MANIFESTACIONES OCULARES DE LA HIPOVITAMINOSIS A 1 Dr. Humberto Escapini ’ El ojo es el órgano más susceptible a la deficiencia de vitamina A, hasta el punto de convertirse en detector de dicha deficiencia aun en sus fases incipientes. Estudios realizados sobre esta ponen en evidencia que el solo hallazgo de alteraciones oculares permite establecer el diagnóstico de hipovitaminosis A, siendo ellas, con frecuencia, la única manifestación clínica de malnutrición. Por otro lado, en casos de malnutrición avanzada las únicas manifestaciones de falta de vitamina A se observan en los ojos. La xeroftalmia debida a falta de vitamina A es muy común en el mundo: una encuesta realizada por la OMS demostró su prevalencia en América Latina, Africa y Asia, y puso de manifiesto que es ella una de lrrs más importantes causas de ceguera en los preescolares de 2 a 4 años de edad. Cuadro chico Cambios en el segmento alteraciones oculares graves, dependiendo esto del grado de deficiencia de vitamina A. anterior Las manifestaciones oculares de hipovitaminosis A interesan el segmento anterior del ojo, sobre todo la conjuntiva y la córnea (1) , son tan típicas que el cuadro clínico es característico de la deficiencia y su presencia significa solamente tal situación (2). Se les ha dado el apelativo de nutrioftalmopatía A (NOA), con lo cual se acorta su denominación y se indica su etiología, al mismo tiempo que el hecho de ser un padecimiento ocular. El síndrome es observado en grados variables de malnutrición general (3) y es específico en medio de una deficiencia múltiple. En los grados avanzados de malnutrición, kwashiorkor o marasmo, depende de la deficiencia de vitamina A: si esta es discreta, el síndrome es también discreto; si la deficiencia es severa, los cambios oculares son graves. Por otro lado, una malnutrición general moderada puede acompañarse de Epidemiología En un grupo de 500 niños con malnutrición general avanzada, estudiados en el Hospital Pediátrico de San Salvador (4, 10)) se encontraron 13.2% de lesiones oculares avanzadas debidas a la falta de vitamina A (cuadro 1) . Distribuidas según el grado y tipo de malnutrición, se observó que en el grado III de malnutrición general, 14.5% presentaban nutrioftalmopatía A; más aún, CUADRO I-Resultados del estudio de 500 niños con mainutrición general avanzada, Hospital Pediátrico de San Salvador, El Salvador. 1 Trabajo presentado ante el Grupo Técnico de Hipovitaminosis A en las Américas, reunido en Washington, D.C., del 28 al 30 de noviembre de 1968. a Profesor de oftalmología de la Escuela de Medicina de la Universidad Nacional de El Salvador, San Salvador, El Salvador. 112 Orado I-II Total Iygg- general 108 (21.6%) Nutrioftalmopatia A (8.3%) “dad”- (ll?%, ’ r -Escapini i - MANIFESTACIONES OCULARES DE LA HIPOVITAMINOSIS 12.4% en casos de kwashiorkor y 19.7% en casosde marasmo. Existía marcado predominio del sexo masculino, lo cual ha sido previamente reportado por otros autores (4) : 65% varones y 35 % hembras. Los ojos son más vulnerables en el niño preescolar de 2 a 4 años de edad; es efectivamente en estos tres años de la vida del niño en los que se observa la mayoría de estos casos; raramente se ven casos en el primer año de vida y arriba de los 4 años (fiera 1). En una encuesta realizada por la OMS en 1962-1963, para determinar la gravedad del problema de las lesiones oculares causadas por la hipovitaminosis A, se incluyen Africa, Asia y América Latina (en total, se visitaron 37 países). La encuesta reveló la presencia de lesiones oculares en todos los países visitados (5). En la América Latina se observaron casos activos y se encontró evidencia de casos antiguos en casi todos los países FIGURA l-Manifestaciones oculares 113 A CUADRO 2-Resultados de la encuesta sobre malnutrición y nutrioficdmopatía A en 2,532 niños de 11 paises (43 instituciones) de América Latino. País Examinados Mahutridos México 225 4; Haití Venezuela Brasil Bolivia Perú 183 42 147 3:: 2 3 Costa Nicaragua Rica Honduras Guatemala El Salvador 218 150 208 569 :;: 3 i: Total 2,532 372 (14.7%) Con nutrjoftalmopatla A 2 0 i 1 4 3 7 5 (1%) incluidos en la encuesta (cuadro 2); en la encuesta se examinaron 2,532 niños, se visitaron 43 instituciones, se entrevistaron 147 médicos (entre oftalmólogos, pediatras, nutricionistas y oficiales de salud pública) y se dictaron 16 conferencias sobre el tema (6). De estos 2,532 niños, 14.7% pade- de la hipovitaminosis A según edad y sexo de los casos. EDAD EN AÑOS 35% FEMENINO 5 4 3 2 1 l 25 I 20 I 15 I 10 I 5 0 0 NUMERO DE CASOS 5 10 15 20 25 114 * Febrero 1970 BOLETÍN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA CUADRO hospitales 3-Casos del seguro de malnutrición social. y nvtrioftalmopatía A en Malnutridos Hospitales de caridad 272 (21.3%) patía A (2.:;) de caridad y De consulta externa Internados Con nutriohalmo- hospitales Malnutridos Total 1,276 Hyo$it$es del seguro 205 Con nu,rpio;;l,- <29t, (02%) - - Total 659 101 cían de malnutrición franca, notoriamente de la consulta externa, habiéndose observado visible, y 1.5 % de nutrioftahnopatía A en en los hospitales de caridad que 21.3% y grados variables, principalmente úlceras cor- 2.9% respectivamente eran malnutridos; neales y queratomalacia; este porcentaje de 2.3 y 0.8 % tenían lesiones oculares (cuadro lesiones oculares se elevó a 14 en el grupo 3), porcentajes que ascienden a 10.7 y 26.3 de niños malnutridos. si solo se toman en cuenta los malnutridos. Del total de niños examinados, 2,241 eran de hospitales y 291 de escuelas públicas; en Variaciones estacionales este último grupo no se encontró evidencia Las alteraciones oculares se observaron de lesiones oculares. Se visitaron hospita- con más frecuencia en los meses de julio a les de caridad y hospitales del seguro social; diciembre (figura 2). Como es sabido, en se encontró una diferencia, favorable a las las regiones tropicales el año se divide en familias aseguradas: en estas, 16% eran dos estaciones claramente definidas: verano malnutridos y solamente 3% de estos pre- e invierno; el verano se extiende de nosentaban alteraciones oculares. Igualmente, viembre a abril y es la estación seca; el se examinaron niños hospitalizados y niños invierno se extiende de mayo a octubre y es FIGURA 2-Manifestaciones oculares de la A según hipovitaminosis las variaciones estacionales. 12 11 E F M A M J MES J A S 0 N Ll Escapini . FIGURA 3-Manchas pica, adyacente MANIFESTACIONES al de limbo Bitot (Grado OCULARES DE LA HIPOVITAMINOSIS II). Mancha tí- tempera;. la estación lluviosa. El principio del invierno se caracteriza por un aumento considerable de las infecciones gastrointestinales del niño que crea un verdadero problema de salud pública, lo cual puede relacionarse con la variación estacional observada en la nutrioftalmopatia A y la malnutrición general. Clasificación Las lesiones oculares observadas se han clasificado en siete grados según su gravedad (1) ; esta clasificación permite establecer inmediatamente el grado de daño ocular y formarse un juicio pronóstico: 1 II III IV V VI VII Ceguera nocturna Manchas de Bitot Xerosis conjuntivo-cornea1 Infiltración cornea1intersticial Ulceración corneal Queratomalacia Secuelas Ceguera nocturna (Grado Z) . Es la mani- festación más temprana y que preocupa más a los padres. Al principiar a oscurecer, la actividad del niño comienza a disminuir, hasta que con la llegada de la noche el niño rehusa caminar; si es obligado a hacerlo tropieza con los objetos que haya en su camino. Aun el niño que solamente gatea, con la llegada de la noche rehusa hacerlo; manifiestan los padres que al llamarlos ofreciéndoles el biberón o un juguete, no se dirigen A 115 hacia ellos como durante el día. Estos niños no presentan otros signos de malnutrición a excepción de la ceguera nocturna y son traídos pronto al consultorio. Esta ceguera nocturna sigue un curso bastante agudo; se desarrolla rápidamente y así desaparece bajo los efectos de la terapéutica. Manchas de Bitot (Grado ZZ). En la figura 3 se pueden observar placas blanquecinas con el aspecto de espuma de jabón que se ha consolidado en la superficie de la conjuntiva y que muestra relieve discreto sobre la conjuntiva vecina. Estas placas se caen fácilmente con solo frotar el globo con el párpado, con un pañuelo o con la uña, como lo hacen algunos padres, pero se reforman también rápidamente. Las manchas de Bitot interesan la conjuntiva bulbar a nivel del espacio interpalpebral y son siempre bilaterales: con más frecuencia son temporales solamente, con menor frecuencia nasales y temporales, y más raramente solamente nasales; casi siempre están muy cerca del limbo. Su forma es ovalada a lo largo del eje horizontal, irregularmente circulares, con menos frecuencia triangulares y a veces alargadas paralelamente al limbo inferior. Con frecuencia este es el único signo presente; sin embargo, algunos niños han tenido antes ceguera nocturna. Las manchas de Bitot no causan síntomas, los niños están cómodos y el resto del globo ocular es normal; la conjuntiva y la córnea son húmedas y claras; no hay evidencia de malnutrición general, pero sí de episodios recurrentes de diarreas. Xerosis conjuntivo-cornea1 (Grado ZZZ). Esta etapa es caracterizada por sequedad de la conjuntiva y de la córnea, la cual ha acuñado el término de xeroftalmía para las lesiones oculares de la hipovitaminosis A (figura 4). La xerosis conjuntiva1 afecta la mayor parte de la conjuntiva bulbar, sobre todo a nivel de la hendidura palpebral y abajo. Esta es seca en grados variables; su brillo 116 BOLETÍN FIGURA a) xerosis losidad cina 4-Xerosís cornea1 extenderse conjuntivo-cornea1 conjuntivo-corneal; cremosa superficial en DE LA OFICINA la pérdida discreta; superficie (Grado de b) conjuntival, lustre capa III): y nebu- blanqueque puede en la córnea. SANITARIA PANAMERICANA Febrero 1970 forman pliegues verticales en ella en los movimientos laterales del globo. La córnea participa de la misma sequedad de la conjuntiva, también en grados variables; a veces hay que provocarla manteniendo los párpados separados por algunos segundos; más corrientemente es notoria, manifestándose por la pérdida del brillo de la superficie cornea1 y enturbiamiento superficial discreto. Hay una hiposecreción obvia de lágrimas, aun durante el llanto; es conveniente tener en claro que esta no es la causa de la sequedad, sino los cambios físicos que sufre la conjuntiva y la córnea. La xerosis puede ser discreta o llegar a grados severos; algunos de los casos más graves desarrollan una capa blanquecina cremosa y homogénea en la superficie de la conjuntiva alrededor del limbo, en la mitad inferior; en algunos casos, la córnea es también invadida por esa capa; se desprende fácilmente y en su sitio deja solamente despulimiento superficial de la conjuntiva o de la córnea. Ocasionalmente, en esta etapa se presentan úlceras corneales que interesan solamente el epitelio. Estas alteraciones córneo-conjuntivales se acompañan de irritación, sensación de cuerpo extraño, fotofobia y disminución visual. Los niños muestran ya signos evidentes de malnutrición general, con ligeros edemas, anorexia y frecuentemente diarrea. Infiltración y trasparencia están perdidas y su espesor y elasticidad considerablemente disminuidas. Como resultado de estas alteraciones físicas, las lágrimas no mojan la conjuntiva y se - cornea1 intersticial (Grado IV). Esta representa un grado más avanzado de deterioro cornea1 (figura 5). El estroma muestra infiltración grisácea que interesa toda o parte de la córnea, más marcada en la mitad inferior; hay también xerosis marcada córneo-conjuntival. En algunos casos se observa un exudado blanquecino en la cámara anterior y más raramente hipema. Estos ojos son más sensibles, fotofóbicos y se ven más seriamente afectados; la visión está considerablemente disminuida y el organismo muy afectado por la malnu- Escapini - FIGURA 5-Infiltración MANIFESTACIONES El estroma cornea1 tivo-cornea1 y exudado cornea1 está infiltrado. blanquecino intersticial Hay OCULARES DE LA HIPOVITAMINOSIS (Grado xerosis en la cúmara IV). conjunanterior. trición general; estos niños están llegando al grado III de malnutrición general. Ulceración cornea1 (Grado V >. En esta etapa se observan úlceras corneales que interesan la mayor parte del estroma cornea1 y con frecuencia casi todo; pueden ser pequeñas o interesar la mayor parte de la córnea (figura 6). Estas ulceraciones tienen como características especiales sus bordes nítidos y la infiltración blanquecino-grisácea de los mismos; pueden ser circulares e irregulares; su localización es con mayor frecuencia en la mitad inferior, pero pueden ser centrales. En caso de interesar todo el espesor corneal, la membrana de Descemet resiste FIGURA 64JIceración cornea1 grande con sacabocado. cornea1 (Grado bordes infiltrados y V). Ulcera cortados en A 117 hasta el último momento sosteniendo las estructuras intraoculares; sin embargo, tienen lugar microperforaciones y casi siempre la cámara anterior se encuentra aplanada. La reacción inflamatoria a semejante daño es moderada, los ojos solo están ligeramente congestionados y no siempre hay xerosis; el dolor, si lo hay, no es mayor. Los niños en este grado se encuentran en avanzada malnutrición general, kwashiorkor o marasmo. Queratomalacia (Grado VZ) . Representa el grado más avanzado de alteración del segmento anterior del ojo (figura 7). Consiste en un ablandamiento parcial o total de la córnea y en su esfacelamiento; la córnea muestra un aspecto blanquecino y engrosado, o gelatinoso de un color grisáceo amarillento, que se esfacela y elimina. La membrana de Descemet se mantiene hasta FIGURA 7~ueratomalacia (Grado VI): a) con perforación y prolapso del iris; b) total, estroma cornea1 se ha esfacelado y eliminado. parcial, todo el 118 BOLETfN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA - Febrero I970 el final con pequeñas perforaciones que hunden la cámara anterior. En algunos casos, a consecuencia de contracción del orbicular o por intentos del médico de abrir los párpados para ver el ojo, la Descemet se rompe permitiendo la expulsión del cristalino y prolapso del iris. Estos ojos están moderadamente congestionados, son poco dolorosos y raramente muestran xerosis. La malnutrición general está muy avanzada y los niños se encuentran en una condición sumamente pobre de kwashiorkor o marasmo, con evidentes alteraciones sicomotoras. Secuelas (Grado VII). Estas son el resultado final (figura 8) y se observan después de la cicatrización de los grados V y VI: a) Nébulas y leucomas. Pueden ser FIGURA quecino 8-Secuelas avascular; (Grado interesa sobre VII): a) todo la leucoma mitad blaninferior de la córnea; b) leucoma adherente periférico; c) leucoma total, irregular, adherente y delgado, poco vascularizado; minente. d) leucoma estafilomatoso marcado, muy pro- pequeñas o grandes, dependiendo esto del tamaño de la úlcera que les ha dado origen; cuando ha existido perforación son adherentes. Su localización puede ser central o periférica e interferir, así en mayor 0 menor grado en la visión; más frecuentemente están situadas en la mitad inferior; estos leucomas son característicamente blanquecinos y avasculares. b) Descemetoceles. Cuando el estroma cornea1 ha sido totalmente destruido quedando solamente la Descemet, se forman descemetoceles de diferentes tamaños y localizaciones. c) EstafSomas corneales. Ulceras extensas y queratomalacia parcial 0 total terminan en leucomas grandes y estafilomas; estos aumentan a tamaño considerable, al grado de no poderlos cubrir los párpados, con lo que dan la apariencia de “ojo de cangrejo”. d) Glaucoma secundario. En caso de sinequias anteriores extensas, puede desarrollarse glaucoma secundario. La tensión intraocular aumentada contribuye a causar ceguera en estos casos Escapini - MANIFESTACIONES OCULARES DE LA HIPOVITAMINOSIS aparentes del segmento anterior, para determinar la presencia de alteraciones intraoculares relacionadas con la malnutrición o específicamente con la hipovitaminosis A. El cristalino fue siempre claro y la retina de aspecto normal. El único hallazgo fue palidez del nervio óptico, que se observó en 41% de los casos; variaba de discreta a marcada; en 88% de los casos era bilateral y afectaba solamente la mitad temporal de la papila. Raramente se encontró alguna otra patología, la cual, sea dicho de paso, nada tema que ver con la malnutrición. de leucomas adherentes y es un factor en el desarrollo de los grandes estatilomas observados. e) Phthisis bulbi. La perforación del globo por úlceras o la ruptura de descemetoceles, terminan en la desintegración total del globo y en su atrofia. El cuadro clfnico comprendido en las descripciones anteriores es tipico de hipovitaminosis A: su hallazgo sella este diagnóstico. Algunos casos en los grados III a VI presentan pigmentación grisácea del fórnix inferior, discreta a moderada. En 72% de casos, ambos ojos fueron afectados; en 28%, solamente uno fue afectado, el derecho o el izquierdo indiferentemente. Cuando ambos ojos están afectados, con frecuencia lo son en el mismo grado; sin embargo, un porcentaje pequeño tiene un ojo más afectado, lo cual permite por lo menos salvar un ojo cuando estos niños son traídos al hospital. La mayoría de casos de queratomalacia son bilaterales. Estudio bioquímico de la sangre En un grupo pequeño de casos fue posible determinar los niveles de proteína y vitamina en el plasma (cuadro 4). Es evidente que el grupo es muy pequeño para sacar conclusiones que tengan algún valor, sin embargo, se observa que los niveles de proteína no están muy disminuidos; sí es obvio que los niveles de vitamina A y caroteno están muy por debajo de lo normal, especialmente los de carotenos; los de vitaminas C y B están también disminuidos. e En este pequeño grupo se puede ver clara- Cambios en el segmento posterior Se examinó oftahnoscópicamente a 350 niños internados en el Hospital Pediátrico por kwashiorkor o marasmo, sin lesiones CUADRO ChSO 4-Niveles de 0.08 2 A-3-EO A-4-EO 3 i 6 A-SEO 2 2 A-6-EO z 2 A-7-EO y vitamina Vitzzc Edad (en años) Niv;!,yyml A-l-E0 A-2-EO proteína 2” 5 A-l l-E0 : $:gj A-17-EO ; 8 0.14 0.09 0.00 0.54 0.80 0.91 0.40 0.33 0.27 0.62 0.44 1.13 03 1.06 1.25 0.90 1.16 1.37 0.48 en el plasma Proteína g% Nive16ymal 2.54 4.10 4.48 5.48 62 5.25 5.40 6.42 6; 7.35 7.82 6.88 7.77 6.98 5.42 - 119 A en BzL m% Nivel normal 0.75-1.25 un grupo de casos limitado. BsT ca.tEno Ia% “‘%” c Nivel normal Nivel normal Nivel normal 3.049 30-50 12.5-200 2.11 1.93 1.90 0.31 2.42 0.32 0.0 1.15 0.45 0.58 0.98 1.10 0.87 0.53 0.89 0.18 0.12 1.40 - 2.12 2.10 2.48 1.23 3.25 3.18 3.04 2.20 1.88 2.17 1.14 1.60 1.79 2.85 3.84 0.57 22 Ki; 3:25 - 8:; : 1::; 14.7 35.7 9 28.00 13:4 21.6 27.4 28.0 31.8 33.1 22.9 15.3 24.8 6.4 197 8:03 :; :1 12 ““;,“e ocular III III 11: 0 :i O.D. V :4” 14 oz3. IV II Ei 9 18 4 III III II 1 120 BOLETÍN DE LA OFICINA SANITARIA mente que la hipoproteinemia no es la característica dominante y es muy probable que ella juegue poco papel en el síndrome. No hay suficientes casos para establecer una correlación convincente entre la hipovitaminosis A y la hipocarotinemia, con el grado de daño ocular; es cierto que ambos niveles están en general bajos, pero esto no es siempre cierto en algunos casos más graves; lIama la atención que los niveles de caroteno son mucho más bajos. Es necesario haber estudiado bioquímicamente muchos casosmás para obtener una opinión de valor. Diagnóstico El diagnóstico 10 estabIecen el cuadro chnico local, su curso y la condición genera1 del niño. Las lesiones son tan características que su presencia solo significa hipovitaminosis A; en cualquier tiempo y en cualquier sitio ellas significan dicha deficiencia. Clínicamente, las lesiones avanzadas se acompañan siempre de manifestaciones generales de malnutrición. Es posible observar el síndrome ocular puro sin el síndrome genera1 en niños alimentados exclusivamente con leche descremada; eIIos tienen su condición general adecuada, pero la falta de vitamina A les causa el síndrome ocular que puede llegar al grado de queratomalacia y ceguera total; se han observado casos semejantes en niños incluidos en los programas nutricionales que en gran escala desarrollan en distintas ríreas diversos organismos internacionales. Encuestas nutricionales llevadas a cabo en distintas regiones, sin el conocimiento adecuado de estas alteraciones oculares y sin la participación de un oftalmólogo interesado en el problema, presentan como lesiones oculares de origen nutricional un sinnúmero de patología ocular que no tiene nada que ver con la malnutrición. Patología conjuntiva1 y cornea1 ajena a la malnutrición. a) Engrosamientos conjuntivales a nivel de la hendidura palpebral, b) pinguéculas, c) pterigiones, d) anillos PANAMERICANA - Febrero 1970 pigmentados alrededor del limbo, e) melanosis conjuntiva1 y epiescleral congénita. Todas estas condiciones no tienen nada que ver con la malnutrición, se observan con frecuencia en los países tropicales como consecuencia del medio ambiente o como caracteristicas raciales. Ceguera nocturna. El principio agudo o subagudo de esta ceguera, el aspecto normal del fondo y los resultados de la prueba terapéutica son demostrativos de la deficiencia nutricional: a) Retinosis pigmentosa. Después de la hipovitaminosis A, es la causa más frecuente de ceguera nocturna. Tiene tendencia a ser familiar y hereditaria, a seguir un curso progresivo que termina en ceguera total más tarde en la vida; es bilateral y más frecuente en varones (7). Los síntomas principian entre el tercero y octavo años de edad. AI lado de la ceguera nocturna, el fondo de ojo muestra cambios pigmentarios, estrechez vascular, sobre todo arteriolar; cuando es posible tomar campo visual, muestra estrechez concéntrica progresiva. b) Ceguera nocturna congénita. Es una enfermedad hereditaria, no progresiva. El fondo puede ser normal o mostrar puntillado blanquecino, la visión es normaI durante el día y los campos visuales son estrechos (8). c) Enfermedad de Oguchi. Esta es una forma hereditaria recesiva de ceguera nocturna, congénita y estacionaria. El fondo tiene un aspecto característico manchado, gris plateado metálico, con vasos normales; este aspecto desaparece cuando se mantiene al enfermo en la oscuridad o vendado por 3 ó 4 horas, pero reaparece de 20 a 30 minutos después de estar expuesto a la luz [fenómeno de Mitzuo (9)]. Manchas de Bitot. Sus características son específicas: con frecuencia 10s padres hacen la observación de que se quitan fácilmente pero reaparecen; con administración de vitamina A desaparecen en pocas semanas, Escapini - MANIFESTACIONES OCULARES DE LA HIPOVITAMINOSIS A 121 Algunos niños, y más frecuentemente al- mente, por el tratamiento tan especial que gunos adultos, presentan en su conjuntiva requiere. Ulceras corneales de origen infeccioso. placas de xerosis que deben ser distinguidas de las manchas de Bitot verdaderas; se De frecuente observación, causan marcada trata de falsas manchas de Bitot, que no se inflamación, con doIor, fotofobia y epífora. deben a hipovitaminosis A, sino a cualquier La úlcera en sacabocado en un ojo poco otra condición local. Se diferencian por ser inflamado observada en el niño malnutrido, más circunscritas, más en relieve, y por es característica y fácil de diferenciar de las tener un aspecto más sólido, homogéneo y úlceras infecciosas. Queratomalacia. La poca reacción inflauniforme; duran mucho más y no responden matoria es de gran importancia diagnóstica. a la terapéutica con vitamina A. Xerosis. Este término acuñado para las Infecciones necróticas de la córnea causadas por estatiococo pueden simular queramanifestaciones oculares de la hipovitaminosis A implica solamente sequedad. La tomalacia; sin embargo, aquí hay reacción existencia de simple xerosis expone a las inflamatoria muy marcada con mucho dolor y, a menudo, secreción mucopurulenta. siguientes consideraciones diagnósticas: a) Exposición del globo de larga duraComo puede deducirse de las descripción: da origen a sequedad de la córnea y ciones anteriores, los elementos más imporconjuntiva, y a reacción hiperplástica de su tantes para el diagnóstico son: la caracterísepitelio; puede terminar en úlcera y opaci- tica de la lesión en sí y la reacción discreta. ficaciones de la córnea. En los últimos tres grados hay ya comprob) Síndrome de Sjögren: caracterizado miso general marcado, como kwashiorkor o por sequedad debida a hiposecreción de lá- marasmo. El diagnóstico de las lesiones es grimas, puede causar conjuntivitis crónica, de gran importancia, ya que estas requieren cambios comeales epiteliales, enturbia- tratamiento muy especial: dar vitamina A o miento y ulceración corneal; hay aquí una mejorar la dieta solamente sería perder el disminución real de la secreción lagrimal, tiempo frente a padecimientos conjuntivomeclible y no corregible con el uso de vita- corneales infecciosos; igualmente lo sería, mina A. concretarse a suministrar antibióticos en el c) Tracoma: el tracoma avanzado puede tratamiento de una oftalmopatia nutricional. dar origen a marcada sequedad y opaciIicación de la córnea y conjuntiva, formación Pronósfico de cicatrices y ceguera; esta es una enfermeEl pronóstico depende del grado de lesión dad crónica que no tiene nada que ver con ocular y de lo avanzada de la malnutrición la malnutrición. d) Pénfigo de la córnea y conjuntiva: es general. La nutrioftalmopatía A, por sí una enfermedad crónica que causa cicatrices misma, se presta a hacer un pronóstico no y adherencias de los párpados al globo; hay solo en lo que respecta al ojo sino también xeroftalmía marcada, opacificaciones y ul- en cuanto a la expectativa de vida; la clasiceración cornea& seudopterigión y ceguera; ficación en siete grados permite hacerse un corrientemente afecta ambos ojos. juicio pronóstico. Los primeros seis grados representan la Infiltración cornea1 intersticial. Debe diferenciarse de la queratitis intersticial de fase activa de la enfermedad; el grado VII otra etiología, lúes, tuberculosis, infecciones es estacionario y representa el final de la banales. Causa siempre mucho dolor y evolución del padecimiento ocular. Para marcada congestión ciliar; es un proceso facilitar en general el pronóstico y correlaagudo que debe diagnosticarse adecuada- cionarlo al curso de la enfermedad, se han 122 BOLETÍN dividido los seis grados activos en reversibles e irreversibles. Reversibles. Son los primeros cuatro grados; las alteraciones observadas en ellos son capaces de cicatrizar sin dejar compromiso corneal, hasta una restitución a la normalidad; en ellos el pronóstico vital es bueno. Irreversibles. Serían los grados V y VI; en ellos el ojo está tan afectado que no es posible un retorno a lo normal; progresan hasta alcanzar el grado de secuelas,con marcado compromiso visual, pérdida total de la visión y desintegración completa del globo; el pronóstico vital es también malo, como 10muestra el cuadro 5. EI grupo de casos sin lesiones oculares tiene una mortalidad de 19.1% y el de casos con lesiones oculares de 21.2%; es aparente que la mortalidad es más alta en el grado III de malnutrición y aún mayor en los casos de marasmo, con un índice de mortalidad de 30.8 y 26% respectivamente. En el kwashiorkor, la mortalidad es también mayor cuando hay lesiones oculares. En cualquier grado, las lesiones pueden progresar hacia 10 peor si se descuidan. En los primeros cuatro grados es posible salvar los ojos y la vida de los niños con los cuidados adecuados. En los grados V y VI, el ojo se pierde por lo general y hay que contentarse con salvar la vida del niño. El pronóstico de la lesión ocular depende del suministro de vitamina A; solo proteínas no ayudan al ojo adecuadamente, CUADRO - Febrero 1970 DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA J-Mortalidad Grado de malnutrición Grados I-II entre CCISOS de como se ha observado en niños alimentados con leche descremada, sistémicamente bien nutridos, pero con el síndrome ocular de malnutrición avanzada debido a la falta de vitamina A. Por otro lado, el pronóstico vital depende de la hipoproteinemia; los niños sobreviven y recuperan la normalidad si se les suministran las proteínas que necesitan, además de otros nutrientes, aun cuando perdieran la visión por Ia falta de vitamina A. Tratamiento Fase activa En estos grados, los niños deben vigilarse muy de cerca; desde el momento en que aparecen manifestaciones oculares del grado III es preferible hospitalizarlos, pues sus necesidades nutricionales no serán adecuadamente satisfechas en el hogar; se ha podido observar que niños con lesiones de grado III, al ser enviados a sus casas, han pasado a sufrir lesiones de grado VI. EI tratamiento debe ser local, sistémico y dietético. Local. La aplicación de ungüentos antibióticos simples protege los ojos de infecciones bacterianas banales que pueden originarse en el saco conjuntival. No hay ningún medio local específico para combatir la nutrioftalmopatía. Es conveniente dejar bien sentado que el uso de esteroides debe evitarse. Medidas sistémicas. Para compensar la malnutrición con Sin nutrioftalmía A Mortalidad Casos lesiones ocukxes y sin ellas. Con nutrioftalmía A Mortalidad casos 0 99 (127%) Kwashiorkor 34 241 Grado III Marasmo Total 94 (3028%) 23 434 (1989%) 66 (23.88%) (2cf% ) Escauini I I 6 , r - - MANIFESTACIONES OCULARES DE LA HIPOVITAMINOSIS A 123 cia entre los niños de 2 a 4 años de edad, siendo raros los casos durante el primer año de vida y después del cuarto. Como parte de una encuesta realizada por la OMS entre 1962 y 1963 (en 37 países de Asia, Africa y América) se examinaron 2,532 niños en América Latina, de los que el 14.7% padecía de malnutrición franca, notoriamente visible, y el 1.5% (14% de los malnutridos) padecía de NOA en grados variables; úlceras corneales y queratomalacia. Las alteraciones oculares se notaron con más frecuencia durante la estación lluviosa, caracterizada por el aumento de las infecciones gastrointestinales, lo que puede relacionarse con la NOA y la malnutrición general. Las lesiones oculares observadas se clasifican en siete grados, según su gravedad: ceguera nocturna, manchas de Bitot, xerosis conjuntivo-corneal, infiltración cornea1 intersticial, úlcera corneal, queratomalacia y secuelas. El cuadro ciínico observado en la NOA se presta para hacer un pronóstico tanto concerniente al ojo como a la expectativa de vida. El estudio de los siete grados menFase inactiva cionados facilita el juicio pronóstico: los seis primeros representan la fase activa de la La terapéutica en esta fase comprende: enfermedad y el último, que es estacionario, a) iridectomía tan pronto como la situarepresenta el tina1 de su evolución. De estos ción permita una operación, para prevenir seis grados, los primeros cuatro son reversila formación de sinequias periféricas antebles, es decir, pueden cicatrizar hasta restiriores y el desarrollo de glaucoma secuntuir la normalidad. En cuanto a los últimos dario, y con fines visuales; b) queratoplastia dos grados, son irreversibles, caracterizados con fines visuales en una época posterior; por la pérdida parcial o total de la visión y c) tratamiento quirúrgico del glaucoma desintegración completa del globo ocular. secundario si se presenta este; d) enucleación de ojos deformes y dolorosos. Durante la fase activa de la NOA, los ojos deben tratarse con ungüentos antibiól’ Resumen ticos con el fin de protegerlos de infecci’o-‘ Las manifestaciones oculares de la hipo- nes bacterianas y debe evitarse el uso de esteroides. Se recomienda, asimismo, la advitaminosis A-denominadas nutrioftahnopatia A (NOA), para indicar su etiología ministración de vitamina A por vía intramuscular en dosis de 10,000 U.I./kg de y su condición de padecimiento ocularinteresan el segmento anterior del ojo y, en peso efectivo y, en cuanto las condiciones especial, la conjuntiva y la córnea. La en- lo permitan, el tratamiento debe continuarse fermedad se manifiesta con mayor frecuen- por vía oral; sobre todo, se debe recordar deficiencia nutricional de los niños que padecen lesiones oculares se han de instituir medidas adecuadamente. Debe suministrarse vitamina A intramuscular a la dosis de 10,000 U.I./kg de peso efectivo, los primeros cuatro días (5) ; los niños gravemente enfermos no la toman por vía oral y, por otro lado, la absorción intestinal está muy comprometida. En cuanto las condiciones lo permiten, ha de recurrirse a la vía oral, administrando las mismas dosis de vitamina A. A veces,la situación es tan precaria que es necesario recurrir a pequeñas transfusiones 0 (1) infusiones salinas. Medidas dietéticas. Son la medida esencial en el manejo de los niños afectados: más que enfermos están hambrientos y más que medicinas necesitan alimentos. Su rehabilitación dietética debe comprender cuidados de enfermería delicados y trato cariñoso. Estos niños deben tratarse en su conjunto; todo detalle debe vigilarse de cerca, para poder sacarlos de la precaria situación en que se encuentran y devolverlos a la vida. 124 BOLETÍN DE LA OFICINA SANITARIA que se trata de la rehabilitación dietética del niño paciente, que está más hambriento que enfermo y necesita más alimentos que medicinas. La terapéutica en la fase inactiva comprende: a) iridectomía tan pronto sea posible, evitando así la formación de sinequias PANAMERICANA periféricas glaucoma . Febrero 1970 anteriores y el desarrollo de secundario; b) queratoplastia con fines visuales, posteriormente; c) tratamiento quirúrgico en caso de glaucoma secundario, y d) enucleación de ojos deformes y dolorosos. EI REFERENCIAS (1) Escapini H. “El ojo en las deficiencias nutricionales del niño”. Actas del V Congreso Panamericano de Oftalmología (Chile, 1956) 2: 172. (2) McLaren D.S., Oomen H.A.P.C. y Escapini H. “Ocular Manifestations of Vitamine A Deficiency in Man”. 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Ocular Manifestations of Hypovitaminosis A (Summary) The ocular manifestations of hypovitaminosis A-known as Nutriophthalmopathy A (NOA) -involve the anterior segment of the eye, mainly the conjunctiva and the cornea. The eyes are more vulnerable in pre-school age, 2-4 years, but are rarely affected in the first year and above the fourth year. In the course of the survey carried out by WHO in 1962-1963 (in 37 countries of Asia, Africa and America) 2,532 children were examined in Latin America; of these children 14.7% were malnourished and 1.5% had NOA in varying degrees, mostly as ulcers, or keratomalacia but this percentage rose to 14% among the malnourished only. The lesions were noted more frequently during the rainy season, when there is always an increase in gastrointestinal infections in children and that may have to do with the seasonal variations observed in NOA. The author classifies the eye lesions observed in seven stages, according to their severity: night blindness, Bitot’s spots, conjunctivocornea1 xerosis, interstitial cornea1 infiltration, cornea1 ulceration, keratomalacia, sequelae. The clinical picture observed in NOA lends itself to a prognosis not only in regard to the eye but also to a life expectancy. The first six stages represent the active stage of the disease and stage VII is a stationary one and the final outcome. The first four of these stages are reversible, the changes being amenable to healing, to complete clearing of the cornea, and restitution to normal; stages V & VI are irreversible; they progress to the stage of sequelae (stage VII) with marked impairment of vision, its partial or total loss, and complete disintegration of the globe. During the active phase of NOA, antibiotic ointments should be applied to the eyes to protect them against bacteria1 infections; the use of esteroids must be avoided. The intramuscular administration of Vitamin A in a dose 10,000 I.U./kg of actual body weight for the first four days is recommended. Once the situation permits, the oral route should be resorted to. Dietary measures are “essentials” in the management of these children. They are more than sick; they are starved. More than medicine they need food. Therapeutic means in the inactive stage in- Escapini . MANIFESTACIONES OCULARES DE LA HIPOVITAMINOSIS clude iridectomy, as soon as the situation allows of an operation, to prevent the formation of anterior peripheral synechia and the development of secondary glaucoma; keratoplasty for A 125 visual purposes at a later date; surgical treatment of the secondary glaucoma if it supervenes; and enucleation of disfiguring and painful eyes. Manifesta@es oculares da hipovitaminose A (Resumo) As manifestacóes oculares da hipovitaminose A, ou nutrioftalmia A (NOA), têrmo que indica a etiologia e a localiza@o dos sintomas, apresentam-se na face anterior dos olhos, mormente na conjuntiva e na córnea. Sáo mais freqiientes entre criancas de 2 a 4 anos e raras antes ou depois dessas idades. Durante levantamento que a 01Ms fêz nos anos de 1962 e 1963 em 37 países asiáticos, africanos e americanos, foram examinadas na América Latina 2,352 criancas, das quais 14.7% se revelaram nitidamente mal nutridas e 1.5% (14% das mal nutridas) apresentaram NOA de vários graus: úlcera da córnea e queratomalacia. A incidencia de manifestacóes oculares foi maior na estacáo chuvosa, caracterizada pelo aumento dos casos de infeccóes gastrintestinal, o que pode ter relacáo com a NOA e a má-nutri@o geral. As lesóes oculares observadas foram classificadas em sete categorias, segundo sua gravidade: cegueira noturna, manchas de Bitot, xerose córneo-conjuntiva& itiltra@ío córneointersticial, úlcrea da córnea, queratomalacia e seqüelas. 0 quadro clínico da NOA permite prognosti- car a evolu@o das lesóes oculares e determinar a expectativa de vida. 0 estudo das sete categorias mencionadas facilita &se trabalho. As seis primeiras representam a fase ativa da doenca e a sétima, a estacionária e final. Dentre aquelas, as quatro iniciais sáo reversíveis, podem curar-se, restabelecendo-se a normalidade; mas as duas últimas já sáo irreversíveis, resultam na perda parcial ou total da vista e do ôlh0. Na fase ativa da NOA, apliquem-se aos olhos afetados ungüentos antibióticos que previnam infeccóes bacterianas, mas evitem-se os esteróides. É recomendável, outrossim, ministrar vitamina A por via intramuscular, em doses de 10,000 U.I./pêso corporal e, se possíve1, continuar 0 tratamento por via oral. Cumpre lembrar, acima de tudo, que a crianca está desnutrida, mais que enferma, e necessita menos de remédio que de alimento. Já na fase estacionária, a terapêutica será a iredectomia urgente, para evitar sinéquia periférica anterior e glaucoma secundário; posteriormente, a queroplastia corretiva; a cirurgia especííica para o glaucoma secundário; e a enucleacáo no caso de deformidade ou dor. Manifestations oculaires de I’avitaminose A (Résumé) Les manifestations oculaires de l’avitaminose A-dénommées nutriophtalmopathie A (NOA) pour indiquer son étiologie et sa condition d’affection oculaire-intéressent le segment antérieur de I’oeil et, en particulier, la conjonctive et la cornée. La maladie se manifeste le plus fréquemment chez les enfants de 2 à 4 ans, les cas étant rares au cours de la première année de vie et après la quatrième. En tant que partie d’une enquête menée par 1’0~s entre 1962 et 1963 (dans 37 pays de l’Asie, de 1’Afrique et de I’Amérique), 2,532 enfants ont été examinés en Amérique latine; sur ce nombre, 14.7% souffraient de maInutrition nettement visible, et 1.5% (14% des sousalimentés) étaient atteints de NOA à divers degrés: ulcères de la cornée et kératomalacie. Les altérations oculaires ont été constatées plus fréquemment pendant la saison pluvieuse, caractérisée par une augmentation des infections gastro-intestinales que l’on peut rattacher à la NOA et à la malnutrition générale. Les lésions oculaires enregistrées peuvent être réparties en sept catégories selon leur degré de gravité: cécité nocturne, taches de Bitot. xérose conjonctivo-coméenne, iníiltration cornéenne intersticielle, ulcère de la comée, kératomalacie et séquelles. Le cadre clinique observé dans la NOA se prête à la formulation d’un pronostic portant non seulement sur l’oeil mais également sur I’espérance de vie. L’étude des sept catégories mentionnées facilite un pronostic judicieux: les six premières constituent la phase active de la maladie et la dernière, qui est stationnaire, marque la fin de son évolution. Sur ces six catégories, les premières quatre sont réversibles, c’est-à-dire qu’elles peuvent se cicatriser jusqu’à ce qu’elles reviennent á un état normal. Quant aux deux dernières catégories, elIes sont irréver- 126 BOLETÍN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA sibles, caractérisées par la perte partielle ou total de la vue et la désintégration complete du globe oculaire. Pendant la phase active de la NOA, les yeux doivent être traités avec des onguents antibiotiques afin de les protéger centre les infections bactériennes et l’emploi d’estéroides doit être évité. Il est également recommandé d’administrer de la vitamine A par voie intramusculaire à la dose de 10,000 unités internationales par kg de poids effectif et, aussitôt que les conditions le permettent, le traitement doit être continué par voie orale; avant tout, il convient de * Febrero se rappeler qu’il s’agit de la réadaptation diététique de l’enfant malade qui est plus affamé que malade et qui a un plus grand besoin d’aliments que de médicaments. La thérapeutique pendant la phase inactive comprend : a) l’iridectomie aussitôt que possible, évitant ainsi la formation de synéchies périphériques antérieures et le développement de glaucome secondaire; b) la kératoplastie à des fins visuelles, postérieurement; c) les traitement chirurgique dans les cas de glaucome secondaire, et d) l’énucléation des yeux difformes et douloureux. TRIQUINOSIS EN LOS ESTADOS UNIDOS El número de casos de triquinosis en los Estados Unidos ascendió a 84 en 1968, es decir, 7 casos más que en 1967, registrándose la primera defunción relacionada con triquinosis desde 1966. De los 22 estados que informaron, el de Nueva York tuvo el mayor número de casos (17), la mayoría de los cuales (12) ocurrieron en la ciudad del mismo nombre. De los 84 casos, 60 se relacionaban con productos de carne de cerdo; 30 con embutidos; 7 con carne molida (se sospecha que esta se contaminó porque fue molida en un aparato empleado anteriormente para moler carne de cerdo) ; 8 se atribuyeron al consumo de carne de oso y 2 a carne de cerdo salvaje. Recientemente, en el condado de Cuyahoga, Ohio, se dieron 6 casos de triquinosis entre tres familias. Cuatro personas de una familia comenzaron a manifestar síntomas el 28 de abril de 1969 y la esposa en cada una de dos familias el 12 de mayo. Todos padecían de edema periorbitario, malestar y dolor en los músculos, acompañado de rigidez en las extremidades; tres de los seis padecían fiebre. Cinco personas tenían eosinofilia entre 20 y 47 por ciento. Se les hizo un examen serológico a una de las esposas enfermas y a su esposo, que se encontraba bien, y sólo el de ella resultó positivo para triquinosis. Si bien las tres familias no se conocían, sí tenían en común el médico de la familia y compraban sus alimentos en el mismo mercado. Asimismo, las tres familias habían comprado embutidos de puerco del mismo lugar que se especializa en la preparación de carnes al estilo de Europa oriental. Los que se enfermaron siempre habían preferido comer la carne de cerdo cruda o medio cocida a pesar de que el dueño del establecimiento había sobreavisado a los clientes para que cocinaran la carne. Sin embargo, los miembros de la familia, que no contrajeron la enfermedad, siempre preferían comer la carne, o sus derivados, bien cocida. [Weekly Epidemiological 1970 Record 44 (34) : 509-510, 1969.1 .