularidad está asociada a sus estrategias para producir descendencia de la manera más exitosa posible. Fig. 1. Las diferentes formas de encontrar el genoma de un virus y las rutas que siguen para llegar al ARNm. Imagen tomada del libro Fundamental of Molecular Virology de Acheson, N. H. Megavirus ¿El Eslabón perdido?/CIENCIORAMA 2 Fig. 2. Los siete tipos de genoma y las distintas formas que pueden presentar (ss se refiere a una cadena y ds a doble cadena por sus siglas en inglés). Imagen tomada del libro Fundamental of Molecular Virology de Acheson, N. H. ¿Qué significa el tamaño en los virus? Es sorprendente que los virus sean tan pequeños y sencillos en su composición y puedan ser tan diversos e incluso más que las formas celulares. Para entender en parte por qué, hay que tener en consideración dos cosas: primero, la evolución de los virus está estrechamente Megavirus ¿El Eslabón perdido?/CIENCIORAMA 3 relacionada con la complejidad que puedan presentar sus hospederos celulares, si por ejemplo encuentran una barrera que les imposibilita infectar al hospedero, pueden cambiar para evadirla. Y, segundo, no todos los virus pueden entrar en cualquier célula, hay un cierto rango de hospederos que cada uno puede infectar. Imaginemos que cada tipo de células tienen una puerta con una cerradura específica y cada virus posee una llave particular que puede abrir o no esas puertas. Por otro lado, como la forma exterior de los virus depende del genoma es importante relacionar el tamaño de éste con la variedad de formas, ya que en cada uno de los siete grupos hay genomas muy cortos o muy largos. En otras palabras, si tenemos un pantalón que vamos a guardar en un closet de 10 metros cuadrados, no importa si lo doblamos o no, ya que tenemos tanto espacio que puede estar como nosotros queramos. Si tenemos 100 pantalones, 200 camisas, 150 suéteres y 50 pares de zapatos, entonces será necesario doblar cada una de las prendas y acomodarlas con sus semejantes para que todo este organizado, de otra manera al pretender usarlas sería imposible encontrar lo que queremos. Y si tenemos un millón de prendas que guardar, entonces el closet ya no es suficiente y es necesario hacerlo mucho más grande y agregarle nuevas características. De la misma manera el genoma de los virus determina el tamaño y las estructuras externas que poseen (fig. 3). Todas estas consideraciones sirven para aclarar que un virus pequeño no es menos efectivo que uno grande, sino que sus características son las mejores para infectar un determinado tipo de células. Megavirus ¿El Eslabón perdido?/CIENCIORAMA 4 Fig.3. Distintas formas y tamaños que pueden presentar los virus.Imagen tomada del libro Principles of Virology de Flint, S. J. Y algunos se llaman así… El criterio para caracterizar a los virus fue por mucho tiempo el tamaño; se pensaba que las dimensiones máximas debían ser menores que las de las células. La realidad es un poco distinta, hay virus muy pequeños como un parvovirus conocido como “virus de la enfermedad del pico y plumaje” que padecen las aves, y mide sólo 20 nm y hay virus de gran tamaño como los mimivirus. Éstos se encontraron por primera vez en unas lagunas de Chile y se les llamó así porque pensaron que eran bacterias. Estos virus infectan a ciertas amebas y son enormes, llegan a medir hasta 500 nm; son 25 veces más grandes que un parvovirus. Para darnos idea de esta diferencia pensemos que si el virus más pequeño tuviera la estatura de una persona de 1.60 m, los mimivirus medirían lo que el Ángel de la Megavirus ¿El Eslabón perdido?/CIENCIORAMA 5 Independencia, 40 metros aproximadamente. Estos virus gigantes son del tamaño de algunos tipos de células como micoplasmas o arqueas, y aunque se pensó que eran los más grandes del planeta hasta el año 2003 cuando se descubrieron, se han encontrado virus mayores, entre ellos uno reportado en 2013 considerado en un principio como una nueva forma de vida, al que actualmente se le llama pandoravirus por la gran cantidad de incógnitas que representa para la ciencia y la vida en la Tierra. Todos estos virus de mayor tamaño han sido clasificados en un nuevo grupo llamados megavirus. Imagen del pandoravirus que sirvió como portada de la revista Science en su volumen 341, del 19 de julio de 2013. ¿Son los megavirus el eslabón entre los virus y las células? El descubrimiento en 2013 del pandoravirus planteó una serie de hipótesis sobre su tamaño. La primera información que salió sobre él suscitó Megavirus ¿El Eslabón perdido?/CIENCIORAMA 6 interpretaciones no del todo ciertas; por ejemplo la de que era el antecesor de las células; es decir, una célula sólo que más sencilla en su composición. Aunque esto no resulta cierto, sí hay aspectos del pandoravirus relacionados con el origen de los organismos en el planeta. Uno de los más llamativos es su tamaño, el doble del tamaño de los mimivirus. Otro es el tamaño de su genoma de aproximadamente 2500 Kb (o kilo bases de ADN, siendo cada Kb, mil bases). El genoma de los parvovirus oscila entre los 4-6 Kb, incluso superior al de algunas células de bacterias. Otro aspecto es la cantidad de proteínas que pueden producir los pandoravirus, que se estima en 1200, mientras los rotavirus, por ejemplo, sólo producen 12 para su replicación. Pero el aspecto más enigmático es la comparación del genoma de los pandoravirus con los de muchos organismos celulares. Sólo resulta conocido el 7% de los genes del pandoravirus y no es claro el papel que juega el 93% restante. Estos fueron los resultados que hicieron que algunos divulgadores de la ciencia plantearan que los pandoravirus eran una forma celular primigenia. No obstante considero que este virus no puede ser tratado como una célula pues carece de los mecanismos para funcionar autónomamente. Sin embargo estos hallazgos han llevado a algunos virólogos a proponer el que se reclasifique los dominios actuales (Arquea, Bacteria y Eucarionte) para incluir organismos que presenten estos genes cuya función se desconoce y que gracias al estudio de la evolución de los virus se han empezado a estudiar. Megavirus ¿El Eslabón perdido?/CIENCIORAMA 7 El estira y afloja entre los virus y las células El problema para hacer entrar a los virus en la clasificación de los demás organismos es que no se ajustan a las formas de pensar de la biología actual, por ello ha sido más conveniente separarlos en categorías aparte que tienen sus propias reglas y criterios. Uno de los problemas es tratar de ajustarlos a al panorama de la evolución celular. Actualmente existen varias teorías evolutivas para los virus: una los ubica como antecesores de la célula procarionte; otra los considera como un resultado de células que se hicieron parásitas de otras e involucionaron, y una tercera dice que siempre han estado en la Tierra en la forma en la que los conocemos. Estas teorías reflejan la dificultad de establecer un vínculo evolutivo con las células, por lo que tomar un solo virus para establecer esta relación es muy difícil dadas las diferencias entre ellos. Pese a todo, en la resolución de esta encrucijada evolutiva, los resultados alentadores. de las Pero investigaciones es necesario realizadas tener en en los megavirus son cuenta las consideraciones planteadas en este artículo: los virus no necesariamente aparecieron antes o después de las células; pudieron tener un origen independiente de ellas por lo que es importante no situarlo en un momento dado; su evolución no implica una escala de menor a mayor complejidad que la de la célula, y los virus actuales pueden ser muy distintos a los de hace millones de años. Por último, dada la tasa tan alta de cambio de su genoma, cada día se encuentran nuevos virus con formas y mecanismos inesperados, lo cual no es una traba sino un reto para la comprensión científica. Megavirus ¿El Eslabón perdido?/CIENCIORAMA 8 Bibliografía 1. Flint, S. J., Enquist, L. W., Racanielo, V. R., y Skalka, A. M., Principles of Virology, tercera edición, volumen I: Molecular Biology, ASM Press, 2009. 2. Nadège Philippe et al., “Pandoraviruses: Amoeba Viruses with Genomes Up to 2.5 Mb”, “Reaching That of Parasitic Eukaryotes”, .Science 2013, p. 341, p.281. 3. Bernard La Scola Bernard et al.. “A Giant Virus in Amoebae”, Science, 2003, p. 299. 4. Acheson, N. H., Fundamental of Molecular Virology, segunda edición, John Wiley & Sons, Inc. 2007. Megavirus ¿El Eslabón perdido?/CIENCIORAMA 9