arriba y adelante á los inferiores, y hacia abajo y atrás á los

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ANALES DE HISTORIA NATURAL.
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arriba y adelante á los inferiores, y hacia abajo y atrás á los
superiores, produciéndose el desarrollo de las largas coronas
prismáticas y las direcciones opuestas en ambas mandíbulas,
que observamos en dichos dientes.
La estructura misma de los molares es influida de un modo
notorio por dicha acción compresora, pues iniciándose por
breves coronas con crestas transversales estrechas y sencillas
en el Psittacotherium y en los esciúridos, se llega, á través de
formas intermedias, á otras dotadas de láminas verticales de
esmalte, que algunas veces dividen las coronas enteramente
al través (Chinchilla, Castor y Cavia) ó aparecen solamente en
la terminación de las coronas, cruzando el agregado de prismas de que cada molar está compuesto. Semejante estructura
laminar, en el sentido vertical, es evidentemente obra del relleno de las crestas transversas, producido asimismo por la
presión que ha impreso á las coronas su dirección oblicua:
por eso, cuando no h a actuado este agente más que en la porción terminal, los prismas están ceñidos en lo alto de la corona
y libres en la base, como acontece en las arvícolas, castores é
histrícidos en general.
¿Puede explicarse de igual suerte la producción de los pliegues que ofrece la superficie de los molares de los roedores?
Cope se inclina á creerlo, por más de que carezca de datos
positivos para afirmarlo con certeza, fundándose en el hecho,
ya notado en el anterior capítulo, de que las inflexioríes de
dichos dientes son de igual magnitud en los lados opuestos de
ambos molares superior é inferior, al paso que en los géneros
isognatos tales inflexiones son más numerosas y profundas en
sentido opuesto. El examen de las secciones delgadas de los
molares de los roedores apoya también á nuestro juicio dicha
suposición, pues el replegamientó d e l esmalte trasciende al
interior, y las líneas oscuras de los conductillos se encuentran
doblemente onduladas como obedeciendo á dos direcciones de
presión angulares.
Termina el insigne naturalista de Filadelfia afirmando en
conclusión q u e , á su juicio, queda suficientemente probado
que casi todas las particularidades del sistema dentario de los
roedores y el mecanismo de su masticación, son consecuencias mecánicas de la longitud extraordinaria de sus dientes
incisivos.
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